FAC UT ARDEAT COR MEUM (Haz que Arda mi Corazón)
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Distrito Gangseo-Gu
Palacio Sentinella
Yoochun le atrajo en un abrazo posesivo y le escuchó suspirar con alivio al tiempo que los brazos de Junsu se cerraban en su espalda y su rostro se apoyaba en su hombro…
- lo siento, sé que no te ha gustado… - susurró en su oído acariciándole los castaños mechones…
- he odiado que hiciera eso, Chunnie; porque todo en mí es tuyo y de nadie más… - suspiró pegándose más al cuerpo del pelinegro, como si quisiera de verdad poder fusionarse a él y demostrarle que no hay modo alguno de que les separen…
Excepto la muerte…
- lo sé, y no ha sido mi intención hablarte así, estoy furioso con ese imbécil que cree que puede ir y besarte a la fuerza… simplemente acercarse a ti, Junsu ah… - gruñó por lo bajo, sabiendo que su sangre hervía en ese momento de coraje contra Jared solo por recordar el atrevimiento que había tenido… y profanar esos labios que solo eran suyos como todo en Junsu le pertenecía… - le habría matado… - siseó entre dientes empuñando sus manos, tensando el cuerpo, su mirada penetrante tomando un brillo intimidante…
- no quiero que le mates, Chun… - el castaño se apartó para mirarle, sintiendo de nuevo algo parecido al miedo al encontrarse con aquella profunda mirada…
No… no era que le temiera a Yoochun…
Temía lo que cegado por los celos fuera capaz de hacer contra otros…
Que se convirtiera en asesino por su causa…
- no quiero que voltee a mirarte siquiera, Junsu ah… - el pelinegro ablandó la mirada y enmarcó ese rostro que tan bello y angelical le parecía a pasar de ser a su manera un cazador también… - no quiero que se acerque a ti, no quiero que te piense…
- Chunnie… - el centinela sonrió tocado en el corazón por sus palabras… sí, sonaban de lo más posesivas, pero él se sentía feliz…
Y lamentó de nuevo que Jared no pudiera entenderlo, que ahora solo tuviera aquella mirada resentida y esa actitud que desconocía y que parecía capaz de hacerle daño…
- déjame besarte, Su… - el pelinegro dijo con voz ronca…
Y Junsu no supo si aquello había sido una petición o un aviso… pero Yoochun le besó dulcemente, con calma, recorriendo primero lentamente sus labios, repasándolos con su lengua, humedeciéndoles con su saliva, haciéndole temblar y suspirar… luego los labios del pelinegro comenzaron a danzar con los suyos, probándolos entre caricias demasiado cariñosas y pausadas, casi como si recién encontrara ese gramo de ternura que no salía demasiado a flote en su personalidad más bien seductora y salvaje, aunque cada vez solo sintiera que le hacía el amor. Se dejó llevar y pronto el baile de caricias tierno agregó pequeñas dosis de pasión cuando sus lenguas se colaron entre labios abiertos y rozándose se saludaron como si fuese centurias que no se encontraban, resbalando en algo parecido al cortejo de los cisnes, lento y hermoso. El castaño suspiró entre beso y beso, enredando sus manos en el cuello del pelinegro cuando nuevamente le abrazó rodeándole delicadamente la cintura, atrayéndole otro poco compartiendo el calor de sus cuerpos…
¿Se puede hacer el amor con solo un beso?
Junsu pensó en ese instante que sí, porque Yoochun le había llevado a la luna y traído de vuelta con aquel beso tan tierno y dedicado.
