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Arualthings

Last Vow/Bow cap 23

“Estoy solo en casa ¿Cuándo vienes, Boojae?”


Esa sola línea del texto me hizo erizar la piel. ¿Dónde estaban los demás? Y por qué me anunciaba que estaba solo en vez de sólo haber preguntado por mi regreso.



Pero así era Yunho. A sabiendas o no, era un incitador. Me reía solo pensando en las locuras que podríamos hacer con el apartamento vacío.


“¿Acaso me lo dijo para que me apresurara y aprovecháramos…?” Pensé.


¿Aprovechar qué? Sabía de sobra que siempre me hacía ilusiones temprano con Yunho. Era cierto que nos habíamos besado varias veces y también obtenido algo de contacto corporal, sin embargo eso no era sexo.


Comencé a preocuparme por lo que sería esa experiencia. Jamás lo había hecho antes con un hombre y era obvio que me marcaría de por vida. Poco a poco lo que serían mis risas a ratos de picardía se convirtieron en un semblante de preocupación y zozobra


“… Y es que lo querrá hacer conmigo, siquiera?” Pensé.



- ¿Yunho? – Exclamé al cerrar la puerta del apartamento una vez dentro.


No escuchaba respuesta alguna. “Quizás salió a dar una vuelta” Pensé. Encendí la computadora… Quería leer mensajes del fanboard y quizás responder algunos.


“Oppa, ¿Por qué te ves siempre triste?”


- No estoy triste – Dije en voz alta y sonreí cerrando los ojos – Ya no lo estaré más…


Escuché el arrastre de la puerta del baño repentinamente.



- ¿Jaejoong, eres tú? – Exclamó Yunho desde su habitación.



- Sí, Yunho… Llegué hace un rato.



Escuché la llave abrirse nuevamente. Fue curioso cómo no le había prestado atención antes. Yunho se tomó su tiempo mientras se duchaba.



- Oppa – Leí con voz burlona – Adoro tus dientes.


Me reí estruendosamente. Los mensajes de la fans siempre tendían a enternecerme pero éste mensaje me provocó reirme porque obviamente me ponía celoso.


- ¿Los dientes de quién? – Dijo él irrumpiendo en la sala a medio secar y con la toalla enrollada en sus caderas frente a mi. No podía evitar mirar el doblés de la toalla como si se tratase de desnudarlo con la mirada.



La sonrisa se me borró de inmediato. Traté de hablar pero no lograba emitir un sonido. Me aclaré la garganta como un enfermo de gripe pero aún no se me ocurría qué decir.


- A ver – Agregó colocándose detrás de mí e inclinándose para mirar a la pantalla.



Podría jurar que se escuchó claramente cómo tragué un montón de saliva en ese instante. Estaba inmóvil y con el rostro junto al doblés de su toalla.


“Podría deshacerlo con mis dientes” Pensé


Me sacudí con la sola idea del pensamiento.



- Entonces era yo… - Agregó irguiéndose y colocándose frente a mi nuevamente con su característica sonrisa.


Permanecí callado y me volteé para seguir revisando los mensajes. Por un momento pensé que se había marchado…


- ¿Cómo te fue con tu madre? – Preguntó masajeándome suavemente los hombros. Debido a mi nerviosismo, sus masajes sólo lograban tensar todos mis músculos, incluyendo mis genitales.



- Pues… - Dije aclarándome la garganta – bien. Sabes que ella no es mi verdadera madre, solo es mi madre por razones biológicas.


- Sí, lo siento… - Concluyó deslizando sus manos por mis brazos de una manera muy sinuosa y juguetona. En seguida me sacudí y me puse de pié frente a él.


- ¿Qué sucede, Boojae? – Preguntó abandonando su sonrisa.


Permanecí en silencio. Ahí estaba él. Descalzo y con un toalla doblada sobre su regazo. ¿Qué demonios pretendía que hiciera? Ya me sentía suficientemente excitado como para saltarle encima y abusar de él. Sin embargo… algo me hacía dudar. Un instinto irrefutable me ordenaba escapar de las artimañas de Yunho.



