“Profesionalismo”
Mañana todo se habrá ido
Toda la dulzura y toda la diversión
No, yo no quiero saber…
[Leaves, The Gathering]
Toda la dulzura y toda la diversión
No, yo no quiero saber…
[Leaves, The Gathering]
Una semana después, Jaejoong retornaba a su mansión luego de una visita a la orden de vampiros. Se paseaba por su habitación de un lado para otro, caminando como un león enjaulado. La orden…le había comunicado que Junsu había sido aprobado para su unión y que debía unirse a él apenas recibiera el visto bueno de las otras sedes. Una vez que Jaejoong se uniera a él obtendría el cargo de jefe de operaciones de la orden, cosa que le otorgaba la máxima autoridad…pero Jaejoong no estaba nada contento. Él sabía que iban aprobar a Junsu, pues era fuerte y reunía todas las condiciones para ser elegido…pero el problema era que jamás se imaginó que…terminaría enamorado de Yoochun.
Tenía todos los planes hechos, se uniría a Junsu y obtendría el cargo, pudiendo así apelar al tratado e iniciar otra guerra. Pero…unirse a él significaría que tendría que renunciar a Yoochun y sólo remitirse a la relación con su elegido, la unión entre vampiros no era ningún juego. Al atar ambas sangres, ataba también ambas vidas, y el vínculo establecido era tan fuerte que tu elegido podía saber cuando te involucrabas con otra persona con tan sólo un mínimo cambio en el sabor de la sangre…y sabía que si Junsu lo descubría con Yoochun, lo chantajearía con denunciarlo a la orden para negociar su libertad y eso era algo que no podía permitir. Estaba atrapado…sabía que tenía que renunciar a Yoochun y el sólo hecho de pensar en ello lo estaba destruyendo. Jaejoong sabía, sabía que no debía enamorarse de él…que no podía, que Yoochun era un demonio y que jamás podrían estar juntos, pero aun así no pudo evitarlo…cayó rendido a sus pies.
Al principio creyó que podría manejarlo, que realmente era sólo sexo y ya. Jaejoong estaba tan solo…y era demasiado orgulloso como para entregarse a algún esclavo, pero cuando conoció a Yoochun todo cambió. Su imponente presencia y su oscura naturaleza fueron cosas que lo atrajeron como un imán y el módico precio que tuvo que pagar por sus servicios fue realmente una ganga. El padre de Yoochun, un demonio residente en el mundo de los mortales, no quería saber absolutamente nada de ningún otro demonio y sólo quería deshacerse de su hijo, por lo que conseguirlo fue casi un juego de niños. Al pagar el contrato con sangre, Yoochun ya no podía negarse a ninguna de sus órdenes, ahora estaba a su servicio y era…de su propiedad. Pero con el transcurso del tiempo y el incremento en sus encuentros…Yoochun se había convertido en una necesidad, en algo vital para su bienestar, y finalmente se encontró atrapado en el fuego. Volvía y volvía a visitarlo como un verdadero adicto, sin poder evitarlo al sentir la necesidad de sentirlo sobrepasarlo cada vez que estaban juntos…y ahora era el momento de enfrentar las consecuencias. Jaejoong tenía que asumir el cargo y por lo tanto…debía olvidarse de sus encuentros con Yoochun y sólo remitirse a su relación de amo-sirviente…hasta que finalmente le concediese la libertad.
Lanzó un suspiro, pensar que tenía que renunciar a Yoochun le oprimía el pecho, pero ya no había vuelta atrás, estaba decidido.
Se acercó a su velador y saco una pequeña cajita con un anillo dentro. La guardó en sus bolsillos y abandonó la habitación, dirigiéndose al cuarto de Junsu. Al llegar abrió la puerta y lo encontró sentado mirando hacia el ventanal. Él se encontraba en su descanso y luego de un rato retomaría sus labores en la cocina.
Junsu no se percató de su presencia y pegó un salto cuando sintió su mano posarse sobre su hombro.
“Hola, pajarillo” Jaejoong le susurró al oído y Junsu lo miró con espanto
“J-Jaejoong” murmuró, completamente perplejo. Aún no caía la fecha en que Jaejoong lo utilizaba y verlo en su cuarto le daba terror…
“¿Cómo estás?” le preguntó, revolviendo sus cabellos
“Bien…” Junsu contestó en un tono bajo, mordiendo su labio inferior con nerviosismo
“Descuida, no vine aquí a lastimarte” le espetó y Junsu volteó a mirarlo, sorprendido
“¿No…?”
