Unexpected Love cap 12

- Vaya, apuntas muy alto- comentó Jaejoong mientras limpiaban las mesas.

- ¿De qué hablas?- preguntó sin comprender.

- De los chicos de la otra vez- se encogió de hombros.- Un exitoso empresario y un coreógrafo profesional, ¿seguro que sólo eres un estudiante de artes?- le miró sospechoso.

- Por supuesto, Jae- le miró extrañado.

- Pues me gustaría tener la misma suerte que tu- suspiró volviendo a centrar su atención en lo que estaba haciendo.

- ¿De qué hablas?- le miró todavía más confundido.

- Vamos, es obvio que los dos están interesados en ti, especialmente el chico de traje- explicó como si fuera obvio.

- Que tonterías dices, sólo somos buenos amigos- negó la cabeza ante tan absurda idea.

- Claro,- dijo sarcástico- entonces no te molestará prestarme a uno, ¿verdad?, el bailarín se ve musculoso- sonrió complacido, recordando.

- ¡Hyung!- exclamó serio, era raro escuchar a alguien expresarse así de sus amigos.

El mayor sonrió divertido.

- Sólo bromeo- aclaró sonriente.

- Claro- asintió, quería mucho a Jaejoong pero debía admitir que en ocasiones podía ser muy extraño- ah, por cierto, ¿recuerdas a Changmin?- preguntó de repente.

- ¿El chico con el que hiciste la tarea?- preguntó después de hacer memoria- no me digas que te gusta él- exclamó con una exagerada expresión de sorpresa.

- Jaejoong, ¿podrías tomarme en serio aunque sea un momento?- preguntó alzando un poco la voz, serio.

Por suerte casi no había gente en el local y los pocos que estaban no le prestaron atención. El mayor simplemente rio divertido. Le encantaba Junsu, desde que había aparecido en su cafetería pidiendo trabajo había cambiado su vida, le alegraba bastante con sus ocurrencias e inocencia, le quería como un hermano e incluso le había ayudado a cerrar aquella cicatriz…

- Ya, lo siento, sabes que solo bromeo- le dijo divertido rodeando sus hombros, Junsu le ignoró inflando sus mejillas- ¿qué pasa con él?- preguntó.

- ¿Con quién?-le miró sin comprender.

- Wa y dices que el loco soy yo- exclamó, pero al ver que Junsu le miraba confundido agregó:- Me estabas hablando de Changmin.

- Changmin…- miró el techo recordando- ah, sí- sonrió recuperando el brillo en su mirada- ¿crees que puedas darle trabajo?- preguntó mirando a su jefe- yo no puedo estar todos los días y se que te la has arreglado bien estando solo, pero no te vendría mal una mano, es un chico listo y agradable y…

Jaejoong le miraba conmovido mientras hablaba y sin poder evitarlo le abrazó.

- Gracias, Junsu- dijo feliz, tenía mucho que nadie se preocupaba por él- dile que puede comenzar el lunes- agregó separándose de él para ver su sonrisa.

- Gracias- si, desde que aquel chico había entrado a su vida todo había cambiado y definitivamente era para bien.

- Por cierto, tu turno terminó- dijo mirando su reloj, tenía que distraerse o se pondría emotivo- sólo termina de atender tus mesas.

- ¿Tan rápido?- le miró decepcionado.

- La mayoría de la gente se alegra- le miró como si no fuera un chico normal, bueno era claro que no lo era.

- Si, pero es fin de semana…



Y los fines de semana eran días de limpieza, en realidad todos los días eran de limpieza, pero la diferencia estaba en que… su hermano estaba en casa.

- Te falta ahí- indicó, señalando la ventana.

Junho se encontraba cómodamente sentado en el columpio del jardín leyendo y de vez en cuando levantaba la mirada para evaluar el trabajo del menor, como hacía junto ahora.

- ¿Porqué no lo haces tú?- protestó con un puchero después de escuchar sus quejas durante los últimos 40 minutos- además no alcanzo- murmuró.

- Bien- bufó molesto poniéndose de pie y tomando las cosas- ¿acaso te parece difícil hacer esto?- preguntó mostrándole cómo hacerlo. El menor le miró en silencio. Al darse cuenta de lo que hacía se detuvo y le lanzó, molesto, las cosas a Junsu volviendo a sentarse.

- Junho- le llamó después de un par de minutos en silencio, durante los cuales le miró indeciso mordiendo su labio inferior.

- ¿Qué quieres ahora?- preguntó sin levantar la mirada del libro que ahora parecía especialmente interesante.

- Yo…- el tono de su voz sonaba preocupado y logró llamar su atención- perdóname- estaba cabizbajo y apretaba sus manos nerviosamente.

