E D E N cap 1

El sol a mitad de un cielo, más anaranjado que amarillo, que se despedía muriendo suavemente…, llevándose consigo a la tenue luz de la tarde, alegre para muchos, dificultosas para otros, pero sin importar en que circunstancias nos encontremos, cada mañana el sol vuelve a ser el mismo, cubriéndonos cálidamente a todos por igual.


Aún se puede escuchar el correr de los niños que ajenos de la bienvenida de la noche siguen envueltos disfrutando cada juego, cada reto, cada hazaña impuesta. De a pocos los padres percatándose de la noche, hacen uso de su autoridad obligando a los niños a comenzar cada juego con un integrante menos.


………



--Junsu!!! Entra que ya esta lista la cena—aquel pequeño de cabellos castaños, mirada tierna, y rostro inocente, se negaba a entrar, por que ahora? se peguntaba, justo en el momento que creía menos oportuno la bendita cena tenía que llegar, no es que no se muriese de hambre, solo era que le apenaba terminar con aquel juego que había sabido tomar la delantera, dejando tras su paso a mas de un compañero que refunfuñaba reconociendo su derrota.



--ya voy…!!—claro que iría pero no en este momento, primero tenía que cobrar, ya que la derrota de todos sus compañeros, significaba la victoria para él, sonreía alegre al recibir el pago, despojando a cada compañero su colección mas preciada, ya que ese había sido el convenio, el ganador obtendría cinco Cards de la imagen que el escogiera, solo faltaban que dos le entregasen sus colecionables tesoros. Cuando se dejo escuchar la insistente voz que lo llamaba recordándole que tenía que apurarse.



--Junsu!!—ya voy umma!!—inflando los cachetes por que aún no se decidía entre lord Frether o Megadours.



………..



Adentro, en un cálido ambiente, envuelto con ese agradable aroma de comida casera, yacía la cena servida, aún esperando que los miembros del apetecible banquete se hagan presentes, el padre aún examinando las noticias que se había olvidado revisar, ya que le encantaba estar al tanto y más si tenían que ver con descubrimientos de fósiles antiguos, ya que era arqueólogo y no cualquier, siendo uno de los mejores, muy reconocido y distinguido en su campo, era conocido como el “amante de América” su dominio eran las civilizaciones antiguas prehispánicas, había viajado y realizado investigaciones en la ciudad de los Incas(Cuzco-Perú)y las ruinas de Chichén Itzá (México).



Su gran pasión por su trabajo, no había sido ajeno para el círculo de arqueología, reconociéndolo innumerable de veces por sus aportes en descubrimientos, y entendimientos de esas grandes civilizaciones que por motivos de distancia eran ajenas y hasta desconocidas para muchos asiáticos, pero lo que más le agradaba y por el cual superaba en valor, era el ver a unos de sus hijos siguiendo sus pasos.



El pequeño Changmin a su corta edad había logrado adelantar mucho y nada tendría que envidiar los conocimientos de un universitario, ya que el pequeño se interesaba y seguía las investigaciones de su padre, también era uno de los primeros alumnos de su clase, es la clase de hijo que todo padre estaría orgulloso.



--Changmin ya deja la computadora, que esta servida la cena—dijo la madre a su diligente hijo.



Pero Changmin no era su único hijo. Junsu a pesar de no ser tan aplicado como el menor, Junsu era conocido por su noble corazón, por su carisma y por esas ganas y sonrisa que ponía en todo, era capaz de anteponer a los demás antes que a él mismo. Aún recordaba como se había dejado envolver por las ocurrencias de su hijo, en más de una ocasión había traído a pequeños animalitos callejeros, o perros heridos y una de las formas con la que lograba que obsediéramos a que se quedaran, era colocándole el nombre de uno de los integrantes de la familia, fueron muchas de las veces en las que más de un Changmin tuvimos que nombrar, claro eso llevaba a un sin un número de confusiones pero todas resueltas y aminoradas por el tan generoso y pequeño ángel llamando Junsu. Ellos eran sus dos hijos varones de los cuales estaba muy orgulloso pero de la cual también estaba orgulloso era de su pequeña , la niña de sus ojos como él la llamaba, era la menor de los tres, pero no por eso dejaba de ser la mas especial, era una niña linda de cabellos largos, con una mirada que podía cautivar a más de un corazón, obteniendo así, más de un capricho por parte de sus progenitores, era una pequeña niña muy delicada, aunque suspicaz, a pesar de eso no dejaba de estar muy pegada a su madre.



