Still Doll cap 1

“- Jae… Joong, ya no juegas conmigo, ¿porqué?-

- no... Aléjate de mí... Eres muy mala-

- Jaejoong, juega conmigo- aquella débil voz retumbaba una y otra vez en su cabeza

- n.no Alice, aléjate de mi!! – en un desesperado intento por librarse de aquella endemoniada voz llevo ambas manos a su cabeza, presionando fuertemente sus oídos

- nada de eso servirá, Jaejoong… estamos conectados, soy parte de ti y tú parte no de mí, no podrás librarte-

- si puedo… si puedo… ellos, ellos me ayudaran, estoy seguro-

- ¿quienes? … ¿tus amigos? … ¿Changmin? ¿Yoochun? ¿Junsu? … ¿Yun ...ho ¿… es imposible -

- no es imposible… e.ellos vendrán y me sacaran de aquí – sus manos temblaban, le era imposible concentrarse, tan solo escuchar sus nombres hacia que todo su ser se contorsionara sin poder hacer nada para impedirlo.


- ¿ya lo olvidaste... Jaejoong? … o quieres que te lo recuerde-

-n.no alice, por favor no otra vez – varias lágrimas rodaron por sus mejillas, el hacia todo lo posible por olvidar su pasado, por borrar todas aquellas cosas horribles que habían ocurrido, pero siempre perdía contra su propia consciencia, porque sabia que se estaba volviendo loco, no era normal que una persona escuchara voces y mucho menos que obedeciera todo lo que esta ordenaba.

---FlashBack---

Era un día lluvioso, el pequeño de 8 años que se encontraba castigado en su habitación veía a través de la ventana como la lluvia caía lentamente.

Odiaba a su madre por haberlo castigado, no le gustaba sentirse solo y mucho menos estar encerrado en esa habitación con aquella muñeca tan espantosa.

- ¿porque me regalan muñecas cuando saben que soy un niño?- tomó la muñeca de cabellos negros que estaba sobre su cama y muy enojado la arrojó al piso.


Escucho el crujido de la muñeca al chocar con el piso de madera, la miro detenidamente por un segundo y vio su cabeza de cerámica un poco cuarteada.

- te lo mereces – rezongo a la vez que se quitaba los zapatos y depositaba su joven cuerpo sobre la cama de sabanas color vino - te odio – miro una vez mas a la muñeca – por tu culpa me castigaron, te odio te odio –


Se acomodo sobre la cama hasta quedar boca arriba, por vez primera en ese día pudo tomar un respiro y pensar mejor en todo lo que había sucedido; escucho un extraño sonido y se levanto de la cama de golpe, con mucho sigilo camino hasta el lugar de donde provenía aquel quebradizo ruido.

-Jaejoong!-

-Ah!! Yunho!! – cayó de nalgas al piso, sintió la mirada juguetona del pelinegro, el siempre tenia ese efecto en el, desde que se conocieron dos años atrás.

- lo lamento joongie… abre la ventana que esta haciendo mucho frió –

- si mi madre descubre que estas aquí me castigarán hasta que tenga barba- aun aceptando las consecuencias se dirigió hacia la ventana y la abrió, dejando que el inesperado visitante usurpara su pequeña habitación

- no entiendo porque tu madre te castigo, si no hicimos nada malo-

- yunho… nos vio besándonos, no la culpo, se supone que no podemos hacer eso, somos niños – aun frustrado se sentó sobre su cama, se sentía muy avergonzado de lo que había pasado pero aun así… al recordarlo miles de mariposas volaban dentro de su estomago.

- Joongie, te dije que solo era practicando para cuando tuviéramos novias, además eres tan terco que ni siquiera te bese, solo fue un pequeñito roce – el pelinegro se arrodillo en frente del menor para luego proceder a sujetar sus manos con toda la ternura que su corazón le dejaba transmitir.

- es que… tu… querías meter la lengua! Te dije que solo los labios – volteo su cara que ahora brillaba de mil colores, odiaba sentirse tan débil cuando se encontraba en presencia de su mejor amigo y a la vez sentía miedo, miedo de que no correspondiera a todos los sentimientos que tenia por el.

- pero es que así es que lo hacen mis padres… vamos anda, no quieres aprender? Seria terrible que cuando tengas una novia te deje por no saber besar – el poseía el don de saber que palabras decir para doblegarlo y convencerlo, quizás por eso vio como tímidamente el mas pequeño de estatura asintió levemente, también le pareció muy tierno verlo cerrar los ojos fuertemente cuando lo sujeto por el rostro buscando atraerlo para tenerlo mas cerca - solo relajate , no será tan malo -

- no será .. tan malo?!- trato de reprochar al escuchar la risa traviesa de su mejor amigo pero poco tiempo le dio para enojarse, sintió los labios del pelinegro posarse sobre los suyos, se sentia ... calido, sentir su respiracion pausada y sus tibios labios , era como la gloria misma , se tranquilizo y cerro los ojos, podía sentir aun mas como los labios del pelinegro se movían al compás apropiado, no le pareció justo que el moreno hiciera todo el trabajo así que con torpes y lentos movimientos prosiguió a mover sus labios también, el moreno esbozo una pequeña sonrisa antes de rodear con su lengua los labios de su amigo, haciendo que lentamente abriera la boca hasta que pudo finalmente colarse en su cavidad; el mas bajito sintió escalofríos recorrer toda su espalda , pero se sentía la gloria misma, no podía desperdiciar esta oportunidad, al ritmo marcado por el moreno sentia que respirar se le hacia mas pesado, trato de soltarse del agarre del moreno pero solo hizo que este aun besandolo se levantara y lo acostara sobre la cama, si antes se sentia nervioso ahora lo estaba mas, le faltaba la respiracion, temblaba y sentia miedo de que su madre los encontrara.