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Arualthings

Last Vow/Bow cap 16

Yunho le había pedido a nuestro hyung que nos llevara a un sitio para poder festejar nuestro debut mucho antes de la misma noche del debut. Estábamos extremadamente cansados pero la euforia podía más con nosotros y era necesario drenar la energía de algún modo.


Nos fuimos a casa de un amigo de nuestro hyung. Se suponía que SM no podía estar al tanto de la situación porque de lo contrario la reprimenda hubiese sido grande. Había mucho licor y gente famosa. Todo parecía perfecto para celebrar, sin embargo quería que todo terminara rápido.


Un brindis comenzó en nuestro honor y varios de los presentes comenzaron a hacer discursos; algunos aburridos, otros muy cómicos y alguno que otro alentador. No podía evitar mirar el celular toda la condenada noche; quería llamarla, pero más aun quería que ella me llamase. Como de costumbre estaba algo ebrio, había bebido mucho más que los demás. Cada vez que tenía oportunidad de ingerir alcohol abusaba de él y de mi mismo.


Entre risas, chistes y alguna que otra lágrima se desenvolvía la cena y yo haciendo las veces de espectador… hasta que el aparato sonó. Todos hicieron una mueca de picardía cuando me puse de pié de inmediato para abandonar la sala, todos reían, yo mismo reía… todos menos él. Aun así me fui a hablar a solas.


- Jaejoong?


- Sí…


- Me moría de ganas de hablar. – Dijo ella finalmente.


- Gracias por llamar, Eun Mi-jah – Dije conteniendo una sonrisa – Gracias.


- Jaejoong… yo.


- Eun Mi ¿Has pensado en mi? – Pregunté abruptamente.


- ¿En ti? – Preguntó contrariada – Eh… ¿Por qué me preguntas eso?


- Contéstame – Agregué imperantemente- Contéstame ahora mismo, por favor.


- ¿Pero por qué me preguntas eso, Jaejoong? – Preguntó con un tono tembloroso, como alguien quien asevera algo sin estar realmente seguro – ¿No podemos hablar de formal normal y natural?


- No – Contesté secamente.


- ¿Por qué tienes que ser así? – Preguntó ella a punto del llanto – Sólo necesito que hablemos.


- ¿Terminaste ya con tus patrañas? – Pregunté agresivamente.


- Jaejoong… - Dijo con tono de acusado.


- No, Eun Mi. No aceptaré las llamadas de nadie a ésta hora interrumpiendo una fiesta con mis amigos si dice sólo necesita “hablar”. Si no tienes nada importante que decir pues… voy a colgar.


- Espera, Jaejoong!


- Adios.


- ¡De acuerdo! – Exclamó con obstinación – Sí he pensado en todo!


- ¿En todo? – Inquirí obstinadamente. ¡Cómo me molestaban las generalidades y los aproximados! Sobre todo las generalidades provenientes de ella cuando no se podía sincerar - ¿Qué es “todo”?


- En ti, Jaejoong! – Gritó – En cómo me besaste en Chungnam y lo cálido que fue tu beso. He pensado en ti, en tu breve regreso. En todo.


Mi corazón palpitó en regocijo y esbocé una tenue sonrisa de extraña victoria. ¿Por qué estaba haciendo ella todas estas cosas? ¿Por qué necesitaba en efecto hablar y precisamente en estos tiempos?


- Quiero verte ahora, Eun Mi-jah.


- Es muy tarde, Jaejoong – Contestó ella con susto.


- Maldita sea, Eun Mi! – Refunfuñé de forma vergonzosa, tal y como lo haría un borracho impertinente – Tus desplantes siempre me molestan! No me hagas perder el tiempo. ¡Debe ser ésta noche!


- Nos veremos mañana. – Replicó ella con un tono de desconfianza.


Cuando la conversación terminó me sentí estúpidamente feliz y a la vez avergonzado. Jamás en mi vida le había hablado en ese tono a una mujer y mucho menos a Eun Mi. Mi leve embriaguez me hacía cometer esos errores frecuentemente.


Regresé a la sala sin apuros y escuché aplausos y vítores de los presentes. Yunho recién había terminado su discurso y levantó su copa cuando se percató de mi presencia en la sala a modo de dedicación. Todos voltearon con disgusto. ¿Cómo era posible que hubiese hecho algo así? ¡Qué mal gusto! ¡Qué poca educación! Todo el grupo está reunido haciendo un brindis especial y yo me largo a hablar banalidades por teléfono porque simplemente no podía esperar.


