One Incident cap 2

El departamento estaba a oscuras y en completo silencio. Sin embargo, ninguno se molestó en prender las luces. Yunho sostenía la mano de Junsu. El joven había dicho que se sentía un poco mareado cuando en realidad sólo quería que el líder lo sostuviera. Por su parte el moreno camino muy cerca de Junsu, sosteniendo su mano para evitar que este perdiera el equilibrio.

Junsu miró el rostro del líder, explorándolo con sus ojos abiertamente. Aunque no podía ver muy bien, sintió cómo una mano tocaba suavemente su cara y el cálido aliento de Yunho, quien aún tenía un suave perfume a alcohol, cuando se le acercó. Junsu no se opuso. En vez de eso, inclinó su cara hacia arriba. Sus labios se encontraron y el menor sintió que se derretía. Esto está mal. No puedo hacer esto. No es en lo que creo. No apresuraron el beso. Fue suave, perezoso y cálido.

Yunho lo besaba suavemente, con una de sus manos sosteniendo su cara y la otra rodeando su cintura, atrayéndolo hacia él. Eso fue todo lo que le importó a Junsu en ese momento. Alejó sus pensamientos y se concentró de lleno en los labios de Yunho sobre los suyos. Con los minutos el beso se convirtió en algo más pasional, más necesitado, hasta que ambos se separaron en busca de aire.

El más alto pasó su pulgar sobre los labios carnosos de Junsu, queriendo decir algo aunque no sabía qué y sin más se alejó lentamente. Caminó por el estrecho pasillo hasta su habitación y cerró la puerta en silencio dejando al otro hombre solo.


*****


Yunho se despertó con un terrible dolor de cabeza. Se sentía incómodo y se dio cuenta de que aún seguía con la misma ropa que la noche anterior. Recordar el club le trajo imágenes de Junsu. Pego tal salto que terminó mareado. Apoyó su cabeza entre sus manos y gimió. Por favor, que alguien me diga que todo fue un sueño. No pudo haber pasado. Se tiró sobre su cama y se masajeo la sien. “Junsu…”, dijo en voz baja y rogó porque el otro no recordará nada.

Pero Junsu recordaba todo. La escena estaba más que viva en su mente y se repetía una y otra vez. Tocó su crucifico mientras el agua caliente corría por su cabeza y espalda. Susurró una oración pidiendo perdón por sus acciones. Sabía que estaba mal pero cuando sus labios se unieron con los de Yunho y sus brazos rodearon el cuello del líder, nada más le importo. Todo lo que podía ver y sentir era Yunho.


*****


Finalmente el líder salió de su habitación después de cambiarse la ropa a un chándal y una camiseta sin mangas. Podía oír el agua de la ducha corriendo y un olor proveniente de la cocina, por lo que probablemente Jaejoong estaría cocinando algo. La fuerte luz que le dio la bienvenida le hizo estremecerse.

“Buenos días Yunho”, el mayor le dijo antes de regresar junto a la cocina. Yunho murmuró un buenos días y le pidió una aspirina. “No te siente bien, ¿verdad? Las aspirinas están en el botiquín. Creo que Junsu esta ahí, solo tienes que tomarlas y salir rápido”.

El moreno asintió con la cabeza y suspiró, no quería hacerle frente al menor todavía. Vaciló un tiempo antes de abrir la puerta.

“¡Aish! Podrían por lo menos golpear la puerta antes de…”, a Junsu se le atragantó la voz. Su cuerpo se congeló al ver a Yunho ahí parado y un silencio incómodo se coló entre ellos.

Yunho sintió que su corazón se le saldría del pecho en cualquier momento. Definitivamente no esperaba encontrarse con Junsu fuera de la ducha. “Yo…ehh… iba a agarrar un culo, digo aspirina”, balbuceó el líder. Podía sentir como un calor recorría su cara y deseo que la tierra se lo tragara.

“Ehhh… sí, esta bien”, dijo Junsu evitando sus ojos. Tomó una toalla y rápidamente la envolvió en su cintura.

Yunho manoteo el medicamento y prácticamente salió huyendo cerrando de un golpe la puerta. Rápidamente se dirigió a su habitación, esquivando en el camino a un adormilado Yoochun y se sentó en su escritorio. Desenroscó su botella de agua y se tomó dos aspirinas. ¡Dios! ¿Qué he hecho?

Junsu pensó seriamente en encerrarse en el baño de por vida, pero luego suspiró al recordar que con el tiempo alguno de sus compañeros estaría golpeando la puerta. Se miró al espejo y no vio ningún cambio, seguía siendo el mismo, pero de cierta manera, Yunho lo había cambiado. Sabía que esa situación no duraría para siempre y no quería que nadie más se enterara. Tendré que actuar como si nada. Puedo hacerlo, ¿cierto?

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