Nueve días, antes de perderte... intro

Sus caricias, esas caricias me vuelven loco.
Sus miradas, las mismas que me hacen sucumbir a sus deseos.
Sus besos, ¿Por qué soy tan adicto a ellos?
¡Dios! Jamás me he sentido tan pecador como en este momento.
Lo veo, lo imagino, lo siento. Siento como su cuerpo se fricciona al mío.
Siento como sus manos me recorren. ¡Soy un enfermo!

-ChangMin…-

Medio abro los ojos, esa voz me está llamando por segunda vez.

-ChangMin, despierta-Es ahora más dulce, y veo a su dueño justo frente a mi acariciando mi mejilla-Te has quedado dormido tonto…-
Se sienta a mi lado y con su mano delinea la curva que mi cuerpo dibuja de los hombros hasta la cintura, el simple contacto sobre mi piel desnuda me hace estremecer.
-Lo siento YooChun-Dije cambiando de posición y estirándome un poco sobre el sofá, realmente no me percate de que me había quedado dormido, me sentía tan apenado.
-Descuida-parecía disfrutar el recorrido, pues ahora pasaba las caricias de la cintura hacia mi abdomen retirando la sabana que censuraba mí intimidad.
Cierro los ojos, él sabe cómo me pone que haga esto, mis labios se entre abren pero antes de que logren decir algo los aprisiona en los suyos, sus cabellos caen en mi rostro haciéndome ligeras cosquillas, mas apenas lo noto, pues ese beso es tan diferente a todos los que me da. ¿Cómo logra que cada beso sea distinto? ¿Cómo logra que mis labios se muevan al ritmo que él dicta a la perfección? Es un artista en esto.
Siento como su mano izquierda que hasta ahora no hacía nada toma mi mejilla para profundizar los mimos que su lengua ejercía sobre mi boca.

¡Estoy perdidamente enamorado de él, estoy perdido en el deseo que hierve mi sangre en este momento! Sus labios se retiran de los míos dejándome como siempre, con ganas de más. Te incorporas solo para caer de rodillas sobre el piso, tu mirada es tan profunda. ¿Qué es lo que harás ahora Park YooChun?

-Hyung…-suplico.
-¿quieres tomar un descanso?-Preguntas con esa sonrisa, sé que hay deseo en ella, sé que no puedes esperar ni un momento más para tomarme.
-Si…-contesto, pero tú ya comenzabas a quitarme por completo la sabana procurando que sintiera su suavidad en mi cuerpo, disfrutabas como el ritmo de mi respiración cambiaba al acto. Sabias que cedería.
Finalmente la sabana cayó al piso, seda blanca que presenciaba batallas de dioses en la unión de sus cuerpos y al final nos cubría como si pretendiese guardarnos el secreto.

-Aaah…Hyung…-Tu boca tomaba presa mi hombría, ¿Cuándo me descuide lo suficiente para que me tomaras de aquella manera? Me separabas las piernas colocando tus manos en ellas apoyándote para que tu lengua lamiera mi punta y tus labios succionaran el resto.
Me incorpore, no podía estar acostado ni un momento más en ese estado, las piernas me temblaban del placer que me hacías sentir ¡Cuan indescriptibles son mis ansias por tenerte dentro! Mas aguardo, se que detestas hacerlo rápido, si no sientes ese impulso, simplemente prefieres tomarte tu tiempo ¡Torturándome…afligiendo! Soy preso de ti. Soy un loco, tu esclavo.
Tus ojos se posan sobre mí, ¿lo disfrutas verdad? Sé que te encanta ver como el sudor de mi cuerpo se va desprendiendo al ponerme en esa situación. Tus labios se curvan en una sonrisa pero aun así no los despegas de tus sucias acciones. Con mi respiración agitada llevo mis manos a tu cabello y mis dedos se cuelan perdiéndose en el. ¡Estoy listo…listo para ti, entiéndelo, házmelo!
No es necesario que lo diga, lo sabes, lo expresa mi cuerpo. Tus manos se deslizan hábiles y en perfecta sincronía a mi espalda, me tocas como si visualizaras un mas de tus obras. ¿Qué soy para ti YooChun? ¿Qué clase de textura tengo?
-YooChun…-Retiro la camisa que traes sobrepuesta y acaricio tus hombros, eres tan perfecto. Lames una vez más mi miembro, recorriendo toda su extensión, y yo te contesto de la manera más dulce que puedo. Gimo, gimo tu nombre y tu mirada se centra en la mía, me arrojas con fuerza al sillón y devoras mis labios.
¿Lo conseguí? Te quitas el pantalón lo más rápido que puedes, ¿Por qué me privas de despojarte las ropas? Me incorporo rápidamente, no permitiré que me quites ese gusto de desnudarte.

