“Magnetismo”
Ve mis ojos, mírame directo a los ojos
Yo sabré mentir a Dios por
Verte hoy…
[Mataz, Lucybell]
“Y-Yunho” murmuró, maldiciendo su súbita
tartamudez. ”Me asustaste”
“Lo
siento, pero estabas tan callado que tenía que decir algo” dijo y acto seguido,
se sentó a su lado. Todos los hombres lobo presentes bajaron la cabeza en modo
de saludo; Yunho hizo un gesto con la mano y les sonrió
“Oppa,
me alegra que al fin hayas podido venir” Ji Hae le sonrió, radiante, mientras
Bianca se acercaba a saludarlo
“Por
lo que me han contado…ya conoces a Junsu” Bianca le lanzó una mirada sugestiva
a Junsu y él prácticamente la fulminó con la mirada
“Si,
nos conocimos hace algún tiempo. Él insiste en merodear solo por el bosque”
Yunho respondió, lanzando una risita
“No
es cierto” protestó Junsu cuando Yunho volvió a sentarse a su lado
“¿No?”
replicó con tono burlesco y luego volvió a reír. Junsu trató de fruncir el
ceño, pero al escucharlo reírse flaqueó y no pudo expresar seriedad en su
rostro. Muy en el fondo, sabía que había extrañado estar a su lado, y eso lo
perturbaba…
Su
risa duró sólo unos segundos, luego Yunho giró su rostro y lo miró algo más
serio.
“¿Tú…estabas
viendo la pelea el otro día, cierto?”
Sus
miradas se cruzaron. Junsu vio un destello dorado en los ojos de Yunho y desvió
abruptamente la mirada, clavando sus ojos en el fuego para no sentirse tan
nervioso. Y es que el sólo hecho de estar a su lado nuevamente lo hacia sentirse
al borde del colapso…
“S-Si…Bianca
me pidió que la acompañara” Junsu lanzó un suspiro. De pronto recordó que él
estaba camuflado entre las sombras…y que nadie a excepción de Yunho lo había
visto.
“¿Cómo
pudiste verme? Yo…me encontraba oculto” le preguntó. Estaba demasiado intrigado
como para dejarlo pasar
“Es…difícil
de explicar” Yunho le contestó en voz baja, siendo casi un susurro
“No
me importa, cuéntame”
“No,
aquí no…”
Yunho
lanzó una mirada fugaz a los presentes. Bianca y Ji Hae prácticamente los estaban
ignorando, demasiado ensimismadas en su propia conversación. Los demás
presentes estaban en las mismas, así que se incorporó y le hizo un gesto con la
cabeza para que lo siguiera. Junsu se quedó mirándolo un buen rato, como si no
procesara lo que le quiso decir. Se dio cuenta de que todos estaban ocupados
conversando y que ni siquiera se habían percatado de la ausencia de Yunho,
quien ya había comenzado a caminar hacia el bosque.
Se
paró y lo siguió en silencio; caminaron un rato hasta que la fogata se perdió
de vista. Ya un poco más adentro del bosque, Yunho se detuvo y descansó su
espalda en un grueso tronco.
“¿Recuerdas
cuando te ayudé con tus heridas?” le preguntó, subiendo la vista para observar
el negro cielo estrellado.
Los
recuerdos de aquel encuentro azotaron su mente y Junsu se paró en seco, girando
su rostro para mirarlo. De pronto fue invadido por el recuerdo de sus labios a
sólo centímetros de distancia…y sintió una suave corriente eléctrica recorrerlo
de pies a cabeza. Asintió con la cabeza, evitando mirarlo mientras mordía su
labio inferior, maldiciéndose a si mismo por haber recordado justo aquel
momento…
“Mientras
curaba tus heridas yo…probé tu sangre y eso me otorgó la capacidad de poder reconocer tu esencia,
aunque estés oculto o incluso a kilómetros de distancia”
Junsu
abrió sus ojos de par en par, completamente perplejo. Incapaz de creer lo que
Yunho le había confesado
“¿E-Estás
diciendo que…puedes olerme?” la pregunta le pareció sumamente estúpida, pero
eso era lo que había entendido
“Precisamente”
Lo
escuchó lanzar un suspiro. Junsu evitaba mirarlo a toda costa, pero había algo
que todavía le daba vueltas en la cabeza y tenía que sacárselo…
“¿Tú…sabías
que eso ocurriría?” lo cuestionó
Esta
vez fue Yunho él que lo miró con sorpresa. Se quedó en silencio un minuto,
inseguro de confesárselo…y cada segundo que pasaba hacia que Junsu se pusiera
aún más nervioso
“Si,
lo sabía” contestó finalmente
“Y
aún así me ayudaste…” susurró, y sus miradas volvieron a encontrarse.
