XXX cap 2

-¿Tienes…miedo?
-Debería tenerlo-
Respondió Junsu mientras sonreía tiernamente.
-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
-Supongo que porque no lo pienso tanto como tu, lo que a de ser será, ¿no?-
ChangMin asintió.
-Bueno… visto así…-
-Por fin los encuentro- oyeron a sus espaldas, -Jae…¡están aquí!-
Yunho había interrumpido la escena seguido de Jae, quien se paro frente a ellos examinándolos como acostumbraba a hacer.
-Hoy es la gran noche, a ver como nos portamos- dicho esto les guiño un ojo a los dos, quienes se ruborizaron un poco.
En aquellos días de instrucción habían aprendido lo básico del mundillo en el que aquella noche empezarían a moverse, como tratar a los clientes y saber más o menos como adaptarse a sus exigencias.
Al contrario de la impresión que les había dado en un primer momento, Jae era un profesor muy paciente, y Yunho era muy bueno “destensando ambientes”, por decirlo de alguna manera, era el encargado de neutralizar los enfados de Jae le daban una mala noticia, que era casi a diario. Vamos era el catalizador, era obvio que entre ellos existía una relación de años.
Aún así, según les había explicado Yunho, Jae era como un fantasma, solo se sabía de el lo que dejaba ver, no se le conoció jamás familia, ni nadie a quien quisiera.
-Pero todo esto, no os hace falta saberlo, lo digo como dato anecdótico, así que ya sabéis, ¡la boquita cerrada!-
Con aquellas palabras había terminado la conversación aquel día Yunho, con un tono que a pesar de parecer cómico, daba el miedo de una amenaza.

Junsu debuto primero. Su cliente era de los sencillos, solo quería un chico que le diera conversación, algún roce por aquí, un beso en la mano y listo.
Changmin por su parte fue el segundo en ser requerido, otro cliente bastante sencillo, este quería un chico que le escuchara, y sonriera de vez en cuando mientras le decía lo magnifico que era.

Jae por su parte andaba con clientes nuevos, mientras que Yunho lo apoyaba, entre los dos los clasificaban y después de hablarlo mandaban al host adecuado al trabajo.

Changmin abrió el grifo y se refresco la cara, la verdad que todo le parecía ir bien, demasiado bien.
Había tenido 3 clientes aquella noche, todos educados, solo pedían atención y seguirles la corriente.
-Lo sabía, la gente siempre habla de por demás…, y yo preocupado por si tenia que acostarme con algún cliente…-
En las clases con Jae y Yunho el tema no se había si quiera insinuado, pero aun así tenía un pánico atroz al asunto.
Si se hubiera visto en la situación seguramente no hubiera sabido como actuar…
Salió del baño y se encamino de nuevo a su puesto de trabajo, ahora convencido del todo que no había sido una equivocación el haber entrado a trabajar allí.
Pagaban bien y bueno, las instalaciones eran magnificas, la verdad que desde el par de días que hacia que había llegado tanto sus compañeros como sus jefes lo habían tratado muy bien.
Suspiro nuevamente aliviado y casi se puso a tararear una canción que era la tercera vez que sonaba en el hilo musical cuando algo le llamo la atención. Una de las puertas del pasillo en el que se encontraban estaba entre abierta.
Sabía que cualquier cosa que estuviera pasando dentro, a él no tenia que interesarle, es mas, su propio ser le advertía vigorosamente que se, lo que iba a ver no le gustaría nada, pero como por todos es sabido, la curiosidad mató al gato, y aunque en su cabeza no parara de gritarle que regresara al trabajo, su cuerpo no obedecía.
Jamás se hubiese sentido capaz de caminar con tanto sigilo como lo estaba haciendo, se asombraba, pronto estuvo frente a la puerta, y abriéndola un poco más se dispuso a mirar.

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