-Min…-Me dices y yo solamente sonrió, mis manos se posan en tu cintura y asombrado como siempre retiro tus bóxers lentamente, adoro como tu piel se eriza cada vez que mis ojos observan cada centímetro de tu inmensa hombría. Me carcome el deseo.
-oh…Chunnie…-Me dejo caer de nuevo al sofá. Es imposible tener el control ese momento, no me permitirías, no después de descubrir que tan excitado te encontrabas.
Con esa sonrisa de triunfo separas mis piernas y te acomodas justo entre ellas.
-Estas dilatado…-Tocas mi entrada con tu mano antes de hacerlo.-Parece que ya te estás acostumbrado a esto…-
¡Y no tienes idea de cuánto! Es cierto me has hecho un adicto al sexo, no, al sexo no, al amor, si contigo hago el amor. Suplico con mi mirada y con mis labios que se muerden esperando tu entrada sabes que es el momento. Tomas una de mis piernas y la acomodas sobre tu hombro, lentamente introduces dentro de mi ser la punta de tu pene.
-Aaah…-mi respiración se agita ante la sensación más placentera de mi vida.
Recargas parte de tu peso sobre mi abdomen para poder entrar por completo. Me duele, aún me duele un poco, para tranquilizarme tomas de nuevo mi miembro y me masturbas en dirección contraria a tus lentas embestidas. Me amas, lo sé, no lo harías de aquella manera si no.
-Aaah Changmin…-Te lames los labios, gozas mi cuerpo. Dentro de poco se que te entregaras al deseo y me desgarraras por dentro. Hazlo… ¡Hazlo, no me tengas piedad! ¡No te detengas y tómame, como si me tomaras por la fuerza! ¡Soy tuyo, reafírmalo!
Bajas tu pierna izquierda al piso y con la otra te inclinas un poco, parece una posición incómoda, pero te permite llegar aun más dentro de mí. Busco como loco algo de donde aferrarme advirtiendo lo que me espera.
-¡YOOCHUN AAAAH!-Grito, grito sin importarme nada, eres tan viril y esos golpes que das al entrar en mi lo comprueban. Rápido y con ímpetu, lento y sin misericordia. Mi cuero se yergue del placer que siento. La perfecta curva de tu espalda hace lo mismo que yo, el sudor de tu cuerpo cae sobre el mío. Tus cabellos cubren tu rostro apenas alcanzo anotar que estas en el clímax.
-ChangMin….ChangMin…-
-Córrete en mi…Hazme tu lienzo…-
Sonríes, ¿Jamás imaginaste que diría algo como eso verdad? Finalmente ocurre dejas tu semilla en mi cuerpo y segundos más tarde suelto la mía manchando mi pecho, sales con cuidado de mi y dejas caer tu cuerpo sobre el mío sin importar que pudieses mancharte.
Aun respiro agitado, también tú lo haces, ¿Es imposible no? Es imposible no hacerlo un día.
-Te amo Changmin…-
-Y yo a ti Yoochun…-
Cierras los ojos y sonríes dibujando un corazón en mi abdomen con el poco semen que no se había corrido al piso.
-¿Con que mi lienzo, ah?-
Ambos reímos. Te amo, te amo como nunca he amado a nadie en la vida, contigo a mi lado me siento capaz de todo, me siento completo.