“No, de hecho vine a darte una noticia” Jaejoong se dio la vuelta para quedar frente a él
“¿Noticia?” Junsu lo miró con curiosidad y él le sonrió
“Voy a unirme a ti…Junsu” susurró, metiendo una mano en su bolsillo y sacando una pequeña caja. Junsu abrió los ojos de par en par cuando él la abrió, revelando un anillo de oro con un prominente rubí incrustado
“Este anillo me lo dio…mi padre” dijo, muy bajito. Junsu podía jurar que su tono sonó…amargo, pero luego él volvió a sonreír. “Es para la persona que será mi elegido y con la que mezclare mi sangre para ser uno” Jaejoong sacó el anillo y tomó una mano de Junsu entre la suya, deslizando el anillo por su dedo anular
“J-Jaejoong…Y-Yo no sé que decir” Junsu estaba horrorizado. Se encontraba en un callejón sin salida, la magnitud de su próxima unión lo golpeaba como un balde de agua fría. Él…no podía escapar de la mansión, no tenía a dónde ir y pensaba…en el infierno que le esperaba si se unía a Jaejoong y todas las noches de tortura y crueldad que lo aguardaban…
“Sé que tienes miedo…he sido muy malo contigo” Jaejoong lo miró a los ojos, acariciando sus manos. “Pero te prometo que eso va a cambiar. Cuando te unas a mí, seremos uno sólo…por lo que tu dolor será mi dolor. Será espectacular Junsu, viajaremos por todo el mundo te lo prometo. Te llevare de vuelta a la tierra de los mortales, conoceremos París, Nueva Orleans y todos esos lugares hermosos y no tendremos que alimentarnos más de animales. Yo te llevare a donde tú quieras ir” dijo, tratando de que su voz expresara emoción, pero se le hizo imposible… sintió su pecho contraerse al sólo pensar en ello. Jaejoong sabía que quería…volver con Yoochun a la tierra de los mortales, quería recorrer el mundo entero junto a él y pasar…el resto de la eternidad a su lado, y saber que jamás podría hacerlo lo estaba desgarrando por completo.
Lanzó un suspiro, dándole la espalda, necesitaba dejar de pensar en ello…
Junsu se percató del cambio en él, parándose de su asiento y acercándose a su lado.
“Suena bien” mintió, decidido a jugarse una última carta. “Pero tú no te ves muy contento con ello…” le susurró y Jaejoong se dio vuelta, mirándolo perplejo. Sus palabras lo habían tomado por sorpresa…
“¿Pero qué cosas dices? ¡Claro que estoy contento! Me promoverán en la orden y por fin tendré poder sobre ellos…finalmente podré apelar a ese espantoso tratado” Junsu escuchó sus palabras con horror. Jaejoong quería…iniciar una guerra y el sólo hecho de pensar que él podría…llegar a enfrentarse con Yunho lo hizo sentir una fuerte opresión en el pecho
“¿Cuándo…te unirás a mí?” le preguntó, volviendo a morder su labio inferior
“Aún no lo sé. Tengo que esperar el consentimiento de las otras sedes de la orden, pero apenas lo tenga te lo haré saber”
Junsu asintió, cabizbajo y apesadumbrado. La idea de una posible nueva guerra estaba carcomiendo la poca razón que le quedaba.
“Ven aquí…” le susurró y Junsu por inercia se acercó a él. Jaejoong rodeó sus brazos alrededor de su cintura y lo atrajo hacia sí, rozando sus labios de la forma más dulce que pudo. Se esforzó por profundizar el beso, moviendo sus labios contra los suyos y delineando una línea húmeda por su labio inferior hasta que él finalmente separó los labios, dejándolo entrar… pero el contacto era tan distinto. No le producía nada…ni una sola chispa. Jaejoong sabía que Junsu estaba respondiendo al beso más que nada por miedo, y a pesar de que le atraía…no era lo mismo. Se separó de él abruptamente y se forzó a sonreírle.
“Bueno, te dejo…ya debes volver a tus labores” Junsu asintió mecánicamente y volvió a sentarse en la silla
“Nos vemos” dijo y le dio una última mirada. Lanzando un suspiro y abandonando su habitación.
