Sentimientos prohibidos cap 1

RECONOCER DUELE

Por más que sienta que ya no tiene sentido sigo frecuentando tu departamento, y es que necesito sentirte cerca aspirar tu delicioso aroma el cual solo tú tienes y que hasta la fecha no he podido identificar. ¿Desde cuándo es que alimento esta farsa? Ya ni siquiera puedo recordarlo solo puedo pensar que cada día que pasa me convenzo a mí mismo que no podre dejarte, es por ello que debo parar debo mirarte a los ojos y decirte que todo acabo y que ya no deseo verte que ya NO TE DESEO, pero se me desgarra el alma tan solo pensar en esa persona que se interpone en nuestra tan falsa felicidad…mi esposa, y es que sabiendo que soy alguien prohibido te sigo buscando, llamando para tener aquellos encuentros furtivos que tanto disfruto, encuentros que hicieron que este mi pequeño juego se convirtiera en algo más...

¿La verdad? Desde que te conocí me he dado cuenta que jamás la he amado, que tu rostro ocupa mi mente si no estás a mi lado y me carcomen los deseos de verte, de sentirte cerca mío. Y es esa estúpida sensación es lo que está acabando con migo, tengo miedo, miedo de que cada vez que cierro los ojos siga soñando contigo, miedo de que si escucho tu voz mi corazón siga acelerándose, miedo de que cuando me tocas siga deseándote de la misma manera como si te amara…

Pero no puedo AMARTE, cuando esto comenzó me impuse a mí mismo no amarte, no enamorarme, pero también te lo impuse a ti, a alguien que siendo libre podría enamorarse de quien quisiera sin tener que ser el amante. Es entonces que me doy cuenta que te estoy lastimando, y más que eso te estoy perjudicando atando sin sentido a mi existencia porque simplemente no puedo alejarte de mí.

Cada vez se me hace más difícil, imposible, no gemir palabras dulces o cariñosas en el momento en que nos entregamos, y eso lo sé muy bien porque en una oportunidad cegado por la excitación y el regodeo del momento perdí los sentidos y un “Te amo” proclamaba por salir de mi boca… mas eso nunca sucedió porque me mordí a tiempo fuertemente el labio, a tal punto que sangró. Después de eso el concepto de raciocinio se volvió mi pan de cada día porque quien sabe que sucederá si llego a pronunciar esa frase prohibida entre nosotros dos… pero que está floreciendo en mi interior, descaradamente.

Así que aquí estoy en estos momentos, parado en frente del edificio donde vives tratando de decidirme si debo llamarte primero o entrar de una buena vez, después de todo tengo una copia de la llave. Pero que rayos pienso al momento en que ingreso al edifico, jamás te ha llamado siempre me encuentras sentado en tu sala o sirviéndome algo mientras llegas, comportándome como si fuera mi casa paseándome por aquí y por allá, jugando con tus cosas a lo que respondes tan solo con una sonrisa cuando a veces me encuentras haciéndolo. Pero yo me enfado si tratas de saber de mis cosas y es que ahora que lo pienso siempre termino disgustado contigo si preguntas como me ha ido en el trabajo o si tuve un buen día, mas yo solo ansió sentirme dueño tuyo. Abro la puerta con la llave que tú mismo me diste, diciendo que así será máspráctico para ambos, y al momento de ingresar siento tu aroma que impregna cada uno de los objetos ahí presentes identificándolos como tuyos.

Me dirijo a la cocina, a aquella que cambiaste de color solo porque el antiguo no era de mi agrado, tomo unas galletas que de seguro tú mismo preparaste pues odias la comida que se vende en la calle y las como una a una sentado en los sillones de tu sala.

Una mirada al reloj me indica que ya estas por llegar y eso me hace comprender que no quiero volver a mi casa que quiero pasar la noche en tus brazos. Pues desde la primera noche que pase completamente a tu lado descubrí que era la sensación más placentera que alcanzo, despertar a tu lado no puede ser comparado a tu lado.

Me había comido todas las galletas, había visto las nuevas películas que te compraste, incluso había revisado uno a uno los cajones de tu armario. Y hasta ahora tu no llegaste, mire el reloj eran pasadas las 2 de la mañana, Donde mierda estas, ms mis pensamientos no son de ira sino más bien de preocupación, ya había llamado a mi esposa para decirle que iba a un viaje del trabajo y que volvería mañana, así que llegaras o no iba a pasar la noche aquí.

Me acomode en tu sillón e intente cerrar los ojos peor falle olímpicamente, y justo cuando estaba por llamarte oí la puerta abrirse y me hice a los dormidos. Pero había algo en mi pecho que se oprimió cuando me di cuenta que no venias solo y quise con todas mis fuerzas no tratar de llorar…

Otra vez los estúpidos sentimientos que no debía sentir..

Continuara…