Disculpa, no me percate cuando caí de sueño. Al abrir los ojos, de nuevo estabas ya vestido y tras el caballete dando unas pinceladas a tu obra, una mancha blanca pintaba tu mejilla, realmente te ves tan lindo e indefenso, como si no fueses capaz de hacer lo que unas horas antes habíamos hecho. Me pongo de pie y cubro con la sabana mi cuerpo.
-Ah, has despertado…-Me informas sin despegar la vista de la pintura. Me acerco y arrastro el taburete que dejabas para mí siempre a tu lado. Me siento y recargo mi cabeza en tu hombro al momento en que reafirmas la intención de lo que rodea a tu modelo.
-¿Así me veo?-Te pregunto tontamente, es prácticamente perfecto, de tu pintura a alguna de mis fotografías la diferencia es muy poca.
-No, eres mejor en la realidad- Me robas un beso.

La puerta de mi habitación se abre de golpe, obligándonos a separarnos para descubrir de quien se trataba. Ella con la mirada confundida llora, se lleva las manos al rostro cubriéndolo por completo ¿Qué hacia ella aquí? Respira profundo y dirigiéndole una mirada asesina a YooChun decide avanzar entrando en mi habitación. Enfurezco, ¿Cómo se atrevía a entrar de ese modo?

-Tú-sanciona con la mirada a YooChun-¡Eres un mal nacido! ¡Lárgate ahora mismo de mi casa!-
-¡Mamá…qué demonios estás diciendo!- Me interpongo entre los dos, no iba a permitir que ella le hablara de aquel modo.
-¡Y tú ChangMin! ¿Por qué demonios lo has traído a mi casa? Sabes que no lo tolero-Sus ojos, jamás había visto ojos más tristes y llenos de furia. Disculpa mamá, pero esto que siento no es algo que te deba ocultar.
-Porque esta también es mi casa, no hace falta que te lo recuerde-
-ChangMin…-
Tu mano sujeta la mía, niegas con la cabeza, se que detestas que pelee con mi madre, me has aconsejado miles de veces que mantengamos lo nuestro a escondidas de ella, se que preferirías que te ocultara al mundo antes de causarme estos problemas.
-Me iré, no es necesario que peleen por esto…-
-YooChun no tienes que-
Sonríes y metes tus herramientas de trabajo en el portafolio que te obsequie.
-Si tengo que, nos vemos al anochecer ¿de acuerdo?, de todos modos tengo que ir a ver lo de la galería-Tomas la pintura y con descaro te despides de mi madre-Hasta pronto señora, disculpe las molestias…-Cierras la puerta tras irte y yo detengo a mi madre antes de que salga tras de ti, como suele hacerlo. Desteto que te siga hasta que finalmente te marchas de la casa, como si creyera que tú fueses capaz de robarte algo…algo que no fuera mi corazón.

-Hijo…-trataste de tomarme del brazo pero estaba tan molesto como para no dirigirte la palabra como por una semana.
-Mira mamá mejor no hables…-mire el reloj faltaba una hora para mi clase de la tarde si quería llegar a tiempo más vale que me alistara pronto-Ahora sal que me tengo que ir dentro de poco…-
Mi madre salió sin decir nada mas, estaba triste ¿Pero que podría decirle yo a ella que le confortara? Mamá, discúlpame por ser gay. No la simple idea era tonta.
Me apresure a alistarme y salí de la casa sin despedirme, por alguna razón no tome el auto, quizá culpa, no sé. Pero ahora me arrepiento de eso.


…



Al llegar al salón de clases note la tensión que hace tiempo no sentía, escucho su risa burlona y siento como una bola de papel me cae en la cabeza.
-¡Hey, idiota! ¿Me extrañaste?-
Volteo al fondo del aula, allí estaba él con su sequito, quizá aun mas idiotas que el líder. Levanto el papel del piso y justo cuando estaba a punto de devolverle el saludo, JunSu me detiene.
-Tranquilo Min…-
-Tienes razón JunSu, a la gente imbécil hay que darle por su lado…dime YunHo ¿Cuándo regresaste del reclusorio? ¿Al fin te liberaron por no ser lo suficientemente marica para tenerte ahí? ¿Tu culo no satisfago a los presos?-Si, mi comentario hizo reír al resto de la clase, hasta a JunSu que tenía miedo constantemente de lo que YunHo podría hacerle.
Ahora que lo pienso yo era el único que me atrevía a enfrentarlo.
El único y por eso pague el precio.

