Los seres más puros de este planeta tal vez, aquellos que con solo ver te alegran el día, aquellos a los que amas y cuidas, a los que proteges con todo lo que te sea posible, inclusive tu vida, porque los niños son los seres más maravillosos de la creación, aquellos que devuelven un poco de armonía al podrido mundo en el que los humanos vivimos hoy en día, aquellos que te hacen olvidar por un momento de esos problemas que poco a poco la avaricia, codicia e hipocresía de la humanidad te van causado. Son los niños quizás los únicos que merecen ser salvados de la perdición y exterminio de los que se hacen llamar humanos…
Entonces las preguntas que a muchas personas causa conmoción son… ¿Por qué hay tantos niños sin hogar? ¿Tantos niños que son abandonados?, ¿tantos niños a los que maltratan?, a los que ni siquiera vez… pero tal vez lo peor de todo aquello es, aquellos niños que son privados de su libertad, a los que personas sin corazón y sin piedad alejan de lo que podría haber sido un gran futuro…
¿Cuánto tiempo había llorado? Minutos, horas, días, semanas… no tenía ni la menor idea de cuánto tiempo llevaba ahí pero lo único que deseaba era que alguien lo escuchara, quería que alguien lo sacara de aquel lugar, porque siempre le había aterrado estar solo, siempre le había aterrado la oscuridad, y la única forma que conocía de expresar su miedo era llorando… llorando para ser escuchado.
-¡¿Cuándo demonios van a callar a ese mocoso?! –se escucho un grito mientras fuertes sollozos salían de un habitación
-pero señor… -intentaba hacerlo entrar en razón uno de los hombres
-¡¡dije que lo callen!! –pero nadie se atrevía a entrar al lugar, todos creían que estar relacionados con niños era un fastidio y no les importaba en lo más mínimo si lloraba o no lo hacía -¡imbéciles!
Y así el hombre se levanto de donde estaba caminando molestamente asía aquella pequeña puerta que después de quitar el candado fue abierta. Una pequeña silueta se alcanzaba a distinguir entre toda aquella oscuridad, entre todo aquel dolor.
-quiero a mi mama… -sollozo el pequeño con los ojos por demás rojos –quiero a mi…
-tu mama está muerta, mocoso… -grito el hombre asustando al pobre niño –te dejaron solos –con aquellas muecas burlonas que lograban mas lagrimas en el pequeño
-quiero a mi mami, quiero a mi… -pero las palabras del niño se quedaron ahí cuando sintió como aquel cuero golpeaba su brazo
El hombre se había quitado el cinturón golpeando aquel pobre cuerpecito sin compasión, no importaba en qué lugar se dieran los golpes, no importaba si lo lastimaba hasta hacerlo sangrar, solo quería que ese mocoso cerrara la boca y le dejara dormir tranquilo. Los golpes no cesaron hasta que por fin no escucho nada mas, ni un solo sollozo, ni un solo grito, todo quedo en completo silencio y su respiración agitada por tanto movimiento fue lo único que se podía escuchar en aquel pequeño lugar.
