Insoportablemente Cruel cap 4

“Quizás no debí haber sido tan cruel”



Últimamente está fumando más de lo habitual, lo sabe pero no puede evitarlo. Mira detenidamente la leyenda en el lomo de cada caja que Changmin le ha “regalado” y no puede evitar sentir ternura por él. Esto realmente era el colmo, es incluso un poco irrisoria la cuestión en si. Acaba de hacer el amor con su novio y lo primero que atina a hacer es sentarse en la sala de su casa a observar objetos que pertenecen a otra persona. Jaejoong se pregunta si siempre ha sido así. Son años y años luchando e intentando, nada ha sido fácil pero al fin ha logrado lo que quería, Changmin lo odiaba.



_ ¡Jae…!-su novio lo llama desde la recamara.



Larga un suspiro e intenta borrar esas imágenes de su cabeza. Kim Jaejoong se había prometido a sí mismo que está sería la última vez y lo será, cueste lo que cueste.



_ ¡voy…!-se levanta sosteniendo alrededor de su cadera la sabana que le cubría.



Mientras camina de regreso a su habitación, quizás a dormir o a volver a hacerlo, Jaejoong no puede quitarse de la cabeza la imagen de Changmin esa tarde en su universidad. “Estabas por llorar y yo me moría por ir a abrazarte”. Se detiene a mitad de camino, Yunho vuelve a llamarlo pero él no puede moverse, sus piernas no le responden y su conciencia no lo deja tranquilo. Cómo podría dormir con un hombre pensando en un niño.


_ ¡voy…s...sólo iré antes por un vaso de agua!



Esta sensación era demasiado sofocante, necesitaba respirar pero Changmin nunca lo deja respirar, nunca. Es un maldito malcriado, un nene de mamá, siempre hace juicios apresurados y termina interpretando todo como se le da la gana. Se piensa que Jae es una prostituta cualquiera y que como digna ramera que es debe haber perdido la virginidad a los doce años. ¡Oh querido Changmin has visto demasiadas películas gringas!
Es así, Jaejoong debe concentrarse en esos puntos malos y agigantarlos; de lo contrario, las consecuencias serían atroces para la virginidad de ese mocoso tarado.


_ahhh… creo que ya me duele la cabeza.





Los días se sucedieron y el debut de Jaejoong como profesor había sido un éxito, Junsu no paraba de hablar de su nuevo hyung.



_ay Changmin, yo no entiendo cómo te puede caer mal, ese tipo es genial, es muy amable, me explica todo las veces que necesita explicármelo bla. Bla. Bla. Bla…



Changmin bostezaba y lo miraba, pero no lo escuchaba. Hace dos semanas que Junsu no paraba de hablar de “LA ZORRA”. La boca de su amigo se abría y se cerraba, una verborrea había saturado los tímpanos de Changmin y no paró de salir hasta que el profesor de inglés entró en el aula. “Al fin” pensó Changmin para sí. Las horas de clases fueron ahora el descanso para el niño ya que no quedaba ningún lugar en su vida que le sirviera como refugio de Kim Jaejoong. Ese tipo se había quedado con todo, su hermano, su familia y ahora su mejor amigo. ¿Acaso le faltaban motivos para odiarlo?



_Su…-dijo en tono bajo y amable- Junsu…-volvió a llamar a su amigo, pero Junsu no parecía hablar de otra cosa que no fuera la universidad y su hyung- ¡¡¡ BASTA POR AMOR DE DIOS, CÁLLATE!!- y Changmin explotó.



Sus compañeros se lo quedaron mirando sin entender a que se debe semejante reacción en un chico tan calmado como Changmin.


_b…bueno, pero no te pongas así…- Junsu hace un puchero y baja las ojos apenado, él entiende bien porque Changmin ha reaccionado como ha reaccionado.

_ lo siento…-exhala un poco arrepentido, no le gusta gritar de ese modo, menos a Junsu.



Changmin no tardó en sentirse una perra al recordar por los malos ratos que estaban pasando su amigo y la familia de este, las clases con Jaejoong hyung le levantaban el ánimo y lo hacían olvidar los problemas hogareños.


_y...yo…-las mejillas de Junsu estaban rojas, se sentía un poco avergonzado con su amigo- perdóname.



Los dos chicos permanecieron frente a frente pero sin mirarse con los ojos pegados al suelo. Changmin sabe como disculparse, pero sabe que esa disculpa será cursi y melosa así que lo hará en privado, no con todos los chicos de su curso mirando.


