El Príncipe Perfecto, más… Sin embargo.
—…JaeBoo.
Dejó la mirada sobre el techo de su habitación y no expresó emoción alguna. Únicamente dejó que una de sus almohadas cayera sobre su rostro y una vez que su rostro estuvo oculto. Suspiró. Estúpido apodo. Estúpido YunHo. Estúpido él mismo.
—JaeBoo.
Le dolía todo el cuerpo ¿Quién había dicho que cuidar de niños era tan fácil? En especial por el hecho de que jamás en su vida había hecho algo de esfuerzo físico más allá del ejercicio. Había sido agotador y lo peor de todo es que ni siquiera recordaba haber llegado a su casa.
—JaeBoo.
¡Maldito estúpido!
Lo odiaba, lo odiaba con todas sus fuerzas, por que lo ignoraba, lo dejaba plantado, lo abandonaba. Por que Jung YunHo no era como los demás y JaeJoong empezaba a desesperarse, por que había un algo que no entendía.
Es que YunHo era demasiado bueno como para hacerle daño. YunHo no le hacía daño a nadie para merecer salir lastimado. Lo había comprendido el día de ayer cuando había descubierto la maravillosa fundación de su prometido.
YunHo no merecía salir lastimado… Enamorándose de él.
…
…
—Entonces yo le dije a JunHo que no sea tan idiota.
¿Acaso había perdido la timidez?
—Pero es tu hermano supongo que te encubrió.
—JunHo puede ser muy mi hermano pero igual síguele teniendo más miedo a mamá y me delató.
—Bueno en su lugar tú hubieras hecho lo mismo ¿Verdad?
—Eso es lo peor. Si, yo hubiera echo lo mismo. Mamá es muy atemorizante cuando se lo propone.
Si, tal vez llevar dos horas sobre el carro junto a YunHo le había quitado un poco de aquella primera impresión en la que no se sabe muy bien que hablar. Por eso JunSu ahora se sentía muy cómodo mientras la risa de YunHo inundaba sus oídos.
La música sonaba baja durante ese momento así que mientras el viento se encargaba de mover unos cuantos mechones del cabello de Jung, JunSu con gusto observaba a ratos aquella imagen de YunHo conduciendo con una mano, mientras la otra se posaba en la puerta del auto.
—¿Es difícil?
—¿El que?
—Ser modelo. ¿Es difícil?
—No tanto… ¿Por qué, quieres intentarlo?
YunHo inmediatamente rió.
—Por supuesto que no. Solo era una duda.´
El carro repentinamente se detuvo. YunHo arrugó el entrecejo y JunSu observó intrigado como el mayor intentaba encender el auto una vez más pero este no respondía. Jung entonces se levantó, salió del carro y abrió el capot. Por un momento JunSu pensó que le gustaría saber un poco de mecánica para ayudarlo.
—¿Qué sucede?
—No estoy seguro, no se mucho de mecánica. Apenas lo básico, pensé que sería la batería pero parece que no.
—¿Entonces?
—Creo que no podremos llegar.
YunHo le sonrió apenado, limpiando sus manos y cerrando el capot. JunSu tan solo se acomodo en su asiento y espero por que el mayor volviera a sentarse a su lado –Bueno por lo menos me he quedado contigo…— JunSu comprendió la magnitud de sus palabras y se removió incomodo en su asiento –Digo… Eres el jefe así que… Si no llego por lo menos sabrás que no es por que soy poco profesional.
—Nunca pensaría algo así de todas formas, Su.
Jung sacudió sus cabellos mientras empezaba a llamar a una grúa. Y Kim decidió que debía medir sus palabras en cuanto al mayor se refería. –No entiendo que pudo haber pasado. Es casi nuevo.
—Bueno no puedo aportar demasiado que digamos. No se de autos, es más ni siquiera conduzco.
—¿No conduces?
—Pero para nada, es más Mir dice que es mejor así. De esa forma la población Coreana no corre el riesgo de bajar en número.
YunHo sonrió. JunSu era verdaderamente simpático.
—¡Alfajores!
