Kim Cuisine - Cap. 1

–Gracias, Sunhee-ah. Eres la mejor. ¿Qué haría sin ti? –El hombre sostuvo la mano de Sunhee, mirándola.

–Yo… Yo no soy tan buena, Señor. Tan solo hago mi trabajo… –Sunhee estaba ruborizada, sintiéndose nerviosa por su contacto.

–Pero haces un increíble trabajo. Solo mira la forma en que las cosas están impecablemente en sus sitios. Nadie podría hacerlo aparte de ti~  –dijo él, besando caballerosamente su mano.

–Sr. Jung… por favor… yo… –expresó ella, intentando alejar la mano del agarre.

–Yunho… déjala regresar a su trabajo ahora –Hankyung ingresó al comedor, observando el mal comportamiento de su hermano–. Sunhee, cuando acabes con los quehaceres, puedes marcharte.

– ¡Gracias, Sr. Jung!  –Dijo ella alegremente, con una venia y apresurándose fuera de la estancia.

–Deja de coquetear con la sirvienta de una buena vez, Yunho. ¿Acaso no sabes por qué contrato sirvientas casadas? Porque quiero que te mantengas alejado de ellas. Pero no parece funcionar. –Reprochó Hankyung a su hermano.

–Ah, hyung… pero solo estoy ejercitando mi carisma. Ella ya debería saber eso… –Yunho se rió entre dientes.

–Es por eso que se luce incómoda cuando está a tu alrededor. Deberías parar si no quieres hacer las tareas del hogar tú mismo… Y créeme que no volveré a contratar otra sirvienta que la reemplace si decide no volver  a trabajar para nosotros… –Dijo Hankyung firmemente mientras sorbía su café.

–Ash… Bien, lo haré en otro lado entonces. –le rodó los ojos Yunho.

–Buenos días, Hankyung hyung; buenos días, Yunho hyung… –el menor de los Jung entró al comedor, bostezando y estirándose.

– ¿Por qué siempre te levantas tarde? ¿Acaso no sabes a qué hora tomamos desayuno? –dijo Yunho apenas vio a su hermano menor llegar perezosamente.

–Entonces no me esperes. Toma tu estúpido desayuno y vete. No necesito comer contigo... –Replicó el más joven, echando leche desnatada a su bol de cereal.

– ¡Yah! Deberías aprender a respetarme como tu hyung. No me respondas de esa manera. –Se quejó Yunho.

–Ha… Es mucho pedir para el chico que flirtea con la mucama… Tú también deberías aprender a guardarme respeto. Soy el menor pero aún así necesito respeto…

–¡Yah!

–Yunho, déjalo en paz. Minnie no tiene clases temprano hoy así que a veces se levanta tarde… y no es necesario que comamos juntos a la misma hora todos los días. Algunos días debo irme temprano a trabajar por lo que no podemos desayunar juntos… Así que cálmate. –Jung Hankyung, el mayor de todos, dijo con firmeza.

–Pero hyung… realmente lo consientes. –Suspiró Yunho.

–Tú eres un hyung escandaloso. –Changmin miró a su hyung, masticando su cereal.

–Yo solo quiero que tengamos una decente comida en familia. De todas formas, ¿qué estás usando, Minnie? Tsk, tsk, tsk… –Dijo Yunho, mirando a Changmin de pies a cabeza– ¿Por qué no puedes usar ropa decente? En lugar de… Una camiseta y jeans que parecen de segunda mano. Bueno, al menos los jeans lucen lo suficientemente caros, y… como sea que llames a eso alrededor de tu cuello.

–Estudio para especializarme en deportes, hyung, no diseño de modas. Quiero poder sentirme cómodo… Ahora déjame en paz, me vestiré como quiera. –Dijo Changmin, sin mirar a su hyung.

–Minnie-ah, hyung irá hoy a “Kim Cuisine” luego del trabajo. ¿Quieres que te lleve? –Preguntó Hankyung a su dongsaeng.

