Changmin había sido incapaz de escuchar algo más tras las últimas frases de Jaejoong, quizás fue por su mirada hacia las galletas dulces que se encontraban en aquella habitación y el rugido de su estomago, que le hicieron divagar lo suficiente como para no prestar atención a los pequeños murmullos que se escuchaban desde su posición. Pero, cansado de un murmullo silencioso, casi inaudible, se pregunto sorprendido <<. ¿Aún siguen en silencio? .>>, olvidando de inmediato la comida y volviendo a poner su oreja próxima a la puerta. Hasta que de pronto, de ese modo, Changmin, escucho un ruido.
Al comienzo no pudo identificar de que se trataba, pero después se hizo mas audible, hasta que sus ojos de manera automática se humedecieron. Casi sin haber sido capaz de reaccionar, sus ojos ya habían adquirido una húmeda sensación, sin poder contenerlo o preverlo. Con tan solo haber escuchado la precisa voz de Yunho, su cuerpo se había paralizado, incluso, le había parecido de piedra en el momento en el que ni tan siquiera podía moverse de aquella estúpida posición en la que se había quedado parado, aún cerca de la puerta.
¿Qué más podía hacer?, se sentía incapaz de hacer saber de su presencia, tocar aquella puerta con sus puños o simplemente hablar, Changmin no podía hacer aquello aún cuando se recompuso después de el shock, no era capaz de humillarse de ese modo, en un momento así, en el que la voz de Yunho por un momento inundo parte de sus pensamientos, y envolvió sus odios, con aquel tan audible gemido procedente de su ronca voz, se sentía incapaz de hacer saber de su presencia en ese momento.
Nunca había escuchado Changmin una voz semejante en Yunho, pero tampoco quería saber a que se debía, incluso intento que su mente dejara de fluir pensamientos, o dejara cabida a suposiciones que no hacían más que dejar sus ojos en un color rojizo.
Cuando al fin fue capaz de apartarse de aquella puerta de madera, su sentimiento de dolor se mezclo con aquella horrible sensación de ira.
Changmin, que seguía aún de pie, se acerco con sigilo y con pasos grandes a la pequeña mesa que se encontraba en aquella angosta habitación, esa misma mesa en la que estaba puesta aquella bandeja de color negra. Aquel vaso reluciente de leche, ahora no le parecía tan mala idea de tragar, quizás podía calmar así la angustia que se había anudado en su garganta.
<<. ¿Como es posible? - comenzó a pensar, sin poder evitarlo - No puedo creerlo. Hace realmente poco tiempo que tuve que asimilar él hecho de que se encontraban, y ahora incluso tengo que estar presente. Si esto era lo que debía saber, no hay nada más que quiera escuchar .>> Su decepción con el líder había rozado parte de su orgullo.
Pensó, tras tomar aquel vaso de leche de un solo trago, que Jaejoong había sido muy listo, y al ahora ir directamente sus manos hacia las galletas coloridas de arroz (tteok), no pudo más que pensar en Jaejoong, quien mismamente las había preparado. Ahora le parecía un regalo de consolación que le había hecho de ante mano, como si ya planeado esto, supiese que eso mismo iba a suceder. Pero no iba a despreciar aquello, no ahora que su cuerpo estaba temblando ante el nerviosismo de aquel sonido infernal que se repetía en su mente, y al meterse a la boca aquella dulce galleta de arroz aliviaba en cierto modo su desazón.
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Entre abiertos sus labios aquel trozo de carne parecía aún más cálido de lo que había sido otras veces, incluso con la forzada acción, Jaejoong sentía que realmente aquello era lo único que podía hacer para colapsar completamente la mente de Yunho.
Yunho ya había soltado un profundo alarido cuando sintió inesperadamente aquella lengua en su dormido miembro, y muy a pesar de haber querido detenerlo, aquello había sido tan deprisa como hábil por parte de Jaejoong, quien se había puesto de rodillas tras las últimas palabras y había tomado acción de manera imprevista en sus pantalones.
Yunho no pudo evitar que con tan solo esa placentera acción su mente recordase momentos anteriores, y que ahora parecían tan lejanos como nunca antes habían estado, a pesar de estar experimentando la misma sensación y aquellos voluminosos labios lo rodeaban. Sus piernas comenzaban a flojear.
— Changmin nunca ha hecho esto ¿cierto? — le pareció escuchar entre sus propios suspiros, pero estaba tan absorto como confundido. Era consciente de lo que Jaejoong buscaba, incluso cuando él mismo Jaejoong no quería solo eso. Aferrarse a alguien supone hacerle daño y hacer lo que no quieres hacer, era una lección aprendida ese día.