- Tengo hambre… - Comenté mientras me dirigí a la cocina tratando de dejarlo atrás.



Al poco tiempo escuché cerrarse una puerta. Me sentí extrañamente aliviado. Salí de mi escondite para tomar un baño. No demoré mucho puesto que quería preparar algo de comer.



Al entrar a la cocina nuevamente, encontré a Yunho cruzado de brazos mirándome. Se veía bastante molesto y era comprensible debido a mi comportamiento… pero es que tal encuentro me aterraba.



Me acerqué lo suficiente a él… Estaba listo para confrontarlo, pero tenía mucho miedo.



- ¿Quieres que te ayude?



- No…



Me acerqué aun más para poder estar totalmente frente a él. Sin razón alguna tomé una de sus manos y la contemplé por algún tiempo.



Yunho me haló hacia él y comenzó a besar corta y suavemente mi mandíbula como si se tratase de mordisquear algo. Sus besos siempre eran extremadamente excitantes e incitantes.



Tomé su rostro con mis manos y le arrojé una mirada escrutadora, sin embargo mis ojos no encontraron nada más que lujuria. Yunho volvió a arrojarse a mí besando sin margen mis labios. Me aferré a su espalda con fuerza y lo más intenso comenzó.



Yunho se quitó la camiseta rápidamente. Halaba la mía con vehemencia. Yo mordía su protuberante labio inferior sensualmente… Estaba totalmente sumergido en mi líbido. Yunho me despojó de mi camisa violentamente.



- Va a pasar, Jaejoong – Dijo él.



La determinación de Yunho nuevamente me provocaba pánico. Era un maldito adivino.



Tomó mi pierna con fortaleza y comenzó a estrujar mi cuerpo contra el suyo. El roce me estaba volviendo loco. Me rendía cada vez más al éxtasis que siempre me producía Yunho. Comenzamos a Jadear incontrolablemente y ahora yo besé a Yunho fuertemente.



Mi lengua recorría toda su boca. Sus gemidos se mermaban entre mi boca; yo también gemía. Su lengua y la mía jugueteaban sin parar en nuestro beso. Me sentía tan excitado que no podía respirar ya.


- No importa cuanto te opongas – Dijo él en jadeos y apartándome – esto va a pasar.



Se dio media vuelta y se fue a su habitación casi a la carrera. Me quedé inmóvil sobre la mesa, como si se tratase de un hechizo. La descarga sexual de Yunho era algo que yo no podía manejar… por un momento sentí que el éxtasis provocaba que mi cuerpo perdiera el equilibrio y tuve que apoyarme de una silla para no caer.



“No vayas… Jaejoong” Pensé “Me voy a arrepentir…”


Llevé las manos mi boca como si se tratase de estar muy sorprendido y comencé a caminar en dirección a la habitación. De nuevo todo parecía ralentizarse. Mis pasos sonaban con eco en la sala… todo permanecía en silencio y en zozobra.



Total zozobra… Hasta que terminé de cruzar la sala y me encontré frente a su puerta.



“Pero… por qué me voy a arrepentir?”


Cuando abrí su puerta todo estaba oscuro adentro. Di un paso al frente sin indagar mucho dónde estaba él y me volteé a cerrar la puerta.



- No te muevas – Dijo Yunho en susurro detrás de mi oreja izquierda.


Me quedé nuevamente helado con su frase.


Tenía el cabello recogido en una cola y tenía el cuello descubierto. Su lengua recorrió toda la línea de mi columna. Comenzó por mi cuello, luego por los hombros… hasta terminar en el cóccix.


A continuación Yunho estrujó su miembro desde mis muslos hasta el cóccix. Fue tan excitante que emití un pequeño gemido.



- ¿Te gusta así, Jaejoong? – Dijo con voz amenazante entre jadeos.


