Libertad cap 2

Amigos?

Te remueves de donde estas sintiendo algo suave y blando bajo la parte superior de tu cuerpo, lentamente comienzas a abrir los ojos dándote cuenta de que el dolor de cabeza se había ido en gran parte, llevas una de tus manos a tu frente te percatas de que la fiebre también había bajando un tanto, pero seguías con las mejillas un tanto caliente, te intentas girar un tanto y te das cuenta de que algo cubre tu cuerpo te sientes confundió y no recuerdas mucho, logras girar tu rostro, topándote con el rostro de alguien que no lograbas reconocer, cierras los ojos fuertemente y luego los frotas quizás aun estas dormido

-Hasta que al fin has despertado –y escuchas una voz antes de abrir tus ojos nuevamente, fijando tu mirada nuevamente en aquel rostro, de donde provenía aquella voz, tus ojos se abren grandemente, demasiado grandes hasta el punto de que te llegan a doler un tanto –Yah! No me mires así, si tan feo no estoy –te dice con una sonrisa al mirar tu rostro de asombro, mentalmente te preguntas como habías ido a para a sus piernas y haberte quedado dormido quien sabe por cuanto tiempo, te incorporas tan rápidamente que pierdes parte del equilibrio y es que tu cuerpo aun seguía algo débil, que terminas apoyándote con tu mano izquierda para no caer al suelo completamente a pesar de que estabas algo sentado, una punzada se apodera de todo tu brazo y no puedes evitar hacer una mueca de dolor además de sentir como parte de tus heridas se abren a causa del golpe al apoyarte de manera tan brusca –Hey!, te encuentras bien? –te pregunta con un tono de preocupación, y te coge del brazo en signo de ayuda

-Es-estoy bien… las… las clases –dices soltándote bruscamente al sentir su mano sobre tu brazo y aquel suave apretón que te dio dolió un poco mas -Yo… lo siento mucho… siento haberte molestado –y le haces una leve reverencia

-Eh?, las clases terminaron hace unos minutos –te dice algo confundido por tu reacción mas bien por tu forma de actuar tu comportamiento que hasta para ti mismo estaba siendo patético, y sales corriendo de aquello lugar –Oye!! –y lo escuchas hablarte otra vez –Sangre –y escuchas como susurra algo mas, pero no pretendes quedarte a preguntar que había dicho, tan solo querías salir de ahí, te sentías demasiado avergonzado.

Ni siquiera recuerdas ya en que momento habías llegado a tu casa, esa que ha esas horas estaba vacía y lo agradecías pues no tenias ganas de encontrarte con ninguno de ello, no querías ver a tu madre, no te sentías con el animo suficiente como afrontarte a ella, menos aun con lo de la mañana, le guardabas un pequeño rencor por ello y temías por termina gritándole como veces anteriores mas que nada por el hecho de que siempre terminas haciéndola llorar…

Te comienza a sentir una vez mas algo cansado, pasas por el largo del pasillo de tu casa hasta llegar al final, subes pesadamente la escalera para llegar a tu habitación dándote cuenta de que esta tal cual la dejaste esta mañana, agradeciendo infinitamente que tus padres no suban nunca a tu habitación, y deseabas echarte a dormir en esa cama, poco desordenada, pero sabias que tenias que cambiar esas sabanas manchadas con sangre y de paso aquella camisa que se encontraba en las misma condiciones que las sabanas y es que ahora es cuando te poner a recordar todo aquello, aquel suave apretón, si fue a causa de su agarre que tu camisa quedo con sangre de esas heridas abiertas que poco te preocupaban si estaba algo hinchadas o infectadas, tan solo no querías nada…

****

Al fin podías tirarte en tu cama luego del gran esfuerzo que habías hecho para retirar la sangre pegada de las sabanas y de tu camina, ahora ya no te preocupaba el hecho de las fueran a ver manchadas, pues ahora solo estaban húmeda. Cierras tus ojos con toda la intención de dormir o al menos descansar tu cuerpo, te llevas una mano a la cara, específicamente en la zona de los ojos tapándolos al sentir como de la nada sueltan unas lagrimas… y luego aquello, una imagen… aquel chico extraño, y ahora te preguntas porque tu mente lo esta recordando

-Idiota… –sueltas al recordar lo que habías dejado pasar por alto “las clases terminaron hace unos minutos”… y te preguntas entonces cuando tiempo dormiste… sientes tu cara arder de la vergüenza al saber que te has quedado dormido en las piernas de un extraño, alguien a quien nunca antes habías visto, y te preguntas nuevamente por su actitud… cualquier otro te habría despertado, o botado o simplemente te hubiese dejado ahí, pero el fue todo lo contrario… te ha dejado dormir, hasta ocupo su chaqueta para abrigarte, incluso dejo pasar sus clases por tu culpa… y tu no habías hecho mas que salir huyendo…

No entiende porque de un momento a otro tu corazón comento a latir un tanto más apresurado y sabias perfectamente que eso no se debía a tu fiebre… un intento de sonrisa de apodera de tus labios pero rápidamente se transforma de una sonrisa irónica, agradeciendo y sabiendo que no te lo volverías a topar nuevamente, entonces no tendrías que preocuparte por ello, no seria, ni es tampoco un conocido, ni tuyo, ni de tus “amigos”, no habría necesidad de seguir sintiéndote tan avergonzado o nerviosos a la vez de tan solo pensar que en se podrían volver a encontrar…

