Experimentando el "Harem reverso" cap 18

Misión final.

Con esta blusa roja, con estos jeans y esta sudadera con orejitas de ratón nadie sospechará de mí.

Si que soy experta en eso de los disfraces, cualquiera que me viera pensaría que soy una miembro del club de fans jajá. Ahora solo falta encontrar la forma de infiltrarme hasta la zona donde se encuentran los chicos… ¿Pero, cómo?

La fila para pasar al estadio era enooooorme… tal vez deba a esperar a estar al frente y luego darles unas patada a los guardias de seguridad e irme corriendo al área de camerinos…. No, eso puede ser un poco complicado, además de que no estoy muy confiada de mi fuerza física…

Entonces, ¿qué?... Ash, precisamente hoy tenía que estar nublado y con una gran posibilidad de lluvia, eso solo me dificulta más pensar. ¿Y si no logro entrar? ¡Junsu jamás sabrá lo que siento!

–Tengo que entrar…– murmuré en español, woow, hace mucho que no hablaba en mi lengua natal, ya hasta la estaba olvidando.

–Disculpa… –alguien detrás de mí me llamó, se trataba de una chica un poco más baja que yo que estaba con un grupo de chicas– ¿también vienes de América? –me preguntó también hablando español.

–¡Si! ¡Woow, nunca me había encontrado a nadie de por allá! ¿Por qué ustedes también lo son, no es así? –no me haría mal despejarme un poco, para ver si así más tarde podría encontrar una mejor solución.

–Sip, vinimos a ver a DBSK… –las chicas comenzaron a gritar muy animadas y las japonesas en la fila nos vieron de una forma extraña.

–¿DBSK?... Ah, por Dong Bang Shin Ki, ¿cierto? –Las chicas asintieron con la cabeza– Yo también vine por eso a Japón –Una mentirita no hace daño a nadie, además quería encajar, no sentirme tan rara en medio de tanta chica loca.

–¿Y cuál es tu nombre? –¿Será buena idea decir mi nombre? Por los miles de escándalos que he tenido muchas chicas en la red deben saber el nombre de ‘la asistente de TVXQ’ de memoria, creo que será mejor inventarme algo…

–Ahm, me llamo… Sora… –Ya sentía yo misma que ese era como mi segundo nombre, aunque el inventor de ese apodo no sea muy de mi agrado en estos momentos.

–¡Que lindo nombre!, Bueno, ella es Cynthia, Rubí, Gaby, Sara y yo soy Diana. –las presentó señalándolas de una por una.

–¡Mucho gusto! –dijeron todas al unísono.

–Lo mismo digo. –de algún modo esta situación me hace sentir rara, pero estas chicas parecen muy agradables, no como las fans de aquí, en especial una muy chismosa.

–Oye, nos pareció escuchar que quieres entrar a donde están los ‘dioses’… –Me preguntó una chica morena, que había sido identificada como Sara.

–¿Me escucharon?... jajá, bueno, quién no quisiera conocerlos en persona. –Traté de imitar esas caras tan graciosas que hacen las fans de los chicos cuando hablando de ellos, eww, me desconozco totalmente.

–¡Lo sé son tan guapos! –Exclamó Rubí mientras daba unos pequeños saltos en el poquito espacio que había entre las barras de acero que delimitaban la fila.

–Pero…nosotras sabemos la forma más fácil de entrar. –Dijo Cynthia hablando en voz baja, las otras chicas en la fila, como si pudieran entendernos nos miraron con desconfianza, así que mejor cerramos una especia de círculo.

–¿En serio? –susurré yo.

–Si, cuando veníamos nos dimos cuenta que en el otro lado de la arena hay una pequeña puerta que solo es vigilada por una persona… esa puerta va directo a los camerinos… según me informaron… –en serio, las fans de TVXQ dan miedo, deberían de contratarlas en la CIA o algo así, ¡se enteran de todo!

–¿Y por qué ustedes no hicieron el intento? –¡Si!... soy desconfiada ¿y qué?... después de haber sido secuestrada, procuro ser más cuidadosa con las fans de los chicos, como lo dije antes, ¡son tan listas!

