Kwon Boa siempre ha sido una mujer sofisticada.
YunHo sonríe mientras la ve acomodar la servilleta sobre sus piernas, ella siempre fue toda una dama de sociedad, exactamente lo que sus padres querían y esperaban de ella. Y él siempre fue el caballero de brillante armadura, si él no hubiera conocido a Seulgi en la Universidad muy probablemente su padre lo hubiera comprometido con Boa.
Pensó que de haber pasado eso, entonces él no tendría todavía aquel dolor interno que le producía pensar en la que estuvo a punto de convertirse en su esposa. Por que él de verdad la amo, amo con todas sus fuerzas a Bae Seulgi.
YunHo soltó el cubierto.
El sonido algo molesto del cubierto al chocar con la cara loza de su plato sorprendió a Boa, pero YunHo no podía evitar estar sorprendido. Por que era la primera vez que se refería a su amor por Seulgi en tiempo pasado.
¿Quería decir eso acaso que ya no la amaba?
Los pensamientos se agitaron dentro de su cabeza, ante la posibilidad de poder ya haber superado a la muchacha que con una sonrisa hacía latir todo su ser. Y por la que alguna vez sufrió tanto que incluso llegó a derramar más lagrimas de las que estaba dispuesto a derramar.
—¿YunHo estás bien?
La voz suave de Boa y Jung intentó sonreír, tomando el cubierto una vez más aprovechando el hecho de que no había caído quien sabe donde. Respiró profundo y volvió a sonreír.
—Si, Boa. Estoy bien.
La mujer le sonrió de igual forma y decidió limpiar un poco su boca. Apoyó la quijada sobre sus manos y miró con atención a su mejor amigo de casi toda la vida.
—Vi a Seulgi.
YunHo se remueve incomodo en su asiento, y es obvio para ella. YunHo no quiere tocar el tema.
—¿Todavía te duele?— Y el silencio regresa imponente y molesto, Boa resopla y logra apoyarse mejor en la silla, viendo directamente a aquellos ojos cafés. —¿Todavía la amas?— Y la voz de YunHo sale en un susurro casi imperceptible.
—…No lo sé.
Boa arruga el entrecejo. –Eso no es bueno. Yo esperaba un rotundo no.— YunHo sonríe, tomando la mano de la mujer y Boa parece complacida con aquello. –Pero supongo que es un avance. Es un largo camino el que tienes que recorrer YunHo y cuestión de tiempo y paciencia, pero creo que ya has empezado a recorrer ese camino.
—Eres genial, Boa. Y te quiero muchísimo.
—Yo también, tonto.
El apodo de aquellos labios logra que YunHo sonría y vuelva a comer su delicioso espagueti. Pero Boa de repente comienza a buscar algo en su cartera, Jung indudablemente es un hombre curioso y la observa con atención.
—Feliz cumpleaños adelantado, hermanito.
Boa extiende el regalo hacía él, y YunHo sonríe como un niño pequeño que en fondo, realmente todavía es. Toma la pequeña cajita y la abre, dentro unas alas de plata en forma de prendedor deslumbran al muchacho. Son verdaderamente hermosas.
—¿Por qué unas alas?
—Para que vueles muy lejos del dolor y olvides.— Boa sonríe y YunHo vuelve a tomar sus manos con una sonrisa de agradecimiento. –Saldré de viaje mañana. Así que no podía dártelo en otro momento.
—Muchas gracias, Boa.
—No es nada.
Y la cena transcurre levemente, con un punto tranquilo en el que una conversación trivial cae demasiado bien, por que Boa es inteligente y sabe que YunHo ha ocupado sus pensamientos en algo más.
Caballero como siempre, YunHo deposita su abrigo sobre los hombros de ella, con la excusa de que hace un frío enorme afuera. Ella sonríe y el también, Boa regresará a Corea pero él se quedará ahí, en Japón.
—Ten cuidado con el vuelo, llámame apenas llegues.
—Tranquilo YunHo, vine aquí sin problemas, regresaré sin problemas.— Boa abre la puerta de su carro y sube con tranquilidad, pero YunHo permanece ahí sin moverse. —¿No querías que te alcanzara hasta tu departamento?
YunHo niega amablemente. –Mejor no, tomaré un taxi.