Me fulmino con la mirada, su mano se metió en el bolsillo de su pantalón apretando los dientes con rabia, de no ser porque la profesora entro al salón seguramente abría sabido que intensiones se llevaba conmigo. Y antes de comenzar la clase note claramente como planeaban entre los tres lo que me sucedería mas tarde.


…


-ChangMin…-JunSu caminaba a mi lado, finalmente las clases a las que forzosamente teníamos que asistir debido a que pronto se acercaban exámenes finales habían terminado.
Mi Hyung estaba un poco más nervioso de lo usual, lo note algo paranoico como si estuviese al pendiente de todo lo que ocurriera a su alrededor. Hasta ahora no se si debí sospechar de su conducta, pues quizá lo tome como algo normal viniendo de él. JunSu es del tipo de personas que deja que los demás abusen de él, nunca ha podido defenderse de YunHo y sus amigos, de hecho cuando él y yo nos conocimos fue precisamente porque lo defendí de lo que parecía una golpiza segura.
-¿JunSu…ocurre algo?-Le pregunte pues miraba constantemente hacia atrás, parecía que lo seguían.
-No Min…es solo que…no me gusta que YunHo haya regresado a la escuela…-
-Es verdad, a mí tampoco me agrada-Nuestros ojos se cruzaron y el rápidamente desvió la mirada-Yo también creí que realmente YunHo no regresaría…-
-Si…-Dijo y volvió a mirar detrás de nosotros.

Una semana atrás de ese mismo día las clases de la tarde habían sido interrumpidas, la verdad es que ninguno de nosotros nos asombramos del porque.
Días antes de este suceso una joyería local había sido completamente robada junto un auto deportivo de color negro, testigos habían avisado que se trataba de un chico de nuestra edad y gracias a la reputación que YunHo y sus amigos le habían otorgado a la escuela se convirtió en la principal sospechosa. De hecho, todos sospechábamos que había sido Jung pero creo que nadie se había atrevido a decirlo en voz alta, hasta al día siguiente después de su arresto. Nunca imagine quien se había atrevido a tener el valor necesario de delatarlo a la policía, ni como fue en realidad. Solo sé que una semana atrás el director escoltado por el jefe de la policía reviso el casillero de YunHo y encontraron lo que buscaban. Algunos collares de perlas y diamantes que tenían un valor inimaginable. ¿Realmente YunHo había sido capaz de hacer tal robo? Bueno si las joyas estaban, era de suponer que sí.
Para su desgracia las clases habían finalizado y todos los alumnos salíamos de clases, fue más que nada la sorpresa para el verse rodeado de unos cuantos policías que intentaban aprenderlo. Corrió en dirección contraria aventando a quien se le cruzara en el camino, pero al hallarse completamente acorralado cedió. Realmente no creímos que volvería justo una semana después, ¿Era inocente entonces? ¿Qué hacían las joyas en su casillero? ¿Si era sospechoso al menos debieron de haberlo suspendido e incluso corrido de la escuela o no? Tenía muchas dudas al respecto, dudas que dentro de mí quería aclarar, pero en ese momento lo que más me alertaba era el comportamiento de JunSu. Pensé en indagar mas al respecto y preguntarle algo tonto pero antes de pensar en que él había tomado la iniciativa.

-ChangMin ¿Te veras con YooChun Hyung hoy?-pregunto como queriendo sacar otro tema para relajarse a sí mismo.
-Si…-Conteste y sonreí sonrojándome un poco-de hecho lo vi esta tarde justo después de las clases normales-
JunSu también sonrió compartiendo esa complicidad conmigo, seguramente sabia que tipo de visita me había hecho.

Sabes JunSu justo ahora extraño tu compañía, si ahora que lo reflexiono con los únicos que podía comportarme tal cual era, era contigo, mi mejor amigo y Park YooChun, mi novio. Tú me aceptabas sin ningún reproche, no cuestionabas mis actitudes ni tampoco criticabas mis acciones, me dejabas ser tal cual era y creo que también me admirabas aunque fuera solo un poco. Creo que a pesar de que YooChun y yo nos amábamos, a la hora de escucharme, no había nadie mejor que tú para hacerlo.

