Aun sin sentirse seguro, se levanto, observando entre otras cosas las montañas de regalos que había en el lugar, también había notado algo parecido en el camerino anterior, pero dada la sorpresa con la que se encontró al abrir la puerta, no se fijo en ello demasiado. Había desde cartas, dulces, ropa, joyas, hasta aparatos electrónicos, cada cosa se veía tremendamente costosa… y había montones y montones de ellas esparcidas por toda la habitación.
Para alguien como el, que era tan tímido, la idea de ser tan popular era medianamente remota. Se veía a si mismo como alguien que era invisible y pasaba desapercibido a los ojos de los demás, por lo que, la vida de un Host parecía en lugar de una realidad, una irónica fantasía. Suspiro al darse cuenta que, intentar ser alguien parecido a Yunho o a cualquiera de los demás host de aquel club era algo imposible, para empezar, ellos tenían mucha confianza en si mismos, eso podía notarse solo el tono de hablar que usaban, y aquella cualidad era algo con lo que el simplemente no nació o jamás supo desarrollar.
-Lo siento, era una de mis clientes –sonrió Yunho, volviendo a la habitación-
-Entiendo, debes estar ocupado –emulo, devolviendo la sonrisa- supongo que es mejor que me vaya…
-¿Has pensado en mi propuesta? –pregunto el mas alto cuando le vio acercarse a la puerta- Si has venido aquí, supongo que la idea no te parece tan descabellada.
-… ¿Vale la pena? –pregunto con duda, sosteniendo el pomo de la puerta- ¿en verdad vale la pena invertir tiempo en alguien como yo?
-Para venir aquí pusiste un gran esfuerzo –Respondio divertido, mirando a Junsu de pies a cabeza, notando que, por primera vez no lucia como un viejo en sus 45- Solo con eso lograste algo bastante significante, con un poco mas de ayuda y algo de disposición, lograremos algo impresionante…
Yunho se acerco lentamente y acomodo las manos en los hombros de Junsu, inclinándose hasta que su barbilla quedo al nivel de su nuca, a la altura suficiente para poder susurrarle al oído:
-Déjame sacar de tu interior aquel brillante ser que te esfuerzas tanto en ocultar…
Un tremendo escalofrío le recorrió la espina dorsal al tiempo que sus mejillas se encendieron al escuchar el ronco sonido de su voz contra su oído, Yunho sonrió apartándose un poco para dejarle espacio y que pudiera abrir la puerta y el menor sin más prisas salió del camerino no sin antes volver a escuchar la voz de Yunho:
-Te estaré esperando a la hora habitual, en la cafetería…
Junsu asintió con la cabeza como respuesta y camino raudo por el pasillo, y volvió a la planta baja, el lugar estaba lleno de personas, hombres y mujeres hermosos que a simple vista parecían muy adinerados –y debían serlo, Klous no era un club cualquiera-.
Vio desde la distancia al lindo pelinegro de hacia un rato, que levanto la mano y lo saludo, el le correspondió con una leve reverencia, y sin mirar atrás o fijarse en nadie más, salió del club y se apresuro a su auto. Una vez dentro del vehículo, desvió la mirada una última vez hacia el edificio y suspiro, encendiendo el motor y regresando de vuelta a casa.
[…]
-¡Que día! –Suspiro cansado el pelinegro, tirándose en el sofá- Los fines de semana son tan agotadores…
-Eres un quejica de lo peor –se burlo Yunho, quitando los pies que el pelinegro subió a la bella mesa de cristal de su camerino y sentándose a su lado, distraído con el teléfono-
-Ey, ¿Quién era el cordero asustado?... No me digas que ahora te gustan los tímidos –pregunto en burla, petando el muslo de Yunho, este levanto la mirada, ondeando su sonrisa de oro-
-Quien sabe… quizás si, quizás no…
-No me lo creo… -emulo, abriendo la boca por la sorpresa- ¡No es tu tipo! ¡No es para nada alguien con quien U-Know Yunho saldría!
-Y según tu, ¿Quién es mi tipo?...
-¿Yo?
-pffftttt –se rio- No tengo tan mal gusto…
-Ah, cállate gilipollas, bien que me deseas…
-Lo que digas –se rio de nuevo, seguidamente alejo la vista del celular y levanto la mirada hacia el chico, le miro detenidamente y luego se deslizo por el sofá, acercándose peligrosamente al pelinegro, que acto reflejo se aparto-
-¿Qué?
