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Arualthings

Unexpected Love cap 14

- Quédate quieto- ordenó mientras curaba el rasguño- no entiendo porque no te defendiste.

- Es que se veía tan delicado e inocente- justificó.

- Claro- bufó, ¿Donghae inocente?- al menos hubieras metido las manos- le recriminó- conmigo siempre peleas- murmuró pegándole con brusquedad una bandita.

- No es lo mismo, tú eres un pato- observó.

- Idiota- bufó presionando más fuerte de lo debido la herida para ponerse de pie con su maleta y dirigirse a su habitación.



Junho le miró un momento. Debía hacer algo para compensarlo. Junsu tenía razón, se había comportado como un idiota. Suspiró pensativo, Junsu había crecido demasiado, incluso ahora le defendía cuando él ni siquiera había podido… negó con brusquedad para alejar esos pensamientos negativos, mejor se concentró en pensar como animar a su hermano. Una sonrisa apareció en su rostro, tenía la idea perfecta, sólo tenía que hacer una llamada y listo.



Con el ceño fruncido se puso a desempacar. Alguien debía odiarlo. No importaba que, siempre terminaba volviendo a esa casa y se sentía un tonto por eso. Definitivamente su vida había cambiado mucho desde que había llegado. Aunque aun podía preguntarle a Jaejoong, por si acaso… Bajó a la cocina, suspirando. Por suerte, si algo tenía de bueno Donghae, es que era muy limpio y ordenado así que no había mucho que limpiar.

- Ya me voy- escuchó decir a Junho pero él seguía muy ocupado lamentándose a sí mismo.

- Bien- contestó distraídamente.

- Te veo en el cine.

- Adiós- respondió sin haber realmente escuchado, y no fue hasta que escuchó la puerta cerrarse que cayó en la cuenta de lo que había pasado. ¿Había dicho cine? Su corazón se aceleró. Dejó de hacer lo que estaba haciendo y se dirigió a la mesa y vio un boleto. Si, era una entrada para la función de ese día. Con una enorme sonrisa y olvidando por completo todo subió corriendo a su habitación y comenzó a sacar ropa tratando de decidir cual ponerse, preguntando de vez en cuando que opinaba a Shaki quien sólo le miraba con curiosidad. Después de varios minutos de indecisión, por fin salió, apresurado, de casa, no quería llegar tarde.

Un poco nervioso se sentó en una banca a esperar que llegara su hermano. Pero el tiempo pasó y se acercaba la hora de que empezara la película. Sin perder la esperanza se dirigió a comprar palomitas y refrescos para los dos, esperó al último minuto pero ni rastro de Junho. Decepcionado entró a la sala a pesar de que ya no se sentía con muchas ganas de verla.

La película llevaba 5 minutos cuando vio a un joven acercarse, llevaba lentes y gorra, para su sorpresa se sentó a su lado.

- Llegué- le susurró, era Junho.

- Pensé que no vendrías- hizo un puchero.

-Lo prometí, ¿no?- le sonrió- sólo que temí que me reconocieran por eso esperé hasta que empezara la película- explicó. Junsu sonrió feliz pasándole las palomitas. Claro, como no había considerado esa opción.

- ¿No puedes ver la película como las personas normales?- preguntó para molestarlo, refiriéndose a sus lentes oscuros.

- Bien- accedió quitándoselos.

- Ahora que lo pienso, ni siquiera vi de que trataba- susurró pensativo Junsu llevándose una par de palomitas a la boca.

- ¿No leíste el nombre en el boleto?- le miró reprobatoriamente- Se llama 30 días de noche, es una película de…- no pudo terminar porque Junsu prácticamente le había lanzado las palomitas encima por el susto.

- Estas películas me dan mucho miedo- susurró abrazado al brazo de su hermano. Junho le miró paralizado, Junsu estaba muy, muy cerca de él… se fijó en su expresión y se relajó, parecía un niño asustado, le sorprendía todo lo que podía ser Junsu, como podía parecer a veces un chico maduro para parecer después un pequeño de 15 años. Sonrió disfrutando de la compañía de su pequeño hermano pensando que había muchas cosas que desconocía de su hermano, bien podían haber cambiado sus gustos en todos esos años que pasaron separados, después de todo Junsu era muy pequeño…

- Junsu, - le llamó mirándolo, el aludido tenía la cara escondida en el hombro de su hermano- te vas a perder el final.

- ¿Ya salvó a la chica y acabó con todos los vampiros?- preguntó sin salir de su escondite.

- Ya, el final es bueno- aseguro. Lentamente Junsu levantó la cabeza sin soltar el brazo de su hermano para ver la pantalla.

- Pero es triste- susurró al ver como el actor se convertía en cenizas.

Junho se sintió incomodo ya que todo lo que decidía y decía parecía no ser lo correcto. Finalmente terminó la película y Junsu parecía otro, sonreía como si nada hubiera pasado mientras daba saltitos en dirección a la salida del cine.

- ¿Tienes hambre?- preguntó Junho siguiéndolo.

- Yo…- se vio interrumpido por un extraño sonido- creo que si- agregó mirándose su estomago causando la risa de su hermano, después de todo las palomitas que había comprado habían terminado en el piso.

- Vamos, comamos algo- le animó comenzando a caminar.

- Wa ven, conozco el lugar perfecto- dijo feliz tomándolo de la mano y comenzando a dirigirse a la salida.

Junho no pudo evitar sentir un cosquilleo subir por su brazo, y el que Junsu no lo soltara empeoraba las cosas.

