Mi Amigo...Mi obsesion cap 12

Gracias al intenso dolor de cabeza pude abrir los ojos, el sitio no me era para nada conocido, además estaba todo oscuro y mi visibilidad era penosa, no solo me dolía la cabeza si no que también los brazos, no podía moverme bien...¿la causa? estaba atado a la pared con los brazos alzados sobre mi cabeza. Mi preocupación y los nervios no me ayudaban demasiado pues lo único que conseguí hacer era tirar y tirar mas de las cadenas que me sujetaban, pero no cedían ni un poco...me empezaba a desesperar y lo peor era que no recordaba bien que era lo que había pasado.

Resople y resople, además de maldecir por lo bajo todo lo que podía, pero allí no pasaba nada, por no moverse no se movía ni el aire.


- ¿Hay alguien hay?


Grite con toda la fuerza que pude. Otro tirón de la cadenas y solo conseguí hacerme daño en las muñecas.


- Ah...maldita sea... ¿pero que demonios hago aquí?

- Jajajaja


Esa risa me saco de mis pensamientos de como poder escapar. Mire para todos lados pero no conseguía ver de donde provenía. Se volvió a escuchar aun mas cerca y a los pocos segundos sentí un suave toque por mi pierna. Mire aterrado a quien estaba haciendo eso y no pude contener la patada que voló a su estomago.


- Veo que aun estas bien fuerte

- ¿Como demonios me has echo esto? - intente soltarme de nuevo, pero solo conseguí con ello sentir algo liquido bajar por mis brazos - mira...ahora me sangran las muñecas...

- Estas muy sexy...podría dejarte así para siempre

- ¡Como te pille!


No se asusto ni un poco, la verdad no era raro pues a quien iba a asustar si estaba atado de esa manera, de pronto su risa histérica se apago y se acerco lentamente a mi cara.


- Yo de ti me estaría quietecito...si no quieres que le pase nada a ChangMin.


Mi cuerpo se quedo completamente estático y como si de una película se tratase todo lo que había ocurrido antes de terminar hay vino a mi cabeza.



Dos días antes...




JaeJoong


Había salido del departamento lo mas rápido que mis piernas me dejaron, la cabeza me daba vueltas y no entendía del todo que había sucedido unos minutos atrás, YooChun se había vuelto loco, pensaba cosas que no eran ciertas y lo peor era que lo había dejado completamente solo.

Mi conciencia me gritaba que volviese al piso y le ayudase, como siempre el había echo desde que nos conocimos, pero algo muy lejano en mi mente me gritaba que continuase caminando hasta llegar a un sitio donde mi amigo no consiguiese encontrarme, un lugar seguro.

Y ese desde luego no iba a ser el bar de Moon Hee Jun...que para variar el no estaba, y en la puerta había un bonito letrero que decía "cerrado por motivos personales"...no me hacia falta pensar demasiado para saber cuales eran esos motivos que le retenían...hasta podía dar un nombre si me lo pedían. No tenia otro remedio que ir a su casa, al menos sabia que el me esperaría con una sonrisa en los labios.

Justo la sonrisa que en ese momento necesitaba, una que me diese un poco de calma.

Incluso mas animado de lo que pensé deshice el camino echo para coger aquel que se adentraba en el parque y luego me llevaba directo a su hogar.


Ya había tocado la puerta dos veces y llamado al timbre tres, y nadie me abría, no podía ser que tuviese esa mala suerte de golpe, aunque si me ponía a pensar yo no era alguien que tuviese una suerte perfecta...mas bien parecía que me habían echado una maldición o algo así cuando nací, como los cuentos de los niños.

- Una vez mas y si no esta...le espero en la escalera


Alce de nuevo la mano, dispuesto a darle mucho mas fuerte que en cualquier otro momento, respire hondo, muy hondo...aunque no estuviese seguro porque, y aporree con todas mis fuerzas el trozo de madera, que estaba demasiado calido...y a su vez húmedo.



