La vida se veía de un modo tan diferente para ambos... Yunho, era un príncipe caprichoso, adinerado, inmaduro, problemático y sobre todas las cosas “obsesivo” por cada punto de interés. Después se encontraba el otro, Jaejoong, un ayudante dispuesto a todo, (por no decir esclavo), tímido, responsable, educado y por sobre todas las cosas bueno e ingenuo.
Yunho, debía ser reprimido por su padre. No asistió a las clases de la nobleza en el último mes, así que su majestad había decidido suspenderle sus bienes y echarlo del palacio para interrumpir las fiestas y la comodidad a la que estaba acostumbrado. Su sirviente Changmin corría con la misma suerte que él, por eso se enojaba cada vez que no se obedecían las reglas. Pero que podía hacer el? Simplemente esperar y ver como su amo se comportaba infantilmente.
JaeJoong, trabajaba en el palacio de uno de los condes más importantes, Park Yoochun, junto a su amigo, Xiah Junsu. Ambos colaboraban para que la vida de “sirvientes” que debían llevar no fuera tan difícil. Por suerte su amo era bastante comprensivo. Junsu había tenido mas suerte desde el día en que conquisto el corazón del conde, pero Jaejoong solo podía tratar de comportarse y seguir las reglas, satisfaciendo a cada príncipe o noble que paseaba por el castillo de su señor.
Ninguno de los dos había tenido tiempo de pensar en el “amor” durante su vida. Probablemente uno, se encontraba demasiado cansado y con mucho trabajo para oír su corazón y el otro, jamás había tenido una “relación” verdadera, para llegar a sentir aquel sentimiento.
Un día de febrero, mas frio que de costumbre, Changmin empacaba las ultimas cosas de su amo, que no paraba de refunfuñar por el hecho de que su dinero había sido puesto bajo vigilancia, pero en ningún momento se mostro enojado ante el “castigo” de abandonar la mansión. Es mas, sabía que la casa de su amigo yoochun era igual o mas descontrolada que la suya. Su padre la tomo como ultima instancia, pero debió aceptar ya que ningún conde había respondido la solicitud a parte de el.
A pesar de ser hombres con grandes títulos, príncipes, condes, ellos se mostraban de un modo muy torpe ante todos. Obviamente sus acciones eran justificadas por el hecho de ser menores, no más de 21 años y nada de experiencia en la nobleza.
Lista estaba la carroza, Yunho, con un tapado negro y mala cara se iba retirando del palacio. Probablemente finalizando así una gran pelea familiar.
- Señor, cuanto más proteste, más va a satisfacer a su padre.
- Estas seguro? Planeo llegar a provocarle un pico de stress. ¿Cómo se atreve? Mi dinero… mi casa… DIOS!
- Crees que tu, con 18 de años de edad, vas a influir en el estado de animo de su majestad, o mejor dicho su padre, Aún sabiendo que a diario lidia con problemas 5 veces mayores?
- Mmm, no te eh pedido consejos, pero… suena bastante razonable. Ya no hables y da la orden para salir. Siento que tu también me estas retando
- De acuerdo señor. *agacho la cabeza y lanzo una sonrisa, su amo se había quedado sin palabras ante aquella declaración*
La mansión del Conde, esperaba la llegada del príncipe. Los cocineros, sirvientes y el mayordomo, ya habían sido avisados del hecho. Yoochun, estaba feliz de recibir a su amigo y de poder olvidarse por un tiempo de su vida política tan atareada.
- Mmm… junsu, ven aquí cariño
- Sí, señor.
- Has aprendido bien, es infaltable el respeto del esclavo hacia su amo.
- *frunce el seño* Crees que ayer también te respete Yoochun?
- Shhh…. Nada de informalidades! No por ahora, debo demostrarle a mi viejo amigo que mis súbditos me respetan. *hecha a reírse*
- Arrrgh, de acuerdo amo. *dijo molesto, pero igual quería hacer que su amo quedara bien delante del príncipe*
(La relación de ellos dos, era terriblemente rara, pero todo el tiempo irónica. Junsu era su sirviente favorito y Yoochun, el amo más perfecto que el podía tener)
- Yoochun, Junsu… han llegado.
- Y? qué? No vas a hacerlo pasar?
- Por supuesto que si señor, no sabia que deseaba que yo me encargue de la presentación.
- Por qué no? Un rostro tan hermoso como el tuyo Jaejoong, probablemente cause una buena impresión de inmediato.
(Junsu, mira celoso y con rabia a Yoochun)
- Tranquilo Su, no te mando a ti porque no te comparto.
- Si claro, lo acompañare de todas formas. *responde fastidioso*
- Muchas gracias señor. Hare lo mejor posible.
El carruaje estaba detenido, Yunho se encontraba adentro, mientras changmin y junsu llevaban las maletas hacia el interior de la mansión. Jaejoong recibió al conductor y se dirigió a la puerta para dejar pasar al príncipe del cual tantas veces había escuchado hablar. La nieve acumulada en la entrada molestaba a los caballos, que de inmediato dieron un salto adelante, provocando que el carruaje se moviera y Jaejoong cayera al suelo. El príncipe bajo rápidamente y vio a quien tenia que ayudarlo a salir, arrodillado en el suelo, con las manos en la nieve, lo cual probablemente le estaba causando dolor debido al frio. Pensó en retarlo, pero algo le había llamado la atención, era… hermoso? Un sirviente así trabajando para yoochun? Era… era alto, rubio, delgado, aparentaba tener un buen físico, lo cual le llevo a tener curiosidad en su rostro. Poco a poco fue agachándose, hasta que aquel muchacho tan tierno, alzo su rostro, mirándolo fijamente a poca distancia. Ambos se quedaron sin habla, en especial Yunho, que no dudo dos veces en sujetarle las manos y cubrírselas con su bufanda. Jaejoong, no dejaba de mirarlo, realmente para él, el príncipe era perfecto. Su postura, su mirada, la delicadeza con la que lo estaba ayudando, una figura bastante peculiar, todo hacia que a el le llamara la atención. Yoochun llego junto a Changmin y Junsu. De inmediato ambos de soltaron las manos. Yunho con el rostro petrificado y Jaejoong sumamente sonrojado sin decir palabra alguna.