“No
podía dejarte morir allí” Yunho se quedó mirándolo fijamente un rato y
probablemente, si Junsu hubiese estado vivo, su corazón hubiese latido a mil
por horas ante la intensidad de su mirada…
“Tus
acciones salen de lo común en lo establecido, un hombre lobo salvando a un
vampiro es algo que no se ve a menudo” replicó, desviando la vista y tratando
de calmarse. Ante esto, Yunho lanzó una risita
“Supongo
que estoy rompiendo un paradigma” se encogió de hombros y acto seguido se dio
la vuelta, encaramándose en el tronco del árbol y trepando con velocidad,
llegando en casi un suspiro a la copa
“¿Me
vas a dejar hablando solo?” Junsu le gritó mientras lo observaba. El árbol era
tan alto que apenas podía distinguir su silueta sentada sobre unas ramas
“Es
cosa tuya si quieres quedarte allá abajo”
“Hazme
espacio, voy a subir” le dijo y pegó un salto, llegando casi a la mitad del
árbol. Luego comenzó a trepar por el tronco, aumentando la velocidad hasta que
finalmente llegó a su destino. Yunho estaba sentado sobre una enorme rama del
árbol y sonrió cuando Junsu se sentó a su lado.
“Debí
suponer que te gustaba trepar árboles” comentó Junsu al acomodarse mejor en la
rama
“Cuando
pasas tanto tiempo en el bosque, tienes que encontrar en qué entretenerte. Este
es mi árbol favorito, más que nada por la vista” Yunho le señaló con el dedo el
paisaje y Junsu quedó completamente fascinado ante la panorámica. El bosque era
inmenso, con una interminable cantidad de árboles y áreas verdes; ríos y
torrentes de agua lo recorrían como verdaderas serpientes. Junsu casi no podía
distinguir donde realmente terminaba y comenzaban las otras tierras.
“¿Acaso
el bosque no termina nunca?” le preguntó, asombrado ante lo extenso que parecía
“Por
supuesto que termina, pero llegar a la frontera te tomaría unos dos días de
viaje con una rapidez promedio”
“¿Tanto?”
exclamó
“Si
no fuera tan grande, no podría albergar a tantas criaturas en el. A pesar su
extensión, hay rumores que dicen que en alguna parte del bosque se encuentra la
colonia de los demonios de ojos plateados, aunque nunca nadie ha podido verla”
comentó. Junsu giró un poco su rostro para mirarlo, algo sorprendido ante sus
palabras. La palabra le pareció sumamente familiar y tardó un momento en
recordar donde la había escuchado. Se le iluminó el rostro al recordar a la
extraña joven y al lobo que conoció esa vez e inmediatamente le dijo.
“Yo
vi a dos de ellos”
“¿De
verdad?” exclamó Yunho, mirándolo con algo de fascinación
“Si,
fue después de tu pelea. Estaba cazando venados cuando de pronto apareció una
joven que yo creí que era una vampiresa…hasta que me mostró como podía
transformar sus uñas en garras, unas enormes garras, igual a las de un-“
“Lobo”
lo interrumpió y Junsu asintió con la cabeza
“Ella
tenía los ojos plateados y su piel…no se sentía fría como la de cualquier otro
vampiro normal, sino que estaba más…tibia. Eso fue lo que más me impactó”
“¿Qué
hay del lobo? ¿Lo viste?”
“Si.