_hablamos a la salida.



Así fue, Changmin esperó a que el día de clases acabase para poder hablar seria y abiertamente con Junsu. Los dos se sentaron en el pasto, este parque no tiene muchos asientos que digamos y la mayoría suele estar utilizado por parejitas encimosas y melosas. Eran las siete de la tarde y los chicos aun no volvían a sus casas.


_ Entonces… ¿cómo van las clases con Jae?



Changmin miraba la punta de sus zapatos y movía los pies de un lado a otra mientras esperaba la respuesta de su querido Junsu.


_ ¿estás bromeando? De eso es lo que te he estado hablando estas dos semanas.- Junsu se mira las manos un poco apenado- perdóname Min, sé que Jaejoong hyung no es una persona de tu agrado… pero es que…

_lo sé, él te cae bien, a mi hermano le cae bien, de hecho lo adora, ni que decir de mi madre, por poco y lo adopta- Changmin se acuesta sobre el pasto usando sus manos como almohada, el cielo parecía estar pintado en colores anaranjados.

_ Min…- su nombre sale en susurros de la boca de Junsu- no es para que te enojes, pero… parece un buen chico.


Aprieta los ojos y baja la cabeza, listo para recibir un golpe, lo que acababa de decir era arriesgado, pero es que Junsu realmente piensa que Changmin está siendo un poco injusto con ese hyung.



_ a ti también te cae bien, ¿no?



Primero uno, luego el otro, y ya con los ojos bien abiertos Junsu se topó con el rostro más triste que ha visto en mucho tiempo. Esa persona no podía ser Changmin, lucía viejo, lucía demasiado agotado para ser un niño.


_sabes… a ese chico nadie puede odiarlo… él… simplemente…es así…-lentamente se incorpora.




De sus labios secos y agrietados colgaban palabras pastosas y añejadas. El mundo alrededor se movía y cambiaba, pero Changmin seguía igual.


_Min…



Viejo…


Esto…adentro…era… muy viejo….



Debía descansar, Changmin debía descansar. El muchacho cerró los ojos, exhalo adolorido y restregó el rostro contra sus manos, agobiado, desgastado y muy abatido. El niño envejecía prematuramente y se marchitaba tan de prisa como la luz del sol que menguaba en el cielo hasta casi desaparecer.

_ ¿te sientes bien?

_ ¿sabes?...- parecía hablar más para sí que para su amigo- cuando lo vi con ese hombre, lucía…feliz.

_Min, basta, no hables más, perdóname, vamos a casa y juguemos algún video juego- Junsu lo jalaba del brazo, pero el cuerpo de su amigo de repente parecía de plomo, sin importar cuánto jalase, su amigo no se movía- vamos, Min, no me asustes.

_Junsu…- abrió la boca y los ojos como si quisiera tragarse el cielo- ya no puedo más…yo…

_vamos, Min, no digas eso.


Junsu se maldice por dentro, si él no hubiera abierto tanto la boca Changmin no se hubiera puesto así.


_incluso si sólo me quiere por una noche…por una hora…por un minuto… yo…- las manos se aferran con miedo a su pantalón- yo… lo tomaría porque no puedo… ya no puedo más con él.

_por dios… Changmin…- Junsu preferiría no ver lo que estaba viendo- n…no…Min-las manos del chicos se acercan temblorosas y asustadas para acunar esas lágrimas que no deberían estar saliéndose de esos ojos.

_ya no puedo Junsu… ya no puedo más….


Hay muchos motivos por los que Shim Changmin y Kim Junsu se entienden: ambos tienen la misma edad, van a la misma escuela, tienen hermanos, padres conflictivos (en mayor o en menor medida) pero sobre todo, ambos comparten algo que nadie más entendería.


_ya, ya Min…- Junsu huele a goma de borrar y a galletitas de coco, a Changmin le gusta sentir ese olor en la chaqueta de su amigo cuando este lo abraza y se desvive por consolarlo- no llores, no llores, vamos, pégame pero no llores.


Changmin hace caso a su amigo y deja de llorar pero aun necesita permanecer unos momentos más en esos brazos tan cálidos y amables. Junsu lo sostendrá aferrado a su cuerpo el tiempo que sea necesario hasta que la calma vuelva a Changmin. Su madre ha criado a muchos hijos y le ha dicho que nunca se le debe negar un abrazo a nadie, menos a un amigo que lo necesita. Porque es mentira eso que dicen por ahí, que los demás no pueden curarnos, los demás si pueden curarnos, el calor de otra alma amiga puede hacerte vivir de nuevo.