- Te Amo, Junsu ah… - el lycan murmuró contra su boca sin querer apartarse demasiado, topando sus frentes para poder admirar su lindo rostro sonrojado y perderse en aquella sonrisa que se curvaba en los labios de su novio…
- Chunnie, Te Amo también… - corresponde y siente que puede olvidar todo alrededor tan solo estando a su lado… y desea…
Desea no tener que estar en medio de una guerra entre vampiros y licántropos…
Desea no tener que pensar que eso que tiene ahora, mañana puede terminar…
Porque él es un simple mortal…
…………………………
Yunho y Derek no se apartaron la mirada hasta que el mismo Jaejoong llegó a ese pasillo donde ambos vampiros parecían estar en un duelo mental de intimidación… el pelioscuro se sintió de pronto incómodo al estar a solas ante ambos… por un momento sus ojos se encontraron con los del Gladiador vampiro, y algo en su interior se sacudió con fuerza haciéndole recordar un pasado que estaba mucho mejor enterrado, desvió la mirada y sonrió al Diurno con suavidad…
Pero Jung vio en aquella sonrisa algo parecido a la disculpa…
Como quien guarda en secreto un pecado cometido sin intención…
- necesito salir, ¿te importa acompañarme, Yunho?... – el Príncipe Kim le preguntó…
Claro le quedó a Derek que le ignoraba con intención… como también tuvo en claro el destello en su mirada tan único e igual a aquel que hace décadas no veía… sonrió de medio lado y dirigiendo una mirada retadora al moreno dio la vuelta marchándose del lugar…
Yunho comprendió que aquello era similar a decir que había ganado una batalla, pero que la guerra aún tenía peleas por desatar…
- a dónde iremos… - el Diurno miró al pelioscuro todavía pensando en todo lo que puede perder si tan solo llega a cometer el mínimo error en su relación con Jaejoong.
- solo ven conmigo, yo te guiaré… - el Príncipe vampiro le tomó la mano y entrelazando sus dedos quiso darle algo de la seguridad que está seguro, vio titubear en la mirada de su amante…
Tal vez en ellos faltaba mucho más que apasionadas entregas en la intimidad, susurros confiados o miradas cariñosas…
Hacía falta declarar todo el amor sin atadura alguna…
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En algún lugar de Seúl, Corea
Zhang Yiang sonreía omnipotente, con aquella postura autosuficiente sentado en una silla estilo imperial bañada en oro, con figuras de dragones en los apoyabrazos y un Grifo (criatura mitológica cuya parte superior es la de un águila gigante, con plumas doradas, afilado pico y poderosas garras, la parte inferior es la de un león, con pelaje amarillo, musculosas patas y cola) en la cabecera de ésta. Aquello representaba otro poco de su poderío y egolatría.
Con copa de vino en mano, Zhang Yiang olfateó el contenido antes de tomar un sorbo y sonreír desafiante, se puso de pie y caminó con elegancia por el salón de aquella estancia en una Mansión de aire ostentoso ubicado en la zona residencial de la capital.
- Señor, su auto está listo y el equipo aprontado a su orden… - Darius, quien creía que seguir vivo era meramente un capricho de Yiang, se dirigió a él con el mismo respeto de siempre, pero con un brillo en sus ojos que dejaba más que claro que esperaba que en cualquier momento la ira y la paciencia del lycan cayera sobre él entregándole una dolorosa muerte…
Después de todo, Yiang sabía que había hablado ante Jung Yunho…
Que había sido débil y sucumbido no solo ante su ataque demostrando su inferioridad, sino también ante uno de los más burdos artificios para obtener información… ser drogado.
Zhang ni siquiera se había molestado en responderle nada, siguió el camino hasta salir de aquella Mansión, subió a un auto deportivo de última generación y él mismo se encargó de conducir a alta velocidad rumbo al Palacio Sentinella…
Era hora de tomar lo que deseaba…
- ¿Junsu… o Yoochun?... – el lycan miró por el retrovisor aquel puñado de automóviles oscuros y blindados donde iban sus mejores hombres, licántropos y humanos, todos y cada uno de ellos dispuestos a morir por su nombre… - y sin embargo, el único que nunca ha cedido a mi poder, has sido tú, Yoochun…
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Seúl, Corea
Palacio Deoksu
1608
Park Yoochun, militar reconocido de las tropas coreanas… eso fue lo primero que Yiang supo del joven de largos cabellos azabaches. No le causó gran impresión cuando le conoció o sus miradas se cruzaron por primera vez durante su visita como emisario de paz en aquellos tiempos…
Pero cuando ocasionó una revolución al casarse con la que era prometida del Príncipe Wolsan, el interés nació… era raro que los nobles o militares se pusieran en contra de un mandato real, y aquel compromiso había sido arreglado por el Rey Seongjong en conjunto con su Almirante más cercano y padre de la hermosa Ji Soo.