- ¿De qué hablas?- suavizó su voz.

- Yo… perdí el reproductor que me regalaste- contestó suavemente. Esperó cabizbajo el regaño de su hermano.

- ¿Por qué no me sorprende?, ¿acaso no puedes hacer nada bien?- le espetó.

- Ya me siento mal, era el primer regalos que me dabas y lo perdí, lo siento- le dijo con ojos llorosos antes de entrar en la casa y tirarse en el sofá abrazando una almohada.

Junho le miró conmovido, de nuevo había exagerado. La culpa atenazó su corazón, se veía tan indefenso y frágil… suspiró y entro en la casa.

- Vamos, cambia esa cara- le dijo tocando su hombro- anda, cámbiate, saldremos a comer- agregó al no obtener respuesta.

- ¿De verdad?- le miró con ojos brillantes.

- Si- le sonrió tratando de controlar el impulso de su cuerpo que le invitaba a abrazarlo.

- Estaré listo enseguida- y con una sonrisa subió a su habitación.



- ¿Qué te parece esta?- le dio una revista con varias escuelas. Estaban en una cafetería y Yoochun parecía un poco incomodo.

- Es buena- la hojeó- ¿y porqué quieres ir a Estados Unidos tan repentinamente?- preguntó con curiosidad, aunque sospechaba la respuesta.

- Siempre he querido ir para perfeccionar mi inglés- se encogió de hombros.

- ¿Perfeccionar?- le miró sorprendido- eres excelente- Sunghee sonrió halagada.

- También quiero terminar mis estudios, es muy cansado trabajar todo el tiempo.

- Ya veo- alzó una ceja poco convencido.

- ¿Tu cuando te vas?- preguntó casualmente. Lógico.

- No iré- se acomodó en la silla. Lógico, ya lo sospechaba.

-¿En serio?- le miró decepcionada.

- Aun hay proyectos aquí- respondió serio- ya no es necesario que vayas a Estados Unidos.

- ¿Eh?- le miró sin entender.

- Sunghee, ¿Por qué tiene que ser así?- le miró aun serio- te dije que sólo te lastimas a ti misma, sólo pienso en ti como una hermana- le dijo sincero- no soy para ti, ¿no lo entiendes?



- ¿Qué deberíamos comer?- Junsu miraba para todos lados emocionado jugando con sus pies.

- ¿Qué se te antoja?- preguntó serio, era raro salir con su hermano después de tanto tiempo y verlo tan feliz.

- Mmm, creo que quiero una hamburguesa- dijo infantil.

- ¿Hamburguesa?- le miró sorprendido- ¿no se supone que debes cuidarte?

- Mo, no he comido una en mucho tiempo, Jae hyung no me deja por lo mismo- hizo un puchero.

- Bien, comeremos hamburguesas- cedió sin poderse resistir a esa gesto, el celular le distrajo afortunadamente.

- ¿Si?

- Junho- era Sunghee.

- ¿Qué sucede?- preguntó seco.

- Nada, sólo quería escucharte- era su imaginación o sonaba triste.

- ¿Estás bien?

- No es nada-

- ¿En donde estas?

- En el bar de siempre- sin mas colgó.

Junho suspiro, era obvio que algo había sucedido y ese algo era ‘Yoochun’, siempre era él. Intentó no darle importancia pero no pudo.

- Junsu, tendrás que volver solo- dijo serio tomando una decisión.

- ¿Volver?- le miró confundido.

- O comer solo, surgió algo- justificó.

- ¿Algo?, pero dijiste…- reprochó decepcionado.

- Lo siento, pasaré por ti a las 7- se detuvo frente a la plaza sin atreverse a mirarlo y sin más se fue.

Junsu le miró sorprendido de que le hubiera dejado así, estaba molesto y triste, ¿qué podía ser más importante que comer con él? Sabía que por ahora no tenía trabajo, él mismo se lo acababa de decir. Al menos le hubiera regresado a casa. ¿Qué debía hacer ahora? Definitivamente no quería comer solo… esperaría, no podía tardar tanto…



- Estas aquí- sonrió tristemente al verlo sentarse a su lado.

- ¿Qué ha pasado?- pidió su bebida.

- Nada, sólo quería verte.

Siguió un silenció incómodo para Junho que decidió dedicarse a beber de su copa.

- Siento que estoy muriendo- confesó en un susurro.

Junho permaneció en silencio esperando a que le explicara.

- Nunca me había sentido tan miserable, soy una tonta, ¿cierto?- le miró con tristeza.

- El amar a alguien es para tontos de cualquier manera- dijo después de lograr controlarse, le hacía enojar demasiado el verla en ese estado, sobre todo si era por Yoochun, siempre era Yoochun.

