KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Underground cap 6

No te hagas de rogar.

A paso tambaleado llegó a su departamento. Se sacó la corbata y se desabotonó la camisa. Finalmente se dejó caer sobre el sillón que estaba a un lado de la puerta.

Gracias a Dios, que el soju, no te causa esos dolores de cabeza, que al otro día te lamentas.

Trató de cerrar los ojos, pero no podía. La situación lo estaba matando. Se paró y encendió la hervidora.

¿Desde cuándo es juguete de alguien?

Ahora lo toman como un pago… genial. Ojalá nunca se le hubiera dado por haber ido en subterráneo. Ojalá nunca lo hubiera conocido. Pero, de una forma u otra, le encantó tanto que quisiera protegerlo de esa forma… ¡No! ¡No! ¡Y no! No se iba a permitir enamorarse de ese tipejo. Recién lo había conocido hace unos días, ¿qué tipo de persona lúcida haría algo así? Él no, por favor.

- Veamos… de tilo o de frutilla… frutilla… el sabor de sus labios… ¡No! ¡Basta! Me voy a terminar volviendo loco… maldito doctor… - sacó un saquito de té de tilo, mientras asomaba su rostro sobre el vapor que emanaba de la taza.

Timbre. Gritó preguntando quien podría ser a estas horas. No respondieron.
Embebió el saquito en la taza, la tomó de la manija y fue hacia la puerta, esta vez con el paso más enderezado, el té le hacía bien.

Abrió la puerta y una especie de ser cayó sobre sus pies, creía que era un cadáver, por lo menos lo aparentaba. No tardó poco en darse cuenta que era Jaejoong. Y seguía molestando.

- ¡¿Qué haces acá?! Mejor dicho, ¡¿Cómo carajo llegaste acá?!

- Mi amor… vine a visitarte… - apoyaba las manos en el suelo para intentar levantarse.

- ¡Que mi amor ni que amor! ¡Rajá desubicado! – le pegó una patada en la cara

- P-perdóname…


¿Escuchó bien? Ese ser, enfrente de él ¿se estaba disculpando? Se sentía poderoso.

- No soy juguete de nadie. ¡Ándate! – qué bien se sentía ser el malo.

- Por favor… traserito de pato… - se paró aferrándose del umbral.

- ¿Querés que llame a la policía? ¡To-ma-te-el-pa-lo!

Jaejoong se acercó a él con un paso tambaleante y lo tomó de la cintura, se acercó lo suficiente como para sentir su aliento, el poco aliento embebido en alcohol que le quedaba, y como le volvía loco aquello… Lo apresó más aun contra él y le robó un beso, aunque aún solo podía mantenerse de pie.

Junsu lo soltó. No, no iba a ser tan rápido.

- Solamente me buscas para tener sexo. Ándate a un burdel, a un simple burdel.

Levantó su mano para cachetear la mejilla del doctor. A ver si reaccionaba como quería.

- ¿Pensás pegarme?... ¿para luego qué? ¿para luego que, Junsu?...

- No sé.

- Dale pégame.

No pudo. Algo lo detenía, algo detenía sus músculos por más que su mente se lo ordenaba.

- Sabía que no podrías… deja de resistirte… - lo tomó de la cintura y besó su cuello.

- Basta…

Por un momento dejó de quejarse, creería que estaba inducido por el alcohol. Sí, era el alcohol sin dudas.

Jaejoong pateó la puerta desde atrás. Sería una noche larga.

Terminó de desabrochar la camisa de Junsu, mientras lo besaba contra la pared, impidiendo que pudiera escapar. No había un espacio de piel en su pecho que no hubiera acariciado el doctor. Pronto, su miembro empezó a cobrar vida, y el otro no tardo en darse cuenta. Los roles cambiaron de vuelta.

- Poder… Junsu… - lo miró a los ojos – es hacer creer que el otro es el protagonista.

Y lo volvió su total esclavo.
Volvió a besar sus labios, esta vez más descaradamente, pero de forma dulce aún. Prestaba más atención a su labio inferior, ordenándole que deje pasar su lengua. No tardó en obedecer, lo tenía en sus manos. Torpemente le sacó la bata y su camisa a la par, y tomó a Jaejoong del cuello, y lo dejó que hiciera lo que quiera, él tenía el control.
Lo empujó sobre el sillón despacio, tratando de que sus labios no se despegaran, poco a poco fue bajando su cremallera, bajando solo un poco su pantalón, lo suficiente como para observar el estado de su miembro. Comenzó a masajearlo despacio, sabía que eso lo desesperaba. Junsu soltaba solo sus labios para gemir sutilmente, o para respirar; pero ahora, tan solo hizo su rostro a un costado, y se zafó para levantarse del sillón.

- ¿Ahora te dejó de gustar, o qué?...