Un año fue todo lo que necesitó para provocarle y a favor a su amigo el Príncipe Wolsan, arrancarle la felicidad que entonces Yoochun tenía a lado de su esposa, sin embargo, una vez que el pelinegro habiéndose convertido en licántropo solo demostró fortaleza y se reveló a su autoridad, Yiang no pudo menos que interesarse en someterle a todas las pruebas posibles hasta que el mismo Park se quitara la vida o muriera en la desesperación de la maldición que dejó en su cuerpo pero grabada con el más grande de los dolores en su alma…
La pérdida del primer amor…
Para Yiang el amor nunca ha sido otra cosa más que muestra de humanidad, y por tanto, de debilidad, y sin embargo, ha visto una y otra y otra vez a Yoochun levantarse, salir avante de sus pruebas y hasta eludirlas…
¿Era solo esa su motivación para estar obsesionado con Park?
¿Era esa misma obsesión también el impulso suficiente para ir por Junsu?
O quizá…
Había caído en aquello que rehúye.
El Amor.
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Distrito Gangseo-Gu
Palacio Sentinella
Yoochun sintió un escalofrío… un conocido escalofrío…
- Yiang está cerca… - murmuró y tomó con fuerza la mano del castaño, quien le miró sin comprender pero le siguió en silencio el paso cuando el pelinegro comenzó a andar por los pasillos hasta su habitación… - no es seguro aquí, nos vamos…
Sentenció y Junsu fue incapaz de ponerse a discutir con Yoochun sobre la seguridad del Palacio…
Una sensación se había apoderado de su cuerpo…
Un presentimiento que calaba en su alma…
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Yunho y Jaejoong iban rumbo al Palacio del pelioscuro, lo que una vez durante siglos fue su hogar pero en el que no sería más recibido con honores y respeto… el Príncipe Kim Jaejoong había pasado a ser un exiliado de su propio Clan y ahora incluso ver a su hermana tenía que hacerse en el más absoluto de los secretos y a discreción…
Comunicarse con ella había sido relativamente sencillo porque aún había gente en el interior que le debía cierta lealtad… pero Chae Yun se sobresaltó al encontrarse con su hermano y el Diurno esa misma noche en un Templo del centro de la capital…
- estás loco… ¡los dos lo están!... – se exaltó la Princesa… - Yiang está en Seúl y el mismo Consejo de Sangre ha decretado que los vampiros se mantengan al margen de todo enfrentamiento con él…
- no estamos aquí para ser partícipes de una batalla actual contra él, hermana… - el pelioscuro trató de tranquilizarla… mientras que Yunho solo les observaba y se mantenía en guardia, atento a cualquier movimiento o sonido extraño… o un silencio preocupante…
- Zhang Yiang sabe que nuestro padre te exilió del Clan Kim… - miró entonces al moreno, pero el Diurno no dijo nada… - y ahora resulta, según escuché decir a nuestro padre mientras conversaba con la Reina Yin…
- ¿la Reina Yin?... – moreno y pelioscuro dijeron al unísono casi sin querer… y ambos se miraron, Jaejoong le miró con celo pues recordaba bien a la Princesa Zhenli y aquel beso que les vio darse, mientras que Yunho se preguntó qué era lo que la Reina y Won Dae podrían tener en común como para formar una alianza en las peores circunstancias de la comunidad vampira…
- ¿está ella sola, o su hija se encuentra también en el Palacio?
- por supuesto que la Princesa Zhenli está también en el Palacio, tengo la impresión de que su madre no la dejaría sola en China en un momento tan turbio como éste…
- ¿sabes por qué motivo tu padre y la Reina Yin han formado una alianza?... – fue el moreno quien preguntó entonces interviniendo en la conversación de los hermanos Kim… Jaejoong se cruzó de brazos claramente celoso por el repentino interés del moreno así no hubiera cuestionado por la Princesa…
- sinceramente no tengo nada claro… hermano… - volvió su mirada al pelioscuro… - mi padre ha movilizado a todo el Clan Kim, ha estado buscando alianzas entre aquellos que aún le deben favores entre los humanos, se prepara para enfrentar la guerra… - los ojos de la Princesa brillaron con temor… - nuestra madre lo advirtió una vez, ¿recuerdas? Dijo que esto tarde o temprano pasaría… ella dijo que debíamos proteger a toda costa a ChangMin, y ni siquiera sé dónde está o con quién, y nuestro padre no ha movido un solo dedo para buscarle, siento angustia y aunque he mandado a mis guardias buscarle bajo las mismas piedras, no han podido encontrar una sola pista de su paradero…
- por qué no me habías dicho eso… - la preocupación se matizó en los ojos oscuros de Jaejoong…
- creí que tal vez lo sabrías… un hombre vino al Palacio hace un par de días, dijo que su nombre era Alexander y que estaba apoyándote…
- ¿Alexander sabe sobre ChangMin? ¿hablaste con él sobre nosotros, sobre nuestro pasado, cuando éramos niños?