JunSu se bajó del auto con velocidad y se acercó a la vieja mujer que vendía alfajores. YunHo lo observó con asombro. Se suponía que JunSu era una súper estrella y la verdad es que sino lo hubiera conocido ni un poco, mínimo hubiera esperado que se tratara de alguien tan o más mimado que JaeJoong.
Pero ahí estaba el dichoso modelo que arrancaba suspiro a cuanta adolescente pasaba, hablando con la humilde mujer e incluso riendo por quien sabe que comentario, rascando su nuca de vez en cuando y comprando aquellos deliciosos alfajores como si de un peatón más se tratara.
YunHo lo sabía, JunSu no fingía, esa naturalidad y calidez personal no se puede fingir. Sin embargo cuando Kim se despidió de la mujer y tomó entre sus brazos toda la enorme charola de alfajores no pudo evitar sorprenderse.
—¿Por qué se los compraste todos?
JunSu se subió con algo de dificultad al auto, esta vez abriendo la puerta y sonriendo ligeramente.
—¿Viste lo anciana que era? Debe estar muy cansada la pobre, así que decidí comprarlo todo para que no tuviera que trabajar por lo menos por el resto de la mañana. Descansar le hará bien ¿Quieres uno?
A pesar de que no lo podía creer. En cuanto vio el pequeño alfajor en manos de JunSu, decidió aceptarlo y sorprenderse al notar que era verdaderamente delicioso y por supuesto decidir que si había que quedarse varado en la mitad de la nada con su auto casi nuevo. Mejor compañía que JunSu, quizá no había.
…
…
—Podría avisarle de tu viaje para que también vaya a despedirte al aeropuerto.
HeeChul ajusto la boina sobre su cabeza y acomodó las gafas a sus ojos. Oh, y por supuesto también se percato de que su abrigo lo cubriera lo suficiente mientras permanecía escondido tras aquel enorme árbol.
Se estaba comportando como un idiota y lo peor es que lo sabía desde un principio.
Observó la hora en su reloj y coincidió con aquella parte de su cerebro que todavía era consiente, de que permanecer ahí por más tiempo era inútil. Para empezar por que no sabía que JaeJoong y Siwon fueran primos. Por que no podía haber ninguna conexión entre ellos, tan distintos que no podían compartir la misma sangre. Por lo mismo HeeChul prefería creer que JaeJoong le había mentido.
Sin embargo se sorprendió al notar como un taxi se estacionaba justo frente al parque donde él se encontraba y del mismo bajaba un azabache de mirada oscura, con una pequeña maleta en la espalda y su inseparable cámara. A diferencia de años atrás con el cabello corto, Siwon había dejado a tras la pequeña melena.
—Era verdad.
Se sacó las gafas, tan solo para poder observarlo mejor. Su masculino rostro, sus pasos firmes y seguros. Su expresión extramente seria. Lo observó mirar de un lado a otro antes de cruzar la calle con un leve trote, lleno de vitalidad como siempre.
—Regresaste…
Se apoyó contra el árbol y decidió dejar de observarlo. Permaneció escondido tras el gran árbol un rato más, solo por que ir hasta ese parque demostraba que quizá Siwon no lo había olvidado del todo. Llevó una mano a su pecho y suspiró.
—Pero… ¿Cuándo? ¿Cuando volviste Choi Siwon? ¿Para que? ¿Por qué?
Volvió a colocarse las gafas y empezó a salir del parque. Complacido con haber satisfecho su duda. Insatisfecho por que saldría del país en unos días. Regocijado por que no había dejado el auto tan lejos y por lo tanto, marcharse de ahí sería demasiado fácil.
—…¿Por quien?
…
…
Habían pasado siquiera treinta minutos y seguían esperando.
Apoyados en el carro, parados bajo el poco sol de esa mañana. Y JunSu estaba muy cerca de la felicidad. YunHo no solo era divertido sino también muy abierto con las personas. No tenía problema alguno en hablar con él y congeniar había sido tan fácil.
—Ne~ Hyung ¿Cuánto tiempo crees que nos falte por esperar?
—Ese es todo un misterio. ¿Hablaste con Mir?
