Autor: Red Chaos
Pareja: HoSu
Género: Slash, Lemon
Extensión: Oneshot
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Las luces me encandilan, cegándome por leves momentos. Camino, uno, dos, tres pasos, atravesando entonces una hermosa puerta de roble oscuro visiblemente costosa, y al instante mis oídos se llenan de alabanzas y gritos eufóricos de los que reconocí como mis amigos. Una sonrisa sincera y algo avergonzada se apodera de mis labios, mientras recibo los afectuosos abrazos de Chunnie y Jae, recibiendo luego los de los demás invitados que no dejan de celebrar y disfrutar el armónico y alegre ambiente.
Un cartel blanco con un “Felicidades Su” atraviesa el muro de extremo a extremo, cubriendo mi vista. La música, el alcohol, las risas de los más de cincuenta invitados y la enorme pantalla en el escenario presentando mi último video, me embriagan de un profundo agradecimiento y alegría, pero a la vez no puedo evitar que la melancolía se albergue en lo más profundo de mi alma.
Camino lentamente a través de todo el salón reservado exclusivamente para la ocasión, sonriendo y riendo avergonzado ante los halagos por el excelente video y mi excelente voz, deseándome la mejor de las suertes para mi futuro como solista. Yo me limito a reír ante las ocurrencias, palmeando el hombro de un enfurruñado Jae que no ha podido evitar colocar un puchero ante lo dicho. Sé que esta feliz por mi, al igual que Micky, pero además de toda la alegría y felicidad que representa el que podamos seguir adelante, sé que queda un poco de nostalgia por los recuerdos y felicidad que tuvimos al ser DBSK.
Seguí riendo, felicitando exhaustivamente a mi pálido amigo por su último drama, que supe ha sido un verdadero éxito, mientras Chunnie nos cuenta sobre sus últimos avances y futuros proyectos.
Todo es ameno, todo es alegría, pero esa pequeña mancha dentro de mi corazón no ha hecho más que expandirse, haciendo que de vez en cuando borre esa sonrisa tan infantil y espontánea que siempre me ha caracterizado. Y me ahoga, me hiere… pero necesito ésta sensación repulsiva y dolorosa, ya que no se de qué otra manera puedo tenerle cerca…
Saqué mi celular del bolsillo de mis jeans ajustados, observando detenidamente la pantalla por innumerables segundos. Desde el lanzamiento de “Intoxication” que he esperado una llamada suya… casi con desespero, pero al no recibirla no puedo evitar desear con todas mis ganas el poder tenerlo frente a mi y mandarlo al carajo. Changmin me llamó, mis padres me llamaron, Eunhyuk también… ¿Por qué él no? ¿Qué no le intereso?
Un suspiro lastimero escapa de mis labios sin que lo pueda evitar, y guardo el teléfono como si el simple contacto con éste me doliera. Sé que es estúpido e ingenuo esperar tan fervientemente alguna noticia suya, y sé que sólo me hace daño, pero estoy tan malditamente enamorado de ese idiota… que ni siquiera puedo disfrutar del pequeño éxito que he conseguido como es debido.
¿Por qué no me llamará? ¿Estará ocupado? ¿Me habrá olvidado…?
Levanto mi rostro y me topo con la preocupada sonrisa de Micky. Una risilla nerviosa escapa de mis labios, y me alejo. Sé que se preocupa por mí, y se lo agradezco enormemente, pero a estas alturas ni siquiera él es capaz de sacarme una sonrisa que sea completamente de felicidad.
Aguardo un par de horas, pero al momento en que el tono de la fiesta comenzó a elevarse decidí marchar. No creía soportar aquello, después de todo. Todo es alegría y felicidad, y si bien yo también la siento… ésta no logra estar completa sin mi líder aquí, conmigo. No me siento completo sin él.
Entro a mi auto y avanzo lentamente por las calles de la ciudad, rememorando sin cesar los hermosos recuerdos que mantengo de nuestro tiempo juntos. Después de todo, es lo único que me queda… los recuerdos. Llevamos tanto tiempo separados, sin saber nada el uno del otro, sin oír siquiera su hermosa y masculina voz del otro lado del teléfono… que siento como poco a poco éstos comienzan a desaparecer. Y es que me duele que no esté aquí, me duele que sólo por medio de imágenes que todo el mundo puede ver en Internet pueda apreciar su hermosa y tostada piel, sus hermosos labios gruesos, su cuerpo, su rostro, su mirada…
¡Que no quiero sólo sus recuerdos! ¡Lo quiero a él!