Mi expresión habrá sido notoria porque Yunho enseguida quiso salvar la situación alegando que mis padres habían sido los que habían llamado. Me prometí a mi mismo no beber más esa noche y tratar de salvar mi imagen del vergonzoso foso a donde lo había hundido.


- Eh… Yunho – Comenté vacilantemente en voz baja – Mis padres no han sido quienes…


- Lo sé, Jaejoong-sshi. – Interrumpió Yunho clavando su mirada al frente y bebiendo el resto de su copa de Champagne – Ya lo sé.


Me sentía extremadamente avergonzado. No sólo estaba celebrando sin ganas de celebrar, Yunho había mentido por mí para tratar de salvarme cuando tal cosa no era siquiera necesaria, él forzaba sonrisas para hacer sentir a los demás a gusto justo como lo estaba haciendo en esa ocasión. En primer lugar él había ideado la fiesta para todos nosotros y yo ni siquiera mostraba en interés alguno. Me había comportado como un niño malcriado la velada entera y ahora deseaba una máscara para poder esconder mi rostro lleno de vergüenza.


- Yunho…


- Estoy cansado, Jaejoong-sshi – Dijo forzando una leve sonrisa – Deberíamos regresar a casa. - Fue increíble como en el tiempo que esperé por la llamada de Eun Mi y mientras ella y yo hablábamos me había olvidado por completo de esa característica sonrisa de Yunho que forzaba para confortar a los demás. ¿Acaso yo merecía ese tipo de atenciones de su parte luego de haber sido tan egoísta?


La reunión acabó pronto y de inmediato regresamos a casa a descansar. Mucho trabajo nos esperaba al día siguiente. Al llegar me desplomé en el mueble, aparentemente había bebido mucho y sin querer los ojos se me cerraban debido al sueño.


- ¿Por qué me llamó Jaejoong-sshi? – Pregunté al azar.


En efecto Yunho jamás me llamaba así. Se refirió a mí como lo haría un extraño y eso me produjo escalofríos. Quizás yo me había comportado como un extraño esa noche.


- Hyung – Dijo Yoochun sentándose a mi lado, estaba tan dormido que jamás me percaté de que ya estaba en la habitación- ¿Quién es la chica?


- ¿Qué chica? – Pregunté estrujándome los ojos para espantar el sueño.


- La chica con quien has estado hablando – Confirmó Yoochun.


- Se llama Eun Mi – contesté entre risas tenues – era una compañera de clases. – Abrí un cajón del estante y le mostré una foto juntos.


- Es hermosa, pero… - Se interrumpió – Lo siento mucho pero, me da mala espina.


- Entonces Yunho ya te habló de ella… – Dije cerrando los ojos de nuevo.


- ¿No es extraño que esa chica regrese de la nada cuando no habían hablado en años?


- Hace algunos meses que no hablaba con ella, no han pasado años – Alegué con tono defensor.


- Años o meses, hyung – Agregó - ¿Por qué precisamente ahora?


- Con Eun Mi… - Dije recostándome en la cama de nuevo- Las cosas son diferentes. Podría haber soportado miles de bajezas de su parte y la perdonaría en un abrir y cerrar de ojos porque Eun Mi es una buena persona.


- … O porque la amabas?


- No… - Dije abriendo los ojos – Yo… Aun la amo.


- ¿O La quieres amar, hyung? – Preguntó Yoochun. Normalmente una pregunta de ese estilo me hubiese incomodado pero entre Yoochun y yo había florecido una fuerte amistad y él ya sabía como manejar una conversación conmigo.


- Quisiera creer que aún la amo, Yoochun – Me estrujé la cara lentamente - pero en mi mente estarán todos los momentos miserables que viví por culpa de ella.


Y sonreí… En segundos me rendí al sueño.



Luego de haber culminado el acostumbrado entrenamiento de baile encontré a Eun Mi esperando por mi fuera del edificio. Me sorprendió que hubiese viajado de Chungnam a Seúl sólo para verme y el solo hecho de haberla visto esperandome recostada en aquel poste de luz me dio mala espina, sobre todo porque me recordó tiempos tristes. Me acerque a ella sigilosamente.


- Buenas tardes, Jaejoong – Dijo energéticamente – ¡De verdad necesitaba verte!


- Buenas tardes, Eun Mi – Le dije sonriendo levenemente.