–Eso sería estupendo, hyung. Recógeme a las… 6, así puedo empezar mi trabajo de inmediato. –Sonrió Changmin al mayor.

–Esa es otra cosa de la que quiero hablar –Miró Yunho a Changmin–. ¿Por qué debes trabajar como mesero? No es bueno para tu reputación. ¿Por qué no trabajas conmigo? –Inquirió Yunho a su hermano, quien suspiró pesado.´

– ¿Trabajar con esos creídos internos tuyos? Estarán encima de mí si descubren que soy tu hermano. Y no me gusta esa clase de mujeres. De hecho, no me gustan las mujeres. Así que no… No trabajaré contigo aunque sea a medio tiempo. Estoy feliz en Kim Cuisine. –Se negó Changmin, agitando la cabeza.

–Pero tú…

–Yunho… suficiente. –Paró Hankyung a Yunho antes que volviera a quejarse.

–Me voy… Nos vemos en la oficina, Yunho… Minnie, ¿quieres venir conmigo?

–Sí, hyung… –Dijo él, tomando sus cosas y corriendo tras su hermano mayor.

–Hyung consiente mucho a Minnie. ¿Qué hay de bueno con ese restaurante para ser capaces de mantener a mi hyung y dongsaeng allá todo el tiempo?

Yunho frunció el ceño por las acciones de su familia al referirse al restaurante

– Ash… Como sea, debo irme. –Dijo suavemente al bajar su taza con café y recoger su maletín, listo para irse de casa.

–Sunhee-ah… –Llamó.

– ¿Sí, Sr. Jung? –Sunhee llegó rápidamente.

–Me voy y… –Estaba pensando en flirtear pero recordó lo que su hyung había dicho– Ya me voy. –Dio media vuelta y salió de la casa.

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–Ah~ el clima es tan encantador hoy día… –Dijo Yoochun, ingresando animadamente a la oficina de Yunho y caminando directamente a la ventana de esa habitación. La abrió a lo grande con sus brazos para recibir alguna especie de fuente de energía del brillante sol.

–Yah… ¿No tienes trabajo hoy? –Yunho miró con detenimiento a su amigo.

La compañía de Yoochun se encontraba en el 10mo piso del mismo edificio que el área de publicidad de los Jung en el 20vo y sus oficinas de la revista en el 18vo. Yoochun siempre aparecía en la oficina de Yunho siempre que quería, sin llamar o avisarle. Yunho estaba acostumbrado a la intrusión de su amigo.

–Hoy no es un día tan ocupado. No han venido tantas personas así que Andy hyung puede encargarse por su cuenta. –Expresó Yoochun, caminando de regreso a una de las sillas, para sentarse y descansar las piernas en la mesa para el café frente suyo– Por cierto, ¿qué tiene la recepcionista? Vi a tu personal abanicándola y dándole agua cuando salí del ascensor. Es nueva, ¿cierto? No la había visto antes…

–Oh, ¿esa chica? Acabo de darle la bienvenida a esta compañía. Luego, tan solo se desmayó… pero eso fue hace como una hora… ¿sigue inconsciente? –Yunho rió por lo bajo.

–Vamos, Yunho… No fue una normal bienvenida, ¿o sí?

–Solo un suave susurro y una sonrisa… Eso es todo.

–Aish… Tú y tu hábito para coquetear –Yoochun negó con la cabeza repetidas veces–.  Me alegra tanto ser un hombre… De lo contrario, tal vez me coquetearías a mí también…

–Yuck… en tus sueños. No coqueteo con mis amigos, especialmente con chicos… Sin embargo, no me importaría si es un chico lindo… –Dijo, mirando seductor a Yoochun.

–Para ya… Conozco tu estilo, Yunho. Es por eso que puedo arreglarte citas a ciegas todo el tiempo.

–Jaja… Yoochun-ah, ¿por qué no vienes a trabajar conmigo? Necesito un diseñador creativo para mi revista. Es un gran desperdicio de tus habilidades el usarlo en esas cosas. –Yunho miró a su amigo quien jugaba con su sistema HIFI.