¿Es tan difícil de entender?
En la radio suena mi single, y no puedo evitar lanzar una risa irónica. Juro que daría todo ese éxito sólo por tenerle conmigo ahora mismo…
Llego a mi edificio luego de unos eternos minutos. Tomo el elevador, llego frente a la puerta de mi departamento, y no sé por qué de pronto una necesidad casi inhumana me corroe. Abro la susodicha y a tientas busco el interruptor de luz, pero una voz desde algún lugar dentro del salón me detiene.
Un alarido aterrorizado escapa de mis labios, mientras casi con desespero intento salir del departamento y huir. Una mano dura y notoriamente masculina agarra mi brazo entonces, y cuando estoy dispuesto a golpearle para escapar llega a mis oídos un sonido que vengo anhelando entre sueños desde hace mas tiempo del que podría recordar…
- Su.
Lágrimas se agolpan rápidamente en mis ojos. Mis piernas se hacen gelatina y caigo al alfombrado piso, temblando de la conmoción. Luego la luz llega a mis ojos, y mi cuerpo se ve de pronto rodeado por los fornidos brazos del que es y siempre será el amor de mi vida.
Sollozos lastimeros escapan de mis labios sin poderlo siquiera evitar. Mis manos tiemblan, y de pronto esa sensación de vacío que lentamente iba carcomiendo mi alma se ve completa de nuevo.
¿Por qué será que entre sus brazos todo lo malo de pronto, desaparece?
- No llores, precioso…
- Eres un idiota…-sollocé, él simplemente rió.- Idiota, inepto, imbécil…
- Enamorado –susurró, casi sobre mi cuello. Un escalofrío me recorrió, y mis brazos antes sobre el suelo se hayan de pronto rodeando su cuello con desesperación- Un idiota enamorado.
Una sonrisa boba y enamorada se posa sobre mis labios, mientras su preciosa boca roza mi oído seductoramente, como sólo él sabe hacerlo, tarareando suavemente lo que reconocí como el coro de mi canción.
- Me gusta mucho esta nueva canción tuya, Su –murmuró, y la sonrisa bobalicona se amplió en mi rostro hasta límites sorprendentes- Pero detesto el video.
- ¿Qué? ¿Por qué? – me entristecí. Bajé la mirada al piso, mas su encantadora risa me animó a levantarla nuevamente, directo hacia sus ojos.-
- Estás demasiado masculino y rudo. ¿Qué ha sido del tierno e infantil Junsu que tanto amo? –confesó, y no pude evitar reír divertido.- Además, estás bronceado, musculoso y la coreografía es demasiado sugerente. ¿Te das cuenta de que ahora todo el mundo te mira con deseo? NO me gusta.
- Idiota –reí. Observé su mueca enfurruñada y, aún entre risas, lo besé. Aunque fue un leve roce que no duró más de un segundo… sentí como mi alma recobraba vida con el contacto…- Lástima que ya tenga un novio… uno sexy, varonil, celoso… y que me abandonó mucho tiempo…
- Su…
No quería decirlo. No quería sonar resentido y herido, pero las palabras escaparon solas de mi boca. Su expresión enfurruñada por los celos de pronto cambió a una de absoluta tristeza, y de repente me sentí culpable por haberle dicho eso… pero de cierta manera, necesito saber por qué me dejó solo todo este tiempo, pensando que me había olvidado.
Me levanto entonces bajo su atenta mirada, y camino parsimoniosamente hacia mi habitación, dejándole ahí, tirado. Espero su respuesta, pero parece que la verdad que sabe debe decirme es tan dolorosa que mejor la oculta; y me daña, de verdad. Cierro la puerta de mi habitación y me dejo caer apoyado a esta, doblando luego mis rodillas y ocultando mi bronceado rostro entre ellas.
¿Tan difícil es decir la verdad…Yunho?
Nuevamente siento mis mejillas empapadas por las lágrimas, y mis manos presionan mis ropajes hasta casi romperlos.
Y yo que pensé que todo estaba bien… sólo al ver su rostro después de tanto...
- Su, ábreme.
No… vete…
- Su, amor. Por favor…
- Vete…
- Amor, por favor… -murmuró, muy bajo. Sentí su voz temblorosa y pensé que rompería en llanto, pero si hay algo que se bien de Jung Yunho es que es fuerte frente a todo- Me moría de vergüenza…
- ¿Vergüenza? ¿Vergüenza a que? –pregunté, aún oculto entre mis piernas. Sentí un leve golpe del otro lado de la puerta y supe que mi Yunnie se había dejado caer también, tomando la misma posición que yo. Solíamos hacer esto cuando teníamos algún problema… y hablando de esta manera, era como siempre nos reconciliábamos.- ¿De mi?
