730 - parte 1

¿Por qué tuve que dejarlo ir?, ¿por qué no pude seguir su camino?. Cada noche, en mi mente, lo veo alejarse con la mirada apagada, los ojos llorosos y el corazón sangrando. Lo veo así, tan bello y decidido con su mano esperando sostener la mía. Lo veo así y todas las noches me pregunto lo mismo, ¿por qué no estoy siendo el que calme sus pesadillas y porqué el no calma las mías?

Lamentablemente, para mi maldita suerte, hace casi dos años que tengo esta pregunta, y se ha llegado a convertir en mi frase de vida. En sesiones de fotos, en el estudio de grabación, en las comidas, la imagen de sus ojos rasgados y bellos diciéndome ‘No te alejes’ me persigue y no me deja en paz.

El porqué me ha asechado tanto que me ha llevado a la depresión y a la locura. Recuerdo que hubo un tiempo en que veía su rostro por todas partes y me refugié en el alcohol… ¡no!, que refugio ni que nada, sólo quería seguir viendo su rostro por todas partes y la bebida me hacía tenerlo siempre a mi lado.

Y creo que por esa misma endemoniada frase es que he hablado así de todo lo que ha pasado, de que no he dicho la verdad pero tampoco he mentido del todo. Por eso mismo, y para acabar con mi largo y masoquista sufrimiento de exactamente 729 días es que dejaré el nombre de Kim Jaejoong en el pasado.

- ¡Buenos Días!- avancé lentamente hasta llegar a la entrada de la cocina del departamento.
- Yunho_hyung, buenos días- decía un medio atragantado Changmin- amaneciste de buen humor.
- ¿En serio?, ¿de verdad lo crees?
- Si… pareces un chiquillo otra vez.
- Eso es justo lo que necesito, ¿no?. Volver a tener energías y sonreír- y le mostré una de mis más amplias sonrisas.
- Sólo espero que no sean falsas hyung.
- No Changmin… desde hoy no lo serán.
- ¿Estás seguro?
- Si, hoy amaneció despejado en el cielo. Es un buen presagio de que hoy retomaré las riendas de mi vida de nuevo. Hasta me siento mejor de mi garganta, creo que no necesito ir al médico hoy.
- Me alegro. Y como hoy decidiste eso mmmm veamos… ahh~ ¿por qué no lees el periódico?- decía mientras se preparaba uno de sus conocidos sándwich de 6 pisos estilo ‘MAX!’
- Buena idea- estiré mi mano hasta el otro lado del desayunero y sujeté el periódico.

Abrí el periódico hasta llegar a la mitad y ojeé un par de noticias. Leí unas cuantas notas y después de unos siete u ocho minutos abandoné la cocina.

- ¿Hyung?, ¿a dónde vas?
- ¿Ah?, ¡ah!, voy a la empresa para ensayar un poco. Hoy me siento tan bien que me gustaría aprovechar al máximo mi estado de salud
- Hm- comió otra tostada- ya veo. Ve y da lo mejor de ti.
- Si, eso haré- sujeté mi chaqueta, las llaves de mi auto y una gorra- eso haré…
- Ahh hyung…-suspiró- idiota- el mankae seguía bebiendo su jugo- dejarte llevar por una cosa así- abrió el periódico en la página central- “Después de mucho tiempo, una chica ingresa a ‘Heroland’”-comenzó a leer despacio y calmadamente.

Hero o Kim Jaejoong, ex integrante de la boyband TVXQ y hoy miembro del nuevo grupo JYJ fue captado por nuestras cámaras el día de ayer por la noche junto con una de lo que al parecer sería su nueva conquista. Y en exclusiva, les mostramos las fotos de esa noche.

- Molesto- cerró el periódico antes de ver las imágenes- Sea lo que sea que esté tramando Jae… buena suerte Yunho_hyung- y le dio otro sorbo a su jugo.

Me repetía una y otra vez que no podía ser cierto, era imposible, completamente imposible. Conocía a ese chico mejor que nadie, y sabía perfectamente que jamás estaría con una mujer, no después de haber estado conmigo durante casi 5 años y de conocernos por casi 10. NO quiero pecar de vanidoso, y mucho menos es que me esté echando porras; pero nadie conocía mejor a MI novio, nadie más sabía que su corazón era sólo mío.