-Ya veo, entonces será mejor que me regrese a casa solo-respiro profundamente-Salúdame a YooChun Hyung y dile que espero ver su galería pronto-Y salió corriendo en dirección a Heebon. Bueno JunSu no me había dicho nada al respecto, o siquiera comentado que le gustaba, aunque no tenía que hacerlo, realmente era obvio. Me quede meditando hasta que los vi desaparecer en la parada del autobús.

…


Miraba el reloj de bolsillo que mi madre había obsequiado mi cumpleaños pasado, faltaba poco para que anocheciera y él aun no marcaba como era costumbre, siempre para confirmar nuestra cita. Imagine sin equivocarme que estaba en una de sus reuniones importantes. Admiraba a YooChun por ser tan entregado a su arte, tal vez dentro de mi quería ser como él, que no me importara los comentarios de las demás personas y yo me pudiese dedicar a lo que realmente me apasionaba, sin embargo, no era posible, toda la presión que sentía dentro de mi me arrastraba. Creo que él era quien brindaba la alegría a mi mundo gris. Él con sus pinturas brinda colores a cuadro, me apoyaba en cualquier decisión que tomara, pero eso sí, él no se metía en ellas. Decía que era preferible que yo mismo tropezara y cayera aprendiendo del dolor a que él eligiera por mí.
No era que no quisiera cargar con mis problemas, más bien él me estaba enseñando una manera diferente de afrontarlos.
No me di cuenta de cuando había anochecido, creo que ese día fue cuando estuve más distraído, pero eso no tiene importancia, bueno quizá ahora sí. Finalmente mi celular sonó.

-ChangMin…-
Era tu voz, hablabas en susurro.
-¿Qué paso Hyung? Creí que nunca llamarías…-
-Disculpa, es que estaba en medio de una junta ¡Es grandioso ChangMin! Mañana vendrá un crítico de arte directo del museo nacional es un gran avance para mi carrera-
Estaba feliz tanto como tú, realmente era una buena noticia, con la critica perfecta por su parte no tendrías ningún impedimento más para hacer ese viaje que tanto deseabas.
-Genial YooChun, ¡muchas felicidades!-Dije con el tono más alegre que pude, escuche tu risa, jamás podía haber sentido tanta alegría por alguien como la sentir por ti ese día.
-Gracias Min…-Aguardaste un segundo y alcance a escuchar cómo te llamaba tu compañero-Si en seguida voy…-
-Anda ve…creo que estarás ocupado hoy, ¿Festejamos mañana después de la presentación?-
-Si…-Me contestaste aun más contento-¡HeeChul ha tenido una idea genial y estaremos trabajando en ella toda la noche!-
-jajaja, no te desveles mucho que para mañana debes estar presentable-
-Tranquilo no lo haré, te amo-
-Y yo a ti…-
Colgaste y solo pensé en ti. Qué envidia tenía, tú pronto mostrarías tus pinturas al mundo entero y yo, bueno no es necesario de hablar de mí, ahora quien más necesitaba apoyo eras tú, YooChun estaba seguro de que todo saldría bien, confiaba en ello.
Jamás imagine lo que podría sucedernos.


