Tu sonrisa perfumada por el vino.
-¿Quieres que yo haga…? ¿Qué?
Siwon se apoyó en la silla y dibujo una sonrisa en su rostro, estaba indignado.
-Escucha se que suena mal. Pero tampoco es como si quisiera que lo enamoraras o algo por estilo, lo único que quiero es que lo entretengas, que lo mantengas lo suficientemente ocupado como para que él no entretenga a YunHo. Si YunHo no tiene con quien entretenerse solo me tiene a mí, solo podría pensar en mí y se terminara enamorando de mí con más rapidez que esperando a que simplemente suceda.
-¿Para que quieres que eso pase?
Siwon no entendía y estaba hasta cierto punto intrigado.
-Por que no quiero alargar esto más allá de unas cuantas semanas, entre más rápido YunHo se enamore de mi, más rápido le devuelvo la humillación de haberme rechazado- JaeJoong sonrió gustoso mientras bebía un poco del contenido de su copa, y Siwon masajeó su sien.
-En todo caso… ¿Por qué aseguras que si o si terminara enamorándose de ti?
-Por que siempre es así.
Siwon dudo en corregir o no a su primo. Jae siempre había obtenido lo que quería, y quizá chocarse contra el suelo no le vendría mal, tal vez de una buena vez por todas y aprendería una lección de vida que lo volviera menos… él. Y en todo caso al mismo tiempo temía por el tal YunHo y por que las predicciones de Jae se volvieran realidad.
Por que de esa forma, entonces Jung YunHo solo sería uno más de los caprichos de Kim JaeJoong. Y entonces no habría lección que aprender, no habría un mejor Jae y las cosas seguirían igual.
-Jae… Sabes a la perfección que no me gustan ese tipo de cosas.
-¡Siwon! Que no te estoy pidiendo que lo seduzcas o lo enamores, conviértete en su amigo, dale trabajo. Mételo a la cárcel lo que sea, con tal de que no me continúe fastidiando.
-Si Jung YunHo está destinado a enamorarse de ti, sencillamente no habrá interposiciones, él lo hará y punto.
-¿Destino? ¡Me tienen harto con lo del destino!
-Me estas pidiendo un favor, Jae. Que no se te olvide- Siwon notó en la voz de su primo que empezaba a perder la paciencia.
-¿Vas a ayudarme o no?
-¿Quién es?
-Kim HeeChul.
El rostro de Siwon perdió expresión alguna y con un suspiro se levantó de la mesa.
-Olvídalo, si es él, no puedo. Y ahora si me disculpas me tengo que ir.
-¿Qué? ¡Siwon!
-Jae, si va a terminar enamorándose de ti como lo predices, entonces no deberías esforzarte tanto.
Y aquellas palabras le cayeron como un balde de agua fría. Siwon tenía razón, Jae en toda su vida había aplicado la ley del mínimo esfuerzo, por que al final siempre le daban lo que quería, por primera vez se estaba esforzando en algo que quería, para fines no muy buenos, pero estaba pensándolo demasiado. El problema aquí era…
…¿Por qué se estaba esforzando tanto?
+-+-+
Ese día ChangMin decidió faltar a sus clases de Administración.
Se colocó un Jean, una camisa Polo, y una gorra. Le pidió al chofer que lo dejara en la entrada de aquel restaurante elegante y bastó. Shim ChangMin entonces se encontraba con los brazos cruzados, arrimado en el poste de luz, no quería entrar al restaurante, principalmente por que dentro había demasiada gente que lo saludaría.
…Únicamente por ser el heredero de la familia Shim.
Visualizó su reloj y comprobó que eran exactamente las tres de la tarde.
Acostumbrado a que por lo general la gente fuera impuntual, suspiró, de seguro tendría que esperar al tal YunHo unos cuantos minutos. ¿Por qué nadie podía simplemente ser puntual y ya? Eso, en definitiva era imposible de pedir a la gente común y corriente.
Un Mercedes se detuvo justo frente al Restaurante y ChangMin observó con cuidado aprovechando la distancia, como un hombre de cabello negro y gafas oscuras bajaba de él, lo sofisticado de su vestimenta, la elegancia al caminar y por supuesto la tranquilidad que destilaba mientras se acercaba a la entrada.