- no… él no estuvo mucho tiempo en el Palacio, a papá no le agradó su visita, pero pareció guardarle respeto. Ese hombre me pareció muy misterioso…
- Alexander está guardando secretos para nosotros, lo justo es que comencemos a guardarlos para él… - Yunho señaló…
- no podemos quedarnos más tiempo hermana, pero necesito que hagas algo por mí… ¿recuerdas el cuento que mamá nos contaba?
- no con demasiado claridad…
- necesito que recuerdes y lo escribas, y cuando hayas recordado todo lo posible, deja el escrito en nuestro lugar secreto, ¿entiendes?
- sí, yo… a dónde van ahora… - la Princesa Kim miró con aprehensión a su hermano…
- primero debemos hacer unas cosas que es mejor no tengas en conocimiento, pero ten en cuenta esto, no importa lo que suceda, tú, ChangMin y yo seguimos siendo hermanos, le encontraré y volveremos a estar juntos, ¿de acuerdo?
- cuídate hermano… - Chae Yun le abrazó con fuerza…
Con el temor circulando por la sangre en sus venas…
Sintiéndose más vulnerable que nunca…
Casi como una humana…
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Chongqing, China
Chongqing está situada en una península sobre el río Yangzi, en el centro del país, rodeada de altas montañas, es habitual que la ciudad esté rodeada de una espesa niebla, y en sus bosques de bambú, aquello le da un toque de misterio como se convierte en una peligrosa jaula de barrotes naturales.
Luego de un par de días más de viaje nocturno, habían avanzado hasta estos territorios alejándose de Xinjiang; sin embargo, el híbrido ahora se arrepentía pues no parecía haber sido su mejor movimiento. Kenryu no sabía cómo es que le habían dado alcance tan rápido, pero lo que menos tenía era tiempo para pensar, sujetando con fuerza a ChangMin de la mano corrían entre aquellos árboles de bambú que se erguían hectáreas a la redonda en aquel lugar. Los tallos alcanzaban los 25 metros de altura y tenían un grosor de 30 centímetros… no, no se encontraban en una clase de botánica, aún así, cuanto más lo pensaba, el pelicastaño más se preocupaba por la situación, poner a salvo a su amante era prioridad, pero los proyectiles naturales caían en el camino con velocidad, cortando el viento y haciendo un peculiar sonido al incrustarse contra el suelo o los tallos de otros bambúes.
ChangMin podía sentir el golpeteo furioso de su corazón contra el pecho, el aire helado le estaba calando hasta los huesos y la carrera parecía estar exigiendo mucho más de lo que podía dar, el ritmo de respiración agitado y las pulsaciones por encima de lo que nunca en toda su vida… ya antes había experimentado el temor, en circunstancias que incluso podría recordar eran peores que la actual, sin embargo, algo en su interior le hacía sentirse aún más temeroso, casi como si algo demasiado importante corriera peligro y no solo fuera su propia vida o la de su amante.
Corría con toda su fuerza pero incluso su cuerpo parecía cansarse más rápido que en otras ocasiones, se sentía algo pesado y todo a su alrededor le estaba mareando como si el mundo girara vertiginosamente… tropezó varias veces en el camino, pero siempre aquella mano que sujetaba la suya tiró con fuerza ayudándole a mantenerse erguido y continuar la carrera. Los zumbidos que aturdían su oído provenían de esos bambúes de diversos tamaños que caía uno tras otro muy cerca del siguiente paso que daba, en alguna ocasión la punta filosa de aquellos tallos rasgó sus ropas e incluso dejó finos cortes en sus brazos y piernas.