…



Como ya no pasaría la noche en casa de YooChun de acuerdo a lo planeado decidí que lo mejor era regresar a casa y enfrentar el seguro sermón que me daría mi madre, últimamente cada noche lo hacía. Así que para hacer más largo el viaje decidí irme a pie, necesitaba caminar y pensar, pensar en lo que sería de mí en mi futuro, pensar en el tipo de vida que quería, sí YooChun tenía lo que quería ¿Qué impedía que yo pudiese lograrlo también?
Camine siguiendo por inercia el rumbo que marcaban mis pies. Uno sobre otro en un compás disparejo, pasos largos y otros cortos, los arrastraban el cansancio. Sentí que me hacía falta el aire cuando comencé a subir la colina que llevaba hacia mi casa. Las luces que iluminaban toda esa calle estaban apagadas, mire de nuevo el reloj realmente no era muy temprano ni muy tarde como para que todo estuviese oscuro, presentí que algo no iba bien, pero no iba a detenerme para revisar como paranoico, así que sin importarme mucho el hecho continué con mi camino. Unos pasos más y el ambiente adquiría un aspecto tétrico, mi casa era la más cercana por ese camino y había unas mas al fondo, sin embargo, daban un aspecto muy solitario, como el bosque rodeaba esa calle era fácil de sugestionar a cualquiera.
Escuche un claxon a lo lejos, pero no me importo ignorarlo, aun faltaba mucho para llegar a mi casa como para que me preocupara por pequeñeces como esa, claro en ese momento pensé eso, ¡Si tan solo alguien me hubiese dicho lo que estaba a punto de pasarme!
De nuevo sonó el claxon, no una sino varias veces hasta que molesto por el ruido voltee en su dirección, justo detrás de mi pude ver como un auto convertible de color negro se acercaba. Y YunHo era el conductor que frenéticamente tocaba, como era de esperarse sus dos sombras venían con él. No le tome importancia, seguramente se dirigían a alguna fiesta de las cercanías y al verme no habían podido evitar la tentación y tenían que molestarme como era su costumbre. Ojala hubiese sido así.
Continué caminando sin intensiones de moverme de su trayectoria, si quería pasar tendría que hacerlo alejado de mi. Las luces altas del auto alumbraron por completo la calle.
-¡Oye Idiota!-Su voz me llamo cuando freno el auto. Lo mire con desgano, no tenía ganas de seguir su juego de palabras así que simplemente después de dedicarle una mueca continué con mi camino. El hecho le molesto más de lo que pude comprender, comenzó a acelerar frenéticamente el auto una y otra vez, escuche un chillido proveniente del motor y enseguida supe que había comenzado a andar, temiendo que la demencia de ese chico fuera más grande de la que conocía comencé a correr hacia al frente, valla idiota. Con el corazón envuelto en el susto visualice la luz que se hacía más cerca y al voltear me encontré con la puerta del copiloto completamente abierta y con intensiones de derribarme.
Caí al piso rodando por la acera, el dolor que tenía en mis costillas era insoportable, grite quejándome del daño producido y cuando estaba a punto de tratar de incorporarme una patada termino por destrozar mi abdomen.
-¡Ahora quien es el marica!-grito YunHo proporcionándome una segunda patada.
-Bien hecho YunHo, así aprenderá a medir sus palabras…-Pude ver como claramente SiWon bajaba del asiento del copiloto, valla cobardes que eran venir y tomarme desprevenido.
-Jajaja aún mejor que eso SiWon-Secundo su amigo DongHae que también los acompañaba con un bate de béisbol en la mano-Sabrá porque no hay que delatar a uno de sus compañeros-

¿De qué estaban hablando? ¿Delatar? ¿Delatar a quien? YunHo me tomo del cuello de la camisa justo en el momento en que mi estomago no lo resistió mas y me obligo a vomitar sangre. Con una mueca de asco me aventó cuesta abajo y fuimos adentrándonos en el bosque. Entendí sus intensiones, lo que quería era darme la paliza de mi vida y era mejor que no hubiese testigos que presenciaran. Me arrepiento al no haberme ido en auto de regreso a casa, o en autobús, o haberme ido con JunSu, o al menos suplicarle a YooChun que nos viéramos esa noche. Me arrepiento de tantas cosas justo ahora.
YunHo sonreía de una manera repulsiva deseaba saciar su sed de venganza volvió a proporcionarme una patada en la pierna, me causo tanto dolor que tuve deseos de gritar, pero no iba a darle el gusto de que lo disfrutara. Pronto SiWon y DongHae se unieron al acto comenzaron a arrastrarme sobre la tierra aun más profundo en el bosque, sentí como todo mi cuerpo se iba manchando de sangre que no podía ser otra más que mía.
Mientras DongHae me golpeaba con el bate SiWon se agacho para darme un golpe en el rostro que rompió la nariz, ocasionando una gran hemorragia realmente comenzaba a perder el sentido, mis ojos apenas se mantenían abiertos, creí que en cualquier momento me desmayaría, al parecer YunHo también lo noto y detuvo las acciones de sus secuaces, él aún no quería que su diversión se terminara. Se agacho para verme, seguramente tenía un aspecto desagradable debido a la cara que hizo.