Tal vez me hubiera sentido un poco menos dolido si lo hubiera visto de la mano de Junsu, Yoochun, o cualquier otro de sus amigos como Hyun Joong… todos menos una mujer. Y es que me hirvió la sangre cuando lo vi con esa chica que sabe Dios si era mayor de edad y que probablemente era una nueva modelo que buscaba un trampolín a la fama por su falta de talento, o una chica impresionada por su simple persona.

¿Celos?, ¿por qué?, ¿acaso aún teníamos algo?; o más importante, ¿acaso el me seguía importando?. Lo más probable es que me haya sentido herido como varón… ser reemplazado por alguien del sexo opuesto debe ser motivo suficiente para sentirse así. Sólo necesitaba una explicación, un ‘No eres tú, soy yo’, por más estúpido que sonara me aliviaría por completo.

“Es sólo un momento”, me repetía a mi mismo mientras ignoraba al mundo que me rodeaba. Empezaba a cuestionarme si en realidad había sido una buena idea el haber salido de casa a buscarlo. La prensa, las fans y hasta el propio staff de la SM estaban detrás de mí controlando cada uno de mis pasos, e ir a verlo, luego de casi dos años conteniéndome definitivamente no ha sido mi idea más brillante.

Para mi mala suerte, cuando quería dar media vuelta e irme a casa, ya había entrado al piso de su apartamento. ‘¿Có.. cómo entré aquí?’, estaba claro que había perdido la noción de tiempo y espacio.

- ¿Me puedes decir por qué tienes a este gato?, ¿dónde está …?- al entrar en su departamento me encontré con la cosa gris que el llamaba su nueva mascota.
- Ah?- se escuchó una voz de lejos. El gato corrió y se dirigió hasta la cocina. Después de unos segundos…- ¿Qué pasa…?Yunh… ¿qué haces aquí?, ¿co… como entraste aquí?
- 90959096, no has cambiado tu clave en los último tres años; pero no me cambies de tema, ¿ahora tienes un gato?- ok, no fue la mejor forma de entrar a su departamento, pero no podía gritarle ‘¿Qué haces con esa tipa en los periódicos?’
- No te incumbe.
- Claro que sí, pobre---, a dónde lo habrás met…
- ¿Quieres callarte?. Vete. Primero entras a mi casa de esa manera, ¿sabes lo que es la propiedad privada?-tenía razón- y después con mi gato, ¿a ti que más te da si – está con mis padres o ahora trabaja para la policía?. Vete… vete ya- con fuerza tiró de mi brazo y me llevó hasta la sala.

No recordaba lo fuerte que podía ser Jae… tenía en mi mente la imagen de aquel chico tímido que siempre sonreía por lo bajo cuando lo veía. Ese mismo estudiante que soñaba día a día con poder pararse en un escenario. Esos músculos que me sacaban de su departamento se habían formado a base se sacrificio, de sacrificio constante para ver a los suyos felices.

Ese muchacho de tierna mirada, labios rosados y nariz encantadora había desaparecido por completo y había dejado en su lugar a ese hombre fornido que no me quería a su lado; que me odiaba con toda su alma. Pro yo no podía odiarlo, ni siquiera podía sacarlo de mi mente por un solo segundo.

- ¿Por qué?
- Ah?
- Tu sabes a lo que me refiero- desvié la mirada- la chica del periódico.
- Yunho_ah, por favor, vete
- Sólo dime porque, porque esa chica. ¿Te sentías sólo?, ¿necesitas probar algo nuevo?
- Para y vete.
- No, no Kim Jaejoong, no pienso irme hasta que me aclares que te ha hecho cambiar de un día a otro. Hasta hace unas semanas aún reaccionabas mal ante todo, y por todas partes habían comentarios tuyos de cuánto dolor te producía esto.
- No tengo porque seguir escuchándote- dio media vuelta.
- Claro que tienes porque escucharme, porque sabemos perfectamente que esa chica no significa nada para ti, que es sólo una forma de acabar con esto. Pero te equivocaste porque ella jamás será como yo, jamás tocará tu mejilla cuando tengas frío, ni tomará tu mano cuando estés cansado; nadie te conoce tan bien.