- Huí, y no los apoyé, no te apoyé… -cerré mis ojos, siguiendo con el llanto desesperado que no parecía querer acabar- ¿Como podía simplemente aparecer y hacer como si nada hubiera pasado? Soy tu novio… necesitabas de mi…
- Pero acabas de hacerlo- sonreí. Sentí su encantadora risa desde el otro lado y las inquietas mariposas tan conocidas por mi volvieron a mi estomago. – Apareciste… e hiciste como si no hubiese pasado nada… -Lentamente me levanté y abrí la puerta, encontrándolo de pie, observándome de esa manera tan profunda e intensa que arrebata mi alma como si siempre hubiese sido suya. – Algo que debiste hacer hace mucho…
Ya no quiero problemas. Me da igual si se avergüenza o no de nosotros, de lo que haya hecho o lo que no. Yo quería tenerlo aquí, conmigo, y ahora lo tengo… no lo dejaré ir.
Mis ojos encuentran los suyos, rebosantes de un amor eterno e infinito, y me pierdo nuevamente en ellos. Sus fornidos brazos rodean mi cintura y su aliento choca con mi cuello, estremeciéndome de tal manera que por poco y pierdo mi cordura. Mi rostro entonces choca con su pecho, y siento sus acelerados latidos golpeando fuertemente contra él, arrancándome una bobalicona sonrisilla cargada del amor que sólo he podido entregarle a él, que sólo él ha podido llevar a mi corazón.
Cerré mis ojos y disfruté el contacto con su tibia piel, refugiándome entre su cuerpo y su cálido aliento, protegiéndome del frío aire que comenzó a colarse por mi ventana. Sus manos entonces comenzaron a descender lentamente hasta terminar posándose sobre
mis nalgas. Un grito escapó de mi boca ante el contacto, sintiendo como comenzaba a apretarlas descaradamente.
- ¡Yunho! –me quejé, pero cuando el apretón sobre mis nalgas comenzó a ser suave y lento, no pude evitar lanzar un gemido de excitación. Es que ¡Dios! Es tan experto en hacerme gemir…- Ah…
- Mm… ¿Cómo era esa parte de tu canción? –murmuró, y un nuevo gemido escapó de mi boca al sentir sus tibias manos adentrándose de pronto bajo mi ropa- Dime qué es lo que quieres…- sus labios apresaron mi cuello, mordiéndolo- Dime… ¿me deseas?
Como odio que haga esto. Como odio que con una simple acción, tal como rozar mí oído con su tibio aliento, me haga gemir como animal en celo. Sus manos entonces se adentran poco a poco mas profundo dentro de mi ropa, colando sus dedos bajo mis boxers oscuros, rozando apenas mi pasaje con ellos; Un gemido agudo y tremendamente escandaloso escapa de mis labios al sentir aquel suave roce, y es que ¿Qué esperaban? Hace demasiado tiempo que no he sido tocado, ni siquiera por mi mismo en alguna masturbación… todo este tiempo le he esperado a él, sin tocarme, sin desear nada mas que no fueran sus besos devorándome completamente hasta desaparecer, y su cuerpo perfecto sudando a la par con el mío mientras nuestras figuras de pronto de transforman en una…
Muerdo el lóbulo de su oreja con desesperación ante el desvergonzado contacto, sacándole un jadeo placentero de sus deseables labios que sin tapujos se pasean libremente por mi cuello, marcándolo.
- Sólo dilo ahora, nena… - y más que una simple estrofa de mi canción, parecía que de verdad deseaba que le dijera aquello. Con su mirada repleta de un deseo abismal e inconmensurable que calaba hasta lo mas profundo de su ser, calentándome de tal manera que de pronto quise gritárselo entre gemidos anhelantes y suplicarle que entrara pronto en mi cuerpo- Dímelo…
- Así no… ahh… va la canción… - gemí en su oído. Mi cuerpo comenzaba a calentarse en demasía y no me dejaba pensar con claridad- Yun… ¡Yunho!