ChangMin


Una vez me habían dicho que cuando vivías solo siempre llamaban a la puerta o al teléfono cuando estabas en la ducha o en algún otro lugar donde no podías contestar tan rápido como se debería, y por suerte o no, me estaba dando cuenta que eso era la pura verdad.

No llevaba ni diez minutos en la ducha cuando empezaron a tocar a mi puerta, en un principio pensé en dejarlo, ya se aburrirían de darle porrazos a la pobre, pero no cesaban...vamos quien fuese era insistente, eso no podía negarlo.
Salí de la ducha y me enrosque la toalla a la cintura, no iba a tardar en volver por lo que no quise ni secarme, solo seria decirles que no me interesaba lo que vendiesen.

Atravesé el pasillo, llegue a la puerta y al abrirla me dieron un buen golpe en el pecho.


- Ah!..Eres tont... ¿JaeJoong?


Si yo estaba sorprendido de verle allí su cara era todo un poema, al igual que la cara de la ancianita que le había dado por subir las escaleras y ahora nos miraba con una cara un tanto extraña, y sobretodo no recomendada a menores de edad.


- ¿Que demonios haces así? - me pregunto cuando consiguió hablar de nuevo

- Si quieres dejo de ducharme

- Por favor tápate un poco...a la pobre mujer casi no le da un ataque al verte con esa mini toalla.

- ¿No te gusta verme así? - ya que estaba todo tan bien puesto no podía desaprovechar esa oportunidad para molestarlo un poquito - Dime JaeJoong... ¿no te gustaría tocarme un poquito?


Casi me había olvidado de la anciana que aun seguía parada al lado de la escalera sin perderse un segundo de la conversación, solo cuando escuche un fuerte "sois unos pervertidos" recordé que estábamos en medio del pasillo de las escaleras. Y lo que yo quería hacer en ese lugar no se podía...

Tire de su brazo, bajo una protesta poco convincente y le hice entrar, cerrando la puerta a sus espaldas. No sabia que hacía allí pero tampoco era algo que me preocupase en ese momento.


- Vístete o te resfriarás - me dijo suavemente cuando empecé a darle unos besos por la mandíbula.

- Tengo que ir a ducharme antes

- Entonces ve...- casi estaba perdido por su deseo, y eso que me había dicho fue lo que me dio la última idea de ese día.

- Ven conmigo


Si hubo protestas no las escuche, si dijo algo al respecto tampoco le hice caso, lo que de verdad me estaba importando en ese momento era llegar lo antes posible al baño y allí desnudarlo completamente.

Su camiseta cayo rápido al suelo, dejándome ver ese pecho perfectamente marcado, por el que me moría si no podía acariciarlo, el primero de sus jadeos me hizo actuar casi por instinto, en lo poco que llevábamos había aprendido alguno de sus puntos clave, los que iba a aprovechar hasta el fondo para hacerle enloquecer todo lo que pudiese por mi.

Le empuje una vez mas para meterle dentro de la ducha, el agua comenzó a caer, completamente fría, y le pude escuchar gemir de protesta. Ya no soporte mas el no poder besarle, introduje mi lengua casi de una manera desesperada, hambrienta, recorriendo toda aquella cavidad humedad y caliente, donde mi músculo se encontraba con ese otro igual, las que luchaban por dominar el beso.
La toalla de mi cintura voló por el baño, sus pantalones se habían mojado y ahora descansaban en uno de los bordes del plato de la ducha, yo ya estaba

completamente desnudo y el aun tenia una pequeña prenda, pero que por causas del agua me dejaban ver claramente aquella erección escandalosa que mi JaeJoong tenía por mi causa.


- Quítamelo... - no supe si era una suplica, una orden o una sugerencia; cuando usaba ese tono en ese estado y conmigo completamente cegado, era difícil saber de la manera en que se hablaba - Venga Minnie...lo estas deseando...


Relamí todo lo que pude mis labios antes de ir bajando lentamente, lamiendo todo lo que se me podía cerca, dejándome embriagar por cada uno de esos sonidos eróticos que el era capaz de hacer. Mordí el borde de su bóxer, y como había echo antes, suavemente fui tirando de el hacia abajo...solo lo justo para dejar al aire esa parte que tanto me interesaba. Eche un vistazo hacia sus ojos, los que no perdían un segundo de lo que estaba haciendo, vi su deseo reflejado en ellos, quería que jugase...y eso iba hacer.