Yo sé que me he olvidado de él cuando desperté por la mañana, se que hice esa promesa; y se que también estaba siendo muy vanidoso por haberle dicho eso. Sabía también que le hacía mucho daño con mis palabras pero seguía diciendo cosas sin sentido; tocando su rostro cada vez más furioso y bruscamente. Lo acorralé en una esquina como la primera vez que le robe un beso. Toqué su cabello posesivamente, cobrando todo el tiempo que había sido apartado de su lado, reclamando lo que era mío y que tenía derecho de propiedad exclusiva.

El no se negaba, como cuando éramos novios sólo me aceptaba y se dejaba llevar; o al menos eso pensé

- Suéltame- con toda su fuerza me lanzó hasta la otra pared- nadie te ha dado derecho de que me toques así.
- Tu me diste el derecho hace muchos años y que yo recuerde aún no me lo has quitado.
- Ha- rio sarcásticamente- parece que debo recordarte lo que dijiste. ‘Es una mentira, no hemos mantenido contacto’- mis ojos se abrieron de par en par.

Recuerdo haber dicho esas palabras cuando estaba muy enojado por la manera en que nuestro comeback se había dado. Estaba lleno de impotencia, de rabia y con ganas de esperar una respuesta suya. Hablé sin pensar, por eso nunca pensé que calara tan rápido y profundamente en él.

- Pues ahora respóndeme directamente… con tus propias palabras, como tú dices. ¡Responde y dime por qué!
- ¡Por qué quiero dejar de sufrir!, ¡porque quiero poder trabajar, quiero que me contraten, quiero que mis amigos trabajen igual que yo, que podamos dejar de ser molestados por todo el mundo!, ¡por qué quiero que tu me odies!- cayó al suelo con la mirada apagada- ¿Es que acaso no lo entiendes?... claro, tu que vas a saber que fue mi vida todos estos años.

‘Un infierno’, pensé recordando mi vida en ese tiempo.

- ¡Un completo infierno!. Todos los días me llegaban cartas de fans tuyas diciéndome que era una basura. Todos los días tenía que recoger el correo de Junsu y Yoochun a escondidas para que no lloraran y no tuvieran los ojos hinchados como yo. ¿sabes que deseaba?

‘Volver a ser TVXQ’

- Volver al grupo, así tuviera que sufrir mucho más. Porque sólo así todos los malos comentarios de personas a las cuales yo consideraba mis amigos acabarían. No me importaba volver a firmar un contrato desesperado… Tal vez esta vez no tendría que hacerlo para poder comer, pero si para dejar de ser torturado. ¿Entiendes porque tengo que olvidarte?

‘Para no sufrir’

- Para… no sufrir más.
- Jae…
- Por eso ahora no me importa si me vez con diez o cien mujeres… quiero volver a sonreír y teniéndote en mi mente es imposible.
- Entiendo- me paré calmado y me acerqué a la puerta. Giré rápidamente y, como la primera vez, le robé un beso repentino a… a este chico de cabello negro.

Como hace cinco años me plantó su puño sobre mi rostro. Esta vez, a diferencia de ese entonces, respondí ese golpe con otro, y dejé que tanto él como yo nos desahogáramos con nuestros puños. Las lágrimas empezaron a caer a la par de la sangre. Pronto, cada golpe se hizo más fuerte y cargado de impotencia. Cada patada era el intento por olvidar un recuerdo, un momento juntos. Resolveríamos esto como chicos de secundaria enojados, porque aunque ya estábamos en nuestros veinte, dentro nos resistíamos a dejar a los dos adolescentes de secundaria que se conocieron, se hicieron mejores amigos y novios, confidentes y apoyo.

Dejé de golpear con toda mi fuerza en un momento pero el aumentó la suya. Literalmente me dejé morir porque sabía que su dolor era mucho más grande que el mío y al cabo de un rato caí al suelo medio muerto y todo se todo poco a poco un color negro.

“Yunnie, ¿me amas?”- una leve imagen apareció delante de mí.

