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Arualthings

Last Vow/Bow cap 39

Al poner un pie dentro de nuestro hogar, observé cómo Yunho se puso de pie de sobresalto al verme llegar y con un indudable rostro de preocupación. Tenía mejor aspecto que yo, supongo, que no había dormido en un buen tiempo.

Yo quería mirarlo a los ojos, quería enfrentarlo, quería tener contacto con él… pero nuevamente mi nauseabunda cobardía se hizo del control de mi cuerpo así que seguí caminando como si mi dirigiera a mi habitación.´

- Jaejoong – Dijo él logrando detenerme unos segundos; apreté los párpados y continué caminando hacia mi habitación.

Al sentarme en mi cama sentí palidecer… como si fuese a morir por lo que estaba por suceder. Aquel que se dirigía hacia mi habitación era el verdadero Yunho. Un individuo con el que pocas veces, de los años que llevaba conociendo, ese personaje que se hacía pasar por él tan celosamente escondía. Sabía que se me venía el mundo encima… sabía que ésta vez él sería real.

Cuando dio su primer paso dentro de la habitación volteé el rostro y cerré los ojos. Escuché sus pasos pero me negué a abrir los ojos. Finalmente se encontraba frente a mí y se arrodilló. Suavemente deslizó sus manos por mis mejillas hasta tomar mi rostro. Se me pusieron los pelos de punta y resoplé de forma extraña.

- Déjame tomar un baño, por favor! – Exclamé apretando aun más los párpados y alejándolo.

- Sólo quiero hablar contigo... – Contestó él gentilmente.

- Por favor! – Exclamé con desesperación y me levanté rápidamente, aun sin verlo a los ojos – Dame diez minutos.

Hubo un silencio por unos segundos hasta que Yunho habló:

- Ve…

Entré casi a la carrera al baño. Me enjuagué el rostro con vehemencia como si tal cosa fuese a librarme de las caricias del insólito Jin Hun. Con igual rapidez comencé a bañarme y restregarme la piel… casi de modo abrasivo hasta sentir algún alivio. Al contrario, salí lentamente del baño… me pesaba dar pasos, me pesaba llegar hasta él.

Cuando entré a la habitación, estaba él donde yo estaba sentado ahora, esperando pacientemente por mí y dedicándome esa mirada suya… esa mirada que me había quitado el sueño por seis años.

- Jaejoong - Dijo con dificultad – Perdóname! Perdóname por haber sido como fui. Perdóname por haberlo hecho todo mal… perdóname.

Yo alcancé una silla cerca de la puerta. Era como si no pudiese acercármele; el miedo me consumía… es como si aquella aura de realidad que él emanaba no me permitiera cruzar la barrera de mi menguante valentía. Me senté tembloroso y con miedo de hablar. Cerré los ojos y finalmente pude decir algo:

- ¿Qué es lo que quieres?

- Quiero empezar contigo, empezar…

- ¿Cómo?

- Contándotelo todo… eso que tanto quieres saber.

Aquella frase me sobrecogió, se me entumecieron los músculos por completo. Yunho asintió, miró hacia el techo y se preparó para hablar

- ¿Sabes por qué nunca antes de que estuviésemos pude decirte lo que sentía? – Preguntó él mirándome nuevamente.

Negué con la cabeza por no poder pronunciar nada.

- Cuando tú llegaste fue como… te sonará estúpido – Sonrió con tristeza – apenas te vi… me enamoré de ti. Pensé que eras un poco como yo, que sin saber, gritaba por la ayuda de alguien. Creí que sabías lo que querías tanto como y en el fondo sabía que no eras lo que yo soy... un homosexual.

En aquel punto suspiré hondo, él estaba a punto de revelarme la historia de su vida, esa a la que había sido relegado desde que lo conocía.

- Estaba equivocado… eras normal, Boojae. No eras como yo.

- Pero... ¿Por qué te niegas a aceptar lo que eres?