_no sé… que haría sin ti…idiota.

_si me estas insultando entonces ya estas mejor- Junsu despacio se aleja para que CHangmin recupere su espacio personal ese que sólo sede ante ciertas personas- recuerdo que cuando nos conocimos a penas y me dejabas tocarte.


_jajaja… eso es porque no te conocía, además en ese tiempo era un poco distante con todo el mundo- Changmin sonríe devolviéndole la calma a su angustiado Junsu- ¿vamos a casa?




Y así ambos se pusieron en marcha. Era ya casi de noche y si se demoraban más en casa los matarían, después de todo aun eran niños, al menos para sus familias. Antes de despedirse de Junsu a Changmin se le ocurrió una idea genial y muy divertida, algo que definitivamente borrará la extraña sensación que dejó en ellos los sucesos recientes.



_ ¡¡Su, Su, y si vamos a jugar eso que te dije!!- salta en su lugar cual criatura de la emoción.

_ahhhh, ¡¿tú dices esos juegos con balas de pintura?!- Junsu se pasa de un pie a otro emocionado del mismo modo.



Si, eran dos niños, lo cual había resultado motivo de burlas en su escuela y que pubertos de catorce años miren a estos hyungs y su grupo como una manada de inadaptados sociales. Traducido, esa manga de “freaks” era el último objetivo de ligue al que alguien cuerdo sobre la faz del planeta tierra podría aspira. Eran menos deseables que Britney obesa, rapada y sin bragas.


_ ¡¡¡¡¡tenemos que contarle a los demás, o sea eso será grandiosoososososos!!!!!!

_siiii, además recuerda que le debemos la revancha a los del oeste, condenados, ese Siwon me dejó con toda la sangre en el ojo, se cree que porque tiene la colección limitada de muñecos de Star Wars puede pisotear a los demás- Junsu larga un suspiro de tristeza.

_no te preocupes Junsu- Changmin le pasa un brazo por los hombros- esa colección será tuya


Junsu lo mira a los ojos sin poder creerlo. ¿Qué demonios planeaba hacer Min?


_ ¿por dios, se la robarás?

_jajajajajajajaja… naaaa… algo mucho mejor- su mirada se volvía filosa- le daré en su orgullo.

_ ¡¡¡¡seeeeeeee, AQUELARRE, AQUELARRE, AQUELARRE!!!!!-bramaba Junsu mientras agitaba sus brazos en el aire.











_ ¿qué es un “aquelarre”?-pregunta Yoochun confundido con la cuchara en el aire.



_pues básicamente nos molemos a tiros- traga, traga, traga,- o sea…-pasa su lengua limpiándose la quijada llena de salsa- son balas de mentira, tienen pintura en lugar de plomo adentro.



Yoochun enarca una ceja y piensa por dentro que Changmin debería dejar de jugar tanto y preocuparse un poco más por la universidad.



_niño, deberías dejar de jugar tanto y hacer más tus tareas.

_aishhh, ¿qué eres mamá?- no le hace caso y sigue tragándose la cena que le preparó su hermano.

_Min, lo digo en serio, este es tu último año en secundaria, deberías haber pensado ya qué es lo que quieres hacer en el futuro.- su hermano no puede evitar cuidar de él todo el tiempo, incluso presionarlo para que sea más responsable si es necesario.

_ahh, Yoochun no me malogres la cena pues…- se queja malcriadamente.

_es en serio, sino el año que viene vas a tener que trabajar-Yoochun lo amenaza.

_pues no tengo problemas con eso-responde desafiante.

_a ver si dices lo mismo luego, deberías tomar el ejemplo de Jae.

_ ¡¡¡¡¡ahhhhh, POR LOS CLAVOS DE CRISTO!!!!!-tras su griterío casi arroja a su hermano el plato de fideos- si hoy me lo vuelven a mencionar lo terminare matando.

_dios, Changmin te has puesto insoportable con Jae desde que sale con Yunho ¿qué te pasa?

_nada, sólo cenemos en paz, no quiero discutir contigo hyung.



