S..E..X capitulo 11

Los días fueron pasando, mi miedo se iba incrementando al pasar el tiempo. Practiqué irónicamente las palabras que yo mismo había escrito hacia meses atrás. Tuve varias oportunidades de sincerarme con los demás, pero algo me decía que no lo hiciera, ese algo era: la cobardía. "¿Se enojarán? ¿Cómo actuará Yunho?" Siempre que pensaba que hacer, la imagen de Yunho molesto, indiferente, me aterraba y optaba por no hacer nada.
-...-Una respiración calentaba mi oreja derecha, estaba sentado esperando mi turno para maquillarme. Ya era el día en el cual empezábamos la grabación, aun así debíamos hacer un ensayo general.
-¿Eh?-Me di vuelta. Era Yoochun, quien estaba sentado tan cerca de mi silla, que al darme vuelta nuestras narices se chocaron.-Estas muy cerca, Yoochunnie~-
-...-
-¿Yoochunie?-Me miraba con aquellos ojos castaños tan penetrantes, daba miedo verlo tan directo. Trague fuertemente, mi garganta comenzaba a secarse por el nerviosismo. ¿Pasó un segundo, en serio? Fue una eternidad para mí. El ruido de unos pasos lo alertó, alejándose sin decirme nada.
-¡Jaeboo!-el gritó de Yunho hizo que me girara hacia él.-Es tu turno.-
Me levante y salí de la habitación, sintiendo como dos pares de miradas se clavaban en mi espalda. ¿Qué es lo que esta ocurriendo?
El maquillaje no ocupó mucho tiempo, en realidad mi mente estaba en su propia nebulosa que no notaba nada de lo que ocurría. Primera escena, y ya tenía que actuar con Yunho.
-Chicos-nos llamó el director de turno, un hombre relativamente bajo y con cara simpática.-Recuerden que esta escena es muy importante, porque por el tema de las luces y el vestuario alquilado, solo la podremos hacer algunas pocas veces.-
Aclarado ese punto, Yunho y yo nos paramos en las marcas que había en el suelo del escenario. La escena era de la obra que haríamos para los niños, por eso el vestuario era típico de cuento de hadas. Aunque en ese momento no lo teníamos puesto, debíamos actuar lo suficiente bien para poder hacerlo mejor con todo ya preparado. Las luces bajaron su intensidad, solamente se encontraba el director sentado al lado del guionista. El camarógrafo apuntaba su cámara aunque no grababa, por el simple hecho de ver si todo estaba en el lugar indicado para grabar.
-¡OH!-exclamó, asustándome, Yunho. Sus manos se movían siguiendo un movimiento ondulatorio.- ¡Has despertado princesa!
"¡PRINCESA!"Grité en mi fuero interno."Odio que me digan así, y encima que sea Yunho... ¿Para que ***** estoy haciendo esto? Calma, Jae. Al menos podes estar junto a tu amigo divirtiéndote...Mirando su lunar...Ese lunar...Es un punto casi negro que marca la diferencia entre la sensualidad innata de Yunho y sus sexys labios... ¡Debo dejar de mirar su lunar!"
-Jaeboo...-susurró haciéndome señas que siguiera con el libreto. Me encamine, de forma danzante, ante él, sonriendo como colegiala alegre y feliz.
-Todo gracias a ti, príncipe.- " Más que príncipe, podría ser el Rey de mi cuerpo...Dios...Esos ficos de vuelta atosigándome la cabeza." Ahora venía el abrazo, y el sonido de las campanas escolares justo en ese momento para cortar la acción. Pero las campanas no sonaba y Yunho se acercaba más y más.
Las luces se apagaron.
Todos comenzaron a ir de un lado al otro para volver a prender las luces.
No distinguía nada.
-¿Yunho?-susurré su nombre en la oscuridad, no hubo respuesta. Tantee con mis manos, pero solo encontraba puro aire. Un ruido metálico, vi como caían unas chipas provenientes desde el techo. Alce la vista, aun en la oscuridad pude distinguir...

"OH MI DIOS".

Salté a un costado tratando de evitar el ENORME reflector que estaba cayendo en mi dirección. Mis reflejos fueron los suficientemente buenos para salvarme la vida de una muerte inmediata, pero demasiado lentos para evitar que los vidrios del reflector me lastimaran. Además al tirarme al otro costado, me golpee la cabeza con un poste del escenario. Las luces volvieron, la gente me observaba asombrada y aterrorizada. Lentamente fui sintiendo un dolor punzante en la cabeza, la vista se nublo por completo. Eso fue lo último que recordaba con claridad.