-estúpido –murmuro entre dientes sintiendo la rabia bajar un poco –de ahora en adelante si ese maldito mocoso llora –se dirigió a aquellos hombres que seguían jugando cartas sin prestar atención a nada mas –no quiero que le tengan compasión, no me importa que le pase a ese infeliz
Y lo hicieron, durante aquellos largos meses golpearon al niño hasta que sus manos ya no se los permitían, sin pensar en el dolor, sin pensar en que podrían matarlo, no importaba nada más que silenciar aquella garganta que rogaba por sus papas. Poco a poco los hombres fueron dejando el lugar, no tenían tiempo de estar cuidando de aquel niño teniendo cosas más importantes que hacer, aquel que planeara el atroz acto había dejado a uno de sus súbditos al cuidado del crio, solo una persona era suficiente para cuidar a aquel niño que después de tanto maltrato no quería ni siquiera respirar, cada que por accidente se escuchaba sollozar se asustaba escondiéndose debajo de aquello a lo que no sabía si llamar cama, su cuerpo temblaba cada que escuchaba un sonido, cada que por alguna razón aquella puerta temblaba… y no podía más que derramar lagrimas silenciosas, de esas que te hacen arder el pecho sintiendo ahogarte…
Sus ojos comenzaron a perder color, aquellos malditos recuerdos que lo atormentaban, el accidente y aun que no entendiera la magnitud que aquella palabra representaba se asustaba de tan solo recordar la sangre. La sangre, la sangre de su madre que sin pensarlo dos veces se lanzo a proteger a su bebe, ni un solo rasguño, el niño había salido sin ni un solo rasguño sabiendo que aquella mujer había tenido el más trágico de los finales. Porque entre toda la conmoción nadie presto atención del niño, nadie lo vigilo cuando todos aquellos reporteros y ‘amigos’ de la familia habían llegado al hospital. Y no entendía cómo fue que había llegado hasta aquel maldito lugar, solo segundos, recuerda haber perdido de vista a su nana por solo unos cuantos segundos… aquel tirón tan brusco que sintió casi le arrancaban su brazo, un aroma extraño que lo dejo inconsciente y despertar en aquel cuarto que no conocía, que le asustaba…
No recuerda la última vez que escucho a aquellos hombres reír como locos y aquellos gritos que de vez en cuando se escuchaban hasta su pequeña prisión, ¿acaso había pasado tanto tiempo? Y por qué aquella comida comenzaba a no saberle tan mal, porque aquellos ojos que lo observaban desde un pequeño orificio en esa puerta de metal ya no lo aterraban como lo asían antes. Aquel frio quizás siempre había estado en su vida, aquella oscuridad tal vez era lo que sus ojos siempre habían visto, aquel cansancio era tal vez la única forma en la que su cuerpo podía sentirse… tal vez siempre había estado ahí encerrado, solo tal vez…
------
Hace casi un año que se desconoce el paradero del único heredero de la familia Kim, el joven de tan solo 10 años de edad desapareció el mismo día del trágico accidente, donde como ya se sabe, sus dos padres perdieron la vida. El auto donde el gran empresario Kim y su familia viajaba sufrió un accidente en las afueras de la ciudad en la carretera… … los reportes dicen que el niño fue encontrado en perfectas condiciones y que… … la última vez que le vieron fue en el hospital adonde fueron trasladados los padres del niño… la policía está haciendo su mejor esfuerzo por encontrar a aquella pequeña criatura, pero después de meses de búsqueda esta no trae buenos resultados… se nos informa que a pesar de todo el esfuerzo fallido, el caso del heredero Kim seguirá en pie hasta que sea encontrado… Mientras tanto los negocios de la empresa serán manejados por las personas más cercanas de la familia hasta que el joven Kim Junsu sea encontrado…
------
En todos los noticiaron se escuchaba la trágica noticia, no tenían ni la menor idea del paradero del niño y las cosas en la empresa de la respetada familia Kim estaban poniéndose de patas para arriba. La policía se movía muy lentamente ya que ni una sola pista tenía del joven, no había nada, ni un solo lugar en donde comenzar a buscar al chico que sabían bien había sido secuestrado. Entonces los años fueron pasando, la búsqueda cada vez se hacía menos importante y las personas comenzaban a resignarse, la mayoría de ellos creían que el joven había sido asesinado ya que no recibieron ni una sola llamada de los secuestradores, no pidieron dinero ni dieron alguna señal de vida, todo aquel tema era demasiado confuso y no se tenía ni la menor idea del chico, tal vez y solo tal vez no tenía más sentido seguir buscando algo que nunca encontrarían, algo que ya se habían resignado a perder.