- Dímelo…
Pronto sentí sus manos descendiendo deliciosamente lento por mis caderas, acariciando mi cuello con la punta de su nariz y su aliento, bajando entonces mis pantalones y boxers de manera parsimoniosa y brutalmente sensual. Quise gritarle que se apresurara, pero al levantar su mirada pude notar el infinito amor que intentaba manifestar con cada acto o movimiento de su cuerpo, y mi corazón comenzó a bombear con increíble ferocidad. Él me ama, realmente me ama…
Una sonrisilla estúpida se formó en mi rostro, buscando con ferocidad sus labios para atraparlos con los míos, besándolos con toda la necesidad que voy sintiendo desde que
todo esto comenzó. Me corresponde gustoso, terminando de desvestirme, separándose únicamente para observarme de esa forma tan lasciva que me encanta.
- Retiro lo dicho, el bronceado te queda estupendo… - murmuró, cazando luego mis labios con absoluta desesperación. Mis manos entonces encontraron el cierre de sus pantalones, sonriendo entre beso y beso, bajándoselo cuanto podía. Sentía una necesidad insondable de verlo desnudo… de observar cada uno de esos espacios de su cuerpo que las cámaras no pueden captar, ni Internet pueda mostrar a todo quien quisiera… esos rincones de su anatomía que sólo yo conozco, y que sólo yo puedo recorrer con mis labios. – Estás hermoso, Su… verdaderamente hermoso…
Sonreí de la forma más absurdamente enamorada que he hecho jamás, acariciando su tostada mejilla, tomando sus manos y besándoselas. Se alejó un poco entonces, sonriendo pervertidamente mientras comenzaba a desvestirse de la manera más sensual habida y por haber, tan lento y tortuoso que por segundos me quitaba el aire. Estando desnudo entonces se pegó a mi cuerpo y besó mis labios con hambre, acariciando cada resquicio de piel visible, otorgándome los espasmos de placer más complejos y fascinantes que pudieran existir, llevándome al límite de la cordura.
Recostó mi cuerpo suavemente sobre mi acolchada cama rojo escarlata, besando la punta de mi nariz con infinito amor, y comenzó a descender lentamente hacia mi entrepierna.
Sudé frío al sentir su cálido aliento sobre la punta de mi erección, pero una necesidad abismal que me viene carcomiendo desde hace demasiado tiempo me obligó a detenerlo. Levantó su mirada confundido, y ante cualquier réplica tan sólo le abrí mis piernas tremendamente avergonzado, con mis mejillas rojísimas y completamente perlado por el sudor.
- Olvida eso… te necesito ya…
- Junsu… -susurró, tremendamente sorprendido. Es que ni siquiera yo puedo entender la necesidad que tengo de sentirlo dentro de mí, rellenando ese vacío que tengo desde que dejé de tenerlo conmigo cada momento de mi vida. No quiero una masturbación previa, ni preparación… ¡lo quiero a él! – Puedo hacerte daño.
- No me importa… llevo demasiado tiempo sin ti – sollocé, sin poderlo evitar. Me observa compungido y, a tientas acerca su hinchada erección a mi entrada, rozándola apenas –Hazlo…
- ¿Estás seguro?
- Que lo hagas… - mordió su labio inferior y mi alma se llenó de amor nuevamente al sentir aquella desbordante preocupación. Aunque esté visiblemente mas necesitado que yo, esta dispuesto a esperar… - Yunnie…
- Te amo. – murmuró, y de pronto sentí como mi cuerpo se partía en dos ante la súbita intromisión. – Te amo, te amo…
El dolor que sentía en mi parte baja era brutal, pero no más que el que llegué a sentir por la soledad que conllevaba el no tener a Yunho cerca. Entre gruesas lágrimas que comenzaron a caer como cascadas por mis ojos sonreí, tremendamente feliz y satisfecho, acariciando su preocupado rostro para poder así des-tensarlo.
Tras un par de minutos el dolor se sosegó, y mi interior se llenó de una profunda sensación de placer. Moví suavemente mis caderas contra su pelvis, auto penetrándome, recibiendo en respuesta un profundo y ronco gemido. Yunho apresó mis manos por sobre el colchón y entrelazó nuestros dedos, besando mis labios, comenzando lentamente un rápido vaivén.
- Te amo… ahh…
Y entonces perdí consciencia de todo. Todo aquello que no tuviese directa relación con Yunho y conmigo, con nuestros cuerpos perlados por el sudor, embriagados de placer mientras que el caldeado ambiente calaba hasta lo mas profundo de nuestras almas, atrapándonos y encarcelándonos en la mas dulce de las prisiones.