- Yunho? Que haces ahí? No vienes a saludar a tu hyung?
- Por supuesto Yoochun, como podría ignorarte.
Changmin sonrió, Junsu otra vez celoso suspiro mirándolo a jaejoong, quieto al lado del carruaje.
- Que ha ocurrido con el sirviente?
- Nada nada, solo lo estaba ayudando a levantarse.
- Mmm, evita mirarlo a los ojos sabes? Podrías terminar enamorándote y al final el te rechazaría, como lo hizo tantas veces con tantos nobles. *tono burlesco, mientras señalaba a jaejoong*
- Nadie es capaz de rechazarme hyung, y tú mas que nadie lo sabes.
- Es verdad…. Pero el es diferente, sabia que iba a llamarte la atención, pero… no tan rápido. (Junsu emite una pequeña mueca)
- Cual es su nombre? *responde yunho, frunciendo el seño*
- Puedes preguntárselo a el…
- Mmm pensándolo bien, creo que no hará falta, es un simple esclavo. *gira y le da la espalda*
- Ja, tu siempre igual yunho, no cambias. *ambos se ríen, mientras ingresan a la casa sujetándose los hombros*
Changmin comenzó de inmediato con sus actividades. Tuvo la oportunidad de hablar con junsu mientras trabajaban. No era difícil notar que sus amos no siempre se comportaban de buena manera con ellos, y que a veces eso dolía. Pero que mas daba, ellos eran esclavos y dependían de sus señores.
- Noto que yoochun suele cuidar de otra forma a sus trabajadores.
- Por qué lo dices? (responde Su un poco molesto)
- Pues, tu vestimenta, tu cabello, el de el otro muchacho, no es habitual en simples sirvientes.
- Mmm, tal vez, pero no es con todos. Tenemos suerte de que nos vista y nos revista a su modo. Y por tu parte, no es muy diferente…. Tienes un… estilo muyy… Llamativo.
- Yo soy un mayordomo. Tengo mis propios asistentes. Y mis propias elecciones.
- Ahhh, pero qué es ese aire de superioridad!?
- Ya basta Junsu, déjalo tranquilo, que haga su trabajo. *interrumpe jaejoong cargando ropas y una maleta*
Por fin el joven, de mirada inocente pero triste, había hablado. Soltando la última maleta sobre la cama.
- Tu no hablas? *pregunta changmin*
- Solo cuando es necesario señor.
- Señor? No es tu señor jaejoong, es mas, es menor que tu!
- Yaaa Su, debemos llevarnos bien con el no crees?
- Así que…. Jaejoong? Ese es tu nombre?
- Así es.
- Mmm, soy digno de saber el nombre de la persona que llamo la atención de mi amo?
- No diga eso, solo me ayudaba, tuve un tropezón. Bastante problemático sin duda.
- Mmm, el no suele hacer esas cosas, aparte usted siendo un niño bonito como es, debe llamar la atención de muchos nobles, o me equivoco?
- Yaa, deje tranquilo al muchacho. Vamos a retirarnos si? Termine usted con las maletas.
- Por supuesto. No pretendía ofenderlo, solo le hacia unas cuantas preguntas
- No me ha ofendido señor.
- En serio! Deja de decirle señor. *le grita furioso a jaejoong*
Junsu notó que no iba a poder tener una relación muy buena con el mayordomo. Changmin sabia que ese tal chico tímido, no era simplemente otro sirviente que había conocido. Jaejoong solo quería olvidar lo que había pasado, pero no lograba sacarse la mirada del príncipe de su cabeza.
Todos los sirvientes de la casa trabajaron el doble el primer día para causar una buena impresión. Changmin, tomo el lugar de conductor en las actividades lo que hizo que una rivalidad comenzara entre el y junsu. Jaejoong, había logrado comenzar a hablar con el nuevo compañero, aun siendo tímido y de pocas palabras. Durante los primeros días, se encargo de limpiar los cuartos y lavar ropa. Siempre en ausencia de los nobles, que tenían a sus dos ayudantes especiales. Solo una vez, termino tarde de limpiar la habitación del príncipe, lo cual causo que se tuvieran que ver nuevamente, frente a frente. Yunho no sabia que era el quien se encargaba de limpiar su provisoria habitación y se sorprendió al ver sus habilidades en la limpieza al no ser mujer, ya que era muy fino y delicado.
Fueron los 45 minutos más difíciles en la vida de ambos. El no podía limpiar con un hombre mirándolo fijamente en cada uno de sus movimientos, sin decir nada y sentado en una cama. El otro, no podía dejar de mirar a aquel muchacho, ni siquiera quería cerrar sus ojos para descansar la vista. Desde cuando el, tenia la manía de mirar hombres? Su cabeza funcionaba sola, hasta el punto de llegar a creer que los movimientos de su sirviente eran provocados apropósito.
- Señor, su cuarto esta limpio. Necesita que lo ayude en algo mas?
- Creo que no.
- Me retiro *agacha la mirada para luego girar e intentar salir de la habitación*
- Oye, espera un momento…
- Si?
- Como te llamas?
- Mmm yo creí que a usted no le interesaba saber el nombre de un simple… esclavo.
- Mmm, eres más interesante de lo que pensé. *se levanta de la cama, un poco fastidiado, realmente no toleraba que le hablen irónicamente y menos un ayudante como el*
- No soy interesante señor, al menos que usted me ponga en esa posición.
- Te he visto pasear por la casa, limpiando, cocinando, hablando, quiero saber tu nombre sin darte tanta importancia. Encuentras algo malo en eso? *avanzaba hacia el joven, que poco a poco comenzó a retroceder. Sabia perfectamente que contestarle así a su señor, no era buena idea.*
- Me llamo Kim Jaejoong. Y usted? (con voz baja y dudosa)
- Así que Kim Jaejoong…. Habla fuerte Jaejoong, no logro oírte, acaso… estas asustado?