-Ya que lo viste ¿Qué estilo de ropa crees que le convendría?
-¿Eh?
-Eres bueno para eso, tienes mas ropa que comida en el refrigerador, anda dime, ¿Qué estilo le va?
Jaejoong se detuvo a pensarlo un momento, luego miro alrededor de la habitación y se levanto, rebuscando entre las cosas de Yunho. Este último espero paciente a que el pelinegro le diera respuestas, y finalmente saco de su armario varias prendas:
-¡Esto! –grito, señalándole a Yunho las prendas- Cuando vi su tono de piel y la forma de su cara, supe que algo así le vendría bien. No es un tipo de usar colores, es abstraído y plano, por lo que esto va con su personalidad, algo elegante y sobrio, pero no aburrido.
Yunho miro detenidamente las prendas y definitivamente visiono a Junsu en ellas, por ello, tomo su laptop y la encendió, y le pidió más asesorías a Jaejoong, que no dudo en hacerse cargo y hablar y hablar, como si se tratara de un estilista experto. Para cuando su turno volvía a empezar, ya tenían juntos armados todo un outfit para Junsu, un cambio total de imagen de pies a cabeza.
Por supuesto, Yunho inevitablemente tuvo que compartir con Jaejoong la razón de sus preguntas, y este respondido entusiasmado y le ofreció ayuda para todo lo que necesitara.
Con aquella asesoría, Yunho se aproximo a la cafetería al día siguiente a la hora acordada, allí, Junsu lo esperaba en la mesa de siempre, con su desentonado traje de oficinista y el tic nervioso de sus dedos, cuando se acerco, inmediatamente el menor dio un salto y lo saludo nervioso, dándole paso para que tomara asiento:
-¿Por qué estas tan nervioso?
-L-Lo siento… es que pensé que no te aparecerías.
-Solo fueron 10 minutos de retraso.
-Suelen dejarme plantado, por lo que… -murmuro, agachando la cabeza- estoy habituado a…
-Yo jamás lo hare –respondió casi inmediato, frunciendo el ceño- No debes esperar que por una o dos situaciones que te hayan sucedido creer que así pasara siempre… a partir de ahora, nadie te dejara plantado –Aseguro, levantándose de la silla- Vamos, antes que hacer cualquier cambio exterior, debemos trabajar en tu confianza…
Junsu se levanto, obedeciendo las palabras de Yunho, y ambos salieron de la cafetería. El mayor lo llevo hasta su auto y luego dieron un paseo a marcha lenta por las carreteras vacías de Seúl.
Aunque al principio del camino Yunho se mantuvo callado, luego de varios minutos de camino, comenzó a hacerle preguntas a Junsu, que se tomaba su tiempo para pensarlas y contestarlas, sintiéndose ligeramente más cómodo con la presencia del mayor:
-¿Cuándo fue la primera vez que te dejaron esperando?
-N-No lo recuerdo bien… ¿en escuela media? –Suspiro- espere cerca de dos horas y al final… al parecer se trato de una broma –sonrió forzado, moviéndose el pelo con la manos, Yunho lo miro de reojo, aun con las manos en el volante-
-¿Te gustaba?
Junsu asintió, volviendo al tic nervioso de sus dedos, y otro suspiro se escapo de sus labios – Me pidió salir repentinamente. Era alguien demasiado ingenuo como para saber que se trataba de una broma, y al final, todos en la escuela se burlaron por el tiempo que espere de pie frente al teatro. Incluso apostaron dinero para saber cuanto tiempo aguantaría –apretó sus manos con fuerza- supongo que a partir de entonces, las veces en que me plantaron fueron muchas…
-Así que a eso se remite –emulo Yunho calmado, bajando la velocidad, conduciendo a través de una larga carretera oscura y vacía- Trasmites el miedo a que te decepcionen y por eso, en lugar de guardar esperanzas y luego perderlas, simplemente las pierdes de inmediato, esperando que al final te decepcionen. Por ello, tiendes a darte por vencido tan facil.
-Eso es… tal vez sea así –una risa nerviosa se escapo de sus labios, al tiempo que levantaba la mirada y se perdía en la carretera desolada… preguntándose porque sentía haber transitado este lugar antes, y luego de un tiempo, pudo reconocer claramente que ya había pasado por ese lugar, antes, de echo, prácticamente hace unas horas- Esto… ¿A dónde vamos?
