E D E N cap 2

-- estas en la luna? –-rió bajito,



Jae lo miraba expectante, Junsu había traído aquel chico y este lo miraba absorto.



-- no…es solo que…quien es?



--jiji…es mi nuevo huésped



--¿huésped? ¿Vive aquí contigo?… ¿ es alguna prima?



--prima?...jajajaj …--yunho se había confundido, y junsu tuvo una brillante idea, estaba dispuesto a sacar provecho, no había nada malo en reírse a costas de su primito ¿verdad?.



--no…no es una prima…es una amiguita – jae al escuchar esto, arqueo las cejas, lo estaban confundiendo con una niña, y para colmo el pelicastaño en vez de aclararlo solo le seguía, que es lo que se proponía el muchacho de cabellos castaños.



--yo…--y porque su voz había sonado como un suspiro, tan suave, que en vez de aclarar, solo confundirían mas las cosas.



El delfín anticipo lo que iba hacer el pelinegro, y con un aura un tanto turbia dijo:



--jae…tienes hambre ~?- el pelioscuro lo miro confundido, por el cambio del tema pero asintió por que de verdad ya le urgía probar alimento.



—entonces quédate tranquilito…y no me contradigas ok—junsu le mostró una sonrisa con todos los dientes estampados, una clara advertencia.



Yunho los miro confundido, pudo notar que el pelicastaño algo traía entre manos, pero no repara que…



--bueno, te vas a presentar o que –



--si ya voy –miro con reproche al castaño –me llamo Jung yunho, un gusto –se inclino, junsu reía bajito y jae lo miro de reojo ¬¬



-- ¿es muy linda verdad? – yunho agacho la mirada para ocultar el evidente sonrojo, jae miraba a los lados tratando de no creer lo que sus oídos escuchaban, junsu se estaba pasando y él sin poder hacer nada

Ya que su estomago estaba en juego.








--aissh porque me dejaron solo TT.TT –un agitado min se adentraba—…y por lo visto junsu no me espero y te lo presento – yunho solo asintió.



--que te pareció jae de verdad que se parece a una…--el castaño no dejo que el menor terminara, se abalanzo hacia él tapándole la boca.



-- min vamos afuera tengo que hablar contigo



– bmmemrmoo


(Traducción: pero) –quiso replicar pero solo se dejo arrastra por su hermano; yunho solo les dirigió una mirada de incertidumbre.







(una vez afuera)





--¿que pasa?



--mira min, ¿como te explico?...



eto…le estoy jugando una broma a yunnie …le hice creer que jae es una niña –mientras junsu ríe por lo bajo volviéndose a formar aura un tanto oscura, min enfoca sus ojos casi desorbitándolos.



–COMO?!!--su sonrisa se había desinflado



--es…que…se quedo mirándolo tal cual appa ve a umma…y



…y…



…EL FUE QUIEN LA CONFUNDIO PRIMERO—movía el dedito nerviosamente



--y tu le seguiste…muy mal !!



--pero…



--nada…ahora mismo lo aclaras



--pero min…quiero…



--nada jovencito, que no piensas que jae debe de estar echando polvo, abrase visto yo me cabrearía si alguien me confunde con una niña…yack, solo de pensarlo como que se me revuelve el estomago



--mmm



Tal vez tengas razón…



pero solo un poquito—el menor solo se llevo la mano a la frente.





(mientras tanto)





Yunho vio como sus primos se marchaban dejándolo solo con el pelinegro, miraba un poco inquieto a los lados, nunca sintió tantos nervios juntos y menos causados por alguien, siendo el mayor de los tres no era de extrañar que todo lo nuevo comience por él.







--si que se traen algo esos dos –esas palabras rompieron el incomodo silencio jae lo miró y se percato que el mayor, al sentir la mirada inquieta de este, se ruborizo, y sin mas soltó



--no soy una niña



--¿como?—aquello si que lo había sorprendido.



--¿no eres una niña?—lo miró examinándolo --pues no te creo—



--es…



este gancho que me hace parecer como una –al acto, se quito el gancho que sujetaba una parte de su cabello



--¿y ahora?



--aun así… pareces una—resoplo



--mira mi ropa,



si fuese una niña estaría con la ropa de tus primos?



--bueno…--y lo pensó detenidamente, tenia razón, total si hubiese sido una niña, su prima le hubiese prestado su ropa.





