Last Vow/Bow cap 21

Recibí el mayor regaño de mi vida instantes después y quizás luego una carga de conciencia mayor.


Nuestro hyung me sentó en medio de la sala junto con el resto de DBSG.


- Tu comportamiento es totalmente inaceptable, Jaejoong – Exclamó nuestro hyung, el manager - ¿Es mucho pedir que luego de haberte dado una oportunidad como esta te comportes, al menos?


Sus palabras me hacían sentir en extremo culpable y avergonzado.


- Creo que ya sabes que desde hace un tiempo se ha estado considerando rotarte del grupo, no?


Era algo que prefería ni tomar en cuenta. Él solo pensarlo me atemorizaba, pero que nuestro hyung lo mencionara de esa forma, significaba siniestra certeza. Ahora esa posibilidad realmente comenzaba a materializarse y mis miedos nuevamente se convertían en fantasmas que cazaban mi paz mental. Comencé a temblar y tener escalofríos.


- Hazte un favor a ti mismo y no nos hagas apresurar nuestra decisión.


“Apresurar?!” Pensé. Levanté la vista por primera vez desde que comenzó el sermón. Tenía los ojos abiertos en escepticismo.


- Así es, Jaejoong – Dijo inerte el manager – No nos obligues a hacerlo antes del tiempo.


Se levantó y se marchó sin despedirse. Seguía mirando hacia donde estaba sentado el manager como si nada hubiese sucedido. Aun con los ojos muy abiertos y esperando a que alguien me despertara de la horrible pesadilla que acababa de vivir.


Las sillas chirriaron apenas Changmin, Junsu y Yoochun se levantaron a modo de socorro. Todos se acercaron para abrazarme, casi para sacudirme del horrible trance en el que me encontraba sumergido.


Al otro lado de la habitación Yunho yacía en el mueble. Impávido, tal como lo estaba yo instantes previos. Con la mirada hundida en el suelo y las manos entrelazadas en su cabello. Fue como ver mi reflejo cuando viajo en la van… Una visión triste y denegada.


- Yunho… - Dije.


Levantó la mirada al instante. Tenía los ojos vidriosos. Su aspecto era como de un transeúnte que acababa de sufrir un accidente de tránsito exceptuando toda la sangre y heridas… así de impactante era su persona en ese momento.


- Perdónenme – Comenté sonriendo en vergüenza y mirando aun a Yunho – No hago más que darles problemas.


- No digas eso, hyung! – Respondió Changmin – Buscaremos la manera para que te quedes!


En ese preciso instante Yunho comenzó a sollozar suavemente y el resto del grupo desvió hacia él.



- Yunho, está bien – Dije sacudiéndome – No pasa nada.


El resto del grupo jamás había visto a Yunho llorar de esa forma. A partir de ese punto el asunto se tornó grave con la imagen de él sollozando públicamente.


- “Lo posible para que te quedes” – Comentó riendo con sarcasmo entre sus lágrimas.


- Yunho, es sólo una advertencia y de hecho… - Dijo Junsu.


- Guarda silencio, por favor – Replicó el impaciente Yunho limpiándose las lágrimas y luego dirigiéndose a mi - ¿Hablaste ya con tu familia?



- … En un momento partiré a Chungnam – Dije con un tono distante – Me dieron permiso más temprano.



- ¿Quieres que te acompañe?


- No es necesario. Yo… trataré de apresurar todo esto para poder continuar las actividades.


- Entonces voy contigo – Agregó poniéndose de pie y sin esperar mi respuesta.



Me sorprendió un poco lo repentino de sus acciones, pero Yunho era esa clase de persona. Siempre colocaba su propio dolor y sentimientos en un segundo plano para poder ayudar a otros, por eso era nuestro líder y el líder de mi corazón.



- … Cuídate mucho, hyung – Escuché decir a Yoochun, pero ésta vez se dirigía a Yunho – Vayan con cuidado.



Le dirigí una mirada a Yoochun. Tenía un semblante de preocupación, justo como los demás miembros. Yunho se irguió para contestarle más sin embargo sólo lo miró e hizo una pequeña reverencia a modo de entendimiento.



- Volveremos mañana – dije mientras empacaba algunas cosas en un pequeño bolso sin despegar mis ojos de la ropa – Cuida mucho a los demás, Chun.



Abandonaba la habitación cuando volteé sin razón para ver a Yunho y a Yoochun mirándose de forma extraña. Era como si ambos se estuviesen estudiando.



- Yoochunnie … - Dijo Yunho – Lo siento.