–Es la única oportunidad que tendremos de venir a Japón en toda nuestra existencia… –exclamó una con ojos soñadores.

–No podemos arriesgarnos y perder la oportunidad de ver a los chicos por ser arrestadas. –Agregó otra al final.

–¡Pues yo si quiero arriesgarme! –Dije decidida. Las turistas me miraron con cara de admiración.

–¡Woow, eres sorprendente!

–¡Que valiente! –Todas empezaron a alagarme, eso es muy incómodo.

–Em… gracias, –respondí apenada, apretando los dos palitos con carteles que traía en las manos por la incomodidad– pero, ¿dónde está esa puerta de la que hablan?

Siguiendo las indicaciones de las cinco chicas, caminé rombo al lado opuesto de la fila, rodeando toda la arena donde se llevaría a cabo el concierto, entonces, me di cuenta de la insignificante entrada que muy bien podría confundirse con la pared, de no ser por las minuciosas instrucciones jamás la habría notado.

Me escondí detrás de un árbol, donde se podía apreciar perfectamente la puertecilla custodiada por ese mastodonte. Ahora solo me queda pensar en alguna forma de distraerlo,… ¿y si le aviento una piedra?... no, eso solo llamaría la atención… no puedo tampoco fingir ser una empleada, mi disfraz de cassiopeia no me lo permitiría…

–¡Buh! –alguien tocó mi espalda mientras me espantaba.

–¡Ahh… pero que… –me di la vuelta, con mi corazón palpitando rápido al pensar que había sido descubierta por alguien de seguridad, pero lo único que encontré fue a una chica conocida sonriéndome con las manos entrelazadas en las espalda.

–¡Hola! ¿Con qué por fin asumes tu responsabilidad como cassiopeia? –me dijo haciendo alusión a las ropas que traía y los carteles con corazones.

–¡Hyesung! –¡Maldita! Ahora mismo me pagarás por todas las que me has hecho, traicionera, araña ponzoñosa…

–¡Shh!, cállate que nos van a descubrir… –siseó viendo de reojo al corpulento guardia– te ayudaré a entrar. –me dijo tomando mi mano y jalándome fuera de mi escondite.

–Espera… nos va a ver… –le dije intentando detenerla.

–Ese es el punto… –me susurró pasos antes de llegar hasta donde estaba aquél sujeto– Disculpe, soy parte del staff, necesito llevar con los jefes a esta chica que estaba intentado escabullirse adentro–dijo muy segura, a la vez que mostraba su gafete que validaba sus palabras.

–Bien, adelante –¿así de sencillo era? Yo le seguí la corriente y puse cara de adolescente hormonal regañada.

Atravesamos la pequeña puerta y entramos a un lugar parecido a los muchos que había visto como asesora de TVXQ: un lugar lleno de pasillos pintados de blanco, con varias puertas con letreritos que indicaban para que se utilizaba dicha estancia.

–Ahora, te llevaré hasta los camerinos de los chicos… –ella miraba a todos lados mientras avanzábamos por el lado izquierdo del pasillo.

–Muchas gracias… –Y pensar que esta es la chica que quería asesinar hace un instante.

–No te preocupes, solo asegúrate de hacer feliz a nuestro pequeño delfín o las cassiopeias y yo nos encargaremos de que te arrepientas de haber nacido… –¡Eh! ¡Y se atreve a decirme eso con una sonrisa en la cara! En serio, las fans de TVXQ me dan mucho miedo…

–¿¡Hey, tú que haces aquí!? –de una de las puertas salió ese señor con cara restirada que golpeó a Cangmin aquella vez.

–¡Corre! –Me gritó Hyesun empujándome para que siguiera derecho por el pasillo.

–¡Seguridad, seguridad! –Mientras corría a toda prisa escuché como el tipo ese llamaba a los guardias para que vinieran por mí… gracias a Dios traigo tenis y no esos complicados tacones que solía usar cuando era asesora.

Corría lo más rápido que mis piernas me lo permitían, leyendo los letreros de las puertas para saber cual era el indicado, mas ninguno decía nada de camerinos, entonces tuve que dar la vuelta, ya que el pasillo había llagado a su fin.