-- y estos niños que no vienen—dijo la madre sentándose en el comedor, dándose por vencida por la falta de los demás miembros, a su lado la pequeña Binsu se disponía a engullir los primeros bocados, cuando en ese instante bajo corriendo por las escaleras el pequeño Changmin aún con los lentes puestos, el padre se levantó del cómodo sofá y también se dispuso a ir al comedor, cuando su hijo paso corriendo dejándolo atrás.



--Min no tan deprisa



—ok Appa—ambos se acomodaron en sus respectivos puestos, mirándose y percatándose de la ausencia del más travieso de la casa.



--aishhh como siempre Junsu el último, Min ve a llamarlo—Changmin se disponía a levantarse, pero la voz de su padre lo detuvo.



–aún no Changmin, esperemos un rato más, estoy seguro que tendrá sus razones…pero si se demora mucho tendrás que ir por él—su madre suspiró frustrada ya que su esposo siempre era tan calmado y trataba de encontrar una explicación razonable, cuando simplemente era que el niño estaba jugando, aunque le gustaba la forma en que les daba su espacio.



-------------



Solo una imagen más y podría probar bocado, tanto ajetreo lo harían devorar hasta un hipopótamo.



– ya…al fin, bueno nos vemos Eun hyuk—se dirijio a su compañero de juegos.



—si, si… pero las próxima vez no dejare que me ganes!! Adiós Junsu!!—lo dijo alejándose y agitando la mano en son de despedida.



Junsu estaba mas que felíz, repaso una vez más su nueva colección cuando una brisa muy fuerte los arrebato de sus manos dejando que se esparcieran por todo el suelo, si su umma estaba impaciente estaba seguro que ahora lo estaría más, se imagino a su madre echando fuego por sus oreja como un gran volcán, y aquella imagen lo motivo aún más para acelerar sus manos, recogiendo lo más rápido posible las dispersas tarjetas.

De pronto un ruido acaparo su atención, detuviendose al acto, sonaba como el crujir de ramas secas, Junsu miro extrañado en la dirección donde salió aquel perturbante sonido, no tenía miedo ya que la curiosidad era mayor, sigilosamente se dirijio a aquel lugar olvidándose recoger algunas imágenes aún esparcidas, no era la única vez que su curiosidad había tomado la delantera, aunque él se sentía agradecido ya que si no hubiese sido así, él no habría podido encontrar a sus pequeños angelitos, así los llamaba él, a los gatitos y perritos que había recogido, cuidándolos y albergándolos hasta encontrar una casa nueva para ellos, claro que le hubiese encantado quedarse con ellos, pero no podía, ya que su hermanita era alérgica, y debido a eso no pudieron conservar ninguna mascota, A pesar de eso Junsu había tenido mucho cuidado al escoger a los nuevos amos, ya que quería que sus angelitos estuvieran siempre felices sin importar donde se encontrasen.



Calmadamente y con pequeños pasos sacados de alguna película de intriga, se detuvo cerca de un gran arbusto, se quedo mirando inclinando la cabeza de lado, que podría encontrar detrás de aquel arbusto?, tal vez un lindo gatito?, sus manos escudriñaron aquel arbusto abriéndose paso, una vez que sus ojos se detuvieron, percatándose del tamaño encuentro, no era exactamente un gatito, aunque mirándolo bien sí parecía un gatito, pero debido al tamaño, se podría decir un pequeño leoncito, aunque asombrado sonrió dulcemente mostrando esa ternura y esos ojos que transmitían calidez.



--hola…tú…estas perdido o estas ocultándote de alguien?—la imagen pequeña que tenía frente suyo no dijo nada, simplemente bajo la cabeza, se había sorprendido al verse descubierto, aunque suspiro aliviado al ver que no era ningún adulto. Junsu repaso una vez más aquel niño que tenia frente suyo, tenía la carita toda sucia, las ropitas rasgadas por el uso, traía el cabello largo, algo alborotado y enredado, siendo este oscuro…oscuro como la noche.



--como te llamas?...yo me llamo Junsu…no te voy a hacer nada – Junsu le regalaba una acogedora sonrisa, quería que le tuviera confianza así podría decirle, como le podría ayudar, pero aquel niño que tenia frente suyo, solo lo miraba extrañado y algo temeroso, por un momento Junsu se preguntó si aquella personita que tenía frente suyo era un niño o un niña, ya que se podía apreciar un rostro delicado con lindas facciones y bueno la cabellera larga, lo confundían aún más.



--tienes hambre?—estaba seguro que aquella pregunta retornaría con una respuesta ya que se podía ver claramente como ahora el alimento era una necesidad de ambos. Al escuchar esto el pequeño de cabellos negros asintió olvidando por un momento aquel miedo.



El pequeño de cabellos castaños se acercó un poco más extendiéndole la mano, el pelinegro dudo en aceptar, pero algo muy dentro le decía que todo estaría bien, y al ver esa mirada cálida que le transmitía confianza no dudo.