El sujeto se quito las gafas y ChangMin abrió los ojos sorprendido cuando casi por instinto el hombre del Mercedes lo ubicó, detuvo su paso e inclinó la cabeza.
-¿Shim?
-¿Jung?
+-+-+-+
-¿Te has planteado en algún momento escribir algo más que canciones?
YooChun se quitó los lentes y miró al editor frente a sus ojos.
-¿A que te refieres?
-Tienes buen uso de las palabras. Podrías intentar con un poco de narración. No creo que te fuera mal.
-No es mi campo.
-Pero podría serlo. Piénsalo.
YooChun observó al hombre levantarse de su asiento y pasó una mano por su cabello mientras observaba el paisaje a través de la ventana. Si había algo que le gustaba de aquella oficia era el hermoso y gran ventanal que el editor tenía.
La foto del hombre que hace un rato había salido por unas cuantas hojas, llamó su atención, su jefe aparecía junto a una hermosa mujer de cabello negro, la mujer besaba la mejilla del hombre y este lucía una brillante sonrisa. El amor encerrado en veinte centímetros de altura y quince de ancho.
…Amor.
La palabra más poderosa, destructiva, gastada, absorbente e ideal de todas… Y lo peor de todo es que a pesar de reunir el poder negativo en mayor cantidad que algo productivo. El amor era algo que todos buscaban.
YooChun por un momento pensó en si quería encontrar el amor.
¿Sería bueno encontrar el amor?
Después de todo el amor les da el poder a otros para destruirte.
-YooChun quería enseñarte algo…- Lee volvió inesperadamente, logrando que YooChun irguiera su cuerpo debido al miedo de que sus pensamientos pudieran ser descubiertos, Lee buscó por un momento dentro de los cajones de su escritorio y cuando por fin hubo encontrado lo que buscaba soltó un largo suspiro -¿Qué te parece?
Frente a los ojos de Park, sobre el escritorio. Había una pequeña cajita conteniendo un hermoso anillo de brillantes. Un anillo de compromiso.
-Muy bonito, pero lo siento Hyung. No tengo entre mis planes casarme por ahora.
Lee sonrió divertido y observó con gracia como YooChun analizaba el anillo.
-Pienso proponerle matrimonio hoy a mi novia ¿Crees que acepte?
-Ella es una buena mujer y te quiere mucho, Hyung. Estoy seguro que serán muy felices.
La sonrisa de Lee se amplió y YooChun sintió incluso aquella felicidad en sus venas, le entregó el anillo al mayor y él volvió a guardarlo con cuidado en la caja, YooChun observó por un momento a su Hyung, sus expresiones y la felicidad latente en cada uno de sus gestos.
-¿En verdad estas enamorado, Hyung?
-Por supuesto que si.
YooChun se sorprendió, Lee ni siquiera dudo en responder.
-¿Cómo se siente?
-¿El que?
-¿Cómo se siente estar enamorado?
Lee tuvo incluso ganas de abrazar a Park YooChun en ese momento, se veía realmente adorable y Lee se sintió como un padre primerizo frente al menor. YooChun jugaba con los papeles sobre su escritorio, inseguro de mirarlo a los ojos y con una pregunta tan personal en los labios.
-Es… Simplemente maravilloso. El saber que eres querido y quieres también, es experimentar un mundo donde nadie más puede entrar. Es algo que debes cuidar y valorar. ¿Sabes como descubrí que estaba enamorado?
YooChun entonces levantó la mirada. Lee solo se arrimó en su silla y dio un par de vueltas dejándose envolver por los recuerdos.
-Fue una tarde en su departamento, teníamos dos meses saliendo, estábamos con unos amigos jugando póker. Ese día un amigo contó un chiste muy malo y todos reímos estúpidamente por lo agrio que fue, repentinamente la vi, ella reía abiertamente junto a una de sus amigas y fue como si el mundo se detuviera, todo se movió más lento y el resto desapareció.
Lee notó la total atención de YooChun y sonrió.