- Jaejoong – Dijo con tono de gravedad – Yo… te necesito. – Puso una mano sobre mi abrigo como aferrándose a mi.


Suspiré y le permití hablar todo lo que quiso.


- Lo siento, Jaejoong ¡No sé por qué no te detuve en Chungnam la última vez! Yo quería besarte también… quería que te quedaras… quería que comenzaras de nuevo conmigo. Quería ser tu novia y borrar todo lo que había pasado. Quería abrazarte con todas mis fuerzas y quería…


- ¿Por qué no lo hiciste, entonces? – Interrumpí con un tono suave soltando con delicadeza sus manos de mi abrigo.


- Jaejoong…


- No te disculpes por nada – sonreí nuevamente – Gracias por visitarme, pero debes apresurarte a regresar si no quieres llegar tarde a Chungnam.


- Pero, Jaejoong… - Dijo ella con tono de escepticismo.


- Vete ahora Eun Mi. Aprovecha que hoy no es un día muy frío.


- ¡De veras no entiendo nada, Jaejoong! – Exclamó – Ayer prácticamente me rogaste un encuentro, me preguntaste si pensaba en ti y me hiciste pensar en ti!


- Ayer estaba borracho, Eun Mi. Nada de lo que decía tenía sentido alguno. Ambos lo estábamos.


- ¿Qué?


- Yo ebrio de alcohol, tú ebria de codicia.


- Jaejoong! – Exclamó mientras volvió a aferrarse a mi abrigo con ambas manos – Eso no es cierto! Sólo escúchame!


- Márchate, mi querida Eun Mi – Dije enmarcando nuevamente una sonrisa – Márchate ahora si me tienes algún respeto.


Eun Mi estaba desesperada y comenzó a golpearme suavemente en su frustración. El único motivo para que ella estuviese ahí era mi prometedora carrera… era triste reconocerlo pero la noche antes realmente necesitaba hablar como hablé con Yoochun, necesitaba que alguien me obligara a admitir que Eun Mi no le interesaba la persona que siempre la persiguió para entregarse de todas las maneras posibles si no el artista que prometía ser ahora.


- Muchas gracias por haberme recordado, sin embargo. Pero en este momento sólo puedo amar a una persona y ese alguien no eres tú.



Eun Mi me robó un beso en los labios. Fue cálido y triste y aunque en el pasado hubiese vendido mi alma por un beso con tanta súplica ahora no significaba nada excepto un adios. La separé suavemente de mí.


- Te dije… - Dije cerrando los ojos - que me iba asegurar de que hubiese una despedida y la verdad es que no habrá más despedida que esta. Adiós Eun Mi.


Caminé dentro del edificio y dejé a Eun Mi fuera. Me pareció Inhumano dejarla a la suerte de la nieve y el frío callejero pero más lo era el hecho de buscarme ahora que podía ser exitoso y que lucía mucho mejor que años atrás cuando me había desvivido por años para ser el mejor novio del mundo sin recibir un gramo de reciprocidad de su parte. Sentí ganas de llorar… no por ella, si no por un triste capítulo que terminó abruptamente. Era el adiós al pasado y un saludo al futuro. Mientras caminaba irónicamente vislumbré a Yunho acercarse por uno de los pasillos.


- Jaejoong… - Dijo con aire de tristeza en su hermosa mirada mientras se acercaba - ¿Ya tomaste un descanso? - Mi amado Yunho… ¡cómo me conocías!


- Hubo una despedida… - Musité.


- Eh?


Abracé a Yunho cuando se había acercado lo suficiente. Naturalmente él estaba extrañado. Me limité a cerrar mis ojos y a abrazarlo lo más fuerte posible. Se me arrugó el corazón cuando él respondió mi abrazo con la misma intensidad. Él solo hecho de haber visto a Yunho justo después de lo sucedido me ponía feliz.


- Yunho…


- Si… Boojae?- Musitó.


- Te amo.


3 Comentarios:

  1. Anónimo10/07/2011

    ohhh my god!!
    esto qedo inteeresantisiimoooo!!! ahahahha q emociion se lo confesooo...kyaaaa amo al Yunjaee...;)
    gracias x tan hermosa historia.:)!

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  2. oooooooooooooo por dios lo a dicho que felicidad me da este Jae que ara Yunho ante esta declaración

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  3. Anónimo9/16/2015

    Jae al fin se atrevio a confesar sus sentimientos... que interesante esta este fic porfavor yunho no lo arruines todo

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