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Arualthings

Destiny - epilogo

Departamento YooSu

Los cantos de las aves se dejaron escuchar a temprana hora cuando los rayos del sol comenzaron a bañar la ciudad en ese nuevo amanecer… Yoochun despertó y miró el reloj en la mesita de noche a lado, era domingo y no tenía más nada qué hacer, salvo pasar el día con su novio… ese precioso delfín que aún estaba en brazos de Morfeo acostado a su lado, su respiración tranquila y sus cabellos pelirrojos desordenados, sus labios ligeramente entreabiertos tomando suaves respiraciones, sus manos abrazando ese ratón de peluche que le regalara semanas atrás, mientras que el delfín se encontraba más arriba pegado a la cabecera de la cama…

Y el pelinegro no pudo menos que sonreír con ternura al pensar en lo adorable que le resultaba su novio con ideas algo infantiles pero que no dejaban de ser parte de esa personalidad que justamente le había enamorado… y claro está, todas las noches desde que duermen juntos, Yoochun tenía que hacer pucheros y hacerle morritos a Junsu pues le decía que era a él a quien debía abrazar al dormir, no a ese par de peluches a los que el pelirrojo parecía aferrarse sin tregua… naturalmente, hasta el momento, Yoochun ha perdido…

- así duermo abrazado a nosotros, Chunnie… - le decía contento el pelirrojo cada noche cuando el pelinegro se daba por vencido y se metía bajo las cobijas apagando las luces… es que no entendía eso… no cuando podían dormir abrazados juntos…

- igual Te Amo, mi pequeño delfín… - el pelinegro dejó que uno de sus dedos acariciara el perfil de su novio, notándole removerse ante su caricia, haciendo gestos con la nariz que le parecieron por demás simpáticos, es que seguro su novio pensaba que un mosquito intentaba molestar su sueño… - lindo… - susurró apartando su mano, apoyándose entonces en la almohada dedicándose simplemente a observarle mientras espera a que se despierte…

- buenos días… - susurra el pelirrojo todavía algo adormilado, pero sabiendo claramente que es su novio quien acostado a su lado le observa con una sonrisa y esa mirada brillante que le hacía sentir cosquillas en el estómago… Jae hyung le había dicho una vez que esas eran las mariposas del amor…

Y esas mariposas le encantaban….

- buenos días, Junsu ah… - correspondió el pelinegro… y entonces recordó ese otro motivo por el que no le importa realmente que su novio duerma con esos peluches… porque el pelirrojo dejó a un lado al ratón para acercarse y abrazarle mientras funden sus labios en un tierno beso matutino…

Uno de esos que parece alimentar algo más el amor que se tienen… y se encontró a sí mismo siendo demasiado feliz con esos pequeños detalles como para querer más nada en su vida… porque era ese sabor dulce sinigual el que le recordaba cada segundo que haberse enamorado de otro chico se había convertido en el regalo de la vida que aún sin merecer, el Destino le había entregado…

Y es que eran esos besos, esas sonrisas, esa mirada brillante, esas mejillas ruborizadas, esos mechones pelirrojos que parecían tomar el mismo color dorado de los rayos del sol, esos brazos que se aferraban a su cuerpo, esos murmullos ininteligibles que sin embargo tenían un idioma que entendía a la perfección… era ese Junsu lo que había esperado toda su vida, el motor de sus días… su razón de ser y de vivir…

Su TODO…

En el amplio sentido de tal palabra…

- ¿Vamos a quedarnos acá toda la mañana?... – el pelinegro murmuró al sentirle acomodarse sobre su cuerpo y usar su pecho de almohada…

- siiii Chunnie… - respondió con tono infantil al tiempo que enredaba sus piernas con las de su novio y levantaba el rostro apenas para sonreír ampliamente y rozar sus labios con delicadeza…

- creía que querías que fuéramos al Parque de Diversiones, y luego a la Agencia de Viajes para ver a qué destino del mundo quieres que vayamos… - su mano acariciando la espalda del pelirrojo mientras le siente relajarse una vez más entre sus brazos…

- podemos quedarnos solo un ratito más… me gusta estar así contigo… - el pelirrojo aspiró profundamente llenándose los pulmones de ese aroma a Yoochun que tanto le encantaba, que no podía describir ni definir con algo en particular, pero que le hacía sentir tranquilo, especial… en su hogar…

- haremos lo que quieras, mi pequeño delfín… - aceptó a sabiendas de que si Junsu le pidiera irse al mismo polo norte en ese instante, él buscaría la manera de complacerle, porque le ama… porque solo quiere hacerle feliz…

Así… así como Junsu lo hace por el mero hecho de existir para él…

……………………………

Casi una hora después de muchas sonrisas y conversaciones en las que Yoochun terminaba tomando nota para investigar qué responder (es que su pequeño pelirrojo hacía algunas preguntas para las que no tenía respuesta… y otras que prefería dejar para luego y consultar con el YunJae mientras sentía sus mejillas arder suavemente y su novio sonreía divertido como lo haría un niño que sabe ha hecho una pregunta “para mayores”), ambos se dirigieron a la cocina a preparar un desayuno rápido antes de meterse a la ducha… por separado, que al pelirrojo le daba demasiada vergüenza aún aquel tipo de acercamientos… aunque también le daba curiosidad y varias veces se ha descubierto a sí mismo demasiado tentado de adentrarse en la ducha con su novio y verle completamente desnudo… pensamientos que por cierto, también han hecho que el calor de su cuerpo aumente peligrosa e inexplicablemente, y que él sienta muchos deseos de tener algo más de sus besos y esas suaves caricias que ya en más de una ocasión ha dejado sobre su cuerpo, sintiéndole siempre avergonzado casi como si estuviera haciendo algo indebido…

