XXX cap 22

JAE
Necesitaba distraerme, así que mande a Junsu al dormitorio de vuelta tras la comida para que volviera dormir un par de horas mas en lo que los calmantes le hacían efecto, mientras yo me senté en sillón a ver la tele.
Me había costado recoger todo el desorden que él había provocado, pero como esperaba por la comida se me hizo mas o menos ameno.
Encendí la televisión y comencé a hacer zapping. Nada me llamaba demasiado la atención y acomodándome en los cojines lo deje en una película que me pareció lo mas decente, además de que la había cogido empezando, una película en blanco y negro.
Pronto entre el sueño que llevaba retrasado y el sopor de la comida hicieron mella y sin quererlo los ojos se me fueron cerrando...Hasta quedarme dormido.
Tuve una pesadilla.
Corría y corría y no alcanzaba lo que quería alcanzar, Se me escapaba de entre las manos, y lo peor no era eso sino que lo que intentaba agarrar era algo abstracto sin sentido, solo estaba seguro de mis ansias de poseerlo.
Y oí gritos a mi alrededor, y grite también pero no me escuchaba y grite mas fuerte.
Me despertó una bofetada, suave pero firme en la mejilla.
-¿Estas...bien?-
Me gire para ponerme boca arriba, y al abrir los ojos del todo pude reconocer a Junsu quien estaba sentado sobre mi.
-Que haces aquí...te dije que...-
-Estoy bien, vine a pagarte los servicios cuando empezastes a gritar...-
Agite la cabeza intentando poner en orden mis pensamientos.
-¿Pagarme los servicios?-
-Nadie hace nada por nada, no solo me has cuidado sino que ... los destrozos de la casa...solo tengo mi cuerpo como pago, soy tuyo-
Comenzó a besarme el cuello.
-Heeey quieto- Le dije mientras lo apartaba.
-Las cosas no son así, lo de los cuidados, estoy obligado por el local de host, soy tu senpai he de cuidar de ti, lo de la casa me lo cobrare de tus ganancias...además que te hace pensar que quiero tu... ¿cuerpo?-
Se me quebró la voz justo en esa ultima palabra, imperceptiblemente, pero por lo que sabía...el se habría dado cuenta.
Aún así, note en su gesto un aire de desilusión. No podía callarme, rasgo característico de mi era el que si metía la pata, la metía hasta la ingle, cayendo al vació con todo.
-No necesito tu cuerpo, puedo tener el que quiera, así que...vete a acostar, necesitas mas descanso-
Lo dije desplazándolo de encima mío hasta el sillón, mientras simulaba levantarme para ir al baño.
-¿Crees que soy tonto?-
-¿A que viene eso?- Le dije sin mirarlo.
-Se que estas tan confundido como yo-
-¿Confundido? Por favor...- Intente fingir sorpresa.
-Quiero f*ll*r contigo-
-....-
-Necesito hacerlo si quiero aclararme-
Aquello me había cogido con la defensa baja...bajisima. Siguió hablando.
-Te deseo, no se porque extraña razón lo hago ni cuando sucedió, solo se que contigo nada es simple, ayer solo de pensar que estarías con Yoochun y que yo no podía hacer nada, me moría de frustración, por eso lo destroce todo, por eso … -
Suspiró.
-Por eso no puedo seguir así...solo dame una hora, solo quiero saber que se siente al tocarte, que se siente al besarte...sin tener público, quiero ser tu...-
- Mi cliente. Mis servicios se pagan caros, no estas en condiciones...- Un sentimiento de desesperación se apodero de mi...sabía que si dejaba acabar aquella frase la conversación tomaría un rumbo que no ...debía tomar, estaba aterrado.
-No, tu cliente, quiero ser tu amante, ¿alguna vez has sentido algo al acostarte con alguien?-
Me ruborice. Tristemente mi cara se volvió un tomate gigante y oleadas de calor hicieron que instintivamente llevara las manos a las mejillas intentando apaciguarlas.
-No es de tu incumbencia- Fue lo único que pude decirle.
