XXX cap 24

JUNSU
Los dias pasaron, no me hablaba.
Estaba en la casa como un fantasma, aun asi su compañia me agradaba, saber que estaba alli aunque solo fuera su
presencia fisica,me reconfortaba.
Sentia que le debia una explicación, sabía que tarde o temprano se la tendría que dar, pero no sabia por donde empezar. Estaba tan aterrado como al ver su cara de desconcierto cuando lo llame Junho.
El nombre reboto en mi mente haciendo que un escalofrio me recorriera. Era algo que necesitaba sacar fuera.
Y paso su semana de descanso. Empezo a faltar por las noches, y por la mañana lo esperaba haciendome el dormido enroscado en unas mantas en el sillón.
Me desgarraba por dentro el saber que aquellas noches, una tras otras, habia estado con otra persona. Pero era su... nuestro trabajo.
Yo me escondia en una especie de "baja laboral" por la herida del pecho, que hacia ya varios dias habia sanado casi del todo. Jae era un gran cirujano, la cicatriz apenas era visible.
Pase los dedos por ella, sintiendo el tacto de las puntadas de la aguja. Suspire, lo hechaba de menos. Solo había sido una noche, pero...que noche.
En aquel momento se encontraba en la ducha, sabía que le gustaba contarse las heridas hechas por la efusividad de los clientes. Me acerque lentamente y me pare en la puerta abierta.
El me miró a traves del espejo.
-Que tal...la noche?-
-Bien-
Vuelta a su frio tono impersonal. Recordaba un contestador automatico de telefono.
Segui parado sin saber que decir. Vi como se desnudaba lentamente para meterse vajo la ducha.
Y volvi a suspirar.
Me fui a la cocina, tenia algo de hambre.
Abrí la nevera y me prepare un sandwich y un vaso de leche. Cai en la cuenta en ese momento de que me comportaba como si aquella casa en la que estaba para una corta estancia, supuestamente, fuera la mia propia, y me avergonce derepente.

CHANGMIN
La experiencia con Yoochun me habia abierto las puertas a un mundo que ni siquiera habia imaginado. El dinero derepente me empezo a abundar, no podia creer que por una noche ganara lo que antes en casi dos meses.
Decidi no darle mas vueltas al asunto y centrarme en ser positivo. Las cosas me iban bien.
Bueno...casi.
No todo era color rosa, eso tambien debia admitirlo. En el plano laboral si, pero en el personal habia un par de detallitos que estaban haciendo que mi vida no fuese todo lo bien k deberia...o era acaso yo sacando las cosas de quicio?.
Hacia un par de semanas que pasaban cosas raras...y yo dejaba que pasaran...sin razón, de esas cosas que intentabas reprimir pero que tarde o temprano por vicio o por necesidad volvias a caer en ellas.
-Changmin...esta noche...te apete...-
-Si, donde siempre-
A esta clase de cosas me referia.
Odiaba aquella capacidad de reaccion repentina que hacia que aceptase siempre sus invitaciones, aunque sabia a donde iria a parar. Aquello que era exactamente? adonde iriamos a parar?, bueno...si parabamos en algun sitio.
Callados uno detrás del otro fuimos hasta su coche, la ruta de siempre, quien nos veia por el local nos saludaba, nadie sospechaba...al fin y al cabo el era mi senpai...solo me llevaba a casa...o solo deberia llevarme a casa.
Nadie sospechaba que cuando en el aparcamiento el coche se ponia en marcha empezaba el juego.
Mano en el muslo, cerca de la ingle, rubores, fuego en el coche, tanto que teniamos que abrir las ventanas para no asfixiarnos dentro.
Tanto que yo muchas veces pensaba que aquello era el infierno...y que dentro de lo que cabia la tortura eterna no era tan mala..si me oyeran mis padres...
En el apartamento...(esta noche tocaba el mio), era una suseción de caricias furtivas mientras abria la puerta.
Después...lujuria. Solo esa palabra describia aquellas mordeduras en el cuello. Las camisas de botones desgarradas y los cinturones sin hebillas fruto del forcejeo.
Sus manos recorrian mi torso desnudo, yo temblaba bajo ellas, su fuerza era inhumana, (con tod@s l@s clientes seria igual...) me trataba con cuidado pero a la vez como si fuera su presa.
Me bajaba los pantalones descubriendo mas y mas de mi piel, que no se cansaba de catar...lamia por todos sitios, y a mi solo me quedaba suspirar y gemir, no podia hacer mas, pronto me veia en la cama, bajo sus brazos, estancado, pero sin querer salir, aquella noche embriagado por su olor y supe en aquel momento, que por lo menos por unas horas haria todo lo que el me pidiera.
Su miembro erecto rozaba con el mio. Si seguia asi llegaria al orgasmo. Y me coloco encima suya, busco entre mis piernas y el mismo se penetro...mi cuerpo se movio solo, empece a embestirlo de forma irracional, gracias a su paciencia y sus besos me hizo ralentizar el movimiento, disfrutar de aquel encuentro, de su cuerpo, de su calor, y me permiti el lujo de posar mis manos en su pecho, acariciar aquellos pectorales, tersos, bajar hasta su ombligo, y de vez en cuando masturbarlo solo por el placer de verlo gemir, me encantaba.
Y lentamente pare de moverme, el estar en su interior me hacia la persona mas feliz del mundo, pero mi necesidad ya era imperiante, empezaba a dolerme casi, y supe que tenia que terminar, asi que lo bese y comence aquellas irracionales embestidas mientras intentaba rozar todo lo posible mi cuerpo con su miembro.
LLegamos al orgasmo juntos. Y cai sobre el. Le bese la frente y lo mire a los ojos.
-Yunho...como hemos llegado a esto?-

Siguiente