Poseía los mismos ojos plateados, pero era el doble de grande que un lobo
normal y no exagero. Yo…estaba fascinado y aterrado a la vez, de hecho…aún
estoy algo impactado de que semejante cambio sea posible”
“Es
posible, pero se debe realizar un…ritual y por supuesto que los que lo realizan
y se transforman en híbridos son enemigos tanto de la orden como de la colonia”
“Bianca
me comentó exactamente lo mismo” Junsu no pudo evitar recordar lo dócil que se
veía aquel lobo con ella. De pronto comenzó a preguntarse cómo se sentiría
acariciar el pelaje de Yunho, pero inmediatamente bloqueó el pensamiento. Este
no era el momento indicado para ponerse a pensar en ello…
“Yo…tuve
un amigo que decidió seguir ese camino” susurró Yunho, rompiendo el silencio
“¿En
serio?” Junsu lo miró con asombro y él asintió
“Bueno,
como tú no llevas mucho aquí no creo que estés al tanto…pero aquellas reuniones
secretas entre vampiros y licántropos se han hecho por años. Antes se hacían
con mucha más regularidad, pero el considerable aumento en las personas que
decidieron convertirse en híbridos llevó tanto a la orden como a la colonia a
tomar medidas. Aparecieron muchos más grupos de patrullaje para controlar la
salida y entrada de vampiros, vigilando de cerca sus movimientos, hasta que
finalmente quedó el tratado establecido”
“¿Aumentó
la población de híbridos?”
“Si,
muchos se atrevieron a romper las reglas. Yo siempre he pensado que la razón
por la que los líderes de la orden y los jefes de las colonias les temen tanto
a los híbridos es porque son mucho más fuertes. Un híbrido podría matarte con
muy poca dificultad y tú ni siquiera lo percibirías”
Junsu
asintió y lo dejó continuar.
“Volviendo
a la historia, mi amigo conoció a la vampiresa en una de aquellas reuniones.
Recuerdo que llegaba a la madriguera, que en ese entonces compartíamos,
completamente embobado y hablando maravillas de ella. Yo…le advertí, le dije
que podía tenerla como amiga, pero que no se podía enamorar porque ella era una
vampiresa y bueno…ya sabes”
Yunho
se detuvo un momento, meditando sus propias palabras. Jamás se imaginó que se
encontraría en la misma situación que su amigo, ya que había advertido, hace
algunas noches atrás…que la cercanía que había tenido con Junsu le había
afectado y que no se lo podía sacar de la cabeza, cosa que lo irritaba profundamente…porque
él tenía claro su destino, pero aun así… Junsu había llegado a su vida y la
había hecho girar en 180 grados…
Al
percatarse de su repentino silencio, Junsu desvió la mirada del paisaje para
mirarlo. Yunho se encontraba perdido en sus pensamientos, con la mirada clavada
en las ramas del árbol. Teniéndolo tan cerca, Junsu pudo apreciar todas sus
facciones. Lo observó de pies a cabeza, deteniéndose en su torso desnudo y su
abdomen perfectamente marcado, fascinado ante lo suave y tersa que parecía ser
su piel canela…y finalmente subiendo la vista hasta su cuello, fijando la vista
en su clavícula y en las tensas venas expuestas. El pulso de sus venas comenzó
a capturar toda su atención, y la sed de sangre no tardó en hacerle efecto; el
impulso por desgarrar su cuello comenzando a carcomer cada pensamiento de su
cabeza. El cuerpo de Yunho prácticamente irradiaba calor y Junsu se encontró
completamente atrapado en las ansias. Instintivamente se acercó un poco más a
él; la sed de sangre comenzaba a nublar su cabeza y ahora sus hombros estaban
casi rozándose. Su movimiento trajo de vuelta a Yunho, quien volteó su rostro
apenas sintió que Junsu se había acercado.
“Oh,
lo siento…creo que me perdí en mis pensamientos. ¿Qué te estaba contando?”
Yunho
se percató de que Junsu lo estaba mirando de una forma completamente distinta.
Por raro que pareciera, sus ojos oscuros se veían…aún más oscurecidos y tenía
un fulgor dentro de ellos.
“Yunho…”
susurró. Su voz…tuvo un efecto extraño
en Yunho, y el tono le pareció hasta hipnotizante. Cuando sus miradas volvieron
a cruzarse, Yunho se encontró consumido por la tremenda oscuridad que irradiaba
desde sus pupilas. El negro de sus ojos parecía danzar en un vaivén hipnótico
de destellos, capturando toda la atención de Yunho, que era incapaz de dejar de
mirarlo…
“Junsu”
contestó mecánicamente, completamente engullido en la intensidad de sus ojos…
“Tengo…sed…”
Junsu estaba trastornado. La sed de sangre se había apoderado de él, alterando
su comportamiento y haciéndolo utilizar habilidades que hasta ese entonces no
sabía que poseía. Podía sentir las venas del cuello de Yunho
llamándolo…incitándolo a que se acercara, su cálida sangre a sólo pasos de
alcance.
