KINGDOM TVXQ!

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Buscando Suerte Cap. 7. ¿Qué nos pasó?

7. ¿Qué nos pasó?


Habían pasado unas semanas desde el incidente con Kumiko. Desde entonces Yoochun no había vuelto al departamento con Junsu, y Changmin no había vuelto a pasarse ni cerca del Antique. Junsu se había deprimido aún más y ahora el alcohol era su alimento diario. Una cerveza para acompañar el ramen del desayuno, otra mientras salía a caminar por ahí, un par de botellas de soju para la comida y para dormir bien un vasito o dos más de soju. En eso consistía su rutina alimenticia diaria.

Como Yoochun no había vuelto al departamento, y no lo había visto ni cuando, no sabía qué día, había ido a sacar sus cosas de ahí (simplemente había encontrado el departamento sin las cosas de Yoochun, y las sábanas levantadas del sillón), Junsu tenía que ser algo creativo para sobrevivir solo. Los días que tenía ensayo con los demás chicos de Busé, salía después de desayunar a caminar a la calle, e intentaba trotar, pues había leído en internet que con eso se baja un poco el efecto alcohólico. Así llegaba a veces sudoroso a ensayar, pero la lengua no se le raspaba ni arrastraba ante el micrófono…bueno, no tanto. Luego regresaba al departamento, cenaba y se acostaba a dormir. Cuando no había ensayos, cosa que ocurría muy rara vez, Junsu procuraba quedarse afuera, paseando por las calles, viendo jugar a los niños en el parque; una vez se puso a jugar futbol con ellos, no les importó que oliera un poquito a alcohol. A veces se subía a los columpios, aunque algunas niñas huían de él. Cuando una de ellas lloró, Junsu le regaló una paleta que se había comprado para el postre, ella la tomó con cautela y salió corriendo. Luego regresaba, ya entrada la tarde, y si podía ya que empezaba a oscurecer, al departamento. Si sentía mucha ansiedad encendía el pequeño televisor que habían comprado él y Yoochun, ignorando el temblor de sus manos y de sus piernas. O escuchaba música. Así todos los días mientras el momento de la gira llegaba.

Un día, en el Antique, estaban por celebrar que en dos semanas se irían de gira y que su sencillo seguía en el primer lugar. Junsu llegó arrastrando los pies y se sentó frente a la barra, jugando con las mangas de su sudadera. Yunho también estaba ahí con Jae hyung, y Siwon, el novio de Heechul, para acompañarlo. Un rato después llegó Yoochun también. Nadie le dijo nada por llegar tarde, procuraban no mencionar el asunto de Kumiko ni nada que se le relacionase.
Mientras Yoochun se acomodó frente la barra, entre Heechul y Junsu, notó la cara algo pálida y demacrada de su mejor amigo.

-Junsu, ¿estás bien?
Heechul les había contado a todos la situación de Su. Por eso Jaewook se negaba con más ahínco a que Jaejoong bebiera frente al menor, y había sacado jugo de piña para brindar.
-Sí, ¿por? –le contestó Junsu. Todos lo miraban, preocupados. Yunho le tocó la frente.
-Yo te noto medio pálido, Junsu-shi.
-No exageren, estoy bien- se defendió, algo agresivo- vamos a brindar, ¿no? – tomó su vasito de jugo y le dio un trago.
-Claro, claro – asintió Heechul, bebiendo también. Le estaba pasando el vaso a Jaewook para que le sirviera más cuando Kumiko entró. Nadie dijo nada. Yoochun la saludó con la mano y fue hasta ella, y ella lo saludo con un beso. Yoochun volvió a corresponder como la primera vez.
-Yoochun – lo llamó Junsu, sintiendo que le hervía la sangre, mirando a Kumiko de pies a cabeza.
-¿Qué, Su? –le preguntó éste, sin alejarse de Kumiko.
-Préstame dinero, ¿no? –pidió Junsu, acercándose a la pareja. Yoochun volteó a verlo.
-Junsu, te presté antier.
Sin saber por qué, ese comentario hizo que Junsu sintiera enojo.
-Bueno, ¿me vas a prestar, sí o no?-casi le avienta su propia mano.
-¿Para qué lo…?
-Junsie…-intervino Kumiko, acercándose al menor y abriendo su bolsa; Junsu la miró con desprecio mientras sacaba tres billetes de 1000 wons y se los daba, -¿con esto será suficiente?
Junsu miró los billetes, los dobló y los metió en el bolsillo de sus jeans.
-Gracias. Perdón – respondió, seco, antes de caminar hacia la puerta.
-Y cuidado, niño~ -añadió Kumiko, - tienes muy mala cara.
Junsu resopló antes de salir del bar.
-¿A dónde va? –preguntó Jaewook.
-No sé…-respondió Yoochun.
-Vámonos, tenemos cosas que hacer, amor- le dijo Kumiko, tomando su mano y jalándolo a la puerta.
-Te recuerdo que tienen ensayo a las cinco, ¿eh? – le gritó Jaewook.
-Ahí estaré –replicó Yoochun antes de salir.
-¿Qué hacemos con Junsu? –se preguntó Heechul en voz alta.
-No lo sé, donsaeng. Esperemos que llegue al ensayo.
-¿Voy tras él? –preguntó Jaejoong.
-No, Jae. Tenemos que dejar que él mismo se dé cuenta y se cuide – respondió Heechul, - aunque me da una pena…
Junsu no llegó. Ensayaron sin él y Yoochun tomó las estrofas que le correspondían aparte de las suyas. Sin embargo no salió tan bien. Después del ensayo Yoochun decidió ir a buscar a Junsu. Iba caminando por la calles cuando vio pasar a Changmin. Con alguien más. Pasaron frente a él como un relámpago, pero sabía que era Changmin. Y quien lo acompañaba, pudo distinguir, no era más alto que Min, como la mayoría, y su pelo era castaño, largo y rebelde, e intentaba incesantemente tomar la mano del menor. Sintió cólera, ira, como fuego que le quemaba hasta la punta de los dedos. Ellos ni lo notaron ahí parado, furioso.

Llegó al departamento corriendo y buscó a Junsu por todos lados, pero no lo veía.
-¡Junsu! ¡Junsu!
-¿Hyung? – Junsu acababa de cerrar la puerta tras él.
-¿Por qué no fuiste a ensayar, eh?
-No podía, me sentía mal – Junsu no lo miraba a la cara.
-Mal…
Junsu se abrazó de la sudadera que llevaba puesta y Yoochun notó una botella de soju en su mano.
-¿Estabas bebiendo, verdad?
-No…
-¡No mientas, Junsu! Los alcohólicos sólo dicen mentiras – Yoochun lo tomó por el rostro, desesperado.
-No soy un alcohólico… ¿cómo te atreves a decirme eso? –Junsu lo empujó, - ¡además tú me trajiste aquí!
Yoochun tomó la botella e intentó quitársela.
-¡Suéltala!
-¡Déjame!
-¡Suelta, ya!

