COREOGRAFÍAS Y CANTO.
- y porqué quieres hacer eso?... – la diosa del amor sabía perfectamente, pero trató de no mostrarlo, quería escuchar las razones de su propia voz...
- sabes bien porqué, la tensión sexual en las parejas suele ser el principal detonante de rupturas...
- esperas que ese chico le sea infiel a su pareja cuando éste no le de placer carnal?... – la diosa del amor ahora veía qué tan retorcida está la mente de la diosa de la luna... – sabes bien que si eso llega a suceder, y el joven Kim Junsu se entera esa noticia, esa impresión, ese dolor podría matar a los bebés que lleva en su vientre...
- por los bebés no te preocupes, de eso me encargo yo, estarán perfectamente sanos... – aclaró la rubia, que una vez más mostraba esa actitud arrogante que sacaba de su carácter la peor parte.
- y él, ese chico podría morir por ello, su alma podría marchitarse en vida... – espetó ya fuera de sus cabales...
- la muerte de un humano no me importa... – respondió con demasiada frialdad.
- aquellos a quienes proteges, aquellos que nacen bajo tus cuidados, tus bendiciones, también son humanos... -
- pequeños seres indefensos y puros, con alma limpia... -
- no te entiendo, no comprendo tus razonamientos, tu insensibilidad, tu desprecio hacia los mortales...
- nadie ha pedido que lo entiendas...
- que no haces esto porque quieres comprenderlos, porque una parte de ti busca la simpatía por la raza humana?
- mis motivos ya no tienen importancia ahora, tenemos un trato, recuérdalo...
- veo que estás dispuesta a todo, bien, lo haré porque fue nuestro acuerdo, pero no vas a conseguir lo que buscas, esos chicos se aman, amor verdadero si no lo sabré yo que impulsé esos sentimientos con mis bendiciones, dejaré que pongas cada prueba a esos muchachos, solo para que al final tengas que tragarte tus propias palabras... – visiblemente molesta, la diosa del amor encaminó sus pasos hacia la Fuente de los Espejismos, donde vertió polvos de un color oscuro, mismos que se filtraron por el agua hasta impregnarse en el cuerpo de Junsu que dormía plácidamente abrazado a su ratón.
- veremos al final cual de las dos tiene la razón, yo creo que entre el amor y el desamor está la tentación, y los mortales por naturaleza caen fácilmente presa de sus propios instintos... – la diosa de la Luna salió del templo con velocidad, su corazón y ese inmortal palpitar dolía en su pecho, confundiéndola aún más, molestando cada fibra de su ser.
.................
5:30 am marcó el reloj en la mesita de noche a lado de la cama de ChangMin y entonces el sonido de la alarma le sacó de su sueño. Estiró la mano saliendo de entre las cobijas y lo apagó. Se refregó un poco los ojos, se levanto y estiró todo su cuerpo para sacar la pereza. Era un nuevo día y había que comenzarlo ya.
- hey, Jun Ho, levántate ya... – con un nada gentil golpe de su almohada en el rostro del gemelo, el menor lo despertó.
- argh! Porqué haces eso, Min... – enfurruñado a primera hora del día, el chico simplemente terminó por abrazar la almohada que le lanzaron y se acomodó otra vez en su sitio... – aún es temprano... – lo sabía porque todavía estaba oscuro.
- te dije que leyeras el cronograma, a partir de ahora todas las mañanas ejercitamos de 6:00 a 8:30, así que espabila y levántate, ¡ya!... – el menor le sacó las cobijas de un tirón. Volteó al suelo en donde se supone debería estar Ji Yong pero no había nadie. La puerta de la habitación se abrió y apareció el susodicho por el umbral.
- buenos días... – saludó con esa peculiar sonrisa inocente.
- buenos días, te habías levantado ya... – cuestionó Min. Jun Ho ya se había sentado en la cama y estiraba sus brazos mientras lanzaba un largo bostezo.
- me levanto a diario a las cinco, es costumbre, reloj biológico... – explicó, ya estaba incluso vestido con ropa sport, y por lo húmedo de su cabello, se notaba que se había duchado ya también, aunque, si va a sudar ¿para qué se duchó ahora?... -
- lo dicho... – el gemelo tomó la ropa para cambiarse tomando camino al baño para hacerlo, no se pensaba vestir delante de ese par... – eres raro... – le dijo a Yong cuando pasó por su lado fuera de la habitación, el muchacho solo sonrió.
A las seis en punto, los tres muchachos se encontraban en un Centro Deportivo cerca del departamento. Como era tan temprano, no había muchas personas en el lugar, así que pudieron ejercitar tranquilamente, bueno, casi, porque las quejas de Jun Ho no se hicieron esperar desde que llegaron.