-¿Sabes que pensé?- YooChun negó levemente –Pensé en que ese momento era ideal, que me gustaba esa felicidad, esa alegría, que me sentía tan agradecido por todo lo que he conseguido hasta el día de hoy, que quisiera que durara por mucho tiempo. Valore tanto a mis amigos en ese momento, que los observe uno a uno, sus sonrisas, su felicidad. Tuve incluso ganas de llorar por que esa felicidad de apenas minuto y medio es un recuerdo que guardaría por el resto de mis días.
YooChun volvió a jugar con los papeles sobre el escritorio.
-Si, la vida es todo menos alegría en la mayoría del tiempo, pero son esos cortos minutos tan efímeros. Que me hizo pensar que era más feliz bebiendo soda, jugando cartas, rodeado de amigos. Que cuando cenábamos en un restaurante elegante, poca comida y vigilando constantemente comer adecuadamente, libre era más feliz. Y si ella estaba presente mi felicidad era completa entonces.
-Hyung…- YooChun sonrió, mirando directamente a los ojos al mayor –El que debería escribir un libro eres tu- Lee rió abiertamente y Park tan solo decidió ampliar su sonrisa complacido con lo acababa de escuchar.
-YooChun… No tengas miedo de enamorarte, si el amor viene a ti, no huyas de él. ¿De acuerdo?
-De acuerdo, Hyung.
Lo peor de todo era, que YooChun no tenía planeado faltar a esa promesa.
…Y eso lo asustaba.
+-+-+-+-+
-JunSu, alégrate.
Mir observó al mayor jugar con sus llaves mientras suspiraba. Tenía grabado en la mente la imagen de aquel muchacho que acompañaba a YunHo, no le gustaba, era como una mala espina en su pecho que le indicaba que aquel brillo extraño en los ojos de Jung era producto de la presencia del tal YooChun que YunHo le hubiera presentado.
-Mir… No tengo ganas de alegrarme.
-¿Ni siquiera por que el domingo comenzamos con la filmación del anuncio?
-Mucho menos.
-¿Ni por que es fuera de la ciudad y el príncipe Jung vendrá con nosotros?
-¡¿YunHo vendrá?!
Mir sonrió al notar la efusividad en JunSu, lo observó detenidamente y espero que de verdad el tal YunHo fuera el indicado, JunSu hace mucho tiempo que no se interesaba tanto en alguien. Y sería tan bueno verlo realmente feliz.
-Por supuesto que vendrá, es el encargado de la campaña publicitaria. Tiene que vigilar que todo salga perfecto.
-¡Si!
Mir levantó una ceja y JunSu se sonrojó inmediatamente al notar como su puño cerrado se había levantado y sus pensamientos habían sido exteriorizados, carraspeó un poco y fingió leer una revista. Se había visto tan ridículo.
Notó el flash frente suyo y al ver a Mir escribiendo algo en su celular, arrugó el entrecejo.
-¿Que haces?
-Kim JunSu sonrojado. Créeme que tus fan se volverán locas con esa imagen.
-¡Mir, no la publiques!
-Solo quiero impulsar tu carrera, Hyung. Para algo soy tu manager.
-¡Mir, te lo prohíbo!
-Eso o… El amor platónico de Kim JunSu, adivinen quien es, comienza con Y…
-¡Mir!
-Tú decides…
JunSu desvió la mirada avergonzado.
-Publica la foto.
Mir sonrió y presiono ‘Subir’ desde su celular. Definitivamente este era un buen día.
+-+-+-+-+
-Vaya no te veía desde aquella reunión en la casa de tus padres cuando aún ibas al instituto, has crecido mucho, ChangMin.
YunHo instintivamente sacudió los cabellos del menor y este arrugó el entrecejo.
-Hyung, que no tenemos confianza- YunHo suspiró. ChangMin siempre había sido así de reacio –Además no ha sido tanto tiempo por que apenas nos diferencian dos años.
-Si, dos años en los que yo ya me gradué y trabajo, mientras tú sigues estudiando.
YunHo sonrió complacido, ChangMin decidió ignorarlo bebiendo un poco de jugo.