Los dos vuelven callados a sus respectivos platos pero Changmin no deja de pensar en lo que le ha dicho su hermano y sabe que tiene razón. Ese Jaejoong será muy zorra pero es un ejemplo de resistencia y empeño en la vida. JAE hyung no sólo no contaba con apoyo de su familia para continuar sus estudios sino que además debía ayudarlos económicamente, sus padres adoptivos son sólo campesinos, tienen ocho hijas y apenas les alcanza para vivir. Eso sin mencionar a los sobrinos y que la primera persona que lo rechazó en la vida fue su propia madre. A Changmin se le hace un nudo en el estomago cada vez que lo recuerda, pero inmediatamente desvía sus pensamientos. De lo contrario, terminaría pensando como Junsu: ese hyung es genial.





_ ¿q…qué?- los enormes ojos marrones se le mojaban y se secaba la nariz en el oso de felpa que abrazaba.


_ella no es mi mamá, pero está bien- sonríe calmado- estoy acostumbrado.



Era invierno, y la mamá de JAEJOONG había pasado a dejar a su hijo con la familia de Yoochun para que pasara las fiestas allí ya que ellos debían trabajar en el restaurante que tenían y no podrían atender a la criatura. Sin embargo, la realidad del hyung parecía afectar más al niño menor que al perjudicado en cuestión.


_Min…



Cuando un niño tiene siempre a su madre a su lado le resulta difícil pensar una vida sin ella, es por eso que Changmin no entiende cómo su hyung puede estar tan tranquilo al respecto. Se siente triste, se siente muy triste por Jae hyung.


_no llores, yo no estoy triste, ella es buena conmigo.


Eran ya las dos de la mañana, habían cenado en familia y ahora esperaban a Yoochun que les llevaría un pedazo de postre para cada uno. El hermanito de Changmin llegaba con los dos potes llenos de vainilla y un poco asustado de ser descubierto.


_vamos, cómanselo rápido, si mamá se da cuenta me regañara, dice que los malcrío demasiado.



Así era Yoochun de pequeño, así será Yoochun de grande y posiblemente así sea su vida entera. Para el cuidar de los demás no es sólo un modo de ser sino un modo de vivir. Mientras ve a Changmin y a Jaejoong devorar sus porciones sonríe satisfecho, se siente una especie de héroe que se arriesga por los que quiere. Pero nota que algo no estaba bien, Changmin tiene la nariz mocosa y parece haber llorado.


_MIN, ven aquí, te ensuciaste la nariz, no seas un niño cochino, ya te dije- Yoochun toma una camiseta suya sucia y lista para lavar y limpia la nariz de su hermanito- suena- y Changmin le hace caso- bien, ahora sigue comiendo.



Una vez que ambos acabaron, Yoochun los mandó a dormir mientras el bajaba y lavaba toda evidencia del crimen nocturno a la cocina. Esta noche los tres dormirían en la habitación de Yoochun, así que Min y JAE tenían acomodados para ellos dos colchones a los costados de la cama del niño.


_Buenas noches, MIN.


_Buenas noches, hyung.



Pero el menor no podía dormir, JAE tampoco dormía, escuchaba desde su camita improvisada las vueltas que Changmin daba en el colchón. Sin abrir los ojos le mayor puede imaginarse cómo Changmin se sienta sobre el colchón, algo lo molesta, ahora se puso de pie y camina despacio para que su hyung no lo escuche. Sin embargo, JAE está escuchando todo. UN momento de silencio y JAE abre discretamente un ojo para ver que hacía el menor. Changmin estaba inclinado sobre su colchón viéndolo dormir, llevaba uno de los pijamas de Yoochun así que le quedaba unas tallas grandes, la camiseta se le caía por sus pequeños hombros y el pantalón tapaba sus piecitos y arrastraba la tela por el piso.


_entra…-el hyung abre la cama para él, Changmin se apresura a ocupar el lugar que se le ofrece- ¿por qué no podías dormir?



_es que…es que…-acurrucado en la cama de su hyung sollozaba quedito- yo te quiero mucho hyung, te quiero mucho- sus manitos se prende del pijamas de Jaejoong- no quiero que estés triste nunca…sinff…sniff…yo siempre voy a estar contigo….sniff..sniff..


_no llores, ven, voy a limpiarte esa nariz- JAE usa el borde de su pijamas para limpiar la nariz de la criatura- ya está- sonríe mientras peina el cabello castaño del pequeño, Changmin tiene la frente sudada como después de una noche de pesadillas, sus ojos cafés están llorosos- jjijiji… pareces un osito.


_ ¿qué clase de oso?-pregunta lleno de curiosidad y poco a poco olvidándose de su preocupación.


_ahhhhh… -bosteza- no lo sé, uno muy lindo- acomoda la cabeza del niño sobre la almohada- ahora duérmete sino Yoochun se enojará-a JAE los ojitos ya se le cerraban de sueño.