Ambos se empujaron con fuerza y se alejaron. Yoochun tenía la botella en la mano. La vio, el alcohol llegaba a la mitad. Miró alrededor y vio otra botella sobre la mesa, y otra en el suelo.
-¿Y esto? – lo cuestionó, como si fuera un niño que se hubiera robado un dulce.
-¿Qué crees que sea? – le respondió Junsu, indignado.
Yoochun tiró la botella sobre el sillón y lo miró, expectante. Junsu le devolvió la mirada, desafiante, y se acercó lentamente hacia el sillón. Cuando Yoochun iba a sujetarlo para que no se acercara más, Junsu se lanzó por la botella, calló sobre el sillón y rodó fuera de éste con la botella en las manos. Miró a Yoochun como si se arrepintiera de lo que había hecho, y él le regresó la mirada, preocupado. Luego sintió el frio del cristal de la botella y acercó la mano para abrirla.

-¡Suéltala! – le gritó Yoochun, yendo hacia él.
-¡No! – Junsu se arrastró lejos, se levantó y huyó hasta el baño, encerrándose dentro. Yoochun lo siguió pero no lo alcanzó y Junsu por poco le aplasta la mano al cerrar la puerta.
-¡Junsu, sal de ahí!
-¡Déjame!
-¡Se te va a ir la vida en cada trago, salte!
-¡Que no! – Junsu abrió la botella y le dio un trago, recargándose en la puerta.
-Sólo te engañas, Junsu, eso no te está ayudando en nada.
-¡Tú qué sabes! – le dio algo de hipo y rió.
-¡No bebas en mi presencia! ¿Me oíste?
-Sí, te oigo…ue kyang, kyang…
-¡Estás viviendo una mentira Junsu! ¡Deja esa botella!
-¿Y tú? ¿No es una mentira lo de la Kumiko nuna~? Ue kyang kyang…
Yoochun golpeó la puerta con fuerza.
-¡Mierda, Junsu!
Junsu sólo se rió y se empinó el resto de la botella. Yoochun miraba la puerta, desesperado, escuchando a su amigo reírse, cada vez más bajo, del otro lado. Se dejó caer hincado frente a la puerta.
-Deja de beber, Junsu…por favor…

Junsu recargó su cabeza en la puerta, mirando el techo. Sintió el estómago revuelto otra vez y se cubrió la cara con las manos. Ya no sentía ansiedad, pero tampoco quería sentir el asco tremendo que le hacía vomitar por varios minutos, incluso por horas. Se dejó resbalar hasta sentarse en el suelo. Yoochun se levantó y fue a sentarse en el sillón, a punto de rendirse.
-Yoochun…-Junsu habló de pronto, algo fuerte.
-¿Dime? ¿Estás bien? – Yoochun volteó a ver hacia la puerta.
Junsu pataleó y agitó los brazos, como un berrinche.
-¿Junsu? – Yoochun regresó y apoyó las manos en la puerta, -¡Junsu!

Junsu se levantó del suelo, tambaleándose, y abrió la puerta, tosiendo. Yoochun se hizo hacia atrás y lo miró.
-Ven aquí.
Junsu dio un paso hacia él y casi se derrumba al intentar dar otro paso. Yoochun lo sostuvo.
-Ey…Junsu, ¡ey, ey! – Yoochun le ayudó a incorporarse, sintiéndolo como si fuera un títere sin cruceta.
- ¿…Eh…? – murmuró Junsu, mirándolo a la cara, algo extraviado, sosteniéndose de sus brazos.
-La gira empieza en dos semanas, ¿lo sabes, no?
Junsu asintió.
-O dejas el alcohol…o no hay gira.
Junsu abrió por completo los ojos.
-No…no, no, no…yo…yo voy a estar bien, yo iré al médico, a una clínica y me pondré mejor…haré lo que sea…no te voy a defraudar, Yoochun. Eres mi mejor amigo…
-¿Lo prometes?
-Ajá…-Junsu sintió lágrimas escurriendo por sus mejillas. Yoochun le tomó el rostro, firme, mojándose un poco con ellas.
-Te creo…
Junsu se lanzó a sus brazos, desconsolado, y Yoochun lo abrazó con fuerza.
-Gracias, amigo…-murmuró Junsu, apartándose de él de pronto. Yoochun lo miró, consternado, mientras Junsu se tambaleaba hacia el baño.
-Te quiero, Chun…y….va a ser un éxito, ya verás…verás…-le dijo, con una risa atorada, - la gira…tu gira…va a ser un éxito…-dijo antes de entrar al baño y dejarse caer en el suelo, volviendo el estómago en el w.c. Yoochun se cubrió los ojos, asqueado, y salió casi corriendo de ahí.


Al día siguiente Junsu sí llegó a ensayar. Heechul lo miró con horror y corrió hacia él, preocupado. Se veía bastante demacrado.
-Patito, ¿qué demonios te pasó? ¿Ya comiste? Ven, traje una barrita energética.
-No, gracias, hyu-
Heechul le había empujado la barra a la boca, Junsu la mordió y empezó a comer, despacio.
-Vamos a ensayar, chicos, que ya falta poco para la gira. ¿Somos o no somos? – dijo Yoochun, prendiendo el teclado.
-¡Claro que somos! –replicó Jae, colgándose el bajo.
-A ver, ésta la compuse yo – dijo Yoochun.
-La mayoría las compones tú…-se quejó Jae mientras Junsu se terminaba la barra y tomaba el micrófono.
-Y qué bueno, ¿verdad? –respondió Yoochun, orgulloso. Los demás ignoraron el comentario.
-A ver, Junsu, la cantaré yo para que veas cómo va, ¿está bien? –le indicó Yoochun. Junsu asintió – La silueta que miré en la otra acera, sé que eras tú, yo sé que te vi. De pronto nuestro tiempo se nos termina, en un impulso yo empiezo a…**
-Beber – dijo Junsu, interrumpiéndolo y riendo. Yoochun puso los ojos en blanco.
-Dale y dale, Junsito. ¿Qué no puedes pensar en otra cosa?
Junsu miró a otro lado, apenado.
-Bueno, sigue Yoochun – le pidió Heechul.
- Uo oh, oh, yo voy corriendo, uo oh oh, detrás de ti, uo oh oh, más fue imposible, en el tumulto te vi mezclarte, desapareciste…

Terminó el ensayo, bastante bien a pesar de todo. Cada quien se fue a su casa a descansar. Junsu llegó y se tiró en el sillón. Vio la botella de ron que había dejado abierta esa mañana y empezó a beberla, como si fuera agua. La cabeza le empezó a dar vueltas y vueltas. Respiró profundo, mirando el techo, sintiendo cómo su pecho subía y bajaba con cada respiración. Si le daba tantas ganas de vomitar, ¿por qué seguía bebiendo así? Ya lo hacía por inercia, por costumbre, como si nada. Encendió la televisión y se concentró en las imágenes, así distraería su mente del alcohol y el mareo. De pronto la televisión se apagó sola. Se levantó, arrastrando los pies, e intentó prenderla. Se había descompuesto, y al escuchar un siseo del cable tiró de él para desconectarlo y se alejó. Se sentó de nuevo en el sillón. Miró la pared mientras le daba otro trago a la botella.

