Había mucho ruido en el hall. Yunho se separó de mi y hizo un gesto de escepticismo y al mismo tiempo quería que repitiese. Su expresión era indescriptible.
- … Qué?
- Jajajaja – reí estruendosamente mientras tapaba mis ojos con un brazo. No podía creer lo que acababa de decir.
- ¿Qué acabas de decir, Jaejoong?
- … Que te amo – Contesté descubriendo mi rostro. Le dediqué una mirada de expectación… pero mi burbujeante alegría no me dejaba hacer otra cosa más
que sonreír.
Nuevamente Yunho hizo un gesto muy extraño en su escepticismo y a la vez reía un poco como si no fuese capaz de creer ni una palabra que decía.
- ¿De qué estas hablando? – Me azotó y ahora él rió estruendosamente- Éste Jaejoong…
Yo reía porque… me causaba risa la forma en como lo dije sin prejuicio alguno y con toda la felicidad del mundo. No lo hice porque me causara gracia mi amor hacia él. No lo hice como una burla. Pronto aquella sonrisa mía se me convirtió en agonía.
- Tenemos que partir en 10 minutos – Comentó mientras se alejaba – Apresúrate!
- Yunho, espera...
- Jaejoong, no pierdas el tiempo en tonterías… Nos vemos en la van.
Íbamos a una de nuestras numerosas presentaciones diarias. No podía creer que Yunho se zafaba tan fácilmente de mí de esa forma. ¿Acaso no acababa de escuchar lo que dije?
- Yunho, espera – Exclamé mientras lo volteé a la fuerza. Le eché una mirada de imperativa que le ordenara a que se quedara allí y afrontara lo que acababa de decir.
- ¿Qué te pasa, Jaejoong? Suéltame! – Exclamó con tono imperativo.
Yunho me empujó con violencia para poder zafarse del fuerte agarre de mi mano.
- Déjate de tonterías, Jaejoong – Exclamó – Ya tenemos que irnos.
Acepté con rabia que Yunho simplemente había decidido ignorar mis palabras, por muy difíciles que hayan sido para mí pronunciarlas y me decidí a recoger mis cosas y entrar a nuestra Van.
Remordiéndome de la rabia trataba de pensar cómo es que en un segundo habíamos retrocedido tanto. Después de un abrazo tan sincero y cálido recibiría una patada así por parte de Yunho… ¿Por qué?
“Él jamás aceptará lo que es y lo que siente por ti. Acepta que eres un maldito gay que jamás encontrará felicidad en alguien como Yunho!” Pensé mirando desde la ventana de la Van con una expresión desolada y triste. Mis dedos se deslizaban por el cristal como una cascada débil.
- Te encuentras bien, hyung? – Preguntó Changmin con una expresión de preocupación.
- No te preocupes por nada, Changmin-ah – Se apresuró a comentar Yunho desde el puesto delantero. Cómo odiaba su comportamiento en ese momento. Volvía a odiar a Yunho como días atrás. De nada servía recordar aquella sonrisa que me dedicaba sólo a mi, cualquier cosa que Yunho hiciera me causaba repulsión.
Por meses enteros ignoré a Yunho con vehemencia, o al menos lo intenté. Me concentré en los otros chicos, en cambio y traté de que nuestra amistad se fortaleciera; si no tenía a Yunho al menos debía continuar con mi vida. En shows y entrevistas fingíamos que todo estaba tan feliz como lombriz. Las fans comenzaron a llamarnos “Jaeho” y actuábamos como si fuésemos pareja todo bajo las órdenes de nuestro manager como fanservice. Junsu y Yoochun también eran parte de un dúo llamado “yoosu” Pero ellos realmente lo disfrutaban.
Comencé a beber mucho. Mucho más de lo que acostumbraba. Poco a poco me convertía en un alcohólico silencioso y empedernido. Íbamos a muchas fiestas en el paupérrimo tiempo libre que nos quedaba. Por lo general íbamos Yunho y yo pero tan pronto llegaba al lugar me desentendía de él y me sumergía en la fiesta.
Nuestro trabajo se volvía cada vez más duro y me sentía con menos energía para hacer cualquier cosa. Poco a poco las fans comenzaron a notar que siempre me veía sin ánimos de nada en los shows y entrevista y de hecho, parecía ser siempre el miembro con menos fans. Cosas así contribuían a aumentar mi constante depresión.
Generalmente Yunho tenía que cargar conmigo luego de cada borrachera para poder arrastrarme hasta casa. No me importaba en lo absoluto sí le molestaba, él merecía cualquier cosa no grata de mi parte y estaba decidido a darle lo peor de mí. Sin embargo no escuché ninguna queja por meses.
Nada de él.
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pobre de Jae todo depresivo por el rechazo de Yunho
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