-- ven te llevare a mi ca…mmm—tenía que pensar claramente antes de tomar una decisión, no era un gatito y menos un perrito abandonado, talvez se negarían a recibirlo y como siempre lo alejarían.



--ya se… te voy a llevar a mi escondite…este es Super Mega archisecreto así, que tienes que jurar, no revelar su paradero –el pelinegro asintió inclinando su cabeza y se dejo llevar por el pelicastaño, él cual lo cogió de la mano encaminándose a su base.



El jardín era amplio más grande de lo normal, a la madre siempre le habían encantado las plantas y era una de sus aficiones tener aquel paraíso de flores, de la cual siempre mostraba muy orgullosa.



--cuidado no vallas a pisar las flores, umma se enfadaría…ven por acá –aunque no muy alejado de la entrada se podían ver varios árboles que se encontraban en el interior, con unas ramas enmarañadas perdiéndose un poco en el exterior.



–llegamos—el pelinegro miró para todos lados no había nada sorprendente solo unos árboles frente suyo, llegamos? Se preguntó a donde? Si solo estaban en un jardín, ni siquiera cerca de la entrada de la casa, solo unos imponentes árboles se encontraban frente suyo, el pelicastaño notó su confusión.



-- no es acá abajo, está arriba –ambos levantaron la vista pero el pelinegro seguía sin ver nada.



—jijij lo sé…que creíste que se podría ver…te dije que es mi base super mega archisecreta o sea top secret…( ue kyang kyang )– el pelinegro lo miró entre confundido y sorprendido, aquella risa estridente le pareció de lo más graciosa nunca antes había escuchado nada igual.



—ven …--asomó sus manos entre las ramas cojiendo una cuerda tirando de esta, al rato callo unas pequeñas escaleras con escalones bien amplios, el árbol no era tan alto tal vez hasta si quisieran lo podrían escalar.



--sube tú primero—sin objeción alguna el pelinegro le hizo caso y una vez que ambos estuvieron arriba, el pelicastaño lo tomó de la mano y al acto abrió la puerta dejando al descubierto la pequeña habitación, el pelinegro al percatarse de lo que tenía enfrente se quedo atónito, no daba crédito a lo que veían sus ojos, todo era como una pequeña casa, tenia de todo pero en miniatura , la luz de la calle se colaba por una pequeña ventana que daba al exterior, a pesar de que una ramas frondosas aminoraban la entrada y salida de luz, se podía distinguir todo claramente,--espérate… que ahora prendo la luz—al momento de encenderla el pelinegro pudo apreciar todo en su total magnitud, en una de las esquinas una pequeña mesa de colores llamativos, encima de esta una pila de bastantes juegos de mesa que el pelinegro solo pudo ver en las vitrinas de las tiendas, al costado de la mesa un sillón inflabe de un azul fuerte con figuras de acción estampadas, también habían un estante con bastantes libros todos de colores muy llamativos, una repisa que traía los héroes de acción en miniatura de Junsu y Changmin, otro mueble al costado del cual no se podía ver su interior por las puertas que lo cubría, encima tenía latas vacías y otras cerradas de algún jugo, también había bastante bolsas de frituras, una abierta completamente de la cual solo se podían ver migajas, por lo visto no eran tan ordenados. Junsu se percató de la mirada expectante del pelinegro.

—mira…y eso no es nada acá tengo mi mayor tesoro—corrió a uno de esos tantos cubículos de colores que se encontraban debajo de la pequeña mesa para luego sacar de dentro un gameboy.

–este es mi tesoro …--el pelinegro lo miró sorprendido aquel artefacto siempre había llamado su atención la de él y de su hermano, pero nunca pudo mirar uno tan cerca, sus pequeñas manos se acercaron tratando de cogerlo, pero se detuvieron en el acto, no tenía permiso aunque era pobre siempre fue muy respetuoso o temeroso de los demás.

–no pasa nada te lo puedo prestar …ahora eres mi nuevo amigo verdad?—el pelinegro lo miro y sonrió, tenía un amigo, un nuevo amigo, o mejor dicho tenía un único y nuevo amigo, ya que debido a su situación solo estuvo con su hermano ningunos de los chicos de su barrio se les acercaban, ya que sus padres les prohibían todo contacto con ellos, al principio se les hizo difícil, pero poco a poco se acostumbraron a la indiferencia de estos, pero lo que nunca llegaron a asimilar era el ser objeto de burla por parte de ellos, así que el único que estuvo a su lado era su hermano que siempre lo defendió cuando algún niño osaba molestarle.