Jaejoong esperó a que Yoochun terminara todas sus labores y se fuera su cuarto para visitarlo. Faltaban sólo unas pocas horas para el amanecer cuando finalmente golpeó a su puerta.
“Adelante” escuchó su voz desde adentro y entró
“¿Jaejoong, sucede algo?” Yoochun estaba sentado en el borde de su cama, mirándolo con ojos curiosos. Vestía sólo una camisa blanca y el pantalón de tela negro, su chaqueta y corbata estaban colgados en una silla que había cerca de su cama. Jaejoong pudo percatarse de que se estaba preparando para dormir, ya que algunos de los botones de su camisa estaban desabrochados.
“Tengo que contarte algo” Jaejoong comenzó, moviéndose de un lado a otro por su cuarto
“Claro, tú dirás” le respondió, siguiéndolo con la mirada
“Como sabes, fui a visitar a la orden…”
“¿Qué te han dicho?” Yoochun le preguntó, levantándose de la cama y caminando en su dirección
“Que…han aprobado mi unión con Junsu y me promoverán apenas me una a él” Jaejoong le dio la espalda, incapaz de mirarlo. La magnitud de su nueva situación le oprimía el pecho…
“Es una muy buena noticia, por fin obtendrás el cargo que tanto has anhelado” murmuró, tratando de que su voz sonara normal, a pesar de que por dentro se estaba muriendo. Sabía que si Jaejoong se unía a Junsu, eso significaría…que no volvería a su lado y el sólo pensar que ya no lo tendría entre sus brazos lo hacia sentirse morir, pero aun así tenía que mantenerse fuerte. Esto…era lo que Jaejoong siempre había soñado y él no podía ser tan egoísta…
Jaejoong se dio vuelta para mirarlo, perplejo ante sus palabras. Yoochun…estaba feliz por él y…no le importaba que no volviera a su lado…
“¿Tú…no lo entiendes, verdad?” le preguntó, lanzándole dagas con la mirada y luego volteando a caminar hacia la puerta
“Jaejoong-“
“Olvídalo” fue lo último que le dijo antes de cerrar la puerta con un sonoro portazo.
Y por primera vez en años…Jaejoong lloró. Se desplomó sobre su cama, llorando y sacando todo el dolor que tenía dentro del pecho, empapando su almohada de sangre.
Le dolía…le dolía demasiado, porque pensaba que Yoochun le diría algo…alguna cosa y que no aceptaría su partida así como así. Pero para su sorpresa…se había vuelto a equivocar. ¿Acaso era tan insignificante para él…?
La pregunta provocó que llorara con más intensidad, sintiéndose un completo idiota al pensar tan sólo por un segundo que Yoochun podría corresponderle, y aferrándose con fuerza a su almohada, tratando de amortiguar el dolor emocional que sentía. Era evidente que Yoochun solamente aparentaba cuando estaban juntos, nadie…podría enamorarse del monstruo en que Jaejoong se había convertido. Sus sollozos se hicieron mucho más fuertes mientras sentía el dolor contrayéndole el pecho, pero de pronto… escuchó su puerta abrirse; inmediatamente se sentó sobre su cama y observó…perplejo a Yoochun, que ahora lo miraba con algo que no podía descifrar…
“Y-Yoochun” murmuró, limpiando las lágrimas de su rostro. Horrorizado que lo viera así, tan vulnerable…
“Jaejoong…yo si entiendo” le dijo, acercándose con rapidez a su cama y sentándose para quedar a su nivel. Jaejoong ya no pudo aguantar más y sólo se lanzó a sus brazos, sollozando desgarradoramente
“Chunnie…” dijo en casi un susurro, aferrándose a su blanca camisa y empapándola con sus lágrimas
“Mírame” Yoochun le dio unas palmadas en su espalda y Jaejoong se separó un poco de él, volviendo a limpiar sus lágrimas. Sus ojos topacio hinchados a causa del llanto y su rostro manchado con rastros de sangre
“Yo…no voy a dejarte Jaejoong, no lo haré” le susurró y Jaejoong volvió a lanzarse a sus brazos, enterrando su cabeza en su pecho
“P-Pero…mi unión con Junsu es inminente…y después de ello…nosotros-“
“Pídeme cualquier cosa pero menos que…” vaciló un poco antes de seguir hablando y esto provocó que Jaejoong se separara de él y lo mirara con ojos anhelantes. Yoochun llevó una mano hasta su rostro; Jaejoong lanzó un suspiro ante el contacto, cerrando sus ojos e inclinando su mejilla contra su mano y ya no dudó más. “Deje de amarte, porque no puedo”