-¿Qué vamos a hacer, eh? ¿Por qué no me contestas? ¡Yah!

Tragó saliva cuando se dio cuenta de que era a la pared a la que le estaba hablando. Fue hasta el cd player que había comprado con el dinero del premio y se puso a escuchar música. Pronto se aburrió de esas canciones y buscó otro cd. Volteó de cabeza el armario hasta que encontró todos sus discos, desordenados, sin cajas, atrás de la ropa. ¿Cuándo los había dejado así? Tomó dos al azar y regresó al sillón a escucharlos. Sintió hambre después de un rato, fue hasta el refrigerador, sacó una zanahoria y la mayonesa, abrió el bote con manos temblorosas y sumergió la zanahoria en el contenido. La mordió y masticó mientras sacaba una cerveza de la repisa. Le dio un trago y regresó con las tres cosas a la sala. Se sentó en el suelo y terminó su precaria cena. Suspiró y se levantó para hacer el sofá cama. A la mitad del proceso se tambaleó y se quedó tenido sobre el colchón doblado. Así se quedó dormido. Así lo encontró Heechul al día siguiente. Le ayudó a acomodar todo y limpió más o menos el lugar mientras Junsu se daba un baño.

-Vamos a ir a pasear, Junsu. El aire fresco te ayudará.
-Sí, hyung.
En eso sonó el celular de Heechul: “I´m genie for you boy~~”…
-¿Aló?
-¿Heechul, verdad? – le dijo una voz femenina.
-¿Quién eres? ¿Kumiko Koda?
-La misma. Quería avisarte que Yoochun no irá a ensayar hoy. Está ocupado.
Heechul le colgó. Puta, pensó.

En su pent-house, Kumiko sonrió, satisfecha. Luego voleó a ver a Yoochun, que acababa de salir del baño.
-Ya te había dicho hoy que eres guapo, ¿verdad?
-Sí, nuna.
-¿No me vas a decir que soy hermosa, Chun-chun?
-¿Eh? Sí, perdona. Eres hermosa, Kumiko nuna.
-Y ya te he dicho que me llames Ku-chan.
-Ku-chan.
Yoochun se sentó a su lado en la cama.
-¿Te pasa algo, amor? – Kumiko lo abrazó por los hombros, besando su cuello, su vestidito subiéndosele a las rodillas.
-No es nada. Pensaba en mi grupo, en la gira…
-Yo también he pensado en eso, ¿sabes? Y creo que eso no es lo mejor para ti.
-¿Disculpa? – Yoochun la miró, sorprendido.
-Tú tienes el talento y la madera suficiente para debutar solo. ¿Por qué no lo haces?
-Ya te dije por qué, Ku-chan.
-Estás perdiendo el tiempo con esos, ya te lo dije.
Yoochun se levantó.
-Sólo quiero lo mejor para ti, mi hermoso – Kumiko hizo un puchero.
-¿Lo mejor para mí?
-Por supuesto. Ven aquí…
Yoochun sonrió levemente y se sentó a su lado otra vez.
-Confía en mí. Llegarás muy alto, Chun-chun…
-Gracias…nuna…je…eso me da cosquillas…nuna…ah…

***
Yoochun entró al Antique a la hora que había citado a los otros tres. Junsu ya estaba ahí sentado frente a la barra, y pronto llegó Jaejoong.
-Hola, Yoochun-lo saludó Jae.
-Hola…Jaejoong hyung…-le respondió. Miró a Junsu y lo saludó con la mano. Junsu hizo lo mismo.
-¿Dormiste bien? –le preguntó Su.
-Sí…sí, ¿por qué no debería de dormir bien?
-Yo…s-sólo preguntaba – Junsu se dobló, casi abrazándose.
-¿Estás bien? –le preguntó Heechul cuando entró, - te ves mal.
-Sí… sí, sí, sí, estoy bien, Chula –respondió Chun mientras Jae le quitaba un cabello largo y castaño claro del hombro, - hyung, siéntense también, por favor.
Jaejoong miró a otro lado, presintiendo lo que venía, pero no se sentó. Heechul se cuadró y tampoco se sentó. Junsu observaba desde la barra, nervioso.
-Heechul, siéntate, por favor- le pidió Yoochun. Heechul se cruzó de brazos y sacó un poco la cadera hacia un lado. Jaejoong volteó a verlo y Junsu se encogió un poco más sobre el banquito. Yoochun respiró profundo, caminó dando vueltas por el lugar y tragó saliva antes de volver a hablar.

-Dejo Busé.
-Lo sabía –gruñó Heechul, alejándose de Yoochun y frotándose la frente con los dedos. Junsu se mordió los labios.
-¿Por qué? –preguntó Jae, caminando hacia Yoochun, algo rudo, - ¿Qué ya te aburrió tocar con nosotros?
-No, no es eso, Jae hyung. Mira, yo creo que es lo mejor para todos y…
-¡No! – Heechul lo interrumpió, - es lo mejor para ti –recalcó la última palabra, - ¡y a nosotros que nos lleve la chingada!
Heechul empezó a caminar hacia él, más rudo quizás que Jae, pero Junsu lo detuvo:

-Déjenlo, -dijo desde la barra, Heechul volteó a verlo igual que Yoochun, - si él piensa que es lo mejor para él, tendrá sus motivos…
-¡No! No, Junsu – lo silenció Heechul, señalándolo con un acusador dedo que luego señaló a Yoochun, - llevamos más de dos años juntos, y justo cuando llega nuestro mejor momento, ¿nos tiras a la basura? ¡Eres un hijo de puta, Park!
Heechul empezó a caminar hacia la puerta. Yoochun lo siguió.
-¡Heechul, entiende por favor!
-¡NO! – Heechul alzó la voz por primera vez en su vida, volteando hacia él, encarándolo, - ¡No te entiendo ni te quiero entender ya! ¡¿Es por el dinero?! ¿Es eso o el par de tetas? ¡Pues que te lluevan, cabrón! –Heechul lo empujó con la fuerza masculina que llevaba escondida. Yoochun estuvo a muy poco de caer al suelo, - ¡Que te lluevan viejas y billetes!