–¿Por dónde, por dónde?... –me decidí por la derecha, corriendo de nuevo a toda prisa, pensando en encontrarlo, tengo que decírselo, tengo que… ¡por fin!... la puerta que tanto estuve buscando.

Entré sin tocar, ya que temía ser atrapada por los tipos que me seguían. Me recargué con la cara pegada a la puerta, respirando agitadamente, fiuuu… me salvé.

–¿¡Cómo llegaste aquí!? –me preguntó una aterrorizada voz a mis espaldas. Iba a voltear pero…

–¡No voltees, nos estamos cambiando!

–¡Changmin, no le digas! No sabemos que tan peligrosa puede ser… –dijo Yunho manteniendo su voz protectora.

–¡¡Lévate a Yoochun, estoy seguro que él cumplirá muy bien todos tus caprichos!! –me suplicó con voz llorona Changmin.

–¡Ya deja tus dramas! –le gritó Jaejoong, pero algo llamó mi atención… en ningún momento escuché la voz de Junsu– Esperen un segundo… esa persona…

Empecé a escuchar pasos acercarse, entonces, me di la vuelta cubriendo mi cara con los extraños posters, solo dejando al descubierto mis ojos, y vi a Jaejoong ya muy cerca… mis ojos se abrieron al máximo de la impresión (estaba sin camisa)… di una vista rápida a los demás y me di cuenta que Junsu no estaba… ¡Rayos!

–¿¡Sora!? –Gritaron todos al unísono. ¿Cómo diantres me descubrieron?

Abrí al puerta rápidamente y me fui corriendo, creo que unos de ellos también me seguían… ahhgg, ya me cansé… al dar una vuelta, me encontré con los guardias, tomé otro camino y eso ya parecía un laberinto, di varias vueltas más aventando gente a mi paso, una de esas personas me gritó algo en coreano, pero no estaba de ánimos para traducirlo en mi mente.

–“¡No deberías estar corriendo! ¡AFECTARÁS A LA SALUD DE MI FUTURO NIETO!... “–esa voz era tan familiar… ¡no debería de estar pensando en esas cosas, tengo que escapar!

Miré hacia atrás y Yunho ya corría con la misma rapidez que los dos mastodontes con trajes azules… no tenía escapatoria, pronto me alcanzarían. No tenía más opción que meterme a la primera puerta que encontrase, arriesgándome a ser descubierta por alguien más.

Así lo hice… agobiada por un fuerte dolor en los pulmones por correr tanto en un sitio tan frio… escuché a través de la puerta los pasos rápidos de mis persecutores, siguieron de largo por el pasillo… “Que alivio, por fin estoy a salvo”, pensé mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro…

–Dije que no quería ver a nadie… –Alguien, entre las profundidades de aquel oscuro lugar habló con voz enérgica.

Me guié por mis manos hasta dar unos pasos lejos de la entrada, esperando poder distinguir a la persona que había hablado. Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad por fin pude ver, en un rincón apartado, a una persona en una silla de ruedas dándome la espalda… dejé caer los dos carteles en forma de corazón… en mi mente, solo una frase hacía eco, y ya todo lo demás había pasado a segundo plano… nada importaba más que esa persona…

–Junsu… –él giró su silla de ruedas lo más rápido que pudo, no sé si distinguió mi voz, no sé si notó lo desesperado de mi habla, no sé siquiera si puede verme entre tanta oscuridad… nunca he sido muy expresiva en cuanto a mis sentimientos, así que lo único que se me ocurrió, antes de dejarlo siquiera pronunciar palabra alguna, fue lanzarme a sus brazos y besarlo como la noche olvidada.