Hacía un par de días le había preguntado a Jae hyung (es que le tenía la confianza que un hijo le puede tener a su madre) al respecto, y después de una mirada tierna, una sonrisa emocionada y un abrazo ahogador, el pelioscuro se había limitado a responderle…

- eso es amor, Junsu ah… amor del bueno… - todo sonrisas, Jaejoong no le había dicho más nada y había enanchado su sonrisa, mientras que Yunho, que les había estado escuchando a la distancia, fruncía el ceño como lo haría un padre que no está listo para ver a su retoño abandonar el nido…

Bien que conoce a Yoochun, que sabe que no hará nada por lastimar de ningún modo a Junsu… pero con el pasar de las semanas, Junsu se había convertido en una especie de hermano menor, más que eso… era su hijo, así era como se había acostumbrado a llamarlo cuando estaba con su novio a solas…

El caso era, que la respuesta de Jae para el pelirrojo no había sido suficiente… ¿amor del bueno? Qué se supone que eso significaba y qué tenía que ver con que su cuerpo reaccionara, que su entrepierna se levantara poniéndose caliente y se hinchara generándole una sensación placentera que solo le hacía sentir algo más avergonzado y terminaba tomando baños de agua fría… o tocándose, como una vez hace tiempo estando en la Isla había descubierto funcionaba calmando el calor y la necesidad de descargar las sensaciones que en su cuerpo circulaban y terminaban por desahogarse en ese líquido blanco que salía de su erección…

Las palabras de Jae hyung eran demasiado elaboradas para su gusto… Cosa, que a decir verdad, no le aclaraba nada en absoluto…

- ¿puede tu novio saber en qué piensas, delfín?... – la voz sonriente del pelinegro le sacó de sus pensamientos haciéndole saltar en su lugar y sonrojarse como termostato sin razón aparente, pero que definitivo tenía que ver con los recuerdos que había estado teniendo y el hecho de que el pelinegro se hubiera dignado en aparecerse delante suyo con el torso al descubierto botando la toalla húmeda por ahí en la cama mientras toma del clóset una camiseta ligera de seda en tono azul claro…

- na…nada… - murmuró mientras se mueve por toda la habitación ordenando las cosas y haciendo hasta lo imposible por no mirar a su novio… es que de repente toda la vergüenza del mundo parecía haberse concentrado en su persona…

Park le miró confundido al principio por la repentina actitud de su novio, pero apenas notó sus mejillas sonrojadas y dándose cuenta de que le evade la mirada, e incluso parece hacer hasta lo imposible por mantenerse a metros de distancia; comprendió… que Junsu también era un adulto como él que le deseaba…

Y solo atinó a sonreír antes de acercarse a Junsu y besarle la mejilla con un sonoro beso que colocó un radiante sonrojo en el rostro del pelirrojo, quien todavía confundido y con una sensación como de miedo, sonrió ampliamente y se lanzó sobre su novio abrazándose a su cuello con sus manos y buscando uno de esos besos que le hacía sentir un calor muy agradable en la boca de su estómago y se dispersaba por todo su cuerpo en forma de cosquillas y algo más que no podía explicar.

El pelinegro apenas alcanzó a equilibrarse mientras le recibía y rodeaba con sus manos la cintura de su novio y tomaba sus labios con suavidad, ternura y tintes de pasión… de esa pasión reservada y respetuosa que no podía ocultar y quedaba al descubierto con esa forma en que sus lenguas se enredaban resbalando la una con la otra…

Se separaron con una sonrisa y las mejillas teñidas, la mirada brillante y el corazón latiéndoles profundamente enamorado…

- ¿nos vamos ya?... – el pelinegro preguntó mientras rozaba su nariz con la de su novio… le amaba… tanto que casi parecía un sueño y no su hermosa realidad…

- siii *o* - el pelirrojo asintió emocionado apurándose en terminar de recoger la habitación mientras su novio terminaba de arreglarse también…

Y salieron a uno de esos días en que todo son sonrisas y alegría, tomadas de mano y platicas amenas, juegos y diversión, besos y sonrojos… felicidad y plenitud… un noviazgo por demás estable y romántico, tan hermoso que casi parecía irreal, pero estaba ahí… era palpable y vívido…

Llegaron exhaustos pero todavía sonriendo, unas bolsas más que antes de haber salido y mucho, mucho cariño más compartido.

El próximo destino decidido… las maravillas culturales de China.

Las bolsas de comida (casi puros postres y chucherías compradas a base de pucheros y morritos que Junsu le puso a Yoochun) fueron acomodadas en la cocina, las películas parar la tardeada de cine en casa en el mueble de la estancia, y esas prendas en el clóset… luego un rato de ver programas cómicos en la televisión y cerca de medianoche estaban listos para dormir…

- ¿me prestas tu pijama de angelitos?... – el pelirrojo preguntó mientras su novio sacaba su pijama azul a cuadros…

- claro… - el pelinegro sonrió pasándole el pijama… ya ni siquiera tenía que preguntar, prácticamente todos sus pijamas se los ponía su pequeño delfín, mientras que los de él duraban guardados hasta que Yoochun se los ponía un rato y Junsu se aseguraba de que tuviera su aroma…

Todavía no entendía ese gusto tan particular del pelirrojo, pero de alguna forma se sentía más unido a él, así que tampoco se lanzaba a las preguntas, Junsu era a su manera, un niño aún. El pelirrojo se colocó la ropa para dormir en el baño, para cuando volvió, Yoochun ya le esperaba acostado. Se metió en las cobijas y le dio un beso de buenas noches antes de abrazar a sus peluches y quedar de espaldas al pelinegro, quien le rodeó con cariño luego de apagar las luces.

