- ¿Chang…Min?-
Jaejoong lo miraba aturdido. Changmin ya lo había previsto. Y en todo caso ¿Qué hombre en su sano juicio no se aturde después de ser besado por otro hombre sorpresivamente? Buena pregunta.
A pesar de lo raro que pudiese sonar, al castaño le costaba mirar a su hyung a la cara. Y no porque tuviese vergüenza. Al contrario, estaba seguro de lo que había hecho, y jamás se iba a arrepentir. El sólo recordar los suaves que eran los labios rosados del rubio, lo hacían estremecerse. Pero, no podía mirarlo. Y es que si lo hacía, no iba poder aguantarse las ganas de lanzarse sobre el y comérselo a besos. Jaejoong se veía delicioso . Sus ojos grandes, aún algo hinchados, brillaban iluminando su blanco y peritos rostro. Sus mejillas seguían tan, o quizás más, rosadas como sus labios, que ahora estaban entreabiertos….Provocándolo…
- Heh, Hyung – Lo llamó, sacando al rubio de las nubes, y de paso ahuyentando todos lo impuros pensamientos que involucraban al joven frente a el - ¿No te importa que yo sea gay? – Citó el más alto, con una picara sonrisa en sus labios.
- Minnie, ¿tu eres…?- Intentó preguntar Jaejoong, mientras miraba aún algo confundido a su pequeño compañero.
- Si…- Confesó abiertamente el castaño.
- Pero… No tenías que… ¿Por qué me besaste?- El rubio estaba confundido. Aún no terminaba de procesar todo lo sucedido. Demasiadas emociones fuertes para el en un solo día.
- Jaejoong….- Pronunció con voz profunda el menor.
Su corazón latía tan fuerte que casi sentía que se salía de su pecho. Era ahora o nunca. No sabía si su hyung le correspondía, pero si sabía una cosa. Lo amaba, y estaba dispuesto a confesarlo.
- Te amo –
Nada más dicho, tomó delicadamente la cara de Jaejoong, y lo acercó lo suficiente como para juntar sus labios nuevamente en un tierno beso lleno de sentimientos. Al principio se asustó ya que el mayor no movió ni un músculo.
<< ¿No...me corresponde?>>
La inseguridad tomaba el protagonismo en sus pensamientos, hasta sintió dos frías manos posarse sobre su pecho, y luego unos finos dientes mordiendo su labio inferior.
- Min…- Suspiró Jaejoong rompiendo el beso- Yo también…Te amo…-
- Hyung…- Sonrió, atrapando su pequeña cintura en un abrazo- No sabes lo mucho que deseaba oír eso.
- ¿En… serio? – Preguntó un tanto sorprendido.
- Desde el momento en que te vi – Respondió tiernamente.- Y desde que me robaste mi primer beso…No he podido dejar de pensar en…pues…besar—
Iba a seguir, pero fue cortado por un repentino beso por parte del mayor, quien no podía esconder toda la felicidad que ahora sentía.
- Jae…- Suspiró Max, separándose un poco del rubio, al que aún mantenía abrazado.- ¿Te sientes mejor? – Preguntó tiernamente.
- Contigo, como no sentirme bien – Sonrió, sus ojos ya no despedían lágrimas, pero si brillaban como cristales.-
- ¿Neh, hyung, me estás tratando de provocar?- Preguntó pícaramente, mientras Jaejoong se mordía el labio inferior juguetonamente.
- No lo sé, ¿Tú que opinas?- Rió
- Opino, que tú te lo buscaste.- Y dicho esto, el menor juntó nuevamente sus labios con los rosados labios del rubio, pero esta vez, de forma más pasional, y sin previo aviso, los lamió degustando aquel nuevo sabor que ya lo estaba volviendo loco.
- Ah…- Soltó un leve gemido.
- Mmm – Pronunció el castaño – Frutilla.