--ese primo mió…me quiso ver la cara…ya vera—levantando el puño--Jae….te puedo llamar así verdad?—el pelinegro asintió con mirada inocente, ya que sentía que por fin se le iba hacer justicia,




--que te parece si le seguimos el juego



--pero…--el pelinegro no estaba muy seguro como le harían? Con que objetivo?



--solo es una broma –



--¿pero no estaríamos asiendo lo mismo?



--si…pero el comenzó primero



--esta bien –ambos sonrieron cómplices







(Una vez adentro el minsu)





--yunho tengo algo que confesarte



--espera junsu…yo también tengo algo que decirles



--pero lo mió es mas urgente



--espérate que yo, lo diga primero…soy el mayor



--pero…



--su, deja que yunho hable



--oka



--bueno se acuerdan de mi “ o-miai”



--¿ que es un o-miai ? —el castaño no era el único ignorante en aquella habitación, aun callado el pelinegro también se preguntaba lo mismo



-- un O-miai es un matrimonio acordado.



--ohhh



-- bueno volviendo al tema…he decido que quiero hacer mi o-miai con jae



--QUE!!! *0*– todos gritaron la unísono y con los ojos abierto de par en par.



--lo que escucharon.



--pero yunho tu no puedes hacer eso…--min se oía preocupado



--¿pero porque no puedo?



--bueno…en…primera…porque somos críos



--error…tu eres un crió…yo no.



--pero él si…digo ella si –-y se pregunto desde cuando estaba siguiendo el juego a junsu.



-- espera yunho…creo que nos estamos precipitando..total recién la conociste como quieres hacer algo tan importante como eso, con alguien que recién conoces



--no te parece que es mejor...total tendremos toda la vida para conocernos, ya que juntos nos haremos viejitos como pasitas.



--ohh…y tu que piensas que jae este dispuesto —los tres se quedaron mirando al pelioscuro esperando su reacción.



--yo…yo…--y no sabia que decir las palabras se enredaban en su boca



--vez…él…digo ella no quiere –



--claro que quiere, solo que aun no lo sabe.



--no creo que sea maduro de tu parte…



--min ya párale, me voy a casar y ya esta todo dicho—junsu no sabia donde esconde su cara, había llegado demasiado lejos con su bromita, que pasaría si en la boda descubrieran que es un hombre ya podía asentir la mirada asesina de su tía y la de su madre



--yunho…yo…



--¿que junsu? – el pelicorto estaba disfrutando el momento, sabia que al delfín le costaría todo aquello y eso ero lo divertido.



--….yo…--resoplo resignado, dejando salir todo el aire.



--¿tu que?



--YOTEMENTí– lo había dicho, miró a sus lados esperando algún golpe o algo pero nada.



--¿Cómo?…no te entendí –el pelicastaño resignado a su suerte pensó “para que hacerla larga”



-- …que… jae no es una niña es un chico como nosotros—bajo la cara, lo había dicho, que mas daba…



--lo sé



--¿QUE?!! – (el minsu) O.o



--que lo sé



--y aun así piensas casarte con él



--…sip – ahora si los tres estaban con las bocas abiertas (incluyendo cierto pelinegro)



El pelicastaño acoto--…bueno…pensándolo bien, no creo que se den cuenta XD



-- ¬¬ (el jaemin)



Yunho reía, aquella broma si lo había disfrutado y la recordaría para toda su vida, no vio motivo para aclarar nada ya no lo creyó necesario.





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Y así pasaron los días entre risas juegos y cotilleos el pelicorto los frecuentaba a menudo por no decir todos los días.



Cierta mañana la pequeña de la casa miraba intrigada como todos se dirigían a la casa del árbol, como todos los ultimas días que su primo venia, así que el sentimiento de exclusión la abarco, y no era para menos.



--umma llévame a la casa del árbol – su madre se encontraba en mitad de los quehaceres.



--pero hija, no que íbamos hacer unas deliciosas galletas—trato de persuadirla.



--no, no quiero…quiero ir a la casa del árbol



--de acuerdo, vamos – cogio su pequeña manito encaminándose al jardín.



--JUNSU, junsu



-- SÍ, ma´ --el castaño se asomó.



--tu hermana quiere estar con vosotros



--pero es una reunión de…chicos –trato de encontrar la mejor excusa de su repertorio.



--Su… hijo, tu hermana no para mucho con ustedes así que o la dejan entrar o LA DEJAN- el pequeño delfín no tenia muchas opciones por no decir ninguna, aun así busco una manera de hacer tiempo.