Soló quería ir a buscar a Changmin, pero de nuevo aparecía Jaejoong, sensualmente, posesivamente, incluso cuando se había ido, aún cuando le había hecho daño, siempre volvía aparecer, y por más que pudiera o quisiera evitarlo, su cuerpo ya había reaccionado demasiado rápido a aquel estimulo que le estaba arrastrando al final de su resistencia, confirmando de ese modo que era una persona demasiado débil, más de lo que podía pensar, o que aquella persistencia le había hecho bajar la guardia casi por completo, sintiendo como sus piernas temblaban aún más, hasta estremecerse, acabando así por limpiar con sus dedos los labios del mayor (quien se había incorporado) cuando estos habían terminado su misión y habían quedando manchados, surcándole entre los labios un liquido blanco, incapaz de habérselo tragado completamente.
Parecía una imagen demasiado desgarradora de mirar incluso para Yunho (los ojos de Jaejoong le miraban como dos redondos circulos), Yunho se había sentido despreciable por dejarse llevar tan fácilmente por una razón meramente hormonal. Qué Jaejoong acabara haciendo aquella acción, le inquietaba, y aún sentía unos pequeños hormigueos en su cuerpo tras su inesperada eyaculación. No pudo más que suspirar y apartarse para dirigirse a la cama.
Para nada había imaginado Yunho que acabaría, de una forma u otra, teniendo sexo, pues para nada era su propósito al llegar allí.
Jaejoong había sido como un astuto zorro, habiendo sido capaz de hacerle perder el estribo, sintiendose avergonzado por sus gemidos anteriores.
Jaejoong dejo su vista fija en Yunho observando como se sentaba y después se dejaba caer de espaldas en la amplia cama de la habitación. Él se acerco poco a poco a Yunho, quien parecía haberse quedado sin habla tras lo sucedido. Absorto, Yunho parecía tener por unos segundos sus ojos cerrados, formándose como dos lineas negras en su cara pequeña y marcada.
Jaejoong lo miro desde arriba (pues Yunho seguía tumbado), sus labios aún seguían rojos y algo machados, pero no le importaba lo más mínimo:
— No pasa nada. Si es con Yunho, muchas veces lo he hecho, si es Yunho no me importa hacer estas cosas — dijo Jaejoong intentando hacer que este no se preocupara más, pero seguía en silencio y con sus ojos cerrados — Pasa algo ... ¿verdad? — le pregunto Jaejoong de pronto, intentando romper aquel súbito silencio.
Yunho abrió de nuevo sus ojos, pero no contesto, solo dio un leve vistazo con ellos. Sus pupilas parecían dar una vuelta completa dentro de sus rasgados y pequeños ojos, observando con ellos la habitación de Jaejoong, que ahora estaba tan silenciosa. Su mirada se detuvo sobre los armarios, después sobre los demás muebles, tan lustrosos que Jaejoong tenia. Su corazón se detuvo de pronto.
Yunho sintió su corazón oprimido, su rostro, se endureció aún más, haciendo que Jaejoong se alertara por ese cambio brusco de expresión en el rostro de Yunho:
—¿Q-Q-Qué pasa? — le pregunto Jaejoong preocupado, pues su corazón también se había detenido al observar como los ojos de Yunho se hacían cada vez más grandes.
— ¡Jaejoong! — grito de pronto, mientras se incorporaba de la cama, quedando ahora sentado en ella. Jaejoong se llevo un leve sobresalto — Esta aquí Changmin, ¿verdad? — le pregunto de pronto.
Jaejoong sintió que su corazón cambio, del más puro parálisis al trote más largo e intenso que había sentido.
— ¿Verdad? — volvió a preguntar Yunho, esta vez más débil, bajando su mirada preocupado.
— No — contesto Jaejoong negandolo también con sus manos — Ya te lo dije antes. No estaría haciendo estás cosas si él estuviese aquí. — justo lo contrario, sus labios solo podían justificarse — Desde un principio te lo hubiese dicho, tú trabajo y ... —
— ¡Ya! — le interrumpió.
Yunho de un solo salto se levanto de la cama. Tan deprisa, como sus largas piernas le hacían andar, Yunho se acerco al mueble próximo a la cama, y agarro sin más aquel teléfono móvil que observo detenidamente. La pantalla se ilumino y con ello, todo sus pensamientos se afirmaron.
En la pantalla, reflejaba un sin fin de llamadas sin contestar, muchas de ellas tenían su nombre: "Yunho", las cuales recordaba haber realizado momentos antes.
— Sabia que era el teléfono de Changmin, cuando lo he visto. Es extraño que este aquí, y no él. Me dijiste que no estaba, no solo eso, que ni tan siquiera había venido. — replico Yunho, sus cejas se arquearon más de lo normal, parecía tan molesto, que parecía que su gran mano aplastaría el teléfono que tenia sobre ella de un solo movimiento.
— Solo, yo solo ... Solamente, quería que, él llego y yo, yo solo ... — Jaejoong no hacia más que balbucear intentando explicarse, pero la mirada de Yunho era tan fuerte que le era imposible hablar con coherencia. Decir algo que le hiciera justificarse parecía ser muy difícil en ese momento. Solo pudo alzar su mano, y señalar hacia la puerta.