—De acuerdo. Como quieras.
Boa se baja y lo abraza con fuerza, por que no lo verá probablemente en mucho tiempo, lo abraza con más fuerza y susurra, muy cerca de su oído.
—¿Quieres que le diga a tus padres que te encontré? ¿Qué estás bien?
YunHo la abraza con fuerza. –No es necesario, si ellos quieren verme. Vendrán a buscarme.
Boa suspira y entiende. Le regala una última sonrisa y sube a su auto. YunHo permanece en la vereda un rato más. Con las manos en los bolsillos de su pantalón, viendo el auto de su amiga alejarse.
Observa el prendedor en sus manos y sonríe. Esas alas, le han recordado a Jae.
Y no está seguro del por que.
…
…
JaeJoong en esta ocasión se levantó un poco más temprano que el día anterior.
No pensó demasiado, decidió únicamente acostar sobre la cama y cerrar los ojos. Por supuesto había despertado con un horrendo dolor de cuello y sudado. Así que había tomado una larga y reparada ducha apenas se hubiera levantado.
Y eso había sido suficiente, pero gracias a ese largo baño ya iba cinco minutos atrasado a su trabajo. Bostezó ligeramente y tapó su boca, en esta ocasión solo caminaba con tranquilidad y cuando vio el auto de YunHo llegar y estacionarse frente al café, casi inconscientemente sonrió.
Cuando YunHo bajó de ese auto, por unos segundos Kim JaeJoong olvidó como era respirar, por que de repente, su jefe lucía increíblemente bien. Su pantalón negro de tela, su camisa blanca de mangas largas y un pequeño chaleco gris. El cabello recién lavado, el olor de su colonia.
Jung YunHo en ese momento brillaba.
Y se quedó estupefacto por un buen momento, mientras Jung salía del carro, lo cerraba y le colocaba el respectivo seguro. JaeJoong sacudió la cabeza, y arrugó el entrecejo en cuanto lo vio acercarse a él con una enorme sonrisa.
¿Habría cumplido con lo que le dijo la noche anterior?
¿Habría ido solamente a cenar con Boa?
¿Por qué era tan estúpido y pensaba en eso?
—Buenos días, JaeJoong.
YunHo lo tomó por las mejillas, acercó su rostro y besó su frente. Emocionado, feliz. YunHo destilaba un aura verdaderamente efusiva esa mañana. JaeJoong reaccionó, alejándose varios pasos y dándole un pequeño golpe en el pecho.
—¡Dios! Deja de ser tan gay por una vez en tu vida, YunHo.
Limpió con su antebrazo el lugar donde los labios de YunHo hubieran estado, pero aún así su corazón seguía latiendo apresurado, aún así su frente quemaba, como si de repente no pudiera respirar.
—Tan arisco como siempre. ¿Verdad Jae?
JaeJoong decidió rodar los ojos y cruzarse de brazos. —¿Y se puede saber por que llegas a estas horas? Se supone que eres el jefe, debes llegar antes que todos nosotros para abrir el local.
YunHo sonrió abiertamente y jugó con las llaves en sus manos.
—Es mi día especial. Nunca llego temprano.
—¿Eh?— JaeJoong arrugó el entrecejo, pero luego decidió sacudir su cabeza y mejor no enterarse de lo que pasaba por aquella cabeza. –Da igual, después de todo eres el jefe, puedes hacer lo que se te de la gana.
JaeJoong decidió avanzar y YunHo detrás suyo tarareaba una canción. JaeJoong estaba sorprendido, por que YunHo en realidad estaba de muy buen humor. Abrió la puerta y tuvo frente a sus ojos un montón de serpentinas, globos y una enorme torta de cumpleaños.
—¡Felicidades, Hyung!
Todos los muchachos que trabajan en el Maid aplaudieron con una sonrisa en el rostro y de inmediato comenzaron a abrazar a YunHo, tan efusivamente, tan llenos de cariño que JaeJoong no pudo sino sentirse avergonzado.
…Por que él no sabía que hoy era el cumpleaños de YunHo.
Todos abrazan a YunHo, dicen un par de palabras y YunHo ha ampliado esa brillante sonrisa, JaeJoong lo observa fijamente, YunHo se ve tan feliz, tan reluciente, tan rodeado de gente a la que aprecia, y que lo aprecian también.
