Mi vida sin ti.
Qué difícil se hace la vida cuando todo gira en torno a la persona a la que amas. Qué difícil se hace despertar, ir a preparar el desayuno y de la noche a la mañana en vez de tener que preparar un Té para dos, todo cambia y tan sólo hay que hacerlo para uno. Y a veces, qué difícil y triste es, preparar algo para una nueva persona y que sólo pienses “ojalá fueras tú y no él”. Así es cómo me siento ahora, y es tan injusto que hasta me apena decirlo. Pero lo que vi como un escape al principio ahora lo tengo como mi pesadilla, una pesadilla de la que sólo tú me harás despertar. No se si puedes sentirme, ni si puedes escucharme, pero cada día pido al cielo, si es que es ahí donde estás atrapado, que te devuelva al lugar que perteneces, para que me rescates de esta angustia que tanto me abruma y que sé que jamás se pasará si no vuelves…
-Jaejoong, ¿esto que es?
-Ah, eso lo he comprado para ti, lo vi y me gustó.
-Pero si sabes que tengo de sobra.
-¿Y qué? ¿Acaso uno no puede tener un detalle con su marido?
-No he dicho eso, solo que me parece un poco absurdo que te gastes el dinero…
-Shhh, no digas nada, Yunho, ven aquí y deja que te la ponga – y después de ponerle la camisa a su marido se fundió en un dulce beso con él.
Sí, ese día en el que Jaejoong compró una nueva camisa para Yunho, hacía varios meses que ambos se habían casado. Desde el día que Yunho despertó en aquella cama del hospital, Jaejoong se convirtió en su fiel compañero, cada día se preocupaba de que comiera, se arreglara, cumpliera con su trabajo, incluso de que su estancia en el hospital mientras este cuidaba de Changmin, fuera lo más grata posible. En él, Yunho vio ese pequeño escape del infierno que tanto le abrumó en aquellos tiempos, y aunque seguramente tomó decisiones de las que sabía que en el futuro se iba a arrepentir, no pudo evitar intentar refugiarse en alguien para olvidar todo aquello, algo que era, prácticamente imposible…
Flashback…
¬-Yunho, ¿estás seguro de lo que vas a hacer?
-¿Y por qué no iba a estarlo Key?
-No sé, casarte con Jaejoong… no digo que no te haga feliz, pero siento… que todo esto lo haces para olvidarte del pasado…
-Key, sabes de sobra que jamás podré olvidarme de mi pasado…
-Y tampoco del amor que sientes por Changmin, Yunho, admítelo.
-Sí, lo admito, pero… ya no puedo aguantar más una espera que no tiene final, y quizás con Jae y con el pequeño Yoogeum pueda seguir adelante…
-Está bien, sólo espero que algún día no te arrepientas – terminó de decirle Key mientras terminaba de colocarle la pajarita a Yunho – Ale, ya estás listo para casarte. Adelante machote.
-Gracias Key – y este le sonrió.
Fín del flasback…
Ya eran casi dos años los que habían pasado desde que Changmin había caído en coma y en ese tiempo no había presentado ninguna mejoría, incluso, afortunadamente desde aquello, había logrado seguir adelante después de varias crisis en las que tuvo que ser intervenido. Las esperanzas de Yunho porque despertara eran prácticamente nulas, tanto, que decidió dar una oportunidad a su vida, aunque no fuera de la manera que el quería. Es cierto, el no estaba enamorado de Jaejoong, al menos, como lo estaba y estaría siempre de Changmin, pero después de conocerle más profundamente a el y a su hijo de cinco años, por primera vez, se miró así mismo ante un espejo y se dijo “Adelante”.
-¡Papi Yunhie!
-Dime Yoogeum – dijo mientras le cogía en brazos.
-¿Me llevas al parque? Quiero ir con el barquito que me compraste.
-¿Pero sabrás llevarlo? – le preguntó sonriendo.
-¡Claro que sí! Ya soy un niño grande papi.
