Mi triste realidad cap 3

Prefiero estar contigo

Había veces en las que amar a alguien dolía tanto que preferías mejor olvidar todo y no sentir nada por esa persona. ¿Sería mejor si dejar de verla fuera suficiente?

Le miraba dormir tranquilamente mientras conservaba la vana esperanza de que el tiempo se detuviera y pudiera tenerle conmigo siempre.
Los minutos pasaban, el reloj no se detenía y la mañana se terminaba sorprendentemente rápido.

No tardará en despertar… Y cuando abra los ojos... ¿Me rechazará?

Secretamente había estado, desde hacía tanto tiempo, enamorado de JaeJoong. ¡Había querido decirle tantas veces lo que sentía por él!

Fue un error terminar en los brazos de YunHo. Estaba cansado y dolido de que últimamente JaeJoong me evitara que pensé “Diablos, se dio cuenta y ahora me odia”.

YunHo sabía que estaba mal por culpa de nuestro compañero, mi primer amor.

Una tarde se acerco a mí y me dijo que me quería, que dejara de pensar en JaeJoong y pensara en él. Estaba tan triste y molesto que no me importó y acepté a quien me dio amor. Fue tan sorprendente escuchar días después que él sentía lo mismo que yo, que dejé de pensar; le vi molesto porque no le respondiera que justo cuando le iba a decir que lo quería, la imagen del líder vino a mi mente, primero debía terminar con él; y ahora se me hacía cruel rechazar a YunHo. Y rechacé a JaeJoong…

Salió del departamento y quise ir tras él, me contuve.

Era tarde cuando YunHo llegó, estaba preocupado porque JaeJoong no regresaba y le conté todo, pareció entender y me dijo que debía estar con JaeJoong si era lo que yo quería, que no me preocupara por él, pero cada vez se me hacía más cruel. Le llamamos por teléfono, pero no contestó. Esa noche no dormí y YunHo permaneció haciéndome compañía toda la noche.

Por la mañana YunHo le dijo a YooChun y a JunSu que JaeJoong no aparecía y salimos a buscarle pero ninguno dio con él. Ya tarde me encontraba al borde de los nervios cuando recibí la llamada de YunHo: “Esta aquí”.

Corrí de regreso para hablar con él, pero cuando llegué JaeJoong dormía, fui a verle y me confesé igualmente. “Cuando despiertes te lo repetiré. JaeJoong, perdóname por haberte mentido. Te quiero. Hace mucho que siento esto y por cobarde no te lo había dicho, perdóname”.

En la mañana me preparé para hablar con él, pero fue grande mi sorpresa al ser recibido por su cruel trato y ser ignorado. Me odiaba, JaeJoong me odiaba.

Traté de hablar con él varias veces, pero nunca me escucho. YunHo, incluso YooChun y JunSu quienes no sabían el porqué trataron de hablar con él, pero nos ignoró a todos. Sólo estaba presente para hablar sobre TVXQ.

-No te alteres; deja que se le pase y en unos días vuelves a tratar. –Me dijo YunHo.

Lo dejé estar, pero cada vez que parecía que estaba mejor minutos después volvía a cerrarse.

Esa tarde no sé bien como sucedió. No había nadie en el departamento y yo estaba llorando en la habitación cuando YunHo apareció. Me tranquilizó; habló conmigo aunque no le presté atención ni a la mitad de lo que me decía; su presencia me calmaba; me besó.

En un momento, no estoy seguro como, estaba por acostarme con YunHo.

-¿Estás bien? -Me preguntó.
-Continúa -Le pedí.

No, esta era mi primera vez y quería que fuera JaeJoong, no él, pero le suplicaba porque me hiciera olvidar la frialdad de JaeJoong.

Gemí, poca de mi cordura quedaba y terminé por mandarla al carajo.

No tardó demasiado. Me levanté y me di un baño, cuando salí YunHo dormía profundamente. Jamás pensaría que se aprovecho de mi estado. YunHo era nuestro líder y lo respetaba, él era una gran persona ¿Si me hubiera enamorado de él, sería mejor?

Me di cuenta de que la puerta estaba medio abierta, me extrañó aunque no recordaba haberla cerrado.

Salí a la cocina para beber algo cuando vi el teléfono de JaeJoong en la mesa, me asusté y aún sin estar seguro salí a buscarlo por las calles. Unas horas después, sin saber si realmente había salido, lo encontré totalmente ebrio apoyado en un poste de luz. Al principio no me reconoció. El departamento estaba lejos por lo que lo llevé al hotel más cercano que encontré.

-¡ChangMin! –Me gritó una vez estuvimos dentro. -¿No puedes corresponder mis sentimientos, pero los de él sí?

Su aliento me pegó totalmente en la cara y tuve que cerrar los ojos para soportar el olor a alcohol; se molestó.

-¿Por qué no me quieres?

Me besó. Su aliento apestaba horrible, pero llevaba tanto esperando ese beso que lo acepté.

-Te quiero.
-Yo también te quiero.
-¡No! ¡Estabas con YunHo! ¡Los escuché! ¡Estabas con él!

Comenzó a llorar y yo también.

-Perdóname… Yo siempre quise que tú fueras el primero…
-¿Y por qué lo aceptaste? ¿Por qué?
-Perdóname…

Se desplomó en la inconsciencia y tuve que arrastrarle hasta la cama. Le desvestí y me acosté junto a él, observando cómo dormía.

No sabía cuánto había bebido, pero por su aliento estaba seguro de que no recordaría mucho de lo que había sido su día… ¿Olvidaría qué le había dicho que le quería? Me quedé toda la noche despierto mirándole, no sabía cómo reaccionaría y rogaba porque no se fuera.

Las horas pasaron, amaneció y yo continuaba en silencio contando los segundos; pidiendo que cuando despertara no me apartara.

Al fin comenzó a despertar y cerré los ojos, simulando estar dormido. Lo escuché maldecir en voz baja, levantarse y correr al baño.

Solté una lágrima.

JaeJoong, no te vayas…

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