Deje que mi lengua se escurriese por toda su extensión, quería torturarlo, por lo que en ningún momento aceleré mis caricias, su voz me pedía por mas y su cuerpo también.


- Cálmate...hoy seré yo el que tome el control...


Deje su miembro y volví a su altura, le bese, con la misma pasión y desesperación de antes, el agua continuaba cayendo sobre nosotros, haciendo que nuestra piel resbalase, y que nuestra temperatura continuara subiendo rápidamente. No iba a soportar más el dolor de mi entrepierna.

Gire ese cuerpo calido y que me llevaba a la desesperación, el sabia lo que iba hacer y no se negó. Mi mano fue directa a aquel lugar oscuro, decidido adentre en primero de mis dedos en su interior. La sensación no podía ser casi descrita...caliente, suave, incluso podría decir que era acogedor.


- Por favor ChangMin...si lo vas hacer, hazlo ya


Me encontraba tan metido en mis pensamientos que no había notado lo necesitado que estaba mi acompañante...no...El era mi amante.

No quise hacerle sufrir un minuto mas, tome su cadera para acercarlo todo lo que pude a mi, y luego lentamente me fui introduciendo en el. Mi prolongado gemido se unió al suyo, no fui capaz de moverme, me daba miedo embestirle, por si terminaba muy rápido o por si me desvanecía preso del placer.

No fue decisión mía el seguir o no, si no de JaeJoong que empezó a moverse rápidamente, el muy descarado gemía algo, si luego los vecinos protestaban les diría que la culpa era de el.

Mi propia cadera también seguía los movimientos de el, y yo no me había dado cuenta de ello.



JaeJoong


ChangMin llevaba una eternidad sin moverse y mi cuerpo no aguanta un segundo mas de esa manera, por lo que había decidido ser yo el que empezase. Escuche como jadeaba, suspiraba y gemía, una y otra vez, siguiendo el movimiento de mi cuerpo.

No supe si fue en mucho o en poco, si el fue antes o yo, pero el orgasmo llego fuerte y decidido, dejándome con la mente en blanco y con las piernas temblando. Mi pequeño salio, casi reí, porque estaba seguro el porque se la rapidez de abandonar mi cuerpo.


- No te preocupes...- murmure, muy cansado.

- Eso se dice antes...


Lentamente fuimos bajando hacia el suelo, y allí sentados, el me limpio a mi y yo a el, como una preciosa pareja de película.


- Por cierto ¿como es que has venido? - me pregunto una vez los dos envueltos en toallas

- ¿Ahora me lo preguntas? - me reí como lo necesitaba hacía un par de horas, y ChangMin solo me miro curioso - comamos algo y luego te lo explico.


Después de la cena, que habíamos terminado por pedir a un restaurante de comida rápida, ChangMin volvió a preguntarme, y mi valor por contarle lo que había ocurrido se fue, no me sentí preparado, ¿que pensaría si viese que alguien mayor que el huye de su casa porque su amigo se ha enamorado de el y encima se ha vuelto loco por su culpa?


Casi sin querer me entro el miedo de perderle, ahora que tan hondo había calado en mi, temí que se riese de no poder defenderme solo...y así solo le conté que habíamos discutido y preferí irme antes de llegar a las manos.
Mi Minnie me creyó, todas y cada una de las palabras que le dije.
Me sentí mal por mentirle.

Pero si volvía a hablar con YooChun y lo arreglábamos, ya no sería una mentira, solo una verdad ocultada.

Esa noche ChangMin y yo dormimos abrazados metidos en su cama, y estaba seguro que eso era el paraíso.



ChangMin


No le creía.

Por muy convincente que el sonaba, yo no era tonto y sabía perfectamente cuando alguien mentía hablando. Además JaeJoong era un libro abierto. Solo le deje creer que yo le creía porque solo así conocería la verdad detrás de esa mentira.