-----------------


--donde se habrá metido Junsu?—se preguntaba el menor, salió sin rastros de él, tenía hambre y el delfín que se había esfumado, de pronto reparó en el único lugar que podría estar, si no era afuera con sus amigos de hecho que estaba en el árbol, si no supiera que es un delfín DE seguro QUE lo confundiría con un mono, rió para sus adentros.



----------------



--mira este es mi juego favorito se llama E.V.I.L y tu objetivo es acabar con los vampiros—el hambre se había esfumado por el momento, debido a la impresión que sentía y Junsu emocionado en agradar a su nuevo amigo no se percataron que la puerta se abrió dando paso a un changmin.



--Su te están llamando!!—y su voz paró en seco al percatarse de lo que veía, un niño desconocido algo sucio con unas ropas rasgadas y el cabello largo algo revuelto



—quien es él?



—como lo reconociste como sabes si es una niña o niño?—preguntó Junsu ya que él al principio dudó.



—comó??...bueno…es que las niñas son limpias…lógico no—Changmin se sintió alegre por razonamiento, Junsu solo pudo asentir.



—tienes razón, a veces me sorprendo de lo inteligente que eres hermanito .



--pero aún no me respondes quien es él? –frunciendo el ceño.



--bueno…aún no me ha lo dicho… lo que pasa es que no habla mucho…a… aunque pensándolo bien, no me a dicho nada hasta ahora—se rascó la cabeza un tanto confundido.



--como te llamas?-- ambos se le quedaron mirando, expectantes de lo que podría decir aquel pequeño de largos cabellos, mas este solo pudo avergonzarse ya que era el centro de las miradas y eso no le agradaba solo pudo bajar la cabeza en señal de respuesta.



--Que amigos más raros tienes Su—



--jeje… pero ya vas a ver, le voy a enseñar a hablar y te aseguro que acá a unos días no va a parar de hablar – en ese momento se escuchó un rechinar proveniente del estómago del pelinegro, ambos hermanos lo miraron y sonrieron, el pelinegro bajo la cabeza mas apenado.



--lo olvidaba umma nos esta esperando para cenar –



--aishhh cierto lo olvide… amiguito quédate acá, vaya comiendo estos dulces que luego yo vengo con algo de comida ok –cogió todos los envoltorios, mas las sodas para ponerla en una mesita cerca del sillón azul—ven, siéntate come todo lo que puedas.



--Que haces Su ,acaso quieres matarlo, acaso no te recuerdas cuando comiste todos esos dulces a escondidas de umma -- Junsu rodó los ojos tratando de hacer memoria, hasta que se le vino todo a la mente como un flash y era verdad, aquel día se había atiborrado con chocolates, caramelos, galletas y gomitas o mejor dicho, con todos los dulces que había encontrado en la alacena para luego estar pegado al baño ya que no paraba de regresar todo lo que había ingerido, desde ese día juró no probar ningún dulce, pero aquella promesa no duró mucho ya que al día siguiente no pudo evitar coger a escondidas un trozo de pastel de chocolate, que su umma guardaba con mucho recelo de los niños de la casa.



--tienes razón…lo siento amiguito, solo podrás comer esto, pero cuando yo venga te daré un banquete—ambos hermanos se dirigieron a la salida pero antes de salir Junsu le guiñó un ojo—no te vayas a ir, espérame.



-----------



--se va a quedar?—preguntó Min un tanto confundido.



--sí , me lo encontré ahora es mío y no me lo van a quitar—(inflando los cachetes)



--Su… él no es un animalito. (rodando los ojos)



-- lo sé, solo quería molestarte—dijo esto sacándole la lengua a su hermano y salio corriendo sin esperar respuesta. Changmin corrió tratando de alcanzarlo.

--No corran—su umma se levanto al verlos ingresando con tanto alboroto.



--Lo siento umma—dijeron ambos en forma de coro



--Porque se demoraron tanto?—preguntó el padre, mirándolos desde su cómodo asiento.



-- Es que…--Junsu jugueteaba con su pie sin encontrar la respuesta, algo muy común en él, porque las mentiras no le iban bien, Changmin notó el dilema en que se debatía su hermano sin querer ser partícipe del asunto pero sin intenciones de abandonarlo dijo –Es que se encontró un lindo gatito, y ya saben como es él… piensa que todos necesitan un hogar—vió como sus padres los miraban asombrados y prosiguió

--…pero felizmente llegó su dueño – ambos suspiraron aliviados.