No había una confianza especial, simples conocidos a través de las fiestas de sociedad que sus familias ofrecían y a las cuales se veían obligados a asistir. Mientras YunHo era amable, considerado y sociable, con una sonrisa en su rostro. ChangMin era serio, indiferente y demasiado ajeno a los demás.
…El agua y el aceite.
-Es increíble como en este momento tú pareces el mayor- YunHo decidió comentarlo casualmente mientras comía un poco de su hamburguesa, había sido decisión de ChangMin, no quería entrar al lujoso restaurante, prefería tan solo ir a comer algo de comida rápida. Y YunHo confundido todavía con la presencia del menor ahí, solo había aceptado.
-Es normal, soy un poco más serio que tu.
-Exacto, se supone que eres tu el menor y sin embargo tu actitud es la de alguien de mi edad, y sino me equivoco creo que hasta te has vuelto un par de centímetros más alto que yo.
ChangMin suspiró.
-Te seré muy directo YunHo, necesitaba de la persona con la que me iba a encontrar pedir su ayuda, pero no tenía entre mis planes que fueras tú la persona con la que me iba a encontrar, así que me temo que tengo que irme.
Extrañamente YunHo notó en aquella mirada un deje de tristeza que se le hizo imposible ignorar.
-Espera.
-¿Qué sucede?
-Quizá a tus ojos no pueda ayudarte, pero tal vez si me cuentas un poco puede que te sirva aunque sea de apoyo.
-Tú y yo no somos amigos, YunHo. Yo no tengo amigos y ese es mi problema.
Por alguna razón, justo en ese momento a YunHo se le comprimió el corazón.
-Min…- El mayor se levantó, tomando a ChangMin por el brazo y conduciéndolo a que se volviera a sentar una vez más, indiferente a lo que YunHo pensaba, ChangMin solo se dejo guiar –Déjame ayudarte, por favor.
-¿Por qué quieres hacerlo?
-Por que la primera vez que te conocí fue cuando yo tenía nueve años y tu siete. En ese entonces pensé ‘Ese niño es muy agradable, quiero ser su amigo’ Pero tu desde ese entonces eras tan distante y con el pasar de los años las cosas no han cambiado… Siempre has sido muy solitario, pero nunca pude hacer nada por ayudarte.
-No tenías por que hacerlo- ChangMin clavó la mirada en la servilleta sobre la mesa –No tenemos ningún tipo de conexión especial, somos solo tu y yo, en las mejores familias y punto, relacionados por que nos tocó. Tienes un deseo infantil de ser siempre un chico bueno y eso tampoco ha cambiado en ti, YunHo.
-ChangMin…
-No tengo amigos ¿Sabes por que? Por que desde muy pequeño me di cuenta que todos, siempre buscan algo. Claro, cuando era un niño, era simple timidez, pero apenas fui siendo consiente los hechos me demostraron que las personas son interesadas, te usan cuando les eres útil y luego ya no hay amistad.
-Pero hay excepciones ¿Verdad?
ChangMin levantó la mirada sorprendido.
-Si, las hay.
-Yo… Opino igual que tu, ChangMin. Pero no todas las personas de nuestro ambiente son así, en todas partes hay excepciones. Es por eso que quizá y también me gusta pasar más tiempo en otras partes que solo lleno de lujos.
-¿Tu… Crees?- ChangMin dudó -¿Qué nosotros pudiéramos haber sido amigos?
-Si no me hubieras ignorado por completo aquella mañana cuando te dije ‘Hola’. Definitivamente si.
-Si no hubiera sido tan tonto. Mi Nana sería tan feliz…
YunHo se llenó de curiosidad… Había un algo, que era un todo para Shim ChangMin.
-Entonces… ¿Me vas a dejar ayudarte?
-…No.
-Pero…
-He dicho que no.
YunHo se levantó de su asiento con una mirada firme, agarrando por el brazo al menor y empezando a sacarlo del pequeño puesto casi a rastras.
-¡¿Qué haces?!
-Haciendo lo mejor para ti.