-Mírate ChangMin, ahora ya no eres ese chico apuesto e inteligente que se cantonea por donde pasa-Me escupió a la cara, quizá los golpes fueron lo que más me dolieron pero ese gesto diablos sentí que odiaba a YunHo justo en ese momento.
-Imbécil…-me atreví a vociferar.
Yunho Arqueo las cejas en forma de sorpresa y jalándome del cuello de la camisa me acerco a él.
-¿Cómo te atreviste a llamarme?-
-¿Qué no escuchaste? Te dije imbécil, hijo de puta-
SiWon me propino una patada más pero YunHo lo detuvo riendo como maniático.
-Miren que el chulito no ha aprendido su lección-Clavo su rodilla en mi abdomen haciendo crujir mis costillas. Se me nublo la vista no sabía si era dolor aun lo que sentía.
-jajaja…-reí tontamente, nunca aprendí que había momentos en los que tenía que quedarme callado-jajaja… ¿Qué lección podrías enseñarme tu? ¿Robar? Eso se te da bien-señalé.
Era obvio pues, el auto en el que venían concordaba completamente con las descripciones que había dado el dueño.
-Te enseñare cuando quedarte callado- la furia en sus ojos me hizo sentir el más grande temor en mi vida, sus golpes me llovían en el rostro, uno tras otro, uno tras otro sin parar.
-YunHo…detente…-Escuche que DongHae trataba de entrar en razón por primera vez en su vida, pero eso a mi agresor le valía un comino.
-¡Con que si fuiste tú el que me delato, eh imbécil! ¡Aprenderás…por tu puta madre que aprenderás!-Ya, de tanto que me habían hecho, no sentía el dolor alguno, solo mis músculos se contraían cada vez que YunHo me daba una patada-¡Llora como el marica que eres ChangMin! ¡Anda grita! ¡Me acusaras de nuevo con la policía imbécil! ¡Hijo de perra!-
YunHo estaba incontrolable, incluso sus dos compañeros estaban asombrados, cuando menos lo note había perdido la conciencia, pero él seguía golpeándome.

-YunHo ya detente…-
-YunHo…-
-¡Trágate esta ChangMin!...-me propino una patada más que termino por lanzar mi cuerpo justo al rió seco que estaba por el lugar. Mi cabeza se perdió entre las piedras, propinándome un golpe sin igual, un golpe que marco la diferencia.


…



Cuando finalmente YunHo se detuvo dirigió la vista hacia mi cuerpo inerte, era claro que ahora lo invadía el pánico. Se llevo las manos a la cabeza tratando de dar razón a lo que había hecho. Ni SiWon ni DongHae se atrevían a hacer algo.
-¡Ya levántate y deja de estarte haciendo el idiota!-grito YunHo obviamente dirigiéndose a mí.
Sus dos compañeros compartieron miradas nerviosas, al parecer ellos ya sabían del estado en que me encontraba, solamente YunHo era el que no quería aceptarlo.
-¡Dije que te levantes imbécil!-Propino una patada mas en mi espalda, pero mi cuerpo no hizo ningún movimiento. Con el mismo pie me giro colocándome de espaldas contra el suelo.
Sus ojos se abrieron a causa del impacto, estaba atemorizado. Dejo caer su cuerpo sentándose en la tierra también no podía creerlo. Era un estúpido, suavizando su tono de voz hablo lentamente.
-ChangMin…vamos ya levántate amigo…era una broma yo…-
-¿YunHo qué hiciste?...-DongHae se acerco a él tomándolo de los hombros.
El ambiente se torno completamente tenso, ninguno de los tres sabia que hacer o siquiera como reaccionar. SiWon se acerco a mí y con el torso de su palma trato de hallarme pulso en el cuello. Negó con la cabeza y se inclino lo suficiente asegurándose si aún respiraba.
Con miedo, se giro sobre si mirando a sus dos compañeros directo a sus rostros. Y lentamente fue que anuncio lo que ellos ya sabían.

-ChangMin…esta muerto…-

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