Existencias Paralelas.
(Narrado por JaeJoong)
Otra alma en pena que ha llegado a este lugar, no sé por qué cada día los humanos caen más en pecado, no me quejo ya que gracias a estos tengo trabajo y no encuentro aburrido este infierno, aunque toda mi existencia me la he pasado enserado en este caliente lugar, pero esta es la vida que me tocó y desde mi nacimiento he estado aquí deseando un día poder salir.
-Jae, deja de pensar tonterías y mejor ponte a trabajar- escuché la voz de mi superior, Siwon
-No son tonterías, sabes que más que nadie deseo conocer la tierra y saber por qué YooChun odia tanto a los humanos- ese era mi más deseado deseo
-Jae sabes que como demonio nos tienen prohibido la entrada a la tierra y más a nosotros ya que somos los guardianes de aquí- y ahí iba de nuevo el monologo que Siwon siempre me hacía
Me recargué en el sofá “escuchando”, las palabras de mi mayor pero sin poner atención a lo que decía, ya sabía que por ser uno de los demonios guardianes era casi imposible entrar a la tierra así que solo sería un sueño inútil más.
-Siwon, el señor te llama- entró un chico dándole el aviso
-Gracias iré enseguida- dijo este haciendo que el chico solo asintiera y se marchara
-Bueno Jae deja de pensar en estupideces y ponte a trabajar- me ordenó saliendo de la habitación.
Suspiré cansadamente, odiaba tener que vigilar las puertas por donde entraban las almas, pero tenía que hacerlo ya que cada vez que estas se habrían uno que otro demonio estúpido quería colarse y huir del inframundo, pero en raras ocasiones lo lograban y casi nunca cuando era mi turno resguardar las puertas, no he de negar que unas cuantas veces por mi mente pasaba la idea de escapar en mi turno de vigilancia, pero este lugar era el único que conocía y todo lo que tenía así que aun siendo un demonio temía lo que podría pasar si escapara.
Y aquí de nuevo viendo como cada y cuando la puerta se abre dejando pasar las almas pecadoras, algunas me ven con horror, otras solo sonríen sarcásticamente y sé que esas se tienen bien merecido estar aquí, habían pasado demasiadas horas para que Siwon no regresara de hablar con el señor, y eso me estaba molestando ya que él tenía que relevarme de mi puesto.
-Maldito Siwon juro que si no llegas en este instante te castrare- murmuré molesto y como si lo hubiera llamado el mencionado apareció de la nada
-¿Aburrido Jae?- preguntó con un tono burlesco
-No cómo crees, si estoy de lo más feliz Siwii… ya que llegaste a mi lado a hacerme compañía- dije haciendo la voz más tierna y poniendo cara de pequeño
-Enserio Jae- dijo Siwon confundido
-Claro que no imbécil, ni que fueras la gran cosa, aparte tu compañía me dé nauseas así que me largo- cambié mi expresión rápidamente a la de un verdadero demonio
-Odio eso de ti Jae, no sé cómo puedes cambiar tu forma de ser en unos segundos primero tu lado angelical y después tu verdadero yo enserio a veces pienso que no eres normal-
-Siwon creo que eres un gran pero gran imbécil y más al llamarme ángel que sabes que odio eso-
-Ok, ya basta de juegos tengo que hablar contigo- dijo seriamente
-¿Qué pasa el señor te ha dicho algo de mí?- quise saber
-Jae, por la capacidad que tienes de imitar a una persona amable y por la lealtad que se ha visto en ti el señor te ha elegido para una tarea en la tierra- dijo
No pude decir nada ya que esto me había tomado por sorpresa, una vez en mi estúpida existencia el señor del inframundo me había tomado encuentra, y no solo eso mi gran anhelo de pisar el mundo terrenal se había cumplido.
-No juegues conmigo Siwon eso es estúpido de tu parte- aun no lo podía creer
-No estoy jugando así que acompáñame a mi recamara te daré todos los detalles de tu tarea -habló desapareciendo entre una neblina
Lo imité y al aparecer en su habitación sostenía entre sus manos una carpeta la cual leía entretenidamente.