-Vale, pues vamos entonces, pero no te olvides de coger el chubasquero vaya te mojes como siempre.
-¡Si! – y el niño bajo feliz de sus brazos y corriendo fue a preparar sus cosas para esa misma tarde.
Eran muchas las ocasiones en las que Yunho le llevaba a aquel parque, y tampoco fue la primera vez que le contó su historia con Changmin, una historia llena de amor, obviamente con distinto final… En ese niño, había visto el reflejo del futuro que un día deseó tener con Changmin y la verdad, es que tenía muchas de las características físicas y maniáticas que tanto le habían enamorado de el.
En el hospital…
-¿Yunho puedo pasar?
-¿Qué haces aquí Yoochun?
-Por favor, déjame que vea a Changmin… yo… no me he atrevido a venir antes…
-¿Por qué? ¿Ahora te culpas de lo que paso? De lo único que debes culparte es de haber echado de tu lado a Changmin cuando más te necesitaba – le recriminó.
-Lo sé, y me arrepiento como de nada en mi vida…
-Claro, ahora llegan los arrepentimientos… ¿Y si no hubieras sido tu el del accidente qué? ¿Te hubieras arrepentido?
-Eso es injusto Yunho, yo también he llevado mi proceso – sí, quien llevaba el coche aquel día era nada más y nada menos que el que había sido mejor amigo de Changmin, Park Yoochun, quien después de enterarse de lo que pasó, necesitó ayuda psiquiátrica en uno de los centros de Seúl.
-Lo siento, no quería que sonora así, en verdad… tu no tuviste la culpa de lo que pasó aquel día. – Y Yunho se levantó para ir a abrazar a Yoochun – Ven, siéntate.
-¿Cómo se encuentra?
-Igual…, no hay mejoría, aunque tampoco empeora…, no entiendo, como una persona puede mantenerse así tanto tiempo.
-Ni yo tampoco, ¿crees que algún día despertará?
-No lo sé.
“¿Crees que algún día despertará?” ¿Y esa voz? ¿No es la de Yoochun? ¿Y por qué pregunta eso? ¿De que tengo que despertar? ¡Si yo ya estoy despierto! Es sólo… que no se donde estoy, ashh y esta maldita niebla no se acaba nunca… siento como si estuviera andando para nada. ¿De verdad hay algún lugar donde llegar? También se supone que tenía que recordar y salvo resquicios no recuerdo absolutamente nada de mi vida. Tan sólo se que estoy enamorado de Yunho y de que él es toda mi vida, pero no recuerdo el por qué me enamoré de él, el por qué el se convirtió en todo mi universo. ¿Alguien lo sabe? “Tan sólo eres tú el que debe de saberlo, esfuérzate por lograrlo Changmin”. Pero si yo me esfuerzo, es sólo que no consigo llegar a responder a esa pregunta. “Lo harás, no tienes que preocuparte por eso ahora, esa respuesta llegará a su debido tiempo” Esta bien, seguiré esperando, seguiré caminando y seguiré intentando recordar.
-Supongo que si no se ha ido del todo, es porque quizás aún queda una pequeña esperanza – continuó diciendo Yoochun.
-Puede ser, pero para mí esa esperanza por muy pequeña que pueda ser, ya no existe.
-Entiendo…
-¿Tú como te sentirías si llevaras más de dos años esperando a que despertara?
-Seguramente, derrotado…
-Pues así es como me siento yo, Yoochun, créeme si no me hubiera sentido derrotado, seguramente, no habría tomado las decisiones que he tomado.
-¿Cómo la de casarte con otra persona? – preguntó Yoochun.
-Si, como por ejemplo esa.
-¿Y si llega el día en que Changmin despierta?
-No creo que es pase nunca…
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, en mi caso, lo último que me quedaba para tener esperanzas se esfumó hace tiempo. Ahora, sólo me queda vivir y esperar, esperar a que el día de mi muerte llegue y desear que en mi próxima vida… nos volvamos a encontrar…
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