“Oh, Chunnie…” le susurró y sus brazos lo estrecharon con fuerza. “Yo…te amo, te amo tanto…pero estoy atrapado. Tengo que unirme a Junsu, no tengo alternativa…la orden jamás me permitirá unirme a ti, por más que lo desee…eso sería traición a la sangre” le dijo, liberando finalmente algo de presión de su pecho y aferrándose con fuerza a él. Ya no le importaba nada…esta sería su última noche y sólo quería que él se enterara de todo lo que había guardado adentro…
“Lo sé, lo sé…” Yoochun lanzó un suspiro mientras su mano trazaba círculos en su espalda. “Te amo Jaejoong y voy aceptar tu decisión porque sé que no tienes otra alternativa, pero no me pidas que deje de estar a tu lado porque no lo haré. Nunca…voy a dejarte”
“Yoochun” Jaejoong se separó un poco de él y acercó una mano hasta su rostro, recorriéndolo suavemente. “Esta…será nuestra última noche, porque después de esto….no podré volver a ti, ni por más que lo desee”
“Ven aquí y tengamos una despedida como la gente, porque mañana…sólo seré tu mayordomo y nunca más tu amante”
Jaejoong se abalanzó sobre él, rodeando sus brazos alrededor de su cuello y besándolo con pasión, desesperado por sentirlo. Yoochun inmediatamente respondió al beso, moviendo sus labios en perfecta sincronía contra los suyos y causando que Jaejoong gimiera ante el contacto. La forma en que lo besaba…le producía prácticamente un big bang de emociones y el fuego…comenzó a consumirlo por dentro como una fiebre avasalladora; se apegó aún más a él, ansioso por sentir sus cuerpos juntos y esto provocó que Yoochun cayera sobre la cama, haciéndola crujir con el peso de ambos cuerpos.
Jaejoong, de forma casi bestial, rasgó su camisa de un sólo tirón y comenzó a besar su torso desnudo, memorizando cada centímetro de su piel…porque sabía que después de aquello jamás podría volver a tocarlo…
Yoochun lanzó reiterados suspiros ante sus caricias, pero la ropa le estaba estorbando…moría por sentir su piel contra la suya y, sin pensarlo más, utilizó algo de su poder para desintegrar sus ropajes…lanzando un gemido al sentir el frío cuerpo de Jaejoong presionado contra el suyo.
Jaejoong trepó a su regazo, sentándose entre sus muslos mientras su rostro subía hasta quedar al nivel de su cuello, succionando su cálida piel para luego clavarle los colmillos de una sola mordida, incapaz de esperar un segundo más, el sabor intoxicante de su sangre nublando cada pensamiento de su cabeza….
Al segundo que su sangre descendió por su garganta, Jaejoong sintió que le quemaba con fuerza en las venas y lanzó un gemido de puro gusto, bebiendo con más fuerza al sentir la respiración entrecortada de Yoochun. Las manos de Yoochun se aferraron a su cuerpo mientras lo sentía drenarlo con fuerza, pero no le importó y sólo inició un trayecto de caricias por la fría piel de Jaejoong, acariciando su cintura y la tersa piel de sus muslos, sonriendo al sentirlo gemir contra la piel de su cuello al tentarlo en aquellas sensibles zonas de su cuerpo.
Cuando la sangre de Yoochun hizo hervir hasta el último rincón de su cuerpo Jaejoong se separó de la herida, lamiendo el hilillo de sangre que había manado de ella y subiendo el rostro para volver a besarlo, sus lenguas enredándose en un continuo vaivén mientras comenzaba a moverse sobre su regazo, comenzando la ferviente fricción al rozar frenéticamente sus miembros con el contacto y despertando la erección punzante de Yoochun, presionada como acero contra la piel de su abdomen.
Jaejoong abruptamente rompió el beso, jadeante ante el calor que lo atacaba, y se percató de que los ojos violetas de Yoochun resplandecían de puro deseo, lanzando un quejido cuando sus, ahora garras, se aferraron violentamente a sus caderas.