*****
-¡¡Park Yoochun!! –un grito que casi deja sordos a todas las personas que vivían en aquel piso -¡¡Yoochun maldito, despierta!! –seguía gritando sin detenerse al ver como el mencionado seguía durmiendo placenteramente en su cama -¡¡Yoochun!! –esta vez el chico no reparo en esfuerzos, así que sin pensarlo dos veces tomo las sabanas entre sus manos y fuertemente las jalo
-ahh… -se quejaba el hombre que ahora se encontraba en el suelo de aquella habitación
-¿se pude saber por qué es que aun estas ahí acostadote? –dijo el moreno por demás molesto
-Changmin… -su voz sonaba aun adormilada y el aun no podía mover ni un solo hueso de aquel frio piso -¿Changmin qué haces aquí? –pregunto después de mucho esfuerzo por intentar que su voz saliese coherente
-¿Qué hago aquí?... se supone que hoy tendrías que haber ido a pagar todas tus cuentas, el banco llamo a MI casa porque a un atolondrado se le ocurrió darles mi numero –la voz del chico era tan fuerte que Yoochun no podía entender muy bien lo que decía
-pero… voy más tarde –esta vez comenzó a levantarse de aquel lugar, claro con dirección nuevamente a su cama
-¿más tarde?... Yoochun tienes la menor idea de qué hora es –el chico solo negó con la cabeza mientras se cobijaba nuevamente
-pasan de las dos, PASAN DE LAS DOS DE LA TARDE… ¿Cómo puedes dormir tanto?
-es que… -entonces aquel chico moreno comenzó a revisar la habitación, algo tenía que encontrar que le explicara qué era lo que había pasado o porque el joven aun seguía en cama
-eres un… ¿Cómo puedes tener esta habitación tan desordenada? –Decía levantando todas aquellas sabanas y prendas que se encontraban ahí tiradas –y esto… -se pregunto a el mismo al notar una muy pequeña prenda roja que se encontraba casi envuelta por la ropa de Yoochun -¿Qué demonios es esto, Park Yoochun? –volvió a gritar mientras se subía en la cama del hombre –hey! Contesta ¿que se supone que hace esto aquí?
-mhh… déjame dormir Changmin…
-primero explícame que hace esta… prenda aquí –uno de los ojos del chico se asomo por encima de la sábana blanca y pudo ver a lo que se refería el moreno
-mmm… se le olvido a la chica con la que pase la noche… -como si de algo normal se tratara el joven volvió a recostarse cómodamente en su almohada
-aaff… no tienes tiempo para ir a ver a tus amigos cuando te lo piden y si para estarte… para hacer esas cosas con cuanta chica se te cruza por el camino –aun que molesto el chico parecía estar resignado al acto del otro hombre
-solo… solo déjame dormir Changmin…
-claro que no, ahora mismo te levantas, te bañas y vas a pagar todas tus deudas al banco… no quiero que me ande llamando a mi casa… -nuevamente el moreno jalo las sabanas dejando a Yoochun sin nada encima –AHH!! ¿Estuviste con dos chicas? –pregunto al encontrar otra pantaleta entre aquellas sabanas, con la diferencia que esta era color negro
-jajaja –rio el joven tontamente –si~ ~ puedes creer que se fueron sin ropa interior, jajaja… me dijeron que era un recuerdo…
-maldito descarado… -se levanto de aquella gran cama –haz lo que te dije, y esto… -le mostro las dos prendas –esto lo llevare a la basura ahora mismo –y sin esperar ni un solo momento metió aquello al bolsillo de su chaqueta saliendo de aquel departamento. Su carro de encontraba estacionado frente a aquel gran edificio, pero antes de subir a este, camino hasta aquel gran contenedor y ahí tiro aquellas prendas -maldito infeliz, que no se cansara de todo esto…
El joven que antes se encontrara en la comodidad de su cama, ahora caminaba por el departamento en busca de un rico café para que así le pudiera despertar de su aun gran desvelada, y es que aquellas chicas habían sido dinamita y su cuerpo había quedado por demás agotado. Después de prepararse la bebida, el chico de tez pálida camino hasta el baño de su habitación para así poder bañarse e ir al banco antes de que algo muy, muy malo pasara.