- Por supuesto que no, solo le preguntaba como se llamaba usted.
- Me llamo Yunho, mucho gusto. *extendió una mano hacia el frente, con la intención de tener una presentación formal*
- Un gusto señor. (devolviendo el gesto)
A penas Yunho toco la mano de jaejoong, sintió la necesidad de no soltarlo. Su piel era fría, pero suave, todo lo contrario a la de el. Movió su vista hacia los ojos del joven nuevamente, quien estaba mirando el suelo, sonrojado como aquella vez. El rubio, estaba asustado y comenzó a temblar de inmediato. Ni el sabia, que estaba sintiendo en ese momento. La piel caliente y prolija de su señor le hacían tener pensamientos que el consideraba sucios. Así terminaba rojo y nervioso sin saber que decir.
- Estas temblando? Tienes frio?
- Un poco señor, será mejor que baje ya. Este sector de la casa suele ser más frio que el resto.
- Mmm no es así, yo diría lo contrario. Si tienes frio aquí, no me imagino el frio que tendrás abajo.
Aun no se habían soltado las manos. Yunho comenzó a fastidiarse porque aquel sirviente no lo miraba a los ojos
- Mírame a los ojos.
- No es necesario señor.
- Si yo lo digo, es sumamente necesario. *levanta su rostro con su otra mano*
- Perdone mi atrevimiento.
- Aaargh, me pone histérico hablar contigo. Toma, lo necesitas mas que yo.*se saca chaqueta y se la entrega*
- Por favor, no es necesario, seré acusado de robarle su prenda.
- Nadie te dirá nada, yo te la estoy obsequiando.
- Nuevamente no. Usar la prenda de un noble… siendo yo un servidor…
- Shhhh, quieres también que me tome el trabajo de ponértelo?
- … (le suelta la mano y agacha la cabeza. En ese momento, su corazón latía fuerte. No paraba de preguntarse que le estaba pasando, porque tantos nervios).
- Aparentas ser educado, pero eres el peor de todos. *se movió hasta llegar atrás del muchacho y así colocarle la chaqueta*
- Por qué hace esto?
- Sinceramente… no lo sé. Vete a trabajar de una buena vez.
- Muchas gracias. Con su permiso me retiro. *al girar, no pudo evitar sonreír, llevaba puesta la chaqueta de nada mas ni nada menos que su señor*
La llegada a la cocina de jaejoong con su nueva vestimenta, causo una impresión no tan buena entre los trabajadores. Junsu, que había estado espiando, solo se rio sin dar explicaciones. Changmin reconoció la chaqueta de inmediato y no entendía como había llegado a sus manos. En ningún momento desconfió de el, pero… Acaso el príncipe ahora donaba cosas a sus sirvientes?
Sentados en la mesa, Yoochun y Yunho esperaban la comida. Había cocinado Changmin por primera vez, luego de unas semanas desde que habían llegado al palacio.
- Se rumorea entre mis servidores Yunho, que alguien anda visitando tu habitación…
- De qué hablas? Aun no he traído a nadie, te pediría permiso desde luego.
- No no, no hablo de amigos, chicas, hablo de…
- Un sirviente?
- Así es. *lanza una sonrisa picarona, esperando que sea devuelta por su compañero*
- Pero por supuesto, mi mayordomo, tus trabajadores que limpian y recogen mi ropa. No le veo nada extraño a eso.
- Y el chico rubio?
- El… él? viene a veces a buscar mis cosas usadas. ¿porque te detienes en preguntarme por el? Jaja, piensas que en serio puedo llegar a tenerlo como amante?
- Mmm, jamás dije eso, solo quería saber si era él, el invade cuartos del cual se hablaba en la casa.
- Aaah, bien.
- Bien? Así como en el pasado, tu hiciste que yo conociera a junsu, yo hare que tu conozcas a una persona.
- No estoy interesado en hombres yoochun, preséntame a una de tus chicas!
- Tú eres un hombre frio y altanero, sin embargo desde el día en que llegaste no paraste de ayudar siempre que pudieras al muchacho.
- Solo… estoy tratando de ser amigable PARK YOOCHUN, jamás podría mirar a un sirviente como el!
Más atrás, se encontraban Jaejoong, Changmin y Junsu trayendo las primeras cosas para la cena. Los tres se quedaron callados con las declaraciones del príncipe. El famoso “niño rubio” mas que nada, que por primera vez iba a sentir una especie de dolor, que no era físico, sino más bien sentimental. Junsu estaba enojado, y dejo los platos de una forma agresiva sobre la mesa. Yunho miro hacia el costado para luego clavar sus ojos en la mirada de aquel hombre, que esta vez se encontraba con un gesto mas triste de lo normal.
- Hay algún problema señores? *grito yoochun*
- No señor.(Respondieron a coro los mozos, exceptuando a Jaejoong que agacho la cabeza y se retiro de la habitación)
- Creo que heriste los sentimientos de alguien YUNHO JUNG!!
- Perdón? Tan solo dije lo que me parecía que debía decir!
- Que mas da, comencemos a comer, estas escenitas son geniales para evitar la rutina.
- Idiota. *murmuro junsu de inmediato*
- ¿Qué pasa Su, algo te está cayendo mal? *dijo Yoochun desafiándolo*
- Nada señor, pero esta noche no me espere en su habitación… así… cambiamos la rutina no cree?
Yoochun arqueo las cejas y golpeo la mesa. Ambos se fueron caminando, dejando al conde con la palabra en la boca. Yunho comenzó a reír al ver como su propio sirviente difamaba a su amo. Pero por dentro, se sentía culpable por haber causado que el rostro tan hermoso de aquel chico, se volviera frio de repente.
En la cocina más tarde, Jaejoong se encontraba solo, sentado sin hacer nada. Qué le estaba pasando? El no entendía nada, solo sabia que le dolía el hecho de que aquel hombre lo haya menospreciado sin conocerlo. Había veces que se comportaba tan bien con el, pero había momentos donde quería golpearlo y no hablarle nunca mas.