Sus manos atraparon mis caderas entonces, levantándome cuanto podía. No logré hacer más que abrazarlo con toda la fuerza que aun quedaba en mi cuerpo, logrando sentarme apenas sobre sus piernas mientras la penetración se hacia más profunda e intensa, arrancando de mi boca los gemidos mas obscenos e indecentes. Acerqué su nuca y lo besé apasionadamente, sintiendo mi erección siendo dulcemente friccionada y atendida por el incesante movimiento de nuestros cuerpos.
- Yunho… Yunho… ¡Yunho!
Mi mente quedó en blanco, mis manos arañaban con vehemencia su musculosa espalda y mis piernas rodeaban sus caderas mientras cabalgaba descaradamente sobre su erecto pene. Sus brazos me rodearon con fuerza y sus labios lamieron los míos, abriéndose paso a mi cavidad iniciando una nueva lucha dentro de nuestras bocas, ensalivando la boca contraria con el dulce néctar de nuestra pasión.
Cerré mis ojos, y las sensaciones que explotaban dentro de mi cuerpo en cada estocada se intensificaron hasta hacerme perder el aire. Solo siendo capaz de gemir como poseso, tiñendo el ya caldeado ambiente con esa esencia erótica y casi grotesca que desprendían nuestros cuerpos unidos tan íntimamente.
Pronto sentí como mis músculos internos se contraían exquisitamente, mientras aquel ya conocido cosquilleo en mi zona baja me hizo gritar con todas mis fuerzas. El fin estaba cerca, y la sonrisa de satisfacción e infinito placer se apoderó de mis aniñadas facciones, sintiendo como el duro pene de Yunho se llevaba mi cordura con cada brutal arremetida a mi trasero.
Un último grito ensordecedor escapó de mis labios al sentir una exquisita fricción a mi virilidad, llegando al tan anhelado orgasmo. Dejé caer mi cabeza sobre el bien formado pecho de mi Yunnie, sintiendo su deliciosa esencia desparramándose en mi interior tras unas pocas embestidas más. Ambos caímos sobre el colchón entonces, él sobre mi cuerpo, aun íntimamente unidos, abrazándonos como si el alma se nos fuera en ello.
Levanté mi mirada y lo besé una, otra, y otra vez, sonriéndole cual colegiala enamorada, apresándolo de tal manera que no pueda salir nunca mas de entre mis brazos…
Se removió luego, recostándose a mi lado y abrazando mi cintura posesivamente, besando con infinita dulzura cada espacio de mi rostro, y reí. Reí como hace demasiado tiempo no hacia…
- ¿Como terminaba la canción? – susurró sobre mis labios, besándolos después- ¿Eh, Su?
Una nueva sonrisa llegó hasta mis labios y, sentándome nuevamente sobre su pelvis, agaché mi rostro hasta que mi aliento pudiese chocar contra su sensible oído.
- Puedes tocarme, mátame y tócame… nene.
Sería una muy larga noche. Una de las muchas que nos vienen….
waaaah!!!
ResponderEliminarRed chaos... sabes ke?
...
...
...
me en-can-tó tu fic... si, yo, ke soy super yoosuista de coraón, no pude resistirme X3
uououo jojojo .
ResponderEliminaresacanciooon♥
Ahora cuando la escuche voy a pensar en este fic xD
que puedo decir geniallllllllllll
ResponderEliminarY yo que decía que no me gustaba el Hosu... creo que desde este día no dire mas esoo! ME ENCANTOO!
ResponderEliminarwooooooooooooo eso fue genial casi me como los dedos de la emosion graciass estudo HOT y romantico gracias!!!!!!
ResponderEliminarBABA O.O
ResponderEliminarLOVE HOSUUUUUUUUUU~~
Muy buen fic Red Chaos ;) Felicidades!!! ^3^ Gracias x compartirlo =) Segui escribiendo asi *w* Gran aporte!!! ^w^
ResponderEliminarahhhhhhhhh *O*
ResponderEliminar!Maldición de Sexoso!
oh dios oh dios
creo que ver el video al
principio del lemon fue
una excelente Idea...
se los recomiendo 8D
Genial redacción pude
imaginarme todas las
caricias sin ningún problema
realmente te a quedado Perfecto
fue tan sensacional la parte de la reconciliación senti todo el amor...
Gracias por escribir y
compartirlo con nosotras las pervert ;D
MI DIOS ESTO FUE INFARTANTE <3
ResponderEliminarHoSu lo mejor de la vida :D!!
LOVE HoSu!!!! ♥♥♥♥♥♥
ResponderEliminarGOD!! hermoooooso! *Q*
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