Y con paso firme, todo el que me dejo la tensión del momento me dirigí al baño, y me encerré en el.

Golpeo la puerta tras unos minutos de mi encierro.
-Solo 1 hora, no te pido mas-
Abrí el agua de la ducha, no quería escucharlo.
Me senté en el water a esperar que se cansara y se marchara. Apoye la cabeza contra los azulejos y cerré los ojos, deseando estar en otro lugar.
Me intente relajar, respirando hondo, despacio, pensé en un lugar lejos de allí, donde no existiera nada, ni siquiera yo, solo la nada mas absoluta, sin problemas, sin nadie... y quise imaginar sentir algo agradable, lo que en mi pesadilla no conseguía alcanzar, aquel sentimiento abstracto que por mis ganas de poseerlo me poseía a mi, poseía mi voluntad, y recordé la calidez de los besos de Junsu, aquella primera vez que consiguió confundirme y ganó la partida haciendo que le besará.
Aquellos que me robó...o yo le robe a él sin tener mucha idea de porque, aquel desconcierto agradable, aquel tacto... y llego aquel aterrador momento del gran planchazo contra la rotunda realidad en la que entendí que aquel sentimiento abstracto era … Junsu, mas bien lo que me hacia sentir.
Y me sentí estúpido. Muy estúpido. Sonreí, aquello era ¿Amor?.
Como se había hecho habitual, metí la cabeza bajo el chorro de agua fría. Hasta ahora nunca me había fallado su poder “revitalizante” . Hasta ahora.
Saque la cabeza y el único cambio que obtuve fue que ahora tenia la cabeza empapada.
Agarre la toalla y me la puse por los hombros.
Mientras me secaba la cabeza salí al buscarlo. Estaba sentado en la cama con la cabeza gacha.
-De acuerdo, una hora, tu has sido sincero conmigo, yo lo seré contigo-
Sonrío.
Se acerco a mi y se paro frente a mi mientras me miraba a los ojos.
-Me tienes soy todo tuyo-, - por una hora- añadí.
Su gesto volvió a ser de desilusión.
-No quiero ser tu cliente- Volvio a repetir.
-No se hacerlo de otra forma- Le dije sinceramente.

Me volvió a mirar a los ojos, como si quisiera ver a través de ellos. Yo me deje hacer. No intente cambiar el gesto de mi cara, no quise ocultarle nada, no por el momento.
Se acerco un par de pasos mas, y me agarro de las manos.
No podía creer que fuera hacer lo que estaba pensando...
-Notas como mi corazón va a 1000?...-
-Va a 1000 porque la adrenalina ya a empezado a hacer efecto y te mueres de anticipación porque vas a … -
-Siempre le quitas romanticismo a todo?-
-Solo a lo que me parece vulgar-
Reímos. Por segunda vez.
-Vamos empieza...que quieres que te haga? Que quieres hacerme?...que?-
-De verdad nunca te has acostado con alguien por querer?, por demostrarle que lo amas?...-
-No, es el truco de que sea tan bueno en mi trabajo, en función de lo que cobre, actuó, no pienso-
-Es un poco triste eso ¿no?-
-¿Triste?...-,-Tu si lo has hecho por amor?-
-Por supuesto-
Su respuesta fue rotunda. Tanto que un escalofrío me recorrió la columna vertebral.
-Estas seguro?-
-¿Como no lo iba a estar?-
-No me digas que descubriste el “amor de tu vida”-
-En ese momento así lo creí-
-En ese momento que edad tenias?-
-15-
-15??? y lo creíste el amor de tu vida?-
Me eche a reír, cosa que a él como es de suponer no le gusto nada.
Fue a sentarse en la cama, la conversación por lo visto iba para largo. Yo me dirigi a la silla que estaba enfrente de esta.
-No sabes nada del amor ¿Verdad?-
-Ya...y tu sí-
-El amor, cuando de verdad sientes que es amor, no tiene edad, tan verdadero puede ser a los 9 como a los 80-
-Sabes que?, por unos segundos pensé que acostarme contigo me aportaría algo, no se porque pero me daba la sensación de que me enseñarías algo que hasta el momento para mi era un completo misterio pero...-
-Pero...-
-Ambos pecamos de románticos melodramáticos- Dije sonriendo.