—Si, ya le pasé un mensaje diciendo que iba a demorar, en especial por su culpa y no darse cuenta de que no estaba ahí.
—¿Se quieren mucho?
—Claro que si. No te imaginas lo que le costó que mi madre accediera a que saliera de la casa para conocer el mundo entero. JunHo apoyó pero todo se lo debo a Mir. El ha sido realmente increíble.
—¿Lo admiras o es algo más?
El tonito burlón e instigador en el mayor logró que JunSu se sonrojara. Principalmente por que YunHo había cometido el error de acercar demasiado sus rostros en señal de confianza. Y JunSu se había paralizado.
—¡Por supuesto que no! Mir es como un hermanito menor… Además… A mi ya me gusta otra persona.
—Oh ¿En serio?
—Si, pero no quisiera hablar de eso.
JunSu pareció interesarse por el cielo oscuro de ese día. Y YunHo se dedicó a observarlo, su perfil, sus ojos, sus labios. Su rostro pacífico mientras veía las nubes en el cielo. Amor. JunSu parecía de esas personas que no se enamoraban con tanta facilidad. Que una vez que quería a alguien le costaba volver a hacerlo una vez más.
Quizá, por ese lado se parecían demasiado.
—Oh…— JunSu llevó una mano a su mejilla y miró con más atención el cielo –Creo que va a empezar a llover— YunHo imitó al menor y observó sorprendido que el cielo estaba oscuro, el frío llegó demasiado rápido. Y para cuando se dieron cuenta las gotas de lluvia habían empezado a caer.
—¿Te has dado cuenta que solo nos han pasado cosas inconvenientes todo el tiempo?
YunHo cerró la puerta de su auto y notó como JunSu sacudía su cabello.
—Si, tienes razón, Su. Me estoy empezando a cuestionar si eres tu quien arrastra la mala suerte.
—¡Hyung!
—Es que nos ha pasado de todo— JunSu infló los mofletes –Sin embargo… A pesar de que se me apagó el carro, empezó a llover, y quien sabe que más nos pasara de ahora en adelante— YunHo empezó a cerrar el auto para que la lluvia no los continuara molestando –Me siento extrañamente cómodo, feliz… Como si hubiéramos salido en una cita y todo estuviera yendo tan bien.
—¿Una… Cita?
El corazón a JunSu se le agitó y pensó que lo mejor era ver la lluvia que a través de la ventana. Las gotas de lluvia cayendo fue realmente nostálgico, inconscientemente llevó una mano hacía el vidrio y sonrió.
—La lluvia me recuerda a mi familia— Sintió la atención de YunHo y suspiró, no estaba ni siquiera seguro de por que había empezado a hablar con aquel tono tan lejano –Cada vez que llovía JunHo y yo salíamos a jugar en la lluvia y mi papá salía a perseguirnos para que entráramos pero nunca nos alcanzaba. Y al final mi mamá salía y la daba un golpe en la cabeza a papá por no hacernos entrar a cenar. Éramos muy felices.
—¿Eran?
—Ya no los veo con tanta regularidad y además ya no soy precisamente un niño. Aunque JunHo siga creyendo que si.
YunHo no pudo evitar sentir que al final de todo, JunSu no era más que un niño jugando a ser grande. Un niño que añoraba a su familia, un niño que añoraba haber tenido la oportunidad de crecer como un niño normal. Por que hasta donde tenía entendido JunSu había comenzado a ser famoso a los quince. Dejando atrás casi por completo su adolescencia.
—Mir me comentó, que la chica que me empujó haciendo que mi cadena cayera fuera del auto lo había hecho apropósito. De otra forma todos ellos no hubieran callado cuando el auto arrancó sin mí adentro. Según Mir lo habían hecho para que yo no fuera la imagen principal de la campaña y que tenga problemas contigo.
YunHo arrugó el entrecejo molesto, sabía que JunSu se había estado mensajeando con Mir, pero le sorprendía el hecho de que a pesar de que Mir le contaba todo eso, JunSu parecía no lucir devastado o algo parecido. Y de todas formas lo único que dejaba notar era esa sonrisa triste en su rostro.
