Thinking about you... cap 23

-Chunnie-shii…-susurró despacio sobre sus labios alzándose un poco más para continuar acariciando sin ninguna prisa el rostro del mayor surcado por esas lágrimas secas- Yoochunnie…

Y sonrió aún más ampliamente al verle parpadear con lentitud y pereza como si no supiese donde estaba, y aquella situación le pareciese tan poco familiar, como sus ojos por las mañanas ya no tuviesen nada en lo que realmente fijarse, y aquello sólo apretó un poco más su corazón en su pecho, en tanto sonreía sabiendo que se le había dado esa nueva oportunidad para recuperarlo todo, para cambiar cada día esa expresión de desconcierto bañada en el dolor de cada anterior recuerdo

-estoy aquí Yoochun ah…-murmuró consiguiendo atraer la mirada del mayor hacia sus ojos, viendo ansioso formarse esa sonrisa algo boba y sus ojos brillar aún sobre esas ojeras que parecían opacar un poco esa felicidad-has dormido bien…?

Aquel brazo sobre su cintura trayéndole con un poco más de fuerza hacia su cuerpo obligándolo a sujetarse de sus hombros con una sonrisa dulce y topar suavemente su boca por segunda vez esa mañana, ese roce que duró un par de eternos y cálidos segundos, que hacía todo más suyo y que le estampaba contra el corazón todas aquellas sensaciones que había luchado tanto por guardar, ese suspiro contra su boca y esa lengua tibia y húmeda pidiendo permiso a sus labios para entrar, ese que no le fue capaz de negar

-buenos días…-susurró en un suspiro-he dormido mejor que nunca…-cerró los ojos volviendo a suspirar

Y tal vez era miedo lo que sentía al pensar en abrir los ojos otra vez, pero era ya suficiente de miedos…por que estaba consciente de que Junsu sólo merecía amor y seguridad…toda la que él pudiese darle…

Era la calidez…
La calidez de Junsu sobre su cuerpo la que jamás podría borrar
Era la ternura…
Esa con la que le había hecho suyo cada segundo
Era la paz…
Esa que le llenaba por completo ahora que estaban juntos otra vez
Era su luz…
Lo que le había hecho perder el rumbo cuando en su mundo todo era oscuridad
Era el amor...
El que Junsu no había dudado un segundo en entrarle
Era su ángel
El que viniese a curar cada una de sus heridas

Por que Junsu era todo…
Absolutamente todo lo que se podía soñar…

-y tú delfín…has sentido frío…?-entreabriendo los ojos sólo para no perderse el temblor de esos labios que sabían a gloria, mientras acaricia su mejilla
-no…por supuesto que no Chunnie ah…

Y ambos se sumieron en ese silencio en el que no dejaban de sobrar las palabras…por que ese sería un día especial que rememorarían para siempre, por que era el día en que habían dormido juntos después de toda aquella tormenta de mentiras y verdades medio escondidas, por que las pocas que quedaban se estaban evaporando con el sol de las sonrisas que se brindaban y estaban dejando ese espacio limpio en el que ya podían comenzar a intentar ser felices de nuevo, ese en el que podrían replantar los mimos y las confianzas quemadas de tanto frío, de tanto dolor.

-prepararé el desayuno ok….?-sonriendo algo emocionado al besar nuevamente sus labios en tanto intenta incorporase sonrosándose al pensar en que estaba desnudo…y que otra vez era Yoochun quien con esa sonrisa, recostado boca arriba sobre la cama le observaba con cariño y ese tinte algo rojizo también
-bien…iré a la ducha mientras ARG!!-cayendo recostado sobre la cama otra vez, los ojos fuertemente cerrados y las piernas flectadas, ese Junsu asustado acariciándole las mejillas antes de que abriera esos ojos brillosos y le reclamase con la voz temblorosa- fuiste un salvaje…
-Yoochunnie…-sonrió un poco besando sus ojos para beberse esas lágrimas- lo siento…sa-sabes que no quería hacerte daño sólo…Dios…-suspirando y recostándose junto a él apoyado en su codo mientras acaricia sus mejillas y toma una de sus manos-crees…crees que puedas levantarte hoy…?
-no lo sé…y si me quedo inválido para siempre…?
-Chunnie!
-Susu ah…-esa voz de sufrimiento que le estaba matando
-esta bien…te sentarás en la cama…mientras yo voy por el desayuno…déjame buscar tu pijama…-levantándose un poco para encontrar sus pantalones y la ropa interior dejándole todo al alcance- no necesitamos movernos de este cuarto hoy…-besándolo cálidamente en los labios- de verdad lo siento….-esa mano acariciando su mejilla con suavidad-s eme ha escapado de las manos fue…
-que más da Susu ah…-murmuró atrayéndole hacia sí al atrapar nuevamente sus labios-ponte algo de ropa o enfermarás…
-Ok…voy por tu desayuno…-levantándose