Sus
ojos brillaron con mucha más fuerza, hambrientos, y se acercó más a él,
delineando su vena yugular con el dedo índice.
Yunho
no se movió, no podía ni reaccionar. Estaba preso, totalmente hipnotizado, e
instintivamente ladeó un poco su cuello, justo cuando él descendía su dedo
hasta su clavícula.
Junsu
sintió sus colmillos alargarse ante ello y la sed nublar todos sus sentidos. Su
vena yugular lo llamaba, le rogaba que le clavara los colmillos y se llenara
con su sangre…pero no…él no podía hacerlo, no podía hacerle eso a Yunho, no era
justo para él.
Comenzó
a temblar ante su determinación, batallando una verdadera lucha interna.
Tenía…tanta sed y deseaba con todo su ser morderlo y probar aquel néctar
prohibido… pero el deseo de no hacerle daño era mucho más fuerte. De pronto
sintió que la racionalidad volvía a su cuerpo y cerró abruptamente los ojos,
llevando las manos a su rostro para calmar sus ansias.
Yunho
parpadeó reiteradas veces. Se sentía extraño, como si…recién hubiese recuperado
el control de su cuerpo. Observó a Junsu, que ahora estaba encorvado y tenía el
rostro cubierto con sus manos, y súbitamente recordó todo. Lo había mirado a
los ojos y había perdido la razón, entrando en una especie de trance, pero no
entendía…cómo Junsu había sido capaz de liberarlo de el.
“Junsu,
¿Estás bien?” le preguntó, posando una mano sobre su hombro
“L-Lo
siento Yunho…y-yo…lo siento mucho” murmuró afligido, aún con las manos en su
rostro
“Mírame”
le dijo, pero Junsu negó con la cabeza
“Junsu,
no me hiciste nada” susurró, lanzando un suspiro
“P-Pero
podría haberlo hecho…”
“Pero
no lo hiciste y yo valoro mucho eso. Para ser un vampiro, sabes muy bien como
controlar tus impulsos”
“Yo
no quiero lastimarte Yunho. Quizás debería…alejarme de ti” le dijo, a pesar de
era lo que menos quería. Pero él era
un vampiro, necesitaba sangre para poder vivir y…poner en riesgo la vida de
Yunho era algo que simplemente no permitiría.
Yunho
se acercó nuevamente a él, retirando las manos de su rostro y forzándolo a que
lo mirara
“¿Quieres
hacerlo?” le preguntó, atravesándolo con la mirada. Junsu sintió las lágrimas
acumularse en su garganta. No quería perderlo…no ahora que había descubierto
que sentía cosas por él, pero tenía miedo…miedo de que la sed lo volviera
atacar y de no poder controlar sus acciones.
Negó con la cabeza, mordiendo su labio inferior y Yunho le sonrió.
“Junsu,
tú me dijiste que confiabas en mí y yo…también confío en ti. Sé que no me harás
daño, y de hecho…ya lo has probado”
“Oh,
Yunho…” susurró, incapaz de contenerse más. Se quebró y se lanzó a sus brazos,
embriagándose con su esencia. Yunho lo estrechó con fuerza y Junsu esta vez no
sintió la sed atacarlo. Sus brazos emanaban calor, reconfortándolo, y él dejó
escapar un suspiro
“¿Me
dejarás seguir contando la historia?” le preguntó, su palma trazando círculos
en su espalda. Junsu asintió, pero no parecía tener ganas de soltarlo. Yunho se
sintió algo nervioso al tenerlo tan cerca de su cuerpo…pero muy en el fondo,
tenía que admitir que su presencia lo reconfortaba. Acomodó su espalda en el
tronco del árbol y su palma siguió acariciándolo mientras nuevamente comenzaba
a hablar.
“Bueno,
a pesar de mis consejos y todo él no me hizo caso y comenzó a verla en secreto.