_buenas noches, hyung- la criatura acerco sus labios a los de JAe y le dio un tierno y corto besito-sueña lindo- y se acomodo cerca del cuerpito del niño mayor.


El sueño a Jae se le fue por completo, se palpó los labios con la lengua mientras miraba al niño dormir. Changmin sólo besaba en los labios a su mamá, a su papá y a su hermanito.


_ te quiero…-susurró antes de besar el frente de Min y sentir su olor a bebé.


Se durmieron así, cerquita y con las frentes pegadas. Después de un rato, Yoochun sube a su habitación y encuentra a su bebé durmiendo plácidamente en los brazos de su mejor amigo, cosa que no le resultó para nada rara, no era la primera vez que Min se escabullía en la cama de alguno de los dos. JAEJOONG es la única persona con la que Yoochun dejaría que Changmin duerma, cada vez que su hermanito está con Jae, se siente tranquilo, el mayor siempre cuida bien de Changmin.
En ese tiempo nadie, mucho menos Yoochun hubiera pensado que diez años más tarde esos dos que parecían siameses estarían sacándose los ojos.




_ ¡¡¡hyungggg, venga, deja salir a Junsu!!!- Changmin le rogaba en la puerta de su casa con el atuendo listo para una batalla de pintura.

_tiene que estudiar- Jae estaba determinado a no dejar salir a Junsu hasta que éste no terminara su tarea.- él no es un irresponsable como tú, puedes pasar y esperar a que termine, pero no se irá antes.




“¡AISH, ME LLEVA EL DIABLO, ESTE GOZA FREGANDOME!” Pensaba Changmin mientras entra arrastrándose a la casa de su hyung. Junsu lo saluda desde el escritorio, tiene una pila de papeles para hacer. El chico se desploma pesadamente en uno de los sofás, abre las piernas, toma el control remoto y empieza a pasar de canales.


_apaga eso Changmin, no dejas que Junsu se concentre.

_ok, Hitler. – de mala gana apaga la TV.


Changmin miraba los minutos pasar en el reloj de pared, Junsu parecía no acabar más con esa dichosa tarea. Los googls le apretaban la cabeza así que se los quito, no sabe en qué momento tenía un vaso de coca en sus narices, mira los dedos alrededor del cristal transpirado por el frío.



_toma

_ Gracias.



JAEJOONG le mira de arriba abajo admirando su particular vestimenta.


_ y…- enarca una ceja- ¿a dónde vas vestido así?


Changmin sólo lo mira y sigue tomando su vaso de coca y no se detiene hasta terminarlo. CLARO que su hyung no entendería a dónde va la gente vestida así, con un mameluco* color azul y googls en la cabeza. JAEJOONG no ve la funcionalidad en la ropa, sólo la estética.


_Junsu y yo vamos a un “aquelarre”

_ ¿un qué?

_un a.que.la.rre.

_ ¿y qué diablos es eso?

_ah, pues es un…un…

_¡¡combate hasta la muerte!!- acota entusiasmado Junsu desde el escritorio.

_ ¡Junsu!- Jaejoong lo reprende.

_lo siento.


Volviendo la mirada a Min espera a que este termine lo que comenzó.


_es eso, básicamente nos peleamos con balas llenas de pintura- concluyo en resumidas cuentas.

_ah, ya veo…



Al ver la expresión en la cara de su hyung, Changmin pensó: “este también piensa que somos unos freaks”.

_ ¡ya termine!

_muy bien, deja todo allí, lo veré después.


El novato profesor se acerca para juntar todo el trabajo de Junsu por ese día mientras los niños se emocionaban y salían corriendo de su casa. Al verlo marchar llenos de energía y él sintiéndose tan cansado tras una ardua semana de trabajo no pudo evitar sentirse tan viejo y achacado a pesar de su corta edad.