Yoochun las enterró un poco, desgarrando su pálida piel y sintiendo la sangre fresca empaparlas. Lentamente retiró una de sus manos y la llevó hasta su boca, lamiendo el rastro de sangre.
“Chunnie-“ Jaejoong quiso protestar, pero Yoochun se sentó para quedar a su nivel, dirigiendo la cabeza hasta su oído y le susurró
“Déjame…probarte…” sonrió, jugando con su lóbulo para luego atacar su cuello, dándole suaves besos. Jaejoong sólo pudo suspirar, ladeándolo para darle más espacio, incapaz de negárselo…estaba rendido ante su tacto.
Yoochun sabía que era peligroso…que Jaejoong ya había probado su sangre y que si él probaba la suya…establecerían una conexión, pero aun así no le importó. Amaba a Jaejoong, lo amaba como jamás amó a nadie y sólo quería…probar todo de él antes de dejarlo ir…
Mordió su cuello con fuerza, abriendo una herida al desgarrar la piel e inmediatamente la sangre invadió su boca. Jaejoong sintió una aguda punzada de dolor y luego…una sensación sedante azotar su cuerpo. Un extraño cosquilleo comenzó a invadirlo y de pronto...ya no sintió dolor, era como si Yoochun le estuviese transmitiendo su energía, y la sensación…era placentera. Lanzó un gemido cuando Yoochun bebió con más fuerza y sólo pudo apretarse a su cuerpo…entregándose completamente a él.
La sangre de Jaejoong tenía un sabor muy particular, era como…ácida mezclada con dulce, y el sabor le pareció casi adictivo mientras continuaba bebiendo.
Su erección pulsó con fuerza al sentir que Jaejoong comenzaba a friccionarse con más urgencia contra su regazo, era evidente que el intercambio de sangre lo estaba excitando aún más rápido, y se separó abruptamente de él…mirándolo a los ojos y quedando completamente estupefacto. Los ojos de Jaejoong…habían adoptado una tonalidad violeta, idéntica a los suyos…
Sintió su corazón acelerarse ante ello. Algo había sucedido mientras probaba su sangre y ahora había establecido una especie de vínculo con él, pero no estaba seguro realmente de las consecuencias…
Jaejoong lo volvió a empujar a la cama, capturando sus labios y probando su propia sangre en el beso mientras Yoochun posicionaba su erección en su entrada, rozándola tentativamente y provocando que él gimiera contra su boca, mordiendo su labio inferior al separarse.
“Quiero estar arriba” protestó Yoochun contra sus labios, pero Jaejoong continuó con sus movimientos, excitándolo al punto que tuvo que aferrar sus garras a su cadera para evitar que siguiera moviéndose…
“Sabes que…adoro montarte...” le susurró. Sus ojos, ahora violetas, resplandecían de deseo mientras se posicionaba sobre su miembro y se empalaba en él, lanzando un ahogado gemido al sentir su erección invadirlo por completo.
Por alguna razón, al momento en que Yoochun irrumpió dentro de su cuerpo, Jaejoong pudo escuchar su latido cardiaco resonando dentro de su cabeza, cada vez con más fuerza. Era como si…hubiesen establecido un tipo de conexión que le permitía poder escucharlo. El pensamiento lo excitó y lo aterró a la vez, pero cuando Yoochun arqueó sus caderas hacia arriba y se enterró hasta el fondo dentro de su cuerpo, olvidó todo por completo y comenzó a montarlo, estableciendo un ritmo y yendo cada vez más rápido…sólo concentrándose en las sensaciones y en el amor que sentía por él…quemándole con fuerza en el pecho.
“Te amo…” le susurró, extasiado, y lo observó sentarse nuevamente para quedar a su nivel y deslizar sus cálidas manos por su piel, evitando lastimarlo con sus garras. Jaejoong aprovechó la instancia para atrapar su cintura entre sus piernas, provocando que su miembro lo penetrara aún con más fuerza y volviera a golpear aquel punto donde perdía la razón…
“Yo también…eres mío…sólo mío” Yoochun sintió su naturaleza demoníaca batallando dentro de su cuerpo. Su demonio interno había decidido que quería a Jaejoong como pareja y él prácticamente estaba temblando por ello. Sabía…que era lo que tenía que hacer para unirse a él y en cierto modo…ya lo había iniciado, pero…temía las terribles consecuencias que podría acarrear si terminaba de realizarlo…
No pudo seguir pensando, los agudos gemidos de Jaejoong lo hicieron perder toda la racionalidad que le quedaba y comenzó a aumentar el ritmo, jadeando y refugiando su rostro en su cuello mientras continuaba embistiéndolo.