—Ve con él.
Siwon colocó una mano sobre su hombro, JaeJoong no tuvo que girar para saber que se trataba de él, le da un pequeño empujón y él avanza un par de pasos hacía YunHo, quien abrazaba a Junsu por sexta ocasión. JunSu se mueve un poco y de pronto ya están frente a frente.
ChangMin no sirve para la tensión que se respira en el ambiente, por eso tose levemente y JaeJoong y YunHo parecen salir de su letargo eterno y desvían sus miradas el uno del otro. Hay una pequeña sonrisa compartida entre Siwon y HeeChul, por que ellos se han dado cuenta de algo.
JaeJoong juega con sus manos nervioso, intenta sonreír, y termina por respirar profundo.
—Feliz cumpleaños, YunHo. Espero que la pases bien.
JaeJoong abraza a YunHo, sin demasiado contacto, apenas lo toca y palmea un poco su espalda. YunHo lo hace igual, se nota que está un poco reticente ante ese contacto también. ChangMin desde su lugar solo rueda los ojos cuando los dos mayores se alejan.
—¿Qué asco de abrazo es ese?
YooChun sonríe y agarra a JaeJoong por lo hombros. –ChangMin tiene razón, es un abrazo de cumpleaños y a YunHo le gustan los abrazos de oso, igual a los que él da.
Un empujón por parte de Park y el cuerpo de JaeJoong vuelve a estar junto al de YunHo, pero por primera vez no se aleja, con sus manos un poco temblorosas, mordiendo su labio inferior y midiendo muy bien sus movimientos JaeJoong completa el abrazo y cierra los ojos.
Las manos de YunHo sobre su espalda, el corazón late desbocado. JaeJoong se siente bien así, tanto que le empieza a preocupar.
—Por favor, sigue sonriendo como hoy. No lo hagas solamente durante tu cumpleaños. Sonríe así todo el tiempo por que verte feliz… Es refrescante para mi alma.
Y el susurro de sus labios está seguro que solo YunHo lo ha escuchado. JaeJoong ni siquiera sabe por que han salido esas palabras, pero YunHo lo aprieta un poco más y aunque el abrazo parece querer quitarle el aire, aquello es confortante, por que se siente seguro.
Y nunca antes se había sentido así.
—¡Bueno, ya! Ustedes exageran.
Y es ChangMin el que propicio todo el que rompe con el ambiente. Separando a los muchachos y abrazando a su Niisan con fuerza. Con una sonrisa en el rostro y felicitándolo por su gran día. JaeJoong sonríe incómodo.
…Principalmente por que hubiera querido no soltar a YunHo tan precipitadamente.
Pero cuando el resto de los muchachos vuelven a abrazar a YunHo, a llenarlo de hermosas palabras, JaeJoong comprende que el resto también tiene derecho a abrazarlo, a sentirse confortado por esos brazos.
JaeJoong respira profundo, está perdiendo el control y la dirección de sus emociones.
Luego de un rato Siwon anuncia que será mejor dejar la celebración y entrega de los regalos para cuando cierren el café. JaeJoong se preocupa, por que no sabía que era el cumpleaños de su jefe y no tiene un regalo que darle.
…
…
Y el día logra transcurrir ligeramente normal.
Excepto claro por todos los clientes que se han amontonado de vez en cuando para felicitar al dueño del Maid, para estrechar su mano y desearle suerte con todo lo que se proponga, Jejuko desde su lugar ha sonreído, por que hay mucha gente que aprecia a YunHo.
—YunHo—san eres el mejor, casi te amo por abrir tremenda cafetería. Felicitaciones.
YunHo estrecha la mano del muchacho y ríe ante las palabras. Las luces parpadean, es lunes de presentación, mira hacía el pequeño escenario y Siwon comienza a presentar a Junko, Jejuko, Mina y Yuna.
La canción empezó suave, con un ritmo contagioso, y Junko fue la primera en ponerse delante de los demás, moviéndose onduladamente y jugando con sus sonrisa, YunHo sonrió, por que JunSu nunca medía hasta ahora el poder de esa bella sonrisa que su primo poseía.
Cuando como contigo, debo dejar algo por educación
Incluso sino estoy triste, mis lagrimas tienen que fluir
¿Conoces acaso tus mis sentimientos?