–Nah… Me gusta trabajar con mi familia. Trabajar con mi hyung es más divertido… puedo escaparme cada vez que quiero; además, tal vez encuentre mi verdadero amor ahí también. –Yoochun se rió de su amigo.

–No necesitamos un amor verdadero, Chun. El amor está en todas partes. Solo debemos saber cómo comprarlo…

–No tienes arreglo, Yunho… –Negó Yoochun con la cabeza por la estupidez de su amigo–. ¿Luego irás a tu oficina en la revista?

–Hoy no. La oficina está muy ocupada hoy día. Demasiados proyectos que necesitan hacerse. No sé como Hankyung hyung se las arregla para tener todos estos proyectos de un millón de wons a tiempo. Ni siquiera es lo suficientemente carismático. –Dijo Yunho.

–No tienes idea, Yunho. Hankyung hyung y tú son como brillantes imanes en forma de hombre y mujer. Ustedes dos siempre salen en la revista Hi-So. Si Changmin se interesara en la media, sería famoso y popular al instante… Que más que le guste permanecer en perfil bajo. –Dijo firmemente Yoochun.

–Aish… No hables sobre ese niño. Nunca me respeta como su hyung… –Se enojó Yunho tan pronto como Yoochun habló sobre su hermano.

–Oye pero tú sigues siendo el más irresistible, mi amigo. –Dijo él, palmeando con confianza la espalda de su amigo.

–Lo sé, nadie se me puede resistir… –Se encogió de hombros.

–Tengo hambre, Yunho. Vamos a almorzar, hombre. Ya son más de la una. –Observó, dando palmadas a su vientre ruidoso.

–Dame diez minutes más y luego podemos irnos, ¿bien? –Yunho regresó a su papeleo.

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-Wow…  Estuvo increíblemente atareado esta noche… –Dijo Changmin, sentándose en la esquina del escenario y estirando sus brazos por sobre sus cabellos. Esa era la primera ocasión esa noche que tenía una oportunidad para sentarse en paz.

El resto del personal ya se había ido del restaurante porque era tarde en la noche, así que todos se habían apurado a casa.

–Lo sé… qué cansado… Tuve que cantar las mismas peticiones una y otra vez… –Dijo Junsu, sentándose junto a Changmin.

–Sí, lo sé… desde que modernizamos el restaurante, este empezó volverse muy concurrido, en especial los viernes por la noche. Gracias a la idea de nuestro JJ. –Añadió Heechul, acariciando gentilmente la cabeza de Junsu.

–Debería contratar otro cantante para que me ayude, hyung. Podría morir por cantar tanto antes que me gradúe, haha… –Dijo Junsu suavemente.

–¡Yah! ¡¡No digas eso!! No es bueno, ¿sabes? –Heechul golpeó ligeramente a Junsu en el brazo.

–¿Estás interesado en cantar en este local, hyung? –Sonrió Changmin a su hermano quien observaba sin detenimiento a Heechul.

–Ah… ¿Tú eres Hannie? Escuché que eras bastante bueno… Siempre mencionas que amas cantar en esas revistas… –Heechul le sonrió de oreja a oreja.

–Bueno, ¿cómo me pagarías si estuviera interesado en cantar para tu restaurante? –Hankyung se acercó más a Heechul.

–Déjame pensar… ¿Comidas gratis?

–Yo puedo pagar por eso…

–¿¿Dinero??

–Tengo más del que necesito…

– ¿Con qué querrías que te pague, entonces?

– ¿Qué tal… –Dijo él lentamente, avanzando hacia el hombre en cuestión– si puedo tener al manager del restaurante esta noche solo para mí? –Hankyung sonrió seductor.

–Ah, hyung… Ya lo tiene solo para usted… ¿Y aún así pide por más? –Rió Junsu ante lo empalagoso que era Hankyung.

–Soy bastante caro, ¿sabes? Cantar no sería suficiente… –Dijo Heechul, rodeando a su novio con los brazos.