- te creerás que estamos en servicio militar, o qué... – señaló en tanto realizaba algunos estiramientos en la pista de 400 mts.
- más o menos, lo necesitan, tenemos apenas dos semanas para que estén en forma... – el menor también calentaba iba a aprovechar para liberar algo de tensión con una carrera matutina, con los primeros rayos de sol apareciendo en el horizonte y ese aire fresco que tenía olor a invierno generoso.
- el ejercicio físico es una actividad perfecta para la salud... – opinó Yong.
- sí, sí, ya sé, de todas maneras tú no piensas decir que no a nada... – es que el gemelo no podía concebir que hubiera alguien como ese chico que aunque en apariencia es igualito a JaeJoong es diametralmente opuesto en personalidad.
Comenzaron con una vuelta a la pista solo caminando, con un par de mancuernas en las manos para ejercitar el músculo, después pasaron a trotar otros 400 mts, hasta que los puso a correr 10 kms con velocidad media. Tenían un buen ritmo de respiración y estuvieron calladitos (que si hablan mientras corren se agitan más). Al terminar, Min los puso a hacer series de lagartijas, sentadillas y abdominales tanto hacia al frente como hacia atrás. Vaya que parecían auténticos reclutas en el ejército. Así que en cuanto el menor les dio un respiro, Jun Ho corrió a donde habían dejado sus cosas y tomó un largo sorbo de agua.
- aahh, que cansado estoy, siento que mis piernas me van a reventar... – exclamó el muchacho, despatarrándose en el suelo con la respiración agitada, el rostro empapado en sudor, igual que la sudadera y la playera debajo de ésta. En las mismas condiciones Yong, que estaba calladito sentado a su lado. El menor había dicho que ya volvía con algo para la última parte de la rutina matutina.
- eso es porque no estamos acostumbrados al ejercicio, pero verás como en un par de días ya ni lo sentimos... – animó el chico raro.
- pues más vale, porque ahora tengo todo mi hermoso cuerpecito aporreado... – modestia aparte. El chico raro solo sonrió, ese tono sonrosado en sus mejillas, no solo producto de la actividad física.
- bueno, ya volví, colóquense esto... – el menor les entregó unas polainas para las piernas y las muñecas, las primeras pesaban apenas un kilo y las segundas medio.
- eh? Como para qué... – quejándose una vez más, el gemelo sabía bien para qué eran, pero extrañamente disfrutaba de hacerlo enfadar, le parecía linda la forma en que fruncía el ceño y le miraba con cierto aire de superioridad, como sabiendo que siempre logrará hacerlo callar.
- músculo, para eso son, para que ganen músculo, resistencia y poder. Troten con ellas puestas otros cinco kms y dará por terminado el ejercicio matutino... – después el menor tomó asiento para seguir leyendo su libro de cierto mago.
- y tú te quedarás ahí sentado?... – el chico raro ya había comenzado a trotar, ignorando las quejas de su nuevo compañero, amigo, conocido, cualquier cosa que sean ahora.
- sí, algún problema con ello... – el menor fulminó con la mirada al gemelo, de verdad que siga así y tendrá que ponerle los puntos sobre las ies.
- no... – sonriendo por haber conseguido que Min se enojara otro poco, Jun Ho siguió a lo suyo, cuando el chico raro ya le llevaba media vuelta de ventaja, así que comenzó a correr para darle alcance.
- ¡dije trotar, no correr!... – llamó la atención el menor... – no quiero que te lesiones por lerdo... – pero el gemelo lo ignoró, modulando la carrera solo hasta que alcanzó al chico raro.
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En el departamento, las 7:30 marcaba el reloj, los cuatro estaban ya despiertos, aunque aún en sus respectivas habitaciones.
- JaeBoo, no me canso de hacerlo contigo, no me importaría hacerlo las 24 hrs del día, siempre es perfecto... – el moreno estaba recuperando la respiración y el tono muscular normal, acababa de tener otra fantástica sesión de sexo con su adorado novio, cuyo apetito sexual se había incrementado en las últimas semanas y tenía algunas fantasías bastante excitantes.
- tampoco seas tan goloso... – le dijo con una sonrisa pícara... – además, más vale que aproveches, porque en cuanto la tripa me haya crecido lo suficiente, ya no podremos hacerlo y pasaremos meses en abstinencia... – el moreno palideció. Pero después una idea cruzó su mente.
- siendo así, hay que tomar una ducha... – tomó a su novio en brazos, encaminándose al baño... -
- Yunho, bájame... – pataleó el castaño oscuro.
- ni loco, voy a aprovechar cada oportunidad... – pasaron a lado de la habitación YooSu.