--esta bien…pero luego.



--¿como que luego?—enarco una ceja



--Yo…yo… le aviso…cuando puede subir – nervioso muy nervioso aunque min trataba de reconfortarlo con unas palmaditas en el hombro



--ah, NO Su, que tanto andan haciendo ahí, la bebe sube o yo subo con ella – al decir esto los chicos chocaban entre si tratando de ocultar lo inocultable.





Mientras tanto la mama ayudaba a la pequeña a subir una vez adentro los tres muchachos se encontraban parados frente a ella con las manos en las espaldas, muy sospechosos como ocultando algo.



--¿que guardan?



--nada—sin creerles se acerco para sorpresa de los tres, revisando sus espaldas.



--que es lo que siempre hacen acá…yo también quiero participar –lo dijo poniendo aquellos ojos que cautivan a sus padres y que lograba que los demás le hicieran su gusto, pero otra era la historia con aquellos chicos, ellos la conocían y no caerían en esos ojitos brillosos.



--nada, que a las niñas les guste – soltó el pelicastaño



--pero mama dijo que jugarían conmigo.



--si lo sabemos – bufo el menor



--¿traigo mis muñecas?



--ahhhhh…--resoplaron los tres y después de unos minutos de silencio donde hasta paso del viento se podía escuchar el soltó el menor



-- que mas da—



Y resignados comprendieron que aquel día iba hacer largo, el pelinegro escondido entre los peluches esperaba ansioso poder salir ya que sus piernas comenzaban acalambrarse, pero tuvo que esperar mucho, hasta que la pequeñas se decidiera que ya era suficiente por HOY…si como lo escucharon bien, la pequeña….prometió regresar todos los días

solo que al día siguiente había traído todo su arsenal de rubias de jebe y estaba dispuesta auto nombrarse un miembro permanente del cuartel.



El minsu debido a la situación y después de mucho deliberar, decidieron por unanimidad que no podían ocultar por mucho tiempo a jae… ya tenían una solución solo faltaba preguntar… y bueno la aprobación de los implicados.



--yunho



--¿si? – entretenido mirando aquella muñeca de cabello largo y negro que de cierta forma le recordaban a alguien ^^



Comenzó min --como sabrás jae no puede seguir viviendo así…--el se volteo prestándoles atención.



--…así que la mejor opción es que él se valla a vivir contigo – yunho achico los ojos como contemplando la idea.



-- creo que tienes razón



--¿de verdad? –el pelicastaño estaba alegre el había sido el artífice de aquella idea (muy acostumbrado a encontrar hogar para lo gatitos abandonados XD)



--le diré al chofer que nos recoja dentro de una hora



--¿porque tan pronto?



--tenemos que aprovechar que tu umma acaban de salir al super con Binsu.



--cierto





Después de una llamada yunho esperaba ansioso en la entrada del jardín, mientras el jaeminsu camina a paso lento jae sostenía entre brazos un delfín de felpa (regalo de su) con una pequeña cajita que contenía una taza en forma de pie (colección de min)



-- bueno te cuidas mucho…nosotros trataremos de visitarte seguido—decía el pelicastaño mientras que sus ojitos se aguaban.



-- Su, estará bien, total se va con yunho.



--si lo se…buaaaaa –



--no seas escandaloso Su , le voy a decir al chofer que venga por vosotros cuando queráis ok – junsu se olvido de sus lagrimas y enmarco una sonrisa



--vamonos…--tomo la mano de jae y se dirigieron al coche en tanto el chofer abría la puerta, jae agito una vez mas la mano despidiéndose de sus amigos – nos vemos -- grito desde lo lejos.







--tengo que buscarme un gatito abandonado *o*



--a no Su, otra vez, no ¬¬

--esta será tu nueva casa – el pelicastaño quedo asombrado ante sus ojos veía una súper casa que solo se podía comparar a los castillos en los cuentos.



--señoriíto yunho donde dejo los juguetes



--ahh llévalo a la habitación que esta frente a mi cuarto y de paso dile a la nana que la tenga lista.



--si, con permiso.



--¿y también me tengo que esconder?



--mmm…--en el transcurso del recorrido el pelicorto se había taladrado la cabeza pensando una manera de justificar su presencia.





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----madre traje a un amigo, vino a pasar unos días acá.



--¿y… sus padres están de acuerdo?



