Los Arcontes
Los arcontes son seres celestiales enviados por una deidad para cuidar, vengar o juzgar las injusticas que se producen en nuestro plano material.
Los arcontes son verdaderas autoridades de la moral y la ética, y han existido desde el nacimiento de los dioses. De hecho, la palabra arconte, del griego “archai”, significa origen o comienzo.
En la antigua Grecia se conocía como arcontes a los habitantes destinados a convertirse en la autoridad suprema, fuese política o religiosa. Dictaban las normas, las hacían cumplir e impartían castigos a los descarriados.
La figura del arconte ha sido reconocida en numerosas mitologías y civilizaciones, y algunas han conseguido nombrar hasta 5 arcontes. Esto no significa que no haya más, sino que nunca se han materializado en nuestro plano.
Los arcontes son eficaces y poderosos intermediarios. Son la conciencia y, en cierto modo, el ente físico que se encarga de llevar a cabo todo lo que el dios necesita ejecutar. Son La Autoridad.
Es lógico pensar que estos seres poseen un gran poder, pero hay mucho más. Su fuerza y gracia son celestiales, divinas. No necesitan hablar, aunque lo hagan, y no necesitan luchar, aunque porten armas arcanas. Su mera presencia es una revelación que despeja la mente y el espíritu.
Suelen aparecer bajo la forma de un humano, hombre o mujer, de piel y cabello azul, blanco o dorado. La mayoría posee enormes alas angelicales aunque no las necesitan para volar y moverse a voluntad. Pueden teletransportarse y estar a cada segundo en un lugar distinto.
Los arcontes hablan su propia lengua celestial y la lengua infernal. Aun así, pueden comunicarse con cualquier otro ser usando su empatía, de manera que se hacen entender aunque no se conozca ni una palabra del idioma angelical.
El aura del arconte es una de sus cualidades más llamativas. Cuando el arconte se manifiesta, su aura es de pura bondad y sus ojos se muestran comprensivos y llenos de amor. Si el arconte debe tomar una actitud más correctora, su aura se transforma en un amplio halo luminoso de protección para sí mismo y para las criaturas de buen corazón que estén presenten. Si el arconte debe mostrarse hostil ante una criatura malvada, su aura se convierte en halo amenazador sediento de justicia al que muy pocas criaturas infernales escapan, ya que debilita y merma la voluntad.
Un arconte presenta también la capacidad de atravesar la oscuridad y la penumbra con su mente, permitiendo a sus ojos ver todo lo que esconden las sombras.
Un arconte procura no hacer nunca daño. Es raro que luche contra un enemigo y, si lo hace, usa su poder para neutralizar, no para dañar. Sin embargo, si su oponente es realmente malvado, puede provocar la temida ira del arconte. En ese momento el arconte se convierte en la venganza personificada y no dudará en usar todos sus recursos para atacar y castigar a la criatura.
Parte de este enorme poder es amplificado por el arma que portan. Suelen usar espadas, tridentes o lanzas rúnicas. Estas runas arcanas poseen la capacidad de ampliar los poderes sobrenaturales y celestiales del arconte hasta el punto en que pareciera que el mismo dios que envía al arconte se hubiese personado. Es por eso que estas armas no se usan realmente para la lucha cuerpo a cuerpo. Los arcontes no necesitan luchar físicamente, aunque pueden hacerlo si lo desean.
Los arcontes presentan, además, ciertas resistencias naturales que los hacen más invulnerables. Pueden crear círculos mágicos contra el mal y no se ven afectados por los elementos como el frío, los rayos, etc.
Los 5 arcontes
Ellos son las divinidades en quien dios confía ya que son los que aman a la humanidad como su creador le ama, y no les importa peligrar su existencia con tal de protegerla.
A ellos se les dio la oportunidad o mejor dicho el deber de nacer como si fueran humanos sin serlo, para camuflarse ante el peligro que Leviatán representaba para la humanidad, ya que en busca de la mujer creada por dios la cual no encontródespertó su ira.
Leviatán es llamado el diablo viudo. El Leviatán representa el mal absoluto y es la bestia del Apocalipsis. Cuenta un libro sagrado, el Talmut, que en el quinto día de la Creación, Dios, creó y dio vida a dos Leviatanes. Estos monstruos eran serpientes malignas y creo un macho y una hembra, pero al ver que lo que había creado era totalmente horrible y podían acabar con la humanidad, así que decidió matar a la hembra para que no pudieran procrear.
Lilith, que para Leviatán era como el repuesto de su hembra perdida, suplico a dios su perdón y el sintiéndose conmovido por una criatura que el mismo creo la ayudo, también por el mal que sabía se avecinaba al procrear Leviatán con Lilith, decidió darle a sus propios seres divinos, los arcontes.
Los cinco Arcontes decidieron sacrificarse, logrando que la confusión del diablo se diera, y decidiera posponer su furia hasta que nuevamente apareciera la que él quería encontrar.
Se escondió en una de las arcontes que la misma Lilith eligió ya que era de una belleza inigualable, porque Lilith no dejaba de ser lasciva en sus decisiones, la arconte no debía estar sola, así que sus hermanos de raza se ofrecieron para confundir al diablo y ocultar su esencia con la de ellos mismos.
Así pues olvidaron con el paso de los años su naturaleza real, muriendo como humanos, y viviendo como ellos con el paso de sus vidas, Lilith se consagro con la arconte y ambas almas unidas significaban el mismo peligro puesto que se convirtieron en la misma esencia, si el diablo reconocía el alma de aquella que huyo volvería su ira y su deseo, por aquella que representaba la lujuria en él.
no tienes ni idea de quien carajos son los putos arcontes
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