- Buenos días!... – saludó con una sonrisa divertida el pelinegro, Jae seguía pidiéndole a su novio que lo bajara, que se comportara, que no estaban solos, pero el moreno hacía oídos sordos.
- muy buenos días, Chun, Junsu... – los había saludado el líder con una sonrisa enorme y la lujuria brillando en sus ojos. Pasó de largo y se encerró en el baño con su Boo.
- hagan el favor de no gritar demasiado, que se escuchan más estando ahí... – les había dicho el castaño, sonriendo con timidez, le daba vergüenza estar enterado de que sus hyungs se lo fueran a montar con ellos rondando ahí.
- vamos a preparar el desayuno... – le susurró al oído su novio, abrazándolo por la espalda, caminando juntos hacia la cocina.
- cómo crees que le esté yendo a los chicos con Min?... – el castaño cortaba algunas frutas en trozos, mientras el pelinegro preparaba una crema dulce para acompañarlas.
- pues solo te diré que hasta yo le hubiera corrido a su entrenamiento, se lo cargó con régimen militar... – opinó el ratón. A lo lejos unos gemidos ahogados que despertaron una vez más su libido. Sonrió con picardía, dejó lo que realizaba acercándose a su delfín por la espalda, comenzó a besar su nuca y hombros, acariciando sigiloso su pecho, bajando furtivo a la entrepierna.
- eres un ratón pervertido... – el castaño sintió sobre su piel esos besos y caricias, pero no sintió nada, aquella sensación de deseo no apareció e incluso a él le extrañó, antes, aún cuando se hubiera negado a intimar con su novio no era que no quisiera exactamente, porque esos roces siempre lo habían hecho vibrar por lo menos, pero ahora, ni siquiera se le erizaba la piel, no sentía nada, pero no podía decirle tremenda cosa a su novio... -
- nunca lo hemos hecho en la cocina... – el pelinegro giró a su novio para atacar sus labios, pero sintió como si el beso apasionado nunca hubiera sido devuelto a pesar de que los labios y la lengua de su novio se movieron con la suya.
- ahora no, Chunnie, agotaste mis energías anoche... – mintió el castaño, confundido por esa reacción que había tenido, había respondido ese beso por inercia, como algo mecanizado, pero no había sentido nada.
- ok... – fue la respuesta escueta del pelinegro, que sintió una opresión en el pecho por lo que acababa de pasar. Ninguno dijo más nada hasta que llegaron a la consulta a las 9 en punto, acompañados por Jae y Yunho, que llevaban tremendas sonrisas en los labios... – cómo no, si se aventaron un matutino bastante largo, otro poco y ni alcanzaban a desayunar... – pensó.
- y, qué tal han estado?... – la Dra. comenzó a tomar los signos vitales de Jae y Junsu, anotando cada dato en la Hoja Clínica de sus expedientes. También anotó el peso, habían ganado ya un par de kilos, lo normal para el primer trimestre. Después les hizo algunas preguntas de rutina sobre cómo la han pasado, los malestares que aun tienen, como el cansancio, diciéndoles que todo lo que sienten es normal, incluso el aumento o disminución del apetito sexual, cosa que calmó un poco al ratón, sabía que todo era cuestión de hormonas locas por el embarazo y no que su delfín ya no le quisiera o algo así... – debido a que el bebé comienza a crecer más en el vientre se genera cansancio, sobre todo de espalda y piernas, será recomendable que sigan tomando descansos de unos diez minutos cada tanto, los masajes también son buenos... sigan tomando el hierro y las vitaminas para un mejor desarrollo del embarazo, si hay estreñimiento, lo cual es normal por el consumo del hierro, solo no olviden tomar muchos líquidos, consumir alimentos sanos y no solo antojos... – una sonrisa amable se curvó en sus labios, sabía bien que esos chicos han tenido cada antojo de postres dulces y han dejado un poco de lado la alimentación balanceada... – y ejercitarse, les recuerdo que la natación es una excelente actividad para ustedes en ese estado... ah y, espero que ya hayan encontrado una solución para sus compromisos profesionales, porque ustedes ya no pueden seguir con el ritmo que suelen tener, eso hará mal al desarrollo óptimo y no queremos ninguna clase de susto, verdad...
- claro que no, dra. ellos ya no participarán en nada en un par de semanas, ahora lo hacen pero básicamente solo cantan y sus coreografías fueron modificadas aún más para que no se esfuercen... – explicó el moreno.
- muy bien, siendo así, todo marchará perfecto... – les entregó las recetas para las vitaminas y el hierro... – por ahora es todo, les veo en un mes para realizar ahora sí la segunda ecografía y ver el desarrollo de sus bebés...
- muchas gracias, dra. Bin... – uno a uno se despidió de la rubia.