Con un poco de licor y debo pretender que estoy ebria
No importa lo difícil que sea, siempre tengo que sonreír
Parece que va a llover, entonces tengo que estar nerviosa
¿Conoces acaso tú mis sentimientos?
¿Conoces acaso tú mis sentimientos?
Y le divertía mucho ver como Yuna a cada rato lo miraba y señalaba, como le guiñaba un ojo jugando a seducirlo, por que YunHo conocía a su mejor amigo, y YooChun únicamente estaba jugando y eso le divertía, por que los muchachos estaban haciendo de todo por hacerlo sentir bien en su cumpleaños.
Soy esa chica sombría que te mira solo a ti.
Te necesito, y es así como te amo yo.
Estoy tensa y nerviosa de que me dejes.
Con el paso del tiempo, me he convertido...
...En esta chica sombría que solo piensa en ti
Y si había algo que le sorprendía todavía más, era el hecho de que Jejuko en esta presentación parecía sonreír más, parecía incluso poder deslumbrar a cualquiera con su voz y sonrisa, YunHo no sabía por que de pronto JaeJoong se esforzaba tanto.
Aunque me duelan las piernas, lucho por ponerme zapatos bonitos de tacones altos
Uso ropa sofisticada para verme bien para ti
Esos son, estos sentimientos que tú desconoces.
Incluso si veo a un chico guapo, tienes que saber que tú eres el mejor
Por ti siempre cuelgo el teléfono cuando estoy hablando
Estoy limpiando por si vienes a mi casa
Tu no sabes cuan agotados son estos sentimientos.
Tu no sabes cuan agotados son estos sentimientos.
Y ChangMin era bueno con el rap, pero YooChun lo era también, el problema es que requería de mucho esfuerzo en no sonar sus voces por error demasiado graves, pero la pequeña intervención de ambos con aquel ritmo fue asombrosa.
Si miro tus ojos siento que continuaré esperando infinitamente
Me estoy enojando cuando veo estas dos caras en mi
¿Por que me siento tan pequeña frente a ti?
¿Por que tengo que fingir esta perfección?
¿Por que no te puedes enamorar de quien soy en realidad?
Me preocupo tanto por ti.
Eres lo más especial en mi vida.
I love you, boy.
I love you, boy.
Pudo distinguir a Siwon a unos pasos del escenario, con HeeChul apoyándose en él, moviendo un poco sus labios de acuerdo a la canción y sonrió también respiro profundo y recordó que Seulgi para su cumpleaños solía regalarle una canción. Solía cantársela a capela, su voz era hermosa y YunHo en esos días se dejaba envolver.
Con el paso del tiempo, me he convertido...
...En esta chica sombría que solo piensa en ti
Casualmente levantó la mirada, sus ojos y los de JaeJoong se cruzaron, una vez más por varios segundos. Los aplausos inundaron el lugar, YunHo olvidó por completo a Seulgi y cuando Jae le sonrió, YunHo decidió que este era uno de sus mejores cumpleaños.
—Bueno, señores. Les pido un fuerte aplauso para YunHo, el dueño del Maid que hoy está en su cumpleaños.
Los aplausos inundaron aún más el lugar. YunHo se levantó un poco e hizo una pequeña reverencia a modo de gracia y todos sonrieron. JaeJoong observó a su jefe y pensó que hoy se sentía especialmente feliz también.
…
…
Tenía exactos veinte minutos.
JaeJoong recorría las tiendas que podía, bazares o cualquier lugar donde pudiera encontrarse con algo interesante, incluso entró a una carnicería, si lo hizo. Por muy estúpido que sonara, lo hizo. Pero estaba ya, en su quinta fase de desesperación.
Y no encontraba un regalo lo suficientemente bueno para YunHo.
Decidió detenerse un momento y respirar profundo. Le había dicho a Siwon que ocuparía su hora descanso para hacer unos tramites legales, lo cual implicaba llegar unos diez minutos antes para poder arreglarse con tiempo, y todo… Por el estúpido comentario de uno de sus clientes.
Y si, JaeJoong había tenido muchas ganas de golpearlo, pero en el fondo sabía que tenía razón. YunHo merecía al menos una atención de su parte, cuando menos en su cumpleaños. Después de todo YunHo es buen jefe y de una manera extraña lo trata con amabilidad, casi un amigo. Y lo había dejado entrar a su familia con facilidad.