Quizás tu mente hubiese seguido pensado cosas respecto a aquel nuevo desconocido que cruzaba en tu vida, pero hubo algo mas fuerte, ese algo que hizo que tus ojos se cerraran fuertemente y tus manos se apoderaran de tus oídos con recelo, escondiéndote bajos las sabanas esperando a que cesaran de una vez aquellos gritos anuncio de que tus padres estaba ya en casa, por mas que quisieras no escuchar te era imposibles… podías oír claramente el sonido de vidrios que se quebraban, y esta vez no querías saber el motivo de esta pelea… por primera vez ya no querías saber nada de aquello… pensar que no existían o que tu jamás has sido parte de su familia… que no los conoces… querías desaparecer y fundirte en aquella oscuridad de tu habitación donde no importara lo que pasara sabias de sobremanera jamás subirían…

Y tus manos yo no estaban en tus oídos y tus ojos no los tenias fuertemente cerrado, tu mirada yacía perdida en algún punto de tu oscura habitación y aquellas lagrimas que se perdían en tu almohada, nuevamente aquel dolor punzante en tu brazo, entonces recién cabes en la cuenta, te estabas rasgando las heridas con tus propias uñas… ni siquiera tenias noción de hace cuanto tiempo llevabas haciendo aquello, simplemente… sinceramente ya no importaba… no tenia importancia cuantas cicatrices tuviese tu cuerpo, siempre volvían a lo mismo siempre volverías a tener el brazo llenos de sangre lleno de heridas sin poder cicatrizar del todo. Antes de eso... tú volvías a caer…

****

El sonido de despertador anuncia una nueva mañana para ti, te sentías perezoso y tus ojos algo pesado… pero por lo demás te encontrabas “bien”. Te levantas de esas calidas sabanas, hacia algo de sol pero de por si el ambiente era frío aun era pleno invierno… terminas de lavar tu cuerpo, sacar esas marcas secas de sangres de tu brazo y uñas y agradeces esta vez de no haber machando las sabanas… o talvez era que estas son oscuras y no se notaban… pero eso realmente no importaba…

-Ahh… –suspira cansadamente al ver cual era tu horario de hoy, tenias una prueba, de la cual no habías estudiado… y terminas de colocar todas tus cosas en tu bolso, bajas un tanto rápido las escaleras y te diriges a la cocina tu garganta necesitaba un vaso de agua

-Hijo ya te vas? –pregunta tu madre, te preguntas en que momento llego pues no la habías escuchado

-Si ma` -respondes sin mirarla terminando de beber esa vaso de agua –Bueno yo me voy… no quiero llegar tarde

-Pero no has tomado desayuno… ayer tampoco almorzaste –te dice y lo escuchas con un tono con bastante preocupación

-Esta bien, no te preocupes, no tengo hambre, en la escuela comeré algo, ahora se me hace tarde –y le sonríes aunque sea levemente –Nos vemos –despidiéndote de ella con un beso en su mejilla

-Nos vemos hijo, cuídate –te dice respondiendo tu beso, besándote también en la mejilla, un beso que por demás fue calido y deseaste que durara un poco mas… solo un poquito mas…

****

No tenias tan claro cual era realmente la hora, pero por demás sabias que aun era temprano a la entrada de clases, estabas mas que bien ni aunque dejaras pasaras unos cuantos buses no llegarías tarde, pero aun ahí, preferías llegar un poco mas temprano al colegio y estudiar un poco antes de aquella prueba, divisas el bus que te acerca a la escuela, dispuesto a hacerlo parar, pero aquello se vio interrumpido pues sientes como alguien toca un par de veces tu hombro, haciendo que gires de dejes pasar el bus…

-Valla no pensé que también fuésemos vecinos –te dice todo sonriente igual que ayer, tus ojos se vuelven a abrir demasiado por la impresión… tu que jurabas no volver a encontrarlo mas, ahora te dice que son vecinos… –Yah! Que no me mires así, si tan, tan feo no estoy –y querías que la tierra te tragase, cierras tus ojos, mueves tu cabeza en negativa pensando que no era verdad –Que bien así ya no me vendré mas solo, a todo esto ya te encuentras mejor? –pregunta que hizo que todos los colores llegara a tu cara…

-Yo… estoy mejor… -dices avergonzado al recordar… –Yo… ayer lo siento muchos –murmuras despacio bajando el rostro sin saber que mas decir

-Oh! Eso, no te preocupes no es como si fuera primera vez que me salto todas las clases –y esa sonrisa en sus labios nuevamente, que acaso nunca se cansa de sonreír te preguntas… -Sabes aun no me dices como te llamas, ayer me ignoraste completamente, como si me odiaras o algo así, aunque de igual manera te quedaste dormido en mis piernas –y se ríe… jamás habías pensado en el hecho de que alguien riera contigo

-Yo lo siento de verdad…

-No tienes que disculparte, después de todo a quien se le ocurre ir a clases con fiebre… pero en fin… ya algún día tendremos mucho tiempo para conocernos mejor, ahora vamos que llegaremos tarde –dice sin dejarte responder, jalándote del brazo para subir al bus –Y me dirás tu nombre, o tengo que registrar tus cosas para saber como te llamas, no me gustaría tener que estar llamándote oye tu, cuando ahí formas mejores de llamar a los amigos…

Amigos… y esa palabra resonó en tu cabeza, te preguntas cuantos años han sido desde que no llamas a alguien amigo, y por inercia, y por primera vez luego de años sientes tus labios formas una sonrisa

-Amigos? –repites nuevamente talvez creyendo que habías escuchado mal –Tu quieres ser amigo de alguien como yo? –pero la duda es mas fuerte que lo demás, llevabas tanto tiempo desconfiando de las personas que ya era algo que salía por si solo…

-Eh… yo jamás jugaría con eso –y ves su rostro serio por primera vez –Para mi los amigos son importantes –y su sonrisa vuelve a sus labios –Quieres ser mi amigo Junsu ah?...

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