- Jamás quise decepcionar a nadie… Jamás quise dar una imagen distinta a lo que los demás saben de mi. Jamás quise desengañar al orgulloso de mi padre, que mientras más hombre fuese… mejor estaría todo.

Había música de fondo… ni siquiera lo había notado. Nuevamente en el ambiente se colaba música, ésta vez, música clásica... La pieza favorita de Yunho, La Cavallería Rusticana.

- No tienes ni idea… de la clase de persona que soy, Jaejoong – Dijo asintiendo mirándome con los ojos vidriosos – Me acosté con casi todos los amigos de mi padre siendo muy joven. Él… en el fondo sabía lo que yo era, pero no estaba dispuesto aceptarlo; ignorarlo sería mucho más fácil para él. Y cada vez que tenía oportunidad de tener sexo con alguien, lo hacía. Incluso llegué a tener sexo con uno de sus colegas por dinero, Jae… como una prostituta.

- Basta, Yunho – Dije llevándome las manos a la frente.

- No – Rió con tristeza nuevamente – Tú debes saberlo... Siempre y cuando yo mostrase ser un macho frente a mi padre, todo estaría bien. Tuve novias en la escuela y tuve sexo con ellas también, para tratar de engañarme… hasta que conocí a Jin Hun.

En ese momento Yunho volvió a suspirar y yo lo miré con más atención aún. Él quería llorar. Le temblaban los labios, pero se contenía para continuar hablándome:

- Lo conocí en una academia de baile a la cual fui tres veces solamente. Era como si con él, yo no tenía miedo de ser quien era realmente… no tenía vergüenza, no me sentía sucio… No hasta la primera vez que hicimos el amor.

Hacer el amor. Aquella frase me dio vueltas el resto del tiempo… Yunho no tenía sexo con él, hacía “el amor” con él.

- Es cuando… comencé a ser “el hombre” ya sabes – Se rió de nuevo con tristeza – Ambos éramos jóvenes... Él se acostaba con un montón de gente mientras tanto y me hería muchas veces, pero yo no podía dejarlo porque… era como su esclavo, creo habérselo dicho una vez. ¿Puedes creer que me compraba cosas con el dinero que hacía acostándose con viejos? Algunos de ellos eran clientes de mi papá. Nunca me sentí amado por él… pero al menos yo tenía alguien a quién querer, hasta que decidí ser un “hombre” nuevamente y continuar aparentando. Como si ser “hombre” se tratase de encender el switch de la heterosexualidad, yo me iba a obligar Jae.

- Yunho… yo – No sabía qué decir… su relato era tan triste como contagioso. Me puse de pié y me senté a su lado en la cama.

- Era tan infeliz aunque pareciese que todo salía a la perfección… traté de suicidarme tantas veces, pero soy más cobarde que un suicida. Ni siquiera podía dar por terminado todo aquello… Hasta que llegaste tú, Boojae.

Nos miramos un momento y le di un abrazo suave y breve. A Yunho se le escaparon dos lágrimas de sus ojos, se las limpié en seguida y tomé sus manos reposando en sus rodillas.

- ¿Recuerdas a nuestro primer manager, Jae? – Preguntó apretando los párpados.

- Sí… Yunho.

- En ese tiempo en que habías decidido volver con Eun Mi… recuerdas? La noche de nuestro debut. Esa noche… si algo pasaba, si ella te aceptaba, sabía que te iba a perder. El manager que también sabía lo que yo era… me sedujo esa noche y yo me dejé llevar y le di bien duro por detrás.

Aquella confesión me dejó estupefacto pero a la vez me causó risa imaginarme a nuestro antiguo manager siendo tan gay como yo. Se me abrió la boca sin querer en asombro.

- En serio! – Dijo poniéndose nuevamente serio - ¿Por qué crees que no se deshicieron de mi cuando les grité el día que incluyeron a Yoochun? Es porque a la mayoría me los había tirado ya.

Me quedé pasmado ante tal confesión. Me limité a observarlo con los ojos bien abiertos.