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- no entiendo cómo puede estar ahí con esos chicos como si nada, con todo lo que les está haciendo... – la diosa del amor estaba que echaba chispas por los ojos, y tratándose de una diosa, aquello no estaba lejos de poder hacerse realidad.
- deberás tenerle paciencia, Afrodita... – trató de calmarla Atena, las tres observando en la Fuente de los Espejismos.
- no me pidas eso ahora, tienes idea del daño que quiere ocasionar, ella ha comprendido cómo funciona mi poder, temo lo que vaya a pedirme para los otros tres chicos, con el primero le falló porque no supo pedirme adecuadamente la prueba para él, pero lo que me pidió anoche va a ser una tormenta en ese hogar, va a ser una bomba de tiempo. Qué necesidad tienen los mortales de soportar nuestra poca capacidad de entendimiento, de tolerar nuestra superioridad sobre ellos... – la peliplateado gritaba molesta aquellas palabras, como tratando de que Atena y Démeter entendieran la magnitud de las acciones de la diosa de la luna... – y verla ahí, tan profesional, tan humana, eso me enferma...
- Artemisa se comporta así porque la energía de los bebés de esos chicos suprime cualquier otro sentimiento que no sea el de protección, pero Afrodita, necesito que te controles, aún puedes persuadirla sin que se de cuenta de que sus pruebas no afecten demasiado a esos chicos, eres más inteligente y madura que ella... – comentó la diosa de la Fertilidad.
- haré lo posible, pero te juro que si esa chica se pasa, habrá una batalla de diosas en el Olimpo... – acotó segura la peliplateado, Atena y Démeter asintieron comprendiendo sus palabras, esperando que aquello no llegue a suceder.
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Para rentar el departamento de a lado del de DBSK tuvieron que valerse de Joo-Eun, la prima de Kohei, pues ella se encargó de llenar todo el papeleo del contrato, además ella hacía el pago económico, aunque los gastos iban por cuenta del grupo, pero eso nadie lo sabía, lo único ahora era que para no levantar sospechas tuvieron que decir en la administración que ella se mudaba cerca del departamento de los chicos por cuestiones de trabajo (como no llegue el chisme a Lee So Man todo tranquilo). Naturalmente, la chica realmente se mudó a ese departamento, por lo que terminó por compartir nuevo hogar con Jun Ho y Ji Yong, con quien se llevaba muy bien, a decir verdad los dos le parecían raros al gemelo. Pero al menos ya habían solucionado eso del espacio.
Así que, mientras el grupo estaba trabajando esa mañana y parte de la tarde, Ji Yong y Jun Ho se quedaron en su nuevo departamento (Joo-Eun tampoco estaba ahí que también trabaja), primero acomodaron sus pertenencias y recorrieron el departamento de tres habitaciones, sala-comedor, dos baños y una linda vista nocturna. Básicamente igual que el del grupo, excepto por la diferencia de una habitación. Después se pusieron a estudiar, Min les había dejado unos DVD con los videos y presentaciones del grupo para que fueran viendo las coreografías y la forma en que se comportan y trabajan. También les recordó que siguieran aprendiéndose la letra de todas las canciones porque esa tarde continuaban con eso.
- tú sabes bailar?... – preguntó el gemelo al chico raro, ambos sentados en el sofá de la sala viendo el video de purple line... -
- no como ellos si es a lo que te refieres, de hecho podría decirse que no bailo, pero en general me es fácil aprender cualquier cosa... – respondió con su conocida sonrisa inocente.
- eres raro... – repitió el gemelo... – además de parecer un niño sonriendo siempre así, nunca decir que no y tener memoria fotográfica, dices que aprendes todo fácil, pues qué eres, una especie de súper-humano?... – el chico raro sonrió con ese comentario, ese joven a su lado se quejaba de todo, hasta de su personalidad.
- no... -
- qué significa memoria fotográfica?...
- significa que recuerdo con detalle todo lo que mi vista captura...
- ah, entonces puede decirse que en estos momentos tú podrías bailar exactamente como viste que lo hace Jae en esos videos...
- no... – sonrió... – puedo recordar sí cada movimiento que realiza, pero que pueda recordarlo no significa que lo he aprendido, tendría que practicarlo varias veces antes de hacerlo...
- aun así, no te pasarías semanas enteras en conseguirlo, no?...
- no... lo puedo hacer con poco tiempo...
- lo dicho, eres raro... -
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Esa tarde Min los recluyó en la sala de música para analizar sus voces, al final se dio cuenta de que por más que lograran avanzar en la afinación, nunca se escucharán exactamente como sus hyungs, pero tenía una idea para solucionar aquello, siempre se pueden hacer algunos trucos con el equipo tecnológico adecuado (lo cual para el menor significa pedir ayuda al bailarín y tenerlo cerca por más tiempo).