De pronto todo su cuerpo perdió fuerza y sus ojos se nublaron… Kenryu frenó al ver aquel fino hilo a ras del suelo, pero en la inercia del movimiento y el repentino desvanecimiento de ChangMin, no impidió que una pierna del morocho accionara aquella trampa… le sujetó con fuerza y apenas alcanzó a equilibrar ambos cuerpos para no caer cuando la punta filosa de un bambú en forma de estaca quedó contra el pecho y otra contra el cuello del Príncipe Vampiro, unos milímetros más y seguramente la historia habría sido otra… lo jaló contra su cuerpo abrazándole y notando su cuerpo flojo entre sus brazos…
- Min… - llamó al tiempo que su mirada analizaba la situación, estaban rodeados y acababa de darse cuenta que quedó en el centro de aquella trampa… - Min, despierta… ¡Min!... – lo sacudió y se alistó para pelear al ver que aquellos hombres se cernían alrededor de los dos…
ChangMin apenas podía escuchar una voz lejana, pero su cuerpo pesaba demasiado y se sentía cansado… luego vértigo y una arcada que le hizo despertar repentinamente antes de inclinarse y devolver el estómago… Kenryu le miró preocupado pero no tuvo realmente tiempo de confortarle… no cuando aquella mínima distracción fue acertadamente aprovechada por sus atacantes, aquello transcurrió realmente en cuestión de segundos, mientras el híbrido se enfrentaba a los primeros atacantes que se lanzaron decididos contra ellos.
El pelicastaño tomó al primero prácticamente en el aire, una de sus manos se cerró sobre el cuello del oponente y luego lo estampó contra el suelo enterrando al instante su otra mano en el pecho, filosas garras que rasgaron el interior provocándole una muerte instantánea, por el aroma de la sangre, el híbrido no pudo decir que se trataba de vampiros, ni humanos comunes, tampoco eran licántropos… más no iba a detenerse a cuestionarles… se transformó en aquella criatura indefinida entre vampiro y lycan, sus ojos cubiertos totalmente de negro, piel de un tono poco común, colmillos grandes, garras poderosas y cuerpo firme de músculos fuertes… un segundo hombre cayó por su propia arma, la estaca de bambú se incrustó en su corazón entrando desde el ángulo en el costado; al tercer hombre le venció cuando sus propias costillas fueron destrozadas enterrándose en los órganos internos.
El Príncipe Vampiro se recupera de las arcadas pero no se sentía realmente mejor, aún le daba vueltas el mundo y su cuerpo se sentía pesado. Levantó la mirada justo a tiempo para esquivar una estaca de bambú que su amante no logró detener antes de que llegara a él, pero que sin duda enardeció más al híbrido. El morocho vio aquella batalla desigual, cinco o seis eran los hombres que atacaban simultáneamente a su amante, limpió con el dorso de su mano su boca y se puso en pie, entrecerró los ojos y tomando una profunda respiración, tomó ágilmente esa otra estaca lanzada en su contra devolviéndola con un solo movimiento hacia su agresor, quien también la esquivó por lo que el tallo terminó incrustado en otro bambú.
Kenryu intentaba deshacerse de todos esos hombres que no sabía ya de dónde demonios estaban saliendo, ChangMin por su parte, partió uno de los bambúes con sus garras, el tallo de más o menos dos metros de largo le sirvió de arma repeliendo con aquel a sus contrincantes, golpeó y lanzó lejos a algunos al estamparlo contra sus estómagos, lo agitó en círculo para impedir que se acercaran demasiado a él, lo usó como escudo rechazando nuevas estacas de menor tamaño e incluso espadas que surgieron empuñadas en algunos de aquellos hombres.
El pelicastaño finalmente logró arremeter contra los hombres que le atacaban y acercarse al morocho, espalda con espalda ambos continuaron en batalla, el enfrentamiento se volvió agresivo a niveles insospechados, pero pronto Kenryu se dio cuenta de que no intentaban matarles aunque la fuerza de los ataques parecían fatales.
- no te separes… - dijo al morocho al tiempo que tomaba una de sus manos y así, espalda con espalda, atacaban y se defendían sin soltarse…
Kenryu y ChangMin descubrieron también que armonizaban bien en la lucha, que sus cuerpos se sincronizaban y parecían tener un lenguaje propio para ejecutar movimientos complejos propios de las artes orientales sin que tuvieran que acordarlo o dirigirse por lo menos una mirada de complicidad. Era como si fueran un solo ser y entre ellos fluyera la energía de la supervivencia.
No quedaban ya demasiados hombres con vida, y las garras de Kenryu como las largas uñas de ChangMin estaban llenas de sangre ajena, manchadas sus ropas como sus rostros, cuerpos inertes dispersados por el suelo o clavados en las estacas de la trampa que antes eludieron apenas. Una corriente de aire helado sopló de pronto y una cortina de espesa niebla cayó sobre el lugar ocultando entre su espesor todo cuerpo en torno.