"¿Dónde estoy?".Sentía una brisa, molestándome la muñeca. Estaba acostado en algo que se movía con gran velocidad. ¿Metal? Era tan fría esa cama como el metal."Dejen de susurrar". Quería salir de esta prisión, no comprendía que pasaba. Escuchaba fuertes y agudos susurros, uno tras otro. Luego cesaron, al igual que horripilante dolor en mi cabeza. Tenía miedo. "¿Yunho?" Volví a llamar su nombre en mis pensamientos, al sentir mediante el olfato ese perfume adictivo que él usaba.
Pasaron los minutos, nada cambiaba. ¿Era el fin? ¿Qué me ocurrió?
Los minutos se transformaron en horas, yo seguía vagando entre la nube negra.
Hasta que sentí algo calido que cayo sobre mi mano, era liquido. Y otra vez volvió a chocar contra mi piel. ¿Una gotera? con mucha fuerza, abrí los ojos. Las luces de la habitación me estaban cegando, pero me resiste a cerrarlos de nuevo.
-...Es mi culpa...Yo sabía ella estaba loca...Y no hice nada...-¿Yunho? ¿Por qué tu voz esta quebrada? ¿Qué hago en una habitación tan blanca y limpia?-
-Calmate...-decía la voz de Yoochun, algo atemorizada.-Voy a ver que a los chicos al departamento...Quédate con él, infórmame al celular si se sabe algo.-
La puerta se cerró. Abri, con determinación, los ojos y moví un poco mi cuerpo para quitar aquello que lo estaba presionando aun mas hacia la cama. Pude distinguir la figura de Yunho, cuyo torso y manos estaban sobre mi cintura, agarrándome fuertemente. Notó que me moví y enseguida se acercó, su rostro estaba literalmente demacrado. Unas marcas de lágrimas recorrían por toda su mejilla, estaba ojeroso.
-¡Jaejoong!-gritó mi nombre de forma tan entusiasta, sus ojos estaban abiertos de par en par.
-Yunho...estas horrible...-bromeé sonriendo. Sin esperarlo, me encontraba entre sus brazos en uno de aquellos abrazos fuertes que siempre nos da. El perfume, que antes había percibido, estaba ahogándome lentamente.
-Estas bien...Estas vivo...-susurraba alegre.
-Claro que estoy bien... ¿Qué paso?- Se alejó, sentándose mejor en el banquito. Su semblante era serio, un aura de culpabilidad se fue apoderando de él.
- Fue un atentado en tu contra. Alguien corto las sogas del reflector principal. Ya sabemos quien fue, Hye Mun estuvo encargada de las luces y de los reflectores. Aun no la encuentran.-Su mano acariciaba la mía.-Realmente, lo lamento...Si yo hubiera...-
-Yunho, quédate tranquilo. No me pasó nada, solo fueron cortes.-Dije observando la cantidad de curitas que tenia, "alguien" (alias Yoochun, seguro) me había colocó todas curitas con motivos de Disney. Yunho se rió al ver todo mi brazo cubierto por figuras de Micky Mouse.- Además, vos no podrías hacer nada para impedirlo.-
-Esto me hizo darme cuenta de algo-Movió el banquito, mas cerca de la cama. Su presencia me hacia sentir protegido, a pesar del ataque, aun me sentía seguro en su compañía.-"Uno no se da cuenta de lo que tiene, hasta que lo pierde"...-
-¿Otra vez perdiste el celular?-pregunté, continuaba con mis bromas, no quería que Yunho mantuviera esa cara de serio.
-Boo, déjame hablar.- "Que raro, estoy teniendo un Deja Vu de todo esto...Un momento... ¿Acaso esto no estaba...?"-Hoy casi más te pierdo, y eres lo mas importante para mi...Boo...Quiero decirte algo desde hace mucho...-
-...-Me había quedado helado escuchándolo.
-Me gustas...-Sin pensarlo, sin tener un plan previamente formulado, sus manos acariciaban mi rostro mientras me daba un tierno beso. Su cuerpo fue presionando el mío, mientras el beso seguía su curso. Quería negarme, en serio que lo quería así, pero Yunho besaba tan calidamente que no pude. Sus manos se fueron desplazando hasta acariciar mis hombros, la bata blanca que me cubría se iba deshaciendo por el calor que emanaba mi cuerpo. Quería mas, deseaba más. Saliendo de mi asombro, de cualquier duda posible que surgiera en mi mente, correspondí fuertemente el beso, con mis manos en su cintura, lo atraje más hacia mí. Ahora estaba recostado encima mío, de vez en cuando nos separábamos para podes retomar aire.