Comenzó a hacerlo repetidamente y tocaba todo mi fornido torso. Yo dejé mi cuerpo caer sobre el suyo y tomé su cuello recostando mi cabeza sobre sus hombros. Era una posición perfecta para transmitir toda su lujuria.


Paró. Comenzó a deslizar sus manos por mi pecho. Yo permanecía en un silencio irrompible y me limitaba a seguir mirando aquella puerta de madera mientras sentía cómo sus manos iban en dirección sur. Yunho se adhirió a mi cuerpo totalmente y me hizo sentir lo erecto que estaba su pene.


Sus manos comenzaron a tocar la parte baja de mi vientre y rápidamente se hizo del control de mi pantalón. Sus manos se escurrieron por mi ropa interior y llegaron a su tierra prometida. Nuevamente emití un pequeño gemido y ésta vez me erguí y tomé las caderas de Yunho formando un anillo; aun frente a la puerta y preparándome para lo que venía.


Yunho comenzó a masturbarme enérgicamente. Apreté los ojos y seguí entregado al placer. Estrujaba con fuerza mi pene y encontraba el punto exacto para alcanzar el clímax. Obviamente él era un experto.


- ¿Así, Jae?


- Cállate, Yunho – Le dije desesperado. Sólo quería que continuara.


Yunho paró. Me di media vuelta y me percaté que él ya no tenía ni una sola prenda de vestir encima e incluso su ropa interior. Completamente desnudo Yunho era, por mucho, aun más sensual. Dejé caer mi cuerpo sobre la puerta para presenciar tal espectáculo y comencé a desabrochar mi pantalón hasta librarme de él.


Se acercó a mí ágilmente y comenzamos a besarnos desbocadamente. Nuestros labios eran tan salvajes que pudimos habernos causado daño. Nuestros cuerpos emanaban sudor y nuestras caricias se convertían poco a poco en una erosión rústica.



Nuevamente nos hallábamos estremeciéndonos y estrujándonos uno al otro. Gemía como un animal y mi Yunho también.



Yunho me empujó hasta la cama y tropecé. Sólo mi rostro quedó sostenido por el colchón, caí de rodillas… pero convenientemente me quedé en esa posición. Pasó un poco de tiempo antes de sentir cualquier cosa.


- ¿Es tu primera vez? – Me preguntó aun jadeando al oído.


Me limité a asentir y tragué gruesamente un montón de saliva. Escuché a Yunho hacer algo hasta que… entró.


Fue tan lento y doloroso que grité ahogadamente. Mi rostro estaba hundido en la cama y mis manos apretaban con fuerza las sábanas. Una lágrima de dolor amenazaba con brotar de uno de mis ojos.


- Te dolerá un poco… - Dijo él acariciando mi vientre.


Pude ver que Yunho también estaba de rodillas en el piso desde el espejo del tocador. También se reflejaba mi rostro… Era un lugar perverso para hacer el amor, pero nuevamente, Yunho parecía ser un experto.


Yunho comenzó a entrar y a salir progresivamente y cada vez más rápidamente. Aun el dolor parecía ser inaguantable pero muy lentamente comenzaba a tornarse placentero.


Comencé a saborearme los labios. Ahora sí el ritmo de Yunho era totalmente delicioso y excitante. Comencé a gemir debido al placer.


- Más… Yunho. – Dije sin aliento.


Yunho comenzó a hacerlo aun más rápido y él también comenzó a gemir. Yunho llevó una de sus manos hasta mi miembro y comenzó a estimularlo, como si hiciese falta. Era demasiado para mi.



Yunho estaba tan extasiado como yo. Su rostro tenía una expresión de atravesar placer total.



Me dejé caer de cara al suelo… no tenía aliento en lo absoluto. Tenía la boca abierta como un perro muerto de sed.



- Ahora… - Dijo sosteniendo mis piernas en alto – Quiero verte a los ojos.