Ambos cerraron los ojos y solo sus respiraciones se escuchaban… tranquilas, sin prisas… solo contentas como ellos lo estaban. Luego de unos minutos, cuando el pelinegro sentía que estaba totalmente relajado y apunto de conciliar el sueño, sintió a su novio moverse entre sus brazos hasta quedar de frente a él y abrazarle… ¿¡abrazarle!?... Junsu no soltaba sus peluches ni aún dormido, pero… lo estaba haciendo, le abrazaba y podía notar a ojos cerrados como si el pelirrojo le estuviera observando detenidamente en medio de aquella oscuridad.

El pelirrojo sentía sus mejillas ardiendo en carmesí y su corazón iba algo más rápido pero no a tropel… lo había pensado unos minutos y tenía su respuesta… estaba listo para amarse con su novio… tanteó con una de sus manos el brazo del pelinegro hasta llegar a su hombro y seguir despacio hasta su cuello, escuchó la respiración de Yoochun alterarse pero ninguno decía nada aún… su mano siguió el camino hasta encontrarse con la tibia mejilla de su novio y acariciarla con suavidad…

- Chunnie… - suspiró su nombre mientras se empinaba y buscaba los labios del pelinegro… labios que no dudaron en arropar los suyos con ternura dejándole un beso lento y muy dulce… - Chunnie… quiero… ésta noche quiero que nos amemos de otra manera… - suspiró y volvió a besarle sin dar tiempo siquiera a que el pelinegro procesara sus palabras… al menos no su mente, porque su corazón lo quería también y su par se lo clamaba latiendo ya al unísono…

- Te Amo… - y el pelinegro no pudo menos que murmurar aquello contra sus labios mientras le atrae entre sus brazos dejándole sobre su cuerpo… - mucho, Junsu ah… - y besarle… besarle una y otra vez con la misma dulzura pero algo más de pasión cada vez…

Y son las manos de Yoochun las que comienzan a moverse acariciando la espalda del pelirrojo, delineando la curva de su figura y rozando apenas la piel bajo el pijama… tibia, suave, perfecta… Junsu se deja hacer consciente de que no sabe lo que deba hacer a cambio, suspirando entre besos, sintiendo cosquillas y algunos temblorcillos ante aquellas caricias que dejadas sobre su cuerpo le hacía sentir algo más de calor…

- Junsu ah… - jadeó el pelinegro al sentir los labios de su novio bajando por su cuello… así como él en más de una ocasión hubiera terminado haciendo con el pelirrojo… - esto es… hacer el amor, mi pequeño delfín… - suspiró al tiempo que se giraba dejando a su novio bajo su cuerpo repartiendo sus besos por su cuello y pasando detrás de su oreja lamiendo ahí en el gesto más atrevido que hubiera tenido con su novio…

- ahh… - el pelirrojo jadeó y sintió su temperatura corporal subir más ante esa humedad que ahora la lengua y labios de su novio iban dejando por su cuello al tiempo que sus manos palpaban con suavidad sus costados por debajo del pijama…

Los jadeos que el pelirrojo comenzaba a soltar incentivaron el deseo de Yoochun y sus manos inquietas remangaron la parte superior del pijama para tener a su alcance ese torso suave en el que resaltaban los músculos con sutileza, líneas que demarcó con sus dedos mientras su boca encontraba un punto en la clavícula que marcar con sus labios succionando delicadamente hasta dejar la zona rojiza; Junsu solo podía sentir y cerrar los ojos, disfrutar y aguardar…

- Junsu ah… quiero verte, ¿puedo encender la luz?... – preguntó notando el tono de su voz excitada…

- si .///. – el pelirrojo se mordió el labio y jadeó cerrando fuerte los ojos cuando al pelinegro moverse para encender la luz, sus caderas se frotaron sintiendo su entrepierna reaccionar y enrojeciendo furiosamente por ello…

- eres precioso… - susurró embelesado con la expresión sonrojada de su novio, le acarició una mejilla y volvió a besarle con calma mientras le ayuda a incorporarse quedando sentado, él de rodillas entre sus piernas, y le retira con cuidado la parte superior del pijama desordenándole el cabello pero pareciéndole tanto más adorable…

- Chunnie… no sé qué debo hacer yo contigo… - murmuró sintiéndose de pronto algo torpe e inseguro, porque parecía que solo él recibía las atenciones de su novio pero presentía que algo debía entregar a cambio…

- está bien, Junsu ah… - enternecido, sólo pudo besarle otra vez mientras le recostaba con cuidado… - solo tienes que hacer lo que te nazca, dejarte llevar por lo que sientes… - sus labios repartiendo besos por todo su rostro…

- ¿y si me equivoco?... – murmuró sintiendo un peso repentino en el estómago, mirándole con sus ojos marrón casi asustados…

- no lo harás, mi delfín… - sonrió mirándole a los ojos con cariño… - ¿sabes por qué?... – el pelirrojo negó… - porque nos amamos, y eso es lo más importante para hacer el amor… - luego ese beso tanto más dulce que ningún otro que diluyó las dudas y los temores en el pelirrojo…