Yo lo cubría para que saliera sin que nadie sospechara y luego de unos días me
confesó que se había enamorado perdidamente de ella”
Junsu
escuchó sus palabras con atención. Estaba en parte sorprendido de que Yunho no
hubiese roto el abrazo y pensó que quizás debía separarse, pero se sentía tan
bien. Su palma seguía acariciándolo y su calor lo estaba arrullando hasta la
calma. Otro suspiro escapó de sus labios, ya no quería seguir pensando, así que
simplemente acomodó su mejilla contra su torso y decidió disfrutar el momento…
“¿Y
qué le dijiste?” le preguntó
“¿Qué
podía decirle? Él la amaba y estaba decidido a escaparse con ella, nada de lo
que yo le hubiese dicho lo habría hecho cambiar de opinión, así que le di mi
apoyo y le dije que lo ayudaría en todo lo que estuviera a mi alcance”
“Yo
también lo habría apoyado” afirmó
“Antes
de irse, me visitó y me agradeció todo lo que hice por él. Yo le desee la mejor
de las suertes y que se cuidara mucho, luego de eso jamás lo volví a ver. Estoy
seguro de que se encuentra allá ahora, junto a todos los que se han atrevido a
desafiar las reglas y junto a la mujer que ama”
“Es
una historia muy linda” dijo Junsu, muy bajito
“La
unión de híbridos en sí lo es. No es como la unión de vampiros u hombres lobos
que la mayoría de las veces sólo se realiza por poder. Para realizar una unión
de esa magnitud y romper todas las reglas tienes que sentir algo muy fuerte”
Junsu
se quedó pensando en sus palabras. De la manera en que él lo decía, la unión de
híbridos parecía algo realmente hermoso. Claro que significaba un verdadero
caos, porque era una traición a tu propia raza, pero aun así…Junsu podía
entender exactamente al amigo de Yunho, porque si él hubiese estado en su
lugar…habría hecho exactamente lo mismo.
“En
cierto modo admiro a los personas que se atreven hacerlo. Yo, por mi parte,
estoy atado al jefe de la colonia del bosque y por lo tanto jamás podré dejarla…”
susurró y sintió a Junsu separarse un poco de su cuerpo para quedar nuevamente
sentado junto a él
“¿Es…aquel
joven que estaba sentado en un trono el día de la pelea…cierto?”
Junsu
mordió su labio inferior. Había escuchado a aquel joven decir que Yunho sería
su futura unión y esto…sólo lo confirmaba
“Si,
Changmin es el jefe de la colonia del bosque y tengo que unirme a él para que
así ambos nos fortalezcamos y él pueda darle mayor estabilidad a la colonia”
dijo. Su voz sonando algo…apesadumbrada, pero Junsu pensó que estaba imaginando
cosas.
Lanzó
un suspiro, sabía que era bastante obvio que Yunho no fuera libre…pero
escucharlo de su propia boca era mucho más difícil…
“Tengo
una duda sobre ese asunto” dijo Junsu, algo inseguro
“¿Qué
cosa?”
“Mmm…bueno,
sé que te sonará raro y todo, pero…yo pensé que los hombres lobo sólo se podían
unir a…mujeres lobo” Junsu inmediatamente desvió la vista, avergonzado. Se
sentía bastante estúpido al cuestionar la sexualidad de Yunho, pero tenía que
sacarse la duda de la cabeza, necesitaba entender…
“Ah,
era eso” Yunho lanzó una risita. “Si, bueno…creo que fue un proceso. Veras,
antes los líderes eran bastante estrictos y por supuesto que no dejaban que
ningún líder eligiera a un hombre como unión, después de todo mantener la
descendencia era lo más importante. Pero con el transcurso de los años se
dieron cuenta de que…tener tendencias homosexuales no significa ser débil. Es
por eso que la medida arcaica se fue extinguiendo y ahora…sólo se busca la
fortaleza, independiente de quien elijas como unión. Como yo tengo la posición
de alpha en la manada, Changmin inmediatamente me eligió, solamente de esa
forma se fortalecerá él y por ende, fortalecerá a la colonia entera”
“Ya
veo” Junsu asintió, aclarándose la garganta antes de volver a hablar. “Bueno,
yo también tengo que unirme a alguien” le dijo, mostrándole la mano que llevaba
el anillo
“Ah
si, me di cuenta de que llevabas un anillo. ¿Debes unirte a tu…amo, supongo?”