El problema era… ¡Que no encontraba un maldito regalo que valiera la pena!
…O que al menos demostrara, la conclusión a la que acaba de llegar.
…
…
Con el regalo en sus manos.
Envuelto y no muy seguro de si es el correcto. JaeJoong regresó al Maid, bueno en realidad entró con él muy bien camuflado, y ahora estaba dispuesto a guardarlo en su locker, cuando la voz de HeeChul dentro de los vestuarios lo detuvo.
Abrió un poco la puerta y lo vio. YunHo estaba sentado con una cara de resignación que no le gustó, mientras HeeChul sentado junto a él lo tomaba del rostro y lo hacía girar hacía él, mostrándole algo de preocupación en aquellas pupilas negras.
—Por favor, Yunnie… Ya olvídate de ella, Seulgi no vale la pena. Tú mereces a alguien mejor.
Y de pronto JaeJoong se sintió decepcionado. Por que YunHo seguía pensando en Seulgi, y como era de esperarse justo hoy se había sentido nostálgico y la había empezado a extrañar quizá demasiado.
Apretó el regalo en sus manos y sonrió. Se sentía como un verdadero estúpido.
El problema radicaba en que no estaba seguro de si era por haberse esforzado tanto en buscar un regalo, o por que YunHo fuera un idiota masoquista que solo pensaba en su ex novia probablemente ya casada con un fulano mediocre.
O si todo se resumía a que de pronto le pesaba el corazón.
Apretó el regalo en sus manos y decidió regresar por donde había entrado. Salió al callejón y miró el tacho de basura, estiró el regalo, pero luego reconsideró, no había caminado tanto y gastado el dinero que no tenía por gusto.
…Aunque el regalo fuera un autentico desastre. Era SU regalo y le había costado tiempo y cariño. Ok, cariño no. Tiempo si. Y JaeJoong no se esforzaba solo por que si, así que le gustara o no se lo daría a YunHo.
Pensara o no en la tonta novia mediocre que una vez dejó esa profunda herida en Jung.
…Esa profunda herida que al parecer todavía no ha cicatrizado.
…
…
—¿Quién es la persona a la que yo más quiero?
—Yo, por supuesto~
—Agh, que asco. Son unos ridículos.
Y todo el ambiente romántico del YooSu fue roto gracias a Shim ChangMin quien llegó con una mueca de desagrado en el rostro apenas escuchó a YooChun y JunSu así de melosos. Por supuesto todos bajo sus disfraces continuaban ayudando en el café.
—Mocoso, amargado.
YooChun lo miró con odio y ChangMin solamente sonrió triunfante. Pero JunSu optó por suspirar desdichadamente al ver la hermosa burbuja de amor desaparecer.
—Mina, tu cliente.
La voz de Siwon y ChangMin giró hacía las mesas donde Rain empezaba a sentarse leyendo muy entretenido un libro entre sus manos, ChangMin arrugo el entrecejo.
—¿Cómo así no llego con esos mocositos del otro día?
Y la voz llena de sarcasmo del menor del grupo sorprendió a todos. Por que probablemente ChangMin no se dio cuenta pero habló lo suficientemente audible como para que todos se dieran cuenta de lo amargo en su voz. YooChun arrugó el entrecejo.
—¿Es mi impresión o Min acaba de sonar como celoso?
JunSu sonrió. —¿Cómo celoso? Te equivocas Chunie.— Park pareció relajarse. –ESTA celoso.— Y YooChun se volvió a tensar con esas palabras.
…
…
—¿Qué va a ordenar?
Rain levanta la mirada sorprendido, la voz de Mina ha sonado lejana y ligeramente molesta, es más ni siquiera lo mira únicamente permanece con la mano en el lápiz dispuesta a anotar la orden y marcharse cuanto antes.
—¿Has tenido un mal día?
—No, pero andamos con poco personal así que…
—¿Te he hecho algo? Por que si es así, lo siento.
Y ChangMin se descubrió así mismo como un verdadero idiota, por que llega Rain sin saber por que, pero le pide disculpas. Y ChangMin se siente idiotizado solo con eso, tanto que no puede evitar sonreír y mejor no molestarse con el mayor.