Las manos de Yoochun volvieron a moverse sigilosas por el pecho desnudo del pelirrojo acariciándole lentamente, casi dejándole sentir solo el roce de las yemas de sus dedos. Junsu sentía cada segundo más calor y más agradable ese contacto, sus ojos semicerrados y su respiración agitándose como el ritmo de su corazón. La boca del pelinegro descendió por su pecho hasta llegar a sus pezones, los bordeó con besos antes de lamer cada montecito…

- ahh… - y arrancar ese primer gemido de la noche en el pelirrojo…

Volvió a lamerle humedeciendo con su saliva cada pezón, sus manos vagaban acariciándole el torso, los brazos y el cuello… luego probó chupar un pezón y el delfín arqueó suavemente la espalda gimiendo más ronco. Yoochun comprendió que hacer eso le gustaba y repitió la acción numerables ocasiones hasta que estuvieron bien erectos y sensibles al simple golpeteo de su aliento…

- Chunnie… yo quiero… - susurró con la voz alterada y su cuerpo presa del calor, llevando sus manos a los bordes de la parte superior del pijama para sacárselo como el pelinegro hubiera hecho antes con él…

Haciendo lo que le nacía dejándose llevar…
Compartiendo ése hacer el amor…

Yoochun cooperó dándole libertad a su novio de tocarle como quisiera, notando cómo aún con nerviosismo comenzaba a tocar su piel admirándole detenidamente, ambos de rodillas en la cama uno frente al otro. Junsu delineaba con parsimonia cada trazo de piel, cada músculo; grabándose en la memoria la textura y tibieza de su piel, los puntos en los que parecía estremecerse más y suspirar cerrando los ojos y jadeando su nombre…

- Su… - jadeó algo más fuerte cuando el pelirrojo llevó su lengua por el medio de su pecho hasta la clavícula, donde mordisqueó antes de subir hasta su boca y besarse apasionadamente mientras se abrazan y sienten el roce de sus pechos desnudos aumentarles más la temperatura de sus cuerpos…

Las manos de Yoochun resbalaron sinuosamente por su espalda hasta su trasero, acariciándole con suavidad en tanto uno tras otro siguen con sus besos. Junsu lanzaba pequeños gemidos y sentía cómo su entrepierna comenzaba a crecer entre sus pantalones, además de que se sentía avergonzado, pero muy feliz… de la misma manera despertaba la erección del pelinegro y se rozaban al estar abrazados así… el pelirrojo llevó sus manos a los hombros de su novio apartándole un poco… acción que contrarió al ratón creyendo que quizá iba demasiado rápido…

- me… yo… Chunnie o//o – tartamudeaba nervioso y excitado el pelirrojo, sintiendo que el bóxer molestaba a su entrepierna…

- ¿quieres parar?... – cuestionó apenas con la voz ronca, apartando sus manos del trasero de su novio… el pelirrojo negó suavemente mordiéndose el labio… no sabiendo si decir o cómo a su novio que le comenzaba a doler la entrepierna…

El ratón le observó detenidamente tratando de entender lo que de pronto pasaba con su novio… y lo comprendió apenas su mirada se topó con ese bulto resaltando en el pantalón del pijama…

- ¿duele?... – cuestionó sonriendo suavemente y rozando apenas por encima del pantalón su entrepierna…

- ahh… - gimió sonrojándose furiosamente otra vez y asintiendo por toda respuesta…

- es normal… estamos… excitados, Junsu ah… porque nos deseamos… - trató de explicarle y brindarle seguridad y confianza ante eso que pasaba en su cuerpo… después de todo, el pelirrojo seguía siendo inocente en muchos aspectos…

- ¿ta…también tú, Chunnie?... – se dejó recostar sobre el colchón mientras el pelinegro asentía y dirigía su mirada a su propia entrepierna… se sonrojó y optó por besarle de nueva cuenta mientras sus manos se encargaban de bajar el pijama hasta los muslos, resbalando luego otra vez con sus labios por su pecho y torso cuesta abajo, metiendo su lengua en su ombligo para luego sacarle por completo el pantalón y dejarlo por ahí en la orilla de la cama…

Subió con besos por sus piernas, acariciando luego la parte interna de sus muslos hasta tomar el bóxer y bajarlo con algo de ansias dejando al descubierto el miembro erecto de un pelirrojo que inmediatamente se cubrió con sus manos…

- mhh… - gimiendo por su propio roce, pero sintiéndose demasiado avergonzado de que su novio le vea totalmente desnudo…

- ¿Junsu ah?... – el pelinegro le miró inquieto pero sin dejar de sonreírle. El pelirrojo se mordió el labio pero no dijo nada ni se movió… - ¿te da vergüenza?... – el delfín asintió, sus mejillas arreboladas de carmesí, las pupilas brillantes… - no tienes porqué, soy tu novio… - se inclinó para besarle la mejilla y luego los labios, más las manos del pelirrojo no se apartaron… el pelinegro no intentaba presionar, pero presentía que su delfín solo necesitaba algo más de seguridad y confianza… - también me avergüenzo, ¿sabes? Y está bien, es la primera vez que nos amamos así… nuestra primera vez haciendo el amor… - volvió a besarle con ternura y llevó una de sus manos a las del pelirrojo… - ¿quieres que me desnude ya? ¿verme también?... – sonrió acariciándole la mejilla… el pelirrojo asintió sin mover sus manos aún…