—Hablaré con ellos de inmediato. Sino te hubiera encontrado se hubieran salido con la suya y…— YunHo se quedó con el celular en la mano. Apenas JunSu hubiera hablado.
—No lo hagas Hyung. Ya estoy acostumbrado, la envidia y la competencia desmedida es algo de todos los días, además no quiero tener preferencias. Prefiero demostrarles que intenten lo que intenten no van a poder conmigo.
YunHo sonrió, esa parte tan fuerte en el muchacho antes sus ojos era admirable, esa decisión, es brillo propio en JunSu que a cualquiera cegaba era realmente maravilloso. Observó la cadena en manos de Kim y entonces decidió que quería verlo feliz. En verlo divertirse y jugar, pensó en que sería muy bueno que JunSu se sintiera pleno a su lado.
—¡Quítamela si puedes!
—¿…Qué?
JunSu se mostró confundido cuando YunHo le hubiera quitado la cadena y bajado del auto, termino de analizar la situación cuando Jung le mostraba divertido la cadena. JunSu pensó que YunHo se veía demasiado bien bajo la lluvia. Salió del auto con una sonrisa en el rostro persiguiendo a YunHo intentando quitarle la cadena.
Pero el mayor era demasiado hábil y rápido y no resultó tan fácil como lo había esperado. Olvido su ropa de marca, sus zapatos y sus peinados, persiguió a YunHo bajo la lluvia, forcejeó con él varias veces fracasando en el intento y finalmente algo agitado decidió que debía arrimarse en el carro.
—Eres muy rápido, Hyung.
—O tu muy lento, Su.
Miró a Jung con una sonrisa en el rostro y aprovechó su descuido, tan solo estiro la mano y de manera leve logró quitarle la cadena. YunHo lo observó sorprendido y Kim amplió su sonrisa. Impulsivamente YunHo lo abrazo, sacudiéndolo un poco de un lado a otro. Un abrazo amistoso, de manera fraternal.
Y a pesar de la lluvia y el frío. JunSu sintió la calidez de YunHo en todo su esplendor.
…
…
‘Mir,
Debemos suspender las actividades de este fin de semana
Las lluvias seguirán de largo y es mejor no arriesgarse
Ni arriesgar el equipo. Luego verificaremos otra fecha.
Jung YunHo.
Mir releyó el mensaje un par de veces más y coincidió al notar a través del carro lo intensa que se volvía la lluvia con el pasar del camino. Cerró el celular y suspiró, pensó por un momento en lo feliz que se encontraría JunSu en estos momentos y sonrió débilmente.
JunSu merecía esa gotita de felicidad.
—Da media vuelta, Jung acaba de suspender todo, el clima no es favorable.
El chofer asintió y giró apenas tuvo la oportunidad, Mir siguió con la mirada perdida entre el camino y la lluvia y ni siquiera se molestó en comunicarle a los demás lo sucedido, después de todo. Entre todos aquellos se habían confabulado contra JunSu.
Estaba muy molesto con ellos. Y la ausencia de JunSu en ese momento le afectaba. Por que sencillamente entre tanta mala vibra, JunSu rápidamente hubiera cambiado su estado de ánimo. Así que a cambio decide únicamente suspirar.
…
…
La primera vez que Shim ChangMin vio a su profesor fuera de horas de clases o fuera de la Universidad fue aquella tarde de domingo cuando saliendo de una librería se había dirigido hacía el patio de comidas por un Capuchino pequeño.
Rain lucía elegante como siempre, sentado en la pequeña cafetería extra puesta. Frente a un muchacho de cabello negro que Shim dudaba haber visto antes. Su profesor lucía con los brazos cruzados y una mirada seria, el muchacho sin embargo se veía ya cansado de escucharlo, jugando con el café en sus manos.
Inexplicablemente ChangMin no pudo alejar su mirada de ellos dos.
Y cuando se acercó a comprar su Capuchino, escucharlos fue casi inevitable.
—YooChun… ¿De verdad no lo entiendes? Ellos te necesitan.
—¿Y? ¿He sido yo quien me dijo todo aquello? ¿He sido yo quien…?