Jaejoong los miraba, sorprendido. Junsu se había recargado en la barra, triste, encogido, sin mirarlos. El ambiente entre los otros dos estaba tenso, excesivamente tenso. Eléctrico.
-¡Yo me largo! – exclamó Heechul, casi gimiendo, dando media vuelta y caminando hacia la puerta otra vez, - ¿no vienes? –le preguntó a Jaejoong antes de salir.
-Tú no eras así, Yoochun – dijo Jae, caminando hacia él antes de darle un golpe en el pecho, bastante fuerte, haciendo que se doblara un poco, - ¡Tú no eras así, idiota! – y salió del Antique también.

-¡Esperen! –los llamó Junsu mientras Yoochun se sobaba,- ¡No podemos dejar las cosas así! Heechul…Jaejoong…-Junsu se levantó, caminó hacia la salida y los miró irse por la calle, a través de la puerta de vidrio. Suspiró y se acercó a su amigo.
-Yoochun… ¿Y Changmin?
-No sé – respondió, seco, mordiéndose los labios para no gritarle.
-No lo pierdas…Chun…
Yoochun resopló.
-¿Te das cuenta…en qué te estás convirtiendo? –continuó Junsu.
-¿Y tú? – volteó a verlo, a punto de perder el autocontrol, - ¿Tú en qué te estás convirtiendo, eh?
-Eso es…es distinto… -Junsu se había ofendido, pero lo dejó pasar. Había algo más importante que arreglar.
-¡No, no es distinto, Junsu! ¡A mí no me vienes a dar clases de moral, cuando tú no eres más que un maldito ebrio, alcohólico de mierda!

Junsu guardó silencio, a pesar de las cosas horribles que su mejor amigo acababa de decirle. Agachó la mirada, luchando por no sentirse tan ofendido y herido como debiera. Tomó fuerzas para hablar y le dijo, en voz baja:
-Recupera a Changmin. Es el único que te queda…
-¿Y a ti? ¿A ti qué te queda, eh?
Junsu lo miró, esta vez no pudo ocultar el dolor reflejado en sus ojos, ni el resentimiento de sus facciones por lo que acababa de descubrir.
-…Creí…creí que me quedabas tú.
Yoochun sintió un cubetazo de agua helada en la espalda pero lo ignoró.
-Creo que me equivoqué – terminó Su, antes de salir del Antique arrastrando los pies.

***
Pasó otra semana. Desde que el grupo se había desintegrado, Jaewook se había quedado sin meseros. Tuvo que buscar a otros. Un día Changmin llegó a visitarlo. Jaewook estaba barriendo cuando el menor entró.
-Ah, Changminnie, donsaeng, ¿cómo estás?
-Estoy bien –asintió el menor, sentándose en una de las mesas.
-¿Te sirvo algo?
-Sí…un café estaría bien.
Jaewook fue hasta la barra a preparárselo.
-Esperaba…encontrarme a Jaejoong hyung, Junsu hyung y los demás –dijo Changmin, jugando con el servilletero. Jaewook lo miró.

-El grupo se separó, donsaeng. Creí que ya lo sabías.
-Sí, me enteré. Pero creí que los vería aquí…
-No, desde hace tres días no han vuelto por acá, aunque a veces llaman. Les dolió mucho, sobre todo a Junsu. Mira que dejarse arrastrar lejos de casa para esto…
-Ya lo creo…-Min suspiró. Jaewook le llevó el vaso de café a la mesa.
-Escuché que estás con alguien más, te felicito.
-No me felicites, hyung. Kyuhyun y yo sólo somos amigos, no tengo interés en otra relación.
-Ah. Pensé que…
-No quiero hablar de esas cosas, hyung.
Guardaron silencio.
-¿Lo has visto en la televisión? A Yoochun –preguntó Min.
-No. Cuando sale la apago. Habla como si él le hubiera enseñado a Mozart y Beethoven a componer. Como si fuera el dios de la música.
-Nunca había visto a nadie cambiar tanto en tan poco tiempo…-miró el piso, - lamento que incluso se haya separado de los demás de Busé.

-¿Tú…sabes por qué sucedió, verdad?
Changmin asintió.
-Es por ella….ella le está ayudando a ser una estrella, al niño.
-Changmin, ¿de qué le sirve ser una estrella si ha perdido el alma?
Min dejo el vaso en la mesa y miró sus manos.
-Te confesaré, hyung, que caminé hasta aquí con una absurda esperanza de encontrármelo. Como si fuera por casualidad, pero…
-Donsaeng –Jaewook posó su mano sobre su hombro – no va a volver por aquí.
-Y quizás sea mejor así. Cuando estuvimos juntos jamás se me habría ocurrido pensar que preferiría estar sin él. Y mírame ahora….-se quitó sus lentes y se pasó una servilleta por los ojos, - quisiera que mi corazón se endureciera por completo y ya…
-Algún día, Min, te lo aseguro, no podrás recordar esto. Y te sentirás mucho mejor.
-Espero que ese día sea antes de que me jubile.
Jaewook asintió y volvió a barrer. Changmin bebió su café, pensativo.
-Por cierto, ¿no conoces a algún amigo que quiera ser mesero?
-Le preguntaré a Kyuhyun. Gracias por el café, hyung…- y sin otra palabra Changmin se marchó.

Un rato después, no muy lejos, Yoochun tocó el timbre del departamento de Jaewook. Necesitaba consejo, y él era el único que podría escucharlo y guiarlo. Su ex mánager abrió la puerta unos minutos después, vestido con pants oscuros y chamarra.

-Ah, Yoochun. ¿Se te ofrece algo? – la voz del mayor sonaba fría. Se sentía más que molesto, aunque procuraba disimularlo.
-Jaewook hyung…mira, yo sólo quiero que…
-Yoochun, con lo que te costó convencerme de que los dejara ensayar, y de ser su mánager…
Yoochun recordó una conversación que habían tenido, hacía casi tres años. “Si nos escucharas y nos ayudaras, te cubrirías de dinero. Tú sabes de música…” “Yo soy dueño de un bar, no soy mánager…” “Anda, hyung…” Lo había convencido después de muchas pláticas, era cierto.
- Y ahora nos sales con una puñalada por la espalda. Contra todos y contra mí.
-Es una oportunidad única – le reprochó Yoochun.
-¿Sí? ¿De qué?
Yoochun guardó silencio. La mirada de Jaewook le decía más que sus palabras.
-Yo ya no te reconozco, y tú en menos de lo que esperas te vas a ver en el espejo y no vas a saber quién demonios eres.
Yoochun torció los labios, sintiéndose demasiado orgulloso como para responder.
-La fama corrompe si no la manejas bien. Métetelo aquí y razónalo –le dijo, picándole la frente.
-Lo que tú digas…
-Medítalo con la almohada. Espero te aconseje bien y la escuches. Buenas noches- Jaewook cerró la puerta. Yoochun miró las calles, pateó un bote de basura y caminó de vuelta al departamento de Kumiko.

-Sensacional…-murmuró.