Sentí su sobresalto, pero poca importancia le di, ya que más importante aún era la suavidad de los labios que ahora estaban contra los míos, su exquisito sabor, las millones de reacciones que ese acto estaba causando en mí… yo estaba inclinada hacía él, tratando de no asustarlo demasiado pero, de pronto, el comenzó a responder el beso y puso sus manos en mi cintura forzándome a sentarme en sus piernas…

Al fin lo sé, el por qué del comportamiento de las chicas en la escuela media, cuando comenzaban a experimentar lo que era una relación, lo que era querer tanto a alguien, lo que es besar a la persona que amas, lo que es sacarle provecho hasta el último aliento de oxígeno…

Pero tuvo que acabar, precisamente por esa condición de seres humanos que nos hace dependientes de tener que respirar. Aún en la oscuridad, pude ver sus ojos clavados en mí y sentir su aliento chocar contra el mío cuando aún estábamos a solo unos milímetros de distancia.

–Creo… que la respuesta a la pregunta que ha rondado mi cabeza… es ‘si’… –dije tratando de normalizar mi respiración, justo como la vez anterior, pero ahora pude agregar lo que antes no pude–…si, estoy enamorada de ti, Kim Junsu. –Dije su nombre al final, viéndolo a los ojos y haciendo un poco más fuerte mi abrazo… esta vez no había la más mínima posibilidad de que llegase a pensar que estaba hablando de alguien más, por primera vez en mi vida, estaba confesando mis sentimientos a alguien y, comparado a la vergüenza que pensé que sentiría, era lo más maravilloso que jamás me había sucedido.

–Yo también, estoy enamorado de ti, ________… –creí desvanecerme cuando dijo mi nombre, pero más aún cuando me besó de nuevo… es lo más romántico que me ha pasado en la vida… ¡lo amo!... Amo a esta súper estrella surcoreana que es deseado por la mitad del planeta, amo a este chico que se la pasa haciendo chistes y riéndose ruidosamente, amo a esta tonta persona que se atrevió a pensar que estaba enamorada de alguien más…

Un estruendo a mis espaldas, seguido de un gran bullicio me hizo alejarme de golpe de junsu…

–¡Oh, no, está atacando a Junsu! –Escuché a Jaejoong gritar asustado.

–¡Aléjate de él violadora! –Changmin tomó uno de los carteles que había en el piso e hizo ademán de golpearme con él.

–¿A quién llamas violadora? –En ese momento Yunho prendió la luz de la habitación, cegándonos a todos por unos instantes.

–¡Sora! –Gritaron todos, mientras yo tallaba mis ojos adoloridos por la repentina ilumiación.

–Entonces, ¿ya no voy a tener un nieto? –finalmente pude mirar al grupito de personas que se extendía a las cercanías de la puerta; se trataba de los otros cuatro miembros y la mamá de Jaejoong (con que ella fue la que me gritó antes).

–¡AHÍ ESTÁ! –En medio de las miradas de confusión de todos, otras tres personas llegaron, una de ellas era el tipo de cara amargada, acompañado de los dos de seguridad– ¡sáquenla de aquí!

–¿Qué?

–¡No!

–¡No puede hacer eso!

–¡Ella es nuestra asesora!

–Está cometiendo un error… –todos reclamábamos al mismo tiempo pero nada parecía hacerlo desistir, los dos guardias parecieron estar un poco confundidos con los reclamos en coreano, pero el otro sujeto solo insistía ayudado con señas, en que me sacaran de allí.


–Un momento. –Ya estaba yo a punto de cruzar la puerta, siendo custodiada en cada lado por uno de los guardias, cuando llegaron todavía más personas– Ella se queda. –dijo firmemente el manager de TVXQ. (¡Kyaaa! ¡Él es mi héroe!)

–Pero ella interferir en trabajo… arruinar concierto… y… –El tipo ese trató de defenderse, pero su mal japonés no se lo permitía, y su traductora, que había llegado junto con el manager y el Sr. Matsuura no parecía dispuesta a ayudarlo con la traducción.

–Ella es la asesora de Tohoshinki, y como ya ha regresado, creo que ya no requeriremos de sus servicios. –Ahora habló el Sr. Matsuura, con una pose calmada y una sonrisa amable en sus labios.

–¡Pero, SM!... Esta mal… usted no poder…

–Señores –dijo con el mismo tono el Sr. Matsuura–, hagan el favor de acompañar a éste hombre hasta la salida.

