Naoya Sakamoto Pov
Cuando Salí de bañarme entre al cuarto y llego mi hermano, tenía una mirada sorprendida.-¿Qué pasa? –pregunte.
-La cague –respondió le mire confundido y continuo.- Le dije Jejung
-… -le mire negando- ¿Qué tiene de malo?
-Pues van a saber que me gusta
-¿Sabes? Se nota aunque no hables, -le confesé- lo más seguro es que ya lo sepan
-Muchas gracias Nao, me haces sentir tan bien –me dijo irónico y le bese la mejilla.
-Lose –conteste riendo.
-Bueno, me meteré a bañar –tomo ropa y salió a bañarse.
-Hmmm, ¿Qué me pondré hoy?, ¡Oh, No! Se me está pegando la vanidez de mi hermano… Mientras no se me pegue lo Gay –me reí de mi bromita.
Agarre unos pantalones sueltos café, y la primera camiseta manga larga que vi de color verde, agarre un gorro café, me puse unos tenis vans beige y estaba listo. Kazuya entro a el cuarto ya cambiado, unos pantalones entubados, camisa blanca y una gabardina, o algo parecido, no tenía idea de lo que mi hermano se ponía, pero se ve bien.
-¿Vas a una pasarela? –me burle.
-Claro que no, ya viste mi cabello, es un asco –se puso a balbucear y le avente una toalla.
-¿Quieres que te ayude a peinártelo? –le pregunte.
-Si, estaba pensando hacerme algo –empezó a dar unas explicaciones raras y lo senté enfrente del tocador.
-Tú calla y yo arreglo –le dije.
En minutos su cabello estaba de nuevo hermosamente arreglado, un poco mas rebelde de lo normal.
-¿Algún día me dejaras arreglarte el cabello? –me pregunto viendo mi gorro y el cabello que sobresalía.
-Ni loco –le respondí empezando a salir del cuarto.
Bajamos y los chicos solo estaban Min, YunHo y JaeJoong.
-¿Y YooChun, JunSu? –pregunto Kazuya.
-Ya desayunaron y se fueron a bañar –contesto JaeJoong- Nosotros los esperamos.
-Gracias –se sonrieron Kazu y JaeJoong, Miel~
-Hambre –dijimos al mismo tiempo ChangMin y Yo.
-Empecemos –YunHo nos indico los que serian nuestros asientos.
Los cuales estaban acomodados; YooChun y JunSu, luego ChangMin, JaeJoong y Kazuya –Jeee, suertudo-, luego YunHo.
-¿Y yo? –pregunte serio.
-Sabes, eso ya no va contigo –dijo Min y me sonroje, todo quedo en silencio mientras me miraban.
-Hey!, no soy un mono de circo –chille sonrojado.
-Ya, dejen a mi bebe –me defendió Kazuya e hice un puchero de niño consentido, al carajo con mis barreras, solo seria yo.
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