_se veían lindos…


Jaejoong mira la hora, tiene un poco de tiempo antes de empezar a hacer la cena. Toma un par de libros que había dejado postergados y empieza a dar unas ojeadas, le resulta difícil concentrarse en lo que lee, cada rato desvía la mirada al sofá donde Changmin estaba sentado. Últimamente, esto se ha puesto peor y la verdad es que ya no tiene voluntad para recurrir a su antídoto frente a estas situaciones: salir a un bar, tomar a un mocoso alrededor de la misma edad de su Min y llevárselo a uno de los baños, si tiene ojos y cabello castaño mucho mejor así engañar a su mente es mucho más sencillo. Sin embargo, esta vez no puede hacer eso, algo le dice que no funcionaría. No le queda de otra que seguir llenándose la cabeza con otras cosas, la solución es no darse la oportunidad de pensar en ese niño.
El tiempo le pasó más rápido después de que encontró un libro de su interés, de pronto era la hora de la cena y Yunho llegaría en cualquier momento. Se puso manos a la obra, fue a la cocina e improvisó un plato con las sobras de los días anteriores, mientras cocina la puerta de casa se abre, por el ritmo de los pasos sabe que es su novio quien ha llegado. Sonríe para sí sabiendo lo que Yunho hará al verlo preparar la cena, unos brazos alrededor de su cintura y un tierno beso en el cuello.


_ ¿cómo estuvo tu día?

_mmm… bien, nada fuera de lo normal.- Yunho se aleja de su novio y se dirige al refrigerador- ¿vino hoy tu alumno?

_si, Changmin vino a buscarlo hoy y se fueron juntos.

_mmm…- Yunho se sienta la mesa con una lata de cerveza en la mano.



Como todos los días, la cena transcurrió de lo más normal y tranquila. Yunho era la primera persona que le daba una vida tan tranquila y llena de seguridades. Anteriormente, JAE había optado por personas un tanto extrañas para compartir sus momentos más íntimos, pero encontrar a Yunho fue realmente un alivio que necesitaba sin saberlo. Cuando no eres algo cuidadoso la vida puede vivirse torpemente, algo así como cuando corres y sientes que puedes seguir corriendo la vida entera porque no sientes el cansancio, pero cuando paras te das cuenta de que tus músculos están a punto de cortarse y que necesitas descansar.

_ahhhh…-bosteza y estira los brazos- estuvo delicioso, cariño.

_me alegro que te haya gustado.- sonríe complacido por la alabanza que Yunho hace siempre a sus comidas.


El jabón y el agua bañan sus manos, desea desesperadamente terminar de lavar los platos para poder ir a dormir.


_ ¿está bien si me voy a la cama primero? Estoy muerto-le da un beso en la mejilla despidiéndose por hoy de su amado.

_que descanses

_no te demores, nene



“Nene”, Yunho se empeña en decirle nene sólo porque es semanas mayor que él. El muchacho revisa el reloj de su muñeca, ya son casi las doce de la noche, será mejor que termine con esto cuanto antes. Al final del día el cansancio siempre pega más fuerte. Después de secar los platos apaga la luz de la cocina, se dirige a la sala, levanta unos cojines del piso y sobre su escritorio siente a su celular vibrar, decide ignorarlo, está muy agotado por el día de hoy. Al llegar a la habitación nota que su novio ya está completamente dormido y todavía vestido descansando boca abajo sobre la cama.


_ahhh… siempre duerme como roca.


Sabiendo que sin importar lo que haga, Yunho no despertara, Jae lo desviste y lo mete debajo de las sabanas. Después se dirige al baño para cambiarse y lavar sus dientes, al pasar a dejar unos libros sobre la mesa de la sala, siente que su celular vibra nuevamente sobre el escritorio, mira la hora en el reloj de pared y éste marca la 12:30. En verdad estaba cansado y no tenía energías para nada, pero quizás la llamada era importante; es decir, nadie llama porque si a estas horas, salvo Young Seang. Pero algo en su interior le decía que esta vez no era el glotón de su amigo.


_diga…


¿Cuánto duro la llamada? ¿1 minuto, 50 segundos? Quizás menos, pero a Jaejoong le tomó menos de 20 minutos llegar a la autopista de acceso a la ciudad con el Jesús en la boca, en pijamas, con un motor hirviendo y el enojo burbujeante a medida que se acercaba a los dos muchachos sentados en la cuneta esperando por él a que los buscara.


_ ¡¡más les vale que tengan un muy buen motivo para esto!!- de repente la lindura de hyung se volvió un increíble Hulk.


_hyung…-la suave voz de Junsu es la que primero es escucha- nos robaron, se lo juro por mi madre y todos mis hermanos.


Junsu comprendía muy bien el enojo del mayor, pero Changmin permanecía indiferente, como si le diera lo mismo que Jaejoong se molestase o incluso le regañase.


_dios… pero, ¿no estaban con sus amigos, cómo fue que pasó eso?- era claro que el hyung se preocupaba por los menores.