- Jaejoong…. Hyung, vamos hyung, mírame!
- Que quieres Junsu…
- No te estarás poniendo mal por lo que dijo aquel imbécil no?
- No lo se.
- Mmmm… desde cuando tu, dejas que los comentarios de los nobles te influyan? Los has rechazado a todos, jamás has obedecido plenamente a ninguno!
- No lo sé hyung, el… es… diferente, no es un simple noble. A veces me trata con delicadeza, como olvidando que somos diferentes y sin pensamientos sucios.
- Por favor jae! El es igual a todos, solo que trata de comportarse de un modo aun mas superior que el del resto!
- No es así Su… jamás me había pasado esto, pero quiero que ese hombre me vea con otros ojos…
- Espera un momento hyung... A ti te atrae ese hombre? Te piensas enamorar de alguien así?
- Enamorar? No creo que yo sea digno de tal cosa Su…
- De qué hablas? Eres la persona más bella que conozco tonto! Puedes hacerlo, pero no justamente tienes que mirar a ese idiota!
- No puedo hacerlo!
- Si puedes, hazlo por mi! Muchas personas ya aparecerán en tu vida, no te aflijas tanto ahora….
- Te quiero mucho sabes? *pone una cara que definitivamente hace cambiar de opinión a Jae*
- Yo también hyung, demasiado, tratare de no mirarlo…
Desde ese día, cualquier relación que había entre aquellos dos, había desaparecido. Jaejoong buscaba la mirada de cada persona, pero ninguna lograba hipnotizarlo como la de su príncipe. Yunho no se atrevía a mirarlo a los ojos y ya no le pedía favores, se sentía demasiado culpable. Desde cuando el, tan insensible como era, sentía culpa por un sirviente?. Tenia ganas de abrazarlo y que su sonrisa vuelviera a aparecer. Extrañaba que le conteste, que viniera tarde a buscar su ropa, que le sirva el te, cualquiera de las simples cosas que ahora hacia Junsu en su lugar. Yoochun observaba la situación desde afuera, y empezó a pensar en la posibilidad de escribir un libro con historias de amores prohibidos de tan aburrido que estaba. Ya ni Junsu quería atenderlo, no toleraba su comportamiento tan infantil.
Llego el día en que Yunho se decidió en hablar con jaejoong, aunque no sabia que decirle. Espero despierto esa noche, hasta que el viniera a recoger su ropa. Esta vez la había puesto sobre la cama, con la intención de hacer que el rubio se acerque lo más cerca posible y no huyera. La puerta se abrió lentamente y los pasos se sintieron cada vez más cerca de su espalda. Cuando comenzó a sujetar las cosas no dudo dos veces en tomarlo del brazo y hacerlo caer sobre la cama, sobre él, mas precisamente.
- Qué esta haciendo?
- Quiero decirte algunas cosas
- Puede soltarme? *comenzó a tironear, pero la fuerza de Yunho sin duda superaba a la de el*
- Si te suelto, te vas a ir.
- No es necesario estar en esta posición para pedirme algo.
- No voy a pedirte nada!
- Entonces no tenemos porque estar hablando! Usted es mi amo, yo soy su sirviente, cumplo todos los pedidos que usted tenga mientras este a mi alcance, con la intención de que usted sea feliz!
- Pero no lo soy si tu …
- Si yo que?
- Si tu no….. *comenzó a sujetarlo con mas fuerza, atrayéndolo mas contra el sin darse cuenta.
- Qué esta haciendo?
- Necesito que no me odies.
- Para qué? No soy yo un simple sirviente, al cual nadie puede querer?
- Yo jamás dije eso!
- Usted si lo dijo!
- Y que hay si lo dije? Eres mi esclavo, y aceptaras y harás lo que yo digo!
En ese momento, Yunho lo atrajo completamente sobre su cuerpo. Provocando así, que sus labios choquen. Aquel niño asustado y enojado a la vez, trato de soltarse pero no pudo resistirse a esos labios que tantas veces había soñado con probar. Calidos, suaves… mejor aun de lo que el se lo imaginaba. Yunho, furioso pero a la ves mas tranquilo, cerro sus ojos de inmediato para comenzar a sentir a aquel chico que le estaba haciendo sentir cosas que jamás había pensado llegar a sentir. Su boca comenzó a abrirse hasta tal punto en que sus lenguas se hicieran una, sin que ninguno de los dos se diera cuenta. Su cuerpo actuaba solo, y su corazón en ningún momento se le opuso, todo lo contrario lo incitaba a volverse cada vez más loco. Separándose ambos para poder respirar, y volviéndose a besar de inmediato, Jaejoong comenzó a dejarse caer completamente, ya ni luchando por separarse de su señor. Yunho, no podía dejar de pensar que todo esto era una locura, pero no iba a detenerse. Sus manos comenzaron a desabrochar la camisa del rubio. Este, no pudo controlar sus emociones, sabía que esto era lo que el mas deseaba, estaba en los brazos de la primera persona que el creía amar, pero también sabia que el no le correspondía el sentimiento, ya que solo estaba atraído a el físicamente y le llamaba la atención que se animara a desafiarlo. Como noble caprichoso que era, no aceptaba un no, quería todo lo que se le prohibía y justamente eso representaba Jaejoong para Yunho, una persona que le había dicho “no” a una de sus ordenes.
Una lagrima broto de sus ojos cuando comenzó a sentir las manos calientes del morocho por su espalda. No pudo soportarlo mas y reuniendo todas las fuerzas del mundo se alejo de el. Y se fue retirando de la cama mientras abotonaba su camisa.
- No entiendes nada verdad? *dijo jaejoong con voz quebrada*
- Que debo entender? Te di una orden, y vas a cumplirla.
- Ja, cual es su orden? Que me acueste con usted? Que le haga pasar una noche divertida? No le importan absolutamente nada mis sentimientos?
- Tus sentimientos? Solo te di una orden, y debes cumplirla. Y veo que la has entendido muy bien!
- No voy a acostarme con alguien que solo me usa!