-Boo...Esperáme...- Se levantó, estaba nervioso. Esta sensación de calidez, de excitación, era algo nuevo en mí. Tenía miedo de equivocarme haciendo cualquier tontería. Vi como Yunho cerraba la puerta con el cerrojo y se acostó de nuevo a mi lado.-..¿Estas seguro que quieres esto?-
No respondí, no hacia falta hacerlo. Lo besé, sé que esta mal besar a un amigo de esa forma, pero yo no tengo la culpa que mi amigo sea tan...y tan… (Ustedes me entienden). Aquel besó lo desquicio, sus manos levantaron la bata, dejando al descubierto todo mi cuerpo. Podía sentir su excitación sobresaliendo de su jean negro. No podía contenerme mas, le fui quitando su remera.
-Nunca pensé...que fueras...tan pervertido...My sexy Boo...-Susurró en mi oreja, mientras besaba mi cuello. Su mano se escabullo hasta tomar con delicadeza mi miembro, acariciándolo con suavidad. El roce me estaba volviendo loco. Gemí tan fuerte que me asuste de mi mismo, Yunho besó mis labios, mordiéndolos, Ahora su lengua se adentró profundamente en mi boca, apaciguando un poco mis gemidos. La habitación se incendio mas que nunca cuando el torso de Yunho quedo al descubierto luego de que le quitase por completo la remera. El continuo masajeo de su mano, su torso desnudo apoyado sobre el mío, eran la causa de que nuestras respiraciones estuvieran entrecortadas.
-Yunho...-Su nombre era lo que tanto deseaba decir, sabiendo que era él quien estaba proporcionándome el mayor del placer del mundo.
-My Boo...Ahh...-Sentí como su rostro se reflejó el dolor punzante. Comprendía que él estaba con muchos deseos de terminar, tanto como yo.
-...Yunnie... ¿Quieres...?-"Un poco de mi", quería terminar la pregunta. No tenía el coraje suficiente para decirlo, aun así, Yunho lo entendió. Se mordió el labio, comiéndome con la mirada, se abalanzó sobre mí. Sentí como sus manos recorrían todo mi cuerpo, sus mordidas persistían en mi cuello, era una cárcel de placer de la cual yo mismo me había encerrado.-Ahh...Ahh...-
-Eres tan...delicioso...-Lamía mi torso fuertemente, que dejaba marcas rojas sobre él.-Quiero más...y más...- Sus lamidas comenzaron a descender por todo mi cuerpo. No podía contener los gemidos aunque mordiera la almohada. Aun las caricias continuaban por todo mi cuerpo, no quería terminar así.- ¿Qué pasa…?-
-Yunnie…Quiero…que…-
-Ahhh Amo cuando te sonrojas así.-Dijo estirando mi cachete con su mano.-Eres tan adorable.-
-Te quería decir que…-
-¿Si?-
-Deja de interrumpirme-
-Yo no te interrumpo-
-Me da vergüenza ser el único desnudo en la habitación…-
-Ahh... ¿Acaso es que quieres…”tu sabes”?-
-¿No es obvio?-
-Pero es nuestra primera cita, ya seria demasiado hacerlo acá.-
-Esta bien…- En parte, Yunho tenía razón. Hacer el amor en el hospital, un lugar realmente limpio y libre de gérmenes, podría ser peligroso. Además, es algo nuevo todo lo que esta pasando. ¡Estoy besando a mi mejor amigo! ¡Y se siente genial! Deberíamos ir paso a paso, aunque pensándolo bien. Sigo siendo el único desnudo en la habitación. Yunho seguía mirándome de una manera que me hacia sentir pervertido. Tome las sabanas para taparme pero sus manos aprisionaron las mías contra el colchón. Mordía mi cuello salvajemente.
-¿Qué haces?-pregunté tratando de contener la respiración, cada mordida se sentía mejor que la otra. Su respiración entrecortada calentaba mi cuello. Pudo percibir un dolor punzante por debajo de mi cintura.-Ah…-
-Boo…No puedo resistirme…Espere este momento por tanto tiempo…-
-No mientas… Vos…y Hye Mun…-
-Nunca lo hicimos… Solo eran besos vacíos… Ahora sé lo que es sentir el placer…Eres tan adictivo…- Su cuerpo presionaba el mío, no podía moverme, solo sucumbir ante él. Acomodo una de mis piernas sobre su hombro, lamió uno de sus dedos.-…Dime si duele mucho…-
Fue introduciendo con cuidado aquel dedo en mi entrada, ardía un poco pero no quería parecerle un débil así es que me calle. Luego fue el turno de colocar dos, un leve gemido de dolor se me escapo, Yunho acariciaba con su otra mano mi torso.