Siempre pensó que la frutilla era la fruta de su Hyung, y ahora acaba de compreobarlo. Pero no bastaba sólo con el contacto entre sus labios, quería más. El castaño mordió el suave labio inferior del rubio buscando un contacto más íntimo, el cual capto enseguida, y acompañado por un leve gemido abrió la boca, dejando a Changmin introducir su lengua en la húmeda cavidad.
Las manos de Changmin ahora no sostenían la cintura del mayor, si no que vagaban por la espalda blanca de este, buscando juntar aún más los cuerpos. Jaejoong por su parte, buscó con sus brazos rodear el cuello del castaño, para poder así profundizar el apasionado beso.
-Ngh- Se quejó Changmin al sentir el peso de un brazo de su amado sobre la quemadura en su cuello, de la cual se había olvidado por completo.
- Min, yo…Lo siento – Respondió entrecortadamente, cortando el beso y separándose del joven-
- No es nada – Lo trató de tranquilizar, a pesar de que si le ardía bastante la bendita quemadura.
<<Vaya momento para empezar a molestar>> Se quejó para su adentros.
- Mírate aún está roja – Dijo Jaejoong, tocando la herida con sus finos y blancos dedos.
- Tsk.- reprimió un quejido el menor.
- No te muevas.- Le pidió el rubio
Lentamente acercó su rostro al lugar de la quemadura, provocando escalofríos recorrer la espalda del menor al sentir el contacto de la aún agitada respiración de su hyung contra su piel. Y fue aún más placentero el sentir como Jaejoong lentamente daba suaves y cortos besos a la zona afectada.
- Debe de dolerte mucho ¿No? – Pronunció el rubio.
- Jae-ah…-Alcanzó a decir Changmin antes de soltar un fuerte gemido.
- ¿Te agrada?- Preguntó sensualmente Jaejoong, quien ahora lamía la quemadura que tenía el pequeño.
- Mmg, hyung…- El castaño estaba perdiendo ya el poco control que le quedaba sobre si mismo.
Nuevamente se dispuso a tomar el control, tomando al mayor por su -ya tan familiar para el – cintura y luego recostándolo en el la cama. Besó nuevamente a Jaejoong con deseo, sus lenguas un en la boca del otro, saboreando todo a su paso. Sus manos cobrando vida propia, empezando por acariciar sus rosadas mejillas, para bajar por su blanco y apetitoso cuellos, causando escalofríos al rubio que sólo podía intentar reprimir los gemidos de placer que pedían a gritos salir de su boca. No pasó mucho para que Changmin y sus hábiles manos llegaran a la camisa del joven, la cual comenzó a desabrochar lentamente, botón por botón. Para cuando ya estuvo completamente al descubierto el blanco y trabajado pecho de Jaejoong, la boca del castaño se encontraba dando cortos y húmedos besos al cuello del mayor.
-Esto…- Dijo en un suspiro el pequeño, mientras seguía bajando, hasta llegar casi al hombro del rubio.- Es un “chupón”.
- Ah…- Gimió al sentir como su amante dejaba un gran marca roja sobre su piel.-Min…- Lo llamaba, cerrando sus ojos para poder disfrutar mejor del intimo contacto que estaban teniendo en esos momentos.-
-Eres mío – Le aclaró Changmin.- De nadie más.
- Si…- Gimió por millonésima, esta ves debido a que los traviesos dedos de Min jugaban con sus erectos pezones.- Soy tuyo…- Respondió entrecortadamente.
Ahora no sólo eran sus dedos, si no también su lengua se deleitaba jugando en el pecho del mayor, que sólo podía gemir y suspirar como loco. Cada sonido que salía de la boca de Jaejoong, haciendo resonar por toda la habitación su voz angelical, encendía más el deseo que estaba quemando por dentro a Changmin, despertaba esas enormes ganas de tenerlo más y más cerca, de explorarlo por completo, de poseerlo a el, a Kim Jaejoong por completo.
- Changmin-ah…- Pronunció el rubio. – Ahora…Es mi turno…-
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o_o.....owo....>////<
ResponderEliminarO que genial en que terminara todo esto...
ResponderEliminarque sexy MAX !!! Hero que le hara al pobre de Max..