***
La semana que siguió se llenó de imágenes. Changmin al lado de Yunho, sintiéndose desangelado, con la palma de su mano sobre la de su hyung, quien lo escuchaba para sacarlo de la depresión. Junsu hablando con el doctor Henney. Heechul pintando un nuevo local con su novio. Jaejoong en una joyería, eligiendo un par de anillos. Junsu tomando un café con Changmin en el Antique. Yunho ayudándole a Jae a repasar álgebra…y Yoochun buscando un nuevo hogar con Kumiko. Al final eligieron un lujoso pent-house, y poco a poco se dedicaron a amueblarlo.
-Estará listo cuando vuelvas de la gira, amor –le sonrió Kumiko.

Terminó la semana y el avión hacia Beijin voló, llevándose a Yoochun, Kumiko, Seven y todo el staff del nuevo cantante Micky en su interior.

Mientras, en Seúl la vida continuó a su manera. Pronto Heechul encontró un local para poner su tienda y tuvo un revolcón con su novio mientras lo pintaban. Acabó más rosa que siempre. Jaejoong le propuso a Yunho una especie de compromiso, y éste aceptó, y juntos se dieron a la tarea de visitar a Junsu si no diario, cada dos o tres días, además de atender la nueva tienda de música, idea de Jae. Changmin regresó a cantar en algunos bares, sobre todo en el Antique, y tuvo una pequeña gira por todo Corea. Por su parte, Junsu se seguía esforzando por mejorar. Eso era más difícil los “días de crisis”. Sentado frente a él, tomando notas, el doctor Daniel Henney lo miraba con infinita paciencia, ocultando la consternación que a veces le causaba el joven paciente:
-No sé, doctor hyung…
-¿Qué no sabes, Junsie?
-Ya no sé qué hacer conmigo…-decía, meciéndose en la silla, -me dijo que esta semana bebiera una botella menos al día…pero no pude –sollozó. El doctor le dio un golpecito en la cabeza, con la mano abierta.
-Aigo, Junsu, ¿en qué quedamos?
-Lo sé, lo sé – respondió, sobándose el golpe, - pero me acuerdo de cosas feas y es cuando siento ansiedad, y…
-Ya veo, ¿así que los recuerdos son el detonante?
-¿Eh?
-Prosigue. ¿De qué te acordaste hoy?
-Bueno. Me acordé de una pelea con mi….mi mejor amigo…estuvo feo…
-¿Qué ocurrió?
-Me dijo…me dijo que era un alcohólico de mierda, hyung. Me dijo que no me quedaba nada….nada…-empezó a llorar, Henney le dio unos pañuelos desechables, - fue muy cruel, yo que me vine a vivir hasta acá, dejando a mi novio hasta allá, y Yoochun que nos abandona así…
-¿Te abandonó?
-Sí… y es injusto, además… ¡si yo estoy viniendo con usted es porque él me prometió que si me ponía mejor tendríamos una gira! Y mire ahora…él se fue de gira…yo estoy luchando por mejorar y aun así me quedé sin gira ni nada…
-Junsu, hey, calma, calma…-el doctor se levantó de su silla y se acercó a él, apretándolo cerca de sí por los hombros, - tienes más amigos, ¿no?
-Ajá…pero ellos tienen sus vidas…yo no…
-No digas eso. ¿Y qué hay de mí?
-Usted….usted es mi doctor, doctor… ¿qué más podría pedirle? Ya lo molesto bastante.
Henney suspiró.
-Junsu, creo que necesitas más ayuda de la que creí. Te voy a dar una tarjeta de una amiga mía, es una gran persona, la doctora Hamasaki. A ella puedes platicarle todos tus problemas…
-Está bien…-Junsu tomó la tarjeta con manos frías. Terminaron la sesión y Junsu tiró la tarjeta a la basura. Ni tampoco regresó con el doctor Henney. Si ya no quería verlo, mejor ni acercarse. Esa noche terminó lanzándose al teléfono para llamar a Donghae, pidiéndole ayuda, pero el contrabandista de vicios nunca contestó.


Mientras, otro día, en la mañana, Yunho estaba muy ocupado con Jaejoong, sentados en el sillón de la sala de Yunho.
-Así…más rápido, Jae…
-Yunho, no me quiero ahogar…unng…unnn
-Ahh…ya…voltéate, amor…
-Ah…ah…Yunho…ummm…unnngh….
-Aaah…aah…
-Ummm…uuh….
-Su…sujétate bien…ahh…
Yunho puso sus manos sobre las de Jae, apoyadas en la cabecera del sillón.
-Haa…haaa….aahhh…
-Ummmgh….unnnn…ah…aaah….sigue…máaas….ah..ah ah….
Yunho le dio una lamida a su espalda Justo cuando sonó el celular de Jae.
-De…deboo…c-contesstaaar…
-No…estás conmigooo…aah…espera..aaa…
El teléfono siguió sonando unos segundos y luego se cayó. Yunho lo sujetó del trasero, apretándoselo.
-Aauu…unnnn…unn….
Yunho subió una rodilla al sillón.
-Aaah…se siente…bien asiii…aaah…Jaeee…
-Ummm…aah… aahhh….
-Auuugh…aahh….ah…ahh…
-Unnng….ummm…
Yunho abrazó el cuerpo de su novio, levantándolo un poco. Jaejoong recargó sus brazos en la pared, gimiendo. Yunho acarició todo su torso, su pecho, y bajó su mano hasta su hombría, masajeándola sin detener en ningún momento el vaivén de su propia pelvis.
-Ummmm…aah…
-Ahhh….ah…
Se besaron unos segundos.
-Umm…unnn…uuah…aah…Yunho aah…
-Ya casiii aah…
-Ahh…yaaah…..
-Aah…
-¡Ah!
- ¡Unng…!
Yunho recargó su cabeza en el hombro de Jae, ambos jadeando. El celular volvió a sonar, quizás por quinta vez.
-¡Carajo! ¡Tu condenado celular, amor! –se quejó Yunho, haciendo un puchero contra su hombro.
-Déjame contestar….-Jae estiró su brazo hasta la mesa y tomó el teléfono.
-¿Sí?
-¿Hyung?
-¡¿Yoochun?!
-¿Eh? –Yunho también se sorprendió.
-Sí. Acabo de regresar de la gira. Antier en realidad –explicó Yoochun.
-Ah…-Jaejoong se sintió algo incómodo.
-Quería ver si podía hablar contigo. Necesito consejos.
-Pues…-Jae lo pensó unos segundos, - ¿cuándo y dónde?
-¿Puedes hoy? Enfrente del Antique.
-Yah, Yoochun, tanto tiempo de no saber de ti. Bueno, personalmente al menos – dijo Yunho al teléfono, recargándose en el hombro de Jae.
-Hola, Yunho hyung. ¿Entonces vendrás, Jae hyung?
Jae miró a Yunho y luego respondió.
-Está bien. Te veré allá en dos horas-colgó.

