Cosas del destino cap 4

No soy bueno

Aburrido como siempre, ¿Por qué demonios tengo que estar en esta clase?-pensaba Jae, revolviéndose en su silla.
-Buenos días alumnos, les presento a un nuevo compañero.
-Hola, mucho gusto, soy Choi Siwon-dijo el muchacho sonriendo mientras entraba al salón-espero que nos llevemos bien-hizo una reverencia.
Parece fuerte, lo voy a comprobar mas tarde, aunque por la pinta parece fino el tipito.
-Jae-le hablo uno de sus amigos.
-¿qué?
-¿Sabes quien es?, es el chico del que te hable el otro día.
-¿El chico que tiene un grupo de amigotes fuertes?-pregunte curioso.
-Parecen guarda espaldas, dicen que siempre se esta cambiando de escuela, busca problemas hasta que lo echan, pero como el viejo tiene plata siempre encuentra una escuela en la que lo acepten, se las da de patotero pero siempre anda con esos terribles monos detrás de el, así cualquiera.
-Maldito imbécil, a la salida lo parto-susurre.
-Tengo una mejor idea, si te interesa, porque no creo que lo dejen solo ni un minuto-dijo señalando la puerta, por el vidrio se veían dos tipos inmensos.
-¿Cuál es tu idea?-pregunte enfadado.
-Se donde vive, y Brian puede conseguirme aerosoles.
-Bien, en el almuerzo hablamos.

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Esa misma noche, nos dirigimos camino a la casa de Siwon, ¡y que casa!, parecía una mansión, no había nadie vigilando, nos fijamos que no hubieran perros, saltamos los paredones con ayuda de unos cajones y nos dirigimos hacia los costados con los aerosoles en las manos.
-¡Corran! ¡Corran!-grito uno de los chicos.
-¿Qué paso?-grite
-¡Sepárense! ¡Son perros! ¡Muchos perros!- grito Brian.
-¡Maldita sea! ¡Corran!-grite mirando hacia atrás, eran 7 u 8 perros doberman, corrí en dirección al portón de rejas altísimo, trepe lo mas rápido que pude, saltando hacia fuera, y caí mal, muy mal, me torcí horrible.
No veía a los chicos salir, me preocupe hasta que los vi saltar por donde habíamos puesto los cajones, empezó a sonar una alarma y se encendieron las luces de afuera.
-¡Váyanse!- les grite haciendo señas.

Me aleje lo más rápido que pude, con mucha dificultad, hasta que me canse.
-¡Duele mucho!-grite, y caí rendido al suelo de rodillas, por suerte me había alejado bastante de la casa de ese idiota.

-¿Estas bien? ¿Qué te pasó?-pregunto un chico, posando una de sus manos en mi hombro.
-Y-yo…-no pude contestarle, sus ojos me hipnotizaron.
-Te ayudo-me dijo, inclinándose para sujetarme y ayudarme a ponerme de pie.
-Vamos, hay un lugar de atención por acá, ahí trabaja mi tío, ¿Qué te duele?-pregunto, pero yo solo miré mi pie, no pude articular palabras.
-Tu pie, ¿verdad?, no te preocupes, mi tío es el mejor-dijo, ayudándome a caminar-¿Sabes?, no deberías andar por estas horas solo, y menos por este sector, dicen que hay un chico muy problemático que se llama Jaejoong, tiene un grupito de amigos y se hacen llamar la patota de Jae, siempre buscan problemas.- Yo no podía entender muy bien lo que estaba pasando, ¿Por qué no podía contestarle? ¿Qué era, su sonrisa? ¿Esos ojos? ¿Qué me pasa?
-No te asustes, mi nombre es Junsu, ¿vos cómo te llamas?-¿Qué como me llamo? ¿Qué le digo? Hola, yo soy el matón del que me estabas hablando recién.
-Yo…-ni siquiera podía mirarlo a la cara-Yo me llamo…Hero…-¡Waaa! ¡¡Ni recuerdo donde escuche eso!!
-Mucho gusto Hero,-dijo sonriendo-mira, es acá-levante la vista del suelo, estábamos en un mini hospital, en la entrada había una mujer muy hermosa.
-Hola Boomi, ¿esta mi tío?-preguntó.
-Hola Junsu, si esta, ahora le digo que viniste-mirando la hora en el reloj de la entrada.
-Gracias-dijo sonriendo.
Creo que es esa sonrisa ¿pero quien es este tipo?, no recuerdo haberlo visto antes, pero tiene el uniforme de mi escuela…
-Veni, sentémonos acá-me dijo.
-S-si-respondí muy avergonzado, ni siquiera me había preguntado como me lastime, ¿o si?
El ruido de una puerta abierta con brusquedad me saco de mis pensamientos, un hombre se nos acerco corriendo.
-¡Junsu! ¿Qué haces acá? ¿Te duele algo, te lastimaste?-pregunto un hombre alto y regordete, haciendo que Junsu se pare mientras lo miraba y revisaba por todos lados.
-No tío, yo no tengo nada, no soy el lastimado-dijo Junsu sonriendo divertido.
-¿Y que haces por acá a esta hora?-pregunto, luego me miró.
-Es que…
-¡¡Waaa!! ¡Que linda chica! ¿Es tu novia? ¿Viniste a presentarme a tu novia?
-¡No tío! ¿De que estas hablando?-pregunto mirándome, yo no sabia que decir, aunque la escena se me hacia muy graciosa.
-No es chica-dijo Junsu sonriendo de lado.
-Si es chica-dijo el hombre.
-No tío, no lo es-respondió.
-Que si Su, es muy bonita.
-Que no tío, es un chico, se llama Hero.
-¿Este chico es tu novio?
-¡¿Qué?! ¡Tío!, esta lastimado, lo ayude a venir hasta acá para que lo revisaras.
-¿Es verdad?-pregunto el hombre mirándome.
-Si tío, es verdad-le respondió Junsu.
-No te hablo a vos, le hablo a ella, ¿no eres una chica?-me pregunto mirándome muy de cerca.
-Yo no soy una…chica-respondí avergonzado bajando la mirada, ¡por dios! ¿Qué me pasa?
-¡Ya basta tío! Lo traje por su pie, se lastimo, ¿lo podes revisar?
-Claro, vengan, ayudalo a subir a la camilla-dijo el hombre sonriendo.
Junsu me ayudo a subir a la camilla, su tacto me hizo sentir que se me erizaban todos los pelos del cuerpo, me sentí muy extraño.