-A ningún lugar –respondió Yunho- hemos estado dando vueltas en círculos desde el inicio-
-¿eh? ¿Por qué? –pregunto extrañado, enderezándose-
-Si estábamos en un lugar público, no lograría que te abrieras a mí de esta forma. Mientras conducíamos, estabas concentrado en que en algún momento llegaríamos a algún sitio y la conversación acabaría, por lo que respondiste a las preguntas esperando ese momento. Pero al final, solo hemos estado dando vueltas en círculos porque esperaba que contestaras sin problemas…
Junsu miro a Yunho algo extrañado y luego, calmado, volvió la mirada al frente y relajo su cuerpo, Yunho entonces aumento la velocidad del auto y el paisaje oscuro de la carretera cambio a uno mas claro:
-¿Es algún tipo de terapia psicológica? –Pregunto luego de un breve interludio de silencio-
-Lo es –sonrió tranquilo- mi hermana, mientras estudiaba muchas veces pedía mi ayuda, cada que tenia un examen íbamos a dar un paseo a ningún lugar, mientras lo hacíamos ella escribía varias preguntas y yo se las recitaba. Estando así, contestaba fácilmente. Mientras se viaja el cuerpo se relaja y la mente se despeja. El miedo, el temor y la angustia desaparecen mientras estas en movimiento. La velocidad también era importante… de esa forma consigues concentrarte solo en lo que te preocupa y no en miles de cosas a la vez.
Mientras me dirigía al restaurante pensaba en la forma en la que confiaras en mi, y me pudieras contar cual era la raíz de tus problemas, sin saber nada de psicología, lo único que se me vino a la cabeza fue aquella costumbre que tenia mi hermana y quise probar para saber si funcionaba contigo.
-Funciono…
-Bueno, eres alguien bastante reservado por lo que no creí que funcionaria –sonrió, volviendo entonces al paisaje normal de ciudad, las luces de los edificios de Seúl- Me alegro, eso significa que estas empezando a confiar en mi.
-Creo que lo estoy haciendo –respondió a la sonrisa- y ¿A dónde vamos ahora?
-A tu casa…
-¿A mi casa?
-Si, es todo por hoy… -Yunho viro un poco su rostro para mirar a Junsu, que volvía a tensarse- ¿Dónde vives?
El menor viro la mirada a un lado y se acomodo en el asiento, luego, paso la mano por su pelo y la retuvo por un momento en su barbilla, Yunho aguardaba a su respuesta, aun cuando el semáforo en el que se habían detenido ya estaba en verde:
-¿Y bien? –Pregunto impaciente el mayor-
-Seolnam… -murmuro, al tiempo que Yunho finalmente puso a andar el auto y se acercaron al vecindario, Junsu le indico el edificio en el cual vivía y, luego de estacionarse en frente, ambos bajaron del auto al tiempo-
-¿Confías en mi ahora? –Pregunto Yunho-
Junsu le miro y luego sonrió, asintiendo levemente con la cabeza, Yunho le devolvió la sonrisa y se acerco hasta el maletero del auto de donde empezó a sacar varias bolsas, colocándolas en orden a los pies del menor:
-P-Pero que…
-Ya que ahora confías en mi, hemos avanzado bastante. A partir de mañana empezaremos a mejorar el Junsu exterior, no sin primero embellecer el interior. Cuando este proceso termine –hace un coqueto guiño con su ojo- serás irresistible.
Yunho le compartió una última sonrisa e ingreso al auto, despidiéndose con la mano mientras el menor le devolvía el gesto, y se inclinaba agarrar las bolsas. Las ojeo un poco y se sorprendió no solo por su peso si no por la cantidad de cosas que tenían. Ropa, joyas, zapatos, perfumes, muchas cosas que en su vida pudiera haber comprado o elegido por si mismo. Antes que nada, tomo las bolsas y le dio una última mirada al auto que se alejaba y dio un último suspiro acompañado por una sonrisa, mientras se encaminaba a su apartamento.
Cerca de las 5 de la mañana del día siguiente, su teléfono empezó a vibrar, el sonido molesto y persistente le hizo levantar de la cama y con pereza contesto. Estaba tan dormido que apenas y escuchaba el sonido de la voz al otro lado de la línea, y cuando pudo reaccionar ya habían pasado cerca de cinco minutos de conversación:
-¡Junsu! ¿Estas dormido?
-¿Eh? ¿Eh? No… no… estoy despierto.
-¡Bien, es hora de prepararse.
-¿Prepararse? ¿Para que?
-¡¡Para ir a trabajar!