- Aquí es- sonrió orgulloso- la comida es excelente- lo guió dentro.

Miró con curiosidad, si no estaba mal ahí era donde trabajaba Junsu…

- Junsu, hola, ¿qué haces aquí?, hoy descansas- le saludo sonriente un joven con rasgos delicados, abrazándolo.

- Lo se, pero quería presentarte a mi hermano- señaló al aludido.

- Mucho gusto, Junsu siempre habla de ti- tendió su mano para saludar a lo que Junho correspondió.

- Gracias por cuidar de él.

- Nada de eso- rió- hay veces que creo que él es quien cuida de mi- miró con cariño a Junsu- pero vamos, siéntense- señaló una mesa, el lugar estaba tranquilo.

- Gracias- el joven les dejó las cartas y disculpándose, fue a dejar la cuenta a una de las otras mesas.

- Jaejoong hyung es el mejor, si, siempre lo digo, cualquier cosa que pidas será excelente.

- Parece agradable- observó Junho siguiendo al tal Jaejoong con la mirada.

- Y lo es, no entiendo como puede haber gente que lo trate mal si es una buena persona- hizo un puchero.

- ¿Tratarlo mal?- le miró con curiosidad.

- No ha tenido suerte en sus relaciones- se encogió de hombros- por eso siempre trato de alegrarlo y apoyarlo.

Junho sonrió, si, Junsu había crecido demasiado.

- ¿Ya tienen su orden?- preguntó Jaejoong acercándose.

- Jae, casi no hay gente, ¿porqué no te sientas con nosotros?, apuesto a que ni has comido- sugirió Junsu después de ordenar.

- Claro que comí- dijo desviando la mirada.

- El aire no es considerado comida- observó serio.

- Chistoso- le miró entrecerrando los ojos.

- Anda, y así podremos platicar los tres- hizo un puchero.

- Bien- accedió sin poderse resistir a esa mirada.

- Genial, te ayudare para que termines más rápido- se puso de pie.

- No hagas meritos, ni creas que te pagare tiempo extra- advirtió Jaejoong.

- No iba a pedirlo- protestó Junsu siguiéndolo a la cocina.

Junho los observó en silencio, si, le habían dejado… pero no le importaba, le provocaba una sensación agradable ver a Junsu feliz y con buenos amigos, a diferencia de ese par que había intentado chantajearlo… bien, no había porque pensar en cosas malas. Deseaba más que nada que Junsu siguiera teniendo esa suerte y buenas oportunidades. Esperó pacientemente a que regresaran mirando a su alrededor, ese lugar era tranquilo y no había quien le acosara, las pocas personas que estaban ahí estaban tan entretenidas que ni se habían entrado de su presencia. Suspiró, relajándose, quitándose los lentes oscuros.

- Disculpa la tardanza- se disculpó Junsu poniendo los platos en la mesa- Jae no me dejaba hacer nada- hizo un puchero.

- Sabes que no me gusta que arruinen mi comida- se justificó serio sentándose.

- No la arruino, solo intentaba ayudarte.

- Bueno, comamos- propuso sonriente ignorando al menor, Junho los observaba entretenido.

- Que bueno que te quitaste esos horribles lentes- observó Junsu dándose por vencido.

- Vaya, es muy bueno- su mirada brillo.

- Gracias- sonrió Jaejoong complacido.- ¿entonces decidieron salir hoy?- preguntó para hacer plática.

- Si, fuimos al cine- asintió Junsu sonriente.

- Vimos 30 días de noche- informó Junho.

- Ah, creo que si la vi, es muy buena- asintió Jaejoong

- Pero el final es muy triste- protesto el menor.

- ¿Triste?- Junho le miró sorprendido- pero venció a los vampiros y salvo a su novia.

- Si pero no pudo quedarse a su lado después de todo y murió en sus brazos- le miró serio.

- Oh, recuerdo esa escena, es muy romántica, los dios viendo como sale el primer sol después de un mes de noche- tienes razón, es trsite.

Pronto comenzaron a platicar de cosas sin importancia hasta tarde.



- Tu amigo es agradable- comentó mientras conducían de regreso a casa, después de haber ayudado, por insistencia de Junsu, a Jaejoong a recoger.

- Te lo dije, por eso quería que lo conocieras, siempre puedes contar con él- asintió.

- Si, ahora entiendo tu insistencia de no dejar el trabajo.

- Me gusta mucho estar ahí, además si tengo mucha tarea él me ayuda o me deja salir antes, ¿sabías que también estudió un poco de música?, prometió ayudarme con el piano.

- ¿Estas teniendo problemas?

- No logro sacar la canción que nos pidió el profesor- hizo un puchero.

- Seguro puedes, no te desanimes- le animó revolviendo su cabello, se sentía muy cómodo con su hermano.

- Gracias- le miró sonriente y con la mirada iluminada, en todo ese tiempo Junho no había tenido ese tipo de muestras de afecto, siempre era él quien le abrazaba… y eso le hacía muy feliz, si definitivamente ese había sido un gran día, tenía que contárselo a Jaejoong hyung.

2 Comentarios:

  1. Anónimo1/20/2011

    estos pequeños capitulos no me satisfacen haha quisiera poder leerme por lo menos 5 seguidos haha sigue asi me encanta tu fanfic... ya quiero saber que sigue...

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  2. allllllllllllll fin aunqe se un abrazo ya esta empezando irles mejor su cita en el cine pobre de su todo miedocito

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