Continuaron así por lo que pareció una eternidad. Jaejoong estaba perdido en el éxtasis, Yoochun…le estaba haciendo el amor y no podía ser más perfecto, jamás quería que acabara. Y cuando finalmente sintió su cuerpo colapsar dentro del suyo, lanzó un agudo grito de placer, sobrepasado por aquel violento espasmo. Fue…tan intenso que su cuerpo se estremeció, siendo invadido por un suave hormigueo e inmediatamente se desplomó sobre el pecho de Yoochun, jadeando y con todo su cuerpo aún temblando…
“E-Eso…f-fue…increíble” murmuró, tratando de regularizar sus jadeos
“¿T-También lo sentiste?” Jaejoong pudo notar que el cuerpo de Yoochun también temblaba y su respiración salía en pesadas bocanadas
“Si” contestó, mirándolo a los ojos y Yoochun le sonrió, estrechándolo con fuerza
“Chunnie, yo…no quiero separarme de ti” le dijo, lanzando un suspiro y descansando su cabeza en su pecho
“Yo tampoco quiero separarme de ti, tú sabes lo mucho que te amo…” susurró y lo sintió aferrarse con más fuerza a su pecho
“¿Qué…es lo que haremos con esto que sentimos?” Jaejoong levantó la cabeza de su pecho para mirarlo, su rostro a sólo centímetros del suyo
“Por ahora, sólo quedarnos así…disfrutando de nuestra última noche. Mañana veremos que hacer, pero que algo te quede claro: yo…no voy a dejar de amarte, aun si te unes a él”
Al escuchar sus palabras, Jaejoong le sonrió y acercó sus labios para darle un suave beso
“Que me una a él no significa que dejare de amarte” le dijo al separarse, mordiendo su labio inferior y Yoochun lo estrechó con fuerza, apegándolo a él
“Lo sé...” su palma comenzó a trazar círculos en su espalda y Jaejoong lanzó un suspiro, relajándose ante el contacto
“Aun así, no me arrepiento de haberme…enamorado de ti” le susurró antes de caer profundamente dormido y Yoochun sintió sus palabras quemándole en el pecho.
Lo amaba con tanta intensidad…y estaba desesperado por evitar que se alejara de él, pero sabía que…su unión con Junsu era inminente y que no podría hacer nada al respecto…
“Te amo más que…a mi propia vida y sólo espero que el vínculo que comenzamos esta noche…nunca muera”
Cuando anocheció, Jaejoong fue el primero en despertar. Lanzando un suspiro y acomodándose mejor en los brazos de Yoochun, quien aún lo estrechaba protectoramente.
Se dio vuelta para quedar sobre él y comenzó a darle suaves besos en el cuello. Yoochun no tardó en suspirar ante sus caricias y abrió sus ojos para mirarlo.
“Buenas noches” Yoochun lo saludó, aún con algo de flojera, e inmediatamente se percató de que sus ojos habían vuelto a su tono original…
“¿Dormiste bien?” le preguntó Jaejoong luego de haberle dado un suave beso
“Mejor que en años” contestó, apretándolo más a su cuerpo
“Chunnie…” susurró, refugiando su rostro en su cuello. “Tengo que dar la clase”
“Si, lo sé” Yoochun lanzó un suspiro. El tiempo…había volado y ahora estaban obligados a enfrentar la realidad.
Jaejoong se incorporó de la cama y se acercó a su closet, vistiéndose en completo silencio ante la mirada expectante de Yoochun. Toda esta…situación lo hacia sentirse mal y realmente no quería dejarlo…pero lamentablemente no tenía otra opción.
“Jae” le dijo y Jaejoong inmediatamente volteó a mirarlo. Yoochun tenía un aspecto completamente apetecible; la sabana apenas cubría su cintura y aún tenía el cabello mojado a causa de su intenso encuentro Jaejoong se estaba debatiendo en ir a dar la clase o quedarse para sentirlo nuevamente…
“¿Si?”