- “Esto” soy, Jaejoong – Dijo conteniendo, como siempre, el llanto – No es que tenga mucho talento… todo lo que sé ahora lo he aprendido en el camino. Cuando regresé de follar en el carro con el manager los vi a Yoochun y a ti abrazados y… pensé lo peor. Pensé que si eras lo mismo que yo… tú no sentías “eso” por mí.

- Si sólo hubieses sabido – Dije resoplando casi en llanto – Si sólo hubieses sabido que…

- Antes del debut – Me interrumpió como para no perder la concentración– Quería tenerte a mi lado como de lugar… ¿Por qué crees que te buscaba siempre? Aunque no me amases yo te quería a mi lado y sabía que no decirte nada me hacía tanto daño como te lo hacía a ti.

- Pero… ¿Por qué no me dijiste nada?! – Exclamé llevando mis manos a su hermoso y afligido rostro.

- Porque… Aunque sí sintieras algo por mi, sabía que te iba a dañar; porque yo no sabía amar a nadie, Jaejoong. En cambio, tú sí. En algún momento pensé que era mejor tener una novia o algo que me despistara la conciencia y seduje a Lee Jin aunque ella estuviese interesada en ti al principio. Si besarla en frente de ti me haría ver más hombre… eso iba a hacer. Perdóname!

Yunho bajó la cabeza un rato pero se irguió para seguir brindándome más revelaciones impactantes y horribles.

- El deseo que tú me causabas, trataba de desquitármelo con cualquier tipo que se me atravesara, pero... también tenía ésta estúpida imagen qué proteger. Estaba totalmente obsesionado con eso que era en aquel momento... una “estrella” Habían tantas cosas que no me permitían ser sincero contigo. Hasta esa vez en que casi… te beso en la cabina, ahí supe que tenía una oportunidad contigo, por mínima que fuese. Y aquella vez del club – Se sonrío – o actuaba esa noche… o te perdía.

Otra pieza clásica comenzó a continuación.

- Te estabas hundiendo Jaejoong… eras un borracho. Gozabas con mil tipas casi todas las noches y tú tampoco podías ser sincero conmigo. Tú sabías, en el fondo, que yo te amaba… lo sabías y te volvía loco que no me sincerara. Perdóname por eso también, amor.

Era Yunho… siendo quien realmente es. Aquel que veía ser fugazmente, tal y como la primera vez que lloró frente a mí en un bus. Era realidad o era Ficción?

- Perdóname por haberte hecho creer que la nuestra fue mi primera vez también... Perdóname.

En aquel momento solté su rostro. Recordé toda la zozobra y sufrimiento que me había causado tal mentira.

- No podía hacerte ver que yo… que yo era una persona que no era digna de esa manera que tú tienes de amar. Jamás me sentí tan feliz!

- Entonces… - Agregué con extrema seriedad - ¿Por qué todo comenzó a ir tan mal, Yunho?

- ¿... Cuándo funciona todo a la perfección, Jaejoong? – Respondió él en forma de pregunta y bajando la cabeza.

Me puse de pié frente a él y fruncí el seño. Nuevamente ese resplandor absoluto de sinceridad de Yunho estaba comenzando a apagarse.

- ¿Por qué, Yunho?! – Pregunté incisivamente.

- Nada es perfecto… Jaejoong – Contestó él aun cabizbajo.

En aquel momento me enfurecí tanto que lo abofeteé fuertemente. Yunho se quedó con el rostro virado y aquello me recordó tanto a Jin Hun tendido en el suelo y desnudo… desprovisto de toda razón y abandonado allí a su suerte. Qué cerca estabas Yunho de parecerte a él...

- ¿Cuándo comenzaste a acostarte con Jin Hun? – Pregunté implacable sin abandonar mi histérica expresión.

Yunho finalmente dio con mi mirada con su semblante estupefacto y con la boca entreabierta.

- ¿Te sorprende que lo sepa?!