------
-¿lo encontraste? –se escuchaba desde la bocina de aquel pequeño celular
-sí, si lo encontré –recordaba lo que había encontrado en el apartamento del joven
-y…
-¿Cómo que ‘y’? ya sabes cómo es Yoochun, Jae… el muy idiota se está tomando enserio eso de vacaciones… cuando entre a su habitación aun estaba dormido y lo peor es que encontré ropa interior femenina y no solo una, sino dos… -decía indignado por la falta de moral de su amigo
-jajaja… no te molestes, Changmin, sabes muy bien como es ese, así que no sé porque te sorprendes –el chico intentaba tranquilizar un poco al moreno, sabia como se ponía cuando se trataba de Yoochun
-si lo sé… es solo que… su actitud me irrita, ¿Cuándo vez a un policía con esos modales? –aun molesto por todas las cosas que había visto y tenido que soportar de parte de su amigo
-jaja… bueno ya deja de hacer berrinches y… ¿Por qué no comemos juntos? Hace mucho que no te veo y quería contarte algunas cosas… -desde la bocina se podía notar aquella dulce voz con la que siempre había hablado el joven
-Jae… hace tan solo una semana que no nos vemos y ha sido por el trabajo… tampoco es como si fuera una eternidad…
-que malo que eres, Minnie… yo que quería verte y conversar contigo… pero ya veo que eso no te importa… ¿Qué acaso no eres mi amigo? –Changmin sabía que en ese preciso momento el chico debía de estar haciendo un puchero, era tan predecible
-ya deja de hacer teatro… y claro que quiero verte, es solo que eres un exagerado… -suspiro –nos vemos en el mismo restaurante de siempre a las cuatro… ahora tengo que hacer algo importante, así que no podre seguir hablando
-claro… bueno nos vemos a las cuatro y no te esfuerces mucho en el trabajo, recuerda que tienes que descansar…
-claro que lo recuerdo… nos vemos, Jae… -volvió a despedirse
-nos vemos… -colgó el chico dejando así hacer el trabajo a su amigo
-¿Por qué me haces esto, Jae? –un último suspiro antes de entrar al gran edificio donde trabajaba
------
-malditas cuentas… no puedo creer que haya olvidado pagarlas… -después de ducharse el chico había partido al banco para que así Changmin dejara de molestarlo con esas cosas –ahm… quiero disfrutar mis vacaciones… -decía el hombre con un puchero mientras seguía manejado su automóvil –creo que la idea de irme de viaje no es tan mala… tal vez y así me despejo un poco de este maldito trabajo que me está matando –se decía así mismo –bueno… mientras a hacer lo más importante que si no me quedo sin casa, sin auto y en la cárcel, jajaja… un policía en la cárcel… dios que irónica que es la vida de vez en cuando…
Sin esperar más estaciono su carro en un lugar donde no estorbara y bajo rápidamente para poder entrar a aquel edificio y así salir de su deuda que más bien no había pagado por flojera a ir al centro de la ciudad. ¿Podía haber cosa más irritante que un banco? Con tanta gente y esas enormes filas que esperaban por ser atendidos, el calor que se sentía y aquellos niños gritando y llorando, jugando por todas partes mientras sus madres arreglaban su maquillaje…
Después de algunos largos minutos de espera, el joven fue atendido y por fin pudo hacer lo que Changmin le había pedido, no quería regresar a su departamento en ese momento así que para distraerse un poco y aprovechando que ya se encontraba cerca del centro comercial, decidió ir a comprarse algunas cuantas ropitas para unas muy ricas vacaciones. No estuvo mucho tiempo en el lugar, nunca le había sido difícil escoger ropa y aquella no fue la acepción, después de casi dos horas llego a su departamento y es que el centro de la ciudad quedaba un poco retirado de su edificio.