Intente levantarme de la silla, definitivamente aquello no me llevaría a nada, volví a recobrar la compostura, y todos los principios que hasta hacía un par de días me acompañaban y jamás me habían fallado volvieron.
Pero él no me dejo. Se arrodillo frente a mí y con su peso hizo que volviera a sentarme.
-Dime que no sientes nada- Dijo mientras su mano subía por mi muslo.
-Mirame a los ojos y dime que no lo sientes-
Su mano se posó ahora sobre mi miembro el cual empezó a masajear por encima de la ropa.
Un gemido escapo de mis labios sin poder evitarlo.
-Claro...que lo siento...es una...una reacción física lógica al tipo...tipo de estímulos a los que me ...sometes- Dije entre sollozos.
Sus manos recorrían mi cuerpo. Me quito el cinturón y aún sabiendo lo que se proponía...lo deje.
Me ató las manos a la espalda, y a empujones me tiró sobre la cama. Los calmantes debían haberle hecho ya efecto, parecía no dolerle nada.
-Te lo demostrare-
Me despojo de los pantalones, dejando mi miembro al descubierto. Me sentía desnudo, por primera vez en mi vida.
Acerco la silla en la que minutos antes me encontraba yo y desnudándose del todo se sentó.
Abrió las piernas dándome una perfecta panorámica de sus intimidades, y comenzó a recorrer con la palma de sus manos el interior de sus propios muslos.
Hizo amago de ir a por la entrepierna, pero en vez de eso siguió por la ingle hasta su estomago, metiéndose dos dedos en la boca.
Yo sentía que iba a llegar al orgasmo solo de ver aquellos y en un gesto de total desesperación intente girarme para rozar mi sexo contra la cama...pero el no me dejó. Aquello empezaba a ser mortal.
Comenzó lentamente a bajar por su estomago los dedos que había mojado, dejando restos de su saliva hasta empezar a masturbarse.
Sus gemidos, aunque sabía que eran exagerados, empezaban a enloquecerme.
Quería...tocarlo, o que me tocara...
Solo me mantenía cuerdo el pensamiento de que aquello era un “calentón” que no probava la teoría de Junsu...que yo seguía teniendo razón...
A parte la vista, no podía mas.
-Dilo...di que tengo razón, dime que me deseas-
-Esto es fruto de un calentón...es una respuesta...-
-Física a los estímulos si si … ya me lo dijiste antes, respondeme a una cosa, ¿Algunas vez has respondido a esta clase de “estimulos” de esta manera?-
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir su mano de nuevo en mi muslo.
- ¿Sabes que estas temblando?-
Y no...no lo sabía, no me había dado cuenta. Pero temblaba, el cuerpo no me respondía, actuaba por libre y yo no podía controlarlo...jamás había sentido algo como aquello.
-No...puedo más...- Dije casi llorando.-No puedo mas...-
Junsu me dio la vuelta y me desato las manos.
-Que quieres hacer ahora?-
No me lo pensé, fuera por lo que fuera, lo poco racional que había en mi persona se había desvanecido con aquel último gesto de Junsu empeñado en demostrarme que a veces en la vida...existen cosas que si no son magia se asemejan bastante.
Lo empuje hacía a mi de un brazo haciéndole caer encima.
Lo bese, perdiéndome en las sensaciones en como inclinaba algo mas la cabeza para poder acceder mejor a mi boca, sin quererlo entierre mis dedos en su pelo, aprovechando para ejercer presión y acercarlo mas a mi.
La ropa me empezó a sobrar, quería del contacto directo de su piel, aunque me abrasara.
Me quite la camisa como pude y la tire lo mas lejos que me fue posible, entregándome a las caricias que me daba y aprendiendo como darlas, conscientemente, sintiéndolas, en ese momento fui suyo, manejaba mi cuerpo como mi mente a su antojo, y lo peor es que no sabía si Junsu era consciente de ello.

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