Por que sencillamente no tiene derecho a hacerlo.
—¿Bueno que vas a pedir?
—Una cita.
—De acuerdo, ¿Algo… Más? Espera… ¿Qué?
Rain sonrió, buscó en su pequeño maletín y sacó un par de entradas, las cuales colocó sobre la mesa ante una impávida castaña que no sabía muy bien que palabra articular primero.
—Va a haber una obra de teatro muy buena este fin de semana, así que pensé que te gustaría venir conmigo.
—¿…Soul?
Los ojos de ChangMin brillaron por un momento, esa obra de teatro no era cualquiera y era demasiado difícil conseguir entradas, tomó una de las invitaciones y la miró casi con veneración y con una hermosa sonrisa en los labios.
—Entonces… ¿Qué dices?
—Por supuesto que…
Pero su sonrisa se borró en cuanto recordó que Rain a quien estaba invitando era a Mina y no a él. Se removió incómodo en su lugar y sonrió con dificultad, depositando una vez más la entrada sobre la mesa.
—Lo siento, no puedo aceptar.
—Pero…
—Será mejor…— ChangMin midió muy bien el poder de sus palabras, pero aún así no dudo en decir lo que dijo. —…Que no regreses más por acá, por que no me interesa tener una relación contigo.
Le dio la espalda y no miró hacía atrás. Decidió no verlo más y continuar caminando directo hacía el callejón fuera del Maid, ahí donde Rain no pudiera ver que le empezaba a faltar la respiración, que apoyarse en la pared fue lo único que pudo hacer para no caer.
Que morder su labio fue lo único que encontró para no llorar. Por que ChangMin acababa de hacer un descubrimiento que le había destrozado el corazón. Estaba enamorado de Rain, pero a Rain quien le gustaba era Mina, y él jamás podría corresponder esos sentimientos.
De pronto a pesar de su madurez, se sintió como el niño de instituto que era.
A ChangMin le faltaba aún la Universidad por vivir, le faltaba experiencia, y aún así no podía evitar sentirse patético y con una ganas terribles de llorar, por la simple y sencilla razón de que Rain no lo quería a él.
…
…
Y el papel para regalo estaba por todas partes.
Había anochecido, y ya todos vestidos cómodamente con un poco de música baja habían empezado a tomar un poco de sake, pero tan solo un poco, apenas para poder pasar el rato un segundo más. JaeJoong desde su lugar se removía incómodo.
YooChun había optado por unos caros palos de Golf, JaeJoong ni siquiera sabía que YunHo jugaba golf. JunSu le había regalado un portarretrato con fotos transitorias. Las fotos cambiaban de imagen cada tanto, e incluso él estaba incluido en las imágenes.
Siwon y HeeChul habían comprado un pequeño televisor para autos, precisamente para ese maravilloso Audi que YunHo tenía. JaeJoong imaginaba que era algo muy caro. Y ChangMin había optado por un hermoso abrigo, sabrá Dios de que marca, pero se veía realmente increíble.
YunHo lo miró y JaeJoong sonrió. No quería darle el regalo.
Si hubiera tenido tiempo hubiera ahorrado un poco más. Y habría gastado más tiempo buscando algo realmente bueno para YunHo.
—Jae… ¿Qué sucede?
Kim decidió exhalar levemente y estirar la pequeña caja hacía Jung, quien le sonrió agradecidamente.
—Veamos…— Y todos miraron expectantes, y JaeJoong se sintió todavía peor. YunHo abrió la caja y sacó una taza que recitaba ‘¡Mi jefe es el mejor!’ JaeJoong se sonrojó por la vergüenza, pero YunHo en cambio sonrió, todavía más encantadoramente.
—¡Lo siento! De veras intente comprarte algo bueno, pero no sabia que hoy era tu cumpleaños y no tuve tiempo suficiente, así que no pude encontrar nada que valiera la pena.— JaeJoong se dio cuenta de sus palabras y tosió levemente desviando la mirada. —Y bueno, tampoco es que me importes tanto como para esforzarme demasiado pero en realidad quería que…
—Está bien, te esforzaste y solo eso. Hace a este regalo increíble.