- Yo no llego a encontrar un motivo para estar con alguien sin usarlo.
- Eres un idiota….
- Encima te atreves a insultarme! *se levanta de la cama y se acerca a el*
- Tú me insultaste primero. *responde con voz calmada*
- Apuesto a que esto solo lo haces para incrementar tu fama no? Con cuantos hombres abras estado, así inocente y obediente como te ves, pero te niegas a estar conmigo!
En ese momento, Jae no podía creer lo que estaba escuchando. Acaso entendía todo mal apropósito? Quería que su primera relación fuera verdadera y justa, no como la mayoría de las cosas que le habían pasado en su vida. Escucharle decir esas palabras a Yunho, que quería usarlo como un simple objeto, le termino de hacer entender que su corazón se rompería. De inmediato y sin pensarlo, le dio un cachetazo, olvidándose de quien era la persona que tenia enfrente. No entendía que había hecho, y termino por salir corriendo de la habitación, llorando, casi con un ataque de nervios. Yunho, no podía creer que había hecho, tanto el, como Jae. Verlo llorar, había logrado que hasta su enojo por el golpe desapareciera. ¿Por qué diablos este hombre hacia que el príncipe de piedra sienta dolor? El jamás iba a aceptar que estaba enamorado, y ni siquiera había llegado a pensarlo, pero… las palabras de la boca del rubio habían provocado algo en el.
Aquella noche fue difícil. Jaejoong no paro de llorar junto a Junsu, la única persona que le garantizaba un cariño verdadero. Yunho, no salio de su cuarto, estaba enojado, avergonzado, decepcionado, sorprendido, confundido entre otras cosas. Yoochun no podía creer la gran novela que había armado el mismo en su mansión, y aunque le divertía, comenzaba a echar de menos las caricias de su delfín.
Sea como sea, la noche se hizo aun más cansadora, hasta que todos en la mansión quedaron profundamente dormidos.
A la mañana siguiente, Yunho y Yoochun tomaban su desayuno como todos los días. Changmin, Junsu y Jaejoong cumplían con sus tareas con toda la normalidad del mundo. Todos sabían que el príncipe se había encontrado con un sirviente a altas horas de la madrugada, pero nadie sabia que había pasado realmente.
Alguien llamo a la puerta. El anfitrión del palacio abrió los ojos sorprendido, que día era hoy?
- Yunho, que fecha es hoy?
- 3 de marzo porque?
- Ya? 3 de marzo?
- Pasa algo malo?
- Mis primos, vienen a verme cada 3 de marzo para recordar a mis abuelos.
- Ohh hyung, como es posible que lo dejaras pasar? Me iré si quieres!
- No por favor, quédate. Solo es una cena y una noche, si les causas buena impresión hasta puedes quedarte con mi prima
- Por favor Yoochun, acaso te crees cupido?
- Algo así malhumorado. Junsu! Abre la puerta de una vez.
Se dirigió de inmediato a abrir la puerta junto a Changmin. Jae aun no terminaba de servir las tazas de te. En el momento de servirle a Yunho, solo ignoro su mirada sin dudarlo. Se asomo por la puerta una hermosa señorita, rubia, pelo largo, buena vestimenta y una cara angelical. Cualquier hombre podía perderse en su belleza tranquilamente. En segundo lugar, apareció un joven, de no mas de 20 años, muy hermoso pero que tenia algo raro en el… Su forma de caminar tal vez, o también, su forma de hablar demasiada femenina.. Ambos llamaron la atención de todas las personas de la mansión. Yoochun las recibió y los presento a yunho rápidamente. Los dos le sonrieron y se dirigieron, mientras discutían, hacia Jaejoong que estaba parado al lado de la mesa esperando una orden.
- Uhhh oppa! Ya un año sin verte y tu cada vez mas hermoso! *dijo la doncella lanzándose sobre el*
- Quítate roba hombres, yo voy a saludarlo primero! Oppa hermoso, cada día esperando esta fecha. *empuja a la señorita y se abalanza sobre Jae, haciendo que este suelte la jarra de café*
- Te das cuenta Raye! Haces que se ponga nervioso y tire las cosas.
- Lo siento señor, lo siento, voy a limpiarlo de inmediato! Un gusto verlos señores, pero por favor, suélteme que me esta ahogando…
- Idiota, suéltalo! Oppa, te he traído muchos regalos sabes? Aun estoy esperando a tu mayoría de edad para que podamos estar juntos!
- Tontaaa, el va a estar conmigo no lo toques! O no Jae? No me elijes a mi antes que a esta chiruza?
- Yo... Creo que no puedo elegir nada…
- YA MUCHACHOS, Miyo, Raye, compórtense y dejen en paz a mi ayudante!
- Oh Yoochun, déjanos estar con el si? Vamos a cuidarlo! Por favor si? *dijeron ambos a coro*
- Chicos, el ya no me pertenece saben. Ahora el esta con el príncipe, si aquel príncipe que esta allí parado fingiendo no entender nada. *yunho y jae abrieron los ojos y la boca sorprendidos*
- Eso no es así madame, el y yo no tenemos relación alguna. Somos, sirviente y señor, solo eso. *dijo Yunho*
- Por qué dices que si la hay Yoochun? *respondió Raye enojado*
- Mmm, si ellos lo admiten o no es otro problema jaja.
- Jaejoong sama! Usted me ha engañado con otro hombre? Creí que el único hombre en su vida era yo. *siguió gritando, pero esta vez sujetándole las manos*
- Mmm, yo… Tal vez no sea… Digno… de… tocar sus manos señor.