Min sentía el agarre en su brazo con demasiada fuerza, a pesar de todo sabía que podía liberarse, sin embargo el aturdimiento intempestivo era más fuerte, solo podía ver la espalda de Jung enfrente suyo y notar apenas como esa fuerte mano se cerraba alrededor de su brazo.
-Una vez rechazaste mi amistad y acabas de reprocharte por eso. Así que no dejaré que vuelvas a cometer el mismo error dos veces. No vas a dejarme de lado en tu vida otra vez, Shim ChangMin.
+-+-+-+
Siwon se sentó en aquel parque esa tarde y suspiró.
¿Por qué su primo tenía que ser tan inoportuno todo el tiempo?
Jugo con la cámara fotográfica en sus manos durante un buen tiempo, vio a los niños jugar de un lado a otro, ir tras un balón, volar una cometa. Si había algo que Siwon extrañaba de su infancia era el poder desplazarse por la vida sin preocupaciones, ni tristes recuerdos.
Levantó la cámara y fotografió a una muchacha de unos quince años que permanecía sentada bajó un árbol mientras leía un libro y comía helado al mismo tiempo, sus fotos siempre eran un impulso. El arte es belleza que se expresa en lo más sencillo, él lo entendía, lo mejor de la vida estaba en las cosas pequeñas. Y le gustaría tanto que en algún momento su primo lo entendiera.
Vio a lo lejos a un hombre llevar sobre los hombros a su hijo, el niño jugaba con el cabello de su padre y Siwon volvió a sonreír. Tomo una foto y volvió a suspirar. Las cosas por más que se las quisiera dejar de lado, siempre regresaban, por que entre más te esforzabas por alejarlas, con más fuerza volvían.
-…Kim HeeChul.
Repitió aquel nombre que no escuchaba hace tanto y pensó en lo mucho que había extrañado que sus labios pronunciaran aquellas palabras. Lo mucho que extrañaba tantas cosas, lo mucho que extrañaba por primera vez no fotografiar y a cambio ser fotografiado.
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Bajó aquel árbol con la brisa perfecta, Siwon podía notar el cabello de HeeChul sacudirse levemente mientras leía aquel libro en sus manos, con los audífonos en sus oídos, Kim HeeChul parecía ausente al resto del mundo. Siwon sonrió, aquella imagen era casi perfecta.
Se arrodillo junto al muchacho en ese momento de cabello castaño y lanzó el flash de su cámara. HeeChul le sonrió apenas notó lo hecho por el otro y se sacó los audífonos, dejando el libro de lado y arrodillándose frente a él.
-Deja de tomarme fotos, Siwie… ¿Acaso ya no tienes suficientes?
-No.
HeeChul volvió a sonreír y Choi decidió sentarse una vez más apoyándose bajo el árbol, cerró los ojos y sintió a HeeChul colocar la cabeza sobre sus piernas, Chul seguía leyendo. Por un momento Siwon sintió algo muy parecido a la paz.
Hasta que aquella mariposa hiso su acto de aparición, posándose bellamente sobre aquella flor. El movimiento de Siwon fue impulsivo sin importar la posición extremadamente cómoda en la que HeeChul se encontraba, se levantó y se arrodillo con lentitud lo más cercano a a flor que podía. Y fotografió a la hermosa mariposa.
Agresivo, HeeChul lo golpeó con el libro en la cabeza, la mariposa escapó pero por suerte había alcanzado a fotografiarla.
-Estaba muy cómodo.
-Tranquilo, Chul esa foto ha valido la pena.
Kim rodó los ojos y le quitó la cámara, Choi prefirió no objetar y en esta ocasión se acostó sobre el césped, con los brazos como almohada, dejando que HeeChul jugara con su cámara, traveseara entre las fotos. Siwon cerró los ojos, cerca de las cuatro de la tarde y ya tenía sueño.
Un Flash lo sorprendió y abrió los ojos.
HeeChul sonriente y ya levantado del suelo sostenía la cámara en alto.
-Saliste verdaderamente lindo, Siwie.