—¡Basta Park YooChun!
ChangMin incluso se sobresaltó al escuchar aquella expresión por parte de su profesor, en especial por que jamás hasta ahora lo había visto perder la calma.
—Tío… ¿No les habrás dicho que estoy viviendo en Corea, cierto?
—¿Y que si lo hubiera hecho?
¿Tío? Nunca se había sentido tan curioso como en ese momento. En especial por que viéndolos bien no había nada de increíble en esa posibilidad. El sobrino de Rain se notaba era muy apuesto y hasta cierto grado sexy. Y su profesor no era únicamente destacado por ser el mejor de todos o el más estricto. Era bien sabido que Rain arrastraba un sequito de admiradoras por cada paso que daba.
—Son dos dólares.
La voz de la cajera lo asaltó por sorpresa y giró lo suficientemente rápido como para pasar desapercibido y poder marcharse lo antes posible.
—¿Shim?
Pero al parecer su profesor no compartía la misma idea.
—Profesor, buenas tardes.
—¿Cómo así por aquí, Shim? Pensé que estudiarías para el examen de mañana.
—Bueno no está tan difícil así que repasaré un poco en la noche.
ChangMin había ignorado por completo al acompañante de su profesor en especial por que Rain le hablaba desde su asiento con total tranquilidad. Y de algún modo presentía que los había interrumpido.
—Toma asiento.
—No, gracias yo…
—Un rato Shim— Rain estuvo a punto de continuar hablando pero su celular sonó adecuadamente y con una sonrisa en el rostro se levantó –Permítanme un momento.
Tres segundos después Rain se había alejado varios metros de la mesa.
—¿No piensas sentarte?
El tono de YooChun había sido insoportable. Shim arrugó el entrecejo.
—No, dile a Rain que debo irme.
—¿Qué pasa arruine su encuentro furtivo?— YooChun aprovechó el momento para quitarse las gafas con lentitud y verlo de pies a cabeza —¿Eres un estudiante suyo, cierto?
—Si.
—Lo sabía.
Las palabras, el tono, la mirada y la sonrisa. Todo en YooChun molestó enormemente a ChangMin.
—No te hagas ideas raras, Rain es solamente mi profesor.
—Tranquilo por mi no hay problema. Mi tío puede hacer lo que se le venga en gana— La forma en que tomaba el café, como lo despreciaba con sus gestos y expresiones. ChangMin no podía creer posible detestar tanto a una persona en apenas unos minutos.
…Hasta que conoció a Park YooChun.
—Bien, entonces Shim ¿Te quedas?
Rain volvió a sentarse. Shim observó a YooChun y la sonrisa que este le ofrecía. El cerebro de ChangMin funcionó rápido. Ahora lo había entendido, Park pretendía espantarlo y que se fuera de inmediato. Pues bien, entonces no le daría el gusto.
—Supongo que puedo quedarme un rato.
Y no se había equivocado, Park había arrugado el entrecejo y mirado de mala manera, sin embargo ChangMin lo había ignorado y plantado una sonrisa en el rostro ¿Cómo esperaban que tuviera amigos? Cuando la gente era tan o más insoportable que este tal Park YooChun.
—…Niño mimado.
El susurro inadecuado de YooChun bastó y Shim lo decidió. Park YooChun era como sus compañeros de clase, estúpido, engreído, hueco e insoportable.
—…Perdedor.
Shim también habló bajo. YooChun no lo había esperado. No lo había visto venir. Por alguna razón ese muchacho no le había simpatizado ni un poco. Y eso que era vagamente apuesto, tan solo por que prefería ignorar el hecho de que pudiera ser demasiado apuesto. Y ese susurro había sido todo.
La guerra se había declarado, en menos de cinco minutos desde haberse conocido.
…
…
Ya había anochecido cuando YunHo por fin pudo llegar a su casa.
El televisor encendido en las noticias y YunHo podía darse una larga ducha mientras la reportera anunciaba el comienzo de las noticias de farándula. YunHo recordó su aversión por ese tipo de noticias y decidió salir de la ducha para poder apagar el televisor.