--bueno siéntense..ahora les sirvo—después de una cena agradable donde los miembros de la familia compartían experiencias, bromas y todo lo referente a lo hecho durante el día se pararon dispuestos a reposar enfrente de la televisión a esas horas daba un programa cómico que el más travieso de la casa disfrutaba , vió con un puchero como comenzaba su programa pero aun así se deslizó suavemente escapando de la sala para ir a escabullidas a la cocina , la verdad no tenía que hacer eso pero el disfrutaba el tono misterioso del asunto, se sentía como un indiana Jones en la osada tarea de saquear el refrigerador, cuando se vió enfrente de éste y con esa intención en mente, alguien tocó su hombro sobresaltándolo.



– aihhhhss Min … me asustaste…



--jiji lo siento, es que yo también quiero participar.



– ok pero tú solo vas a ser el ayudante.



—qué? …aihhsss pero tú siempre eres el héroe, el capitán, el…--y se quedó corto, ya para que seguir si siempre el pelicastaño obtenía los protagónicos ( cosa de Junsito) —ok…-- y así siguieron su objetivo, Junsu tomó todos los materiales para preparar un emparedado luego Min sirvió un vaso de leche. Cosa que detuvo Junsu



--Que?? (juntando los labios puchero de enfado)



--no te parece que sería mejor si llevamos toda la leche



--porque?



--de seguro esta cansado y de hecho que tendrá bastante sed—siguió justificándose ya que veía como su hermano lo miraba como queriendo entender.



--…te acuerdas del pequeño gatito que encontramos, el solo quería tomar leche.



--aihsss… junsu~ él no es ningún gatito



-- jejejje lo sé, pero parece un leoncito ( aunque más cuando esta de rubio nee )



--niños que están haciendo?—se escuchó la voz de la madre desde la sala, ambos pequeños se miraron, que excusa dirían, mentir no era una opción ya que de seguro Junsu se enredaría con las mentiras además era algo que su naturaleza (de delfín ) no podía manejar.



--nada ma` solo estamos tomando algo de leche para ir a la guarida—dijo Min, no estaba diciendo una mentira solo había obviado algunas cosas.



--esta bien pero no se demoren mucho que luego tienen que bañarse—



--*o* …esta bien !!! – gritaron ambos para Luego salir corriendo con las cosas en las manos.



---------------



El pelioscuro miraba a su alrededor sin atreverse aun de tocar nada, sorprendido de su suerte, hace una horas se encontraba en la calle con el frío que se adentraba por sus prendas sintiéndolo hasta sus huesos, había estado en ese arbusto escondido por dos días, esperando que llegasen por él, pero mientras las horas pasaban esa esperanza se esfumaba, en las noches salía, para husmear entre la basura encontrando algo de comer entre los desperdicios, ahora tenía enfrente de sus ojos unas golosinas que se mostraban encantadoramente exquisitas, se humedeció los labios imaginando engullirlas, pero detuvo sus ganas, por que por más hambre que tuviese, no quería que pensasen que era un confianzudo, no quería ser un estorbo, no quería que pensaran mal de él, tal vez suene un poco exagerado pero para él no lo era, ya que su padre siempre le hacia recordar la imprudencia de su personalidad, la molestia de su sola presencia, y al recordar eso la timidez con el miedo se agolpaba en su ser, suspiró tratando de olvidar aquellos recuerdos que solo le causaban dolor, sentirse un escollo le recordaba a su familia, porque no podría ser como los demás niños donde sus padres se morían y velaban por ellos, porque no podía jugar y ser felíz como los tantos niños que vió mientras estuvo escondido, pensaba mientras un lágrima recorrió su mejilla aquella humedad se deslizaba mientras atrapaba parte de la suciedad que cubría su pequeño rostro para terminar en su mentón, se podía apreciar su recorrido ya que en su camino había enjuagado su ruta.

De pronto su atención se dirigió aquel ruido que venía de afuera, de seguro su suerte le daba la espalda una vez más y retornaría a la calle, volviendo a sentir aquel frío colándose entre sus prendas, porque estaba seguro que los padres de ese niño, que tan agradablemente lo recibió, lo echarían porque hasta ahora ningún adulto se había acercado con intenciones de cuidarlo y menos protegerlo, por eso sentía una especie de repulsión hacia ellos.



------------



--sshhhh no hagas bulla – le decía el menor



--que no estoy haciendo bulla—se quejaba el pelicastaño



--no puedo subir… tienes que cargar esto—Min colocaba el bote de leche en las manos ocupadas de un Junsu que sostenía las bolsas con los ingredientes para el emparedado.



--no quiero, yo quiero subir primero—Junsu se quejaba mientras que Min se trepaba cogiendo la escalera de cuerdas para que pudiera subir el escandaloso, ya que antes de salir se habían asegurado que la entrada no fuera infringida, Junsu había insistido en esto ya que decía que nadie debía descubrir al fugitivo (cosas de junsito )



--eres más infantil de lo que pensé—



--como que infantil, si aquí tú eres el menor—espetaba el pelicastaño



-- ya… coge la escalera y pásame todo – el menor se estiraba cogiéndose de una rama donde extendía su brazo esperando que Junsu le alcanzara todo lo que abarrotaba en sus manos.