Yoochun entonces sonrió, le besó una mejilla y se incorporó para quitarse el pantalón de su pijama con todo y la ropa interior. Junsu sintió su corazón golpetear furioso contra su pecho y todo su cuerpo arder cuando sus ojos se encontraron con la entrepierna despierta de su novio… el pelinegro se sintió tanto más avergonzado que nunca en su vida y por un segundo tuvo el impulso de cubrirse también… entendió cómo debía sentirse su delfín ante él… así que solo volvió a acomodarse entre sus piernas e inclinarse hasta rozar sus labios…

-¿mejor así?... – preguntó llevando una de sus manos a las de su novio, tomando una de ellas y apartándola sin que opusiera ninguna resistencia… por el contrario, buscando su boca demandando uno más de esos besos apasionados…

Por supuesto, Junsu aún se sentía avergonzado pero la forma en que su novio le hablaba y guiaba le iba dando toda la seguridad que necesitaba. Cuando el pelinegro apartó una de sus manos, no dudó en descubrirse por completo y dejar que su novio le tocara suavemente mientras comparten más besos…

El tacto de la mano de Yoochun hizo jadear más errático al pelirrojo, y sus mejillas ardieron más a ser posible producto de vergüenza y excitación… sintió una especie de chispazos eléctricos viajar por su columna vertebral a cada segundo que la mano de su novio subía o bajaba por la extensión de su entrepierna, dándose cuenta de que aquella caricia le gustaba mucho, que le hacía sentir más calor pero a la vez cierta especie de alivio… placer…

- Chunnie… - gimió su nombre de modo tal que hasta se sintió avergonzado por el tono de su voz y la manera en que su cuerpo tembló ante esas caricias…

- Te Amo, Junsu ah… - volvió a susurrarle casi como si sintiera que aquellas palabras le harían sentir algo más seguro y libre de expresarse, de estar con él en aquél momento íntimo tan trascendental para ambos…

Porque era aún para Yoochun, la primera vez de hacer el amor…

Y continuó estimulándole con calma, sintiendo bajo su tacto, esa piel algo rugosa que dura y caliente se mantenía erguida y le daba un placer único y diferente a ese pelirrojo que cerrando los ojos solo podía dejarse envolver por esas sensaciones que le recorrían de pies a cabeza y nacían en el toque dejado sobre su miembro. No sabía… no sabía que todo aquel gozo podía sentirse tan solo porque la persona a la que ama es quien le toca así, algunas veces antes cuando era adolescente y vivía solo en la Isla, llegó a tocarse hasta correrse sin comprender por qué su cuerpo se sentía algo más ligero y relajado después de que aquel líquido blanco se derramaba… la primera vez, incluso se había asustado, había temido estar enfermo y no saberlo… luego, con el tiempo, aceptó que aquello sucedía cada tanto, sin realmente comprender el porqué… después de un tiempo de haber conocido a Yoochun y de aquella primera vez que le viera el torso desnudo y su cuerpo reaccionara con su corazón agitado, volvió a preguntarse lo que pasaba con él… cuestionó a Jae hyung al respecto y bueno… ya sabemos lo que respondió…

- mmhhh… - gimió más alto cuando algo húmedo pasó por su miembro… tembló de placer y luego se medio incorporó curioso mirando hacia abajo y descubriendo que el ratón tenía su rostro frente a su entrepierna y comenzaba a darle lamidas suaves a lo largo…

- ¿te gusta?... – cuestionó el pelinegro, y pudo darse cuenta de que era una pregunta con tono avergonzado… es que temía… temía tanto asustarle o ir rápido en el mínimo toque… pero era también un deseo demasiado grande y avasallador el que sentía por probarle…

- me… ahh… me gusta… Chunnie… - gimió algo más emocionado y sintiendo nuevamente esas oleadas de calor que le ardían en la piel luego que sintió la boca de su novio envolver su erección… y terminó recostándose nuevamente sobre el colchón cerrando los ojos y respirando laboriosamente… su rostro ruborizado y el sudor comenzando a perlarse en toda su piel…

Las manos del pelinegro descansaron unos instantes en los costados de su cadera antes de subir y acariciar con suavidad su torso, su pecho… sus pezones… esos montecitos que solo le provocaban más de esas deliciosas sensaciones a un Junsu que se escuchaba y no podía creer lo alto que podía gemir o lo agudo que su voz podía llegar a sonar… se sentía avergonzado pero feliz, emocionado y excitado… enamorado en cuerpo y hasta el alma…

Yoochun bajaba y subía con un ritmo tranquilo por toda su extensión, dejando que su lengua resbale contra esa rugosidad que tenía un sabor tan único, que casi le parecía irreal estar así con Junsu… tenerle en tal estado y sentir que sí… que lo estaba haciendo bien, no solo por el obvio placer que le estaba generando a su novio, sino también por saber que todo eso… que todos esos besos, esas caricias, esas miradas, ese intercambio de palabras, ese erotismo tan especial, eran solo producto del amor que se tienen… de ese sentimiento más fuerte y profundo que cualquier otra cosa en el mundo…

Sintió ese sabor agridulce que comenzó a sudar del miembro del pelirrojo y decidió liberarle de su boca… quería saborearlo, pero también quería sentirse dentro de él y alcanzar un primer orgasmo juntos… ya después tendría nuevas oportunidades de llevarle al límite solo con su boca… subió besando su vientre, su pecho, el cuello y su mentón hasta alcanzar sus labios y besarle con dulzura y pasión…