Lo bueno era que esos chicos si cantaban, no tenían las voces privilegiadas que ellos poseen, pero cantan bastante bien y con un tono bastante acercado al de Jae y Junsu. Ji Yong se aprendía todo rápido y eso le quitaba algo de estrés, aunque lo ganara rápidamente con el gemelo.
- ay, ya no me entra una sola palabra más en la cabeza, estoy cansado... – se quejó por enésima vez el gemelo, repasando la letra de una canción cuyo nombre hasta se le olvidó ya... – es demasiado, no sé... cursi...
- oye, que esas canciones las cantamos nosotros, incluyendo a tu hermano... – espetó molesto el menor, latiéndole la vena en la sien...
- seré su gemelo, pero no significa que pienso, actúo o tengo sus mismos gustos, además, no te lo tomes a personal, que no estoy diciendo nada malo... – se defendió con esa voz mandona que saca de las casillas a Min.
- a mí me parece que la letra es muy bonita, es un mensaje de amor muy bello... – intervino Ji Yong... – pero me parece que si tú no estás enamorado no será nada más que cursi y no podrás cantarla con el sentimiento adecuado.
- vale, ahora va a faltar que me digan que para poder hacerla de mi hermano me voy a tener que enamorar... -
- pues a lo mejor no te vendría mal que tal vez por eso eres tan quejumbroso... – opinó el menor.
- me llamaste quejumbroso?... – cuestionó ofendido.
- y agrégale sordo... – ya ambos se habían lanzado uno sobre el otro, pero Ji Yong se había puesto al medio, apoyando una de sus manos en el pecho de uno y otro...
- ya, ya, tranquilos, con discutir no logramos nada, hay que continuar con esto, sí... – medio con voz suave, de hecho se había escuchado igual de maternal que Jae.
- ok, Umma... – tal vez por ese motivo el menor le había llamado de esa forma, cuando se dio cuenta una enorme sonrisa alejó de su semblante la molestia... - ¡oye, que bien! Actuaste como Jae.
- en serio? no me di cuenta... -
- bueno, no que íbamos a continuar... – interrumpió el gemelo, que por alguna razón no le había gustado que ese par le dejara de lado aunque fuera por unos segundos.
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Cuando ya estaban por marcharse a su departamento (o sea, a lado, jeje), el pelinegro le pidió a su cuñado unos minutos para hablar...
- oye, solo quería pedirte que dejáramos nuestras diferencias de lado, yo entiendo que quieres pasar tiempo con Junsu, como también quiero pasarlo yo, a fin de cuentas le amamos y quisiéramos ser únicos en su vida, pero, le hacemos sentir mal por ello...
- sí, creo que me excedí un poco contigo estos días, es solo que, no sé, fue todo muy rápido, y no es que no apoye su relación, pero a final de cuentas si siento raro verlos juntos, de manita sudada o en plan meloso; mira, es mi gemelo, toda la vida hemos estado muy unidos, y de pronto me entero de que ya no soy quien más le conoce y me sentí un poco incómodo por eso, además también porque me lo ocultara por tanto tiempo, no sé, siempre pensé que nos teníamos toda la confianza del mundo y presiento que de no ser por esto del embarazo y que necesitan mi ayuda no me lo hubieran dicho sino hasta vaya a saber dios cuándo...
- tienes razón, no pensamos del todo en eso, teníamos la situación encima y Su defendió a capa y espada que no le dejarías de lado, pero nunca pensamos en cómo te sentirías por enterarte hasta ahora y de esta manera de lo nuestro...
- pero así son las cosas, no? Suelen pasar este tipo de situaciones, bueno no tanto así que salvo mi hermano y Jae, no creo que haya algún otro hombre embarazado en el mundo... – sonrisa en ambos... – llevemos la fiesta en paz, prometo no meterme demasiado entre ustedes...
- demasiado?... – cuestionó enarcando una ceja, mientras se estrechaban una vez más las manos...
- soy su hermano, así que no quita que de vez en cuando me den celos si te da más atención a ti que a mí... – explicó con una sonrisa.
- de acuerdo, comprendo eso... – salieron de la sala de música, que es en donde el pelinegro lo había retenido... – y qué tal el entrenamiento con Min...
- tal vez antes de decidirse por esta carrera quería ser militar o en otra vida lo fue, porque el pequeñajo ese me tiene molido con sus ejercicios... – todos sus músculos estaban tensos y aporreados... Yoochun rió divertido... – claro, te da risa porque no lo tienes que aguantar, ya quisiera yo verte en mi lugar...
- gracias, paso.... – ya en la sala, el castaño volteó a verlos con una sonrisa, le gustaba haber visto que volvían conversando como buenos cuñados.
