One Incident cap 7

Yunho se despertó con un peso ligero en su pecho. Abrió los ojos y giró la cabeza, el pelo negro de Junsu acariciaba su cuello. El brazo del joven envolviendo su musculoso cuerpo, tirando de él mismo más cerca del líder. Respiró ligeramente para no perturbar al hombre que seguía durmiendo. Se movió apenas un poco sobre las almohadas para poder tener una mejor perspectiva de la mitad superior de Junsu. La piel que cubría sus hombros se veía tan suave. Su brazo izquierdo envolvió a Junsu protectoramente y llegó a acariciar suavemente su espalda. Yunho pudo sentir los músculos que jalaban a través de sus hombros y sus dedos se perdieron por la columna vertebral del otro hasta llegar a la parte superior de su bóxer.

Junsu se agitó ligeramente. “Yunho ah…”, suspiró el hombre pequeño, su voz a penas más que un susurro. Su mano se movió sobre el corazón del líder y Yunho temió que los golpes frenéticos lo delataran.

El mayor se quedó así hasta que Junsu se despertó pero no sin sentir una pulsada de culpa, ya que se suponía que debían tener cuidado para no volver a caer en lo mismo. Se movió ligeramente bajo el hombre dormido. El brazo de Junsu de repente se movió hacia abajo y Yunho le miró el rostro.

Los ojos del más joven se abrieron y miró desorientado. Sus ojos lentamente registrando su entorno, teniendo en cuenta su brazo envuelto en el cuerpo del líder y llegando a cumplir con Yunho. Se quedaron así por lo que parecieron horas hasta que Junsu volviéndose de color rosa se bajó del otro hombre.

“Yo… Uhm… Lo siento”, murmuró Junsu mirando hacia otro lado y frotando la parte superior de su cuello.

Yunho hizo una sonrisa torcida. “No quería despertarte, te veías tan tranquilo. Pensé que te habías despertado cuando dijiste mi nombre pero me equivoqué.”

Los ojos de Junsu se abrieron. “¿Eso acabo de hacer?”

“Solo dijiste mi nombre. Eso es todo”, dijo Yunho tranquilamente, disfrutando del leve pánico del joven. “¿Qué estabas soñando?”

El cantante se volvió de un profundo color escarlata. “¿Dije algo más?”, le preguntó evitando su interrogatorio.

Yunho negó con la cabeza. “No pero solo llevo despierto un par de minutos.”

Junsu por fin respiró. ‘Gracias a dios’.

“Es malo, ¿eh? Mmm… me da curiosidad aunque…”, Yunho se dijo mentalmente a sí mismo que saltara de un acantilado cuando se inclinó más cerca del hombre que estaba en la cama junto a él. Sus labios rozaron el lóbulo de la oreja derecha de Junsu mientras le susurraba, “¿Qué clase de sueño te hace suspirar mi nombre y hace que te aprietes más a mí?”

Junsu se estremeció, su cuerpo reaccionando a la aproximación del líder. Cada vez, el respirar se le volvía más difícil al hombre más joven, quien apretó su cabeza en la almohada para poder verle mejor la cara a Yunho. Los ojos del mayor quemaban con una intensidad que nunca había visto antes. Vio esos labios a escasos centímetros de los suyos. Movió su cabeza lentamente hacia delante, sus labios rozándose entre ellos… Cuando sonó el teléfono sorprendiéndolos a ambos.

Yunho hizo una mueca y un sonido gutural escapó de entre sus dientes apretados. Se inclinó sobre Junsu para llegar al teléfono que descansaba sobre la mesa de luz y lo descolgó. “¿Yabaseyo?”, respondió con notable voz irritada.

“Buenos días Yunho ah”, dijo alegremente el hombre al otro lado de la línea.

“¿Qué quieres Min?”

“Bueno, parece que alguien se levantó del lado equivocado de la cama.”

Los labios de Yunho temblaron y se ahogo en el impulso de contradecir al otro hombre así que optó por responder, “En realidad, siendo sincero, me desperté de todo el lado derecho de la cama, ¿cómo fue despertar con el manager shi?”

Sin embargo no esperaba una respuesta ingeniosa.

“¿Entonces qué vamos a hacer hoy? Jaejoong y Yoochun se fueron de compras y turismo.”

Yunho levantó una ceja. “Uhmm… En realidad… Junsu y yo planeábamos quedarnos en el hotel. Queríamos un día para relajarnos.”

Junsu, quien se había distraído jugando con el pelo que colgaba de la frente plana de Yunho, se detuvo de repente. Frunció su ceño y moduló un “¿Nosotros?”, al hombre que yacía sobre su cuerpo.

Yunho le guiñó un ojo. En realidad no quería pasar todo el día como la niñera de Changmin. Prefería pasar su día libre con Junsu y sería perfecto si ni siquiera tenían que abandonar la habitación.

“Ok, bueno. Estaba pensando en visitar uno de los templos y el parque para escribir de todos modos.”

“Ok, ten cuidado. Cuídate de las fans y bajo ninguna circunstancia dejes que te sigan hasta el hotel.”

“Sí, sí, lo sé hyung. Que se diviertan.”

Yunho colgó el teléfono y suspiró bajando la cabeza. Pudo sentir cómo algo le quemaba la cabeza y levantó la vista para encontrarse con la mirada penetrante de Junsu.

“¿No vamos a salir hoy?”, Junsu parecía un poco incómodo ante la sugerencia pero su corazón latía agitadamente ante la idea de quedarse solo en una habitación cerrada con Yunho.

El líder sonrió. “Eso es lo que le dije a Minnie y traté de no mentir tanto Su.”

El más joven se mordió los labios y se movió por debajo del líder. Una vez más se enfrentaron a sus creencias pero ya le habían dado la espalda. Su defensa era débil y Yunho muy atractivo. Junsu sonrió maliciosamente y se inclinó para que sus labios rozaran apenas los del moreno, “Entonces, ¿qué tienes en mente?”


*****


Changmin caminaba por el Horyu-ji admirando la arquitectura de la vieja madera. Amaba la simple belleza que el templo otorgaba a pesar de haber sido reconstruido recientemente. Había muchos turistas caminando alrededor de los edificios inusualmente dispuestos a tomar fotografías. Encontró un árbol grande que proporcionaba una linda sombra para protegerse del fuerte sol y se sentó. Se respiraba un ambiente antiguo a su entorno. El joven sacó una libreta de su mochila para poder escribir. Se encontró inspirado por el templo, conocido por el seminario y convento. Empezó a garabatear lo que se le venía a la mente. Changmin se sintió muy tranquilo y a gusto. Le gustaba cuando no tenía que esconderse y ser una estrella todo el tiempo. Le gustaba lo que había logrado pero apreciaba las pequeñas cosas de la vida. El paisaje era hermoso, aunque no había muchos árboles.

Changmin escuchó a algunas personas hablar con entusiasmo, algunos chillidos y risitas nerviosas. Levantó su vista de su cuaderno para ver de qué se trataba. Un pequeño grupo de chicas embobadas, tomaban fotos con grandes sonrisas pegadas a sus rostros. No le importaba. En ese momento ya estaba acostumbrado a la atención. Cuando vio que el grupo se encontraba a unos 6 metros de distancia, sonrió y saludó. Las chicas gritaron de nuevo, esta vez más fuerte, sus voces superando el rango vocal de Changmin fácilmente. Se alejaron de mala gana, satisfechas con su simple gesto.

El alto hombre se levantó y decidió que era hora de irse. Tal vez podría pasar por una tienda de ramen antes de regresar al hotel ya que su estómago estaba gruñendo.

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