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Arualthings

No Pain No Gain cap 2

Los cambios no son tan malos


Quizá estuve demasiado acostumbrado, por demasiado tiempo, al único ambiente en el que se me permitió “vivir”. Lleno de doctores, enfermeras y tutores privados, que ansiaban su cheque mensual y me desterraban, siempre, en un segundo plano. Personas a las que le importaba muy poco, porque yo era una persona defectuosa ante sus ojos, alguien que no estaba “completo” y les traía más problemas a sus vidas…
Me sentía solo, aunque estuviera rodeado de todos ellos; nadie sentía ni una pizca de afecto hacia mí, ni siquiera se molestaban en aprenderse mi nombre, ¿Para qué?... No es cómo si fuera a vivir mucho tampoco, aunque de todas formas mi muerte no les convendría... Y esa era la única razón por la que me necesitaban vivo…

Entonces, ¿Cómo no aferrarme al único que me mostró que no estaba solo?


JunSu



Incluso si apenas unos años dejaron que pudiese entrar completamente a mi, problemática, vida ya que siendo él aún un niño no podría comprender mi delicada condición... En esos pocos años, él pudo llegar a enseñarme tantas cosas… Porque cada segundo que estaba y estoy junto a él, sigo aprendiendo…
Mostrándome el mejor lado de la vida.
Mostrándome que no me encuentro solo.

Y mis padres, que debido al trabajo no les alcanzaba mucho tiempo para mí, que tuvieron que trabajar tanto por mí y mis cuidados especiales, que después de muertos siguen presentes en mi corazón como si estuviesen todavía a mi lado dedicándome un Te quiero.



Después de ser su muerte oficial, y como no teníamos a nadie más, todos los doctores, las enfermeras y los tutores huyeron, lo más rápido que pudieron, al enterarse que no habría más un sueldo esperándolos en retribución a su “dedicado” trabajo y con la remota idea de que les pudiesen achacar a un niño defectuoso de por vida.
Así perdí las esperanzas en las personas, excepto en mi familia.
Y ahora la única familia que me queda es JunSu.


Incluso cuando el doctor Shim ha sido tan amable conmigo y con mi hermano…
Es difícil volver a confiar…






Recordando todos esos momentos, sin darme cuenta ya había anochecido, y no podía dormir al encontrarme con la gran luna a través del ventanal que estaba al costado de mi cama. Aún estando tan lejos, esta brillaba más que nunca y ante su resplandor, el pedido de mi cerebro por dormir se desvanecía, aunque el cansancio de un día junto a Kim JunSu seguía allí. Pero no podía, ni quería dejar la oportunidad de admirarla.
Era tan hermosa que me recordaba a la sonrisa de mi madre…
Por eso, traté un poco más de mantenerme despierto para seguir observando aquella luna llena, mas en un momento, que no pude definir, los ojos ya me pesaban y sin advertencia se cerraron, cayendo en los brazos de Morfeo.


-Joongie, dulces sueños- susurró el castaño, desde la puerta, en el tono más bajo que pudo encontrar, al ver a su hermano sumergido en un profundo sueño en aquella pequeña cama de la clínica del Dr. Shim. Y después de cerrar la puerta silenciosamente, se acomodó en una silla cercana para acompañarlo, mientras trataba de encontrar una forma cómoda en la cual dormir, hasta que eventualmente cayó rendido igual como lo había hecho el pelinegro hace unos minutos antes.




°°°°°°°°°°°°°°°°°°



La luz proveniente de los rayos del sol llenaban todo la habitación, ayudando a mis ojos a abrir más de lo que ya estaban; estaba acostumbrado hace mucho en levantarme a las seis en punto, así que no era un problema en lo absoluto para mí, pero al girar mi cabeza levemente sin levantarme, encontré a JunSu, a quién sí le era un problema despertarse a estas horas. Y no podía evitar que los recuerdos del pasado, las quejas de mi hermano cada mañana aparecieran en mi mente…




“¡No quiero ir al colegio!”, “¡Cinco minutos más!”, “¡Estoy enfermo!”, “¡Ayer los extraterrestres me raptaron y me han clonado! ¡Yo no soy el verdadero JunSu, busca al verdadero y mándalo al colegio por mí!”