-Está bien Siwon basta de tanto misterio y dime de una vez que es lo que pretendes- dije molesto
-Yo no pretendo nada Jae, el señor te eligió a ti, no sé por qué motivo pero serás enviado a la tierra dentro de poco así que prepárate- ordenó
-¿Pero qué voy a hacer yo en el mundo de los humanos?- quise saber
-Tendrás que proteger a un humano- fue lo único que dijo y me entregó la carpeta
-¿Qué es esto?-
-Ahí viene todo lo que necesitas saber, Jae esto nadie más lo sabe solo tú, el amo y yo así que tendrás que guardar el secreto y arreglártelas solo -silencio- ve a prepararte, a media noche terrenal sales a tu misión -finalizó, caminé en silencio a la puerta
-A por cierto Jae, no estarás solo tendrás que convivir con un ángel que te ayudará con la tarea- dijo antes de que saliera
Esto me sorprendió, volteé a negarme a trabajar con un ángel pero Siwon ya se había marchado del lugar.
Me encontraba en mi habitación, leyendo la información que me habían entregado según esta tenía que cuidar a un joven estudiante llamado Jung YunHo, ya que el muy estúpido aún mantenía su alma pura, esto me causó risa, en estos días que chico de su edad era puro de corazón. Pero lo que me sorprendió era el motivo por el cual tenía que protegerlo, según la información uno de los demonios más poderosos quería romper las leyes del inframundo y abandonar este infierno para hacer su propio infierno en el mundo terrenal, pero lo más impresionante era que este estaba siendo ayudado por un ser celestial el cual tenía como objetivo sacrificar al chico estudiante.
Pero no se supone que si un ser celestial comete tal barbaridad es despojado de sus alas y convertido en uno de nosotros, no sabía porque razón ese ángel o lo que fuera quería ayudar a un demonio y perder la gloria, según nosotros los seres celestiales son unos de los entes más afortunados ya que gozan de vivir en el paraíso, si yo fuera uno de ellos jamás haría que me quitaran esa gloria.
Terminé de leer la información y me preparé mentalmente y físicamente para mi tarea, sería fácil según yo, lo único difícil sería convivir con un ángel, bueno viéndolo desde mi perspectiva y según Siwon si yo dejaba a un lado mi oscuridad podría pasar por ángel, bueno eso me había dicho Siwon, pero ya me las arreglaría para convivir con ellos ya que según la información tendría que compartir habitación con estos tres en la facultad de música.
-Jae estás listo ya es hora- apareció de la nada Siwon, odiaba que hiciera eso
-Si lo estoy, solo tengo una duda-
-¿Cuál es?- preguntó recargado en la pared
-Al salir del inframundo continuaré teniendo mis dones de demonio- quise saber
-No cambiara nada Jae, solo lo que cambiará será tu entorno, tú seguirás siendo el mismo, así que mejor vámonos – dijo desapareciendo.
Era la hora de la guardia de Siwon en la cual ningún otro demonio se atrevía a acercarse más de cien metros a la puerta, esperamos pacientes hasta que una de las almas cruzara para poder salir, pero antes de eso bebí una sustancia que me entrego Siwon según el para que mi cuerpo no se desvaneciera y llegara como un ente fantasmal. Y el momento llegó, un alma condenada entró por la puerta y yo aproveché para salir.
-Corre Jae y no me decepciones pequeño inútil- gritó Siwon
Al salir miré hacia atrás y solo le pude sonreír. A partir de este punto estaba completamente solo y con un objetivo, no permitiría que nadie tocara ni un cabello del mortal, bueno solo yo cuando me hiciera enfadar, pero esos dos que trataban de dañarlo no lo lograrían, primero muerto aunque no pudiera morir pero antes de regresar al inframundo haría que esos dos volvieran conmigo
Mi mundo:
(Narrado por ChangMin)
Escucho como las melodías resuenan en todo el paraíso, esa sutil armonía que se siente con tan solo escucharlas, la paz y el amor que brinda este lugar es tan sorprendente, tanto como su majestuosidad, su belleza, las personas… las almas que viven aquí son tan afortunadas de haber llevado una vida buena ante el mundo terrenal que fueron merecedoras de estar aquí presente junto a los ángeles, arcángeles, querubines y sobre todo siendo afortunados de ver y estar con el Divino.