Era pronto cuando nos fuimos a dormir, pero no era un problema, después del duro ejercicio que habíamos tenido el sueño era una consecuencia comprensible.
Le abrace, quería que supiera que me tendría para lo que necesitase, y así ambos nos dormimos.


Si ya sabía que el cuento que JaeJoong me había contado no era del todo correcto, la excusa que me puso para no ir a clase esa mañana me lo terminaba de confirmar, por si quedaba alguna duda. Le deje creer que aceptaba su excusa y yo me fui.


Era hora de ver como iban las cosas por allí.


En las clases todo estaba correctamente, poca gente notaba que Jae no estaba conmigo, pero eso era completamente normal, al igual que era normal que todas las chicas estuviesen encima de Park YooChun como gatas en celo, no entendía como ese idiota las tenia a todas locas. Pasar de el y continuar tomando notas de lo que el profesor explicaría era mi principal cometido...y lo hubiese echo así si no llega a ser porque en la mano de don importante había una quemadura, y por lo que podía comprobar desde mi posición no era una de las que te haces por una tontería, tenia pinta de ser seria y eso hacia que todo me diese mala espina.

La manía que le había cogido con esos días estaba a punto de quedar aparte solo porque quería preguntarle si estaba bien, ya había comprobado que ese tipo no estaba demasiado bien de la cabeza, y al verle así solo se me pasaba por mente esa pequeña discusión de la que JaeJoong me había hablado. Me levante dispuesto a sacarle toda la información que pudiese, pero alguien se me adelanto antes.


- Oppa... ¿Qué le ha pasado a tu mano? - le pregunto una de las chicas que babeaba casi encima de el - ¿Tuviste algún incidente?

- ¿Esto? - señalo su mano con la quemadura y sonrió coqueto - no es nada, me la hice al ayudar a una anciana con un problemita en su cocina.

- ¡YooChun oppa eres tan gentil!


Casi no me ahogo con la cantidad de cursiladas que las chicas soltaban por esos labios exageradamente pintados. Había sacado algo claro, ese idiota se había quemado supuestamente por ayudar a una anciana...mentira...sí, había sacado algo en claro, YooChun y JaeJoong mentían igual de mal.


- Tiene mala pinta, deberías ir al médico - le dije cuando me acerque lo suficiente

- Sí...anoche era tarde y por eso no me pase - continuaba mintiendo y ahora sus gestos también me lo demostraban

- Si quieres te acompaño, mi padre es médico...

- Eres muy amable, Shim...pero tengo médicos privados - hizo como si se hubiese dado cuenta de algo - perdona...no quería ofender - ohhh claro...su amabilidad

- No te preocupes...por cierto ¿como es que JaeJoong no te insistió en ir aunque fuese muy tarde? - eso es, el dedo directamente en la herida, su cara ahora era un poema.

- El...paso completamente de mi herida


Las chicas se escandalizaron, claro, el tenia que seguir diciendo que el chico con el que vivía era un chico malo y cruel...todo para que nadie le quitase a su tesoro... ¿pero como podía estar tan loco?


- Bueno...eso podría dudarlo - con esa sola cosa me iba a ganar a más de un enemigo - JaeJoong se ha preocupado mucho por mí en poco tiempo, ¿como iba a pasar de tu herida siendo su mejor amigo?

- Pues así fue...el no se inmuto y se quedo allí viendo la televisión toda la noche tan tranquilo - su expresión era digna para poner en una de esas novelas donde los actores sobreactúan demasiado.

- ¿Estas seguro de eso YooChun...?


No pude evitarlo, debí callarme y pasar de lo que decía, pero las ganas de darle su merecido me ganaron, el en cuanto me miro supo a lo que me refería y solo asintió, las chicas le defendieron pero yo había echo una herida mas a ese desgraciado.

Camine lentamente hacia mi sitio de nuevo, sintiendo una mirada pesada sobre mi, seguro que si apostaba de quien era no perdería dinero.
Tenía que hablar con JaeJoong sobre lo que había ocurrido, y esta vez necesitaba una verdad, o una excusa tonta.



YooChun


Le odiaba.