- hey, Su, tu mouse pervert... – el pelinegro puso cara de <.what.> mientras que el delfín solo sonrió por el mote que su hermano eligió para su ratón pervertido, o sea, el mismo... - y yo ya nos arreglamos, no les volveré impedir dormir en la misma cama... -
- gracias a los dos por eso... – abrazó primero a su hermano, estrechándolo con fuerza, después le dio un breve beso en los labios a su ratón, aunque le había nacido dárselo, nuevamente su cuerpo no sintió nada con ese contacto.
- bueno, Ji Yong, vamos a descansar ya, porque mañana Min nos levantara otra vez de madrugada... – con una sonrisa, el gemelo arrancó al chico raro del sofá puesto que platicaba de lo más animado con Min, Jae y Yunho.
- normalmente hubiera esperado que fuera al revés... – le dijo el moreno al oído a su novio, mientras veían como el chico raro y el gemelo se despedían de ellos y salían del departamento hacia el suyo... –
- sí, pero lo dicho, ese chico es muy infantil; aunque como ya nos contó Min, también puede llegar a sonar muy a mí... – era tarde ya, el castaño oscuro bostezó de cansancio... – vamos a dormir Yunnie... – le pidió con ojos medio cerrados.
- y sí vamos a dormir?... – le preguntó con sensualidad, mientras lo tomaba de la mano y se encaminaban a su habitación.
- por un rato al menos, sí... – mirada lasciva de Jae.
- vamos a dormir nosotros también, delfín... – claro que, por la expresión en el rostro del ratón, el castaño supo que esa noche su novio querría intimidad.
- Chunnie... – voz culpable que el pelinegro supo significaba que se iba a quedar una vez más con las ganas... – estoy muy cansado amor.
- no te preocupes, me conformo con saber que estarás en mis brazos... – sonriendo tiernamente, el ratón abrazó a su novio, besando suavemente sus labios, como su única intención era transmitirle su amor y no su deseo carnal a su novio, en ese beso el castaño sí sintió la emoción, sintiéndose aliviado por la serie de cosas que le pasaran durante el día por la mente al recordar que no había sentido nada esa mañana con sus besos y caricias... – Te Amo...
- yo más, Chunnie... – caminando entre besos tiernos se dirigieron a su habitación. Min los había observado sonriendo contento, al menos sus hyungs eran felices a lado de quien aman, pero él también está decidido a todo por su bailarín.
- un día nos veremos como estos cuatro, derritiendo miel en nuestro hogar, Kohei, ya lo verás... – pensó antes de caer rendido en brazos de Morfeo.
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- argh! No entiendo, cómo demonios haces para moverte así, Junsu ah... – exclamó un frustrado Jun Ho, viendo por enésima vez el video compilatorio de las coreografías más importantes, al menos las que en estos momentos están mostrando en los conciertos...
- eh, Jun Ho, tu hermano no está, ya se te olvidó que nos quedamos solos?... – el rostro del chico raro era un poema a la inocencia.
- ay no, ya sé que no está, solo fue la frustración, pero es que no me acordaba que el Susuito se contorsiona de esa manera, con razón que las fans gritan como desquiciadas, a ver dime, hay necesidad de que mueva las caderas así?... – tono celoso en su voz...
- no sé, supongo es su forma de ser... – Ji Yong se encogió de hombros, para él resultaba muy normal lo que veía, después de todo eran los pasos que les ponían a sus canciones.
- pues sí, pero para que yo pueda... – una vez más en el televisor aparecía su hermano bailando, esa era auténtica demostración de seducción... – seguro en su cabezota se imaginaba que le bailaba al mouse pervert... -
- oye, tú también puedes bailar así?... -
- ¡no! No creo... -
- pero no lo has intentado nunca?...
- no, para qué abría yo de intentar moverme así...
- y temes intentarlo?
- mas o menos...la verdad es que me da vergüenza... – sonrojo en las mejillas del gemelo.
- pues lo tendrás que hacer, porqué no practicamos un poco ahora... – sugirió el chico raro, poniéndose de pie... – vamos, ayúdame a mover los muebles para hacer espacio... – Jun Ho le siguió la corriente, no era tan mala idea, igual por ahora solo tenía que bailar delante de Ji Yong, así no le daría tanta pena hacerlo con el resto del grupo. Lo bueno que de una u otra forma, Junsu siempre le había enseñado algunos pasos y no era nada torpe para bailar.
Duraron un par de horas en aquella actividad, Jun Ho corroboró que ese chico aprende rápidamente, puesto que en ese rato había conseguido aprenderse la coreografía de Choosey Lover y hacerlo tal cual fuera Jae, aunque a él le había costado hacerlo como el delfín, sí se había aprendido los pasos y solo era cuestión de afinarlos.