Junsu y Changmin comenzaron a incomodarse. Los puños de yunho se cerraron al oír la ultima frase del muchacho: “único hombre en su vida”. Lanzo una mirada agresiva hacia Jaejoong, que había logrado sacar las manos del muchacho de sus hombros. La noche anterior, Jaejoong, había sentido que su corazón había sido rechazado, por eso no acepto dormir con su señor que solo pretendía usarlo. Le costaba entender ahora, porque el lo miraba nervioso, casi se puede decir celoso, y mas luego de haber dicho que nada los unía, solo algo “laboral”. Acaso el, en serio estaba celoso? Pero… como podía estarlo si… según el… no tenia sentimientos?. Iba a jugarse por poder conocer los sentimientos del príncipe, esa fue su ultima decisión. Ya no tenia esperanzas. Mas dolor del que había sentido ayer, no iba a sentir haga lo que haga. Respondiendo la mirada intimidante de Yunho decidió hablar, o mejor dicho provocar…
- Voy a quedarme con usted señor, si así lo desea. Su cariño hace que yo quiera cumplir sus órdenes.
- Aaaah , en serio nene lindo?
- Por supuesto señor, no soy de nadie, no aun. *con voz de superado*
Junsu echo a reírse, mientras que Yoochun lanzo una sonrisa, orgulloso de la respuesta de su ayudante. Yunho no podía tolerar las palabras de Jaejoong. Empezó a sentir ganas de golpearlos a ambos. Nuevamente actuó su cuerpo primero, su cabeza no tuvo tiempo de pensar.
Raye comenzó a acariciar a Jaejoong mientras peleaba con Miyo que quería robarle el puesto. Definitivamente Jae no quería tolerar esta situación a pesar de que solo buscaba ponerlo celoso, por eso se retiro rápidamente. Yunho no podía dejar que las cosas terminen así, por eso, cruzo la habitación y sujeto a Jae del brazo para sorpresa de todos.
- Qué está haciendo?
- Ven conmigo, ahora.
- Aléjese de mi, o quiere que lo golpee como a noche.
- Qué? Andas golpeando a los nobles por ahí nene lindo? *dijo raye irónicamente*
- Idiota, quieres deteriorar mi imagen cierto? *le grito yunho*
- No es así, solo no arruino la mía.
- Ya estoy cansado de que me hables así. *le aprieta mas el brazo, a tal punto que Jaejoong responde con un gesto de dolor*
Yunho comenzó a arrastrarlo hacia la otra habitación. Junsu trato de intervenir, pero Yoochun no lo dejo. Changmin estaba sorprendido ante la reacción de su amo. El no solía discutir con los empleados, ya que no los consideraba importantes. Los dos visitantes comenzaron a reclamarle al conde la reacción de su amigo. Pasaron ambos la puerta y yunho la cerro de mala manera y con mucha fuerza.
- Yaa yoochun, no piensas hacer algo? Ese amigo tuyo parece ser agresivo! Mira como lo trato a mi Jae!
- Ya Miyo, el no va a hacerle nada, pero tu viste como el otro tonto lo enfrenta. Tendría que entender que a pesar de todo sigue siendo su servidor!
- Mmm, su comportamiento me ha llamado la atención, pero aun así, no se justifica todo esto!
- Escucha primo, quiero a mi nene lindo aquí de vuelta, o si no…
- O si no qué? Que es esa obsesión de ustedes dos por mi sirviente! Yo no ando acosando a los tuyos cada vez que voy a visitarlos!!
- Pero es que… yo lo vi primero, antes de que sea tu sirviente!
- Eso no es cierto y si así fuera, lo hubieses convencido de trabajar para ti antes que yo!
- Eres realmente malo.
- Demasiado malo primo!
- No soy malo, solo les pongo limites. Jaja, aparte Yunho acaba de hacer el papel de ridículo en frente de todos.
- Primo, acaso ellos dos son pareja en serio?
- No, no son pareja. *hablo Changmin luego de mantenerse en silencio toda la hora*
- Arrrgh, lindo mayordomo, llévame a mi habitación. Esto me ha cansado muy rápido. Tal vez, si aquel nene lindo no quiere quedarse conmigo, que tal si me quedo con usted? *dijo Miyo con voz tierna y seductora*
- Mmm no lo veo posible madame, yo no soy como ese joven…
Nadie se atrevió a entrar a la otra habitación. Los otros dos se quedaron callados, mirándose con cara larga sin decir nada. Yunho fruncía sus puños y Jaejoong intentaba contener su felicidad, ya que realmente había logrado lo que quería, poner nervioso al príncipe.
- Qué es lo que tanto te causa gracia?
- Nada señor.
- Me vas a seguir llamando señor, a pesar de haberme humillado en publico?
- Usted se humillo solo, mi trabajo es estar con los huéspedes, no entiendo porque usted reacciona de ese modo conmigo. Solo hago mi trabajo.
- Me miras y me enfrentas cuando hablas, no soy tonto, no me subestimes.
- Ja, se esta poniendo nervioso amo, usted que se cree una persona fría y sin sentimientos cada vez me sorprende mas.
- Arrrgh… Sabes una cosa? Tienes razón, no se que hago aquí contigo, dándole explicaciones a un ayudante que me denigra en publico. *giro y estiro el brazo para abrir la puerta*
- Nono, espere un momento. Yo…yo… admito que estaba jugando con su paciencia, lo siento. *agacha la cabeza*
- Por qué cambias de actitud tan rápidamente? Realmente me dejas sin palabras.
- Eso es lo que quiero, dejarlo sin palabras amo.
- Mmm, de acuerdo. También tuve reacciones que no debí haber tenido, porque demonios hago esto?
Jaejoong se sorprendió de inmediato cuando Yunho acepto sus disculpas y admitió su error. Su tono de voz calmado y su comprensión era lo que tanto le gustaba de el. Si el hubiese tomado esa actitud agresiva en frente de algún otro noble, probablemente hubiese sido castigado muy severamente. Pero al ser Yunho, lo mas probable es que el no le dijera nada porque siempre fue muy considerado con el a pesar de sus desubicaciones. Al levantar su cabeza lo primero que vio, fue el rostro tan perfecto de aquel hombre que estaba quieto y clavándole la mirada a tal punto que lo intimidaba de nuevo. No pudo contenerse y simplemente se acerco a el y lo beso. Yunho devolvió apasionadamente el beso que se iba descontrolando segundo tras segundo, ya que no pudo evitar acorrarlo contra la pared y sujetarle las manos por temor a otro cachetaso. Jaejoong se encontraba de nuevo en la misma situación. Era el mejor y el peor momento de su vida de vuelta. Esta vez ya no contaba con la misma fuerza de voluntad que en el día de ayer, por lo que se dejo empujar y bajo las manos sin luchar. Era beso tras beso, sin pensar que estaban haciendo, abrazándose como no dejando ir al otro, hasta que Yoochun, decidió entrar, ya que al no escuchar mas gritos creyó que la discusión había terminado. Su cara al ver la escena era realmente graciosa. Ambos se soltaron rápidamente y se señalaron como echándose la culpa.