------
-Changmin! –se escuchaba desde una de las tantas mesas de aquel establecimiento –Changminnie por aquí!! –un chico de cabellos dorados sonreía mientras movía su mano de un lado a otro
-Jae ya te vi, no es necesario que grites –dijo el moreno que rápidamente tomo asiento junto al otro chico
-uuyy… pues perdóname… que delicado andas últimamente Minnie –decía el chico observando cómo su amigo retiraba aquellos lentes negros de su rostro
-no es que ande ‘delicado’ es solo que me desespera que seas tan evidente… a la gente no le interesa si estoy aquí o no… Jae…
-bueno ya… dejemos esto que sino terminaremos peleándonos –volvió a sonreír aquel chico de piel blanca -¿Cómo has estado, Min?
-pues la verdad más o menos… el trabajo se está poniendo difícil y me he estado preparando para un nuevo juicio –decía con voz cansada, como resignándose a su trabajo
-jaja… estos son los días cuando agradezco no tener un trabajo como el tuyo o el de Chunnie… -sonrió el joven triunfadoramente ya que sus dos amigos siempre le reprochaban acerca de su trabajo
-como sea… ¿Cómo te ha ido en el restaurante? –pregunto ahora el otro joven
-pues bien… no se que contarte la verdad nos va bien en todo… quiero decir, no es como que ser el cocinero de un súper restaurante te traiga aventuras o algo por el estilo, pero he estado bien…
-ya veo… cada vez el restaurante es más famoso, ahora sale mucho en el periódico y noticieros… me da gusto por ustedes… -dijo sinceramente
-claro… aunque las gracias se las deberías de dar a YunHo, sin él nunca hubiésemos podido abrir el lugar y todo eso…
-si YunHo… -en su voz se notaba la molestia, odiaba hablar de aquel hombre, nunca le había caído bien
-bueno… que te parece si ordenamos algo porque no he comido nada… -dijo sonriendo nuevamente
-si…
------
Estando en el centro comercial el chico había comprado un poco de pollo para poder comer ya que desde la tarde pasada no había llevado nada a su estomago. Al momento que llego a su departamento calentó este en el horno de microondas y comenzó a devorarlo rápidamente.
-dios… -se quedo mirando a todo aquel regadero que había en la estancia –creo que Changmin tiene razón… soy un poco flojo –respiro al darse cuenta que la mayoría de los insultos que recibía de parte de su amigo, eran ciertos
Con algo de flojera llevo el empaque de su pollo y lo tiro en el cesto de basura, no había usado ningún plato ni vaso, así que no tuvo que preocuparse por platos sucios. Después de haber puesto todo en su lugar, se dirigió a la estancia para así poder limpiar y arreglar todos aquellos papeles y objetos que simplemente había dejado por ahí esparcidos en aquella no muy grande estancia.
-woow… estos son los periódicos que usamos en la última investigación –dijo el chico mientras sacaba aquellos de un cajón –no puedo creer que aun los tenga… se suponía que los debía de entregar a la oficina hace mucho…
Pero en ese momento no le prestó mucha atención a aquellos, prefirió seguir con su labor de limpiar o por lo menos intentarlo, ya que nunca había sido bueno en aquello. Casi tres horas estuvo limpiando la sala, el comedor y la cocina, no podía creer cuanta basura se encontraba en el lugar y más que nada era eso precisamente basura, así que simplemente la tiro al cesto y siguió con su trabajo. Tres horas después todo el apartamento estaba reluciendo de limpio, incluso el se sorprendió de lo hermoso que podía llegar a ser el lugar sin toda esa ropa, papeles, envolturas de comida entre otras cosas. Sintiendo su cuerpo completamente abatido volvió a sentarse en uno de los sofás y comenzó a revisar aquellos periódicos que horas antes había encontrado, los primeros fueron pasando rápidamente ya que los recordaba a la perfección, pero entonces se encontró con algunos que tenían más de 5 años, aquellos fueron los que se decidió a revisar detenidamente.