-…Perdona…-
-Esta bien…- Pude sentir como aquellos dedos se iban acomodando, luego moviéndose adentro mío. Poco a poco, del dolor desgarrante fue pasando a ser tan placentero que deseaba más. Lo deseaba a él, más que a nada.-...Yunniee…-
Desabrochándose el Jean, bajando su bóxer de Calvin Klein. Cerré los ojos, apenado de lo que estaba sucediendo. Fui sintiendo como Yunho iba introduciéndose en mi.
-Ahh…Estas muy estrecho…-sinceró Yunho, provocando de vuelta que mis mejillas se sonrojaran. Sus caderas comenzaron a moverse, primero con delicadeza luego fueron intensificándose. Mis gemidos se fueron entrelazando con los de Yunho, no podía dejar de sentir que cada centímetro de mi piel pedía agritos que nunca no se detuviera. Su mano continua acariciando mi miembro, no podía resistirme. En los ojos de Yunho podía percibir una llama de pasión, que me estaba quemando cada vez que nuestras miradas se encontraban. Cada embestida era más salvaje que la anterior, entre el placer y el dolor, fuimos perdiéndonos en el paraíso.
Ya no podía aguantar las ganas de terminar, me estaba lastimando el contenerme de esa forma. Nuestros movimientos eran tan rápidos que la cama estaba vibrando ante nosotros. Noté el sudor en el rostro de Yunho, en todo su torso también, lo hacia ver más deseable, tanto que: vergonzosamente, termine en su mano.
-AHhhhh…-Arquee mi espalda, al sentir el placer recorrer mi cuerpo hasta llegar donde estaba acariciando su mano. El líquido no tardo en esparramarse por nuestros cuerpos.-Lo lamento…-
-No te preocupes...a...hh…-Sus embestidas continuaron como sus miradas de deseo, sus caricias a todo mi cuerpo. Un último movimiento pélvico, el cual me empujo más fuerte a la cama, fue el que me indico que Yunho había llegado al clímax. Sentí como se desparramaba su semilla dentro de mí, una extraña sensación de calidez me embriago.
Se recostó encima de mí, dándome más besos. Disculpándose por haberme causado dolor, el cual para mi fue casi nulo. Nos refugiamos en un abrazo, que deseaba ser eterno. Sin preocuparnos lo que dirían los demás, en cómo enfrentaremos esta transición de ser amigos a ser novios o algo parecido.
-Boo…-Llamó su atención, se volvía a colocar la remera sobre su torso.- Espero que no te enojes.-
-¿Enojarme de qué?- Acomodaba mi bata, tapándome con la sabana.
-Estuve viendo tu computadora…-
-…-
- Y vi que tenías algunas cosas escritas…-
FLASH BACK:::

-¿Otra vez perdiste el celular?-pregunté, continuaba con mis bromas, no quería que Yunho mantuviera esa cara de serio.
-Boo, déjame hablar.- "Que raro, estoy teniendo un Deja Vu de todo esto...Un momento... ¿Acaso esto no estaba...?"-Hoy casi más te pierdo, y eres lo mas importante para mi...Boo...Quiero decirte algo desde hace mucho...-
-...-Me había quedado helado escuchándolo.

FIN DEL FLASH BACK:::
-¡Lo leíste!- le grité sin darme cuenta que lo estaba asustando.- ¿Cómo es que leíste lo que escribí?-
-Bueno, fácil. Abrí el Word, comencé a leer...y...-
-No te hagas el tonto. ¿Por qué lo leíste?-
-Porque decía prohibido leer…-
-Entonces ¡¿Si hay un cartel que dice “Prohibido alimentar al tiburón blanco con gatitos”, vos lo alimentas?!- Movía sus manos indicándome que me calmara, pero me sentía demasiado avergonzado.- Se suponía que nadie debería leer esos fanfics…-
-Pero gracias a ellos, me di cuenta que sentías algo por mi…-
-Es que cuando los escribí… No sé lo que sentía, estaba confundido…No hacia falta que memorizaras parte de lo que escribí, Yunho…-
-¿Por qué no? Escribes hermoso- Viendo que mi humor iba descendiendo su intensidad, se acerco de vuelta, para depositar un suave beso en mi frente.- Te quiero mucho, My Sexy Boo…-
-Creo que te quiero un poquito, hacker de PC, lector de textos prohibidos, violador de hospitales…Te lo digo con cariño- Bromeé ante su semblante triste, acaricie su mano.- ¿Cuando me dan del alta?-
-Y creo que dentro de un año, aun tienen que reparar todo el aire que tienes ahí dentro.- Con su índice golpeo mi sien. Para luego llenar la habitación con su risa estrepitosa.- También puedo bromear. Bueno, me voy a avisar que estas bien y que tienes un cuerpo totalmente delicioso.-
Antes que pudiera objetar salio por la puerta, dedicándome una ultima sonrisa. Simplemente, este es el comienzo de algo especial.

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