- Su… - jadeó en su oído pues él también llevaba el corazón a mil por hora y la excitación a flor de piel… - quiero… amarte… hacerte mío… - y supo… supo que no podía explicarle su más grande deseo con otras palabras… que esperaba que comprendiera aquello…

- ámame, Chunnie… - correspondió todavía con esa voz algo aguda y todo su cuerpo ardiendo en sensaciones de gozo…

Junsu pasó sus manos por la espalda del pelinegro mientras le besaba hasta quedarse sin aliento y sentía a Yoochun llevar sus manos hasta sus glúteos, pasando uno de sus dedos entre ellos hasta rozar su entrada… jadeó entre sorprendió y entregado, inconscientemente sus manos se aferraron al cuello de su novio y abrió sus piernas dándole mayor espacio para hacer lo que fuera que estuviera haciendo… es que el pelirrojo solo podía sentir y dejarse llevar… disfrutar y esperar… esperar porque Yoochun le dicte a su corazón todo aquello que debe entregar a cambio…

Miró a esos ojos marrón que apenas se mantenían abiertos y vio en ellos ese brillo que nunca antes hubiera visto en sus pupilas… y supo más que nunca que el amor que se tienen era fuerte y más que cosa del destino, de sus almas vibrando a la par y sus corazones latiendo al unísono… aquello era amor en el más amplio y romántico de los sentidos… uno de sus dedos seguía rozando aquel espacio íntimo que moría por ocupar, pero se sentía sinceramente un tanto nervioso por continuar, es que no tenía nada de experiencia en ello, jamás había estado con un chico en la intimidad (y eso era maravilloso para ambos) y se arrepentía de no haber escuchado los sabios y experimentados consejos que Yunho y Jaejoong pudieron ofrecerle cuando se ponían de informativos a platicar con él, curiosamente, todo antes de que Junsu llegara a su vida, es más, tenía la impresión que desde que son novios, el moreno evita los temas y al pelioscuro solo le causa gracia y quizá ternura…

Nociones era lo único que tenía acerca de cómo hacer el amor con un chico… así que no tuvo más remedio que ajustarse a ello y esperar no equivocarse o lastimarle demasiado… sabía que a los chicos sobre todo en la primera vez, les dolía la unión, al pasivo, en ese caso, su pequeño delfín que le estaba entregando todo de él…

Humectó con su saliva tres de sus dedos y los llevó con cuidado hasta su entrada… murmuró palabras de cariño al pelirrojo y comenzó metiendo el primero… el delfín cerró los ojos con fuerza y se tensó por el dolor de aquella acción…

- Chunnie… duele… - murmuró apenas sin poder abrir los ojos ni pudiendo creer que hacer el amor doliera así…

- lo siento, baby… - el pelinegro le miró asustado sacando su dedo y subiendo a sus labios para besarle dulcemente… con el corazón encogido pues le había lastimado…

- no… no pares, Chunnie… - aún así, aún y cuando dolía… el pelirrojo presentía que estaba bien… que no podía ser de otra manera… y que solo quería hacer el amor con su novio hasta el final…

- te he lastimado, no quería Su… - le acarició una mejilla y besó su rostro con ternura, pero la culpa que se leía en sus orbes oscuras no pasó desapercibida para el delfín…

- debe ser algo inevitable… - susurró esbozando esa sonrisa que tampoco ocultaba ese deje de incomodidad que esa primera invasión había dejado…

- podemos esperar a otro día… - murmuró abrazándole con cuidado…

- pero quiero que sigas… quiero que hoy sea nuestra primera vez, ratoncito… - formó un puchero y le besó dulcemente… llevando algo torpemente su mano a la erección de su novio… - creo que… no puedo esperar un día más por saber lo que es hacer el amor contigo… - susurró con voz suave y avergonzada…

- ya lo estamos haciendo, mi pequeño delfín… - sonrió enternecido y besó su mejilla antes de volver a acomodarse entre sus piernas para continuar con la preparación…

- deja… yo lo hago… - el pelirrojo tomó esos dedos que su novio pretendía lamer y los llevó a su boca chupándolos como si fueran dulces, lamiéndolos a ojos cerrados y escuchando esos jadeos del pelinegro que solo le hacían sentir algo más avergonzado pero terriblemente feliz…

Luego que Junsu hubo humedecido sus dedos, Yoochun los llevó nuevamente hasta su pasaje, pero esa vez decidió estimular al mismo tiempo otras partes del cuerpo de su novio para que no registrara solamente las intromisiones, de esa manera uno a uno sus tres dedos fueron ocupando ese lugar tan estrecho y cálido que se dilató palpitando en espera de ese trozo de carne que rozó contra su intimidad mientras el pelinegro le instaba a quedar de medio lado y se acomodaba a sus espaldas, posando sus manos en el vientre del pelirrojo…

- iré despacio, si duele demasiado pararé… - levantó la pierna izquierda del pelirrojo y colocó la punta de su erección en su entrada comenzando a penetrarle… despacio, suave, cuidadoso… con amor…

Junsu sintió una punzada de dolor que le hizo cerrar con fuerza los ojos y arquearse terriblemente incómodo mientras sentía una lágrima resbalar por su mejilla… luego a Yoochun frenando y moviéndose apenas para alcanzar su erección y bombear para intentar distraerle antes de decidir abandonar esa sensación cálida que su estrechez le iba dejando conforme iba perdiéndose en ella…

El pelirrojo no dejó de sentir el dolor, pero era más grande la contentura de saber que eran uno, que estaban haciendo el amor, que su novio se preocupaba por él como nadie más podría hacerlo… y luego de unos instantes el pelinegro finalmente se quedó quieto pues había llegado al tope de su interior… esperaba haber tenido razón y que aquella postura fuera de hecho, menos dolorosa que de cualquier otra manera, pues así no dejaba su peso sobre el pelirrojo, y podía sentir más cerca sus cuerpos compartiendo su calor y esos latidos erráticos que en nada perdían ese cariño mutuo que se profesaban.