***
Jaejoong estaba recargado en la pared frente al Antique cuando Yoochun llegó.
-Hola, Jaejoong hyung.
-Yoochun. ¿De qué querías hablar?
-Veo que de nuevo vistes tu ropa yakuza de siempre…
-Pues sí, ¿para qué vestirme elegante ahora si no tengo que impresionar a nadie?
Yoochun asintió.
-Escuché tu disco. Es bueno…-dijo Jae como si nada.
-Y yo fui a ver tu tienda de discos hace un par de semanas….es grande y tienes muy buena variedad.
-¿De verdad? ¿Y por qué no fuiste a saludarme?
-No podía…venía acompañado.
-Ah…
Hubo una pausa incómoda mientras Jaejoong se sentaba en el suelo y encendía un cigarro. Yoochun lo miraba, de pie.
-¿Sigues con ella? –le preguntó Jae, haciendo un círculo con el humo.
-…Sí…-respondió Yoochun, - Oye, ¿y cómo está Junsu?
-Mal….bueno, como siempre.
-Y… ¿Tú y Heechul?
-Ahí si hay novedades. Heechul puso una tienda de ropa interior con su novio Siwon, toda rosa, como él.
-¿Y Yunho?
Jae alzó su mano, mostrándole un anillo delgado de plata en su dedo anular de la mano izquierda. Yoochun comprendió que no había sido requerido en la boda.
-Y mañana tengo mis exámenes finales. Yunho me ha estado ayudando para que por fin termine la preparatoria.
-Ya veo. Te deseo suerte, felicidades.
-Gracias.
- Oye, y…y… ¿la música?
-¿Cuál música? No hay música, Yoochun – Jae apagó su cigarro en la banqueta.
-Yo… creí que…
-¿Sí? Pues creíste mal. ¿Qué esperabas? – Jaejoong se levantó, - ¿Qué a pesar de tu descarada traición siguiéramos con el grupo que el gran Park había formado? Ni que fueras tan importante.
-¡Hyung!
-Alguien tenía que decírtelo. Ahora eres una estrella como solista, ¿no? ¿Qué te interesa lo que pudo haber sido el mejor grupo de todo Corea, si tú solo te has convertido en el centro del Hallyu?
Jaejoong estaba a pocos centímetros de él. Los pasantes se les quedaban viendo y se cambiaban de acera. Jae tomó a Yoochun por el cuello de la chamarra de cuero blanco.
-Mira. Que nos hayas botado así, pasa. ¡Pero….! –se detuvo.
-¿Qué?

Jaejoong lo soltó y miró a otro lado, fastidiado.
-Nada.
-Hyung… ¿por qué me dices esto hasta ahora? ¿Por qué no me lo dijiste cuando les dije que dejaba el grupo?
-Porque pensé que Heechul había hablado por todos.
Se miraron a los ojos en silencio.
-Hyung…-empezó Yoochun, - Yo no venía a hablar de eso…
-Perdone, señor Park. ¿De qué quería hablar entonces? – Jae respiró profundo, echando hacia atrás los hombros y la ira.
-Necesito ayuda. Estoy…seco. Me siento mal y…a la mitad de la gira Seven hyung me pidió que fuera planeando un nuevo disco, con canciones frescas, pero no se me ocurre nada.
-Ja…
-La disquera dice que es normal, que es el “blues post-primer gira”, que te deja en ceros, pero no sé…creo que hay algo más…
-¿Por qué no le pides inspiración a tu p…a tu concubina esa?
Yoochun alzó una ceja.
-¿O qué, sólo sirve para calentarte las sábanas?

Yoochun le lanzó un golpe y Jae lo detuvo en su mano. Chun le lanzó otro golpe con la izquierda y Jae igual lo detuvo con su otra mano y lo empujó con fuerza. Cuando el menor volvió a arremeter contra él dirigiéndole una patada, Jae se agacho para esquivarla y Chun cayó al suelo.
-Ojalá te hubieras puesto así por Changmin –sentenció Jae, - Imbécil.
Escupió en la banqueta y se fue. Yoochun se levantó y se alejó, furioso, caminando hacia su nuevo pent-house.

***
Acababa de ver unas noticias de Yoochun en internet. Entre el internet y las cervezas se le iba el dinero que la compañía disquera les había dado por haber ganado el concurso y casi haber debutado. Además en su estado no podía trabajar. En fin. Se sentía muy feliz por Yoochun pero…algo faltaba. No podía sacarse de la cabeza lo que le había dicho. “¡A mí no me vienes a dar clases de moral, cuando tú no eres más que un maldito ebrio, alcohólico de mierda!” Maldito. Ebrio. Alcohólico de mierda. Bueno, quizás sí era un alcohólico, pero no era malo. Quería dejarlo, Junsu se aseguraba a sí mismo, pero le estaba costando mucho. Necesitaba confiar. Y sobre todo que los demás confiaran en que podría hacerlo, dejarlo, curarse. Y en cambio Yoochun le había dado la espalda y le había dicho cosas horrendas. Volvió a sentir ansiedad. Intentó reprimirla, contar lentamente hasta diez como el doctor le había recomendado….

“¡Alcohólico de mierda! ¿A ti qué te queda, eh?”

No pudo frenarla y corrió a la tienda de abarrotes más cercana, compró una botella y le dio un gran trago, esperando aplacar la ansiedad. Caminó por las calles y luego se recargó en la pared de un local, junto al parque, donde había árboles cada unos cuantos metros en la acera; todo su cuerpo exhalaba alcohol, llevaba bebiendo desde que salió del departamento hacía no sabía cuántas horas, y su mirada veía todo como si estuviera en pleno huracán. Era más divertido ver el mundo así, y se rio de ello. Sintió las piernas gelatinosas mientras le daba más tragos a la botella de ron, y se puso en cuclillas. Siguió riendo y bebiendo, pensando en nada y en todo. En cómo había cambiado Yoochun desde que había conocido a Kumiko, de cómo Heechul se le había enfrentado y Jaejoong se había quedado sin palabras. De cómo albergaban la esperanza de que quizás Changmin lo perdonara pronto para que Yoochun volviera a ser el mismo. Poco sospechaba que en lugar de que fuera a disculparse, Yoochun estaba muy ocupado embistiendo a Ku-chan, en todas las posiciones y con todos los sabores y texturas posibles. Y mientras Kumiko le llenaba los oídos a Yoochun de perversiones y palabras que sólo hacían que el menor se pusiera más caliente, y que su ego se inflara más, Junsu, embriagándose, sentía un zumbido en las orejas. Pensó en las nuevas vidas que tenían todos. Y en la suya. Ya habían pasado semanas y semanas desde que el doctor lo mandó al psicólogo, y aunque no había ido a uno ni a otro, había aplicado las pocas recomendaciones de Henney tanto como podía…y seguía igual. O peor. Cualquier recuerdo, de Seungri o de Yoochun, lo ponían mal, muy mal. Suspiró y recordó a los pandas que había pintado en la pared de su cuarto. Rió de nuevo hasta que vio unos pies frente a él. Alzó la mirada y vio al sujeto. No lo reconoció, y ni haciendo memoria estaba seguro de haberlo visto antes.