No pude evitar más que reírme al recordar esos mínimos fragmentos de todas las mañanas. Tampoco pude evitar la nostalgia que albergaba ahora todo mi ser.
Era difícil despertar sin escuchar la voz de Mamá o Papá despidiéndose de mí con un beso, antes de salir a trabajar.



Es muy difícil.




-JaeJoong ah siempre tan puntual ¿No?- bostezó perezosamente al mismo tiempo que se acomodaba en la silla y fijaba su vista en mí- ¿Por qué tan feliz desde la mañana?- me preguntó con ese aniñado tono de voz que le quedaba bien sólo a él.


Le sonreí y me di cuenta que JunSu podía ser muy observador cuando quisiera- No te lo voy a decir- dije haciéndole muecas, tratando de impacientarlo.


-¿Qué? No se lo dirás a tu hermano favorito- protestó ofendido.


-Eres mi único hermano Kim JunSu, felizmente- suspiré- Porque si había otro más igual que tú, no estoy seguro de haber podido soportarlo- le respondí en tono de broma.


-No te mereces un hermano tan hermoso, carismático y dedicado como yo- bufó mientras melodramáticamente hacía un puchero y uno que otro ademán de su tristeza fingida.


Los actos infantiles de mi hermano me hacían reír cada vez más fuerte… y al mismo tiempo seguía recordando cómo eran las mañanas cuando aún éramos una familia.




Después de los múltiples planes fallidos de JunSu para no ir a la escuela, siempre terminaba de cambiarse y preparar su mochila a la misma hora, gracias a nuestra mamá, que lo apuraba constantemente aunque ella también estuviese ocupada alistándose para ir a trabajar.

-Hijo, faltan dieciocho minutos con treinta y nueve segundos para que llegues tarde. Apúrate o va a venir el extraterrestre que te raptó ayer y ahora raptará tu televisión, tu laptop, tu iPod y sigue demorándote que ahora no más rapta tu cama también- gritaba nuestra madre riéndose de su propio comentario.

-¡Mamá te dije que los extraterrestres ya me raptaron! ¡Yo no soy el verdadero JunSu!- se quejaba mientras escuchaba sus pasos, acercándose a mi habitación- Además, cuando regrese del colegio, sino encuentro mi cama, ¡Robaré la tuya Mami!- comenzó a reír mientras se podía escuchar a nuestra mamá balbucear preocupada algo como “Tengo que encadenar mi cama”.


Él nunca se olvidaba de despedirse de mí, antes de irse al colegio o a cualquier otro lugar- Joongie ah- abrió la puerta rápido y entró despidiéndose de mí con un beso en la mejilla- Volveré pronto, ojalá que cuando vuelva podamos jugar un rato y que no estén fastidiando tu sabes quiénes- me susurraba esto último al oído mientras miraba despectivamente a una de las enfermeras que se encontraba parada a unos metros de nosotros, “vigilándome” mientras se limaba las uñas.

Yo sólo podía sonreír ante sus comentarios pero cuando él y mis padres se iban, sólo quedaban esas personas y yo, sintiéndome más solo de lo que pudiese imaginar.





-Joongie, Joongie- siguió repitiendo mi nombre tratando de captar mi atención, que había sido robada por el pasado una vez más.


-Eh- fue lo único que salió de mis labios.


-¡Yah Kim JaeJoong! Primero me insultas y después me ignoras- medio gritó, esta vez con un poco de verdadera indignación, pero que en realidad me pareció más gracioso de lo que se había portado hace un rato.


-Cálmate JunSu, tú sabes que es así mi forma de quererte hermanito- sonreí.


-Bueno, vaya forma de querer- me miró con un puchero en su rostro.


-Sí claro, como tú quieres que todos te digan “Oh JunSu, eres el chico más guapo, talentoso, lindo, hermoso y extraordinario de todo el mundo” para demostrar su afecto hacia ti- reí y miré a JunSu, esperando a ver su reacción.


-Te faltó sexy- con cada comentario así lograba sacar risas más sonoras de mi parte.


-Ok JunSu, me faltó sexy- le hablé entre risas.