Siwon sonrió, llevó una mano a su frente y volvió a recibir otro flash, entonces decidió que tomar fotografías y ser fotografiado no era lo mismo, lucho por un buen rato contra HeeChul, pero el castaño no se dejaba y sostenía la cámara, tomando fotos de vez en cuando, captando cada una de sus expresiones en el momento adecuado. Como si de un profesional se tratara.
Siwon pensó, que la risa fresca de HeeChul valía todas las fotos de él que también no salían, en especial por que lo tomaba desprevenido.
..::..::..::..
Observó el árbol vacío en el parque y suspiró.
Sentado en la banca de aquel parque, por un momento pensó que ese espacio vacio olía a recuerdos. Así que conforme con haber recordado esos buenos tiempos, fotografió el hermoso espacio ausente bajo aquel árbol.
Y aunque su mente lo traicionó mostrándole a un HeeChul leyendo con tranquilidad, Siwon decidió no atormentarse más, en especial cuando la imagen de aquel muchacho se desvaneció en el viento. Observó la hora en su reloj. Tenía apenas dos días desde que volvió a pisar Corea luego de tantos años y ya lo recordaba.
Tan frescamente, como si apenas ayer lo hubiera perdido de vista.
Como si apenas ayer hubiera visto su espalda perderse entre la gente, en ese mismo parque.
+-+-+-+
‘Quiero verte…’
JaeJoong agitó la cabeza con fuerza y borró el mensaje. Eso no.
‘Tenemos que hablar’
¡Que asco! Eso menos que nada, sonaba a una asquerosa relación absorbente, empezando por el hecho de que una relación precisamente no tenían.
‘Jung YunHo te veo mañana en el Club, sin falta.’
Tampoco, volvió a borrar lo recién escrito y dejó el celular sobre la mesa de su habitación, rascó un poco su cabeza y decidió que no había nada mejor que decir las cosas frente a frente, después de todo no había nada que avisar.
Sería más fácil si se presentaba el día de mañana en su casa y le decía, lo que le tenía que decir y punto. Además mañana era sábado, en definitiva YunHo no tendría trabajo que hacer, así que ocupado no iba a estar.
+-+-+-+
-Él es Jung YunHo, Nana. El amigo del que te hable.
YunHo se sintió por primera vez desplazado en aquello que llamaban ‘Tener un gran corazón’ ChangMin definitivamente acababa de ganarle, por que ChangMin amaba a aquella mujer postrada sobre la cama, a pesar de no ser de su familia, a pesar de ser parte de la servidumbre, la quería tal vez más que a sus padres.
Y YunHo en esos cortos minutos camino a la mansión Shim, en aquellos momentos en los que ChangMin le explicaba la situación con la mirada perdida en la carretera, en esos pocos minutos, YunHo se llenó de una gran admiración hacía el menor.
Y deseo tanto tener el poder de alargarle la vida a aquella mujer.
-Mucho gusto, Sarah. ChangMin siempre me habla de usted.
Llegar al punto exacto en que las expresiones indiferente de ChangMin habían cambiado, pues… Había sucedido en el momento exacto en que Shim abrió la puerta de aquella habitación. ChangMin era ahora un rostro expresivo, dolor oculto en sus ojos, lágrimas que él luchaba por retener y una hermosa sonrisa en los labios.
…YunHo deseo tanto poder ver a ese ChangMin, que solo Sarah podía ver.
-¿Jung YunHo? Mucho gusto, muchacho. He oído muchas cosas buenas de ti, a través de los padres de Min. Me alegra tanto que seas tú de los pocos amigos de mi pequeño ChangMin.
-Es el único, Nana. No te mientas.
La corrección por parte de ChangMin, lo hizo sonreír. El muchacho sonaba tan natural, que si no fuera por que aquello era una mentira para hacer feliz a Sarah, entonces de verdad sería algo tan lindo de lo cual ser parte.
-Escuché por ChangMin que cocina unos deliciosos pasteles de limón. Cuando se mejore me encantaría probarlos.
-Claro, apenas este malestar me pase, preparare los pasteles que a Min tanto le gustan.
-Pero ten cuidado Nana, YunHo no come tanto como yo.