_e…es largo de explicar.-algo no andaba bien, Junsu bajó la mirada sin poder mirar al mayor a la cara.



JAE pasó revista a ambos, sucios de pies a cabeza en una mezcla de colores que los hacía ver como unos payasos, rosa, amarillo, violeta, celeste, entre otros. Todo estaba hecho uno en ellos, pero se notaba que estaban preocupados, sino asustados. Por su parte a JAE le temblaba la mano y en cualquier segundo daría una bofetada a Changmin, el pendejo ni siquiera se dignaba a mirarlo, ni a decir nada a pesar de saber todas las molestias que estaba causando.


_métanse al coche, debemos irnos de aquí-les ordenó a ambos.


Junsu fue el primero a quien Jae dejó en casa, la madre de éste moría de preocupación por su hijo, al verlo llegar lo abofeteó y después se desarmó en lágrimas y lo abrazó a más no poder entre retos y más retos. Agradecieron al muchacho por dejar a Junsu en casa, JAEJOONG se despidió educadamente de la familia de su alumno y subió al coche donde lo esperaba aquella otra fierecilla.


_más te vale que tengas algo bien preparado para Yoochun…-puso en marcha el coche.


Durante el trayecto no se dirigieron la palabra. Changmin abrazaba su mochila y sólo miraba por la ventanilla, tenía las mejillas, las manos y el cabello lleno de pintura. En contraste con la aparente tranquilidad del niño, Jaejoong se desmembraba las neuronas pensando en una buena mentira para Yoochun.
Al llegar a la casa de Min, Jae lo tomó del brazo y se puso delante de él, tocó el timbre.

_déjame hablar a mi-su voz sonó autoritaria, Changmin no se atrevió a contradecirle, sabía que estaba en falta.


Desde el umbral de la entrada se oye como pasos de pies descalzos se apresuran a la puerta, era Yoochun con los ojos rojos y los nervios crispados, claramente había estado llorando, su hermanito había salido a las tres de la tarde y eran casi las tres de la madrugada y no llegaba.


_ ¡Jae, Min!- los ojitos se le abrieron de par en par como si lo que tuviese enfrente fuese la Santísima Trinidad.


Inmediatamente se fue sobre su hermano abrazándolo.


_ ¿dónde estabas?



El peor defecto de Yoochun era que no tenía un corazón lo suficientemente duro como para enfadarse con Changmin.


_ no te preocupes, no es nada grave.

_gracias, Jae, gracias.


Changmin miraba desde entre los brazos de su hermano la mirada cortante de su otro hyung, si Yoochun no le decía nada, Jaejoong si lo haría.








_debería regañarte, pero sé que eso no fue tu culpa- apoyado en la puerta de la habitación de Min, con los brazos cruzados a la altura del pecho lo miraba fríamente- ten más cuidado la próxima vez.

_vete…-las gotas de agua aun chorreaban por su cuello después de tomar una ducha- sólo vete ¿si?


Era un poco doloroso que el mocoso se comportase así con él. JAE no estaba molesto por tener que salir de su casa sin avisar a Yunho con el Jesús en la boca y casi quemando el motor de su coche. Lo que más le molestaba era que Changmin no le diera nada de crédito, y ni un poco de gratitud se manifestara en su actitud. Sumado a que tiene una familia que lo malcría demasiado y en lugar de darle una reprimenda lo consuelan del consuelo.


_ah… lo que tú necesitabas era una buena paliza cuando eras un mocoso.

_ ¿qué dices?-el comentario no le había agradado nada- será mejor que te calles perra.


Jae se quedó helado al escuchar lo que Changmin acababa de decir, las piernas le temblaron por un momento y la cabeza se le puso en blanco.

_vete a que te coja tu noviecito y deja de molestar- Changmin se secaba el cabello mientras lanzaba las palabras más venenosas que pudieron pasarle por la cabeza- además, fue Junsu al que se le ocurrió llamarte, a mi me vales---



Incapaz de terminar su cadena de insultos por la mano que rápidamente fue a tomarle del cuello, la respiración de su hyung le golpeaba en la cara y salía caliente. Changmin había logrado lo que pocas personas logran, hacer enojar a Jae. El niño miraba de soslayo a los costados, debía alejarse de él, esto se tornaba peligroso. Podía gritar, pero Yoochun no vendría, él confía la vida en Jaejoong.


_sabes…- habló muy cerca de su rostro, sus labios estaban rojos y sus ojos estrellaban la mirada en cada rasgo de Changmin- eres tan pendejo que ni siquiera sabes lo qué es una perra, pero yo te voy a enseñar.