-- Espérate…-- con dificultad el pelicastaño le pasaba entregándole uno a uno cada paquete que traía.



--listo ahora sube –sin esperar que el menor le dijera el pelicastaño ya se había puesto en marcha escalando ese remedo de escalera.



El pelioscuro había oído aquel algarabío ocasionado por los dos hermanos sin duda a pesar de sus diferencias se notaba que ambos se querían mucho, porque era una relación de hermanos donde las discrepancias y el amor fraternal se mezclaban y… desde lo más profundo extraño volver a sentir esa relación, formándose un nudo en su garganta.



--Hola ya llegamos~ ^D^ –volvió en si al escuchar eso.



--te hemos traído el “manjar de los manjares” – dijo el pelicastaño adentrándose en el lugar empujando a su hermano.



--como que manjar? Si solo es un emparedado ¬//¬



--min ~ !! no lo malogres no sabes que la leche y el pan son los alimentos más nutritivos y merecen estar en la categoría de manjares—se defendió el pelicastaño .



--ahhhh… --changmin miró al techo mientras arqueaba una ceja tratando de procesar la información O.O



--bueno acá te trajimos esto, para que cenaras—jaló todas las cosas que Min traía y las colocó en la mesa abriendo las bolsas dispuesto a preparar el dichoso emparedado.



-- te voy a hacer uno especial se llama “Junparedado” – sus manos se movían laboriosamente tratando de acomodar el pan, la lechuga, los pepinillos y el jamón –cual iba primero º-ºU —en su mente trataba de recordar las muchas veces en que su umma le hizo uno igual.



El menor y el pelinegro miraban no perdiendo detalle ya que el esfuerzo y la concentración que ponía el pelicastaño era digno de admiración.



--listo!!! – grito el pelicastaño levantando con una mano su obra, había culminado su “Junparedado” y esbozaba una sonrisa orgulloso.



--Toma comételo – estiro su mano dirigiéndola al pelioscuro mostrándole “el preparado” . el pelioscuro trago saliva sabiendo que en ese momento se convertía en un conejillo de indias, Min se dió cuenta de la cara de incertidumbre del pelioscuro y comenzó a reírse.



--jajaaja lo estas asustando ^D^ –



--cállate min eso no es verdad !!!…verdad que no~?—el pelioscuro vió como los ojos Junsu tenían un brillo especial como una especie de película que lo recubría dándole un lustre que lo intensificaba como si este estuviera queriendo retener las lágrimas, al ver esta expresión se sintió culpable y de un jalón tomó el emparedado probándolo en el acto, masticándolo con la frente fruncida temiendo lo que hacia, pero mientras probaba se daba cuenta que estaba realmente bueno, quitando la cara de asco se apresuro a dar más mordidas llegando a devorar el emparedado, pero porque se había puesto nervioso si en la basura había probado cosas peores, se preguntó el pelioscuro, tal vez era que se había dejado llevar por la mirada de asco del menor era eso ya que el pelinegro siempre asimilaba las emociones de los demás siendo empatico para su desdicha.



--viste…esta rico verdad?—el pelioscuro con nada ya en la mano y aún masticando deprisa, asintió con la cabeza.



--te hago otro?—



--Su dale la leche, no sea que se vaya atragantar…--



--cierto…y el vaso? –



--no me digas que lo olvidamos?—



--pues no te lo digo…pero si…bueno…TÚ lo olvidaste –



--COMO?! —el menor no se lo creía, Junsu siempre se autoproclamaba perfecto, y esa maña lo molestaba en gran medida ya que él siempre tenía a cargar con sus descuidos, esta bien que esta vez haya sido un descuido del menor, pero de ahí a echarle a él todo el pato(léase como culpa), eso si que lo descuadraba.



--y ahora, como va beber—miró en una esquina donde se encontraban los tesoros del menor que consistían en artículos coleccionables, aún empaquetados cada uno en su estuche original y con malicia en los ojos se acerco a uno, que constaba en una taza en forma de pierna con unas garras incrustadas en las bases de un color verde llamativo.



--Ni te atrevas Junsu !!– el menor intuyo las intenciones de su hermano, y antes que este pusiera sus manos en aquel artículo, fue y lo cogió de prisa escondiéndolo en su espalda.