--si, …bueno la verdad es que su madre falleció… hace poco, por eso su padre pensó que lo mejor seria… que se distraiga.



--pues lastima… ¿y como se llamaba? tal vez la conozca.



--no, lo creo, te acuerdas cuando papa me llevo al retiro en aquella montaña, bueno ahí vivía una familia, que tenia un niño… bueno me hice muy amigo de él, nos telefoneamos muy seguido, así que lo invite y su padre acepto…ya sabes por que --Había dicho muchas mentiras en un día solo esperaba no enredarse luego , aunque en parte era cierto había conocido un niño allá, solo que le había caído gordo y ahora solo rogaba que su padre no recordase mucho al dichoso niño.



--bueno que esperas tráelo – sonrió ya que aquello era una buena señal, ahora solo le tocaba la otra parte al pelinegro.



--jae, ahora es tu turno, ya sabes que hacer –el pelioscuro asintió muy decidido.



Entro, entrelazando su mano con el pelinegro que a su vez traía en la otra al delfín de felpa (estrategia1.- “ternura a montón”)



--madre el es jae – la señora Jung lo miró fijamente y no pudo evitar pensar en lo moe que se veía, su cabellito largo y el peluche en su mano lo hacían ver tan inocente y frágil parecía la hijita que siempre quiso… y con su hijo a si lado parecían la parejita “kyaaaa” es lo que en su mente grito.



--junho pero si es una preciosura…-- OK su madre no era así, algo raro pasaba ¿tal vez las hormonas? o ¿el calentamiento global? …no sabía, pero si tenía en claro, que algo le pasaba.



--mucho gusto me llamo jaejoong espero que pueda cuidar de mi – seguido de esto la miró con ojitos brillosos (estrategia 2 “ojitos aguados”)



-- claro pequeño – palabras serenas, una clara muestra de todo su poder de “adulto” para no babear --…yunho no me habías dicho lo lindo que era *o* -- umma = 0, yunjae = 2



--si, umma pero… ¿se puede quedar?



--claro, como piensas que voy a dejar a un niño tan lindo a la deriva –bueno no estaba exagerando, solo que no tenía la más mínima idea que la calle no era ajena para el pelinegro.



-- ya se donde dormirás, en la habitación de frente.



--ya la dispuse



--buen hijo –le dio una palmaditas en la cabeza por que seguía embobada mirando al pequeño de cabello largo.



--mañana temprano iremos de compras, tenemos que decorar tu habitación es un poco seria, y quiero que te sientas como en tu casa—el pelinegro se alegro internamente aquella señora tan elegante parecía agradable en cierta forma le hacia pensar en la necesidad de tener una madre.



Yunho miraba de lejos total todo había salido a pedir de boca ahora solo le preocupaba lo ultimo que había dicho su madre, porque conociéndola sabia a lo que se refería a ir “de compras” ya que aquello significa llevarse todo el centro comercial, por algo su madre se llevaba el titulo de “compradora compulsiva”… OK sonó un poco rudo…mejor dejamos en la “reina de las compras”



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--jae descansa mañana tendremos, un “ laaargo día” –le había prestado su pijama, aunque le quedaba todo grande, lo hacían ver, bastante adorable.



--yap…yunho~…



--mmm



--ehh…el cuarto es demasiado grande…tengo miedo – y se notaba una clara influencia de cierto delfín, ya se le habían pegado sus manías, puso esos ojitos que podían convencer a cualquiera acompañado de un pucherito que solo ayudaban a su objetivo.



-- …esta bien…dormiré contigo, pero solo por esta vez, te tienes que acostumbrar a dormir solo ok.



--oka –se movió a in lado haciendo espacio para que el mayor se acomodara.



--yunho, no vamos a rezar al ángel de la guarda – otra costumbre del pelicastaño ya que antes de irse a la cama regresaba a la casa del árbol y compartían plegarias junsu siempre le dijo que con ellas siempre estaría protegido, que ángeles con sus blancas alas los cubrirían velando sus sueños.



--ohh, lo olvide –la verdad era que el nunca había rezado y ni idea tenía de como comenzar.



-- pero tu la dices y yo te sigo…de acuerdo



--esta bien



Después de decir sus plegarias ambos se recostaron, era verdad aquella oración reconfortaba, y en cierta forma yunho pensó que tal vez si estaban acompañado de ángeles.



Colocaron al felposo delfín a un costado, donde en medio de la noche el pelinegro lo utilizo como almohada.