- no me sueltes… - la rasposa voz del híbrido se escuchó aunque apenas pudiera distinguir la figura de su amante ante sus ojos, le abrazó colocándolo esa vez al frente pero sin exponerle demasiado cubriéndolo con su propio cuerpo prácticamente simulando una coraza, y agudizando su vista intentó penetrar a través de la niebla en busca de aquello que le tenía inquieto y que había incluso acelerado a punto de la arritmia los latidos de su corazón.
Era una sensación de alerta parecida al miedo…
- el Príncipe ChangMin estará mejor conmigo… - una voz femenina se levantó entre la espeses de la niebla, era ladina con cierto tono seductor…
- ChangMin está bajo mi cuidado… - el pelicastaño sintió a su amante pegarse un poco más a su cuerpo y temblar ligeramente presa de la incertidumbre también…
- pero los seres que crecen en su interior son míos, nacieron gracias a mí… - la voz femenina sonó con protesta y la niebla ondeó entonces bajando a ras del suelo dejando entonces al descubierto a aquella hermosa pero perversa mujer…
- quién eres tú… - el pelicastaño la miró con profundidad, y tuvo la sensación de conocerle a través de los años… ráfagas de memorias sacudieron su mente pero nada en concreto pudo discernir de aquellos pensamientos…
Génesis sonrió autosuficiente y caminó hacia ellos con pasos calmados, su largo cabello quieto como lo estaba todo alrededor, y sin embargo, el aura que emergía de su cuerpo era peligrosamente aturdidora. Kenryu permitió entonces que ChangMin se moviera quedando a sus espaldas oculto detrás de su cuerpo…
- no le dejes llevarme, tenemos miedo… - la voz del morocho sonó entonces en el oído del híbrido, pero su susurro se escuchó distorsionado, una especie de voz infantil pareció colarse entre su tono natural…
- no le dejaré… - aseguró perfilándose de nuevo para la batalla… Génesis se rió con sorna al verle…
- tan patético como siempre lo he recordado, cosa inmunda el amor de las almas humanas, errores de mi creación cuando es expresado por vampiros o licántropos… - miró detenidamente al pelicastaño… - gran decepción cuando se trata de la esencia de mi único hijo verdadero…
- ¿hijo verdadero?... – Kenryu cuestionó confundido…
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Egipto
Tebas
Alrededor del año 650 A. de C.
Era una mujer hermosa, deseada por todos, celosamente protegida por el Faraón Psamético I, su padre. Su nombre original era Nitocris, se instruyó en las artes oscuras de las creencias de su pueblo, y pronto descubrió cuán posible era hacer un pacto con uno de sus dioses y convertirse en portadora eterna de sus bendiciones, convertirse en inmortal con la capacidad de dar vida a otros como ella… aunque para eso, tuviera que renunciar a lo único que humano era hasta el último de los días de la humanidad sobre el planeta: el alma.
Cuando la Princesa renunció a eso y se convirtió en una criatura nocturna de insaciables deseos sexuales, el Faraón la envió ante la “divina adoratriz de Amón” (título creado para la sacerdotisa de Amón, Dios Egipcio sobre el que se cernían grandes poderes) obligándole a adoptarla como sucesora, quedando grabado en la llamada Estela de la adopción… de aquel modo tuvo la oportunidad de conocer aún más de lo que creía posible hasta que fue transformándose en una mujer cuyos anhelos no tenían fin, la ambición de mayor poder místico y terrenal la llevó al fin último de su persona.
Génesis nació.
Considerada bruja, hechicera, adivina, nigromante, vidente y hasta arpía, se le ha denominado de innumerables formas a través de los siglos. Poco se conoce de todo su pasado, muchas han sido las dudas que surgen en torno a su existencia.
Una sola la prueba máxima de su ambición sin límites.
Un hijo…
Con los mismos dones que ella posee y un poco más, pues está en su haber las fortalezas de vampiros y licántropos. Y una sola debilidad desde su concepción: un corazón con alma.
De la concepción de tal hijo no se sabe demasiado, aún Constantine y Jintao quienes fueron los primeros transformados por Génesis y que tienen en el correr de sus venas recuerdos oníricos grabados en los genes de su sangre no han logrado penetrar tales pensamientos de una mente ajena conectada de alguna manera a la propia. Sin embargo, es sabido por contadas personas, Maximus entre ellas, que la primera vez que el hijo de Génesis pereció fue bajo su propia mano, pero que con su último aliento maldijo siempre volver y darle batalla hasta ser sus ojos los que la vean perecer y llevarse consigo todo ese mal que tan natural brilla en sus violáceas pupilas.