Caminaba con esa chulería hacia su mesa, y estaba seguro que se regocijaba en lo que había conseguido, dejarme callado.
Y lo peor era que sabía que Jae estaba en su casa, sabia que había ido allí para buscar un refugio lejos de mí, porque nuestro piso ya no lo era. No. Desde que ese Shim ChangMin había aparecido todo estaba distinto, y se me escapaba de las manos completamente.


- Chicas voy a ir a refrescarme, por favor


No me hizo falta mucho mas para que todas ellas me dejasen libre de sus tonterías, di los pasos justos tranquilamente, pero en cuanto pase la puerta de la clase corrí como un alma que lleva el diablo.
Quería encontrarlo y obligarle a volver, imponerle que solo me podía mirar a mi, prohibirle estar con ese listillo idiota de Shim...JaeJoong solo podía tener ojos para mi.


Pero no sabía por donde empezar a buscarle...

Nunca había preguntado donde estaba su nuevo refugio...

Y estaba más que claro que ese niñato no me lo diría.


La frustración se apodero de mí por completo, me sentí como una fiera enjaulada y eso que estaba en plena calle, los edificios crecieron mas plantas en segundos, los coches me rodearon y los chirridos aumentaron demasiado.


Avenida tras avenida, seguía con el malestar en mi cuerpo, la gente, a mi lado y podía apostar que ninguna tenía una vida tan completa como la mía, ni en dinero ni en felicidad...porque yo era feliz...si, siempre fui feliz...y lo iba a ser.


El sol empezaba a ocultarse, y con ello los sonidos de la ciudad también se iban apagando lentamente, me sentí mas relajado. Y luego mas temeroso, iba a ser un día completo sin verte y no sería capaz de soportarlo mucho mas, quería encontrarte antes de que diese la misma maldita hora en la que te habías ido de nuestro hogar.


Volví a correr, todo lo rápido que podía, con los irritantes sonidos de mi reloj marcando cada segundo, cada minuto y cada hora que seguía buscándote por todos lados, sin dar contigo.


¿Porque nunca te había insistido en ir a los lugares que te gustaban?

¿Porque nunca me dijiste que te acompañase?

¿Porque Shim ChangMin si te tenia ese lugar solo para ti?



Un parque apareció delante de mis narices, ahora parecía controlar mejor todo lo que me rodeaba, veía los árboles, los bancos, algunas parejas, y entre los arbustos podía ver incluso a las parejas un poco mas adelantadas esa noche. Pero todo eso paso a segundo plano cuando vi la enorme fuente que salpicaba alegre parte del suelo, cambiando de colores cada pocos segundos. Y allí rodeado de toda aquella luz, brillando como siempre lo había echo, se encontraba el. Sentado, demasiado pensativo quizás, pero tan impresionante como siempre. Camine en dirección contraria hacia donde miraba.


Estaba mas cerca.

Un poco más...

Como un leopardo acechando a su presa...

...no le dio tiempo a reaccionar cuando cayó con los ojos cerrados al suelo.

- Ahora no te escaparás...



En el presente.



- ¿Porque te alejaste de mi Joongi? - le dije acariciando su mejilla suavemente - ¿No ves todo lo que te quiero?

- YooChun por favor...suéltame y hablemos...

- ¡No!




JaeJoong


Su respiración se acelero cuando le pedí que me soltase, incluso su mano, que aun seguía en mi mejilla apretó, estaba seguro que podría haberme arrancado la cara si hubiese seguido apretando.
Jadeaba muy cerca de mi oído, note como mi cuerpo empezaba a temblar un poco, hacía más frío de la cuenta, y el tener la ropa casi abierta no ayudaba a aguantar la temperatura de mi cuerpo.


- YooChun...hace frío...por favor

- Oh ¿mi Joongie tiene frío? - su voz se había vuelto mas aguda - no te preocupes, en nuestro nidito hay sitios calidos...

- ¿Que estas diciendo? - aunque mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad lo único que notaba es que todo estaba oscuro - ¿D...Donde estamos?

- En nuestro piso...y ahora no nos separaremos nunca...

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