Mi lugar ante el cielo, el paraíso mismo es del cuidado de las almas que entran, más bien dicho de la puerta que deja entrar a estas almas, según me menciona Sung Min, mi compañero que lleva más tiempo en el paraíso, hace unos cuantos cientos de años algunos seres inmundos intentaron entrar aquí, por medio de la puerta que ahora custodio.
El Divino me puso en este lugar, en esta puerta, es en el único lugar en el que me siento un poco más tranquilo, no sé si las cosas sean así con todos los ángeles, pero cuando no estoy cerca de esta puerta siento que algo en mi falta, ¿han sentido alguna vez esa sensación? Para mí es algo que no puedo comprender, algo a lo que no le encuentro sentido, mis hipótesis son que, como en este lugar me coloco el Divino siento la satisfacción al quedarme aquí en este sitio, en muchas ocasiones solo, la mayoría de los demás ángeles rehúyen de mí, soy un poco solitario en este mundo espiritual, pero mientras que cumpla con los designios de mi Señor, soy feliz.
Vaya, se abren las puertas, me pongo en mi posición esperando a esa alma, le sonrió para darle confianza, es una niña, una hermosa niña con pequeños rizos, le extiendo mi mano permitiendo que pase, cerrándose inmediatamente las puertas detrás de ella, le doy la bienvenida mostrándole ahora en todo su esplendor el paraíso, se la entregó a Sung Min el cual la llevara con el Divino, colocándome de nuevo en espera a que la puerta se vuelva a abrir.
Recuerdo el día que llegue a esta puerta, el primer ser que vi, fue a Sung Min, me colocó en mi posición y me mencionó las órdenes del Divino, custodiar y preparar a las almas para la aceptación a la entrada del paraíso, con algunas con tan solo sonreírles se tranquilizan, pero hay otras a las cuales se le tienen que decir que fue lo que pasó, a donde llegaron y cuál es ahora su papel, se les ubica en sus respectivas habitaciones, y en seguida van los querubines para mostrarles todo el lugar e ir a presentarse frente al Divino.
En esta posición veo cada parte del cielo, las almas alabando al Divino por su bondad y amor, los ángeles resguardando los designios que nuestro Señor nos manda, los arcángeles manteniendo el equilibro en la tierra, los querubines mostrándoles la alegría y los actos que las almas llegadas de la tierra deberían de cumplir.
Mientras soy espectador de todo lo que sucede en este lugar, hay algo en mi mente que me dice que estoy fuera de esto, veo cada uno cumpliendo su papel, haciendo lo que debe hacer y yo solo aquí contemplándolos desde este sitio, muestro en mi rostro un desconcierto, que al estar en mis cavilaciones se acentúa más, sin percatarme que ha llegado Sung Min a mi lado.
- En que tanto piensas Chang Min?
Su tranquila voz me saca de todo pensamiento, quedando en mi rostro una sensación de perplejidad.
- En… realidad creo que ya no lo recuerdo.
Le menciono un poco ido, olvidando lo que me tenía en ese estado de desconcierto.
- Bueno, vengo en orden del Divino a comunicarte un nuevo puesto para ti, está ya no será la puerta que resguardarás.
Al oír eso y asimilarlo sentí una sensación de vacío, en mi mente recorrían tantas preguntas… ¿Qué haré ahora?, ¿Qué protegeré?, ¿Dónde estaré?, ¿me sentiré igual de completo que cuando custodio esta puerta?... De nuevo Sung Min interrumpe mis pensamientos, trayéndome a la realidad.
- Min, serás enviado a la tierra, tu designio será cuidar de un humano llamado Jung YunHo, pero vamos tengo que hablar de eso en privado contigo.
Escucho como llama a otro ángel a sustituirme, cada paso que doy en distancia de esa puerta siento que se lleva algo de mí, me deshago de esa sensación como puedo, dejándome en claro que ese ya no es mi puesto, que ahora realizare otro designio para mi Señor, llegamos a un lugar lejano donde se encuentra el Divino, pero sin encontrarnos frente a su presencia.
- Esta es la información y las cosas que deberás de realizar en tu designio.
Me entrega una carpeta con toda la información retirándose un poco para permitirme leer.
Abro la carpeta, y lo primero que percibo es una palabra “demonio”, me asusto un poco, ¿Por qué en la información vendrá esa palabra? ¿Qué tiene que ver un ser así conmigo?...