Yoochun respondió con una mirada de comprensión y esbozó una sonrisa mínima. No entendía de qué se trataba su intercambio, sin embargo algo me hizo pensar que Yunho se disculpaba por lo que me estaba sucediendo.



Nos marchamos a las cuatro de la tarde a Chungnam. Contratamos un servicio especial de transporte de ida y vuelta a Seul.



El camino se tornó largo y nuevamente incierto. Ambos entramos en una especie de trance y no nos dirigimos ni una sola palabra durante la mayor parte del recorrido. Nuevamente él colocó su mano sobre mi rodilla y bajó la ventanilla. Nuevamente contemplando el paisaje externo hasta que sus ojos dieron con las montañas de Chungnam. Nuevamente con sus cabellos expuestos al aire y lágrimas invisibles... de nuevo se convertía en ese angel caído y derrotado que solía tener la misión de rescatar... aunque sea por un instante.



Yunho no parecía abandonar su semblante de preocupación y tristeza. No era capaz de hacerlo por mucho que tratase, así que intentaba evitar mi mirada.


- Solía venir aquí con mis hermanas – Afirmé mientras señalaba las montañas – Deberíamos venir algún día, Yunho.


Yunho volvió a mirarme con su mirada vacía y distante. Destellantes brillos revelaban que mi amado Yunho aun estaba en ese cuerpo.



- Jaejoong… - Dijo mientras parecía faltarle el aliento – Estamos cerca?



- Aun no llegamos a Gongju… Falta poco.



Yunho volvió a posar su mirada en el paisaje. Resultaba irónico cómo parecía su tristeza mayor a la mía. Y más irónico aun el hecho que hace unos meses atrás todo mi ser se desvivía por ser dueño de al menos uno de sus suspiros, pero ahora…


- Perdóname – Dijo él sin dedicarme una mirada.


Ahora las cosas eran distintas.



Ahora no tenía futuro en la banda y mi familia era incierta. ¿Acaso ese era el precio por tener a Yunho?... ¿Perderlo todo por sus besos? En ese instante comencé a llorar sin emitir ruido alguno. Ese tipo de lágrimas que parece desgarrarte las entrañas cada vez que salen de tus ojos… el llanto que desgarra el alma. ¿Por qué aun teniéndolo tenían que pasar estas cosas? ¿Por qué teníamos que sentirnos así?


Mi teléfono sonó. La llamada era de mi madre.


- Hijo … - Dijo ella con un tono de tristeza en su voz.


- ¿Qué ha pasado, madre?



- ¿En dónde estas?



- Pasando en frente del monte Gyeryong, madre – Quería hacer énfasis en esa palabra. Ella era mi única madre.



- Regresa a Seúl, hijo.



- ¿Por qué?



- Tu madre te está esperando en Kangnam por tí. En el COEX… Ella te reconocerá – Colgó.



Inmediatamente nos pusimos en marcha. Tenía una sensación muy desagradable en el estómago, algo parecido a la ansiedad pero más fuerte aún. Me temblaban las manos… no estaba preparado para tal cosa aquel día.


Nos bajamos del auto de forma resuelta. Caminaba muy rápido para poder dar con ella. Estaba tan desesperado que empujaba a la gente que transitaba por el lugar sin querer.



- Boojae … - Me dijo él tomando de mi brazo como solía hacerlo – Todo va a estar bien.


- Tengo que encontrarla, Yunho. Creo vi a alguien por aquí…



Yunho me arrastró hasta el baño y me besó con fuerza. Al principio estaba tan sorprendido que no respondía a su beso. Me preocupaba que alguien entrara al baño de improviso y nos descubriera.



“Sería mucho peor si nos reconocieran” Pensé.



Sin embargo seguí besando a Yunho. ¿Cuántas almas habría vendido ya por tener un trozo de su afecto? Era justo su beso para poder calmarme. Sus labios eran suaves como un lirio. Tibios como la brisa de una playa en pleno verano. Un beso justo y perfecto.



- Jaejoong – Dijo mientras mi frente yacía en su mentón – Tú eres Kim Jaejoong… No lo olvides. No lo olvides nunca.



Abrió la puerta e hizo un ademán para mostrarme el camino. Irónicamente una mujer estaba esperando a que yo saliera del baño… Se parecía a mí o mejor dicho, yo me parecía a ella. Fue una visión espeluznante.


- Jaejoong … - Escuché decir desde donde estaba.



Realmente estaba en frente mío. Estaba pasando. No era ficción.


Y Yunho tomó mi mano.


- El que yo amo… No lo olvides nunca

Siguiente