- …
Calló unos segundos, se sacó el pantalón por completo. Y se dirigió al pasillo. Tenía de vuelta el control.
Ahora a donde carajo cree que va.
Eso lo desquició, nunca ningún ser humano en la tierra lo menospreció. Se levantó del sofá tambaleándose hacia él, se acercó a él, abrazándolo por la espalda.

- ¿Quieres fugarte, mi esclavo?...

Junsu se dio vuelta y besó su cuello, infiltrando también sus manos bajo sus bóxers. Esa carne le apetecía en este mismo instante, lo rodeó con sus dedos, masajeándolo poco a poco, mientras Jaejoong soltaba gemidos ahogados.
Veamos cómo reacciona.
Aunque unos segundos, le pareció desubicado, lo hizo igual.
Se dio la media vuelta mirando en dirección a la habitación, y sin soltar el miembro de Jaejoong, lo jaló hacia allí.

- ¡¿Qué carajo?! ¡Ahora te da de masoquista! – reclamaba.

Esa parte de Junsu no la conocía. Está bien, no lo había visto más de cinco veces… ¿pero acaso no era él su primer hombre?... Muchas cosas no le quedaban claras, pero estaba demasiado borracho como para seguir pensando en eso. Mientras más cerca de Junsu estaba menos era el sufrimiento.
Lo tiró sobre el colchón, había lavado las sábanas, solo estaban las almohadas.
Antes de que Junsu lo acechara se escurrió hacia un costado, dejándolo boca abajo. Solo él tenía el poder.
Comenzó a besar su espalda, y con sus manos comenzó a retirarle los bóxers, cuando terminó, se sacó los suyos también junto con los pantalones, para hacerle compañía al resto de la ropa en el suelo.
Comenzó a besar su cuello, bajando por su espalda. Despegó apenas sus labios. Apretujó el trasera apenas un poco con su mano, al ver que no reaccionaba decidió ser más violento, lo cacheteó. Ahora sí, Junsu exclamó un poco. Volvió a besar su cuello y nuca, mientras con una mano acariciaba su cintura, y los dedos de su otra mano estaban en la boca de Junsu. Una vez que sus dedos estuvieron bien lubricados, bajo su mano lentamente hacia su entrada, no quería dañarlo por nada del mundo. Quería prepararlo. Junsu ahogaba sus sollozos con gemidos que le ocasionaban el roce de Jaejoong en su espalda.
Estaba listo. Lentamente bajó un poco, para introducirse adentro de él, que tomó la primera almohada para apretarla fuerte.

- J-Jaejoong…

Empezó a darle ritmo a sus embestidas poco a poco, pero de forma pausada, quería disfrutar su interior. Empezó a quejarse un poco… reclamaba.

- Más rápido… p-por favor…

- Aún no… - besó sus labios tiernamente.
Lo levantó un poco para filtrar su mano entre las caderas de Junsu y el colchón, llegando a su miembro palpitante, empezó a masajearlo rápidamente.

- N-no… quiero que… te acabes en mi primero… arg… Jaejoong…

No dudó ni un poco, pero no lo soltó, y lo besaba en los labios apasionadamente.
Comenzó a embestir más rápido, tomando fuerzas apoyándose con una mano sobre el colchón, los gemidos de Junsu lo tenían loco. Gimió una vez más sobre los labios de él y acabó sobre Junsu, pero aún no… faltaba él. Lo dio vuelta tiernamente mientras lo besaba y bajaba hasta su entrepierna, tomó su miembro entre sus manos y empezó a lamer un poco, introduciéndolo poco a poco a su boca. Junsu cerraba con fuerza sus ojos, mientras sus mejillas se ruborizaban aún más, y sus labios suspiraban el nombre de su amante. Lanzó un grito al cielo, mientras acababa en la boca de Jaejoong.

- Yo…

- Sh… - subió hacia sus labios, esta vez besándolo tiernamente, como en las películas, mejor que las películas.

Junsu enlazó sus brazos alrededor de la cintura del pelinegro y apoyó su mejilla sobre su pecho, escuchando sus latidos acelerados.



11:00 AM
Unos rayos de luz se posaron sobre los ojos de Junsu, se despertó. Observo a los costados, no estaba. Pero olfateó el olor de unas tostadas francesas desde la cocina. Se sintió totalmente atraído hacia allá. ¿Podía ser, que un hombre, que lo había utilizado como un objeto sexual, ahora, le cocinaba?
Jaejoong notó su presencia y se dio vuelta a mirarlo, sonriéndole.

- Dormiste bastante…

- Si…

- ¿Café o té de frutilla?

- … té.
Observó como cuidadosamente le preparaba el desayuno.
Una alarma saltaba desde su celular a su lado en el desayunador. Leyó rápidamente.

- ¡Me olvide!
Salió corriendo por la puerta.

- ¡Junsu! ¡Estas desnudo! ¡Vení para acá!


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