- ¿Amar a alguien?- miró pensativa su copa- Yoochun dice que más que amarlo, sólo quiero tenerlo- sonrió amargamente.

- Porque lo amas, quieres tenerlo porque lo amas- dijo Junho serio le dolía pero tenía que decirlo, la chica la miró sorprendida. El sonido del celular les interrumpió.

Junho miró el número, Junsu… ¿Pero que hacía ese niño?

- ¿Qué pasa?

- ¿En donde estas?- podía visualizar claramente sus pucheros- tengo hambre y ya me cansé, ¿puedes venir pronto?

- ¿Qué haces esperando?, deberías entrar y comprarte algo para comer- había días que de verdad no entendía a su hermano- ¿acaso eres tonto?

- No hagas eso y ve, estoy bien- le interrumpió Sunghee que había estado escuchando la conversación. Junho le miró poco convencido- Ve- insistió- también estoy a punto de irme.

- Bien, voy de salida, espera diez minutos- accedió incómodo, era difícil tener que decidir entre su pequeño hermano y la chica que le había gustado desde varios años…

- Te llevaré- dijo poniéndose de pie después de colgar, no podía dejarla sola.

- Aun voy estar por aquí un momento mas- respondió volviendo su atención a su bebida.

Junho suspiró y volvió a sentarse, había decidido no irse de ahí hasta que Sunghee se fuera, no podía dejarla en ese estado.

- Deberías irte ya, Junsu te está esperando, ¿no?- le miró, Junho desvió la mirada, no sabía que hacer.

- Te llamaré- dijo resignado.

- Bien- le sonrió viéndolo ponerse de pie.

Junho la miró por última vez y se dirigió a la salida, si se apuraba talvez…

- Junho- el chico volteó sorprendido, Sunghee le miraba desde la escalera- no me dejes- le miró suplicante.



Ya había anochecido y Junsu seguía fuera de la plaza, Volvió a marcar el número de su hermano pero éste no respondió. Molesto miró la hora, ¿diez minutos? Ya había pasado una hora desde que le había dicho eso. Bajó las escaleras y se asomó por la calle pero no vio el auto. Comprendió tristemente que su hermano no llegaría. Resignado comenzó a caminar en dirección a la casa. Caminó lento tratando de contener las lágrimas. No podía creer que volviera a dejarle, no importaba cuanto se esforzara parecía nunca ser suficiente para su hermano. Lo único que él quería era una sonrisa, una pequeña muestra de afecto, poder pasar aunque fuera un día con su hermano como en los viejos tiempos…

Al llegar a casa buscó nuevamente el auto pero nada… eso le entristeció más, al menos podía haberle llamado. Entro y aun deprimido se acostó con Shaki a un lado.



- Vamos, entra- dijo abriéndole la puerta del auto al llegar a su casa.

- Gracias- sonrió suavemente.

- Descansa- fue lo único que dijo, Sunghee asintió antes de dar media vuelta para entrar.

- Eres un gran amigo- dijo deteniéndose de repente- nos vemos.

- Adiós- esperó a que la chica entrara, y con un suspiró se recargó en su auto, esperaría a que apagara las luces para asegurarse de que estaba dormida.

Esperó dentro del auto, incluso después de que todas las luces se habían apagado, su cabeza era un lío y no estaba seguro de lo que debía hacer. Finalmente, aun un poco confundido decidió regresar a casa. Condujo despacio tratando de aclarar su mente. Por fin vio su casa… Junsu… se había olvidado por completo de él y le había dejado esperando, con remordimiento subió las escaleras y tocó a la puerta de su hermano, seguro estaba muy molesto…



Junsu no podía dormir, se sentía inquieto y angustiado, ¿qué haría cuando viera a Junho en la mañana? La verdad es que prefería salir lo más temprano posible para así evitar encontrárselo, desgraciadamente era domingo y no tenía ningún pretexto para salir temprano. Seguía debatiéndose en que hacer cuando el sonido de un motor llamó su atención. Se levantó y miró por la ventana, Junho estaba estacionando el auto. Bufó, le había olvidado por completo, ni siquiera parecía tener prisa… enojado se tiró nuevamente en su cama, eran las 12, ¿en donde había pasado todo ese tiempo? Bueno no le importaba, debía dejar de preocuparse tanto por él.

- Junsu, ¿estás despierto?- escuchó a su hermano llamar a la puerta, por reflejo se tapo con las cobijas hasta la cabeza, no quería verle. Poco después escuchó los pasos de su hermano alejándose.

Vaya eso había sido rápido, al menos hubiera fingido preocupación y hubiera insistido un poco… un nudo volvió a formarse en su garganta…se volteó y abrazó fuertemente a Shaki hasta quedarse dormido.

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