Nuevamente le asesté una bofetada de mayor magnitud que la anterior. Ésta vez Yunho apretó los párpados de dolor con el rostro virado.

- Jajaja! – Reí estruendosamente – Y pensaste que jamás me enteraría... Ya veo que no soy él más ingenuo aquí aun!

- Yo no te engañé… – Musitó sin enfrentarme.

- ¿Qué has dicho? – Me doblé hasta estar cerca de él haciendo una mueca con la oreja – Repítelo para que pueda oírlo bien!

- Mi cuerpo… Mi cuerpo no es lo mismo que mi alma.

- ¿Qué me vas a decir ahora?! – Pregunté con una risa demencial – ¿“Él no significó nada para mi”?

Reinaba el silencio y aquella música que comenzaba a tornarse malévola y diabólica.

- Lo sabía! Siempre has sido un cobarde… nunca serás nada más que eso, un maldito cobarde. Todo lo que te ha pasado estas semanas bien te lo mereces… cobarde!

Yunho hizo un intento de hablar pero volvió a adquirir esa misma postura sumisa y despreciable que tanto odiaba.

- ¿No te da vergüenza, homosexual?! – Exclamé – ¿No te da vergüenza ser tan poca cosa… una excusa de ser viviente?!

- De acuerdo!! De acuerdo!! De acuerdo!! – Gritó él poniéndose de pié y encarándome con el rostro lleno de lágrimas secas y nuevas y lleno de ira – De acuerdo! Soy un canalla, una escoria, una porquería… No necesitaba acostarme con él pero fui a buscarlo un día. Es como… si hubiese querido echarlo todo a perder adrede. Quería que tú sufrieras por mi! Quería que él sufriera! por mi… quería sentirme más amado!

Me di media vuelta y tomé mi cabello como suelo hacerlo cuando la desesperación me consume.

- Y forniqué con él cuatro veces mientras estuve contigo…

- Basta – Le interrumpí – Es suficiente, Yunho!

- No, Lo vas a escuchar! – Exclamó él acercándose a mi espalda – No soportaba la culpa de tener que acostarme con él y luego contigo, no lo soportaba. Por eso casi no me acostaba contigo en aquel entonces.

- ¡¡BASTA!!! – Grité desgañitándome si verle el rostro nuevamente.

- ¿Y quieres saber algo más, Jaejoong? – Preguntó él en medio de un bizarro llanto.

Me quedé en silencio y comencé a llorar sin emitir sonido alguno; aquellas lágrimas eran increíblemente agrias y calientes, sentía que destrozaban mi rostro a su paso y Pese a lo increíblemente raro que era todo aquello, Yunho parecía disfrutar de sacarse todo eso del pecho y desquitarse conmigo. Lo que él estaba a punto de decir era…

- Él era mi pareja… no tú.

Me di la vuelta lentamente como si mi cuerpo pesara miles de toneladas. Con una lágrima ahogada en mi ojo izquierdo y el resto del rostro cubierto por una especie de mueca de horror, comencé a imaginar a Yunho y a Jin Hun sentados en un salón de clase mirando hacia atrás, atrás donde siempre debí estar, diciéndose un secreto y luego riendo a carcajadas burlándose de mí.

- ¿Qu…Qué?! – Pregunté tartamudeando y casi inaudible.

- ¿Por qué crees que tardé tanto tiempo en tocarte? – Preguntó con lágrimas y con la misma sonrisa demencial que yo tenía hacía unos instantes – Porque mi pareja real era él! Tú eras el… el relleno, el despiste, la diversión, el pecado. Nos juntamos mucho antes de conocerte, mientras quería hacerle sentir al mundo que tenía “novias” y mucho más. Siempre estuve con él. Siempre volvía a él.