“¿Tú…no sentiste algo distinto, cuando estábamos…?” preguntó y Jaejoong se acercó nuevamente a la cama, sentándose para quedar a su nivel
“Si, sentí como si…” su mano se posicionó alrededor de su nuca, atrayéndolo hacia él. “Fuésemos uno” le susurró y acortó la distancia, capturando sus labios en un beso que no quería que acabara nunca…
Yoochun lo intensificó, persuadiéndolo para que abriera la boca y enredando sus lenguas mientras continuaban besándose.
Jaejoong pudo sentirlo, el deseo volviendo a crecer dentro de él…y se separó abruptamente, jadeando y casi sin aliento.
“Chunnie, tengo que irme” dijo, pero Yoochun nuevamente lo atrajo hacia sí, volviendo a besarlo mientras sentía sus manos colarse bajo su camisa
“Y-Yoochun…” lanzó un suspiro al sentir su boca en su cuello, dándole suaves besos
“No te dejare ir hasta que…tengamos una segunda ronda” mordió su cuello juguetonamente y supo que Jaejoong no podría negarse.
“Supongo…que podría llegar un poco tarde” le susurró, abalanzándose sobre él y volviendo a besarlo con mucha más pasión. Realmente no le importaba llegar tarde a la clase, sólo quería…embriagarse de él y perderse entre sus brazos…
“¡¿Te has comprometido!?” Bianca le preguntó apenas terminaron la clase. Escudriñando con la mirada el anillo de rubí que él llevaba en el dedo anular de la mano izquierda
“Si” contestó Junsu, cabizbajo. “Jaejoong me dio el anillo ayer…dijo que aún no tenía la fecha, pero que era seguro que me uniría a él”
“Y yo que pensé que tú sólo eras otro del montón de sus juguetes y que no te tomaría en serio”
Junsu no le respondió y sólo se encogió de hombros, lanzando un suspiro
“Bueno, pero por una parte es bueno…si te unes a él y lo promueven en la orden, significaría que tú también tendrías voz allí, cosa que podría resultar bastante útil” Bianca le comentó, esbozando una media sonrisa
“¿Cómo que tendría voz allí?” Junsu la cuestionó, desconcertado
“Serás la unión legal de Jaejoong, tu opinión será fundamental en las decisiones que tomen”
“A mi no me interesa nada de eso” resopló. “¿Qué no te das cuenta? Estoy obligado a unirme a él y ni siquiera me gusta… el tipo es un verdadero sádico”
“Junsu” Bianca le susurró, mirándolo con una expresión compasiva. “No sabes lo que daría por ayudarte. Solamente espero que…con el tiempo puedas tomarle algo de cariño, ya que cuando te unas a él estarás atado…para toda la vida”
Junsu escuchó sus palabras en silencio y sintió un nudo en el estomago. No quería unirse a Jaejoong, pero estaba atado de manos. Su vida no podía haberse tornado más negra…
“Pero bueno, cambiando un poco de tema…quiero hacerte una invitación que estoy segura, te hará sentir mejor” Bianca le sonrió. Junsu arqueó una ceja y la miró con algo de curiosidad.
“¿Invitación?”
“Si, pero no te revelare nada, así que sólo dime… ¿vienes o no?” ella le tendió una mano, sonriéndole de oreja a oreja, sus colmillos resplandeciendo a causa de la luz del salón. Junsu vaciló unos segundos, algo inseguro, pero luego decidió que no tenía nada que perder así que tomó su mano y ella lo condujo afuera del salón.
“B-Bianca…tengo que tener alguna excusa para salir” protestó, pero ella lanzó una risita
“Descuida, no creo que se den cuenta de nuestra ausencia”
“¿Cómo puedes estar tan segura?”
“Digamos que…Jaejoong tuvo un problema y llevó a su mayordomo junto con él” Bianca sonrió. Uno de sus amigos le había comunicado que Jaejoong había tenido que hacer una salida fugaz a la metrópolis y Yoochun lo había acompañado.
Más tranquilo y todo, Junsu la siguió en silencio, salieron velozmente de la mansión y se internaron en el bosque. A medida que se iban internando más dentro del corazón del bosque, Junsu advirtió que estaba cada vez más emocionado. Tenía algo latente dentro de su cuerpo, como un impulso. Se estaban adentrando como nunca lo habían hecho antes a las profundidades del bosque y la posibilidad de encontrarse con Yunho lo hacia sentirse ansioso…
Llegaron al lago y bordearon todos sus alrededores. Junsu se percató de una señal de humo proveniente de unos árboles no muy lejos de allí. Bianca lo condujo hasta allá, y cuando llegaron se encontraron con un pequeño grupo de gente.