-¡Es un pecado no decir la verdad Joongie ah!- siguió con un puchero estampado es su rostro y cruzó los brazos y piernas en una posición que hablaba por sí sola. A veces era demasiado infantil, pero cómo le quería de esa y de todas las formas.


Le asentí a JunSu mientras seguía echado en la cama- Sí, sí como digas Su- decía mientras lo miraba de reojo.


-¡Cierto! JaeJoong ah- dijo con un cierto tono de preocupación, al que no le presté mucha atención- Desde ayer tenía que avisarte pero es que paras distrayéndome nomás, ¡Hoy nos mudamos a la casa del Sr. Shim!- me interrumpió antes de que pudiese reclamarle ante ese “Paras distrayéndome nomás”.


-¿Tan pronto?- pregunté un poco sorprendido pero, al mismo tiempo, esperanzado con que sea pronto, tenía curiosidad de cómo sería vivir con el doctor, que por lo que comentó JunSu era muy buena persona.


-Sí, como ahora tú ya te encuentras mejor…- sentí como paraba, dando una bocanada de aire para proseguir- Y ya tomaste tus medicamentos, nos recogerán dentro de una hora- sabía que era duro hablar del tema, así que preferí quedarme callado y asentir en silencio, mientras giraba mi cabeza en dirección contraria. Pero, sin previo aviso, sentí un peso caer en el extremo de la cama, y de pronto, un calor apoderaba mi cuerpo.
JunSu estaba abrazándome.




°°°°°°°°°°°°°°°°°°




Ya habíamos llegado. Yo, JunSu y el doctor Shim. Los tres estábamos frente a ese gran portón que me hacía recordar unos de esos cuentos de princesas que vivían en castillos enormes, que me contaba JunSu en las noches. Me quedé sin palabras cuando se abrieron esas grandes puertas, que dejaban apreciar una enorme sala con muebles de cuero, diversos cuadros colgados en las paredes, la fina loza deslumbrante desde cualquier punto y una elegante “mesita” de café que no tenía nada de mesita.


Definitivamente estábamos en un castillo.

La pregunta ahora era, ¿Cuándo aparecía el príncipe que salvaría a su amada?




-Bueno chicos, tengo que ir a la clínica, a revisar unos papeles- pronunció el Dr. Shim mirándonos, a mí y a mi hermano sonriente- Cuídense, yo regreso en la noche… Ah JunSu, le dices a algún empleado o a ChangMin que te diga dónde estarán sus habitaciones- finalizó, con su usual sonrisa, mientras se despedía finalmente y cerraba la puerta tras de sí.


Nos despedimos del doctor Shim, al tanto que yo seguía observando cuán grandioso y grande era ese lugar.


-Joongie ah ¿Vamos a buscar nuestras habitaciones?- me preguntó mirándome y señalando hacía arriba, con una sonrisa asomándose en sus labios.


-Claro- pronuncié emocionado, devolviéndole el gesto. Al subir hacia el segundo piso, había visto una que otra persona, uniformadas, que suponía eran los empleados que había mencionado el doctor Shim hacía unos minutos.
Haciéndome recordar que él había mencionado a alguien más…



… ¿ChangMin?...



-Umm... JunSu ah, ¿Quién era ese tal ChangMin del que habló el doctor Shim?- hablé curioso, cuando ya estábamos en la segunda planta.


-Ah… Él es...- JunSu comenzó a decir, sin embargo fue interrumpido por un sonido estrepitoso que nos asustó a los dos.


-¡Diablos! Vino del cuarto de ChangMin- gritó JunSu evidentemente preocupado.


-Otra vez ese nombre, ¿Quién es él?- susurré al mismo tiempo que trataba de alcanzar a JunSu, quién estaba ya enfrente de la puerta de la habitación de dónde se había escuchado aquel ruido. JunSu abrió bruscamente la puerta de roble para entrar lo más rápido posible a ayudar a aquel chico que estaba tirado en el piso, probablemente desmayado. Haciéndome recordar vívidamente el incidente de ayer- JunSu ah- lo llamé, tratando de obtener alguna respuesta acerca de aquel chico y de su preocupación por este.