–“Esto lo sabrá el Sr. Lee!... todos ustedes me la van a pagar…” –mientras era arrastrado por los guardias, justo como antes lo hubieran hecho conmigo, el tipo iba quejándose al por mayor, hasta que sus gritos dejaron de escucharse por la distancia.

–Bien, muchachos, resuelto esto, espero que puedan dar lo mejor de ustedes en el concierto. –Dijo el Sr. Matsuura encaminándose a la puerta– Sra. Kim, ¿le gustaría tratar ese permiso especial que quería para su hijo? –Hyesung le tradujo a la mamá de Jae lo que le había dicho el presidente de Avex.

–“Si, claro… aunque creo que ahora tendré que buscar a alguien más…” –contestó algo afligida. Ellos tres también abandonaron el lugar.

–Bien, señorita… ahora que nos ha hecho el honor de regresar, sería bueno que les diera a sus asesorados unos consejos antes del concierto que no tarda en comenzar, así que los dejo para que platiquen a solas. –solo asentí con la cabeza, no podía hacer nada más… después de todo lo que acababa de pasar, mi pobre corazón aún no se recobraba.

Después de que el manager se fue cerrando la puerta, el ambiente se tornó algo incómodo y silencioso.

–Hasta que saliste del closet… ya decía yo que era cuestión de tiempo para que aceptaras tu identidad como nuestra fan. –Changmin rompió el hielo burlándose de mi vestimenta.

–Es verdad… ¡pareces otra! –lo apoyó Yoochun.

–No en serio, pero ESTO es lo más impactante. –dijo Jaejoong levantando el otro cartel que estaba en el piso.

–¡Yah! ¡Dejen de burlarse de mí!... –Todos se reían… ¡hasta Junsu! (TT__TT) Que malos, se aprovechan de que son más que yo.

–Tienes que contarnos que te pasó… –Dijo Jaejoong curioso.

–Si, ¿dónde estabas? –preguntó el líder.

–Es una larga historia… que después les contaré… –todos hicieron expresiones de decepción– Ahora lo importante es el concierto… Muchas fans han venido desde muy lejos para verlos, sé que ya lo saben pero, deben dejarlo todo en el escenario, como siempre… Brinquen, salten, griten… que la gente vea lo raros que son.

–¡Oye! ¿Quién fue la que se inmiscuyó ilegalmente a los camerinos? –Puede sonar masoquista pero, ya extrañaba que Changmin le hallara un pero a todo lo que yo digo.

–Pero, Junsu no quiere actuar hoy… –dijo Yunho mirando a Junsu con cara de súplica.

–¿Eso es cierto? –lo miré incrédula. Ya había sospechado que algo andaba mal desde que lo encontré aquí solo en la oscuridad, pero no había tenido tiempo de pensar claramente en ello. Él asintió sin mirarme– ¡No puedes hacer eso! ¡Esas chicas vienen a ver a TVXQ!

–Y lo van a ver, solo que yo no estaré esta vez… –replicó mientras se giraba igual de lento que cuando entré yo la primera vez.

–Entonces no serán TVXQ… Junsu –me puse de nuevo frente a él, inclinándome para quedar a su altura–, por favor, hazlo por ellas, por los demás miembros, por la gente del staff que se esforzó tanto, por su manager, por el Sr. Matsuura… hazlo por mí… –dije al final en voz baja, tomando sus manos que estaban apoyadas sobre su regazo, logrando que me viera a los ojos. Entonces, me sonrió.

–Está bien… –dijo aún dudoso.

–¡Que bien! –exclamé emocionada dándole un abrazo. Los demás parecieron algo consternados con mi repentino afecto, pero después llegará el momento de las explicaciones– Entonces, terminen de arreglarse que ya casi es hora. –me despedí de ellos a la vez que me marchaba.

–Espera, ¿a dónde vas? –Me preguntó Yunho, quizá pensando que me escaparía de nuevo.

–A mi asiento en primera fila –les mostré mi boleto y les quité los carteles a Changmin y Jae–, después de todo, que tan seguido puede una chica ver a la boyband más famosa de Asia en concierto. –me fui riéndome de mi propio sarcasmo.