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--buenos días pequeños ^w^ --la madre de yunho había entrado y se quedo un rato contemplado lo tierno que se veían juntos sin duda aquello le daban ganas de tener otro hijo, bueno hija… ya después de un rato que considero prudente, abrió las cortinas y lo rayos de este, chocaron las pupilas de los durmientes, muy amenazadoramente.



[size=14]Sobansose los ojos el pequeño jae la miró – buenos días Sra. jung[/size]



--hijo no me llames así, dime tía Miyong—sin duda su madre estaba rara, por que según recuerda nunca lo despertaba por la mañanas, se rasco la cabeza tratando de entender su actitud pero luego callo en cuenta lo vano de su empeño, pues recordó la frase celebre de su padre “quien entiende a las mujeres” aquella frase caía le como anillo al dedo.



Después de recorrer todos los departamentos de tiendas, donde la madre de yunho, no pudó evitar comprar o mejor dicho atiborrar el guardarropa del pelinegro, con la excusa… de que, al cambiar de aires también necesitaba cambiar de look ninguno de los muchachos entendió la relación, pero no dijeron nada, total el pelinegro se había emocionado por la atención de las personas como los empleados que buscaban complacerle, y a la vez se sentía orgulloso al andar con una mujer tan elegante, que muchos confundían como su madre.







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-- suban arriba a probarse todo, que luego veremos que tal esta tu habitación—sonrió al pequeño apretándole las mejillas suavemente



--padre?!



--hola hijo…donde han estado? ... Y ese niño? –junho se quedo corto, sabía que el momento de enfrentar a su padre había llegado, ahora solo tenía que decidir, en seguir o no con aquella mentira.



--él es Jaejoong… ¿te recuerdas de él verdad? –su padre le dirigió una mirada que claramente decía “¿debería recordar?” Junho aprovecho esto y asintió y también con la mirada.



--ahhhh –aun confuso, cerraba un ojo tratando de repasar esos archivos de su memoria, vano… y un total fracaso.



--es el hijo del Sr kim jiwoo y vino a pasar unas vacaciones acá.

--ahh…claro que recuerdo…haz crecido mucho muchacho – dijó lo ultimo palpándole la cabeza, aunque la verdad era otra, el Sr. Jung era despistado en ciertas cosas, conocía gente a diario y a veces no se tomaba la molestia en reparar mucho en ellos, lamentablemente era algo que no podía arreglar, pero lejos de ser un hombre frió era un hombre amable y generoso bueno eso en cuanto a su familia.

--bueno chicos a cambiarse…que la cena ya debe estar lista—espeto la madre, mientras que los muchachos subían rápidamente.



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Una vez en el cuarto el pelinegro o mejor dicho ambos se quedaron con la boca abierta. Todo lo que habían comprado, los muebles, la ropa, los juguetes, todo estaba en su lugar.



--wooo …hasta mi, me sorprende lo rápido que son.



--¿esto es mi cuarto?—junho asintió, se notaba que el lindo pelinegro aun no se la creía, sus ojitos ansiosos repasaban todo, todo lo que el había elegido estaba ahí, bueno no todo lo había elegido él…pero lo que le entusiasmaba sí…los juguetes.



--verdad que esta mostro – el pelinegro asintió sin articular palabra--mmm pero eso significa que ya no vamos a dormir juntos…ya no vas a tener miedo?—lo dijo sacando un puchero de indignación.



La verdad era que estos pocos días lo habían acercado más,



--mmm…creo que tal vez halla… algunos guerreros sin cabezas o unos lobos…con...CON GRANDES COLMILLOS –junho sonrió por la dramática forma en que el pelinegro lo soltó.



--Sí…ya me lo temía…pero no te preocupes, que luego los eliminaremos a todos…ooo tal vez dejemos a uno -- XD



--señorito yunho su madre dicen que la cena esta lista



--esta bien –una ves que vio que la muchacha se retiró, por si las dudas yunho hablo bajito.



--jae… mi padres creen todo lo que dije, ahora solo es cuestión que no metamos la pata…ya repasamos todo…y no te preocupes si te preguntan algo que no puedas responder…yo voy a estar junto a ti…así que…ya sabes, la oreja izquierda – el pelinegro asintió, sabia que tocarse la oreja izquierda era una señal secreta que decía “SOS” pero esperaba no usarla jamás.



--bueno vamos – lo tomó de la mano, bajando juntos.

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