-JaeJoong ah, ven ayúdame- me pidió mientras inspeccionaba al chico y yo avanzaba hasta llegar a ellos dos- Supongo que se ha caído… No parece grave, pero tiene una herida abierta aquí- señaló la frente del que estaba en el suelo- Y creo que está inconsciente, voy a pedirle a algún empleado el botiquín, espérame aquí- me dijo mientras se paró y salió del lugar, dejando al chico desmayado en mi regazo.


Al instante observé mi muñeca izquierda para encontrar mi reloj, cinco y cuarenta marcaba las manecillas de este- Ojalá JunSu no tarde- cerré mis ojos, suspirando levemente.


-No esperes que venga rápido, JunSu es medio tonto y cada vez que viene a mi casa se pierde- dijo el chico que estaba echado encima de mis piernas, para que al instante dirigiese mi mirada hacia abajo, donde se encontraba él.


La verdad no me había ni fijado en él y mucho menos en su rostro o en cualquier parte de su cuerpo. Sólo esperaba que mi hermano regresara pronto, pero me quedé estático, realmente sorprendido porque su mirada se posaba, ahora, en mí…




Había confirmado que estaba en un castillo.
Y ahora tenía al príncipe aquí mismo.


Sólo faltaba la princesa.




Me repuse instantáneamente de ese tonto pensamiento y moví mi cabeza para evitar su mirada, y mis pensamientos… Esperando que ayudara, por lo menos en alguna de las dos cosas.


-Te pasa algo ¿JaeJoong?- me preguntó mientras veía como mis facciones denotaban el asombro de que me llamase por mi nombre- Mi papá dijo que desde que hoy viviría aquí el hermano de JunSu- dijo sonriéndome suavemente, haciendo que mi mente se llenará con los tontas pensamientos que deseaba evitar- Llamado JaeJoong y por tu expresión debes ser tú, o ¿Acaso eres un ladrón que ha venido a robarnos y a secuestrarme?- siguió diciéndome pero ya, sin esa sonrisa, sino con un toque evidente de sarcasmo.


-Sí, soy yo- susurré un poco enojado por el tono de su último comentario, ¿Dónde había quedado esa sonrisa de hace no menos que cinco segundos?, quizá podría parecer un príncipe pero realmente tenía el carácter del dragón malvado lanza fuego que encarcelaba a la princesa- Espera, ¿Quién es tu papá?- pregunté cuando me di cuenta de lo que había dicho, creía que era el doctor Shim pero, quién sabe, puede ser el hijo de algún empleado o qué se yo.


-¿No lo sabes? Mi papá es Lee Myung-bak- respondió.


-¿En serio?- pregunté sorprendido ¿El hijo del presidente aquí?, no lo podía creer... Hasta creo que debería pedirle un autógrafo de su papá.


-¡Dios!... Creo que eres incluso más tonto que JunSu- bufó tratando de levantarse, pero fallando en el intento- ¡Auh! Duele…


- No me insultes así- dije indignado y un poco triste, podía llamarme tonto… quizá fue demasiado crédulo para creer eso, pero ¿Más tonto que JunSu? ¡No!- Cuidado- hablé mientras lo sostenía en mis brazos y pude observar mejor la herida en su frente de la que hablaba JunSu- ¿Te duele?- pregunté señalándole el pequeño brote de sangre.


-Lo confirmaste, eres más tonto que JunSu… ¡Claro que me duele idiota, me he caído!- gritó enojado y no pude más que qudarme ahí, mirándole... ¿Que podría decir? Supongo que no sabría de mi… Condición- Además de tonto, eres mudo- volteó su rostro hacia un lado y yo me quedé en silencio… Sino lo sabía… ¿Para qué decírselo?


-¡Oye ChangMin, no le hables así a mi hermano o te rompo la cara!- dijo JunSu molesto, claramente había escuchado mi “conversación” con ¿ChangMin?, así que era él… La verdad nunca había visto así a mi hermano, tan diferente al Kim JunSu que conozco y quiero, pero, él siempre había sido demasiado sobre protector conmigo…


-¿A qué hora entraste JunSu ah?- pregunté un poco ido, mientras sentía como esta vez ChangMin sí se levantaba y le respondía a mi hermano.