Mientras aguardaba esperando que el delfín se acostumbrara a su intromisión, le acarició con ternura aquí y allá, besando su hombro, su nuca, su cuello, sus mejillas, estirándose hasta alcanzar sus labios y sonriéndole con amor susurrando esas palabras de amor que sabe, calman un poco más a su novio… cuando sintió a Junsu relajarse entre sus brazos, comenzó a moverse… saliendo despacio detectando aún esa incomodidad en los gemidos ahogados de su novio, volviendo a embestirle con lentitud… repitiendo la misma acción varias veces antes de escuchar jadeos algo más libres y placenteros venir de su novio…

- ahh… Chunnie, ahh… me gusta… mhh… - y es que el pelirrojo podía ya sentir ese roce de la entrepierna del pelinegro cada que se deslizaba dentro y fuera con esa suavidad que solo le hacía sentir algo más especial y enamorado… feliz…

- mhh… me… ahh… encanta también, Su ahh… - el ratón sonrió enterrando su rostro contra la nuca de su novio al tiempo que sentía necesidad de algo más de rapidez y profundidad en sus estocadas, pero esperando un poco más pues no quería llegar a lastimarle…

Las embestidas del pelinegro le estaban llevando a un mundo que también le resultaba nuevo, pero de lo más hermoso que sabe podrá recordar a lado de su novio. Instantes después los gemidos de los dos se hicieron algo más roncos y altos, y ya el pelirrojo movía, sin darse cuenta, sus caderas contra su novio… el calor era denso, el sudor resbalaba brillante por toda su piel, sus manos entrelazadas y los murmullos de sus voces gimiendo sus nombres y diciendo incoherencias que en su discrepancia dejaban más que claro el amor con que se entregaban…

Unos minutos más tarde y cuando ya Yoochun sentía que Junsu estaba lo suficientemente acostumbrado a su erección, decidió aumentar la velocidad y la profundidad, pero también quería verle de frente y besarle, abrazarle y no soltarle ni un segundo; así que salió despacio de su interior listo para retomar la postura anterior…

- Chunnie… - el pelirrojo le buscó al instante, estirando sus brazos y buscando su mirada… - Chunnie, no me dejes… - jadeó apenas entre suspiros y gemidos…

- no te dejo, aquí estoy mi delfín… - se acomodó entre sus piernas abrazándole y besando sus labios al tiempo que volvía a penetrarle y comenzaba con un ritmo lento aumentando de a poco sus movimientos…

Los gemidos volvieron a aparecer y sus bocas rozándose demarcaban la cercanía que mantenían, sus cuerpos pegados, los brazos del pelirrojo en la espalda de su novio, sus piernas alrededor de su cintura sintiendo la profundidad con que tocaba su interior llevándole a lo que debía ser el paraíso; su erección frotándose entre sus cuerpos dejándole sentir esa delicia casi igual a la que la boca de su novio le hubiera dejado minutos atrás… el pelinegro anclado a sus caderas, embistiendo con algo más de fuerza pero con cariño y dulzura, con esa pasión tierna que su novio le inspira… y lentamente fueron acercándose al final, a ese momento en el que el calor se concentra en el bajo vientre y pierden noción de todo a su alrededor excepto ese ser uno que tanto placer y contentura les estaba dejando sobre el cuerpo y en el alma…

Y pasó… alcanzaron ese primer orgasmo juntos lanzando un gemido ronco y sintiendo que todo el cuerpo les temblaba, que el mundo desaparecía totalmente y solo quedaba una sensación de plenitud indescriptible. Yoochun se dejó caer sobre el cuerpo de su delfín sonriendo feliz con la respiración agitada y ese calor en el vientre que sabe proviene de la semilla de su novio… Junsu le acariciaba los largos mechones negros sonriendo también contento, preguntándose si podrían hacer el amor todos los días, porque era simplemente hermoso y perfecto sentir todo aquello, experimentar esa sensación cálida en su interior que no era otra cosa que la semilla de su ratón inundándole.

Pasados unos instantes, el pelinegro se incorporó besando su mejilla y saliendo despacio de su interior… el pelirrojo gimió sintiendo un dejo de incomodidad cuando su novio le abandonó pero sintiéndose aún inmensamente feliz… Yoochun rodó a su lado atrayéndole en un abrazo protector y cariñoso…

- ha sido maravilloso, Chunnie… - murmuró recostándose contra su pecho, ahí donde el corazón de su novio parecía ir recuperando el ritmo normal de sus latidos…

- lo ha sido, Junsu ah… hemos hecho el amor… - y solo nombrarlo como una realidad, hacía que nuevamente algo explotara en su interior… todo ese amor que se tienen…

- quiero repetirlo todos los días… - sonrió el pelirrojo…

- ok o///o – el pelinegro atinó a sonrojarse por la inocencia con que su novio hablaba de aquello… es que a él de pronto le daba esa vergüenza que suponía, no debería sentir… pero era algo que el pelirrojo lograba en él…