–Puedo hacer lo que me pidas, Chullie… Tus deseos son órdenes. –Dijo él, estrechando a Heechul y dándole un pequeño beso en los labios. Heechul rió adorable.

–Eww… hyung… tan terrible –Negó Changmin–. Creí que solo Yunho hyung podía hacer ese tipo de cosas…

–Yo solo lo hago con una persona, Minnie-ah, no cualquier objeto animado como Yunho. –Puchereó Hankyung hacia su hermano.

–Por cierto,  ¿dónde está Jaejoong hyung? La cocina cerró hace rato. ¿Por qué no ha salido? –Junsu buscó por su hermano.

–Aquí estoy… –Una voz bastante cansada se escuchó desde la entrada de la cocina.

–Ah, pobre bebé… –Heechul volteó a ver a Jaejoong, quien era traído en la espalda del menor de los Kim.

–Jae hyung ya no puede seguir de pie así que lo llevo yo. –Dijo Kibum, riéndose suavemente de su hyung.

–Hyung… Necesitamos contratar más cocineros. Hyunjae y yo no podemos lidiar con noches tan atareadas como estas todo el tiempo… –Dijo Jaejoong, picando el hombro de Kibum para que lo baje a una de las sillas.

–Y no olvide que tenemos servicios de entrega por la mañana también. Necesitamos ayuda urgentemente… –Dejó que sus piernas cansadas cayeran sobre otra silla.

–Está bien… Entonces necesitamos más cantantes y más cocineros, ¿algo más? –Heechul caminó al contador, abriendo su libreta para escribir todos los detalles.

– ¿Más meseros? –Kibum miró furtivo a su hyung.

–Yah… Ya tenemos cuatro además de Minnie y de ti, es suficiente –Heechul rodó sus ojos –. Tenemos  dos chicos que hacen entregas. ¿Es eso suficiente, JJ?

-Sí, eso creo… –Dijo Jaejoong suavemente.

–Ah, Jae hyung… Te ves tan cansado… –Dijo Changmin, acercándose a él y dándole masajes en una pierna. Kibum se le unió con la otra pierna.

–Gracias Bummie-ah, Minnie-ah… –Le sonrió Jaejoong dulcemente.

–Chullie, ¿te gustaría ir al club esta noche? –Preguntó Hankyung a su enamorado entre sus brazos.

–Bueno… Ya que es viernes por la noche… ¿Por qué no? Mañana no tenemos que abrir el restaurante en la mañana, ¿no? –Heechul miró a sus hermanos. Todos asintieron de acuerdo.

–Bien… Oh, una cosa más. ¿Te importaría si… paso la noche en tu casa? –Hankyung bajó la mirada hacia su novio apenado.

–Aish… No tienes por qué preguntar, Hankyung hyung... ¡No, a él no le importaría! –Jaejoong rió alegremente, chocando palmas con un chillante Junsu.

– ¡Yah, tú! –Changmin codeó fuertemente a Kibum.

– ¡Qué! –Kibum volteó hacia Changmin, retornándole el golpe en el brazo.

– ¿Estás libre está noche?

– ¿Parezco ocupado, idiota?

–No te conozco, pelmazo…

– ¿Por qué preguntas?

–Tengo tickets para una película esta noche…

–¿A qué hora?

–En cuarenta minutos…

–Entonces muévete, tú gran cabezón.

–Y tú mejor mueves tu gran trasero también.

–Hyung, Min también se quedará a dormir, ¿bien? Nos vamos. Este idiota nunca aprende sobre el tiempo… –Dijo Kibum a sus hermanos. Changmin y Kibum se levantaron de sus asientos, despidiéndose de sus hyungs.

–Si no los conociéramos, jamás hubiéramos adivinado que están saliendo juntos… –Jaejoong miró a la joven pareja que se iban empujando uno al otro fuera de la entrada del restaurante.

–Exacto. –Dijeron todos, riéndose de la pareja más joven.

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