-Pero… falta mas de dos horas para eso…
-¡Y es el tiempo suficiente, por el momento toma una ducha, de agua fría, para que te despiertes…
-¿Eh?
-¡Haz lo que digo, tienes 15 minutos, te estaré esperando abajo.
Junsu se despertó con aquella última frase, sacudiéndose la cabeza con fuerza y frotando sus ojos. Corrió a asomarse en le ventana, desde donde observo a Yunho a la distancia saludándole con la mano, y se sorprendió por verlo tan temprano de pie. ¿No se supone que un host trabaja de noche? ¡Debería estar dormido!
-¡¿Qué esperas? ¡Te quedan 10 minutos!
El menor se apresuro y tomo una ducha rápida, luego de que salió volvió a coger el teléfono y Yunho le indico que se colocara zapatillas deportivas y ropa de ejercicio. El obedeció sin preguntar y bajo a su encuentro a los 20 minutos. Al verlo, el host sonrió y le indico que se fueran y comenzaron a caminar bajo la neblina de la madrugada:
-¿No trabajaste anoche? –pregunto curioso, al ver a Yunho con tanta energía, incluso mas de la que el tenia-
-Trabaje, estoy acostumbrado a descansar en la tarde, así que estoy bien.
Dieron una vuelta completa a la manzana, solo caminando, sin correr o hacer algún tipo de ejercicio especial, conversando tranquilamente mientras el sol se asomaba en el horizonte… Yunho no estaba, a diferencia de anoche, interesado en sacar alguna información especial. De hecho, sus preguntas y su conversación en general, era muy superficial.
Cuando el sol finalmente salió, regresaron al edificio, donde Yunho se despidió y le indico a Junsu levemente como combinar algunas cosas que le había dado. Prometió encontrarlo en la tarde para explicarle las cosas mas a fondo, y el menor solo asintió amable deseándole un buen día.
Regreso a su apartamento y se cambio, haciendo exactamente lo que el mayor le había indicado. La ropa era muy bonita y elegante, no era exageradamente llamativa, pero si con mucho estilo y distinción. La paleta de colores iba de los negros a los grises, azules obscuros y algunos tonos marrón, nada diferente a los colores que solía usar diariamente, pero con prendas mucho mas modernas y arriesgadas de las que jamás se imaginaria ponerse.
Una vez se vistió, y se observo en el espejo, quedo completamente convencido con la frase “la ropa hace al hombre”, pues se podía cruzar una línea de como se veía con su vieja y aburrida ropa y como lucia ahora. Dos seres humanos completamente distintos –penso-
Por primera vez en mucho tiempo sonrió al espejo, y, entusiasmado por el cambio, uso lentillas de contacto en lugar de sus aburridas gafas de Nerd, y aquello contribuyó mucho a completar el look.
Rebuscando mas en las bolsas que Yunho le había entregado, encontró una que no había visto hasta el momento, dentro de la bolsa se encontraba una caja que estaba envuelta en papel de regalo. Descubrió su contenido con impaciencia, encontrando una nota en el interior que decia:
“Gracias por confiar en mi. Yunho”
Termino de romper la envoltura y se encontró con una preciosa maleta de marca, de bello cuero importado, completamente moderna, dejando muy, muy enterrada a su vieja y aburrida maleta habitual, ya gastada por los años de uso. Sonrió muy emocionado con el regalo especial, y termino tomándose una fotografía con todo el look completo y cargando la maleta en su hombro, y se la envío a Yunho con el mensaje:
“Me estoy yendo. Gracias por la lección de hoy”
Sonrió cuando Yunho le respondió casi al instante un “Que guapo. Ve con cuidado ♥” y, con aquella energía revitalizada, y su renovado exterior, se encamino hacia el trabajo, esperando impresionar a sus compañeros. O al menos, llamar un poco la atención de esa persona…
Convencido de que, aprender de Yunho, seria probablemente lo mejor que podía hacer por si mismo…
Que interesante historia! Bastante original y entretenida! Me encantó como de va desarrollando, Junsu verdaderamente quiere cambiar y con la ayuda de Yunho estoy segura que podrá! Please necesitamos otro capítulo, que pasará con Junsu y Yunho? A quien quiere conquistar Junsu? Tengo muchas preguntas y espero conforme la historia avance se vayan contestando.
ResponderEliminarEscribes bastante bien, sentí que veía una película en lugar de estar leyendo. No nos dejes con el alma en un hilo y continuada por favor.
Alma