El hombre me reviso y me puso unas vendas bien sujetas en el tobillo.
-No es nada grave, es solo una torcedura, pero no tenes que hacer mucha fuerza con el pié, ¿entendido?-me pregunto.
-Sí, entendido.
-Que bueno-dijo Junsu-vamos, te acompaño hasta tu casa.
-¡No!-respondí rápidamente, un hombre que me hace sentir así, mejor mantenerlo lejos-de verdad, no hace falta, te agradezco mucho haberme ayudado, pero…no quiero…estar cerca de ti, no te ofendas, pero yo…Yo no soy bueno.
-¿Qué?-parecía confundido.
-Has sido muy amable y te lo agradezco d-de verdad, pero… ¿Qué pensarías si te digo que soy un muy buen amigo de Jae?-me temblaba la vos, pero ¿Por qué? ¿Por qué derepente me importa tanto lo que él piense?
-Bueno eso…-pensó unos segundos-eso explicaría porque andas solo a estas horas ¿no?- y volvió a sonreír.
-N-no deberías estar con alguien como yo.
-Pero no vas a poder caminar muy lejos solo-me dijo señalando mi pie.
-Si puedo, soy mas fuerte de lo que parezco, de verdad, por favor…-le pedí casi en forma de suplica.
-¿Pero si te vas solo y te pasa algo?, prometo dejarte tranquilo después de llevarte a tu casa-dijo jalándome hacia la salida- ¡Tío, gracias!
-De nada Su- respondió.

No sabia como reaccionar, nadie se atrevía a agarrarme así, ¿Y por que lo dejaba? Si fuera otro ya le abría roto la cara.
-Yo… ¡basta! ¡No soy buena persona te dije ya!-le gite.
-¿Mataste o violaste a alguien?-pregunto serio.
-No ¿Qué estas diciendo?...Mira, si te dijera quien soy…saldrías corriendo y te olvidarías que me ayudaste… ¿porque no lo hacemos fácil?...y te vas.
-No soy ese tipo de persona. Te propongo algo, decime tu nombre y te prometo que te acompaño a tu casa sin importarme quien seas-me miro serio-¿y?
-Yo…-mire el suelo-me llamo Jaejoong, yo soy Jae-dije mirando fijo el suelo.
-Tu cara es linda-dijo.
-¿Qué?-pregunte subiendo la mirada.
-Cara linda, ¿te puedo decir así?
-¿Qué? ¿Pero por que?, ¡no!
-Porque tu cara es linda, aunque Jae igual es lindo-dijo pensativo.
-¿No me estas escuchando?, Yo soy Jae, soy el Jae del que me hablabas hace un momento.
-Bueno, no pareces tan malo como dicen-sonrió.
-Pero, creí que…
-Vamos hasta tu casa-dijo sujetándome para ayudarme a caminar.

Seguro parezco semáforo, sentía mi rostro arder y para completarla empezó a llover.
No hablamos en todo el camino, aún así el me hizo sentir muy cómodo.
-Acá vivo-dije nervioso.
-Bueno, entonces ambos cumplimos cara bonita, espero que nos veamos pronto-yo solo desvíe la mirada y abrí rápido el portón para entrar.
-Gracias- hice una reverencia y entre a mi casa.



Junsu
Así que este es Jae, muy lindo, demasiado lindo, si es verdad que va a mi escuela mañana lo busco-pensó mientras se dirigía a su casa a toda prisa para no empaparse por la lluvia. Casi en la puerta de su casa sintió vibrar su celular…

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