Yunho
por un momento quiso pensar que el anillo que llevaba Junsu no significaba
compromiso, pero era bastante obvio que la persona que lo compró lo hubiese
escogido para una unión, después de todo…Junsu era bastante atractivo. El
pensamiento provocó que un tenue rubor adornara su rostro y Yunho desvió
abruptamente la mirada, maldiciendo su propio comportamiento…
“No
es mi amo, yo prefiero llamarlo…la persona que me compró” resopló
“Al
parecer tenemos más cosas en común de las que habíamos imaginado” Yunho le comentó
y lo escuchó lanzar una risita
“Quizás
es por eso que nos llevamos bien” Junsu le sonrió y Yunho reflejó su sonrisa
“Quizás…”
Hubo
un momento en que ambos se quedaron sentados, el uno junto al otro en agradable
silencio, mirando las estrellas y tratando de descifrar…qué era exactamente lo
que estaban sintiendo. Junsu se sentía realmente en calma y deseaba con todo su
ser que ese momento junto a él nunca acabara. Tanta era la paz que sentía con
sólo estar a su lado que su voz hasta le pareció etérea al escucharlo romper el
silencio.
“¿Quién
crees que es más rápido, un vampiro o un hombre lobo?” Yunho le preguntó, con
una sonrisa desafiante en el rostro. Junsu tardó unos segundos en reaccionar,
pensando en el repentino cambio de tema, pero luego le respondió con seguridad
“Un
vampiro por supuesto, puedo alcanzarte en menos de un minuto” Junsu le devolvió
la sonrisa desafiante y Yunho lanzó un resoplido
“Por
favor, no podrías alcanzarme ni aunque te diera ventaja”
“¿A
qué no?” exclamó. “Pruébame”
“De
acuerdo…atrápame si puedes” le dijo y acto seguido, se lanzó hacia abajo
“¡No
es justo, saliste primero!” protestó, lanzándose también y cuando aterrizó,
Yunho ya se encontraba en su forma de lobo y comenzaba a correr con velocidad
hacia el bosque, dejándolo atrás.
Maldito perro
tramposo…pensó
Junsu mientras corría detrás de él. Yunho ya le llevaba bastante ventaja y tuvo
que esforzarse a su máximo para acercarse más a él.
No
supo cuánta distancia corrieron, en lo único que podía pensar era en alcanzarlo
y cuando por fin tuvo su cola a su alcance, no dudó ni un segundo y lo tomó de
ella, jalándolo hacia atrás y provocando que todo su peso cayera encima de él.
Rodaron por unos metros y por un momento, Junsu pudo sentir su suave pelaje
acariciando su cuerpo. Cerró sus ojos, disfrutando el contacto, pero solamente
duró unos segundos…ya que cuando los volvió abrir sintió todo el peso del
cuerpo de Yunho presionado contra el suyo…
“H-Hiciste
trampa…” balbuceó Junsu, casi sin aliento.
Yunho
puso las manos en sus costados y se levantó un poco para así no aplastarlo…pero
aún estaba cerca de él y Junsu podía sentir su agitada respiración.
“Bueno…tú
ya te has vengado por ello” le respondió. Se quedaron mirando un segundo, sus
agitadas respiraciones mezclándose y sus cuerpos…peligrosamente juntos.
Junsu
lo observó de pies a cabeza, nervioso ante su proximidad. Yunho estaba
prácticamente presionado a su cuerpo, su calor lo envolvía por completo y la
sensación…era placentera. Se vio en la obligación de morder sus labios para así
evitar lanzar algún inoportuno sonido.
Los
vestigios de tierra que adornaban su terso torso inmediatamente capturaron la
atención de Junsu, quien automáticamente llevó sus manos hacia él, rozando sus
dedos suavemente para removerla.
“Tus
manos están frías” protestó Yunho, muy bajito
“Tu
pecho está caliente…” Oh, diablos…eso no
sonó nada de bien….
“Es
una cosa de lobos” Yunho lanzó una risita y luego se levantó, tendiéndole la
mano. “Nunca sentimos frío”
Junsu
asintió y tomó su mano, incorporándose. Luego lo observó mirar los alrededores
y su expresión cambió radicalmente.
“Tenemos
que irnos” musitó y prácticamente lo jaló de su túnica
“¿Dónde
estamos?” Junsu le preguntó y de pronto escuchó un ruido proveniente de los
matorrales
“No
hay tiempo para explicaciones…sólo corre” Yunho le dijo, volteando y mirando en
dirección hacia donde había provenido el ruido
“¿Qué?”
exclamó y el sonido se hizo más fuerte, se escuchaba como...si alguien
estuviera galopando en su dirección
“¡CORRE!”
gritó y Junsu lo observó pegar un salto y transformarse en un instante. Su
forma de lobo resplandeciendo en la oscuridad mientras comenzaba a correr.