-Kim Junsu –se detuvo al ver aquella nota –el heredero de la gran familia Kim a desaparecido después del trágico accidente donde sus padres perdieron la vida… -el morocho comenzó a leer aquello hasta que recordó aquel accidente, tenia 20 años así que no asía mucho que había entrado en el servicio –pobre chico… aun no ha sido encontrado –recordó ya que la investigación aun que seguía en pie, nadie había prestado mucha atención los últimos tres años –espero que aun siga con vida… -susurro al pensar en el dolor que seguro debería de estar pasando si aun no le habían matado, porque más que nadie el sabia que clase de personas eran esas que sin importarles nada arrebataban vidas inocentes.
*****
Su piel estaba tan pálida, sus ojos rojizos y aquellas ojeras que días atrás se habían formado en su rostro, eran los signos que demostraban su cansancio, aquella habitación vacía no podía estar más fría, ese maldito silencio al que tal vez ya se había acostumbrado le hacía sentir cada vez mas solo, porque se había hecho a la idea de que nunca saldría de ahí, de que el oír aquellas laminas crujir por las noches no eran más que susurros que le decían que su vida estaba ahí… que siempre había estado ahí. Entonces aquellas vagas imágenes que tenia no podían ser más que creaciones de su mente, porque no recordaba el haberlas sentido, pero estaban ahí, permanecían ahí como estacas clavadas en lo más profundo de su alma y se preguntaba si aquel brillante color azul era el cielo, entonces no era aquel gris material que durante los últimos cinco años había estado sobre de el… ¿su piel siempre había sido oscura? Porque no recuerda la última vez que un rayo de luz cruzo aquella negra y opaca habitación que nublaba su visión poco a poco, sus ojos cada vez más intensamente se iban auto convenciendo que aquellas luces y aquel que creía era el sol no eran más que fantasías, trucos que usaba su mente para hundirlo un poco más en aquel abismo que cada día le parecía más real, mas de el…
Sus piernas estaban tan entumecidas, hacia días que no se movía de aquel lugar esperando a que algo pasara… morirse… Morirse era lo único que deseaba en ese momento porque estaba arto de todo aquello, estaba arto del hambre que pasaba y estaba arto del cansancio que siempre abordaba su cuerpo… pero él no se lo permitía… ese hombre del cual solo conocía sus ojos y manos, no se lo permitía, porque a pesar de saber que no se encontraba en sus cinco sentidos, el siempre le había consolado dándole una mínima esperanza de que algún día volvería a salir y podría hacer todas aquellas cosas que ya casi no recordaba…
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al pensar en cosas tan estúpidas, ¿salir? ¿Salir a donde? A pesar de querer dejar aquel lugar, no podía evitar sentir miedo de lo que podría encontrarse detrás de aquella puerta, no podía evitar temer el no encontrar nada de lo que fue y no saber qué hacer en un lugar al que nunca había pertenecido… del que a pesar de recordar… no sentía como suyo, porque lo había perdido hacia ya cinco años cuando aquellos hombres le habían encerrado en aquella celda.
-tal vez nunca existí –sonrió nuevamente, porque eso era lo único que deseaba, ‘no existir’
Y de esa manera las horas pasaban, sentado en aquel frio piso observando la nada… dándose cuenta de lo poco que podía resistir sin comida, porque aquel hombre que en ocasiones odiaba, no había ido ese día, no había aparecido como era su costumbre y no pudo evitar preocuparse, pero ¿Por qué? Tal vez muy en el fondo había creado un vínculo con ese sujeto, uno muy extraño y retorcido ya que lo tenían prisionero, lo tenían ahí en contra de su voluntad y él no sabía si tenía que odiar a aquel hombre por aquello, o agradecerle por haberlo ‘cuidado’ todo este tiempo. Sus labios estaban secos, no había bebido nada desde la noche pasada y sentía que no resistiría mucho sin un trago de ella, porque tanto tiempo consumiendo la mínima cantidad, estaban trayendo sus consecuencias.