Siguieron regalándose besos y mimos hasta que el sueño les venció…
Y el alba despuntó en el horizonte filtrándose apenas por las cortinas de la ventana. Yoochun despertó primero, y se quedó observando, como parecía haberse vuelto su costumbre, el rostro relajado y sonriente de su novio. Junsu sintió algo tibio en su mejilla y luego en sus labios, y aún entre sueños, supo que eran los labios de su novio…

Labios que atrapó apenas abrió los ojos besándole como si fuera la primera o la última vez… con todo el amor que tenía para su ratón. Y le abrazó sonriendo feliz pero notando esa incomodidad en su espalda baja que el mismo pelinegro notó al verle fruncir el ceño como niño pequeño a quien le han hecho disgustar…

- creo que hoy nos quedaremos todo el día aquí… - sonrió con un dejo de culpa, acariciando su mejilla y besando su boca brevemente…

- me gustará quedarme contigo igual, Chunnie… - devolvió la sonrisa y se recostó en el pecho del pelinegro… luego el móvil del pelirrojo sonó e intentó girarse para tomarlo de la mesita de noche, pero la incomodidad en su trasero le hizo quedarse apenas de espaldas… el pelinegro se apuró en tomar el aparato y vio el nombre de su madre en la pantalla…

- es mi umma… - el pelirrojo tomó el móvil de mano de su novio y contestó… el pelinegro no entendió del todo de qué iba la conversación pero la peculiar risa de su novio le hizo comprender que aquello solo podía ser bueno… - ¿y bien?

- tu mami ha dicho que me raptará unos días la semana próxima porque iremos de viaje… - explicó mientras le abrazaba de nuevo oliendo su piel… ahora diferente… porque aún conservaba el aroma de los dos…

- ¿viaje? ¿a dónde?... – el delfín solo rió algo más…

*****

Ese viaje que su novio hiciera fue todo un tormento, tres días sin verle, sin escucharle, sin sentir su calor, ni probar sus labios… nunca, nunca más dejaría que su madre se lo llevara por días enteros lejos de su persona. Era eso lo que Yoochun pensaba mientras esperaba la llegada de su novio, que encima, no le había querido decir la hora en que llegaba porque era un secreto…

- ¿qué narices tiene de secreto que se haya ido de viaje?... – cuestionó al aire frunciendo el ceño y escuchando un auto frenar fuera de la casa de sus padres, ahí donde le habían dicho debería esperar por Junsu… y salió corriendo apenas vio a su delfín bajar del auto, atrapándole en un fuerte abrazo sin siquiera dignarse a esperar a que su madre bajara, el pelirrojo había dado un saltito para abrazarle con sus piernas y sonreír radiante al verle también después de esos días extenuantes en compañía de su “suegra”… - te extrañé tanto… - y así sin más, le besó dulcemente siendo correspondido de la misma manera…

- también te extrañé Chunnie *o* - desdobló sus piernas y volvió a tocar el piso pero sin dejar de abrazarle… la Sra. Park carraspeó… y ambos volvieron su atención a ella…

- bienvenida mamá… - el pelinegro se separó de su novio (aunque no tenía ganas de ello) y abrazó a su progenitora dándole un beso en la mejilla…

- ya, ya, que sé que mueres por volver con tu novio a su departamento… - la mujer sonrió e indicó a uno de sus empleados que llevaran unas cajas y bolsos dentro hasta su habitación… - recuerda, hijo… - habló dirigiéndose al pelirrojo… - la caja grande solo puedes usarla hasta que Yoochun te lo pida… - le guiñó el ojo y caminó dentro de su casa… lista para comenzar a planear esa noche para el Sr. Park que debía ser especial…

- ¿Qué debo pedirte?... – el pelinegro cuestionó visiblemente confundido mirando a su novio…

- lo sabrás por ti mismo, Chunnie… eso ha dicho tu madre… - sonrió con las mejillas ligeramente ruborizadas y tomó la mano de su novio… - ¿vamos a casa?

Yoochun asintió aún confundido… pero ahora más interesado en recuperar algo de besos y caricias por esos largos días que pasó lejos de su Junsu…

Y caminaron hasta el auto que les llevaría a ese departamento que llamaban hogar… ahí donde tenían toda clase de recuerdos, donde se respiraba su amor… donde dos peluches permanecían juntos contra los almohadones de la cama compartida… ahí… donde Junsu y Yoochun habían encontrado un destino común…

Ellos mismos…



4 Comentarios:

  1. Anónimo4/24/2011

    kyaaaaaa....este es uno de los lemos mas romanticones q he leidoo..^-^!,me guthoo muzhooo..:D!,pero ahoraaaa...q habra en esa caja..?!?!!

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  2. Anónimo5/17/2011

    ya sospecho lo que hay en la caja, oh si! la mamá de chunnie es un amor! :D ya quiero que use eso!! :)

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  3. waaaaa!!!! yoo tambiieen sospeechoo lo qe hay adentroo de laa cajaa!! adoro la mama de Yoochuun!! wiii :D

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  4. Aaaahhhh por qué el Yoosunse tan perfecto??? Muero de envidia cada que Mi Ratón ama a Junsu con cada poro de su cuerpo totalmente enamorado. Qué lo cuide y lo hacía tan feliz. Ohhhh La señora ama a su núero delfin!!! Etengo curiosidad de saber que traman.

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