“Por qué preguntas eso tan de repente, Jaeboo”

“Es que quiero estar seguro de que no importa lo que pase, quiero siempre tener a mi Yunnie a mi lado”

Jae…

“Siempre. Tal vez algunos días no esté sosteniendo tu mano, pero ten por seguro que no importa lo que pase, mi corazón está contigo”

“Yo quiero que Yunnie siempre sostenga mi mano y nunca se aleje”

“Ahora estoy contigo”

“¿Y no me dejarás?”

“Por supuesto Jaeboo”

Esto paso hace dos años… cuando tu, mi Jaeboo

“¿Así yo deba alejarme por mi querer?, ¿me seguirás?, ¿sostendrás mi mano?”

“¿A que te refieres?”

“Ya no aguanto más esto. Pero si tu estás a mi lado, podré resistir lo que se viene cuando estemos fuera”.

“¿Que?”

“Quiero decir que sigamos juntos. ¿No será divertido?, tal vez así podremos gritarle al mundo por fin que nos queremos”

Quisiste que te siguiera

“Lo… lo siento Boo. Yo no creo que deba. Será difícil. Aún no estamos listos”

“Aun así podremos, créeme. Será difícil al principio… y los demás también quieren irse. Ya verás que podre..”

“Jae… Otra vez con esas ideas”

“Ahora son decisiones”

“Se… será mejor que nos alejemos. Todos vamos a sufrir”

“¿Y?, ¿no estoy yo aquí para apoyarte?. Estaré allí cuando sufras. Tendremos a los periodistas comiéndonos vivos y a los abogados acosándonos todos los días, pero toma mi mano y te juro que yo aguantaré todo”

Por favor… no lo digas…

“NO… lo siento…”

- Lo siento, lo siento
- Yunho_ah, Yunho_ah!. ¡Despierta!- por el olor del alcohol que entró hasta mi cerebro entre abrí los ojos. Estaba frente mío con su típica cara de espanto y preocupación. Tenía el rostro morado y ensangrentado, otra razón para sentirme tan mal.
- Estoy bien, no he muerto.
- Es un alivio- sonrió disimuladamente- Si te sientes mal… ve a un médico y no dudes en pasarme la factura.
- ¿Me estás echando?
- Debes irte, ya casi anochece y tengo otras cosas que hacer- bajó su mirada.
- Creo que debo alejarme por tu querer ahora-me paré débilmente- ¿me seguirás?, ¿sostendrás mi mano?
- ¿Ah?- sabía que para él también sonaba muy familiar.
- Ya no aguanto más esto. Pero si tu estás a mi lado, podré resistir lo que se viene cuando estemos fuera- ya no lo aguantaba. ‘No puedo alejarme de ti, eres mi Jaeboo, mío y te quiero a mi lado.’
- Yunho… ¿Qué demonios estás haciendo?
- Quiero que sigamos juntos. ¿No será divertido?, tal vez así podremos gritarle al mundo por fin que nos queremos. Será difícil al principio… y los demás quieren acabar con esto, ya verás que podre..
- No Yunho, no uses mis palabras
- Ahora son decisiones. Estoy yo aquí para apoyarte. Estaré allí cuando sufras. Tendremos a los periodistas comiéndonos vivos y a los abogados acosándonos todos los días, pero toma mi mano y te juro que yo aguantaré todo.
- Yun…

Quedé muy acongojado por su respuesta. Gotas finas transparentes salieron de sus ojos rasgados. Se giró a mí y me miró con una mezcla de dulzura, nostalgia y tristeza acumulada en una sonrisa. Sonreí porque el me había vuelto a sonreír. Tenía la cara empapada de lágrimas y aún así podía sonreír, ese era el efecto de él sobre mí. Me dieron ganas de abrazarlo, de volver a sentir su calor, su rostro en mi pecho, pero por todo lo que habíamos dicho sabía que eso era imposible. Me quedé simplemente viendo su sonrisa por horas y horas hasta que llegó la madrugada. Su rostro estaba calmado, con los ojos cerrados y tal vez luego de mucho tiempo, una sonrisa en los labios.

¿Que mas podía pedir?. Toqué su rostro, sus cabellos, sus labios, sus lágrimas y lo vi sonreír, sonreírme. Eso si podía tomarlo como un ‘No eres tu, soy yo’ perfecto. Podía irme tranquilo de allí, con una sonrisa de oreja a oreja. Lo tapé con una manta y salí sin hacer mucho ruido.