La mujer rió. Y YunHo pudo notar de inmediato como ChangMin mordía su labio inferior, la poca fuerza al menor se le estaba agotando. YunHo de inmediato sintió tantas ganas de abrazarlo, de protegerlo. Por que no era justo, ChangMin no tenía por que cargar con todo ese peso él solo, tan solo.
-Nana~ ¿Por qué no descansas? Recuerda que te acabas de tomar una pastilla muy fuerte y es mejor que descanses.
-Esta bien, que conste YunHo que me voy a dormir por que me obligan no por que quiero terminar la conversación aquí.
-No se preocupe, Sarah. Le aseguró que más pronto de lo que piensa volveré a visitarla.
La mujer le sonrió. Y los siguientes minutos fueron de pleno silencio y contemplación. Min permanecía sentado en la cama de la mujer, sosteniendo entre sus manos la frágil mano de Sarah, vigilando su sueño, hasta que este fuera profundo.
-Vamos…
La voz de ChangMin lo sacó de sus pensamientos, asintió levemente y salieron de la habitación con total tranquilidad. Lo siguió hasta la planta baja donde ya no había nadie, había anochecido. Y YunHo ni cuenta se había dado de que no había regresado a trabajar.
-¿Por qué le dijiste que volverías? Eso es muy cruel, la tendrás esperando por algo que no va a pasar.
Min le extendió una copa con vino, YunHo la aceptó con tranquilidad mientras veía a Shim sentarse frente a la chimenea, en uno de sus muebles, subiendo ambas piernas al sillón, abrazándolas con ligereza. La botella con vino en el suelo, la copa en sus manos y ChangMin se veía tan nostálgico aquella noche.
-¿Quién dijo que no volvería? Antes de que te des cuenta y me tendrás de nuevo haciéndole compañía a Sarah.
Bebió un poco de ese delicioso vino y no pudo evitar sonreír al notar la sorprendida mirada de ChangMin.
-¿Piensas regresar a verla?
-Por supuesto que si, es la persona más importante de un amigo mío. Así que es obvio que volveré. Te lo dije ChangMin. No te liberaras de mí en esta ocasión.
En cuanto YunHo tomó asiento frente a él, ChangMin no pudo evitar sonreír.
¿Un amigo?
¿Sería YunHo el primero? ¿Merecía de verdad Jung ese titulo? Lo observó por un par de segundos y decidió pensarlo después, cuando el mayor no estuviera presente y observarlo tan fijamente no fuera tan evidente. Se sirvió otra copa con vino. Demasiadas emociones por el día de hoy.
Acababa de regalarle un poquito de felicidad a Sarah, y con eso para él era más que suficiente.
+-+-+-+-+
Daban las diez de la noche cuando YunHo de una vez por todas se percató que quien sabe desde cuando se encontraba hablando solo. ChangMin se había quedado dormido en aquel sillón. Con la cabeza en una posición incómoda, la copa en sus manos en cualquier momento se caería y la botella con vino ya estaba vacía.
Lo contempló por unos segundos.
¿Qué era aquello que sentía solo con verlo?
¿Instinto de protección? ¿Ternura? ¿Cariño? Eran una mezcla de emociones confusas que extrañamente lo hacían sentir muy bien, dejó la copa en el suelo y se agachó de espaldas a ChangMin, jalándolo de las manos, atrayéndolo a su cuerpo, una vez ChangMin estuvo seguro sobre su espalda, volvió a levantarse.
Miró la mansión y recordó la hora. Todos los empleados de seguro se encontraban ya dormidos y aún más sabiendo que había visita a esas horas, por lo menos una visita de ChangMin, suponía en aquella casa no era cualquier cosa.
Empezó a subir las escaleras. ChangMin acomodó el rostro sobre su cabello, YunHo rió ante el plácido contacto.
-ChangMin~ ¿Cuál es tu habitación?
Shim suspiró, YunHo incluso sintió sus cabellos moverse y cuando vio la mano de ChangMin señalando un lugar, YunHo decidió dejarse guiar por su adormitado amigo, hasta que abriendo una de las puertas se encontró con una sobria y elegante habitación. El lugar gritaba ChangMin. YunHo no tenía lugar dudas.