JaeJoong sonrió, respiró un poco más aliviado por que YunHo lo miraba como si quisiera decirle algo más, y de pronto JaeJoong descubrió que había olvidado por que había estado a punto de botar el regalo.
—Además me gusta mucho beber café, me hacía falta una buena taza.
Todos sonrieron y notaron aquella manera en que la YunHo y JaeJoong solían quedarse mirando fijamente por demasiado tiempo, luego venía una sonrisa y todo parecía estar bien. No hubo un festejo en particular, principalmente por que era lunes.
Pero todo había resultado bien. Y YunHo hoy, se sentía demasiado feliz.
Por que todo ellos compartían esa felicidad con él.
…
…
—Yo creo que si JunSu le dice a YooChun que permanezca en un balde con agua por diez minutos él lo hace.
—No lo creo, HeeChul, YooChun es idiota, pero no creo que tanto.
—HeeChul, ChangMin dejen de criticar la mono neurona de YooChun.
Todos rieron ante las palabras de Siwon y YooChun optó únicamente por abrazar a JunSu por la espalda, colocar una mueca de niño pequeño e ignorarlos. Mientras JunSu acariciaba su cabello con suavidad.
—Bueno, muchachos hora de irse cada quien a casa.
YunHo terminó de cerrar y sonrió. Llevaba en sus manos una gran caja con cosas que de inmediato entre Siwon y YooChun dejaron dentro del auto. Miró el semblante algo decaído de Shim y que por supuesto no había escuchado ningún comentario sarcástico de su parte. Recordó que tenía que hablar algo con él.
—Min, vamos. Hoy te llevo a tu casa, quiero hablar contigo de algo.
—Uhh~ Papá va a regañar al niño.
Y YooChun aprovechó para vengarse, la sacó a la lengua a ChangMin y el menor únicamente rodó los ojos dándole un pequeño golpe en el estómago.
—Madura, Monochun.
—Miren quien habla.
Poco a poco frente a los ojos de un callado JaeJoong todos se fueron alejando, cada uno por una ruta diferente, JaeJoong extrañó no poder ir una vez más junto a YunHo hasta su casa, pero supuso que esa charla era importante.
Todos se despidieron, con una sonrisa en los labios, con palabras agradables.
Y JaeJoong se preguntó si estaría mal querer a YunHo un poco más de lo que quería a los demás. No es que de repente lo considerara su mejor amigo, pero hoy en el veintiseisavo cumpleaños de Jung, había descubierto que ese abrazo, que esa mirada, que esas palabras del día hoy.
No hubieran tenido el mismo efecto en él. Si no hubiera sido el mismo YunHo quien lo hiciera.
Y pensó, pensó mucho. Y llegó a la conclusión de que no, no estaba mal, querer a YunHo un poco más. Solo un poquito más. YunHo tan solo ocupaba un lugar un poquito más grande en su corazón y nada más.
Sonrió tranquilo y decidió caminar de regreso a su casa, mejor consigo mismo y con ese pequeño poquito demás en su corazón.
…
…
Bae Seulgi dejó de ser rubia hace dos semas.
El día de hoy en el aeropuerto internacional de Seúl. Bae Seulgi, luego de varios años, por fin ha vuelto a pisar tierra coreana. Con su cabello ahora castaño y un poco más largo que antes, Seulgi respira profundo y sonríe.
Logra quitarse las gafas y vuelve a respirar hondamente. Observa el lugar repleto de gente, una sonrisa nostálgica y no puede pensar en otra cosa que no sea, lo bien que se siente volver a casa.
Volver a donde perteneces, a quien pretenses.
Y al final de todos sus ires y venires, al final de sus errores y desaciertos. Bae Seulgi siente que siempre, desde siempre, ella le ha pertenecido única y exclusivamente al amor de toda su vida, a Jung YunHo. De quien no debió alejarse nunca.
Y el día de hoy, justo en su cumpleaños, ha regresado por él.
aaarrggg esa vieja es una pu....a
ResponderEliminarQue no Valla ESA maldita a dañarle la vida a yunho y mas a mi boo pork la mato .. Zorra maldita
ResponderEliminarZorra maldita donde te atrevas siquiera a intervenir entre la relación de Yunnie Y Boo soy capaz de agregar un apartado al fic meterme en él y matarte!
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