--aishh Min si solo es un juguete ~



--no lo es!! Algún día valdrá millones $_$



--si, si como no ¬¬



--claro que si – bufo molesto



--ok, ok y como le hacemos? Algo tenemos que usar



--mmm..mmm ( min pensando)



--ya lo tengo!! …total umma no se va a enterrar…bébelo de pico



--esta bien…--y ambos se le quedaron mirando sorprendidos, desde que llegó no había hablado, ni un solo sonido había salido de sus labios y ahora aquellas palabras habían fluido de lo mas normal, como si siempre lo hubiesen oído,

Calló notando la expresión de los demás y con una mano se cubrió la boca.



--al fin!! …pensé que nuestro amiguito seria mudo..solo era MUY pero muy callado…--dijo el menor de los tres.



-- ohhhs.. y yo pensé en enseñarles sus primeras palabras…--suspiro desanimado el castaño.



Después de aquella agradable merienda el pelioscuro hablo una vez más, agradeciéndoles por las cosas ricas que había probado, junsu estaba mas que feliz su amigo nuevo había hablado, ahora si tendrían un sin número de historias que contar ,cosas por compartir, pero sobre todo tiempo para jugar , por ahora era mas que suficiente, era tarde y aun tenían que bañarse, así que ambos hermanos se despidieron de su huésped, no sin antes dejarlo todo preparado para que él descansara, acurrucándolo en aquellas mantas, y siendo custodiado por aquellos peluches con forma de delfín que el pelicastaño había colocado.


Al día siguiente ambos hermanos entusiasmados se dirigieron a la casa del árbol, claro después de haber hecho todos sus deberes, para no parar en sospechas, ahora se encontraban debatiéndose en la nueva misión que tenían.



--como le vamos hacer?—preguntaba extrañado el menor, el baño principal se encontraba en la casa, y absceso a el no podían tener por obvias razones.



--ya sé…traemos una tina muy grande la llenamos con agua..y listo—salto expectante.



--como en un sauna…pero sin agua caliente…--el menor rodó los ojos, no era una mala idea pero si un tanto maliciosa y hasta atroz, ni él se atrevía a bañarse con agua fría --brrrrrr… -- tembló de solo pensarlo.



El pelioscuro miraba atento a ambos, sabiendo que su destino (hablándose de pulcritud) estaba en sus manos.



--ya se, la terma de umma !! – el pelicastaño salto eufórico, influenciado por su gran idea. Chamgmin asintió en silencio con los labios en forma de trompetita.



Sin más tardar ambos salieron, dejando a un desconcertado jae que suspiro, porque se sentía envuelto en tamaño ajetreo y de seguro que a él no le tocaría la mejor parte.



--------



Al regresar los chicos, en silencio esta vez, ya que sabían que este era el mejor aliado del camuflaje, por que si eran descubiertos, excusas no tendrían ya que el repertorio se les estaba acabando



Habían traído todo lo necesario, shampoo, enjuague, espuma para baño, toallas, jabón y el infaltable patito de hule insistencia de junsu ya que acoto, que en el baño este lo debería de acompañar, debido a los tantos monstruos de agua que por ahí se podrían colar, por supuesto que Min lo había contradicho argumentando que si quisiera ser defendido tenía que bañarse con el “depredador marino”(juguete usado por Min para los mismos fines )



--y el agua?...—habían traído todo lo necesario pero habían obviado lo más importante. Junsu se rasco la cabeza un tanto confundido.



--traemos una manguera y la conectamos al jardín –



--claro!!



--lleva el Walkie tolkie –lo colocó en el bolsillo del menor



(una vez afuera)





--me copias min …cambio—



--………..—(sssshhhhhh)



--me copias min! …cambio—



--………….—(shhhhhhhhh)



--MIN !!! …



--...QUE NO ESTOY SORDO!!! …cambio -- creo que se me fue la boca *o* pensó el menor.



--……….. ò.ó*



--acá “Él temible reno”…cambio—



--……... ¬ ¬



-- “Él temible reno” esperando ordenes…cambio –



--………



--me copias… delfín… de agua dulce º-ºU—tenía que recordarle lo dulce que era ya que por el grito que le dio estaba seguro que su hermano no tenía buenos sentimientos hacia él, mejor asegurar la vida pensó.



Junsu inhalo tratando de tranquilizarse y que sus aguas se apaciguaran—chanminnie…



-- o.O --



-- min, solo abre el grifo



-- ya hermanito …cambio –



1 minuto

2 minutos



--que pasa?



--es que no puedo esta muy duro y mis manitas no me dan u.u



--vamos !! Hazlo con todas tus fuerzas, tu puedes!! --que mejor que los ánimos, papa siempre dijo que motivación es lo mejor para los niños-- hablaba para el pelioscuro que solo lo miraba, parpadeando insistentemente



De pronto un gran chorro de agua se desprendió de la manguera que sostenía el pelicastaño, mojándolo en el rostro y cubriendo parte de su ropa



-- min ¬ ¬





(Después del húmedo percance)



--tienes que bañarte!!! – el pelioscuro se negaba con la cabeza,



--viste… esta Cali…--saco rápido la mano al sentir lo errado que estaba.