Había una fogata y carne cruda colgada a las brasas; toda la gente estaba sentada alrededor del fuego. Junsu pudo reconocer algunos vampiros de la clase, y abrió sus ojos de par en par cuando reconoció que había gente que…tenía la misma extraña marca que Yunho llevaba tatuada en el hombro, y algunos hasta poseían otros diseños marcados en sus hombros. Inmediatamente cogió a Bianca de su túnica y la jaló hacia un lado.
“Bianca…esas personas son-“
“Hombres y mujeres lobo. ¿Sorprendido?” ella sonrió, pero Junsu sólo la observó…perplejo.
“Yo pensaba que los hombres lobo nos odiaban…” murmuró, mirando de reojo a los licántropos que, para su propia sorpresa, charlaban entre todos alegremente
“Junsu, no todos piensan igual que los líderes arcaicos. De hecho, hay muchos que están en contra de la guerra y piensan que es absurdo pelear por territorio. Nosotros organizamos reuniones para fomentar un poco la paz, claro que son un secreto… ¿Te imaginas lo que diría Jaejoong o alguno de los líderes de las comunidades de hombres lobo si supieran de esto? Nos mandarían a todos a la hoguera”
Junsu asintió. Aún estaba completamente perplejo con estas furtivas reuniones, pero tenía que admitir que la iniciativa era bastante buena.
“¡Bianca!” Ji Hae le hizo una seña con la mano. Junsu no había advertido su presencia y mientras se acercaban a su lado aprovechó para mirar a todos los presentes. Al parecer no había señal de Yunho…pero de todas formas era improbable que viniera. Según Bianca, él nunca se presentaba a las reuniones que tenían.
Luego de saludar a todos los presentes, Junsu se sentó junto a Bianca y Ji Hae. Para su sorpresa le sirvieron sangre de oso, que era el animal que habían matado para los licántropos presentes. Ellas conversaron bastante entretenidas pero Junsu sólo se mantuvo en silencio, estaba completamente fascinado ante el panorama que tenía ante sus ojos. Vampiros y hombres lobo charlaban, reían y bromeaban…tal como si hubiesen vuelto a ser simples mortales.
Toda esta situación le parecía de lo más agradable, y estaba sumido en sus pensamientos cuando escuchó una voz detrás de él.
“Yo tampoco sé que decir en estas reuniones” Junsu pegó un salto al escuchar la voz de Yunho y volteó a mirarlo, completamente pasmado…
Cómo me haces esto??? Siempre me dejas con la intriga ><
ResponderEliminarOk... Antes que todo estoy triste por el presente del ChunJae~ Se aman tanto y no pueden estar juntos... y Junsu que será forzado a estar con Jae.. Malditas normas ¬¬
Yunho por favor, secuestra a Junsu y liberalo de su cruel destino ;__;
*llora amargada*
Amo este fic :D
Uwaaa muero T_T! esperé demasiado por tu cap y ñee que atroz lo de Jae y Chun ;O; tanto amor y condenados a estar separados T___T pero algo me dice que van a luchar yo lo sé :B
ResponderEliminarodio cuando nos dejas en suspenso xD! apareció Yunnie en gloria y majestad! espero que rapte a Junsu o algo por el estilo! x3 ya muero por el proximo cap @_@!!
Oh! my god!!!!
ResponderEliminarEstuvo genial el capo ≧^◡^≦ a mi en lo especial me encanto kekekeke pero cielos Junsu ya confiesale a Yunnie lo que sientes que no es adivino kekeke ≧^◡^≦ bueno pero ya quiero prox. capo xD *corre por su silla para esperar * please continualo
estubo excelente valio la pena la espera ≧^◡^≦
Diantres por que siempre nos dejas con el momento amargo?
ResponderEliminarTu ff me deja intrigada y ya quiero ver hosu hosu hosu!!!!!
Pero por otra parte, si esta muy triste el destino del YooJae :'(
haaa nooo!! obre junsu, ojala no deban hacer eso...si junsu y jae fueran mas sinceros, se darian cuenta que no es necesario lo que van a hacer TT^TT
ResponderEliminarpero bueno, hosu!!!