Atravesé el laberinto de pasillos de una manera más calmada, saludando a uno que otro conocido, todos mostrándose complacidos de mi regreso.

“Hola, Sora, me da gusto que estés de regreso.”

“¡Sora!... Casi ni te reconocí con tu nueva imagen…”

“Sora, ¿es cierto que estabas trabajando en un McDonalds?”

Si… todos me conocen por ese nombre, el bendito de Changmin se encargó de convertirlo en mi nombre ‘artístico’. Me sentía tan feliz, tan completa… como una princesa que ha encontrado su final feliz.

Llegué a mi asiento, encontrándome con la coincidencia de que las chicas que me ayudaron estaban justo a lado mío. Empezaron a bombardearme con preguntas, acerca de mi intención de entrar a los camerinos.

–¿Lo lograste?

–No, su maldita asesora no me dejó entrar. –les dije fingiendo cara de tristeza.

–¿En serio? ¡Que mala suerte! Pero, por lo menos lo intentaste. –dijo la que estaba justo a lado mío.

–Es cierto… además, he leído en la red que esa asesora es una pesada, que ni siquiera los quiere. –habló otra que estaba un poco más lejos. ¿Tan famosa soy?

–Tienes razón, aunque no entiendo por qué, ¡son tan lindos! –me sentía como una de esas personas que lleva una doble vida, ¡es divertido! Jajá.

–¡Si!... sobre todo Jaejoong con esa carita de ángel que tiene. –dijo Diana, la chica con el único nombre que logré aprenderme.

–¡No!... pero que me dicen de Yunho con esos movimientos tan candentes… ¡Me derretí frente a mi monitor viendo ‘Checkmate’!

–Pues yo prefiero el sarcasmo de Changmin, ¡me encantan sus bromas! Además es tan guapo…

–No, no, no… ¡Yoochun!... con ese vocerrón que dios le dio, imagínenselo hablándoles al oído… ¡kyaaaa!

–Jajá, creo que el que ha de saber muy bien que es eso ha de ser Junsu. –dijo la última que faltaba en hablar.

–¡Tienes razón! ¡Que viva el Yoosu! –respondió la que momentos antes había hablado.

–¿A ti no te gusta el Yoosu? –Me preguntaron.

–No… ¡prefiero el Yunjae!... son la pareja perfecta, la mamá y el papá del grupo. –claro que los prefiero a ellos en vez de una pareja en donde mi Junsu esté envuelto.

–¡A mí también me encanta el Yunjae! –Me dijo otra de ellas– Son tan lindos… la forma en que se miran y se abrazan y… ¡Oh, ya va a empezar!

Las luces se fueron apagando y la pantalla empezó a transmitir un video, que más bien parecía una película de acción… las chicas gritaban cada vez que aparecía uno de los chicos, yo me uní a ellas, ¡y casi me quedé muda cuando al finar los cinco saltaron y aparecieron en el escenario!

La música empezó y el concierto dio inicio… cantaron un par de canciones y yo no podía salir de mi asombro y emoción, agitando mis dos cartelitos y unas lucecitas que me dieron las fans extranjeras… cuando salió Junsu en su silla de ruedas, mostrando esa sonrisa, a pesar de que en el fondo estaba afligido, ¡grité con más fuerza!... grite que lo amaba, lo animé desde mi lugar… y nadie me vio extraño, porque no era más que una de tantas que lo hacían, pero él me miró desde el escenario, por una fracción de segundo…las chicas a mi lado gritaron emocionadas por mí…

“1, 2, 3… ¡Buenas noches, nosotros somos: Tohoshinki! ”

Sentí que volvía a nacer, viéndolos en el escenario, sintiendo mi corazón tan agitado, con mi cabello suelto y desalineado, con esos jeans y mi playera roja con la insignia de TVXQ… en ese momento murió la chica ambiciosa que solo quería ganar dinero a toda costa, esa que huía de cualquier cosa romántica y espontánea… en ese momento… me convertí en una fan de TVXQ.

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