No pudo borrar la sonrisa que albergaban sus labios mientras le daba la espalda para vestirse con el pijama y colocarse aquellas pantuflas de conejitos que tanto había extrañado, era su mirada la que le estaba calando hasta los huesos y ese suspiro lanzado sin prisas en la habitación lo que llamaba a sus sentidos

Sin perder un segundo más le lanzó un beso desde el marco de la puerta como hacía tanto ya no hacía para acabar corriendo hacia la cocina, es que no quería volver la mirada atrás y ver que algo suyo seguía faltando, por que había dolido demasiado ya haber entrado la noche anterior y haberse dado cuenta de cómo había cambiado todo, todo en esos días a los que por lo menos él, no podía llamar vida…

Y encontró con facilidad los huevos y las sartenes como si nadie hubiese cocinado en demasiado tiempo mientras sus ojos seguían negándose a verlo, a preocuparse, por que aquello había andado mal, demasiado mal para ambos…y no quería seguir escarbando, no en la herida, que por él mismo Yoochun se había creado…

-Dios…como duele, como duele…!-murmuró entre dientes con los ojos apretados dejándose caer con suavidad en aquellos almohadones que hubiese acomodado con anterioridad luego de esa lucha para ponerse el pijama lo más rápido que pudiese

Pero cuando levantó la mirada fue consciente de que era un idiota…

Dolía…?
Que demonios era lo que dolía…?
Podía doler algo…?

Podía la verdad…doler algo mientras esos ojos brillantes y emocionados traían consigo esa bandeja con su desayuno, mientras le olor a comida recién hecha por esas manos inundaba el cuarto y ese húmedo beso sobre sus labios era dejado con algo de dulzura e inseguridad…

Y se recordó a sí mismo dejando parte de aquellos sagrados desayunos de lado, se recordó abandonándolos por completo, saliendo a comer a algún centro comercial por la mañana donde la comida parecía plástica y casi sollozaba al darse cuenta días de pronto de que Junsu había optado por dejar de cocinarle…

Pero no había espacio para esos pensamientos tristes en aquella oportunidad, y sólo estiró sus labios como trompetita esperando que Junsu le regalase aquel roce que estaba necesitando con urgencia para no ponerse a llorar, ese roce que llegó con prisas a su boca, ese del que se había hecho nuevamente adicto en segundos

Ese del que ya

No se volvería a apartar

Se secó el cabello con lentitud volviendo la vista a aquel chico recostado sobre la cama y suspiró con cansancio acercándose despacio hasta el lugar para tomar asiento a su lado, le había arrullado hasta que su llanto había cesado y hubo caído en ese sueño que sin duda alguna, había necesitado con urgencia…

Le quitó los zapatos y calcetines húmedos y aquella chaqueta que sólo destilaba frío, ese que había quedado impregnado desde la noche anterior, negó suavemente acariciando sus cabellos mientras le cubría un poco con las frazadas, seguramente había pasado la noche a la intemperie…el frío de su piel, sus ojeras y su ropa le delataba…el rojo de sus ojos podía enseñarle cuanto es que había llorado…

Y aún nada le parecía demasiado…
No para lo que había sufrido él…
Lo peor de todo era que le amaba tanto…
Que sabía iba a perdonarle

Iba a perdonarle apenas abriese los ojos y le mirara con amor, iba a perdonarle ya sin más peros en cuanto separase los labios para decirle que le ama, que le necesita…que nada importa si no está con él…

Se recostó junto a él suavemente sin importar que aún tuviese el pelo mojado o esa camiseta que se había puesto en el baño estuviese algo húmeda, y cerró los ojos suspirando por enésima vez…

Todo aquello era tan estúpido y difícil…

Y recordaba su calor…al sollozar entre sus brazos…
Y el tono quebrado de su voz…al pedir desenfrenadamente su perdón…
Y sus lágrimas tibias…que sólo podían recalcar un poco más su dolor…

Y quiso tenerlo todo otra vez…

Tener sus labios y su cuerpo junto al suyo por las mañanas, tener esos te quiero susurrados con calma y algo de nerviosismo a su oído, esas noches de pasión llenas de palabras dulces que aunque no llegaron a ser una formal declaración llevaban en sí tanto ocultas…

Que estaba asustado de que ya fuese demasiado tarde…
Que todo aquello ya les hubiese pasado factura por el dolor.
Quería que despertase….
Que le mirase a los ojos y le dijese que estaba en un error
Que nada volvería a cambiar de ese modo por que había aprendido ya la lección…

Apartó con cuidado os cabellos de su frente y siguió observándole con el dolor marcado en sus facciones, notando como la paz ni siquiera en sus sueños le embargaba, tal vez se sentía demasiado sólo….como para querer soñar…

Besó su frente intentando transmitirle un poco de seguridad…un poco de esa calma que le había invadido después de soltar contra él sus miedos en forma de amargas lágrimas, esas que le costaron la inseguridad….