Lo dejó con suavidad sobre la gran cama y Shim ni siquiera se movió, YunHo se sentó por un momento, observando al menor y su respiración pausada. ¿Tanto dolor podía caber en ese rostro tan infantil oculto por la indiferencia? ¿Podía ChangMin ocultar tan bien su soledad?
Por un momento YunHo se pregunto ¿Cuántas veces Shim ChangMin se había tragado sus lágrimas? Incluso estando a solas. ¿Dónde estaban sus padres en este momento? YunHo entonces recordó que lo Señores Shim eran todavía más indiferentes con el resto del mundo. ¿Era posible que también hasta con su propio hijo?
Pasó una mano por aquel rostro y ChangMin se movió hacia donde su mano se dirigía recorriendo su rostro “Parece un gatito” Aquella sonrisa por parte del menor lo dejo fascinado, ese no era el ChangMin de hace un rato en el pequeño puesto de comida. Ese no era el ChangMin que el resto del mundo conocía.
…El ChangMin que estaba aquí, justo en frente de él, cercano a Sarah, ese, era el verdadero Shim ChangMin, el que de ahora en adelante sería su amigo. Por que Jung YunHo acababa de proponerse algo. Vencería la soledad de Shim, la vencería y se apoderaría de esas hermosas sonrisa que sabía, ChangMin podía regalar.
Suspiró con tranquilidad y decidió que era el momento de irse.
Sin embargo ChangMin lo tomó de la mano y dormido todavía giró hacia donde él se encontraba.
-…Gracias… Hyung.
La sonrisa en su rostro se formó lentamente, ChangMin acababa de llamarlo Hyung, y eso para empezar era ya demasiado. Un maravilloso calor en su pecho se extendió, tanto que sintió que aquella sonrisa no se borraría en mucho tiempo. De verdad había querido ser amigo de ChangMin aquella vez tantos años atrás cuando lo vio por primera vez.
Había sido instintivo, había querido ser su amigo y ya. Ahora por fin lo era y se sentía complacido.
Se acercó para liberar su brazo, pero luego de forcejear un buen rato contra la fuerza de Shim descubrió que no quería irse, que la calidez que ChangMin proyectaba era demasiado buena y que sus rostros se encontraban demasiado cerca.
Se descubrió a si mismo mirando aquellos labios, observando como el cabello le tapaba un poco los ojos, se sorprendió incluso al notar que ChangMin tenía perforaciones en sus orejas a pesar de que no usara piercing. Se descubrió así mismo embriagado por ChangMin en si.
-¿Qué… Estoy haciendo?
Se alejó un par de pasos, miró a ChangMin una última vez y salió de la habitación directamente hacía su automóvil. ¿Qué había estado a punto de hacer? YunHo exhaló un poco de aire y recostó por unos segundos la cabeza dentro de su auto.
…Solo había sido el momento, lo cálido de la situación.
Shim era como un niño al que le gustaría proteger. ¿Verdad?
No pudiendo contestarse así mismo la pregunta, decidió mejor conducir un poco, necesitaba dormir y asentar sus emociones del día de hoy, su encuentro con Sarah había sido lo suficientemente emotivo y por eso se encontraba así, esa tenía que ser la razón.
Recordó entonces que mañana sería sábado y que le había prometido a YooChun que se encontrarían. Mordió su labio inferior y vio la mansión Shim por última vez, pensó en que no tenía ni un número para contactarse con ChangMin, así que un poco menos confuso decidió que mañana o pasado lo volvería a visitar.
woooo Yunho para tus institos paternos jejejejej
ResponderEliminarEl capi estuvo genial, ya me estaba desesperando por leer otro capi de este fic.
ResponderEliminarOnegaaiii a la escritora, no dejes de pasar tanto tiempo para escribir esta historia!!!!
woooo esta genial tu fic
ResponderEliminarespero y jae cambie
yunhie para tus instintos
espero la conti ansiosamente ansiosa
bye sigu escribiendo asi
bye
no se ni que opinar amo este fic por yunho con todos se ve bn pero no puedo evitarlo amo el yunjae jae se que le gusta solo falta un empujonsito continualo esta genial
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