-Sí JunSu, ¿Tú y cuántos más? Porque con tus golpes de niña, es imposible- comenzó a hablar mientras trataba de llegar a aquella gran cama situada en una esquina, buscando algo con que limpiar el rastro de sangre en su frente.


-¡Eh! ¿Golpes de niña?- gimoteó JunSu, haciendo un puchero, olvidando la "amenaza” que había dicho antes, porque así era él, podía estar enojado contigo en un momento y al siguiente instante te podía hacer un altar… Estoy pensando seriamente que tengo un hermano bipolar- Ah ChangMin ah… De verdad que no te mereces un amigo como yo- suspiró tristemente acercándose a mí, ayudándome a levantarme.


-Claro que no merezco un amigo cómo tú Kim JunSu… Algo malo debí haber hecho en mi vida pasada para que Dios te pusiera en mi vida- rió mientras esperaba ansioso la reacción de mi hermano, quién comenzaba a hacer ya sus ademanes de indignación.


-¡No lo puedo creer! ¿Cómo es posible que en un mismo día mi hermano y mi mejor amigo me insulten?- dio un gritito desesperado que nos hizo reír a mí y a ChangMin- ¡Joongie malo! ¡El estúpido de Minnie se porta así contigo y aún así te pones de su lado!... Que bueno que me perdí y no encontré tu estúpido botiquín- murmuró más para sí mismo pero logré escucharlo, y me reí más fuerte. ChangMin tenía razón, mi hermano si se perdió, pero ¿Quién lo culpa en este casa tan grande?


-Lo… lo siento- apenas hablé, no paré de reír, es que era tan divertido ver a JunSu comportándose tan… él. Pero me tranquilicé lo más rápido que pude al pensar que eso le podía afectar realmente de alguna forma- JunSu ah perdóname, sabes que mi forma de quererte es única- le dije mucho más calmado, brindándole una sonrisa, que sabía que no se podría resistir.


-Umm… Te perdono sólo por ser tan lindo Joongie- me dijo apretando mis mejillas, apretándolas como si fuese un niño pequeño.


-Ok, por eso y porque tú eres sexy- le guiñé un ojo, sacándole una sonrisa entre tantos pucheros que había hecho ya en el día.


-Ehem…- carraspeó fuertemente ChangMin, obviamente tratando de hacer que le prestáramos atención y que no nos olvidáramos que no estábamos solos.


-Minnie ah cómprate algunas pastillas, te juro que parece que tienes tos crónica o algo así- dijo JunSu seriamente, a la vez que ChangMin se quedó sorprendido igual que yo, ahora estaba más ofendido que antes… ¿Es que cómo pudo decirme que soy más tonto que Kim JunSu? Si hasta yo sabía que esa “tos” no era real- Hay unas muy buenas llamadas…


-Lo siento JaeJoong ah, realmente te ofendí. No se puede comparar a nadie con él- me dijo interrumpiendo la recomendación de JunSu y señalándolo entre tanto.


Tan sólo le sonreí por inercia y él me devolvió la sonrisa.




Quizá Shim ChangMin si era un príncipe después de todo.
¿Con esa sonrisa, cómo no lo sería?





Escuchaba cómo JunSu se peleaba y quejaba de nuevo con ChangMin por los comentarios de este, en cualquier otra ocasión esto me hubiera seguido causando mucha diversión, pero ahora ya no les prestaba atención…
Eran a lo mucho las seis y media, pero me sentía raro, sentía mi cuerpo empapado de sudor y perdía mi estabilidad, poco a poco…




Pero no podía pasarme nada porque había tomado todos los medicamentos esta vez.
No podía pasarme nada porque no podía preocupar a JunSu otra vez.
No quiero ver al JunSu que llora y sufre por mí.


Quiero ver al JunSu sonriente, que hace pucheros, que se comporta como un niño, el JunSu que es feliz siendo el hermano de Kim JaeJoong.




Y caí al suelo, estaba totalmente consciente de ello, pero no podía levantarme.
Y ahí estaba JunSu otra vez, preocupado por mí, alzándome, pidiendo ayuda desesperadamente con su mirada a ChangMin, quién después de la sorpresa inicial, lo ayudó a ponerme en la cama. Cerré los ojos. No podía hablar, pero seguía aún consciente de lo que pasaba a mi alrededor.