Yo seguía mirándolo con aquella expresión de horror. Sentía que la mandíbula me llegaba al suelo

- ¿Querías que te lo dijera, verdad?! – Preguntó él llorando - ¿Querías que te lastimara, Jaejoong?! Esa es la verdad! Lo dejé a él por ti… a tu lado, él es sólo una miniatura, un mal rato… Cuando pensaba que te amaba nunca lo pensé bien como para darme cuenta que te amé realmente cuando descubrí que ya no lo necesitaba a él si no que ahora te necesitaba a ti. Necesitarte es como necesitar el aire para respirar. Nunca te engañé a ti, nunca!… lo engañé a él todo el tiempo.

Yunho se arrodilló y se aferró a mi pierna derecha. Me temblaba todo el cuerpo… Aquel niño me señalaba sin piedad.

- Sabía que te iba a dañar…Sabía que – Yunho no podía decir nada más, se conformó con aferrarse a mí porque sabía que estaba a punto de explotar.

Sentí que las fuerzas abandonaron mi cuerpo por un rato. Sentí nuevamente ese frío mortal y enfermizo que me afectaba tanto cada vez que la realidad me golpeaba fuerte.

- Entonces – Dije afónico y con mis lágrimas desgarradoras - Eres… un esclavo.

Yunho se soltó y se puso de pié temblorosamente. Me miraba con los ojos tan abiertos como platos.

- El amor toma tiempo… y tomará tiempo que te olvides de mí – Recité a la perfección aquella carta de Jin Hun con una voz neutra, oficinesca y tenebrosa como la de un asesino.

- Jaejoong… – Musitó él con incredulidad y aun con sus ojos tan abiertos como antes.

- Seré de ti hasta la muerte…

Aquella música…

- … no por elección propia si no porque…

No paraba de sonar…

- Tú eres esclavo de mi amor… Esclavo de mi cuerpo… Esclavo de mi corazón.

Puse mis manos en su cuello y lo agarré como si fuese un león a punto de interceptar a una cebra, lo sacudí incluso con la fuerza y ambos caímos en la cama.

- No puedes escapar.

Ahorcaba a Yunho con inclemencia y él… no oponía fuerza alguna. Mis lágrimas caían en su bello y afligido rostro mezclándose con las suyas. Lo estaba matando y él sonreía suavemente en retorno. Le estaba hundiendo la cabeza en el colchón con mi fuerza. Él alzó su mano hasta alcanzar mis mejillas para secar una de mis lágrimas.

- A-adios – Trató de decir él ahogado.

En ese momento lo solté y comencé a toser como un loco siendo yo quien lo ahorcaba a él. Comencé también a llorar desahuciadamente, un llanto similar al de un niño desconsolado. Él me había destrozado la vida y yo estaba listo para quitarle la suya.

Yunho yacía ahí sin hacer nada. Estaba petrificado y mirando hacia el techo. Yo me hundí en la cama sin poder contener mi insoportable y estruendoso llanto. No estaba tan lejos de mi pesadilla, un poco más y lo hubiese matado… un poco más y me hubiese quitado la vida yo también.

Al terminar aquel disco de música ahora convertida en música diabólica, me le acerqué y me acosté encima de él. Al estar lo suficientemente cerca de su rostro, mis labios encontraron los suyos inconcientemente.

Fue un beso difícil, cálido y muy doloroso. Yunho me abrazó con la poca fuerza que le quedaba y me dejó del otro lado de la cama. Todo era tan duro pero tan claro ahora que estaba todo dicho.

“Quiero que este momento no se acabara jamás… pero... ojalá se acabara ya” Pensé.

Y comenzamos a hacer el amor... estaba haciendo el amor con un monstruo y el también.


2 Comentarios:

  1. Anónimo10/08/2011

    wahO! y en tdos los capitulos me qedo iwal..Y_Y!
    nunca pense q Yunho fuera asi o sea q loco..xD!
    sin duda alguna ah km comenzo q giro tomo la historia,super buena.:)!

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  2. TU FIC ME ME ME ME Y ESTOY LEYENDOLO Y ESCUCHANDO CAVALLERIA RUSTICANA ;_;SKJSGSUYSS

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