Durante los días que quedaban para partir de vuelta a Japón el entrenamiento no cambió en absoluto, por el contrario, se hizo más fuerte; a partir de ese día todas las tardes habían dedicado entre tres y cinco horas diarias a memorizarse las coreografías y las canciones; más aparte las tres horas de ejercicio matutino, y las que dedicaban cuando tenían tiempo a ensayar como si estuvieran en entrevistas para que fueran practicando su forma de ser ante las cámaras. Jae y Junsu solían ser más bien observadores, interviniendo de vez en cuando solo para darles algunos consejos sobre cómo era más fácil para ellos hacerlo.
- mira, Jun Ho solo tienes que pensar en la letra de la canción, así será más fácil... – trataba de explicarse el castaño.
- dudo mucho que tu forma de moverte haya sido solo inspirada en la letra de la canción, porque tiene un mensaje muy bonito pero no habla de amor... -
- en algún sentido para mí cada canción del grupo es amor, cada canción, cada coreografía, cada presentación que le siguió, absolutamente todo lo que estuvo alrededor de cada una de nuestras canciones han sido y serán un recuerdo especial para mí, están llenos de amor, porque son cosas que he hecho a lado de mis amigos, de mi novio, de mi familia, pero que quede claro que no digo que ustedes no sean importantes, eh...
- lo sé, entiendo a lo que te refieres, después de todo llevas años conviviendo con ellos, y mira, hasta vas a tener un hijo producto de ese amor que creció entre el mouse pervert y tú... – ambos sonrieron, la tripa ya se veía un poco más abultada, aunque apenas habían pasado algunas semanas desde su llegada... – doy lo mejor de mí, lo sabes, Su, pero simplemente no puedo hacerlo como tú...
- claro que puedes, a ver, piensa, alguna vez te ha gustado alguien tanto que estabas dispuesto a darle el mundo si fuera necesario?... – el gemelo lo meditó un momento y negó con la cabeza... - ¡nunca te has enamorado!
- bueno, no así como lo planteas, me han gustado algunas chicas, pero de ahí a que pensara en darles el mundo, pues no...
- vale, te gusta alguien actualmente lo suficiente como para desear tener su atención a como de lugar... – a la mente del gemelo llegaron la imagen de dos chicos, a los que apartó de inmediato moviendo la cabeza hacia los lados... – tampoco? Pues que eres, un insensible, o qué...
- no Su, es que no estoy seguro de que alguien me guste ahora, a ver, para qué demonios me preguntas eso, qué tiene que ver eso con que pueda bailar igualito a ti... – al gemelo se le aceleró la respiración y el ritmo cardíaco de solo pensar en la posibilidad de que le guste alguien, y que ese alguien termine siendo alguien de su mismo sexo... - <.ni.> pensó.
- no solo con bailar, sino con cantar y entregarte en un escenario, lo que nosotros hacemos está motivado por algo en especial, como veo que para ti ayudarme no es la motivación más fuerte... – su hermano frunció el ceño... – no te estoy reprochando nada, solo digo que esa motivación solo te hace llevarlo a cabo porque me quieres ayudar pero no porque encuentres alguna fascinación por lo que hago, así que pensé que tal vez la encontrarías en el amor, en alguna persona que no sea familia...
- oh, ya comprendo... sabes, Ji Yong lo hace solo porque sí, el otro día me lo dijo cuando le pregunté porqué había aceptado sin preguntar ayudarlos, y él solo dijo, <.porque.>... – incluso el tono de voz inocente y suave sonó en sus recuerdos, un ligero carmesí apareció en sus mejillas... – yo lo hago porque eres mi familia y por nada permitiría que te pasara algo, pero creo que hasta ahora lo había tomado más como una imposición y no como algo que acepté por gusto... -
- siento haberte orillado a esto, hermano... – apenado, el castaño escondió la mirada.
- bah! No digas tonterías, si ha sido muy divertido a pesar de que la primera semana sentía que me iba a explotar cada músculo con el entrenamiento de ese salvaje de Min... – sus mejillas enrojecieron aún más al recordar lo adorable que le parecía ver al menor molesto con él cada que se quejaba de lo que fuera, sacándolo de sus cabales... – creo que ya tengo lo que intentabas sacar en mí, la inspiración interna, la motivación personal de hacer las cosas... -
- en serio?... – al castaño le pareció extraño ver a su hermano sonrojado, pero no comentó nada porque no quería incomodarlo, podría ser solo porque estaba haciendo algo de calor (en pleno invierno, para nada, lo que pasa es que la revolución hormonal le hace a él sentir calor)...