-¿JaeJoong ah me escuchas? ¡Kim JaeJoong!- gritó desesperado mi hermano, inspeccionándome hasta que tocó mi rostro- Tiene fiebre- susurró y quería decirle que no se preocupara que lo único que tenía era sueño, y las palabras se quedaban atascadas en mi garganta. Simplemente no salían.




-Lo siento JunSu ah-




Y de alguna forma, me sentí como la princesa atrapada por el monstruoso dragón, atrapado por mi maldita enfermedad.

Me pregunto entonces, en algún momento ¿Aparecerá el príncipe que me salvará?





°°°°°°°°°°°°°°°°°°




-No puedo creerlo- dijo ChangMin avergonzado mientras esas palabras seguían resonando en su cabeza.




“JaeJoong no es un chico normal, tiene una enfermedad muy… especial por decirlo de alguna manera. Tiene neuropatía sensorial, más conocida como el síndrome de Riley. Es un trastorno genético sumamente raro y probablemente no hayas oído sobre esta enfermedad por esta misma razón, pero tiene demasiados síntomas que deben ser controlados con muchos medicamentos, que felizmente no le causan ningún efecto secundario, por ahora, aunque de por sí JaeJoong es una persona un poco débil y debes saber que lo más resaltante de su enfermedad es que él tiene la incapacidad de sentir dolor alguno, así que puede hacerse heridas graves sin darse cuenta, siendo la principal causa de muerte en las personas que padecen este síndrome.”




-Créelo hijo, bueno tú no sabías nada, así que yo tuve la culpa por no avisarte antes, pero la verdad es que no pensé que pasaría todo esto- habló el mayor con un semblante tranquilo- Felizmente JaeJoong sólo tiene un poco de fiebre, nada grave, que le debe haber dado por exponerse al frío- prosiguió con el mismo tono de voz.


-¿Papá, cómo puedes decir que no fue grave? El pobre no podía ni hablar y yo lo traté muy mal- susurró el castaño bajando la cabeza, aún más avergonzado que antes.


-Si dices que te portaste así de mal con él… ¿Qué haces aquí? Ve y discúlpate- finalizó el hombre canoso, dándole una palmada en la espalda a su hijo, en forma de aliento- Y no olvides tener más cuidado, ¿Cómo es posible que te caigas de una silla y te hagas eso?- señaló su herida ya cubierta con una curita.


-Umm… Sí, eso es lo que haré- ignoró el último comentario de su padre y salió disparado hacia su habitación, donde todavía seguía él, JaeJoong.




Cuando ChangMin lo vio por primera vez, él estaba echado en sus piernas y su rostro a unos centímetros del suyo… Y él no pudo evitar sentir un vuelco en su corazón, porque en ese momento Kim JaeJoong le pareció la persona más hermosa, con un rostro de ángel, que no pudo hacer nada más que sonreír embobado.

Pero de pronto le entró miedo.
Miedo de enamorarse de alguien. Ya que se suponía que Shim ChangMin era el número uno en la escuela, y sabía perfectamente que el amor no podía estar en los planes de un chico que estaba eligiendo ya, entre ir a Yale, Oxford o Harvard.
Aunque ahora era diferente. Se había enterado de la situación de JaeJoong, y sentía un mar de emociones. Vergüenza, enojo, sorpresa, preocupación y de alguna manera, todo eso en vez de incrementar su miedo, lo que logró fue lo contrario.
Porque lo que más resaltaba en ese momento, en su corazón, era el deseo de protegerlo.




Así fue como el plan de vida de Shim ChangMin cambió.
Sea para bien o para mal, cambió repentinamente, con la llegada de Kim JaeJoong.


2 Comentarios:

  1. Me gusto el 1er cap.
    Junsu tan lindo, un buen hermano.
    Que mal esa enfermedad de Jae, es rara.
    JaeMin, espero sea más JaeMin ^^.
    A seguir leyendo ;)

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  2. Me eqivoq... Es el 2do cap xD.
    LOL

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