Entonces acabó por notarlo algo asustado…

Lee estaba ardiendo en fiebre

Entonces se levantó con brusquedad acariciándole un poco más los cabellos mientras pasa a su lado y se da vueltas en la habitación, que demonios debía hacer…? Corrió a la cocina en busca de un paño húmedo que puso pronto sobre su frente refrescándole un poco…Vamos, era aquello lo que había visto en tantas películas y leído en tantos libros…

¿Qué iba a hacer…?

Tocó su frente una vez más queriendo que la fiebre bajase…tal vez no estaba tan alta como él creía y sólo…estaba preocupándose demás…un termómetro…eso es lo que necesitaba…dónde demonios había un termómetro en ese departamento…?

Jae…

Y su mundo se detuvo… no podía pensar en nadie más…? Necesitaba…sabía que en algún momento debía perdonar…en algún momento debían hablar y arreglar las cosas por que…por que iban juntos por un sueño…por que no eran sólo compañeros de trabajo…y lo recuerda mejor que nadie…

Se acercó de nueva cuenta a la cama sentándose a su lado para besar castamente sus labios, notando que temblaban…notando que ardía…y que se estaba asustando en serio…

-hola…?-y esa voz que se oía rasposa y angustiada, y quiso decirle que todo estaba bien…que sabía que le estaba doliendo…pero que era como su madre…que si podía tener a Lee de vuelta todo podría andar bien…
-soy yo…-susurró
-Changmin ah….-y su mundo pareció detenerse por que no quería discutir con él y sabía que había metido la pata hasta el fondo, que sólo debía pedirle perdón por que Min no había merecido nada de aquello que él había hecho…y la culpa desde que había podido empezar a pensar con claridad…le estaba matando- lo siento Minnie…-medio sollozó
-ya hablaremos…hablaremos lo prometo…-medio sollozó también

Es que simplemente se hacían falta…demasiada falta

-jamás quise arruinar así tu vida, yo…
-Jae luego hablaremos de eso…por favor…-medio sollozó- Lee esta aquí, tiene mucha fiebre…estoy asustado…no tengo un termómetro y…
-es mucho…?-y quería ser racional, quería pensar en lo que minnie estaba necesitando y no en sus ansias de pedir perdón
-no lo sé….Jae alguien debe verle…está ardiendo…
-llama a una ambulancia…no te asustes…si no tienes un termómetro ellos tendrán todo lo necesario…ponle un paño con agua fría en la ingle…si eso no ayuda…estaremos contigo apenas nos llames…
-ok…voy…gracias…
-Changmin ah…
-…
-está aquí…para lo que necesites…por que…te quiero…y lo siento…en verdad lo siento…
-te llamo luego…-murmuró con cansancio titubeando antes de cortar- también te quiero Jae…

Y fue aquella llamada una especie de liberación para su alma sintiendo como de pronto esa sonrisa que dolía un poco era acompañada por un sonrojo intenso que se instalaba en sus mejillas al sentir ese cuerpo cálido temperado por las horas de sueño apegarse a su espalda algo fría y ese beso en su nuca que le hizo estremecerse por completo

Ese suspiro que escapó de sus labios con claros indicios de querer convertirse en llanto y esos ojos brillosos con los que pudo voltear a ver a ese Yunho que le acarició las mejillas antes de acercarle a él acunándolo contra su cuerpo mientras le susurra ese “buenos días” que le supo a mermelada y algunos pasteles

-quien estaba al teléfono…?-acariciando sus cabellos
-Minnie…-sollozó contra su pijama
-te ha…
-ha dicho que me quiere…-rompiendo en esos sollozos callados que se ahogaban contra su cuerpo siendo consciente de que no podía controlar el temblor de su cuerpo
-…-suspirando-era de esperarse de él…-sonrió apresándolo un poco más entre sus brazos
-yo…también le quiero…-sollozó
-te amo Boo…-murmuró a su oído-no te ha hecho bien pasar la noche en vela…debiste descansar…
-no podía sin ti…no podía y tu…estabas en la otra habitación…y quería verte…necesitaba…saber que estabas en casa…-hundiéndose un poco más en su cuerpo-abrazarte y sentir que es tu calor el que me llena…sentir tus manos e mi piel y que ya nada más importa…y estabas tan lejos…-volviendo a sollozar-y yo debía…debía estar cerca…

Y sus ojos se iban llenando de lágrimas…esas que esta vez no dejaría caer…por que oír eso de sus labios estaba haciendo falta…por que hace meses que no se lo recordaba y ya se estaba volviendo loco creyendo que alguna vez imaginó que se las decía…

Comenzaba a sentir su dolor… esa falta de atención que el trabajo le había quitado…y que el no había conseguido ver…comenzaba a ver su necesidad de roce…de cariño…de palabras dulces…

De que juntos pudiesen olvidar que el resto del mundo existía…

De que le llevase lejos en un solo día…

Esa necesidad de ambos…

Que ahora tan fuerte se sentía…

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