-¿Estás perdido? –le dijo.
Junsu sonrió de lado y negó.
-Nananaranaaa…-canturreó, o más bien gorjeó.
-Levántate – el sujeto lo tomó por debajo de los brazos e intentó ayudarle a levantarse.
Junsu se empezó a reír al sentir de nuevo sus piernas como goma. El sujeto notó su estado y lo arrastró contra la pared, miró a ambos lados y de la nada empezó a besarlo con rudeza. Junsu abrió los ojos de golpe e intentó zafarse. Cuando el sujeto alejó su boca de la suya, jadeó unos segundos para recuperar el aliento mientras la lengua del extraño le babeaban el cuello y el pecho encima de la camisa. Intentó empujarlo otra vez y casi logra alejarlo. El hombre respondió a su resistencia mordiéndole justo donde había estado chupando, aún sobre la ropa, pero logró lastimarlo. Junsu gritó y al fin sus piernas le respondieron un par de segundos, los suficientes para darle un empellón con la rodilla y los brazos e intentar alejarse. El sujeto se recuperó rápido, lo alcanzó y lo empujó contra un árbol cercano. Junsu se zarandeó y forcejeó, intentando liberarse de su agarre otra vez, pero el sujeto era más fuerte y por los hombros lo empujó hasta sentarlo en el suelo, contra el árbol. Tiraba de su ropa, desgarrándosela, y continuó llenándole el pecho y el abdomen de baba. Desabrochó su pantalón y tiró de él para quitárselo, a pesar de las pataletas que hacía Junsu. Metió su mano debajo del bóxer y le apretó su miembro con fuerza.

-¡Ah! ¡Déjame!- le gritó Junsu.
-¡Estate quieto, niño!
-Por favor no me hagas nada…déjame… ¡aay! ¡Suéltame! -suplicó Su, aún forcejeando, con menos fuerza porque el sujeto acababa de darle puñetazos en ambos muslos, haciendo que los sintiera dormidos y adoloridos. El tipo no dijo nada y se ocupó en bajarle el bóxer.
-¡Por favor, te lo ruego! ¡No! ¡Me duele….me estás lastimando!…agh…….aay….
Tenía un par de mordidas en el abdomen. El sujeto lamió las manchas moradas que sus dientes habían dejado para luego succionarlos, arrancándole otro quejido a su víctima. Uno de los moretones tenía ligeros cortes de los dientes, apenas raspones. Junsu intentó alejarlo con sus manos pero el hombre sujetó una de ellas y la golpeó contra el suelo, bastante fuerte. Junsu sintió como se le enfriaba la mano. Luego le puso ambas manos contra el suelo y apoyó las rodillas sobre ellas. La mano que no le había golpeado ya también se le empezaba a dormir por el peso.
-Ya basta….por favor, basta…
El sujeto le cubrió la boca con ambas manos mientras se inclinaba hacia su pecho. Junsu gritó contra sus dedos al sentir que casi le arrancaba la piel. Apretó los párpados, sintiendo las lágrimas a punto de desbordarse. Apenas y podía sollozar pues las manos le estaban robando el aliento. Cuando el sujeto le quitó las manos de la boca miró hacia abajo y notó como sus pezones estaban morados. Y le dolían muchísimo. El hombre le separó las piernas y se acomodó entre ellas, abriéndose el pantalón.
-No….no…..no….-era todo lo que Junsu podía articular hasta que el sujeto lo sujetó por el cuello.
-¡Dije que te callaras! –le espetó antes de escupirle en la cara y azotarlo contra el árbol. Fue un golpe tan fuerte que la visión de Junsu se volvió tan negra como la noche en la que estaban.

***
Jaewook estaba muy preocupado. Había encontrado a Junsu tirado enfrente del Antique, desmayado, lo había levantado y llevado a su departamento. Le había notado los moretones en todo su torso y se los curó, luego había esperado a que despertara, le había preguntado qué había pasado y Junsu se había limitado a decir que lo habían asaltado, porque estaba borracho y no había podido defenderse. Jaewook no indagó más al respecto, a pesar de las marcas en otros lugares que un asalto no justificaban. Lo alojó en su casa y lo acompañó a la clínica a ver a un doctor, quien le hizo unos exámenes. Jaewook lo esperó afuera y cuando salió, Junsu le dijo que el doctor opinaba que ya podía volver a su propio departamento. Jaewook no estaba muy convencido pero accedió. Unas semanas después, el ex – mánager de Busé fue a trabajar al Antique, como siempre.

-Love is… ¿Cómo dice, donsaeng? – inquirió a sus tres nuevos meseros, mientras barrían.
-Love is… -repitieron los otros tres.
-Vamos, con más ánimo.
-Love is…-uno de ellos puso cara de hastío.
-Que desastrosos son.

-Love is~ - escuchó la voz sonora de Heechul al entrar al bar.
-Oh, Heechu donsaeng, cuánto tiempo sin verte.
-Una semana, y casi un año de no venir aquí –sonrió el estrambótico.
-¿Qué le hiciste a tu cabello?
-Lo teñí.
-Ahora si te ves puto, pero puto – sentenció otra voz conocida, entrando al Antique.
-¡Jaejoong! – el estrambótico corrió a abrazarlo.
-¿Vienen todos? –preguntó Jaewook tras saludar a Jae y a Yunho.
-Pues sí, porque… ¿sabes qué días es hoy, hyung? –le preguntó Jae.
-¿Miércoles?
-Es 3 de mayo – respondió Changmin, entrando.
-¡Tres de mayo! Es verdad…hace dos años que ustedes ganaron el concurso.
-Así es –asintió Jae.
-Y quisimos reunirnos aquí para celebrar y volvernos a ver todos juntos, al menos. A pesar de todo lo que pasó.
-Pues siempre son bienvenidos en mi bar y lo saben –sonrió Jaewook, - aunque…faltan dos de ustedes.
-Aish~, ya sabemos que con uno de esos que faltan no contamos. El in-nom-bra-ble.
-Y también falta Junsu – comentó Yunho.
-Yo voy por él – se ofreció Changmin y salió del bar.