Bajó las manos sin cuidado por el cuerpo del menor, Changmin empezaba a mirarlo aterrado a medida que las manos de su hyung tocaban donde antes nunca habían llegado, pero lo peor de todo es que lo estaba haciendo con despecho. El mayor se fue sobre el chico con todo su peso, de pronto Changmin se vio atrapado en su cama debajo del cuerpo de Jaejoong sin oportunidades de escapatoria.


_ ¡levántate, vamos!-intenta voltearlo hacia un costado, pero no lo logra.


Changmin no pudo dar mucha pelea, su cuerpo se volvía débil bajo esas manos. El aire empezaba a escasearle, el hyung tenía todo su peso apoyado sobre su vientre, las muñecas trabadas arriba de su cabeza y lo peor de todo era que el corazón le latía a mil por hora, Changmin temía que saliera disparado de su pecho. El mayor sonreía de lado mientras veía a la criatura desvanecerse entre sus manos, sólo faltaba una cosa para que el menor dejase de moverse y darle resistencia. Despacio se acerco a su oído, lo olfateó e hizo que sus labios tocaran esa piel morena deliberadamente, le hizo temblar hasta la voz.



_no trates de revelarte bebé…-susurró a su oído- por que las cosas van a salirte muy mal, más sabe el diablo por viejo que por diablo- sus manos se deslizaron a los costados de su presa y entonces, estando a la altura de esos finos labios, lo besó.



Justo como el mayor lo había predicho, el cuerpo de Min se ablandó debajo de él entregándose por completo y aun ni siquiera lo estaba besando de verdad. Era hermosa, esta criatura era hermosa. De a poco el beso empezó a profundizarse y Changmin sentía la cabeza darle vueltas, la lengua de su hyung era tibia y dulce, sus labios se acariciaban despacio pero sin pausa. Todo se parecía un poco a aquella primera vez en la que se besaron debajo de la mesa de la cocina mientras la mamá de Min preparaba una torta para el cumpleaños del mayor. Desde entonces sus labios no habían besado a nadie más, así que la torpeza en ellos aun permanecía. Changmin simplemente se dejaba hacer por su hyung, se dejaba tomar de a sorbos por esa boca endiabladamente roja. Para ayudarlo ante su inseguridad, la mano derecha de Jaejoong fue a parar a la nuca del menor y empezó a guiarlo e indicarle cómo debía inclinar su cabeza para que la cavidad pueda desvirgarse por completo. Esto debía ser un sueño, o una pesadilla, pero Min ya no era dueño de su cuerpo, el ritmo de su circulación y de su respiración se acoplaron al ritmo que impuso el mayor con sus besos. Cada vez que Jaejoong enredaba su lengua con la suya sentía que podía morirse en paz, que tener esto ya le era suficiente. Pero como todo lo bueno, esto también acabo demasiado rápido para el gusto de Min. Jae despegó sus labios de a poco, Changmin le miró a la cara, incluso a su edad y después de todas esas parejas su hyung tenías las mejillas tan rojas como él.


_ ¿te gustó?



Changmin no respondió con palabras, hizo un intento lastimoso por alcanzar esos labios de nuevo, pero Jae se alejó esta vez. El menor se quedó al borde del llanto y con la mirada rogando por más.


_hyung…-pedía, Changmin se lo pedía con los ojos, con la voz, con el cuerpo.

_dios, definitivamente eres pasivo- con su pulgar limpio la saliva de los labios del menor- ni siquiera te diste cuenta cuando me abriste tus piernas.



Era verdad, Changmin bajó la mirada hacia su propio cuerpo y la cintura de su hyung se encontraba abrazada por sus dos piernas, el calor le subió a las mejillas inmediatamente y se alejó del mayor lo más rápido que pudo. El niño no se sentía él mismo.


_y…yo…- abrazó sus piernas juntándolas a su pecho.



Una sonrisa que rayaba en lo morboso se delineó en los labios del apuesto hyung, gateando gatuna y eróticamente el mayor se acercó al chico que temblaba sin entender como su cuerpo fue capaz de comportarse de esa manera tan lasciva y sexual si nunca antes nadie lo había tocado así ni mucho menos tenía pálida idea de cómo dos hombres hacen el amor.


_ dime mi amor…-tomó su quijada para que ahora esos ojos vidriosos y marrones lo mirasen- ¿cómo se siente ser una perra en celo?

Siguiente