Era de por sí muy flexible, así que no me costó trabajo adoptar esa posición. Ahora él y yo estábamos frente a frente. Yo yacía acostado en el empapado piso. Nuestros cuerpos emanaban sudor a borbotones. Era tan sexy y apetitoso resbalar en su piel!


¿Qué clase de tipo era Yunho que sabía todas estas artimañas sexuales sin meditar si quiera? Yo también había soñado mil veces tenerlo así, pero jamás podría haberlo hecho con tal fluidez.



Comenzó a lamerme los pezones y yo lo envolví con mis piernas. La sensación de placer no abandonó mi cuerpo ni por un instante. Entrelacé mis dedos en sus despeinados cabellos y lo estrechaba hacia mí.



Yunho comenzó a tomar dirección sur nuevamente hasta alcanzar mi erecto miembro. Se introdujo completamente mi hombría en su boca. Comenzó succionar y a juguetear hacia arriba y hacia abajo.



No lo soportaba más. Comencé a gemir fuertemente y doblé la cabeza hacia atrás tratando de contenerme. Yunho sostenía su peso apoyando sus manos en el suelo. Yo seguía con la cabeza totalmente doblada y con mis manos en su cabello. Lo acariciaba y a la vez movía su cabeza a mi conveniencia. Por un momento pensé que Yunho se ahogaba pero se repuso rápidamente.


Doblé las rodillas y Yunho se soltó. Hizo un gesto para limpiarse los labios tan sexual que me hizo ponerme de pie, tomarlo y arrastrarlo hasta encima de la cama. Volví a besarlo desde atrás y luego introduje mi lengua en su oreja derecha. Ahora él estaba de cuclillas. Mis manos recorrían su miembro con locura.


Yunho se dio vuelta rápidamente y me sometió hasta estar acostado. Nuevamente tomó mis piernas y colocó ambos tobillos sobre los hombros.


- Te dije… que quería verte a los ojos.



Tomé la baranda de la cama y volví a abrir la boca.


Yunho volvió a entrar y a salir… ésta vez era tan fluido el movimiento que no me causaba dolor en lo absoluto. Estaba delirando del placer.



- Yunho… Yunho… Yunho – Dije repetidas veces con los ojos cerrados mientras tomaba los tubos de la baranda de la cama con fuerza


- ¡Mírame a los ojos, Jaejoong! – Exclamó él en jadeos incontrolables.


Los abrí. Lo miré. Nuestras miradas fueron profundas e inexplicables. El paró un momento para acercarse a besarme. El beso fue rápido y desesperado. Cuando se irguió, continuó haciéndome sexo.


No podría pasar más tiempo. Iba a explotar.


- Yunho… voy a llegar! – Dije sin aire.


- Boojae… ah – Ahora él gemía sin parar también.


Ambos gemimos. La velocidad de Yunho era indescifrable… él tampoco podía más.


Finalmente apoyó sus manos en la cama justo a lado de mi rostro y dejó caer su cuerpo. Sin embargo seguía entrando y saliendo.


- Aaah, Boojae!!


Yunho terminó encima de mí y al poco tiempo también yo. Su cuerpo se desplomó sobre el mío. Estábamos exhaustos y sin fuerza alguna.


Mi mano alcanzó la suya y la tomé entrelazando mis dedos con los suyos. La sensación hizo que Yunho se hundiera en mí.


- Te amo, Boojae. Te amo.


Lo abracé enseguida y comenzamos poco a poco a respirar al mismo tiempo.


2 Comentarios:

  1. Anónimo7/18/2011

    definitivamente, uno de los mejores lemons que lei en mi vida *¬* tu fic esta DEMASIADO genialllll, casi me muero cuando vi que tenia 40 capitulos... mientras mas, mejor!! >///<
    ~DBSK y YunJae Fighting~

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  2. Anónimo10/07/2011

    wahooo,enserio concuerdo con el comentario anterior,es uno de los mejores lemons q lei.eso q me lei muchos..xD!,me encanto:)
    Pd. km duran o_O..xD

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