Poco después los dos más jóvenes llegaron, el moreno casi sosteniendo al otro, que arrastraba los pies. Changmin lo acompañó hasta una silla y todos lo saludaron. Luego, Jaewook sacó un par de botellas de soju del almacén.
-Esta vez sí hay que celebrarlo con algo más que jugo, ¿están de acuerdo? ¿Jaejoong?
-Eso creo, hyung –asintió, pero miró a Junsu, preocupado.
-Por mí está bien. Es un día importante y hay que celebrarlo –dijo Su, tomando uno de los vasitos vacíos.
-Estoy de acuerdo, patito – sonrió Heechul. Yunho procedió a servir.

-Primero quiero brindar, si están de acuerdo, por la tienda de lencería de Heechul –dijo Jaewook.
-Si~ -festejó el ahora rosado, dándole un trago a su vasito de soju. Todos brindaron.
-Por los recién casados –continuó Jaewook, señalando al YunJae, quienes se dieron un beso después de tomar un trago.
-Por el éxito de Minnie.
-Gracias, hyung –asintió Changmin.
-Y por Junsu, donsaeng.

El aludido, que había estado inmerso en otro lado, viendo su vasito de soju, y que sorprendentemente no le había dado ni un trago, se levantó con solemnidad cuando escuchó su nombre.
-Yo…me conformo con estar un año más con ustedes…-dijo, muy sentimental, caminando con trabajos hacia su hyung. Este le dio unas palmadas en la espalda, con cuidado, y lo abrazó brevemente.
-¡Junsu! –grito Jaejoong. Junsu volteo, despacio, encogiéndose como un niño regañado. El mayor se acercó a él y pasó un brazo por sus hombros, - te queremos mucho, ¿araso?
Junsu asintió, contento.
-Mira, si es necesario yo voy a estar contigo todos los días en una clínica. Y en donde sea, hasta que te pongas bien.
-Gracias, hyung –sonrió Junsu, levemente. Changmin se levantó también y puso una mano en su hombro.
-Tienes que ponerte bien, ¿sí hyung?
-Estoy bien…gracias –Junsu sonrió un poco más.
-Te compartimos felicidad, Su, -continuó Jae, después de acariciarle un poco el cabello, - me casé con Yunho, y además, ¿qué creen?
-¿Qué? –preguntó Heechul, dándole un trago a su soju.
-Ya terminé mi prepa –sonrió Jae.
-¡Felicidades! –fue el grito general. Aplaudieron y todo, hasta que…

-¿Junsu? –Changmin lo miraba, preocupado. Junsu se había cubierto la boca con la mano. Luego tragó saliva antes de responder.
-Estoy bien…sólo…me siento algo mareado…
-Ve a descansar mejor, Su – indicó Jaewook.
-Vamos, yo te acompaño – se ofreció Changmin.
-Gracias…-asintió Junsu, y caminaron juntos hacia la puerta. Tras dejar a un Junsu fatigado sobre el sofá-cama, Changmin regresó al Antique, pero se detuvo de golpe antes de entrar.

-Changmin…-era Yoochun a quien tenía enfrente.
Changmin simplemente intentó pasar por un lado, pero Yoochun se puso frente a él de nuevo.
-¿Ahora qué? – Min lo miró con odio poco reprimido.
-Sólo quería saludarte.
-Ya lo hiciste, déjame pasar.
Yoochun volteo hacia la puerta de cristal y distinguió a sus viejos amigos ahí adentro. Luego miró a Min.
-Entiendo.
-Sí.
-Te vi con alguien hace unos meses…
-¿Y a ti que te importa si estaba con alguien o no?
-Perdón, pero…
Disculpa, yo no te cuestiono de tu Kumiko, ¿o sí?
Yoochun tragó saliva. Que su ex - novio mencionara a su actual pareja se sintió peor que muchas cosas. Hubo una pausa demasiado incómoda.
-Min, necesito tu ayuda.
-No veo en qué.
Jaewook se acercó a la puerta, mirándolos desde adentro. Detrás de él, los demás chicos empezaron a sentirse incómodos.
-Necesito inspiración –explicó Yoochun, tras respirar profundo, - me piden otro disco más, sería el tercero, y no sé qué hacer, me estoy volviendo lo-
-Perdóname, Yoochun, pero hace 24 meses me dejaste muy claro que yo ya no soy nada para ti.
-Min…
-Ni tu novio, ni tu inspiración, menos tu Min. Nada.
-Changmin. Por favor…
-Ya, adiós.
Changmin entró al Antique y Yoochun se fue, sintiéndose incapaz de darle la cara a los demás en ese momento.

** Miss you en español.

Glosario del capítulo:
Yo me largo = Yo me voy, pero dicho de manera ruda y brusca.
Cubetazo= golpe con cubeta, en este caso que te dejen caer agua de una cubeta.
Hallyu = La oleada de cultura coreana que ha ido por el mundo, principalmente refiriéndose a la música.

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9 Comentarios:

  1. Wuuuuuuuuuaaa........... juro que es lo unico que puedo decir sobre este fic.... es que.... es que... wuuuuuuuaaaaa cada que leo un capitulo me intereso mas y mas y mas en él y cada que termino de leer el capitulo me quedo mas y mas y mas picada e intrigada por saber que va a pasar después.

    Por favor... no tardes mucho en actualizar que en serio me muero de ansiedad por no ver actualizado.

    Felicidades por tu fic, te esta quedando padrísimo!!!!!!

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  2. D:

    Bueno, tomó un rumbo muy diferente a lo que pensé. Me sentí bastante impotente con lo de Junsu y el grupo y con unas ganas de darle unas cachetadas a Yoochun para que entrara en razón XD Argh... sólo espero que SuSu pueda reponerse...

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  3. wow siii esperaba tu actua yupi el yunjae se caso o.O heechul puso una tienda toda rosa eso me mato xDDD, Junsu T_T, Min
    aaa genial capitulo en verdad cada vez me gusta mas esperare la sig actua
    aemin fighting!!!!

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  4. Gracias chicas ^^ intente mezclar situaciones, que bueno que les esta gustando mas

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  5. Anónimo1/20/2011

    waaaaaaa esta supeer~!!
    espero conti prontoooo
    TT-TT pobre junsuuu_!!!
    Ò___Ó yoochun de vdd la cagooo!!
    ojala entre en razon me enfada muchoo >-<
    el Yunjae casadooos *O*
    DIOS~ amo tu fiiiic!!!!

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  6. Anónimo1/20/2011

    esta genial me encanta...^^
    pobre junsu ah!!! por que???!!!!!!...
    espero que se arme el grupo seria genial..
    gracias espero por el proximo si???
    me intriga q pasara ahora?? jejeje...^^
    .....katyna................

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  7. si no manches pobre junsu como acabo asi yoochun tarado perdon lo amo pero hacerle eso a min y al grupo no puedo crerlo pero por otra parte que lindo el yunjae bn cariñosos sobre todo en lo sillones jajaja

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  8. XD los sillones...el cap siguiente esta en procesos...mas o menos va un 85%, espero poderlo actualizar pronto si la uni lo permite o.o

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