-un día mas… -susurraba, consciente de que no moriría, de que al día siguiente el tipo aparecería pidiendo disculpas innecesarias sobre como se le había presentado un problema –uno más…
No tenía sentido seguir ahí, su cuerpo estaba por demás débil y sabia que volvería a enfermarse sino subía a su cama, pero es que cada que intentaba mover algún musculo de su cuerpo, este dolía infernalmente y se lamentaba por no hacer algo de ejercicio y distraerse de aquel fatal destino… porque la forma en la que él deseaba desaparecer de ese mundo, no era con una simple gripe… no podía irse de aquella manera tan poco, digna… según los pensamientos que últimamente tenia o que siempre había tenido, tan solo que ahora era una realidad más presente… la muerte.
Una pequeña sabana deslizándose por sobre su cuerpo y aquella almohada hundiéndose mientras apoyaba su cabeza en esta… Y nuevamente ahí estaban, aquellos sueños que todas las noches le acompañaban asiéndole sentir un poco, solo un poco más miserable… solo un poco mas de odio…
Porque dios hace las cosas por una cosa, ¿cierto? La religión siempre fue algo que su familia le inculco como a cualquier niño de su edad, pero… ¿Por qué hay ocasiones en las que crees que no son más que tonterías que te dicen para así tenerte controlado? Y todos aquellos sueños sobre que dios se apiadaría de él se habían esfumado… todo se había ido así como sus padres, así como su recuerdo…
Pero… tal vez… solo tal vez incluso si has maldecido a ese ser que tanto adorabas… te escuche…
Una oportunidad que sin duda merecía…
Porque al ser niño, al vivir alejado de los pecados del mundo… tu alma esta pura, ¿cierto?
Solo tal vez una oportunidad que le seria otorgada…
------
-toma la fotografía…
-pero este lugar no me gusta… porque no… ¿Por qué no vamos haya? –Dijo aquella joven señalando una bodega que parecía estar abandonada –ese lugar se ve interesante
-no quiero ir haya… solo son unas fotos… -aun que amaba a su novia, aquel chico prefería no arriesgarse a ser encontrados ya que por lo que parecía, aquella bodega era militar –mejor vamos a otra parte
-no… quiero ir a ese lugar… así que vamos –en ocasiones las mujeres son muy tercas, ¿cierto?
-no lo puedo creer… debo de amarte mucho para hacer este tipo de cosas sin sentido…
-jaja… si~
Sus pasos eran torpes, el pasto seco y aquella mala hierba se encontraban por doquier, pero el lugar no se encontraba muy alejado, así que en unos minutos más los dos chicos llegaron hasta aquella bodega vieja. Después de encender una linterna, porque ellos habían ido a acampar y aquel almacén estaba por demás oscuro, los chicos comenzaron a caminar dentro del lugar.
-por aquí debe de estar algún interruptor –seguía la chica sin importarle lo macabro que aquel lugar pareciera –oh! Lo encontré…
-¿Qué demonios? –los dos pares de ojos se clavaron en aquel hombre que permanecía en el piso del lugar, había dos sofás y muchas botellas de cerveza, vino y lo que parecía ser droga. Los dos chicos estaban asustados, pero por la escena en la que se encontraban, podían darse cuenta de que aquel hombre había muerto si es que lo estaba, de una sobredosis… Ninguno de los dos quiso comprobar aquello ya que estaban por demás asustados –si, policía… acabamos de encontrar a un hombre… aun no hemos visto, pero creo que esta muerto –la chica había sacado su celular y sin esperar un segundo llamo al 9011 –si… nos encontramos a las afueras de la ciudad, si… en el campamento… es una bodega que parece ser del gobierno, creo que es militar…
Y la llamada terminaba alertando a una patrulla de policía que pronto llegaría hasta aquel lugar sin imaginarse que aquella simple sobredosis representaría algo mas para la sociedad.
-oie… -después de la llamada aquel chico había comenzado a caminar un poco alrededor de aquel hombre –esta habitación está cerrada bajo candado –la curiosidad siempre había sido muy grande y en aquella ocasión tal vez fue lo mejor que aquel chico pudo haber hecho…
Porque las cosas pasan por alguna razón, ¿cierto?
interesantisimooooo seguire leyendo....
ResponderEliminar