Junsu lo siguió, pero el sonido no se iba e incluso…se hacia cada vez más
fuerte. Alguien los estaba siguiendo y al parecer…iba a caballo. No fue capaz
de voltear a mirar y sólo corrió lo más rápido que pudo.
Yunho
continuó corriendo, sabía que había un rio no muy lejos de donde se encontraban
y si lograban llegar ahí ilesos…se habrían salvado.
Escuchó
los pasos cada vez más cerca; de pronto un chorro de sangre brotó desde atrás y
Junsu lanzó un agudo grito. Giró su cabeza para mirarlo: una flecha lo había
atravesado y la sangre brotaba a borbotones desde su pecho. Pensó en detenerse
y transformarse para ayudarlo, pero justo cuando estaba por hacerlo escuchó su
voz.
“E-Estoy…bien,
tú sólo sigue corriendo” murmuró, retirando de un sólo tirón la flecha y
retomando la marcha.
Yunho
aumentó la velocidad, rogando que Junsu pudiera esquivar los ataques mientras
continuaban corriendo por el bosque. Escuchó varios sonidos de flechas
rodearlos, algunas quedaban enterradas en los arboles y otras pasaban muy cerca suyo, pero aún así no se
detuvo y se esforzó por alcanzar su máxima velocidad. Continuó corriendo,
serpenteando en vez de ir en línea recta para así poder esquivar los ataques,
cuando de pronto una flecha rozó una de sus patas delanteras y lanzó un
gruñido. La sangre comenzó a fluir desde su pata, pero Yunho ignoró el dolor y
siguió corriendo.
Luego
de lo que parecieron unos eternos minutos corriendo, llegó finalmente al
acantilado y se detuvo, observando la prominente caída. Abajo estaba el rio, y
probablemente eran varios metros de altura desde el acantilado…pero era la
única manera de librarse de ellos.
Se
transformó y esperó a que Junsu llegara a su lado. Lo vio aparecer casi al
instante, estaba jadeando y tenía sus ropajes llenos de sangre. Sin decir ni
una palabra, le tomó la mano y se lanzó con él hacia abajo, cayendo rápidamente
al rio.
Agradeció
que el rio fuera profundo y, aún sumergido, buscó el cuerpo de Junsu y rodeó un
brazo por su cintura, comenzando a nadar rio abajo. Ya lo habían logrado y
probablemente ellos no bajarían a buscar sus cuerpos.
Cuando
finalmente llegó a la orilla, ayudó a Junsu a levantarse y ambos se sentaron
sobre el lodo, tratando de regularizar sus respiraciones.
“¿Q-Qué…fue…eso?”
Junsu le preguntó, jadeando aún por el esfuerzo hecho
“Centauros.
Son criaturas muy territoriales y no soportan invasores, atacan a cualquiera
que atraviese su terreno”
“¿Acaso
es una broma? ¡Centauros!” exclamó, lanzando un resoplido. “Definitivamente ya
no hay nada normal en este mundo” añadió finalmente y luego se quejó, sentía un
dolor latente en el pecho. “¿C-Cómo está tu brazo?” le preguntó al
incorporarse. Se había percatado de la profunda herida que poseía, pero evitaba
mirarla detenidamente…tenía miedo de que la sed de sangre volviera a atacarlo…
Yunho
observó su brazo, la herida era un corte de unos cuatro centímetros de longitud
tan profundo que pudo levantar un trozo de carne. Agradeció que el agua lavara
su herida, porque lidiar con Junsu y su sed de sangre hubiera sido difícil. Él
no se encontraba tan mal, así que esperaría a que llegaran a un lugar más
tranquilo para curarse.
“Sanará,
la plata es lo único que puede matarme” susurró y luego se levantó, acercándose
a él y rodeando sus brazos por su figura, levantándolo en un sólo movimiento.
“Pero tú no estás nada bien”
“Puedo
caminar…” Junsu protestó a medias y realmente sin ningún entusiasmo…
“No
si quieres salir de esta vivo. Eso que te atravesó…no tardará en hacerte
efecto”
Junsu
lanzó un suspiro y dejó descansar la cabeza sobre su hombro, sus ojos
rindiéndose ante el cansancio.
Yunho
se dio la media vuelta y comenzó a caminar hacia el bosque. El puesto de
patrullaje no estaba muy lejos, y si se apuraba podría llegar a tiempo y curar
sus heridas.