Yunho dirigió la mirada hacia aquella puerta que Jaejoong había señalado durante unos segundos, por un momento intento no creerlo, pero con solo observar a Jaejoong señalando de forma distante, sin tan siquiera decir una palabra, dando esa señal como respuesta. Yunho dedujo que se trataba de donde se encontraba Changmin.
— Eres realmente idiota. ¡¿Por que no me has dicho que estabas ahí?! — pregunto Yunho alzando la voz, lo suficiente como para que resonará en la habitación. Aquella pregunta no iba dirigida a Jaejoong, y más así se confirmo al formularla mientras caminaba hacia la puerta, la cual abrió sin mayor problema cuando se lo propuso.
Changmin estaba tras ella, no es que fuese una imagen común en él, incluso Yunho preocupado y curioso por como se encontraría Changmin, se sorprendió al observarlo.
Sus mejillas dulcemente hinchadas, incapaces de soportar otra de aquellas galletas en su boca, mientras, a pesar de haberlo intentado contener, un pequeño río de lagrimas había empapado parte de aquellas hinchadas mejillas, y de su boca, casi entre abierta, dejaba a la vista aquella última galleta de color amarillo que había intentado tragarse sin apenas espacio.
Changmin estaba comiendo en pie, y aunque la acción de comer en un momento así daba a entender ser una persona despreocupada, no era el caso de la mirada de Changmin, quien dejaba ver un dolor inexplicable en ellos, aún cuando lo intentaba evitar con toda su voluntad, sintiéndose un inútil. Y al observar la entrada repentina de Yunho, no hizo más que sentirse aún más avergonzado de si mismo.
“¿Qué hago aquí?” Se preguntaba en muchos momentos en los que había permanecido allí dentro, y ahora más que nunca se lo preguntaba. Y aunque solo fuese por por un tiempo "corto" el que él hubiese estado allí , a él le había parecido estar allí durante años. Soportando cosas que no quería oír más.
Observo a Yunho, e intento cambiar su expresión, de una mirada adolorida a una mirada fuerte e inexpresiva, justo la que le dirigió, cuando al ver aquella puerta al fin abierta, se dirigía a salir sin decir ni una sola palabra y sin terminar de mascar aquella comida en su boca.
— Changmin — le dijo Yunho intentando de algún modo detenerlo cuando sintió que pasaba rápidamente por su lado, obteniendo ninguna respuesta de parte de él.
Realmente, no hacia falta que dijese nada para saber que estaba molesto y avergonzado. Y Yunho se sentía culpable de ello.
Changmin sintió una fuerte liberación cuando al fin salio de aquella habitación, y aunque no quería dirigir una mirada a la persona que se encontraba tras ella, no pudo hacer otra cosa que mirar (curioso tras lo sucedido) el rostro de Jaejoong, quien ahora estaba sentado sobre la cama mirándolo de un modo fijo y directo. Su expresión no era la que Changmin esperaba ver, ya que de los labios carnosos y algo manchados de Jaejoong se dibujaba una sonrisa tan irónica como molesta. Changmin intento no reparar en ello, ni tan siquiera paro de caminar hasta verse fuera de allí, pero aquella sonrisa aún permanecía en sus ojos constantemente, incapaz de poder olvidar aquella burlona sonrisa, sintiéndose arrepentido de no haber sido capaz de habérsela devuelto de ese mismo modo.
Yunho intento ir tras los paso de Changmin, quien había cogido ventaja. Nada más salir Yunho de la habitación contigua, Jaejoong se levanto, e intento detenerlo. Agarro el brazo de Yunho y lo presiono, intentando hacer que se detuviera, logrando solo que Yunho soltara un gruñido por el dolor, pues Jaejoong ciegamente había apretado la herida de Yunho, haciendo de ese modo que acabara aplastada sobre sus manos, y un pequeño reguero de sangre impregnara sus suaves y blancas manos.
Jaejoong, aún impactado por su reciente equivocación, perdió de vista a Yunho justo cuando observaba su palma levemente ensangrentada. Deseaba correr tras de él y detenerlo, pero cuando intento moverse con rapidez solo logro caer de bruces. Jaejoong sintió su rostro sobre el frió piso, y por un momento solo deseaba llorar, ¿Porque todo le había salido tan mal? Él solo deseaba que Yunho fueran como antes, pero quizás era desear demasiado.
Intento incorporarse, pero de pronto se sintió débil, solo logro ponerse boca arriba sobre el suelo, donde aun extendido sobre el Jaejoong miro de nuevo la palma de su mano. La sangre había empezado a secar en ella. Pensó de nuevo en sus actos, y deseo haber apuntado con el arma el sitio exacto aquella noche.
Aún en su boca podía sentir a Yunho, toda su boca, sus labios, y su ahora inmóvil lengua tenian el sabor de él. Sus ojos se empañaron, no había modo de hacerlo regresar ...
— Oh Jaejoong-ah. Sabia que no acabaría bien — escucho de pronto ....
Ah!!! ¡¡¡Yunho babooo!!! eres un fácil y lo peor de todo es que sólo lastimas a Minnie!!!!
ResponderEliminarConti pleaseeee!!! sino algo me va a dar X0X