La puerta se abrió de golpe y Kim Junsu entró apresuradamente a la habitación, junto con un torbellino de movimientos mientras intentaba desenrollar la bufanda de su cuello con una mano y con la otra desabotonaba su abrigo. Estaba murmurando algo que resultaba incomprensible debido a que le faltaba aire.
Los cuatro ocupantes de la habitación observaron a Junsu esforzarse por pronunciar las palabras y fuera de este mundo, sintiéndose como si estuviesen viendo un espectáculo.
- Llegas tarde –, dijo Park Yoochun, jugueteando con el control remoto entre sus manos. El último canal al que cambió los había dejado a todos ellos mirando un documental sobre salmones. Todos menos Shim Changmin, quien había estado estudiando su libro de biología preparándose para un examen que los demás habían decidido ignorar.
- Sí –, replicó Jung Yunho con el ceño fruncido – ¿Cómo puedes llegar tarde si tú mismo nos invitaste a tu casa? – la mayoría del tiempo Yunho criticaba el comportamiento de Junsu como el de un típico y consentido niño rico, pero había un límite que Junsu mencionaba constantemente en peligrosa medida hasta que Yunho no podía soportarlo más. Yunho tenía un carácter increíblemente terrorífico que no le había demostrado a sus amigos, y ciertamente no deseaba tener que hacerlo en el futuro. Pero la intención no siempre dirige a las acciones de uno.
Junsu se desplomó a los pies de Yunho, finalmente sin su abrigo y su bufanda, que habían quedado abandonadas en el suelo junto a la puerta, con la más grande y Junsesca sonrisa en su rostro mientras imploraba por el perdón de Yunho silenciosamente. Y como siempre, funcionó, ya que tenía esa confiada habilidad de librarse de problemas fácilmente; en qué cantidad contribuía a esa confianza el respaldo financiero de su familia no se sabía, pero aparentemente no había duda de que ese era un factor.
Yunho le tuvo que sonreír; la sonrisa era contagiosa.
- Todos me perdonarán cuando escuchen lo que tengo que decir –, dijo Junsu con entrecortada y emocionada voz. Aún no había recuperado el aliento, pero ciertamente no se molestaría en esperar – Van a morir cuando escuchen lo que les voy a decir.
Changmin levantó la mirada de su libro de biología justo a tiempo para encontrarse con los inquisitivos ojos de Jaejoong. Este se encontraba acostado diagonalmente en la cama con dosel de Junsu, y levantó su barbilla entre sus manos, cuidadosamente apoyado sobre sus codos. Sus cejas levantadas y la mirada en sus ojos solo decían una cosa: Otra de las locas ideas de Junsu.
Nadie dijo nada para alentar el dramático momento de Junsu; él quería que preguntaran y se mostraran curiosos, pero si hacían eso, solo aumentarían su deleite de mantenerlos en suspenso. La mejor manera de tratar con Junsu era esperar hasta que perdiera la paciencia y dijera lo que pensaba por cuenta propia.
Ahora él estaba mirando a cada uno de ellos uno por uno, sin que esa brillante sonrisa titubeara o desapareciera.
Yoochun desvió la mirada y cambió de canal de televisión una vez más. Ahora dos hombres hablaban de diferentes movimientos estratégicos mientras jugaban un partido de go. Por un momento, se le ocurrió que ese canal no merecía ni su atención ni la exquisita definición que ofrecía la enorme televisión en la habitación de Junsu.
Junsu tuvo que rendirse, como siempre lo hacía, y se levantó bufando – Esta bien, está bien, se los diré ya. Pero solo porque sé por dentro están muriendo por saberlo.
Otra verdad. Sin importar lo locas que a veces eran las ideas de Junsu, todas y cada una de las personas en el cuarto siempre sentían curiosidad por saber cuál era la idea. Junsu les emocionaba, era un sentimiento agradable.
- ¿Recuerdan que siempre hablamos sobre hacer un viaje juntos? ¿Solo nosotros cinco?
- Seguro, siempre hablamos de eso –, Yunho fue el primero en responder al ansuelo de Junsu – Pero nunca pasa nada. – la amarga nota en su voz era inevitable. No era solo Yunho; ahora todos tenían el ceño fruncido, excepto Junsu.