La línea de sangre se ha mantenido viva por siglos, Ogazawara Kenryu el actual “recipiente” de aquel corazón con alma… de la esencia del único hijo de Génesis.
Ése que luchaba por emerger de las profundidades de su mente.
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- puedes venir y unirte a mí si lo deseas, de ese modo no tendrás que alejarte de él… - Génesis trató de evadir un enfrentamiento y tener que herir al pelicastaño…
No… realmente no era que tuviera algún sentimiento de aprehensión por tratarse del alma de su hijo escondida en ese cuerpo que una vez fue humano… sabía sin embargo, que mientras más peleas desataba Ogazawara, más se iba derrumbando el muro mágico de telarañas que mantenían “prisionera” la esencia del alma de su hijo.
- no sé exactamente quién demonios eres, pero de ningún modo iré contigo o permitiré que alejes a ChangMin de mi lado… - dijo y luego un aullido ensordecedor nació desde su garganta…
- tú lo has dictaminado así… - Génesis frunció el ceño y molesta levantó los brazos y elevó la mirada… palabras en un idioma que Kenryu no conocía y que resultaron familiares para ChangMin fueron dichas, y entonces la luna que aún colgaba del firmamento se tornó de un color rojo pálido, las nubes aparecieron y cubrieron lentamente la luz del claro de luna…
- Kenryu, el vientre me duele… - apenas se quejó el morocho sujetándose el vientre y notando cómo en instantes comenzaba a abultarse formando una pequeña elevación…
El híbrido le miró inquieto, pero así hubiera querido ayudarle en algo, no pudo hacer demasiado cuando toda su atención tuvo que centrarla en Génesis y el ataque que lanzó sobre ambos…
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Seúl, Corea
- Yunho ah, ¿estás inquieto por esa princesita?... – aunque de apariencia calmado, el pelioscuro no pudo ocultar el fuego celoso del clamor de su mirar…
- esa “princesita” como tú la llamas, es una antigua amiga, nada más, Jae… - sonrió y se acercó sin prisas para besarle… casi parecía que no había una batalla en pie y que ellos podían tomarse el lujo de aprovechar la oscuridad de aquella acera semioscura en la que una lámpara parpadeaba a unos cuantos metros y el sonido casi vacío de la noche les cobijaba en un ambiente misterioso y casi romántico…
Jaejoong enredó sus manos en el cuello de Yunho y le pegó a su cuerpo mientras sus bocas unidas intercambian caricias y sus lenguas se enredan apasionadamente como si fuera la primera vez que se encuentran e intentan tomar el control del ardiente beso colmado de aquella sensación que arrebatada es llamada amor.
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Si eran situaciones diferentes, Yoochun y Junsu, como Jaejoong y Yunho, o ChangMin y Kenryu, tenían en común una sola cosa…
Un amor tan fuerte e inclemente como el poder del fuego que crepitante arde encendiéndoles el alma del corazón…
Pero si es enamorarse un signo de humanidad…
¿Qué más queda por enfrentar que no puedan superar con aquel sentimiento ardiéndoles en el corazón?
aaaaaaaaaaaaa dios por fin la continuacion cuanto añoraba por esto ^W^
ResponderEliminarAAA changmin va ser mami-papi por dios
la situacion se esta poniendo demasiado bueno la vdd
me encantooo... me quede con duda de si realmente Yiang es una obsecion lo que tiene por yoochun, o por todo lo que ama el, o si se enamoro realmente y si lo hizo de quein de yoochun o junsu... que lindo las ultimas estrofas del fic que todos tenian algo en comun y es el amor tan fuerte como la fortaleza de sus vidas inmortales y que solo tienen en comun con los humanos el corazon...
ResponderEliminarOPD!!! Que cosa tan intensa!!! No te juro que si resulta que Yiang me sale con que se ha enamorado de mi Ratón me va a dar un ataque!!! En caso que sea así, cómo demonios podría pretender que mi Chunnie le corresponda con todo el
ResponderEliminardolor que ha causado?? Ese lobo pulgoso si que está deschabetado... Tengo mucho miedo por Junsu y los bebés de Changmin cada vez entiendo menos pero la cosa se pone mejor.