—Y bien pues todos recordamos el momento en que Hyun Joong comenzó a salir oficialmente con Oguri Shun, una noticia que revolucionó al mundo entero. Puesto que era algo que nadie más se esperaba.
Salió con una toalla secando su cabello, justo en el momento que el hombre tomaba la palabra.
—Por supuesto, y aún más por que siempre se notó un efecto especial por parte de Hyun Joong, cuando se le preguntaba por alguna estrella japonesa. Él siempre decía que le agradaría conocer a Shun y cuando se citaron en aquel restaurante Hyun Joong lucía una gran sonrisa a pesar de la seriedad en Shun.
—Bueno Shun siempre ha sido un hombre serio. No es de aquellos que con mucha facilidad demuestre sus emociones. En fin, ya hace un año desde que su relación se anunció a los cuatro vientos y dicen por ahí que…
YunHo apagó el televisor.
Masajeó un poco su sien y decidió acostarse a dormir de inmediato. Esa mañana y tarde junto a JunSu a pesar de ser divertida había resultado cansada. Decidió apagar su laptop y al acercarse a apagarla sonrió al notar en un banner publicitario la imagen de JunSu.
La imagen en blanco y negro, con aquel rostro de seducción y aquel sombrero demasiado caído para su gusto. Y Kim JunSu lucía en todo su esplendor, publicitando un extremadamente caro perfume.
YunHo por un momento pensó en que JunSu era realmente especial.
Y que le agradaba haber descubierto todo aquello en él ese día. Sonrió al recordar como JunSu rascaba su nariz de manera infantil cuando finalmente lo dejó frente a su apartamento hace apenas unas horas.
Un ‘Hasta mañana, Hyung’ y JunSu se había marchado con una sonrisa.
Presentía incluso que lo empezaba a extrañar. JunSu era de esas personas de las cuales no te gustaría alejarte.
Apagó la laptop y se lanzó sobre la cama. Necesitaba un largo y reparador sueño.
…
…
Siete de la mañana y por primera vez en su vida JaeJoong ya se encontraba desayunando.
A pesar de la mirada sorprendida de su madre y la casi asustada en su padre. JaeJoong se había sentado con una sonrisa en el rostro. Alegando que necesitaban convivir un poco más y que eso lo había aprendido de su prometido.
Por alguna razón eso le había sonado como a que su madre había tomado la decisión correcta al comprometerlo. Ella había sonreído emocionada y su padre había enarcado una ceja. JaeJoong se había arrepentido de sus palabras y decidió ignorar que las había dicho puesto que había tomado el periódico de ese día y junto a su padre lo había empezado a leer.
Sus padres esa mañana se habían llevado sorpresa tras sorpresa.
JaeJoong arrugó el entrecejo, en la foto aparecían YunHo y el modelo ese, en el auto de Jung, dirigiéndose quien sabe a donde y que según el reportero. Se dirigían a disfrutar de unas vacaciones fuera de la ciudad.
JaeJoong apretó los puños, dobló el periódico y se levantó de la mesa, sin desayunar todavía. Molesto, muy molesto.
…
…
JunSu volvió a estornudar.
Mir sonrió levemente mientras le ofrecía un pequeño plato con un poco de aquella sopa. Mientras tanto JunSu permanecía sentado, cubriendo todo su cuerpo con aquella manta y tiritando de frío cada tres segundos.
—Te has resfriado pero con ganas JunSu.
—Cállate Mir. Me está estallando la cabeza y tú no puedes decir nada bonito por mí.
—No dramatices, Su.
Kim decidió tomar un poco de la dichosa sopa, pero al ingerir la primera cucharada hizo una mueca demasiado exagerada. Mir no pudo evitar sonreír y mirarlo con circunstancia en especial por que a pesar de todo, JunSu resplandecía felicidad por cada uno de sus poros.
—¿Ha valido la pena?
—¿El que?
—Resfriarse— Mir se acercó levemente —¿Resfriarse a causa de Jung YunHo ha valido la pena?
JunSu sonrió, y Mir supuso por sus expresiones que se encontraba recordando.
—Si, ha valido la pena.
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