Junsu saltó de repente a la cama, aterrizando peligrosamente cerca de Jaejoong, lo que provocó un amistoso empujón por parte de este. Tenía una mirada triunfante en su rostro mientras rodaba debido al empujón de Jaejoong – Ahí es dónde se equivocan.
De repente, todos estaban interesados. Siempre hablaban sobre hacer un viaje juntos, solo cinco adolescentes, sin adultos ni supervisión. Absoluta libertad. Pero habían muchos factores en su contra… el padre conservador y sobreprotector de Junsu, la situación económica de Jaejoong, las clases extra de Changmin, pero sobre todo el padre de Junsu siempre los desanimaba cada vez que tocaban el tema. Esta era la primera vez que habían visto a Junsu tan seguro al respecto.
En contra de su voluntad, sus esperanzas se estaban elevando, volando alto.
Y Junsu no los decepcionó – Mi padre aceptó dejarme ir.
Yunho dejó salir un grito de alegría mientras tiraba un cojín al aire. Changmin incluso cerró su libro de biología y lo tiró hacia la dirección donde se encontraba su mochila. Yoochun apagó la televisión y abandonó el control remoto. Por un momento, hubo caos mientras que preguntas y gritos llenaban el aire. La enorme habitación ahora era demasiado pequeña para contener su emoción.
Fue entonces cuando notaron que Jaejoong permanecía en silencio y su rostro reflejaba emociones reprimidas. Todos quedaron callados, desanimándose al darse cuenta de que Jaejoong tenía otras razones por las que no podía ir al viaje con ellos. El hecho de que el padre de Junsu lo dejara ir no resolvía todos los problemas para que en verdad pudieran hacer el viaje.
Sólo la sonrisa de Junsu permanecía en su lugar. Se inclinó hacia adelante y se estiró sobre su estómago hasta que estaba al mismo nivel que los ojos de Jaejoong – Todavía no les he dicho la mejor parte.
Jaejoong no pudo evitar sentir un rayo de luz esperanzadora cuando vio que Junsu seguía sonriendo brillantemente. Casi tenía miedo de preguntar – ¿Qué…?
Junsu bajó la voz, pero aún era lo suficientemente fuerte para que todos los chicos lo escucharan – Mi padre aceptó financiar el viaje, de principio a fin. Para todos. Nosotros cinco.
Los ojos de Jaejoong se llenaron de lágrimas cuando su mente procesó aquellas palabras. Estaba avergonzado por su emocional reacción y luchó amargamente para no derramar ni una sola.
Pero para su sorpresa, vio que Junsu ya estaba llorando, sonriendo felizmente aún a través de sus lágrimas – Es un sueño hecho realidad. – cursi, pero igual típico de Junsu, el chico que no tenía miedo de mostrar sus emociones a sus amigos más cercanos.
Inexplicablemente, Jaejoong comenzó a reír, y pronto su risa se mezclaba con sus lágrimas. De repente todos estaban riendo y gritando y llorando, finalmente dándose cuenta de que lo que más habían deseado durante los últimos años por fin sucedería.
Junsu tenía razón; por esto, el podía llegar tarde por el resto de sus vidas, pensaron los chicos. Este momento remendaría todas las cosas triviales del pasado y del futuro que Junsu hizo o haga. O eso creyeron.
Cuando lograron calmarse considerablemente, Changmin, siempre el más práctico, hizo una muy razonable pregunta – ¿Cómo convenciste a tu padre?
Por un momento, Junsu permaneció en silencio, y Yoochun, el único que podía ver el rostro de Junsu en su campo visual en ese momento, creyó ver la más ligera sombra cruzar por el rostro de su amigo. Dudó de sus ojos cuando vio surgir una sonrisa en el rostro de Junsu.
- Los tengo a todos ustedes bajo mi pulgar. ¿Creen que no puedo manejar a mi propio padre? – ese comentario junto con la mirada astuta en el rostro de Junsu fue demasiado para los otros.
Rápida y fervientemente fue emboscado por todos los cojines y almohadas disponibles.
Se reía, amortiguadamente, mientras era atacado por cuatro direcciones diferentes.
Poco después, todos estaban riendo.
Nada podría borrar este momento. Este tan lejos de ellos.
Este momento les pertenecía a los cinco.
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q bonita me los imagine peliandose con las almohadas mi astuto junsu
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