Trato de que eso no sea lo que domine mi mente y comienzo a leer la información… Un demonio trata de desequilibrar la tranquilidad en la tierra, llevando el infierno a ese mundo terrenal con la ayuda de un arcángel el cual tendría que sacrificar un alma pura de corazón, el cual sería el humano que tendría que proteger, Jung YunHo.
Le entrego la información de vuelta a Sung Min
- Tienes alguna duda Min?
- Eh… no, no por el momento.
Camino un poco alejándome de él, me giro y le pregunto.
- ¿Cuándo será el momento en que me tenga que ir?
- En cuanto estés listo solo recuerda, esto no lo debe saber nadie.
Asiento y sigo caminando, me detengo hasta llegar al jardín entre todas las almas, me siento en el pasto, recargándome en un árbol, viendo cada cosa a mi alrededor, las almas sonriendo, viviendo felices en este lugar y yo… yo que pronto me iré a la tierra, me detengo un poco en ese pensamiento y murmuro.
- ¿La tierra?
Nunca antes me había puesto a pensar en eso, he sabido que las almas vienen de ahí, pero no había pensado más allá de eso.
- Me pregunto, ¿Cómo será la tierra?…
Por primera vez miro hacia abajo, imaginándome como podría ser, sintiendo curiosidad por conocer el lugar de donde provienen las almas.
Me levanto decidido en ir a la tierra, dirigiéndome a mi habitación en mucho tiempo no había estado ahí ya que me costaba trabajo alejarme de la puerta que custodiaba por lo tanto me la pasaba recibiendo a cada alma que entraba dejando a cargo a Sung Min de llevarlas a sus respectivos lugares, el debería de reemplazarme cada cierto tiempo o cuando yo estuviera llevando a un alma a su lugar, pero hice el convenio de solo yo recibir y el colocarlas en su sitio.
Mi habitación intacta como cuando llegue, no sé bien a que vengo, si no sé lo que me tengo que llevar y pensándolo… no tengo nada que llevar, salgo de ahí riéndome dirigiéndome con Sung Min.
- Mi lindo Sung Min, estoy listo.
- Vaya, que rápido – ríe, viéndome – pero que alegre estás, no creí que esta noticia te fuera a poner así.
Confundido lo veo mostrando una muda pregunta en mi rostro.
- Pensé que no te iba a gustar la idea de ir a la tierra, eso es todo.
- Ah, bueno pues no he de negar que de primero no fue de mi agrado pero pensándolo es un mundo que quisiera conocer me da curiosidad qué vida llevan los mortales –le sonrió, recordando el por qué salía riendo de mi habitación- por cierto, ¿Qué es lo que necesito en la tierra?
- Eso no lo sé, un arcángel se hará cargo de eso, tú no te preocupes y ahora dirígete a la tierra que tu compañero –hace una mueca que no comprendí- ya está allá esperándote.
- ¿Mi compañero? –le pregunto curioso.
No estaré solo en la tierra tendré a alguien que me acompañe en todo esto nuevo, espero que tenga más experiencia, sea así como el arcángel Gabriel, sonrió con más confianza de ir a la tierra, aunque no lo niego con un poco de miedo por la salida del cielo y las cosas nuevas que viviré en la tierra, no tengo ni una pequeña idea de cómo será.
- Si, si un compañero, pero anda.
Me empuja un poco dirigiéndome a la puerta por donde entran las almas para yo poder salir.
Se abre la puerta, recibiendo a un alma, le sonrió como siempre dándole la bienvenida y antes de que cierren las puertas salgo del lugar, cerrándose inmediatamente después de mí y solo llego a escuchar a Sung Min.
- Adiós Min, cuídate mucho pequeño…
Fuera del cielo, nuevas cosas a mi alrededor sin importar eso, lo nuevo y el miedo que me pueda dar, no dejaré que esos dos lleven a cabo su plan contra la humanidad, les dejaré en claro que las cosas deben de permanecer así por algo, nada le pasará a ese humano mientras que esté a mi cargo.
waaaaaaa mi jjjjjjjaaaaaaaeeeeeee el demonio y chagmin el angel .........jajajaja no es areves!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarA realizar su encomienda el demonio precioso de Jae y el bello ángel Changmin, haber como resulta esta unión..
ResponderEliminarGracias!!!