- … Interrumpí algo señores?
- Nono, yo ya me estaba yendo a cocinar. *limpiándose avergonzadamente la boca*
- Ja, a limpiar? Y tu Yunho a donde te ibas?
- Yo… le estaba explicando algunas cosas…
- A bueno….. me alegro de que Yunho te este enseñando algunas cosas Jaejoong.
- Mmm, permiso señor. *se retira avergonzado apenas pudiendo hablar, cerrando la puerta despacio*
- Enseñando algunas cosas Yunho?
- Emm, no preguntes si no te van a gustar mis respuestas.
- De acuerdo hyung, son cosas tuyas y del muchacho, no soy a meterme. Aaaa y una cosita mas, límpiate la boca tu también, parece como si le hubieses intentado enseñar a comer.
- Que gracioso eres Yoochun, ja! *se limpia enojado por el trato de su amigo*
Pasaron 3 semanas desde los acontecimientos. La convivencia resultaba muy densa a veces y a la vez graciosa. Yunho no sabia que pensar ni hacer, lo único que sentía eran ganas de estar con aquel sirviente que tantos dolores de cabeza le traía. Era como un castigo para el haberse enamorado de su propio esclavo y que otros nobles viniesen y pudieran hacer lo que quisieran con el. Yoochun había abandonado su lucha por hacerle admitir que estaba enamorado. El solo quería verlo feliz y de algún modo hacerlo ser una nueva persona, ya que siendo como era, estaba teniendo muchos problemas y el realmente no quería ver a su amigo así. Mientras tanto, el mismo Yoochun, comenzó a dudar en que iba a ser de su futuro. No podía sacar de su cabeza la idea de que su padre llegara y le dijera: “hemos conseguido ya a tu prometida” como le había pasado a todos sus primos y hasta a su propio hermano menor. El estaba enamorado de Junsu, nada mas ni nada menos, que su sirviente más antiguo y especial. Y que era de la vida de Jaejoong? Sonreír y sonreír y trabajar para sus superiores. Los familiares enamoradizos de Yoochun no dejaban de frecuentar la casa, por lo tanto, el tenia que sobreactuar el doble su felicidad. Al decir verdad, el, no toleraba al joven Raye, ni siquiera atractivo le parecía, y en cuanto a la señorita, la veía… como una simple señorita, nada mas que eso.
El tiempo siguió pasando, hasta que un día llego a la casa una nota dirigida hacia el príncipe Yunho. Nada mas ni nada manos que Jaejoong recibió la carta y aunque tenia curiosidad no se atrevió a revisarla. En el comedor, se encontraban ambos señores cenando, llevando una conversación que pronto él interrumpió.
- Qué es esto?
- Una carta.
- Como sabes que es para mi?
- Leí el destinatario, señor yunho. *estiro su boca, llegando a hacer un dulce puchero al pronunciar su nombre*
- Eres sumamente…. Fastidioso! Ya no hagas esas caras!
- Emmm… deja de hacer tanto escándalo y dame la carta. *yoochun nervioso se tira encima de el, sacándosela de la mano y comenzando a leerla*
- Señor príncipe… Bla bla bla… para comunicarles mediante esta carta que ya… Puede regresar al castillo, ya que su padre ha encontrado un nuevo trabajo para usted. Qué demonios?
- No puede ser, mi padre me prohibió volver a pisar ese lugar por un largo tiempo, hasta se atrevió a desear que yo no hubiese sido su hijo!
- Esto es lo que dice, hyung, realmente no puedo creerlo, aun no hemos hecho nada de lo que planeaba hacer!
- No puedo irme… aun no… no he logrado ser feliz, para eso mismo me fui de mi hogar, no quiero regresar así! *golpea fuertemente la mesa, olvidándose de la presencia de los siervientes, más precisamente de Jaejoong*
- Hablare con mi padre yunho, tal vez… el pueda convencerlo…
- Tu padre no va a escucharte Yoochun, nunca le he caído bien, es más, aun no entiendo porque acepto hospedarme. No puedo volver, por primera vez aquí estoy empezando a comportarme, como una persona con sentimientos y no como un tonto príncipe que solo quiere fama y mujeres!
- Hyung, míralo de este modo, no debes retroceder tampoco los pasos que has avanzado!
Para ese entonces Jaejoong se retiro rápidamente de la habitación, en silencio, sin decir nada. Junsu quien observaba todo junto a Changmin, lo siguió. Yunho sabia que aquel muchacho sentía cosas por el, pero no entendía hasta que punto aguantaría. No quería dejarlo, aunque tampoco quería tenerlo, o peor aun, trataba de convencerse a si mismo de que lo quería arrancar de su vida, aun cuando el había sido la primera persona que cuando beso lo había echo sentir el hombre mas feliz del mundo.
El joven cruzo la puerta del jardín, con los puños cerrados y las lagrimas a punto de salir. Su hyung, al llegar a su lado, lo abrazo y empezó a decirle palabras de apoyo.
- Oye Jaejoong, no tienes porque ponerte así… el y tu no son nada… muchísimas personas aparecerán. Déjalo ir, no ves el daño que te causa.
- No puedo Junsu, lo he intentado, pero no puedo pensar en otro persona que no sea el! Sus ojos, su forma de tratarme cuando esta de buen humor y también la forma en que me reta cuando no lo esta, no podre reemplazarlo con nadie!
- Ohh, hyung, en serio, estas enamorado de ese hombre?
- Ahhh… Debo darte lastima no?