Se
sentía tan culpable, se había ensimismado en la carrera con Junsu que no se
percató de que estaban entrando en terreno de centauros y ahora…su vida
nuevamente corría peligro.
Un
suspiro escapó de sus labios y aumentó la marcha, dirigiéndose al oeste;
abriéndose paso entre la maleza y saltando algunos árboles que habían sido
derribados.
Pero…a
pesar de que la vida de Junsu pendía de un hilo, el sólo hecho de tenerlo entre
sus brazos, lo hacía sentir una paz que no había sentido en años…
Justo
cuando comenzaba a relajarse entre sus brazos, Junsu sintió una horrenda
punzada azotarlo y lanzó un quejido.
“Y-Yunho…la
herida no está sanando” le dijo al percatarse de la sangre que seguía brotando
de su pecho
“Lo
sé” contestó, sin dejar de caminar
“Soy
un pésimo vampiro, ni siquiera pude defenderme” sus ojos se llenaron con
lágrimas de impotencia y Junsu tuvo que resistir la urgencia de romper en
llanto. Se sentía como un inútil y odiaba depender de Yunho una vez más…
“Junsu,
no eres un mal vampiro, de hecho luchas bastante bien. Todavía recuerdo la
herida que le propinaste a Kaze, casi lo matas” comentó y Junsu lanzó un
suspiro. Estaba demasiado exhausto para replicarle…
“Descansa,
cuando despiertes todo va estar bien…” le susurró, apretando donde lo tenía
sujetado por la cintura.
Súbitamente,
sintió unas frías lágrimas mojar su torso. “Yunho” le dijo de nuevo, el cuerpo
de Junsu se estaba tornando completamente pesado y Yunho tuvo que hacer un
esfuerzo para escuchar su voz que salió casi en un susurro.
“Pienso
que podríamos ser amigos…”
Yunho
miró hacia abajo y vio el gran anillo de rubí que brillaba en su mano izquierda
mientras él rozaba sus dedos por su torso. Aquel anillo que le recordaba que…no
era libre y que lo que estaba comenzando a sentir por él estaba…prohibido.
“Si,
Junsu” murmuró. “Creo que ya lo somos”
Oh! my god el capo esta genial ojala pueda leer otro proximanete ^ o ^ es que me encanta pero hoy no hubo JaeChun pero aun asi estuvo genial me encanto : )
ResponderEliminarPor Dios Santo, casi
ResponderEliminarODIO A LOS CENTAUROS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
PERO ODIO MAS EL COMPROMISO DE JJ Y JS!!!!!!!!!!!
pero no importa, espero continuación pronto >.<
Dioos mioo ME VAS A MATAR!!!! O___O
ResponderEliminarLo digo enserio, me vas a matar del suspense y de las ganas de que ocurra algo y de todo o-o
Adoro el fic!!! Cada vez que entro en el blog espero encontrar la conti <3333333
Argh maldito Centauro :@ Tenia que aparecer justo en ese momento -.-
Junsu siempre termina sangrando el pobre.. Pero no me quejo xDDDDD *stoy loca* :P
Esperaré con muchisimas ansias el siguiente <33
Gracias por publicarlo!!!!! <3333
haaaaaaaaaaaaaaaa no uedo creerlo, porqe los dos tienen que estar atados a sus compromisos, pobresitos si se nota que se aman
ResponderEliminarme sorprendi mucho con Junsu...malditos centauros XD y maldito changmin y jaejoong...este ultimo deberia ser mas valiente e irse con yoochun TT^TT
igual que yunho y junsu, tambn deberian fugarse, pobres!!! TT^TT
Uwaaaaa ;O; la última escena fue hermosa, de verdad que no sé pero me llegó tan hondo ;O; Yunnie cargando a Junsu entre sus brazos y luchando con sus sentimientos al ver el condenado anillo y adahsdadadda mori u.u de verdad que ame este cap con todo mi corazon, precioso precioso! sólo espero que nos des algo más de HoSu que mira que lo dejaste a mediaaas ya! sigue asi <3 amo tu historia con la vida!!
ResponderEliminarQuieres decirme por qué siempre nos dejas con las ganas???? ><
ResponderEliminarLa vida es injusta con el HoSu.... al igual que con el ChunJae :(
Y conmigo también que sufro por un beso entre nuestro vampirito cute y el lobo sexy :3
Excelente cap! :D