--min calienta más agua!! –



--sip capitán—changmin se llevo la mano a la frente como un militante



Después de tanta agua que calentar y con min sudado por la cercanía de la terma y con un junsu mojado de pies a cabeza, de hecho que el pelinegro no seria el único que se bañaría …



Ambos salieron dejando a pelioscuro con la tina y el agua



Al regresar notaron que el pelioscuro a pesar de que estaba limpio aun traía las mismas ropas, junsu y min se apresuraron y trajeron muda limpia, y bueno junsu aprovecho que pasaba por el cuarto de su hermanita cogiendo unos ganchitos de pelo en forma de mariposas para el pelioscuro, por que estaba seguro que lo necesitaría, min solo pudo suspirar, para que llevarle la contra si este no le hacia caso y siempre encontraba excusas que siempre lo hacían ceder, aunque la idea, si lo pensaba bien pero muy bien, no era del tan descabellada, total algo tenían que hacer con el cabello largo del pelioscuro, ahí iba de nuevo, cediendo ante las ocurrencias de su hermano.



----------------



Esa misma tarde la madre de los hermanos, les había comunicado que llegaría su tía (o sea su hermana ) con su primo y que no quería que se ensuciaran ya que los quería bien presentaditos, limpios y como buenos chicos, y hizo énfasis en sus palabras, por que sabía que sus adorados pequeños y especialmente junsu se encargarían de poner todo patas arriba, aunque sabía que el menor era el mas tranquilo, tambien sabia que este siempre terminaba obsediendo a las ocurrencias de su hermano, porque era así el pelicastaño aun sin darse cuenta tenía un gran dominio sobre los demás.



Los hermanos kim se alegraron ya que les encantaba tener a su primo cerca.



A diferencia de esta la familia Jung era mas conservadora un tanto estricta y apegada a las reglas de la sociedad la señora Jung a diferencia de su hermana se había casado por un acuerdo, un matrimonio beneficioso para ambas familia, siendo socios en los negocios vieron en la boda una forma de expansión, su hermana menor(mama de junsu y min) siempre se negó a la pomposidad y la etiqueta ya que siempre se considero de espíritu libre y estaba segura que cuando se cazara sería única y exclusivamente por amor y no por un acuerdo, a pesar de las diferencias de estas, ambas se llevaban bien, respetándose y sobre todo queriéndose.



Yunho era el único hijo de la familia Jung por lo tanto la presión y las responsabilidades lo llenaban aun para su corta edad, sus padres trataban de educarlo con sus estrechas reglas, haciendo de este un niño con muchas caretas, una complaciente para sus padres otra sería y formal que mostraba a la sociedad y otra, en donde era él mismo, tan solo un niño…un niño como sus primos, por eso apreciaba estar con ellos porque le hacían olvidar, al falso Jung Yunho.



-----------------





--Ven !! que te quiero presentar a alguien—junsu trepo rápido por las escaleras, mirando desde arriba a su primo



Yunho no sabia del porque de la urgencia del pelicastaño, levantó la cabeza mirándolo no muy seguro de seguirlo ya que su umma le había dicho insistentemente que por nada del mundo tenía que ensuciarse ya que después de la casa de los kim tendrían que salir a una reunión de caridad cosa que molestaba en demasía al moreno, pero que cumplía cabalmente como el niño educado y calmado que todos conocían.



--vamos yunho!! – sin ser descortés junto sus labios en muestra de consentimiento y se trepo por donde antes lo había hecho el pelicastaño. Junsu lo tomo de la mano y de un tirón lo ayudo a subir.



El pelicastaño una vez arriba abrió la puerta de par en par acaparando la atención de todos los presentes



--Él es… Jae – dijo el menor de los dos, pero a los oídos de Yunho sus palabras se fueron como el viento, por que no pudo escuchar nada, de un momento a otro su mundo fue solo silencio y su atención solo enfocaba en el ser que tenia frente suyo, en su corta vida podría jurar que no había visto criatura más hermosa , esos cabellos oscuros que se bailaban flamantes con la brisa,con la piel tan blanquezina como el mármol y esos labios rojos como dos botones de rosas, la hacían la niña mas bella que pudo ver.



--yunho…estas bien?—el pelicastaño pasaba su mano a través de su vista,



--como? Que?—regresando a la realidad el moreno sacudió su cabeza al ver a Junsu con los ojos abiertos que no paraba de mirarlo.

Siguiente