- Oh no, realmente no, eres humano. *lo abraza fuertemente, pensando para si mismo, ¿Qué hubiese pasado si su historia con Yoochun hubiese sido igual?*
- … Junsu…
- Si Jae… qué tienes?
- Como puedo sentirme así, por un hombre que no me desea? Que ni siquiera me registra?
- El amor es ciego Jaejoong, demasiado ciego, a veces. Pero si hay algo que se, es que aunque ese hombre es frio y altanero, en realidad si te quiere, es imposible no hacerlo…
Dos días después de la llegada de la “famosa carta”, Changmin ya había preparado todas las valijas y el carruaje estaba en camino. Yoochun lo lamentaba tanto, en cambio Junsu no tanto (el quería que partiera para que su amigo pudiera volver a estar en paz). Yunho descansaba en su cuarto. Estaba angustiado, no conocía el motivo, o mejor dicho, si lo conocía, pero el problema era que no quería admitirlo. No iba a irse sin antes decirle a Jaejoong que realmente el era un buen sirviente y que estaba arrepentido por la ocurrido en su habitación aquella noche. Pero… arrepentido en que sentido? No se arrepintió de haberlo besado, ni tampoco de haber intentado algo, si no que su molestia pasaba al recordar la forma grosera en que lo trato, Como si fuera un objeto, como un verdadero juguete. Si eran verdaderos los sentimientos por el, como el mismo Jaejoong se lo había dado a entender aquella noche, su conciencia se volvía aun mas sucia. Simplemente se levanto y se dirigió a la cocina. Aun no había llegado el mediodía, por lo tanto, seguramente lo encontraría cocinando. No tenia planeado muy bien como hablarle, ya que solo eran tristes miradas las que habían tenido en los últimos tiempos. Aquel maravilloso joven, hermoso, respetuoso o irrespetuoso a veces, sensible, atento, se encontraba junto a Changmin en la cocina. Yunho nuevamente al entrar, no podía quitarle la mirada de encima, se sentía “hechizado”.
- Changmin, vete ya a la carroza, carga mis últimas cosas por favor.
- De acuerdo señor, de inmediato. *rio apenas al escuchar a su señor diciéndole “por favor, ¿desde cuando esa amabilidad. Su corazón estaba cambiando?
- Jaejoong…
- Que mi amo…?
- Necesito hablarte… *acercándose hacia el tocándole la espalda*
- Señor… yo… quiere? *voltea y le arrima una cuchara a la cara, haciéndole probar la comida*
- Qué es esto? Sabe genial!
- Una simple receta mía, su ultimo almuerzo aquí, mi amo me pidió que la preparara. *sonríe fingidamente, a tal punto que Yunho se da cuenta de su actuación*
- Escucha, no es necesario que finjas nada. Lamento mucho todo lo que hice sabes? Aquella noche, en la habitación… no pude controlarme, realmente no quise tratarte como si fueras una cosa…
- No, no es así Yunnie…
- Yunnie?
- Oh… mmm, lo siento… no sabes las veces que he imaginado poder llamarte así, sin que te enfadaras.
- No me molesta, solo que es un poco tarde. *agacha la cabeza y se muerde los labios*
- Escuche amo, usted no hizo nada malo, yo fui el irrespetuoso que lo golpeo y lo enfrento sin medir las consecuencias. Simplemente si usted me ordeno hacer algo yo no podía negarme. Soy su simple sirviente, solo debía haber callado y…
- Ya no digas nada! No eres un simple sirviente, no eres un objeto que yo debo usar cuando quiero, a pesar de que me atraes de una forma inexplicable, tu tienes sentimientos y yo los dañe durante todo este tiempo. *le grita enojado, no quería verlo rebajándose de ese modo*
- Pero señor…
- No hay peros oíste?
- Pero si te preocupas por mi, es porque realmente me quieres!
- No se si te quiero, si te odio o si realmente te amo, me has confundido desde que llegue aquí, pero no puedo dejar de desearte a pesar de todo. Y ahora debo irme, ignorando esto que siento por primera vez en la vida, para volver allá y destruir todo lo que hice de nuevo. *comienza a bajar el tono de la voz y las lágrimas comienzan a brotar de sus oscuros ojos*
- Yunho….
- Ya no me mires y solo vete!
- Yunho… *se acerca lentamente y lo abraza fuerte sin pensarlo*
- Jae…joong…
- Señor… no llore por favor… y abráceme si quiere, esta vez lo hago de corazón y no como su sirviente. *yunho desliza sus manos rápidamente, rodeando la cintura del rubio*
Sus caras se rozaron sin darse cuenta. Ambos, se encontraban callados, con los ojos cerrados, deseando quedarse así para toda la vida. Abrieron los ojos para verse cara a cara, a centímetros nuevamente. Sentir la respiración del otro los estaba volviendo locos. Alguien llamo a la puerta… El carruaje estaba listo. Yunho chocando los dientes le dio un dulce beso en la frente y partió soltándole la mano, dejándolo solo en aquella habitación. Era fácil notar, que ese era el final de su cuento de hadas.
(…..)
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final...noooQ yo quiero mas...vamos por la segunda parte...:)!
ResponderEliminari love Yunjae...:)!
gracias esta parte me ha encantado totalmente..:)!
el hecho de q la historia sea en tiempos antiguos,el Yoosu,todo lo hace magnifica..:D!
finaaaaaal????? nooooo !! waa YunHo y Jaee !! yoo waa!! qiieroo verlos juntoos !! muchas graciias ! me esta fasciinandoo este fanfic`s
ResponderEliminarwooooo maravilloso sin palabras que fic tan waaa no se ni que decir sinceramente me encanto me conmovio mucho esta genialoso es muuu bueno!!!!!! este foro es lo maximo muchas gracias por todos los aportes XD que estes super genial
ResponderEliminarohhhhhhhhhhhhh pero que hitoria... es injusto como se daban las cosas en ese tiempo....
ResponderEliminarpero que bueno que poco a poco Jae haya educado el corazon de yunnie....
ojala y las ccisas no termminen asi... ;__;;