- ¡claro! Verás como mañana los dejo a todos con el ojo cuadrado cuando ensayemos otra vez, con eso de que tenemos la primera presentación ya siendo ustedes la próxima semana en Japón, más me vale aplicarme o nos come vivos el manager... – bromeó, apartando ya de su mente esos pensamientos anteriores, el sonrojo desapareciendo de su rostro.
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- Chunnie, estás molesto?... – su novio le daba la espalda, hace apenas un instante había estado besándole tiernamente, pero de un momento a otro la temperatura en el cuerpo del ratón se había elevado mutando sus besos, llevándolo a dejar caricias ardientes sobre él, pero nuevamente no había sentido nada y había terminado por decirle (como hace dos semanas ya) que estaba cansado.
- no es eso, Su, solo que estoy encendido pero tú no quieres hacerlo... – respondió con un dejo de resentimiento en su voz. Realmente no quería molestarse con su delfín, pero se estaba volviendo insoportable esa situación. Ya que desde que el castaño supo que estaba embarazado ha tenido más días y noches de abstinencia que de pasión desenfrenada. Y él entiende que es por el mismo embarazo que Su no quiere intimar, pero él no puede evitar que su cuerpo sí reaccione, que se encienda, que desee ser uno con su pareja.
- Chunnie, lo siento, de veras pero... – sollozó, se sentía mal por no poder corresponder esas muestras de pasión que le daba su novio, era solo que, igual que aquella mañana, su cuerpo no sentía nada, las caricias de su ratón no encendían su piel, ni despertaban el deseo en su interior... – perdóname, no es mi intención dejarte así... -
- no llores amor... – el ratón se sintió morir al escucharle llorar, sabía que era un idiota por comportarse así, por espetarle de una u otra forma que no hicieran el amor... – tú no tienes porqué pedirme perdón, yo debería hacerlo por hacerte sentir mal, por querer siempre que concedas mis deseos...
- pero... – sollozo... – tengo miedo Chunnie... – se abrazó a su novio, escondiendo su rostro en su cuello...
- de qué puedes tener miedo, Su... – acariciaba tiernamente la espalda del castaño.
- de que si no te doy lo que me pides vayas a terminar por buscarlo en otra parte... – sinceró Junsu, llorando más, abrazándolo con fuerza.
- Su... – intentó apartarlo para verle a la cara, pero el agarre de los brazos del delfín no cedieron... – hey, delfín travieso... – lo llamó con suavidad, besando tiernamente sus hombros... – no pienses eso nunca, jamás, escúchalo bien, jamás sería capaz de hacerte algo así, así me dejes en abstinencia hasta que nuestros hijos nazcan, jamás voy a engañarte, yo Te Amo, Susu ah... – el llanto comenzó a menguar, no así el agarre a su cuerpo... -
- me lo prometes... – su mirada viendo directo en los ojos oscuros de su novio.
- claro que sí, que me pongan a quien sea enfrente, yo siempre esperaré a hacerlo contigo, solo contigo y con nadie mas... – le besó despacio, transmitiéndole su amor, y una vez más el delfín comprobó que esos besos le tocaban el alma, que solo dejaba de sentir los besos ardientes que bien conoce pero que no le inspiran el deseo que antes, y eso aún lo preocupaba.
- Te amo, Chunnie... – una noche más, durmió en los brazos de su novio, sin saber que tal vez una de esas noches alguien más pueda ocupar su lugar...
pobre chunniee!! porfavor aguanta, no vayas a engañar a Su, ke genial el entrenamiento de min asi me gusta!!
ResponderEliminarwow esta mui genial el capitulo *O* pobre micky, pero se q superara las pruebas :)
ResponderEliminarContinualo x favor >.< es q esta mui weno :P
Gracias :D
ho por dios necesito saber ke pasara!!!
ResponderEliminaresta buebisisimo este fic!!!
porfa kiero saber ke pasa kon el pervertido de yoochun y los bebos de mi delfin!!!
amo este fic!
ResponderEliminarnecesito saber q pasa por favor u.u
mi tiene tanta curiosidad x esos bebes ^^
ya kero q nazcan *0*
conti conti!!!
waaaaaaaah...xk pones eso al final *muriendo*..xD!,de lo bien q ztan y si chunie le pone los cuernos al delfin,adios amor..ahi noo..T/T
ResponderEliminarnooooooo...chunie no puede ponerle los cuernos al delfin..el lo ama de verdad y sè q sabra esperar*-*.. verdad chunie???...
ResponderEliminarDeby
Lo siento, odio que la copia de jae empiece a imitarlo, no me gusta, de junho pues lo entiendo y no me molesta ni me preocupa por que es el hermano de mi susu pero me desespera y me pone de malas el otro chico... Para mi mis amores son únicos y nadie puede tomar su lugar 😭.... Todo por esa egoísta y demente mujer diosa o lo que sea 😒
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