¿Por qué...?
Ese día salí de tu boda preguntándome si Key tenía razón. ¿Era posible enamorarse en tan sólo unas horas? Ahora, incluso creo que me enamoré de tí tan sólo con mirarte, mientras tú caminabas hacía el altar para dar el "Sí" a otra persona. La respuesta que desde aquel momento yo esperé que me dieras algún días... ¿Sabes? es curioso cómo después de tantos años, mi corazón sigue palpitando al pensar en esa espera. Realmente me preguntó si algún día podre olvidar todo esto. ¿Tú lo has olvidado? Ojalá puedieras responderme...
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En la celebración de la boda...
- ¡Yoochun! ¿Cómo es que no andas por ahí ligando?
- ¿Y quién dice que no lo haga Changmin? - respondió Yoochun mientras levantaba su copa y guiñaba el ojo a una chica - Tan sólo tanteaba el terreno, parece mentira que me conozcas.
- Créeme, te conozco, tanto que estoy seguro de que si no fueras mi amigo me habrías robado a Erin.
- Es cierto, si que me conoces - finalizó mientras se alejaba para ír hacía donde estaba aquella chica.
- Dios mío, este hombre..., siempre igual...
- Amor mío... - dijo una mujer - Gracias por darme el día más feliz de toda mi vida - continuó mientras se le abrazaba a Changmin por detrás.
- Gracias a tí tambien. - y ambos se besaron.
2 semanas después...
Ya habían pasado dos semanas después de la boda de Changmin, y de que él y Yunho se conocieran. La verdad es que durante eso días la empresa de Yunho había estado muy ocupada preparando varias bodas, pero aún así Yunho no dejaba escapar ninguno de esos pequeños recuerdos que ya había creado con Changmin.
- Yunho... Yunho... ¡Yunho!
- ¿Eh? ¿Qué pasa Key? Me vas a dejar sordo.
- ¿Sordo? Pero si es que no te enteras de que te estoy llamando.
- Bueno vale, perdona, estoy algo distraído - dijo Yunho avergonzado.
- No, no. Lo que a tí te pasa es que estas deseando que Changmin entre por esa puerta.
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Y sí, la verdad es que en esos días lo único que deseaba era volverte a ver, volver a mirarte, a sentirte, incluso a ver como te sonrojabas cuando no sabías que era lo que te estaba pasando y te ponías nervioso. Todas esas cosas eran las que yo deseaba tener desde el día en que te conocí. Ahora te miro y aún me pregunto si recordarás la manera graciosa en la que entraste a mi empresa aquel día de primavera en el que nos volveríamos a ver...
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- ¡Quita chucho! ¡He dicho que quites! - se oían gritos desde la calle.
- ¿Pero que co...? - protestó Yunho desde su despacho.
No tardo en levantarse para ver que pasaba, y cuando nada más asomó su cara por la puerta no pudo evitar echarse a reír. Y es que allí estaba Changmin, con lo que parecía ser la camisa de Yunho en la mano, intentando que un perro no se avalanzara sobre ella.
- Changmin... - le llamó Yunho aún entre risas ya desde la puerta - ¿Qué pasa?
- Yo... esto... - empezó a balbucear avergonzado - Es... es este maldito perro, que no me deja en paz y va a estropear la...
- Ese maldito perro se llama Escarlata - interrumpió Key apareciendo por detrás - Y no hay ninguna como ella.
- ¿Escarlata? - preguntó Changmin sorprendido.
- Sí, aquí donde lo ves no hubo forma de que me dejara ponerle otro nombre - dijo mirando a Key con enfado.
- Es que este es el que le pegaba - pone pucheros - Además tú fuiste quien me lo regaló, por lo tanto, yo era quien debía ponerle nombre. Bueno amor, voy a seguir con el papeleo.
Ante estas palabras la expresión de Changmin cambió completamente sin ser él consciente de ello, a lo que Yunho se dió cuenta enseguida y no tardó en trazar un pequeño plan para ver la reacción del hombre en quien estaba interesado.
- Dios mío, este Key siempre me trae de cabeza - refunfuño - Tantos años y aún parece un crío.
- Vosotros... ¿estáis juntos? - no tardó en preguntar Changmin.
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En ese momento tenía dos posibilidades. Una: decir la verdad y ver como posiblemente te olvidarías del tema, o Dos: mentirte y hacer que pensaras aunque fuera un poco y le dieras vueltas al asunto. Lo que más me interesó en esos momentos, era ver tu reacción, tu primera impresión, esa en la que tú siempre has desvelado cada una de las cosas que has sentido nunca siendo consciente de que lo hacías. Ahora, tú ya sabes cuál fué mi decisión...
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- La extraña pareja ¿verdad? - dijo Yunho riendo.
- Bueno, yo creo que Key es sólo un poco especial - dijo Changmin, intentando no parecer demasiado serio.
- Si sólo fuera eso... Aunque no lo parezca es un chico muy serio y responsable, lo ha pasado muy mal en su vida.
- Parece que lo conoces mucho...
- Ya te digo - continuó diciendo Yunho - Son ya muchos años, pero tú no te preocupes, le caerás bien.
- No, si no es eso lo que me preocupa.
- ¿Entonces? - preguntó curioso Yunho.
- Ah... no, nada nada. Bueno, he venido a traerte la camisa que me prestaste, muchas gracias de verdad, en ese momento me salvaste la vida.
¬- No tiene importancia, es más, no tenías que haberte molestado en traermela, no es una camisa tan cara como la tuya, yo si tengo que devolvertela, ven conmigo.
Yunho fué hacía los cambiadores con Changmin, donde tenía la camisa de este guardada. Changmin se sorprendió por lo grande que era la empresa y el estilo tan moderno y feliz que tenía. Se notaba que Yunho era un jefe entregado, puesto que a cada trabajador que veía le preguntaba que tal iban sus cosas y se preocupaba de ellos, a lo que todos le devolvían una gran sonrisa. Sí, estaba claro, Yunho era alguien que amaba cada uno de los puntos de su trabajo y quería trasmitir todo eso a sus empleados, siendo algo que tenía en común con Changmin, ya que el creía en la cercanía con todos para tener un buen ambiente de trabajo.
Después de bajar dos plantas, llegaron a lo que parecía un sótano, atravesaron un largo pasillo y entraron a una sala donde no había más que uniformes y demás trajes. Yunho cerró la puerta cuando pasaron lo que sorprendió muchísimo a Changmin.
- Es sólo costumbre, no te preocupes - le dijo con rapidez a ver la expresión de Changmin.
- Ah no, si yo no tengo ningún problema...
- Aquí la tienes, la llevé a la tintorería y la han dejado perfecta.
- De verdad, no tendrías que haberte molestado tanto.
Después de decir esto en un segundo, que para Changmin se convirtió en una eternidad, Yunho se acercó rápido a su cara como si fuera a darle un beso, pero con esa misma rapidez se echó para atrás y sonrió.
- Para mí, tú no eres ninguna molestia, ni nunca lo serás.
Y allí se quedaron el uno frente al otro, Changmin claramente sorprendido y nervioso, y Yunho sin cesar de mirarle y sonreírle de esa manera tan caracteríastica suya, como si de un momento a otro se fuera a avalanzar hacía el para fundirse en un eterno beso.
wa!!! que lo bese!!!!!!!!!!
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